Disclaimer: Los personajes pertenecen a SM, la historia es de DH78, yo solo me adjudico la traducción, con el debido permiso de la autora.

Link de la historia original: www fanfiction net / s / 7197996 / 1 / Teacher-of-the-Year

Capítulo beteado por Yanina Barboza, beta de Élite Fanfiction (www facebook com/ groups/ elite . fanfiction)


—¿En serio?

—Oh, ¿por qué no, Bella? Puede ser tu salida de "bienvenida a casa". ¿Quieres que escoja tu atuendo?

—¿Qué edad tengo, ocho? Creo que puedo vestirme sola, Alice.

—Como sea. Nos vamos en media hora. Ve a ponerte bonita.

La puerta se cierra y al fin estoy sola.

Gracias a Dios.

Amo a Alice. Pero en serio.

Vestido nuevo corto y negro. Lo suficientemente bonito para ponerlo o quitarlo. Ha pasado mucho tiempo.

Zapatos de tacón. Altos con estilo, pero no muy altos. Es solo un club en una pequeña ciudad. La música probablemente apestará, y será como de hace cinco años. Pero es una noche de fiesta. Y por mucho que proteste, la necesito. ¿Todavía puedo hacer esto? Tengo veinticuatro. Debería ser capaz de hacer esto.

Estoy feliz de estar de regreso, no me malentiendas. Mamá y papá están felices de tenerme de vuelta también. Creo. Nunca les gustó Mike. Mamá lo odiaba más que papá. Pero querían que fuera feliz, y si era feliz con Mike, pues que así fuera. Sin embargo, cinco años de matrimonio después, y tengo que estar de acuerdo con ellos.

Pero ahora, la felicidad es estar al fin divorciada. Y si esa no es razón para celebrar, ¿qué diablos lo es?

Finalmente me siento más a gusto. Estoy con mis amigas, a quienes he extrañado mucho. Rose y Alice crecieron conmigo hasta que nos fuimos a la universidad. Los padres de Rose se retiraron y se mudaron a Florida, pero ella se casó con Emmett, otro conocido de la secundaria. Él nunca fue parte de nuestro grupo en aquel entonces, pero siempre sintió algo por Rose. Cuando ella volvió a la ciudad para ayudar a sus padres con la mudanza, se conocieron y vivieron felices por siempre.

Alice todavía está soltera, de lo cual se siente muy feliz. Es dueña de una pequeña tienda en Port Angeles. Es lo suficientemente exitosa para no tener que estar allí todo el tiempo. Entre ella y su socia de negocios, Jane, el lugar se maneja por sí mismo. Sus padres, los Brandon, son como mi segunda familia. A ellos tampoco les gustaba Mike.

Imagínate.

...

Forks está como siempre. Pequeño. Círculos sociales, más pequeños. Todo el mundo se entera de tus cosas y eso. Hay una tienda de comestibles. A la par de una oficina de correos y una barbería. Hay una estación de gasolina, una librería, y un centro comercial. Eso es todo.

Oh. Y un Walmart a las afueras de la ciudad. Siempre hay un Walmart.

Pero prefiero estar aquí que en el estúpido Seattle.

Es estúpido. De verdad.

El único club nocturno es un antiguo almacén reconstruido. Es de tamaño decente para los pocos con edad suficiente que necesitan un lugar para descansar y beber y restregarse contra el otro.

El interior de la discoteca es oscuro, lleno de gente, y la música está alta. Rose está con nosotras esta noche, a pesar que tiene un esposo amoroso en casa. Algunas personas la llaman perra. Yo la llamo impresionante. La amo de verdad. Estar casada con hijos entre amigos aún solteros la convierte en el conductor designado siempre. Afortunadamente, tener padres que viven en la ciudad me permite disfrutar un poco de bebida, sabiendo que Garrett está seguro y arropado con sus abuelos.

Amo a mis padres. Amo a Garrett. Es el hombre más genial que conozco, junto con mi padre.

Sigo a las chicas al área VIP, si se le puede llamar así. Son solo unos sofás con plantas de bambú como paredes. Alice hizo que el dueño creara una zona VIP solo para ella. Puede que se haya acostado con él. Y Alice tiene lo que Alice quiere. Siempre.

La noche transcurre más o menos así...

Primera hora: primera y segunda ronda de tragos y baile.

Segunda hora: segunda y tercera ronda de tragos y más baile. Veo a Tyler Crowley y Ben Cheney, dos chicos con quienes fuimos a la secundaria y que estuvieron en el equipo de fútbol con Mike. A ellos tampoco les gusta Mike. Por ende son impresionantes.

Tercera hora: los chicos están en la pista de baile con nosotras, y estamos todos un poco borrachos. Excepto Rose. Pobre Rose con su marido obediente y sus 2.5 hijos. No fue capaz de conseguir una niñera. Por lo que Emmett está en casa. Esperándola. Qué dulce.

En algún momento alrededor de la tercera hora, necesito otro trago. La barra está congestionada, pero me las arreglo para reclamar un taburete y hacerle señas al camarero. Sentado a la par mía está Bonito. Lo llamo así porque no sé su nombre, y porque es bonito.

—Hola.

—Hola tú.

Oh, tiene una bonita sonrisa también. Y huele bien.

—Soy Edward.

—Bella.

Agradable conversación.

El camarero me entrega mi último trago de la noche. Creo. Bueno, tal vez el último.

Recubre mi garganta muy bien mientras el ritmo de la siguiente canción me llama. Decido hacer lo que Alice sugirió. «Solo diviértete», dijo. Bueno pues.

—¿Quieres bailar?

Su sonrisa. La manera en que un lado sube más que el otro. Espero que sea real y no un producto de mi imaginación alcoholizada.

—Seguro.

Calientes manos en mis caderas. Mis brazos en alto, se cierne sobre mí. Calientes manos se mueven a mi espalda. Está cada vez más cerca de mí con cada latido hasta que nos estamos tocando. Maldita sea, está en buena forma. Puedo sentir su fuerte pecho cuando dejo caer mis manos y me permito sentirlo.

Sus ojos son seducción líquida. Me atraen hasta que estoy a punto de montar su hermoso ser como si tuviera quince.

Es curioso, ha pasado mucho, mucho tiempo desde que hice algo como esto, sin embargo, no puedo tener suficiente. Ni siquiera reconozco más a esta Bella. Era algo más, algo no-como-yo durante demasiado jodido tiempo. Y… Oh, ¿qué es eso? Parece que el pequeño amigo de este chico está desesperado por saludar. No tan pequeño. Hmmm.

Así que digo hola. Bueno, mis caderas le dicen hola. Su pierna se asienta en medio de las mías. La música se ha encargado de nosotros. Me restriego contra él solo un poco. Sus labios están en mi oreja. Puedo sentir su erección, y es una sensación tan extraña para mí… ha pasado demasiado tiempo. Me restriego otro poco al ritmo de la música. Me encanta cómo estar en una discoteca automáticamente te permite sentir a un perfecto desconocido en nombre de la música y el baile.

Su boca es caliente en mi oreja, con cada exhalación. Mis manos tiran de la parte posterior de su cabello. No puedo escucharlo, porque la música es jodidamente alta, pero las vibraciones de su gemido me recorren como un terremoto. Tan, tan bien.

¿Ya mencioné que ha pasado demasiado tiempo?

Nada es dicho. Porque, de verdad, ¿qué decir cuando no se puede escuchar a los demás? ¿Cómo alguien puede tener una conversación en un club nocturno? No la tiene.

Sin palabras.

Una vez que la canción se transforma en algo menos deseable, nos quedamos ahí solamente mirándonos. Puedo decir que él no quiere que termine. Yo tampoco. Hay algo en él.

—¿Quieres sentarte en alguna parte? —Se inclina a gritar un poco cerca de mi oído.

Asiento, porque en serio, ¿quién va a decir que no a eso? Nadie sería tan estúpido como para decirle no a él.

Toma mi mano, sus ojos ardiendo en los míos y me arrastra a la cabina más cercana y me sienta junto a él.

Ordenamos otro trago para cada uno. Hablamos muy poco. Nos miramos un montón. No quiero romper el hechizo en este momento. Cuando se inclina a hablarme al oído, estoy perdida entre piel de gallina y voz de miel.

—Eres jodidamente hermosa. —Mis ojos ruedan. Su voz es sexo.

—También lo eres tú —respondo, imitando su acción y sintiendo su mano serpentear su camino alrededor de mi cintura, agarrando con fuerza. Él está a punto de desatar algo.

Desátalo, Edward. Desátalo.

Y solo así, está mordiendo y chupando mi cuello, sus manos flexionándose y agarrándome hasta que siento que casi estoy a horcajadas.

La siguiente sesión de besos es por mucho, mucho, MUCHO… la mejor de mi vida. Sobria o no.

Estoy caliente y húmeda, la parte baja de mi cuerpo está muy despierta y gritando por atención. Su lengua es espectacular. Sus labios son estelares. Parece que a él le está gustando también.

Podría quedarme aquí durante el futuro previsible, pero claro, la vida me odia, o mis amigas me odian. Cualquiera de las dos.

—¡Oye! ¡Ahí estás! Oh, hola, um... siento interrumpir. Oye... —Abro un ojo, mis labios todavía unidos a él, para ver a Alice tocando a Edward en el hombro. Al menos ella se ve arrepentida.

—Hola, lo siento. Pero tenemos que irnos. Rose tiene que llegar a casa con Em y los niños.

Los labios de Edward permanecen en los míos mientras ve a mi amiga. Le sonríe mientras se separa de mí.

No, no, no. ¡Inaceptable! Agarro su camisa para traer sus labios de vuelta a los míos. Quiero más.

—¡Ajam!

¡Maldición, Alice!

—¡No me maldigas a mí! ¡Tenemos que irnos!

Dije eso en voz alta. Ups. Edward se ríe contra mi boca.

—Supongo que esto es el adiós.

—Noooo... —Sí, estoy lloriqueando. Lo que lo hace reír. Hasta su risa es sexo.

Le doy a Alice lo que espero sea una mirada asesina, pero ella me rueda los ojos y me jala. Al parecer, tengo un problema para caminar.

Solo consigo agitar los dedos y sonreírle antes que sea arrastrada a la salida.

Es solo hasta que estoy en el auto de Rose camino a casa que me doy cuenta.

—¡Mierda!

—¿Qué? —dicen Rose y Alice al unísono.

—¡No le pedí su número! —Lloriqueo un poco más.

¿Mencioné que lloriqueo mucho cuando estoy ebria?

Rose se ríe.

—No me preocuparía. Es una ciudad pequeña. Si es de por aquí estoy segura que te encontrarás con él de nuevo.

—Sí. —Pero no puedo decir más porque el hombro de Alice es muy cómodo y es momento para una siesta.

Diez minutos después, Alice está ayudándome a meterme en la cama. Suspira.

—Quiero besaaaaaaaarlo un poco más —arrastro las palabras. Lo hago. De verdad lo hago.

—Sí, bueno, no puedes en este momento. Necesitas dormir ahora.

La oigo decir algo más, pero ni siquiera entiendo.

Esta es una buena almohada.


Bueno, comenzamos con una nueva traducción!

Este es un fic de humor, así que espero que les guste tanto como me gustó a mí.

Los días de actualización serán los martes y jueves, ya que es una historia con menos capítulos que Marked y si subo tres semanales, en menos de un mes la habremos terminado.

No se olviden de decirme qué les pareció.

Sarai.