Prologo: La Amistad Caída de la Noche
(Normal Pov)
En el medio del gran mar, donde yacen las enormes islas que dieron cobijo a pueblos, tribus de guerreros, llenas de historias, de leyendas y cuentos donde uno puede estar sentado frente al fuego mientras el bardo canta los versos que te atrapan, entre todas ellas una, y solo una posee una historia y un legado de leyenda que está aquí desde hace generaciones enteras, pero como todo debe haber un comienzo, y esta es la historia de cómo aquellos una vez enemigos jurados, que al solo verse se asesinarían sin pensarlo se volvieron los compañeros de alma que ni siquiera los dioses mismos podían negar ni mucho menos separar.
Esta historia es de un hombre, que siendo un niño destruyo las barreras que separaban dos especies totalmente diferentes, una vez fue repudiado y tratado como inútil, de hecho ese era su apodo durante gran parte de su vida, pero cuando llego el momento se mostro a sí mismo y a aquellos que eran su "gente" que su titulo era el de alfa, el de gobernante, el de un rey…
Y nadie podía negarlo luego de las hazañas que carga su nombre, su titulo, un titulo que se extendió por todo el gran y bravo mar.
Esta es la leyenda del Rey de los Dragones….
Y los Colmillos de Bahamut, sus reinas de la guerra.
-En medio del mar, en una isla vikinga desconocida-
En una isla que esta semi cubierta por la niebla, donde una gran montaña se alza indemne en medio de ella, un gran pueblo descansa bajo la misma, en medio de la noche, el manto de la oscuridad donde la calma y el silencio reinan comienza esta historia
(? Pov)
Esto es Berk, esta a doce días al norte de Calvario y unos grados al sur de Muere de frío, está ubicado justo sobre el meridiano de la tristeza.
Mi pueblo, en una palabra tenaz.
Esta aquí desde hace siete generaciones pero todas las casas son nuevas, tenemos la caza, la pesca y un gran lugar donde ver el atardecer pero el único problema aquí son las plagas.
Verán muchos tienen ratones o mosquitos.
Se ve a un rebaño de ovejas pastoreando tranquilamente cuando un borrón sale del cielo, desciende y toma una, luego se vuelve a repetir lo mismo dos veces más.
Desde adentro salgo para ver como un gran reptil alado con picos en la espalda y cuernos esta surcado justo encima del suelo varios metros, debajo hombres armados con hachas, lanzas y escudos están tratando de atraparlo, matarlo o echarlo a la vez que las ovejas corren de aquí para allá gobernadas por el miedo.
Pero aquí hay
Cerré la puerta de golpe cuando el reptil se vio y de su boca escupió un enorme cono de llamas incandescentes, no tardo mucho al chocar contra la puerta y sentir como esta se calentaba en cuestión de segundos.
Dragones
Una vez el calor se había ido salo corriendo hacia mi destino esquivando a todos los guerreros, del cielo caían vikingos, en frente mío cayo uno mayor y delante suyo un hacha, se levanto de golpe y la tomo para correr y saltar desde el precipicio, otros dos iban con un tronco pero se llevaron puesto a otro dejándolo inconsciente tirado ahí nomas, en mi ensoñación no note como uno de ellos salto encima de mí con un hacha enorme mientras gritaba un rugido de guerra para luego
-Buenos días-dijo con una sonrisa amable, si eso se puede decir amable.
La mayoría se mudaría, pero nosotros no, somos vikingos, tenemos…problemas de necedad.
Los dragones iban incendiado los campos, se llevaban a las ovejas o los yak, otros peleaban contra los vikingos o incendiaban las casas, uno estaba sujetado por la boca de uno mucho más pequeño que el anterior pero era muy robusto y ancho, sus alas eran más pequeñas y se movía más lento, el vikingo no mostraba miedo, de hecho lo estaba golpeando una y otra vez con una maza en el hocico, el dragón se vio molesto hasta que lo arrojo a algún lado, escuche como grito y el golpe de su caída, pobre hombre.
Me llamo Hipo, lindo nombre lo sé, los padres dicen que un nombre horrendo espanta a los gnomos y trolls, como si la refinada conducta de los vikingos no lo hiciera ya.
Muchos al verme afuera se quedaban algo sorprendidos, solo me recriminaban el porqué salí de mi casa, que regresara y que estaba haciendo, solo un día más aquí, salte del camino para caer en el puente, corrí hasta salir por otro de los lados de la isla, doble en una de las tantas casas y una gran mano me sujeto para alzarme unos metros por el cuello de mi chaleco marrón oscuro junto a mi camisa manga larga verde, el enorme hombre que me sostiene tiene el cabello de un rojo intenso, una larga barba con varias trenzas que caen con rebeldía hasta su pecho, lleva una camisa de un verde oscuro pero las mangas rasgadas, muñequeras de cuero marrón con tiras negras, hombreras de cuero y metal, un gran cinturón de cuero con varias decoraciones, una capa piel protege su espalda, un casco con dos cuernos de yak en su cabeza, su mirada es de enfado y reproche al verme.
-Hipo, ¿Qué haces afuera?-me dijo, luego miro hacia el resto que seguía tratando de luchar contra los dragones.
-¿Quién lo dejo afuera? Ve a cubrirte-termino para empujar del camino y mirar hacia el cielo donde otro de los dragones, este con el cuerpo mucho mas ágil en comparación con los anteriores.
Este es Estoico el Vasto, jefe de la tribu, dicen que cuando era un bebe le arranco la cabeza desde los hombros a un dragón, ¿Que si lo creo?, ja, claro que sí.
Estoico tomo una de las carretas con una mano y se la arrojo a la bestia logrando que soltara una de las ovejas, luego se acerco a uno de los otros vikingos para cuestionarlo.
-¿Qué tenemos?-le ordeno con la voz firme.
-Gronckles, nadders, cremallerus ah, y Hope dice que vio a una pesadilla monstruosa-dijo el hombre mientras se ponía a cubierto de una gran bola de fuego, Estoico solo se mantuvo impasible e incluso se quito las pequeñas llamas que se vieron atrapas en su hombro por la explosión, se la quito de un manotazo como si fuera poco y nada.
-¿Algún furia nocturna?-le cuestiono de nuevo mientras miraba el cielo con una mirada de cazador.
-Por ahora no-respondió el guerrero.
-Bien-deje de estar escuchando, debo estar en otro lado, retome mi carrera y llegue a la plaza, dos grandes antorchas fueron erizadas y encendidas mostrando el cielo donde estaban volando cientos de dragones, llegue a mi destino, la forja, donde un hombre mayor estaba martillando una espada doblada. En vez de una mano tenía el martillo unido que estaba usando, su cabello era rubio y su bigote estaba separado en dos largas trenzas que caen a ambos lados de la cara, un casco con cuernos de toro grandes y delgados que apuntan hacia arriba, un chaleco pequeño que apenas cubre su robusto cuerpo, una camisa sin mangas blanca que tiene ciertas marcas de quemaduras o ceniza, cuerdas atadas en su brazo entero, un pantalón marrón oscuro y una bota de cuero de animal oscuro, su otra pierna es una pata de palo, a veces me pregunto cómo es que no se le rompió esa pata con lo grande que es.
-Ahh veo que te unes a la fiesta, creí que ya te habían llevado-me dijo alegre a la vez que martillaba y se limpiaba el sudor de la frente, me fui a por un mandil, luego tome una maza a duras penas para colgarla en la pared.
-¿Quién, a mi? Ja, por favor, soy demasiado musculoso para su gusto, los dragones no sabrían que hacer con todo esto-le respondí mientras flexionaba mi brazo tratando de sacar músculos.
-Bueno necesitan mondadientes no-me cuestiono mientras se quitaba el martillo y se ponía otra herramienta, yo corrí y quite los seguros de la ventana para así abrirla y atender a nuestra clientela, en un segundo muchos aldeanos vinieron con sus armas rotas, dobladas o lo que sea que hicieron para que estén totalmente prendidas fuego y a punto de derretirse, las tome y las metí al fuego para avivarlo y comenzar a trabajar.
El zoquete de manos cambiables es Bocón, he sido su aprendiz desde pequeño, bueno, más pequeño.
-con Estoico-
Estaba ladrando órdenes a los hombres, algunos con armas y otros con ovejas para mantenerlas a salvo de las lagartijas.
-Hacia las defensas inferiores, contraatacaremos con las catapultas-le dijo a uno de ellos, todos corrieron abajo mientras uno de los pesadillas monstruosa incendio una de las casas.
Ven, pueblo viejo, muchas, muchas casas nuevas.
-FUEGOOOOOOOOOO!-grito uno de los guerreros vikingos.
-Con Hipo-
Mientras trabajaba en una espada vi algunos de los chicos del pueblo, estaban llevando una carreta con un gran barril del cual sacaban agua en cubetas para apagar el fuego. El primero es alto y gordito, lleva un gran abrigo de pieles que cubre todo su cuerpo, un pequeño casco sin cuernos cubre su cabeza rubia, unas botas negras de piel, el siguiente es un chico fornido y musculoso, tiene el cabello negro y rebelde con un casco gris con dos cuernos que giran sobre sí mismos como los de un carnero, un chaleco de piel negro con una camisa sin mangas gris debajo, dos muñequeras de cuero, unos pantalones negros con unas botas hasta los talones de piel marrón oscuro, los siguientes son gemelos de cabello rubio con cuatro trenzas, dos adelante y dos atrás, ambos llevan casi el mismo atuendo solo que el cambio está en el pantalón y una falda larga, chalecos marrón oscuro, camisetas sin mangas gris opaco, muñequeras largas que cubren sus antebrazos, botas marrón claro con cascos con cuatro cuernos largos, la ultima es una chica rubia, tiene una camisa celeste apretada a su cuerpo, una falda roja con picos, unas botas de piel de un marrón claro, hombreras con picos diminutos, vendajes que protegen sus antebrazos, una tira de piel o cuero en su frente con un cinturón de calaveras que abraza su cintura. Su cabello rubio cae por su espalda en una larga trenza.
Ellos son Patapez, Patán, los gemelos Brutacio y Brutilda y
La chica arroja el agua para después retroceder mientras otra bola de fuego dándole una apariencia cautivadora y hermosa.
Astrid…..
Los otros la seguían para continuar su trabajo, quería ir con ellos pero fui sujetado por Bocón.
-Hey, ¿Dónde crees que vas?-me cuestiono mientras me alzaba y me depositaba de nuevo en mi estación de trabajo, solo resople en disgusto.
-Por favor, quiero ir, debo dejar mi huella-le dije con firmeza, el solo rodo los ojos para luego poner una mirada seria.
-Tú ya has dejado muchas huellas, en los lugares equivocados-me dijo con rudeza mientras me golpeaba el pecho con su mano falsa que era ahora unas pinzas, solo hice una mueca.
-Mira, solo dos minutos, mato un dragón y toda mi vida cambiaria, hasta podría tener novia-le dije mi pensamiento, como si esto fuera suficiente como para convencer a mi maestro/amigo.
-Te pesan las hachas, no puedes con las espadas, menos un martillo, ni siquiera puedes lanzar con esto-termino con unas boleadoras en su mano que fueron agarradas por uno de los vikingos, corrió en dirección hacia la plaza, las hizo girar y las arrojo a un gronckle que estaba volando perezosamente encima, cayó con un ruido sordo.
-Lo sé, por eso esto se encargara de ello-le dije mientras me moví hacia donde estaba uno de mis inventos, era como una carretilla con un barril, era una mini balista, la palmee estando orgulloso de mi trabajo pero me olvide que esa cosa es muy sensible así que enseguida se armo y disparo, la bola salió con fuerza y choco con la cabeza de uno de tres vikingos esperando afuera, lo dejo fuera de combate, lo miraron los otros para luego mirarme a mi otra vez, ahora si estoy en problemas.
-Ves, a esto me refiero-me dijo con firmeza, debo calmarme o no lo convenceré.
-Fue-fue-fue solo un problema de calibración-maldita sea.
-Que no sabes…Hipo, si quieres un día salir a pelear con dragones debes cambiar todo…esto-termino confuso mientras remarcaba todo mi cuerpo, solo puse una cara confundida y molesta por ello.
-Acabas de señalarme completo-le dije con fastidio.
-Sí, eso es-me dijo satisfecho como si hubiera entendido el mensaje, levante un poco la ceja de mi ojo derecho, el hizo lo mismo, hay vamos de nuevo.
-Ohh-
-Ohh-
-Tu…tu vas a pagar por mantener toda esta…vikinges mía reprimida, mira que habrá consecuencias-le dije con lo mejor de mí, como si pudiera amenazarlo o intimidarlo, solo entrecerró los ojos nada convencido y hasta diría yo que aburrido.
-Me voy a arriesgar-dijo completamente aburrido, luego empezó a quitar su pinza para cambiarlo por una maza pero antes me arrojo una espada.
-Afila la espada. Ahora-dijo, fui a eso pero mi mente estaba en otro lado, pensando en todo.
Un día saldré, porque matar dragones lo es todo por aquí.
-En Berk-
Se muestra un grupo de dragones, los primeros son los de aspecto veloz, tienen alas en vez de brazos con patas largas y fuertes, una cabeza grande con la boca semejante a un pico con varios colmillos saliendo de la mandíbula inferior, tienen varios picos en sus cuerpos pero mucho más en la cola larga, como espinas. Fueron donde estaban ocultas las ovejas para tomarlas e irse.
Una cabeza de nadder haría que por lo menos me notaran.
Luego se paso donde los otros dragones mucho más pequeños pero mucho más fornidos y anchos, tienen una gran boca con los colmillos saliendo pero son más pequeños, sus patas son cortas a comparación de su gran cuerpo, su cola también es corta, de hecho es redonda como una bola de piedra o minerales, se estaban llevando los maderos donde estaban los peces.
Un gronckle, bastante duro, derrotarlo me garantizaría una novia.
Ahora se ve una casa, de un lado de la misma sale una larga cabeza, redonda y pequeña pero con un largo cuello con varias espinas o picos a lo largo y unos cuernos hasta la frente, estaba cabeza mira dentro de la casa para después escupir una gran nube de gas verdoso, arriba en el techo hay un agujero, sale de golpe otra cabeza idéntica a la primera, está en vez de gas arroja unas chispas que lo hacen explotar arrojando la casa a la nada con varios vikingos que tuvieron que correr para no morirse en la explosión.
Los cremallerus, exóticos, dos cabezas, el doble de estatus.
Se pasa donde está el Estoico, está en una plataforma de madera con una catapulta que es manejada por otros tres, les señala donde un nadder está tratando de tomar una oveja, ellos disparan para darle justo en el blanco, Estoico escucha como algo se mueve con fuerza por la madera y sube con prisa, ve hacia abajo y mira una gran forma ígnea, es un dragón que está literalmente encendido.
Y luego está la pesadilla monstruosa, tienen la mala costumbre de prenderle fuego a su cuerpo.
-Recarguen, yo me encargare de este- dijo para preparar su maza y darles varios golpes, luego de unos cuatro el dragón se cansa y la toma para arrojarla lejos, Estoico solo prepara sus puños y comienza a golpearlo con fuerza sin importarle nada si se lastima o no hasta que se escucha un largo silbido que corta a través de la noche deteniéndolos a todos ellos.
Pero el máximo trofeo es el dragón que nunca se ha visto, lo llamamos
-FURIA NOCTURNA, AL SUELO-grito uno de los vikingos, inmediatamente todos se arrojaron al suelo buscando refugio del inminente ataque, un borrón negro cruzo el cielo tan rápido que apenas se vio en la oscuridad.
Ellos nunca roban comida, jamás se muestran, nunca fallan.
El borrón negro disparo un tiro morado brillante como energía o plasma que impacto de lleno en las catapultas destruyéndolas en un solo disparo. Tome mi arma y salí corriendo evitando a todos y prometía que vendría en un momento ignorando la orden de Bocón de quedarme en la fragua.
Por eso seré yo el primero en conseguirlo
Termine al borde un precipicio y arme mi balista, mire hacia la noche, nada, busque desesperado y nada hasta que se escucho de nuevo, el aire siendo cortado y una catapulta explotando en pedazos, durante un segundo vi la forma del cuerpo que se perdía en la noche, ahí está. Dispare y el retroceso me arrojo hacia atrás, pero pude escuchar como las boleadoras impactaban de lleno en el arrojando en el bosque cercano, sonreí y me reí con alegría, lo había conseguido, lo que nadie logro, con esto tendré el respeto que tanto quiero pero como los dioses me odian una pesadilla estaba justo delante de mi además de haber destruido mi balista.
-Tú fuiste el único que vio eso-le dije con sarcasmo para salir corriendo por mi vida, otra vez.
Corrí hasta llegar donde la plaza y me oculte detrás de una de las grandes antorchas, la llamarada no se hizo esperar, logro cortar el mástil de la antorcha y arrojar el recipiente hacia abajo haciéndola rodar hasta caer por el barranco. Veo como la pesadilla quiere devorarme pero de golpe Estoico sale de la nada golpeándola llevándoselo lejos de mí, están frente a frente, mi padre se acomoda el casco y comienza la lucha, golpes en la cara, hocico, cuello, pero el definitivo fue en el mentón que lo hace gemir adolorido para luego irse volando.
Nos quedamos todos viendo como los dragones de nuevo toman al ganado para llevárselo Odín sabe dónde, ahora sus miradas caen en mi otra vez, aquí vamos de nuevo..
-Lo siento papa, pero le di a un furia nocturna-no logro convencerlo ya que me arrastro fuera de ahí, pero como soy un "vikingo" sigo siendo terco.
-No es como las otras veces, en verdad le di, ustedes estaban ocupados, le di, tenía un tiro libre, cayó cerca de Punta Cuervo, vamos a buscarlo-trato de explicarme pero el esta exasperado.
-Basta, ya basta, cada vez que sales solo se desata el desastre, el invierno se acerca, tengo todo un pueblo que alimentar-me dijo enojado y cansado de todo eso, trato de calmarlo con una broma pero parece que a la mayoría se molesta en esto ya que dije que necesitaban menos comida.
-Esto n oes un juego, no obedeces ni la más simples de las ordenes-me pregunta molesto y muy cansado.
-No puedo evitarlo, veo un dragón y solo pienso en matarlo, es lo que soy-le dije pero no se vio nada convencido por ello.
-Eres muchas cosas Hipo, pero no un cazador de dragones-me dijo al final como si fuera algo muy obvio, baje la mirada herido y molesto de todo esto.
-Ve que regrese a casa, debo limpiar su desastre-le dijo a Bocón, este se acerco para palmearme en la cabeza, tomamos camino hacia la casa mientras ignoraba las burlas de mis compañeros, en el camino trate de hacerle ver a Bocón que decía la verdad pero tampoco me creyó.
-El no entiende, no me escucha y cuando lo hace solo es para remarcarme mis errores-le dije.
-Eso viene de familia, no importa lo que tienes fuera sino lo que está adentro-lo mire exasperado y molesto.
-Gracias por recordármelo, el siempre tiene una mirada de decepción-le indique, luego tome algo de aire y trate de agravar mi voz.
-Disculpe moza, le pide un niño con los brazos fuertes como robles, valor, bravura y agallas extra, no un pescado parlanchín-termine con una mirada dolorida, Bocón parece apiadarse de mí, eso es algo que no quiero.
-El punto es, deja de esforzarte en ser algo que no eres-trato de convencerme.
-Solo quiero ser uno de ustedes-le dije por lo bajo mientras cerraba la puerta. Pero esto no me detendrá, salí corriendo por la puerta de atrás para ir donde el bosque, debo hallar a ese dragón y demostrar de lo que estoy hecho.
-El Salón, con Estoico-
Estaban todos los adultos discutiendo un nuevo plan en contra de los dragones con Estoico a la cabeza.
-Debemos hallarlo, si hallamos el nido y lo destruimos los dragones no tendrán nada más que hacer sino irse de aquí, una búsqueda más, antes de que lleguen las heladas, ¿Quién está conmigo?-le pregunto a todos los presentes, nadie respondió o dieron excusas muy malas para no ir.
-Bueno quien no venga tendrá que cuidar a Hipo-de inmediato preguntas de cuando salen, que deben llevar y demás vinieron en oleadas, Estoico sonrió satisfecho por esto.
-Mucho mejor-los aldeanos estaban saliendo dejando solo a Estoico con Bocón.
-Empacare mis calcetines-dijo Bocón, su mano faltante estaba unida a un chop de madera con cerveza.
-No, debes quedarte y entrenar nuevos reclutas-le dijo Estoico, Bocón solo respondió que Hipo seria aquel que este calentando el acero, que forje las armas, con sarcasmo le dijo que estaría bien.
-Ahhh ¿Qué voy a hacer con él Bocón?-
Que se una a la formación-
-¿Hablas en serio? Lo mataran antes de que saques el primer dragón-le dijo como si fuera lo más obvio.
-Ohh por favor, no lo sabes-
-el no es como yo Bocón, desde que empezó a gatear ha sido…diferente a todos, no es como los vikingos, tiene la atención de un gorrión y no obedece, lo llevo de pesca y se pone a cazar, a cazar trolls-dijo agotado por todo.
-Los trolls existen, se llevan los calcetines, pero solo los izquierdos, ¿Qué se creen?-replico Bocón.
-Cuando era niño-comenzó Estoico.
-Ahh ahí va-lo ignoro Bocón ya que perdió un diente falso para encontrarlo en su chop y acomodarlo con el mismo dándole golpes en su oca para ponerlo en su lugar.
-Mi padre me dijo que le diera un cabezazo a una roca, y lo hice ¿Sabes que me sucedió?-Le pregunto Estoico.
-¿Te dio un dolor de cabeza?-le pregunto aburrido.
-No, la roca se quebró en miles de pedazos, desde entonces supe de lo que un vikingo es capaz, puede derribar bosques, aplastar montañas, domar mares, supe en lo m convertiría, en lo que sería por el resto de mi vida, Hipo…Hipo no es eso-termino agitado y cansado ya que no sabía qué hacer con respecto a su hijo.
-NO puedes frenarlo Estoico, solo puedes prepararlo, se que no le tienes fe, no podrás protegerlo siempre, el volverá a salir, de hecho estoy seguro que está afuera en este momento-le dijo Bocón a su mejor amigo, Estoico solo estaba con la mirada grave y perdida, estaba pensando en las palabras de Bocón.
-Con Hipo-
(Hipo Pov)
Ahhh porque cuando tengo algo bueno se me escapa así nomas, los dioses en verdad me odian, muchos pierden un cuchillo o navaja en la tierra, pero no, soy yo quien no solo pierde un dragón, un dragón entero, un dragón entero de los más raros que hay, Ahhh, seguí caminado por el bosque buscando alguna pista que me indique donde seguir, tome mi cuaderno de notas y trace un mapa simple del lugar con varias cruces de lugares donde ya fui pero nada.
De molestia le di un golpe a una rama para que me golpeara de nuevo en medio de la cara, levante la vista un poco y veo un árbol completamente quebrado con un sedero de destrucción cerca, como si algo cayó del cielo. Me acerque para bajar por una pendiente y lo vi, ahí estaba derribado, una vez el más temido, ahora inconsciente y a mi merced, las cuerdas atadas por completo a su cuerpo y sujetando sus miembros con sus alas.
Me le acerque completamente radiante y feliz, aquí está mi boleto al respeto y la aceptación de mi tribu, ya no más Hipo el inútil, ahora tendré la aceptación de mi padre, no más miradas de desprecio ni decepción de mis compañeros.
Saque mi daga y me le acerco listo para darle el golpe final, escuche un gemido, veo su rostro alargado como una flecha y bajo, todo su cuerpo es largo y hecho para el vuelo de alta velocidad, las dos grandes alas que cubren al menos tres metros de envergadura desde la punta hasta donde termina en su espalda baja, varias aletas caudales en su larga cola para las maniobras. Dos protuberancias en sus cabezas como si fueran los oídos, dos pequeños cuernos redondeados en su cabeza, unos ojos de un verde viral me miran fijamente sin parpadear, su pupila esta alargada como la de un gato, su mirada lo decía todo, el miedo, la desconfianza, la aceptación de una muerte de la cual no puede burlar, aquí caerá, ya que cerro los ojos y bajo la cabeza esperando, no trato de defenderse, no trato de gruñir o rugir como si estuviera exigiendo libertad o mi muerte, nada, solo deseaba morir en paz, eso me golpeo de lleno, yo hice esto, el no es como me lo hicieron ver, es listo, es sensible también, estuve equivocado todo este tiempo y este dragón me abrió los ojos.
Me senté en el suelo y baje la daga lejos de él, con cuidado puse mis manos en su cabeza, esto lo hizo ponerse duro ya que no se lo esperaba para nada, también estaba muy nervioso, sin pensarlo mucho lo acariciaba con cuidado como si pudiera lastimarlo más de lo que ya hice, le dije que lo liberaría además de pedirle perdón por todo esto, antes de levantarme para liberarle de su prisión baje mi cabeza y deposite un suave beso en su frente o hocico, el se vio muy sorprendido por esto, luego comencé a cortar las cuerdas que lo ataban y le impedían el movimiento, cuando se libero lo suficiente el salto sobre mi aprisionándome en su garra, acepte mi muerte peor al menos hice algo bueno antes de irme.
Espere los dientes o el zarpazo pero nada llego, sus ojos ya no eran ranura dos sino que ahora eran redondos, me miraba con cautela y trataba de algo, como si trata de entenderme, lo que le hice antes y ahora, sin darme cuenta me soltó y salió corriendo para tomar vuelo de nuevo pero se balanceaba de manera torpe y descuidada a comparación de la noche pasada.
No pude hacer nada sino quedarme ahí quieto.
n/a:hola, como están? Espero que bien, y que hayan encontrado de su agrado este prologo de mi nuevo trabajo.
Hace un par de días me vi esta película y ahora baje la siguiente para ver como sigue y cuando vi el final de la primera me llego una idea que quiero plasmar aquí.
Antes de seguir pondré claro un par de cosas así están avisados ya que este fic será algo diferente a los otros.
es un fic harem, no se asusten, Astrid es parte del mismo.
Desdentado es mujer aquí.
Hipo tendrá otro lazo con los dragones, uno mucho más "intenso".
Seguiré el canon hasta la segunda película (si sirve para mi idea).
Sino sigo el canon hasta la segunda cambiare varias cosas así que no me vengan con "esto así no paso o no tiene sentido o nada que ver a l canon".
Pondré otras civilizaciones, por ejemplo, los mongoles, roma, egipcios, etc, pero antes de mostrarlos voy a explicar cómo se meten en todo esto.
Muchos de los dragones conocidos aparecerán y pondré otros que son de un libro titulado El Maravilloso Mundo de los Dragones, por Máximo Morales.
Algunos dragones o Wyverns de la saga Monster Hunter aparecerán.
Esto es de SUMA IMPORTANCIA, los nombres, ya que hay tres traducciones, la latina(mía), la española y la inglesa, yo usare los nombres para el castellano pero ahora pondré una lista de nombres con sus respectivas traducciones pero para no poner todo de una iré poniéndolos al fin de cada cap cuando se vayan agregando más.
Hipo/Hiccup
Estoico el Vasto/ Stoick the rude
Patapez/Fishlegs
Patán/Snotlout
Brutacio Thorston/Tuffnut/Chusco Torton
Brutilda Thorston/Brusca Torton/Ruffnut
Bocón el Rudo/Gobber the Belch.
Eso es todo, cualquier duda no o pregunta, o si tienen un idea o quieren pedir algo no duden en decirlo, espero que les haya gustado, se despide Specterwolf.