No podía creerlo simplemente era imposible, después de tanto sufrimiento de ver como la persona que ama le gusta otra, después de tanta impotencia al saber que no podía hacer nada ya que esos sentimientos que posee por otro son correspondidos y tantas sonrisas falsas que le dio ocultando la frustración de verla sin poder ser más que mejores amigas, no sirvieron para nada.

Yui estaba atónita, ya que tras estar 3 semanas ayudando a Kyoko a que entendiera qué sentía por Ayano, su amiga rubia y amor desde la infancia se acababa de irse al aeropuerto para unas vacaciones en Italia para regresar el día de reingreso. Tiempo suficiente como para que los padres de Ayano la obliguen a mudarse a otra ciudad sin tener la oportunidad de arreglar sus sentimientos con Kyoko. Ellas y Chitose (que vino a apoyar a Ayano) se encontraban frente a la casa de la rubia en un último intento de reunirla con la tsundere peli purpura, pero para esa hora el vuelo ya habría partido. No había esperanza… o eso creían hasta que el celular de Yui empezó a sonar.

Yui revisó rápido su celular y apenas leyó el nombre Kyoko contestó.-Kyoko ¿Dónde estás?-

-Hola Yui ¿dónde estás?- habló Kyoko al otro lado de la línea, parecía apurada.

-Al frente de tú casa, vine con Ayano y Chitose ¿por?-

-Ayano está ahí perfecto esto hace las cosas más fáciles. Rápido vengan todas al aeropuerto.- gritó Kyoko

-¿Eh? ¿Por qué? ¿Qué ocurre?-habló Yui extrañada. Para ese momento las dos chicas del consejo estudiantil ya habían notado la conversación de la pelinegra.

-Mi vuelo se retrasó, no saldrá hasta dentro de media hora venga rápido.- en ese instante la llamada se corta.

-Kyoko, Kyoko, hola, agh - Yui guarda su teléfono tras ese inesperado final de la conversación.

-Funami-san, ocurre algo.- pregunta Ayano.

Francamente Yui no quería contarle lo que Kyoko le dijo, quiera ser ella, la persona que la rubia quiere ver antes de irse, pero no podía decepcionar a su amiga.-rápido al aeropuerto el vuelo de Kyoko aún no sale-

Al escuchar esto la cara de Ayano se iluminó. –Eso significa que…-

-Sí, aún tienes posibilidades-

Al decir esto Ayano se para de forma eufórica saca su teléfono y tras unos breves momentos exclama. –Muy bien si tomamos el tren en la estación que está a dos cuadras llegaremos al aeropuerto en 13 minutos, pero no sabemos la sala en la que Toshino Kyoko está, si la buscamos tardaremos cerca de 6 minutos tiempo suficiente para que me confiese y no llegue tarde al vuelo. Perfecto, Chitose, Funami-san andando-.


En el tren

Había poca gente y el tren que necesitaba había llegado, todo les salía a pedir de boca. Al abordar el tren Yui se sienta al lado de Chitose y Ayano al frente de ellas. Mientras se dirigen al aeropuerto, Yui recuerda el día cuando Kyoko le habló. sobre el "extraño sentimiento" que sentía a cerca de la presidenta del consejo.

Yui se devolvía a su casa luego de un largo día en la escuela pero no venía sola ya que Kyoko la seguía, lo cual no era de extrañar, pero si era extraño que en todo el trayecto no dijera ni una sola palabra. Cuando entraron Yui le preguntó a Kyoko que le pasaba.

-…- la rubia ni se inmutó por la pregunta de Yui.

-Kyoko, ¿qué pasa? Dime por favor.-

-…- Aun nada.

Yui simplemente se paró y fue a la cocina, cuando volvió se sentó de nuevo frente a Kyoko y le pasó un tarro de ron con pasas y una cuchara. Kyoko cogió el tarro y lo empezó a devorar.

-Yui-nyan gracias.- dijo Kyoko con una sonrisa de gato.

-¿ahora sí me dirás qué te pasa?- al oír esto Kyoko para de comer su postre y agacha la cabeza.

El ambiente se pone tenso.

-Yui ¿dime qué se siente?-dice con una voz de ultratumba.

La pelinegra no comprende la pregunta – cómo se siente ¿Qué?-

-… es-esta-tar….- Yui no entendía lo que su amiga decía.

-Kyoko no te entien...-

-ESTAR ENAMORADA- Kyoko pega el grito al cielo sorprendiendo a la anfitriona de la casa. Yui estaba atónita no tenía ni idea de qué responder.-porque has estado enamorada ¿o no?-

-eh, ehh, ¿de qué hablas? yo no he estado enamorada ni mucho menos- el rostro de Kyoko muestra una gran decepción. – aunque creo, no sé, que te sientes más feliz cerca de esa persona, piensas que nunca te podrías enojar con ella sin importa qué pase, que quisieras estar junto a ella hasta el fin de los días.- termina Yui con la mirada perdida en la ventana de su sala.

-entonces, si eso se siente al estar enamorado de alguien, significa, ¡que me gusta Ayano!- dijo la rubia como si todos los secretos del universo se le fueran revelados con lo que Yui le acababa de comentar.

-¿¡QUÉ!? - esto obviamente tomo desprevenida a la pelinegra.-¿te gusta Ayano?-

-pues si o ¿acaso estas celosa Yui-nyan? Jejeje.-

-¿Qué? , obvio que no. Solo que me sorprendió lo que dijiste.- De hecho Yui si estaba celosa, incluso se le ocurrió por un momento tratar de "sacar a Ayano del camino", pero con solo ver los ojos de Kyoko al hablar de la peli morada se arrepintió.

En eso el tren sufre una fuerte sacudida sacando a Yui de sus pensamientos.-¿eh? ¿Qué ocurre?-

-El tren por alguna razón se detuvo, Ayano-chan se fue a ver qué pasaba- le respondió Chitose. En eso Yui se dio cuenta que si el tren continuaba estancado no llegarían a tiempo.


Tras 25 minutos

-Vamos aún hay oportunidad- decía Ayano corriendo de la estación al aeropuerto seguida por Yui y Chitose.

Cuando logran entrar al aeropuerto suena por el alto parlante: el vuelo A-472 con destino a Italia ha despegado, el vuelo A-472 con destino a Italia ha despegado.

Esa frase desmoronó totalmente a Ayano, literalmente, ya que en ese preciso momento le fallaron las piernas y cayó al suelo arrodillada mientras lloraba. Chitose inmediatamente se agacha a socorrer a su amiga, Yui a pesar de cierta manera tenerle rencor a Ayano por ganarse el corazón de la rubia, no podía verla en ese estado.

-Ayano, yo lo sient…-

-¡SUGIURA AYANO!- grita una voz detrás de las chicas, una voz muy familiar que todas conocían.

-Toshino Kyoko- Ayano se voltea y ve a la persona que hace que su corazón se agite- ¡TOSHINO KYOKO!-

Las dos empiezan a correr hacia la otra, al estar cerca se dan un abrazo y ya todos saben cómo va esta clase de escena. Pero bueno continuando con las testigos de este cliché de película.

Yui veía a la nueva feliz pareja, para dar paso a un sonido muy común en este caso, una hemorragia nasal extrema de Chitose. Yui rápidamente le pasó un pañuelo a lo que la albina responde con unas gracias, pero Yui notó que a pesar de tener una gran sonrisa, sus ojos expresaban un sentimiento no precisamente feliz. Yui ya había visto esos ojos pero ¿en dónde?