Ser una dama

Capitulo 1

Todo estaba muy tranquilo, la ciudad respiraba armonía, las nubes se disolvían mientras otras más llegaban a formarse hasta convertirse en un hermoso algodón que bullía. Las aves revoloteaban y cantaban al ritmo de su respiración. Le gente trabajaba, puesto que era lunes, el día más pesado de toda la semana. Incluso para los estudiantes, cuyas vacaciones llegarían muy pronto y tal por eso, el alboroto albergaba en la escuela de Konoha.

O quizás era por otro cosa.

¡Pelea! ¡Pelea!

¡Pelea!

¡Pelea!

Los gritos eufóricos de los estudiantes resonaban por todo el tercer pasillo, era la hora del receso, por lo tanto los maestros – como siempre – nunca estaban al tanto de todo el alboroto. Es muy común ver pleitos en la escuela y casi la mayoría era provocada por hombres, pero hoy en día, las mujeres no se quedan atrás.

. – Ya déjalo mujer – dijo con pereza una joven de cabellos azulados. Portaba su cabello atado en una coleta – muy mal hecho – el uniforme un poco arrugado y sucio, pero aun así, su único encanto prevalecía en su carácter y en su nombre, Hyuga Hinata. Cincuenta por ciento contestona, veinticinco por ciento tímida y el resto, emociones que ni si quiera ella sabe que tiene.

. – Si, Sakura. Basta, estás haciendo una escena. – le susurra una compañera. Su cabello rubio era la enviada de toda mujer, incluso de su mejor amiga. Su nombre era Yamanaka Ino, hasta su nombre era rivalizado. – No te rebajes a su nivel – dijo en voz alta para provocar un bullicio entre todas la mujeres que rodaban a la pobre víctima.

. – Si cariño, no te rebajes a mi nivel – anuncio con altanería la joven Hyuga, quien de sus bolsillo saco un pan de calabaza, se deshizo de la envoltura y empezó a de gustar enfrente de toda la gente. – Con permiso – se burlo de Sakura haciendo una reverencia y se fue abriendo paso.

La joven Haruno Sakura, con su porte elegante, su impecable uniforme y su educación de primera; la hizo evitar todo lo posible por no chistar y gritar como una niña berrinchuda. La causa de su irritación, pues no era más ni menos que Hinata.

Konoha era una escuela respetable, honrada en casi todo el país. El que llegara una chica con el cien por ciento de beca, era casi raro de ver, pero no imposible. La nueva de ese año, Hyuga Hinata, pero eso no era lo que le incomodaba a Haruno, sino el hecho de cómo vestía y era Hinata.

Hinata no resaltaba mucho su belleza, le gusta ser simple y normal, o más bien dos trabajos casi ni le daban tiempo de tomarse un respiro, mucho menos para arreglarse. Nunca supo cómo hacerlo y no creo que le llegara a interesarse.

Pero por otro lado, creo que a alguien si le interesaba.

. – ¿Una apuesta? ¿Cómo en las películas? ¡Qué infantil eres, Naruto! – Menciono con pesadumbre un chico apuesto de cabellos azabaches y su pulcro uniforme – comparado al de su compañero –un estudiante aclamado por las chicas y envidiado por los hombres. Hasta su nombre era una combinación perfecta, Uchiha Sasuke.

Fuera de eso, una persona muy poco sociable.

. – ¡Ja, significa que tu también la viste! ¡Ja, ja, ja! – la carcajada de su exasperante amigo, hizo enfurecer y avergonzar al pobre Uchiha. – Claro que la vi, estaba allí contigo idiota – contesto molesto Sasuke mientras dejaba su libro en el escritorio y volteaba hacia la ventana, viendo precisamente a la joven de la cual se encontraba charlando.

. – ¡¿De veras?! – Naruto confundió por ese hecho, rascándose unos centímetros de su frente. – Bueno… retomando la charla…

. – No – contesto rápidamente y salió del salón ignorando los gritos de su amigo. Camino por el pasillo y los murmullos no tardaron en aparecer. Suspiros, voces chismosos – lo común – pero hubo una a la que si pego oído.

. – Escuchas el pleito que tuvo Sakura y Hinata. Tal parece que la segunda, le tiene miedo… – y hasta allí pudo escuchar.

Uchiha Sasuke alzo la ceja ante ese hecho, pero conociendo a Haruno, supuso que era una mentira. Él sabía lo irritante y convenciera que puede ser Sakura. Por eso opto ignorar ese rumor e ir a la cafetería a comprar una bola de arroz. Era su favorito, rico en nutrientes y una presentación digna de su porte.

. – Lo siento joven, se acabaron – casi se le cae el libro ante el comentario de la vendedora. Pero siempre iba a esa hora y siempre había por montones. Ahora todo el mundo le gusta el onigiri, chisto de irritación y vio otras opciones, pero todo era dulce, el odiaba las cosas dulces. – Esa joven sí que se moría de hambre, las compro todas – señalo la vendedora con simpatía.

Sasuke no pudo evitar girar la cabeza y fruncir el ceño al ver como dicha joven comía alrededor de unos seis onigiri, era demasiado para una persona y de por si las comía con tan poco elegancia. Realmente era un asco verla, pero el ver como disfrutaba comerlas, el estomago de Uchiha no pudo evitar gruñir con insistencia.

Así que sin más se acerco a la mesa y se aclaro la garganta para llamar su atención. Hinata volteo mientras se terminaba su tercer onigiri, se paso la comida y tomo un poco de su jugo. – ¿Puedo ayudarte? – pregunto una vez que su boca quedara enjuagada.

Hinata se extraño que el chico más codiciado por la mujeres estuviera frente a ella. Alzo una ceja ante la penetrante mirada del Uchiha y este sin más se le quedaba viendo, como un loco. Así que para aligerar la tensión y la irritante mirada de ese sujeto, tomo su cuarto onigiri y se lo metió en la boca, más de la mitad ya no existía. – Esto esta delicioso – hablo con la boca abierta sin pena ajena.

El Uchiha estaba hastiado, no solo por el hecho de que la mujer había hablado con la boca abierta mientras comía sino también porque la joven se había dado cuenta de que su intención era pedirle uno. Tal vez su rostro serio se mantenía intacto, pero esos ojos negros y brillosos miraban con intensidad el platillo de Hyuga.

. – ¿Quieres uno? – pregunto después de terminarse su cuarto onigiri. – ¡Ah, lo siento! No creo que quieras, olvídalo.

Hinata se burlaba por dentro, tal parecía que el Uchiha si se había acercado para eso. Y él lo sabía, estaba a punto de ceder, casi florecía por la pregunta, pero Hyuga solo le tomaba el pelo.

. – "Maldita niña" – pensó Sasuke. Pero no se quedaría como un ridículo frente a ella, así que tomo la silla que estaba frente a ella y se sentó con elegancia.

. – Claro, siéntate – murmuro Hinata agarrando su quinto onigiri y lo partía por la mitad dejando que el rellano de atún se esparciera por ambos lados. Tomo la primera mitad y burlescamente se lo llevaba a la boca, lentamente.

. – Te he observado, niña – mintió descaradamente – Dicen que tu porte no va con este tipo de escuela – eso si era verdad, las niñas chismosos siempre rumoreaban por eso. – Y creo que ya lo comprobé.

. – ¡Felicidades! – fingió alegría Hinata mientras terminaba su quinto onigiri. – Pero se puede saber, ¿por qué alguien como "usted" le importaría tanto mi aspecto? – cuestiono mientras jugueteaba con los dedos y tentada en agarra su sexto y último onigiri.

Sasuke vio el último y antojoso onigiri, así que decidió a largar la conversación. De algún modo esa bola de arroz seria suyo, o si no, tendría hambre por el resto de las clases. – Curiosidad – lo dijo como si ella fuera una especie en peligro de extinción.

. – ¿Y, dígame señor, usted que gana con saciar su curiosidad? – pregunto Hinata mientras llevaba su dos brazos y lo posicionaba entre el plato, como un tentativita o quizá una advertencia.

. – Una apuesta – dijo Sasuke mientras miraba de reojo la última acción realizada por Hyuga.

. – ¿Una apuesta? ¿Y de qué trata esa apuesta, si se puede saber? – levanto su mano derecha y fingió llevarla hasta el onigiri pero esta solo rodeo el plato y tomo su jugo. Sonriendo por dentro ante la alteración del Uchiha.

. – Convertirte en una dama digna de la escuela – respondió mientras cruzaba los brazos sobre la mesa. – "Esto es estúpido, me estoy peleando por una bola de arroz" – pensó Uchiha al ver que estaba llegando muy lejos, pero su estomago parecía gruñir mas al ver la ultima ración de onigiri y justamente hoy no había desayunado. Era todo o nada. Tenía que provocarla, a que se fuera enojada y dejara el platillo. Agradecía que la cafetería se encontrara sola y solo uno que otro estudiante se sentaba y los ignoraba.

. – ¿Una dama? – alzo la ceja Hinata dejando el jugo a un lado del plato. – Pero soy una dama, ¿Qué no vez? – Sasuke se le tiñeron las mejillas al ver como señalaba su busto, que muy apenas se veía si no fuera por la chaqueta. Pero algo le decía que su blusa no cerraba del todo y por eso la portaba en este día tan caluroso.

. – No me refería a eso. Se perfectamente que eres una mujer. Me refiero a que tus modales como señorita son un asco. ¡Mírate! – la señalo con el dedo índice de arriba hacia abajo. – Una dama no "traga" demasiada comida, te sientas mal, tu uniforme esta arrugado, tus zapatos no están lustros – Hinata hasta miro sus zapatos por las señalado. No estaba tan sucio, pero ya no mostraban su brillo como antes. – Y mira tu cabello, parece trapeador después de cinco años sin uso, tus ademanes al comer son lo peor que he visto en toda mi vida en una señorita y mira esas uñas – Hyuga frunció el ceño y luego vio sus uñas, estaban pintadas de negro pero ya estaban descarapelada. – la uñas de una dama siempre deben estar presentables. Y también esta…

. – ¡Ya entendí, soy un asco! ¡¿Pero a ti eso que más te da?! – grito exaltada Hinata mientras cerraba sus manos en puño, de la nada se sentía mal por tener la uñas de ese modo.

Sasuke se dio cuenta y por un momento creyó haber hablado de más. – Quiero ayudarte – soltó de la nada. Y ese maldijo cinco segundos después de la estupidez que había dicho.

. – ¿Ayudarme? – Hinata aflojo su mano. – ¿Cómo? Planeas comprarme ropa, llevarme a la estética y cosas así – se burlo ella misma por su imaginación.

. – Sí – dijo con arrogancia. Sasuke no le gusto el tono en que lo decía, el tenia dinero y claro que podía cambiarla si se lo proponía. Sonrió presuntuosamente al ver la cara de sorpresa de Hinata.

. – ¿De verdad? – dijo con perplejidad. – ¿Y de que sirve gastar dinero en mi? ¿Tú que ganarías?

Sasuke lo pensó, era verdad, ¿Qué ganaría él en todo esto? Así que la examino a los ojos por un momento y no se le ocurría nada. –Mi apuesta – fue lo primero que se le vino a la cabeza.

Hinata entre cerró los ojos y luego sonrió con burlesca. – Hecho – dijo con risa y extendió la mano hacia el Uchiha para que se estrecharan.

. – Hecho – dijo Sasuke estrechando su mano con la de ella y se sorprendió por lo suave que eran.

. – Soy Hyuga Hinata – se presento.

. – Uchiha Sasuke. – respondió.

. – Sabes a que me recuerda… – dijo de repente Hinata soltando la mano de Sasuke. –… A esa película la de "She's all that" no sabía que te gustaba ese tipo de películas. – el azabache estaba a punto de reprocharle pero se quedo callado al ver como ella se ponía de pie y tomaba el onigiri y rodeaba la mesa hasta posarse detrás del Uchiha y acercar su rostro a un lado de este – Solo no te vayas a enamorar de mi – se burlo mientras le daba un beso en el cachete y de golpe le metía el onigiri a la boca. – Provecho – canturreo.

Hinata se fue de la cafetería al mismo tiempo que sonaba la alarma – avisando el fin del descanso – sin saber que un par de miradas metiches contemplaba esa última acción con recelo.

Sasuke se levanto y saco la mitad de la bola de arroz de su boca. Su rostro mostraba sorpresa por la acción de esa joven, nunca antes había dejado que una mujer se le acercara tanto – a excepción de Sakura – tal vez, esto se torne interesante.

. – Claro que no me voy a enamorar – susurro. Y de solo pensarlo le causaba estremecimiento.

La campanada dio anuncio el fin de las clases. Muchos murmullos de alegría y júbilo resonaban por todos lados, lunes ya había finalizado, pero no para Hinata. Ella – como siempre – tomo rápidamente su mochila y salió corriendo de la escuela, su turno de trabajo empezaba en 20 minutos y era su fuente de ganancias, no podía faltar. Necesitaba el dinero para sustentarse.

Afirmo su mochila y salió corriendo, como si un toro la persiguiera. – ¡Hyuga! – el llamado repentino, la hizo detenerse en el portón de la escuela. Sasuke se acerco rápidamente hacia a ella, hasta posicionarse a lado de ella.

. – Uchiha, no tengo tiempo… – empezó a caminara a paso largos.

. – Pero quiero empezar a hora – interrumpió el azabache mientras la seguía.

. – ¿Con qué?

. – ¿Cómo qué "con qué"? – Alzo la ceja molesto el Uchiha – En convertirte en una dama.

. – ¡Ah! ¡¿No era una broma?! – Hinata detuvo su paso y lo miro con sorpresa.

. – ¿Una broma?

. – ¡Si, querías una bola de arroz por eso te seguí el juego, ¿no es así?! – le dijo Hinata viéndolo con extrañeza, pensaba que estaba en el mismo canal en esa conversación. El consiguió lo que quería y ella ya se había divertido con él.

Sasuke quería estallar. Todo esto se le había salido de las manos, el si pensó que estaban hablando enserio, por eso aposto de verdad con Naruto y con Kiba sobre transformar a Hinata en una bella dama. Y se aposto dinero, una buen cantidad de dinero y si el perdía, no solo su orgullo quedaría por los suelos, sino su dinero también.

. – No, de verdad quiero ayudarte – mintió con descaro pero su encanto hacia que sonara real.

. – Entonces, lo de la apuesta…

. – Si era verdad – completo la frase.

. – Ya veo, ¿Y qué apostaste? – Sasuke se agacho y le susurro al oído.

. – ¡¿Qué?! ¡¿Tanto?! – los ojos de Hinata casi se le salen por la buena suma de dinero que habían apostado. Y se dijo así misma que, los niñitos riquillos malgastan su dinero en tonterías. Pero ella nos es tonta, si él la usaría, entonces, ella también a él.

. – Correcto. Entonces quiero la mitad – dijo mientras se cruzaba de brazos. Esperando la respuesta de Sasuke, tal parece, que incluso era tacaño el hombre. Porque lo vio dudar. – ¿Me necesitas o no? – provoco con altanería.

. – Bien – dijo rendido el Uchiha.

. – Hecho

Hinata tendió de nuevo su mano ante el Uchiha y la volvieron a estrechar. – Pero de mi no sale ni un centavo – le dijo más de cerca y sonrió al ver la cara de fastidio que puso el azabache. – Nos vemos Uchiha, se me hace tarde – Hinata retomo de nuevo su marcha con aceleración.

. – ¿Qué? ¿Tarde para qué? – exclamo Sasuke siguiéndola.

. – Para mi trabajo, ¿Qué más? – le dio la espalda Hinata y emprendía su marcha.

. – ¿Trabajo? ¿Qué trabajo? – articulo con cierta sorpresa, era realmente raro que alguien como Hinata – y a su edad – consiguiera trabajo. Y pensó que a lo mejor trabajaría en un súper o una tienda de modas. – ¡Espera, iré contigo! – acelero su paso para darle alcance.

La escucho reírse y ella la miro por detrás al mismo tiempo que corría. – ¡No creo que te dejan entrar! – se echo a reír de nuevo.

. – ¿Qué? Pues, ¿en dónde trabaja? – murmuro intranquilo Sasuke mientras le daba alcance.

Tal parece que esto, tal vez, se torne difícil de lo que había imaginado. Pero tenía que ganar la apuesta, el nunca pierde ante nadie y esta no sería una excepción.

Fin del capítulo 1

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Hola, soy Yeii-chan y pues les traigo otro proyecto que se vino a mi mente. Espero que les guste y saber si vale la pena continuarlo.

Bye.