Hilos del Destino

Volviiiii, hola luego de muchos siglo e vuelto, pedir perdon no es suficiente deagraciadamente sigo en el extranjero y cómo todo imigrante tengo q trabajar para sustituir, y no e podido escribir, pero gracias a mi nueva beta Isa puedo publicar nuevamente, amiga gracias espero q sigamos trabajando junta, así que a aquí le traigo un nuevo capítulos espero q aún me sigan

Capitulo 22,

Otra vez en aquel jardín de rosas, Candy ya se estaba acostumbrando a estar en ese lugar era calmado, tranquilo y familiar. Vio la casa que se encontraba a varios pasos de donde estaba, durante varios días estuvo rodeándola buscando la manera de entrar, esperando encontrarse con alguien, pero nunca las puertas, ni las ventas se abrieron, aburrida se sentó en una de las sillas que daban hacia el jardín.

-¿Dónde estoy?, se preguntaba continuamente, ¿Por qué ese lugar era tan familiar y a la vez tan desconocido?.

Algo le decía que ya había estado en ese lugar, pero sus recuerdos seguían confusos, suspiro con cansancio antes de apoyar su cabeza en su brazo, cerró los ojos dispuesta a pasar otro día, otro minuto, sin saber en donde se encontraba, fue entonces cuando escucho una risa infantil, abrió los ojos sorprendida, por primera vez la puerta trasera de la mansión de abría y por ella salió una pequeña niña rubia de unos cuatro años o cinco, llevaba puesto un vestido veraniego blanco con flores amarillas en la falda, su cabello estaba sujeto con dos lazos del mismo color del vestido, también tenía un sombrero de color amarillo.

Candy se levanto de su lugar y corrió hasta la niña para preguntarle en qué lugar se encontraba.

-¿Disculpa en donde estamos?- pregunto Candy, pero justo en ese momento la niña se dio la vuelta y corrió a través de ella, la rubia solo se quedo pálida y sorprendida, algo no estaba bien, empezó a asustarse.

- Rosa, Rosa apúrate - dijo la pequeña niña, justo en ese momento una voz vagamente familiar le respondió:

- Espérame un momento ya casi estoy lista, - esa voz le era familiar, demasiado familiar, en ese momento la puerta se volvió a abrir y una mujer de cabellos dorados y ojos color jade, la cual usaba un vestido de color crema, cabello trenzado, llamo a la pequeña Candy espera.


Annie termino de contar todo lo que sabía sobre Candy, la habitación quedo en silencio, los adultos no cabían en su asombro, mientras que los jóvenes se encontraban confundidos, Paty y Terry quienes no sabían el verdadero origen de Candy no comprendían nada, solo tenían una cosa clara, la joven era adoptada.

- ¿Por qué se parece tanto a tu madre Beth?, -porque aun que no tenía sangre de los Andley, era obvio que la joven tenía un gran parecido con la prometida del patriarca de los Andley, la pelirroja busco la aprobación de su prometido el cual solo cerró los ojos y asintió…

- Porque Candy es en realidad mi hermana - respondió la mujer con una voz triste y quebrada

Annies abrió la boca para preguntar ¿cómo era posible eso?, pero simplemente las palabras no le salieron, Meribeth empezó entonces a contarles la historia sobre su familia y el secuestro de su pequeña hermana, lo que ocurrió durante esos años, hasta el descubrimiento de estas semanas atras, Stear y Archie que ya conocían la historia, conocieron aquello que aun desconocían, en cambio Paty había escuchado en el pasado de secuestros de menores que jamás habían regresado a su familia, algunos pocos regresaban pero sin vida, Annie por su cuenta no sabía que pensar en el fondo para ella todo tenía sentido, el gran parecido, no solo con Meribeth si no con la madre de esta, pero también sintió unos profundos celos siempre pensó que ella y Candy eran iguales ambas habían sido abandonadas por sus padres a ambas no las habían querido en su vida, pero ahora resultaba que Candy si tenía una familia que la extrañaba que la amaba, que la había llorado durante muchos años, en cambio ella fue abandonada, sintió unos profundos celos, que solo duraron unos segundos puesto que recordó el gran sacrificio que hizo su amiga, al permitirle ser adoptada por sus padres, en lugar de Candy, ahora que tenía que enmendar las cosas no podía permitir que su amiga de la infancia volviera a sufrir, lo había decidido en ese momento, como fuera lograría que Candy volviera a ser la misma de antes, a quien ella conocía, la verdadera Candy aquella niña revoltosa, descuidada que siempre estaba haciendo travesuras, no esta persona que aun cuando era parecida, no era la misma.

Annie tuvo un pensamiento en ese momento,

"¿mamá me quisiste?" se pregunto la morena, en ese momento recordó que esa persona que la habia abandonado si la quería y le quería dar un buen futuro, ahora su madre y su padre eran los Brither, su padre era cariñoso y su madre siempre estaba con ella, esa era la buena familia que la había permitido Candy tener y no lo iba a dejar pasar por unos sentimientos de celos y envidia.

- No, no - comenzó a quejarse Candy entre sueños antes de gritar el nombre de Rosa, alertando a todos Alberth y Meribeth que eran los más cercanos se apresuraron a correr a su lado al ver que la pequeña había abierto los ojos. Candy comenzo a quitarse las sabanas con desesperación

- ¡Candy calmate!, Le dijo Alberth tratando de volver a acostarla, pero la rubia empezó a golperalo,

- Suéltame, suéltame - exigió - necesito salvarla, ese hombre le hizo algo

Meribeth, le pregunto de que hombre estas hablandoa la rubia respondió que el hombre de ojos frios, la pelirroja le pidió le explicara a quien se refería fue entonces que ella comenzó a contarles todo.


Candy sentía nostalgia al ver a su hermana mayor jugar con ella cuando apenas era una niña, siempre se pregunto ¿cómo había sido su relación? puesto que había una gran diferencia en su edad, aun así ahí estaba frente a sus ojos podía verse a sí misma con su hermana quien la trataba con mucho cariño y amor, no sabía si era un sueño o un recuerdo de su pasado pero estaba feliz de ver a su hermana.

Poco a poco los escenarios fueron cambiando Candy se dio cuenta de que podía verse a sí misma en diferentes partes de la casa jugando con su hermana cuando no estaban en el jardín de flores se encontraban en la cocina, o al menos su hermana, pque Candy tenía prohibido acercarse a la cocina, otras veces estaban en el salón de juego pintando o tocando un instrumento Candy pudo darse cuenta que durante su infancia se le dio muy bien tocar la flauta, mientras que su hermana era una excelente pianista, en cambio ambas eran malas tocando la gaita escocesa pero las relajaba cuando alguien más de los sirvientes la tocaba con gran maestría, conoció algo que no sabía su hermana era mala perdiendo y le gustaba mucho jugar a las cartas se estaba convirtiendo en un reto para ellas, sus recuerdos eran felices o al menos eso creyó.

Nuevamente el escenario cambio y en ese momento se encontraban en el jardín de rosas a punto de merendar, Candy se encontraba en el regazo de Rosamery feliz y emocionada al ver los diferentes pasteles que esta le había dado a ella, mientras le estaba contando sobre el regreso de su familia, sobre su hijo y sus primos quienes estarían encantados de verla, la pequeña parecía emocionada por conocer a sus nuevos sobrinos, algo que la mayor no entendía puesto que ella ya los conocía desde pequeña, no estaba segura de lo que estaba pasando en ese momento, Candy decidió en ese momento bajar de su regazo e ir por algo de tomar, pero algo la detuvo sintió un extraño miedo, su yo adulto estaba viendo la escena también sintió como su pecho se le oprimía, en ese momento frente a ellas aparecía un hombre vestido completamente de negro y ojos de color frio su yo infantil simplemente al verlo volvió corriendo a los brazos de Ros Mery que la esperaba el misterioso hombre se acerco a ellas.

- Vika- pronuncio Rosamery al reconocer al hombre este simplemente le sonrío, una sonrisa que le helo la sangre tanto a ambas en ese momento la niña simplemente se escondió de tras de la joven… Rosamery saludo el hombre, quien en ese momento se percato de la presencia de la pequeña y su mirada se volvió más fría

- Querida no te ves muy feliz de verme, me doy cuenta de que no estás sola, ¿Quién es la pequeña que se oculta detrás de ti?.

- Candy cariño por que no vas a la cocina y le dices a Gregory que te de algo de tomar para nuestra visita - le dijo a la pequeña sin quitar la vista del recién llegado, temerosa la niña asintió y se alejo antes de rodear al hombre y salir corriendo a la cocina, pero en ese momento su vestido se quedo atrapado en uno de los rosales lo que hizo que la pequeña se enredara y se cayera, el hombre al estar más cerca de la pequeña se acerco para ayudarla, en ese momento que la niña levanto la mirada el hombre se percato de quien se trataba, Rosamery corrió a su lado y la ayudo a levantarse y le volvió a decir: va la cocina y dile a Gregory que te de algo de tomar y no salgas de ahí - le susurro una vez que Candy se fue, volteo a ver al hombre ¿ que haces aquí Vickay nuestars familias tienen muchos años sin hablarse y me sorprende que estes aquí, - Rosamery no era tan injenua ella nunca creyo que ese hombre era amable, algo siempre le había dicho que tuviera cuidado con Vickay

- sólo estaba en el país y quise venir a ver a la familia? - Quien no había apartado la mirada del lugar a donde se había dirigido la pequeña, - aunque estoy sorprendido le dijo de que hayas tenido una hija, ¡Pense que no podías volver a dar a luz luego de tener a tu hijo! - la mujer se tenso pero se relajo, no iba a caer en la trampa del hombre aquel que podía conocer la identidad de la pequeña y eso era lo que le daba miedo, - ¿Cuántos años tiene? - vovlio a preguntar - tal ve años

- ¿Por que tanto interés en una niña? - cuestiono Rosamery con desconfianza, ella podía ser una mujer dulce y amable pero todo el mundo sabía que no debían hacerla enojar porque era capaz de sacar las propias garras su esposo lo sabia e incluso la tia abuela nunca la desafiaba por esa razón.

- Simplementeme parece extraño generalmente la familia siempre se le comenta cuando llega un nuevo recien nacido -

- Vickay nuestras familias hace mucho que rompieron lazos no entiendo por que yo debería de haberles informado del nacimiento de mi hija.

Vickay solo se hacerco a ella con una sonrisa sadica en su rostro, que hizo a Rosamery temer por su vida, sabia que algo estaba mal ese hombre le estaba ocultando algo, cuando el hombre estuvo a pocos centímetros saco una aguja y sin darle tiempo de reaccionar levanto la mano y se la clavo en el cuello, gane le susurro al oído antes de sacar la aguja Rosamery se llevo la mano al cuello y empezó a sentir como sus manos comenzaron a adormecerse la respiración le fallaba algo no estaba bien

- ¿Qué me hiciste?, ¿qué me has hecho?., pregunto Rosamery, pero su pregunta quedo inconclusa, su cuerpo empezó a sentirse pesado y tuvo que sentarse en la silla para recuperarse, Vickay se acerco a ella y ella volvió a preguntar- ¿qué me has hecho?-.

-Descuida, no morirás tan rápido, la droga que te acabo de inyectar empezara a matarte lentamente, pero tú no te darás cuenta de eso, solo vivirás como una alma atrapada en un cuerpo, no podrá controlar nada y al final, todas las personas pensaran que has muerto y te enterraran viva, eso fue lo que le paso a mi querida esposa -,revelo Vickay, Rosamery lo miro con pánico, fue cuando noto por el rabillo del ojo que la pequeña de cuatro años se encontraba a espaldas de Vickay en el suelo aterrada por lo que estaba pasando.

- Huye,- intento gritar Rosamery con vos ahogada antes de que todo se oscureciera, la niña no comprendía lo que estaba pasando había ido a la cocina como le habían ordenado pero regreso al no saber qué clase de postre quería su amiga, pero al llegar la jardín lo que vio hizo que tuviera miedo

Candy no sabía lo que estaba pasando, solo vio al misteriosos hombre acercándose a la mujer y tocando su cuello, segundos más tarde esta se sentó en la silla, el hombre pareció susurrarle algo al oído, pero no pudo escucharlo, por primera vez algo en su corazón le dijo que tuviera miedo, quiso ir en ayuda de la mujer, pero sus piernas no le respondían, termino cayendo de espaldas y cuando la mujer se percato de su presencia le grito que huyera antes de caerse.

En ese momento la niña reacciono, se dio vuelta tratando de huir, pero el hombre la tomo por el brazo sin la menor delicadeza,

- ¿por qué estás aquí?, debes volver al orfanato, necesito que te quedes ahí,- le dijo antes de golpearla en la cabeza, pensando que la había dejado inconsciente la dejo caer al suelo, pero ella seguía consiente, abrió los ojos poco a poco, para ver al hombre como se acercaba a la mujer, - con esto no habrá nadie que me quite lo que merezco, el próximo será tu hijo, luego tu preciado hermano y por último la basura de los Grayton, - escupió con odio y volvió a gritar apúrate, ¿qué demonios estás haciendo?- le dijo a alguien que apareció detrás de Candy, pero esta no pudo ver de quien se trataba

- ¿no te arriesgaste demasiado?- Escucho decir,

- te estabas tardando demasiado en matarla, ¿quieres que tu hija sea la heredera de este clan?, entonces has las cosas como se deben.

- Solo estaba siendo cuidadosa, la vieja Lory está empezando a sospechar me costó mucho hacer creer a mi querida prima Sara que su hija no había muerto al nacer, si no que había sido la mía la que murió, pero Lory no es tan tonta y de seguro ya sospecha, si no fuera porque Elisa es hija de mi cuñado y se parece a él, hubiera sido imposible que nos creyeran. - con temerosa

- Eso es porque te acuestas con cualquiera que te de dinero escúchame bien, - le dijo a la mujer con voz fría he estado planeando esto por muchos años, si no quieres convertirte en una basura y que tu hija sepa la verdad de la clase de madre que tiene, es mejor que sigas mi plan.-

-Sí, - murmuro la mujer bajando la cabeza antes de levantar a Candy del suelo y le pregunto - ¿qué vas a hacer con ella?-

-Llevala de regreso al orfanato hablo el hombre, pero ya te vio y vio a Rosamery - pregunto la mujer

- No hay problema, tengo una droga que bloqueara todos sus recuerdos y muy pronto olvidara todo y esto no será más que un sueño horrible del que no recordara nada.-

Candy termino de contarles todo con lagrimas en los ojos, Albert solo la abrazo con lagrimas en los ojos, su hermana había sido acecinada, por alguien de su misma familia, alguien que no creían fuera capaz de cometer un asesinato y por lo que acababa de contar Candy, su hermana había sido enterrada viva.