Titulo: Cave Canem

Universo / Fandom: Percy Jackson-Heroes of Olympus

Resumen: Los siete de la profecía finalmente pueden seguir con sus vidas normales y Nico finalmente decide abrirse un poco más al mundo, con el apoyo de sus compañeros a quienes finalmente ve como hermanos. Todo comienza con la llegada de un misterioso muchacho a la ciudad de Nueva Roma. Una extraña criatura con un poder que nadie conoce y que busca por todos los medios encontrar al hijo de Hades.

Pareja (s): Por primera vez en mi carrera como fickber, no tengo idea hahaha Supongo que las ire inventando conforme avance la historia.

Clasificación / Géneros: M. Friendship/Brotherhood/Misterio/Drama

Advertencias: Todo lo que se me ocurra en el transcurso a mi maquiavélica mente, así que ya están advertidos. Posibles escenas con cierto grado de violencia, contenido sexual y huso de vocabulario adulto, pero muy moderado. Si alguna parte de esto te molesta o incomoda es mejor que salgas ahora, sino, eres libre de leer bajo tu propio riesgo. (Aunque, seamos honestos, nadie le hace caso a esto muahahahaha)

Disclaimer: Lo único de lo que soy dueño es de la historia y del personaje original que aparece; el resto de los personajes pertenecen al tío Rick. Solo me atribuyo el merito a la creación de esta historia que es enteramente de mi autoría. No hago esto con fines de lucro, plagio ni difamación. Es solo una forma recreativa en la que quiero que todos podamos pasar un rato agradable de lectura con personajes que adoramos n_n

Notas del Autor:

Si, ya se, si ya tengo otros fics subidos que debo actualizar regularmente… Pero esta es una idea vieja que ha estado rondando por mi cabeza, y en medio de una patada de inspiración no pude resistirme a escribir los primeros capítulos de volada n_n Así que se me ocurrió que comenzar a subirla también no estaría mal.

Esta es la primera vez que invento un personaje propio para protagonista, así que no estoy muy seguro de cómo valla a quedar, por favor si tienen alguna idea o sugerencia ya saben que encantado las leere.

Capitulo 1:

"El Fin de un Caluroso Verano"

El día apenas acababa de comenzar y el sol ya calentaba todo sobre la tierra. El aire cálido se movía entre los arboles arrastrando el aroma fresco de las plantas y el agua del rocío hasta las ciudades. Cerca de la frontera Canadiense, entre Ottawa y Nueva York, el amanecer se encontraba aun en su apogeo y las criaturas del bosque apenas empezaban a despertar; o al menos la mayoría. Había una que ya se encontraba en marcha. Decir que se había despertado temprano seria una mentira, estuvo caminando toda la noche; de hecho, había estado caminando desde hacía varios días sin descansar más que para beber o comer algo.

No era el tipo de criatura que necesitaba dormir demasiado. Aunque si era del tipo que prefería los climas fríos, con el calor a veces sentía que se cocinaba bajo su gruesa piel. Pero, dejando de lado el clima, hacia casi una hora que no comía y ese conejo que paso corriendo frente a él lucia muy apetitoso. Claro que se tomo su tiempo para disfrutar una pequeña caza, no estaba mal correr por diversión de vez en cuando. Mientras disfrutaba de su comida pudo escuchar el viento agitar las copas de los arboles, arrastrando todos los aromas por donde había viajado y llevando un olor en particular, tan repugnante que le quito el apetito.

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La ciudad de Nueva York se movía tan ruidosa y ajetreada como de costumbre. Pero a pesar de todo el ruido del tráfico y de las masas de gente caminando apresuradamente por la calle, aquello no era suficiente para despertar a Percy, que dormía pesadamente con la sabana enredada en sus piernas y con la babeando ligeramente con la boca abierta:

-Ahh…-A su lado Sally, su madre, miraba con resignación a su hijo roncar. No importaba que ya tuviera casi dieciocho años seguía teniendo el sueño pesado-Percy, vamos cariño despierta…

Le tomo bastante trabajo, tanto que por un momento sintió ganas de golpearlo con la escoba a ver si despertaba, pero al final su hijo abrió los ojos adormilado. No importaba que tan héroe del Olimpo fuera el ojiverde, siempre necesitaría de su madre para que lo despertara en las mañanas, lo mandara a lavarse y le preparara el desayuno.

-¿Dormiste bien?-Paul, su padrastro, le saludo sentado desde el comedor en cuanto salió, aun con su expresión adormilada.

-Estaba soñando con un buffet estilo Las Vegas…-Respondió el chico sentándose a la mesa.

-Estoy seguro de que te guardaran un poco-A pesar de la creencia popular entre los padrastros e hijastros, Percy y Paul se llevaban muy bien. Bromeaban entre si y se tenían confianza. Esa mañana, al igual que habían estado haciendo todo el verano, desayunaron los tres juntos las tortitas azules de Sally. Según Percy, dado que hacía poco que Paul se había unido a la familia, tenía que ponerse al día con todos los años que estuvo sin comer en azul-¿Y, estás listo?

-¿Para qué?-Por un instante Percy se sintió invadido por el pánico de haber olvidado alguna fecha o plan importante que tuvieran planeado.

En sus puestos Paul y Sally suspiraron con resignación; su hijo nunca cambiaria.

-Cariño recuerda que hoy te vas a la universidad-La sonrisa en el rostro de Sally era tan sincera que por un instante hizo sentir a su hijo como un tonto.

Pero dejando eso de lado ¿¡Se iba a la universidad!? ¿Cómo pudo olvidar algo tan-

-Espera-Se detuvo antes de armar una tormenta en un vaso de agua-Mamá, hoy solo me mudo, el semestre como tal empieza la próxima semana.

-Para una madre es lo mismo cariño-Pero Sally no pensaba dejarse cortar solo por tecnicismos. Durante toda la mañana ayudo a su hijo a preparar su equipaje y a limpiar su habitación, incluso Paul les hecho una mano para guardar las cajas donde guardaron las cosas de Percy que se quedarían, como su vieja computadora y algo de ropa que luego Sally llevaría a la caridad. Y aunque solo había estado en esa habitación durando unas ocho semanas, verla vacía le dio provoco un poco de nostalgia. Y si le sumaba la emoción acerca de que en unas horas estaría de camino a la universidad, la cual compartiría con Annabeth; todo terminaba en una sensación bastante agridulce.

Por otra parte su madre tampoco dejaba de ver lo nostálgica que se sentía. Claro que, después de que su hijo hubiera pasado por lo que paso, Percy y Paul no se explicaban cómo era que se dejara afectar porque hiciera algo tan normal como ir a la universidad. Aunque una pequeña vocecita en su cabeza, que se parecía demasiado a la de Leo, no paraba de decirle que en realidad Sally aun no salía del asombro de que su hijo fuera a asistir a la universidad.

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-¡De prisa! ¡De prisa! Que no se quede nadie…-El final del verano también marcaba la partida de la mayoría de los chicos en el campamento mestizo. Quirón se encontraba al pie de la colina, despidiendo y apresurando a los chicos que debían ir a abordar los autos que les llevarían de regreso a casa. Como de costumbre, los únicos que se quedaban para el resto del año eran apenas una quinta parte de toda la población.

A su lado Argos, el jefe de seguridad del campamento, pasaba la lista de todos los chicos que tenía en un sujeta papales, una vez que los veía subir la colina los tachaba con un lapicero. Un poco más allá, en el pórtico de la casa grande, podía verse como el señor D jugaba a una partida de canasta con los gemelos Stoll y Will Solace.

-¡Hasta el próximo verano chicos!-Lacy, de la cabaña de afrodita, se despidió de sus amigos que jugaban a las cartas cuando paso frente a la casa grande. Los tres la despidieron con un gesto de la mano, no querían hacer enojar al director del campamento; el señor D era muy delicado en cuanto se trataba a jugar canasta. Que incluso, ni siquiera los gemelos se atrevían a ofrecer una apuesta.

Para cuando el ultimo campista hubo subido la colina Argos le paso el sujetapapeles a Quirón, que le deseo un buen viaje; después de todo él era el chofer designado. El centauro solo reviso la lista por mera formalidad, confiaba plenamente en su jefe de seguridad. Al mismo tiempo, mientras caminaba para ver el desenlace del juego de cartas, se preguntaba donde estarían sus alumnos de residencia general: Clarisse seguramente estaría en el ruedo, siempre se quejaba de no poder entrenar bien con mucha gente; Misa y sus hermanos de Hefesto tal vez estaban limpiando el Bunker 9; y Annabeth.

-De seguro debe estar revisando su lista otra vez-En la última semana, la chica rubia había estado preparando su equipaje para irse a la universidad. Estaba tan emocionada que rayaba en lo maniático, que ya había revisado su lista de tres hojas unas diez veces pensando que se estaba dejando algo. Pensar en que dos de sus mejores alumnos se irían a la universidad lo embargaba de tanto orgullo que casi sentía ganas de acompañarlos hasta Nueva Roma. Pero su lugar estaba en el campamento media sangre, y Percy y Annabeth ya eran mayores, podían cuidarse solos-¿Cómo les fue muchachos?-En lugar de eso fue hacia el pórtico a ver como había acabado la partida de canasta.

-Ahh…-Y a juzgar por las expresiones en los rostros de los chicos, no muy bien. Connor y Travis prefirieron regresar a su cabaña, al tenerla para ellos solos podían ver sus revistas de Play Boy tranquilamente.

-Gane-En cambio Will había hecho pareja con el señor D.

-Felicidades Will-Mientras lo felicitaba el centauro se sentó en su silla de ruedas mágica, de forma que ya no tenía que agachar la cabeza para estar en el pórtico. Se coloco a un lado de la mesa y tomo un vaso de limonada que el director hizo aparecer-Por cierto, ¿has tenido noticias de Nico?

-Ah, dijo que aun no podía regresar-Respondió el rubio hijo de Apolo-Que las cosas se le complicaron o algo por el estilo.

-¿Lucia bien?

-Ya lo conoces Quirón…-Comento Will con un suspiro resignado-Entre su orgullo y su efusividad, podría estar desangrándose y su expresión seria la misma-Agrego haciendo una imitación del rostro serio y frio del hijo de Hades-Estoy bien, no me molestes Solace.

No había forma de rebatir un argumento con tan buenas bases. Como eran solo tres ya no podían jugar canasta, así que Will se despidió y dijo que iría a ayudar con la recolección de fresas. Aunque una parte de él también quería ir a buscar un par de dracmas para llamar vía mensajería Iris al hijo de Hades. La última vez que hablo con él estaba en Minnesota, aferrándose a su chaqueta de aviador y tiritando de frio. Al menos estaba con su hermana y eso lo dejaba más tranquilo.

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-Ah por fin una cama decente-Hazel se lanzo contra las mullidas cobijas y comenzó a rodar de un lado a otro abrazando la almohada.

-No estará mal pasar una buena noche antes de regresar-Comento Nico, sentado al borde de la que le tocaba a él-¿Cómo está tu brazo?

-Estoy bien, solo fue un rasguño-Respondió la sureña levantando su brazo hacia el techo. Perfectamente ileso. Entonces escucharon como tocaban a la puerta-Adelante…

-Ey…-Era Frank, llevaba en sus manos una bandeja con tres tazas humeantes-¿Quieren chocolate? La cacera nos preparo un poco. Dice que va de cortesía.

-Mmm-

-"Debíamos lucir realmente patéticos para que una anciana nos regale chocolate"-Dijo Hazel con expresión sombría mirando hacia su hermano; pero casi de inmediato cambio su expresión por una linda sonrisa-Estabas pensando eso ¿verdad?

-¿Ahora lees mentes?-Inquirió el hijo de Hades-Que miedo, ¿no Frank?

El canadiense solo pudo reír nervioso, no quería acabar en medio; como siempre.

De todas formas ninguno tenía muchos ánimos para jugar. Estaban agotados de su misión, habían tenido que lidiar con un montón de grifos así que estaban agotados, y si alguno llegaba a ver una pluma en las próximas semanas iba a gritar. Por suerte tenían suficiente dinero para pagarse una habitación triple, cada uno tenía su cama y Nico, solo para fastidiar a Hazel, escogió la de en medio. Por suerte las cobijas eran gruesas y las camas mullidas, la combinación perfecta para dormir en una noche nevada como esa.

Después de darse las buenas noches Frank se durmió inmediatamente, como un Bulldog, y Hazel también se durmió en cuestión de minutos. Solo Nico estaba despierto, con su cobija hasta la cintura y las manos en su nuca mirando al techo. Nunca había sido del tipo que dormía demasiado, tenía cierta reticencia a soñar; algo muy común entre los mestizos.

En momento así solo dejaba divagar su mente. Esta vez termino recordando todo por lo que había pasado ese verano. Después de la titanomaquia y la gigantomaquia contra Gea, las últimas semanas podían ser calificadas como: aburridas. Y no que estuviera intentando tentar a las moiras. Se sentía bien toda esa paz. Había podido ir a visitar a su hermana a Nueva Roma, entrenar tranquilamente con Frank y a veces con Will, aunque su manía por creerse su médico de cabecera a veces era algo insoportable. Y por "a veces" quería decir ¡todo el tiempo!

También había entrenado con Reina en varias ocasiones. La primera vez había aceptado porque Quirón siempre le aconsejaba practicar con varias personas, y como Reina era fuerte estaría bien. Pero la chica, por mucho que se proclamaba su pseudo hermana mayor y protectora, no había tenido piedad. Había barrido el suelo con toda su humanidad. Le dolía el cuerpo de solo recordar todas las llaves que la chica conocía, algo le decía que su hermana, la reina amazona, tenía algo que ver en eso; después Reyna lo obligo a practicar con ella todas las semanas, argumentando que no estaría tranquila hasta que fuera más fuerte.

Entre recuerdos físicamente dolorosos y demás pensamientos fortuitos su respiración se fue acompasando hasta que finalmente se durmió, con algún ocasional ronquido y el viento y la nieve azotando las ventanas como ruido de fondo. La noche paso despacio, dejándoles descansar tranquilamente. En la tenue oscuridad azulada, Nico no pudo evitar agitarse un poco. Entre sueños y recuerdos, podía verse a sí mismo de pie en una pradera a mitad de la noche, bajo un cielo oscuro en el cual podían apreciarse solos unas cuantas estrellas y una oscura luna nueva. Miro hacia arriba, al frente, a los lados pero solo podía ver la pedrera extenderse y escuchar la respiración de una bestia salvaje acechándolo. Podía escuchar, no solo su respiración, también el césped quebrarse bajo sus pasos. Cuando finalmente dio con su paradero, solo pudo apreciar un par de ojos bicolor: el derecho verde y el otro azul. Ambos refulgían en la oscuridad como luces de neón.

-¿Qué diablos?-Su sombra se sobre ponía a la oscuridad reinante. Era una figura enorme, sin duda era la de un cuadrúpedo: un perro. Pero había algo más extraño. Los únicos canes que había visto de ese tamaño eran los perros del infierno, y este se sentía diferente. No irradiaba el poder del inframundo como los demás, ni siquiera como la Señorita O´Leary. Era una presencia totalmente diferente, aterradora e intimidante, pero no amenazante.

A pesar de tener esos fieros ojos sobre él, de poder ver claramente el aliento de la criatura no podía sentir miedo de ella. Solo se quedaron allí, estudiándose el uno al otro por minutos que parecieron horas. Y justo cuanto Nico creyó todo estaba bien ¡el enorme lobo tenso todos sus músculos y salto sobre él! Lo último que el hijo de Hades pudo ver antes de despertarse agitado y sudoroso fueron los filosos colmillos y garras de aquella bestia.

Cuando despertó se dio cuenta que era único que aun seguía en la cama. Mientras se bestia y bajaba las escaleras no pudo sacarse de la mente aquel extraño sueño. La noche, una luna nueva, un animal enorme…

-"Fue solo una pesadilla"-Se dijo mentalmente al llegar a la recepción-¡Hazel!

-¡Por aquí!-Su hermana le hizo señas desde una mesa al fondo, donde ella y Frank comían unos panqueques con miel.

-Perdona por no despertarte-Comento Frank ofreciéndole una taza de café-Pero parecías tan tranquilo que quisimos dejarte dormir mas.

-¿Soñabas algo bonito?-El tono y la mirada de su hermana era demasiado obvio.

-Más bien una pesadilla-Respondió Nico sin darle mucha importancia con su habitual expresión estoica. Aunque decía la verdad, su hermana y su cuñado lo atribuyeron a su típica fachada gruñona y por eso no presionaron mas con él tema. Ya descansados y con el estomago llego, los mestizos comenzaron su marcha de regreso. Por suerte les quedaba suficiente dinero para el pasaje de autobús. Solo les quedaba rezar a los dioses porque todo el camino hasta California fuera libre de ataques de monstruos. Aunque también, mientras miraba el paisaje nevado pasar por la ventana, Nico no podía sacarse la mente esa pesadilla.

No estaba seguro de si debía atribuirla de inmediato a los sueños premonitorios que solían tener los mestizos cuando algo grande estaba a punto de ocurrir. Si era un perro negro, ¿tendría alguna relación con Hécate? No, no con esos ojos, pero el único dios que tenía ojos bicolores era Horus, y ese era egipcio. Definitivamente esa había sido simplemente una pesadilla y nada más.

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Al mismo tiempo, a varios estados de distancia, desde varias millas de distancia podía verse una columna de humo elevarse en mitad del desierto. La ciudad de las Vegas pocas veces se veía tan ajetreada por algo que no fuera un buffet o algún evento especial. Pero esta vez toda una calle se encontraba obstruida a causa de la multitud que intentaba ver el lugar. Los bomberos ya se habían encargado de las llamas y ahora estaban recogiendo y buscando la causa del fuego. Aunque era un trabajo prácticamente imposible, toda la planta baja del casino estaba destrozada y quemada.

La policía se encontraba interrogando a los trabajadores y las personas que habían salido más o menos ilesas. Pero sus esfuerzos eran muy infructuosos, los civiles no parecían estar del todo enterados de la fecha y los empleados también. Las pocas personas que pudieron dar información, solo fue acerca de un extraño corto circuito masivo que hizo estallar todas las luces y enseguida una enorme bola de fuego que lo consumió todo a su paso.

-Ah, no hay remedio…-El jefe de la estación de policía no podía dar con ninguna suposición para todo aquello, ¿un atentado? ¿La Mafia? No, ni siquiera recordaba que hubiera un Hotel y Casino Lotus en la ciudad-¿Ah?-Era su imaginación, ¿o acaso las marcas en el letrero de entrada del casino se asemejaban a las de garras?

Más allá, al límite de la ciudad con el desierto, la enorme bestia que había arrasado el lugar caminaba bajo el incandescente sol del medio día. Era consciente de sus actos antes, y de que se había excedido, pero no había logrado contenerse. El lado positivo de todo aquello, ya tenía un rastro claro que seguir. Solo deseaba que bajara un poco el calor.

Continuara…

Jooooh que nervios, se que hasta ahora es una introducción muy sencilla pero quiero saber que les parece, ¿Qué se imaginan que pasara después? Los eventos que se desarrollen de aquí en adelante espero que les gusten y puedan disfrutar de toda esta historia la cual no tengo idea de que tan larga va a ser. Pero si les puedo decir que tendremos mucha acción, y algo de comedia… Solo para no perder la costumbre hehehe

¿Quién o qué es esa cosa que parece estar buscando algo? ¿Qué tiene que ver con Nico? ¿Podrá Percy rendir en la universidad o saldrá corriendo el primer día? ¿Annabeth se graduara con honores en su primer año? ¿Qué templos le faltan por construir a Jason? ¿El autor solo esta desvariando? (Todos: *abren la boca*/Yo: ¡ustedes se callan o se quedan sin comer!) ¿Frank y Reina congenian como pretores? ¿Dónde están Leo y Piper? ¿De qué iba ese sueño tan extraño de Nico? ¿Un lobo de ojos de diferente color? ¿Una luna nueva? ¿Qué paso en el casino Lotus?

Muchas de sus preguntas serán contestadas al conforme avancen los capítulos n_n

Por ahora muero por saber que piensan, ¡nos leemos!