Ya había pasado tiempo desde que los héroes por medio de un accidente revelaran sus identidades, lo que provoco una serie de complicaciones, como también idas y vueltas por parte de ellos. Hasta que por fin confesaron sus sentimientos, aceptaron sus dobles identidades, y se convirtieran oficialmente en novios.

Bueno ahí parecía que iba todo bien, pero aun así seguía habiendo complicaciones. Sin embargo no era del todo malo, pero para Adrien si lo era, porque estar aguantando que su novia se desmaye a cada rato porque le hables, tomes su mano o abrazarla, y ni hablar de besarla, era catastrófico.

¿Marinette era el problema en la relación?

No, había otro más. Porque cuando Chat Noir se encontraba con Ladybug en esos ataques de Akuma o en sus habituales patrullajes nocturnos y su Lady se volvía osada y atrevida como una disculpa por lo anterior. Chat Noir se petrificaba, se quedaba estático como si fuera una piedra y su Lady parecía que este apunto de besar una pared. ¡Oh por dios!, así no se podía.

¿Chat Noir era el problema en la relación?

No, tampoco lo era. Porque cuando intentaron que su relación se intensificara más y que pudieran conocerse mejor por medio de que Ladybug visitara la casa de Adrien, ya que al parecer Marinette y Chat Noir era el problema. Esa fue la peor idea del mundo que tuvieron.

Porque al ingresar Ladybug al lugar y observar a Adrien, mirarse era como perderse en el basto infinito. Por supuesto aquello sonaba muy romántico, pero solo se quedaban mirando por un rato muy largo porque si decían alguna palabra sentían que le iba a dar un ataque en el corazón o desfallecerse ahí mismo.

¡Oh, No! los dos tenían un problema.

No obstante lograron encontrar el punto medio. Y eso solo sucedía cuando Chat Noir visitaba a Marinette, ya que podían hablar con tranquilidad sin que sintieran que las palabras quedaran atoradas en la garganta por puro nerviosismo o sentir que se iban a quemar vivo por los sonrojados que estaban.

Por la parte de Marinette podía conocer mejor al alter-ego de Adrien, sus coqueteos, sus chistes que al final eran tan malos que le daban risa. Y era extraño que a pesar de que tenía el disfraz podía ver a través de él.

En ese momento se daba cuenta lo maravilloso que era Chat Noir.

Por la parte de Adrien podía conocer mejor a la chica tímida que se sienta detrás de el en el salón, la que es amable y alegre. Nadie más que Marinette. La cual podía notar sus aspiraciones de ser una diseñadora. Y era extraño que a pesar de que no tenía el disfraz podía ver a la chica divertida, valiente y dispuesta a arriesgar todo por los que ama como lo hacía su alter-ego.

En ese momento se daba cuenta lo maravillosa que era Marinette.

Esos momentos que pasaban ahí, usualmente eran en los cuales Marinette se las pasaba diseñando y Chat observándola, o ellos viendo una película juntos de forma abrazada.

También podría ser Marinette retratando al gatito o Chat peinándola o hasta pintarle las uñas.

En algunos casos, se ponían tan románticos que Tikki tenía que salir de la habitación antes de que se traume, pero ya sea como pasaban los momentos juntos, ya no había complicaciones de por medio, claro que se sonrojaban y tenían nervios, pero no era de tal magnitud como tenían antes.

Y ahora podían estar seguros de que su problema había sido solucionado.