Disclaimer: Todos los personajes y/o lugares conocidos del mundo de Harry Potter le pertenecen a la maravillosa escritora J.K. Rowling.

Aviso: Este fic ha sido creado para el "Amigo Invisible 2016" del foro " Hogwarts a través de los años". Regalo bonus para mi amiga invisible: MrsDarfoy.

Título: Llámame Harry

Autor: Aurora Caelestis Friki (Esta es mi cuenta original. Suelo cambiarme el nickname muchas veces, pero esta es la oficial).

Pairing: Harry Potter & Pansy Parkinson.

Rating: K+

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Para Majo

Espero que te guste este pequeño regalo. Saque la idea del Hansy por lo que mencionaste en "Nuestros Gustos".

En esta misma semana te entrego tu otro regalo. Me faltan algunos detalles.

Besos, Aur

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Llámame Harry


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—Potter, el lunes hay que llevar a Lily para su revisión con la sanadora y tengo una reunión en las empresas Malfoy y necesito que la lleves —dijo Pansy mientras ponía en su sillita de comer a la pequeña niña.

Harry, que estaba sentado en el comedor leyendo El Profeta, levantó la vista y se deleitó al ver el escote de su esposa, cuando se dobló a recoger un juguete que su hija había dejado caer.

—¡Por Merlín, Pansy! Llámame Harry. Cinco años casados y aún sigues llamándome "Potter". James ha dejado de decirme papá y ha comenzado a llamarme "Potter" y en el mismo tono seseante—dijo Harry entre serio y divertido.

Pansy sonrió orgullosa. Harry rodó los ojos al verle la cara de orgullo y superioridad. Algunas cosas no cambiaban y aunque él había logrado muchos cambios en ella los últimos cinco años, no había podido quitarle lo de caprichosa, engreída y orgullosa serpiente.

—¿En serio tengo que escuchar la misma queja todos los días? A mí me gusta Potter y Potter te quedas —dijo con altanería sirviéndose una taza de café. —Por cierto, ¿Dónde están mis pequeños dementores?

—¡Por Merlín, Pansy! No los llames así.

—Pero si no lo digo porque me quiten la felicidad, porqué ellos son la única razón por la que sigo contigo —dijo sentándose al lado de Harry mirándolo maliciosamente. —Sino porque son capaz de quitarle la energía hasta la persona más enérgica del mundo.

Harry sonrió con orgullo. Era cierto que sus hijos eran agotadores, en especial, James que era capaz de meterse en los más raros problemas, pero no le importaba. Ellos era su razón de vivir, incluyendo a la ingrata serpiente que tenía una sonrisa de suficiencia que le molestaba y adoraba de igual manera.

—Están en el salón viendo el televisor —contestó con malicia sabiendo que ella, aún después de cinco años, no se acostumbraba a la vida muggle.

Pansy puso la taza en encima del comedor, se puso de pie y se sentó en la piernas de su marido. Harry puso el periódico a un lado, redondeo la cintura de ella con un brazo y la miró escéptico.

—¿Qué quieres? —preguntó con cautela.

Pansy se arrimó un poco más, pasó los brazos alrededor de su cuello y lo besó apasionadamente.

—Si tanto quieres que te llame por tu nombre, Potter, ya sabes que tienes que hacer para que lo haga —le susurró sobre los labios.

Harry sintió que la temperatura de la habitación subía unos grados al igual que cierta parte de su anatomía. Cuando se disponía a volver a besar a su esposa, está se puso de pie, caminó contoneándose y agarró a la niña en brazos.

—Vamos a ponernos preciosas, mi pequeña princesa. Potter, se te hace tarde para ir a trabajar —dijo sonriendo mientras salía por la puerta.

—¡Maldita serpiente! —susurró Harry con frustración.

—Te he escuchado, Potter.

Harry sonrió. Las venganzas de su mujer eran tortuosas y agotadoras, pero satisfactorias, pero al final la escucharía decir su nombre, porque el único lugar en donde ella decía su nombre era en la cama.