Holi… ;-;. Si sé que me tarde otra vez, pero tuve que enfrentarme a muchos exámenes y no tenía mucho tiempo .

El próximo intentare subirlo más rápido lo prometo T-T

Sin más los dejo con el capitulo


Nico bajo su cabeza, escondiéndose, mirando fijamente el suelo, su mente no paraba de crear incontables escenas que reflejaban cada una de las situaciones que podrían llegar a pasar cuando ellas llegaran, estaba desesperada, esos pensamientos estaban comenzando a marearla, tanto que podía sentir como si un martillo diera pequeños golpes en su cabeza, ocasionándole un inmenso dolor. Volteo sus ojos dirigiéndolos a Maki, podía observar como ella mantenía su boca entreabierta, con su mirada perdida en el escritorio de la presidenta

-¿Pasa algo? Esa expresión en su rostro… Parece que vieron un fantasma – Hablo la rubia, llevaba un tono preocupado en su voz, podía notarlo, aunque la sonrisa pícara que portaba la confundía

La pelirroja levanto con lentitud su cabeza, mirando con total irritación el rostro de Eli, nunca la había visto así, su mirada reflejaba un odio total, pero… sin esperarlo, Eli simplemente sonrió al mismo tiempo que elevaba una ceja. Luego desvió su mirada

Esa acción tan presumida de su parte, hacía sentir a la pelirroja como si su sangre hirviera. Se preguntaba ¿A que quería llegar haciendo todo esto? Parecía que lo hacía a su propósito, solo para divertirse un poco

Respecto a su pregunta, Nico solo respondió negando con su cabeza, aun sin apartar la mirada de aquel punto fijo

Los minutos pasaban y ellas permanecían en completo silencio, esperando que las demás chicas se presentaran en aquella sala, Maki podía escuchar el irritante sonido de las manecillas de un reloj, combinado con una tenue melodía que Nozomi tarareaba para romper un poco el hielo, aunque estaba completamente segura de que en aquel lugar no había nada de eso, estaba volviéndose loca. Pero… Había algo más preocupante, la pelinegra ni siquiera se percató del sonido de aquella armonía, solo podía escuchar los latidos de su corazón resonar con fuerza en su cabeza

De pronto varios pasos se aproximaron, acompañados de algunos murmuros y risas, Maki giro su rostro con rapidez mirando hacia la puerta, esperando. Nico dio un pequeño salto pero aun así no se movió de su lugar, solo apretó con fuerza sus puños, mientras aun experimentaba esos molestos cosquilleos en su estomago

Dos golpes se hicieron escuchar en la hueca madera de la puerta

-Pasen. – Hablo Eli con una voz firme

Y como lo esperaban, la puerta se abrió lentamente, dejando ver a 3 chicas, la primera con una expresión confundida, que miraba a su alrededor con cierta sorpresa y admiración, mientras que las dos restantes se mantenían serias. Las miradas de Maki y Hitomi chocaron de repente, aunque ellas dos se estaban buscando hace varios segundos, pero para la sorpresa de la pelirroja, noto como ella sonrió de lado, para volver a desviar su rostro con rapidez, Maki apretó su mandíbula con fuerza, tanto que le dolía, aunque no le importo en lo más mínimo, sabía que algo malo pasaría… Luego de la expresión que Hitomi le entrego no podía pasar nada bueno

-Ayase-san, Tojo-san – Hitomi hiso una pequeña reverencia en forma de saludo, la cual fue acompañada por sus dos compañeras - ¿Qué necesitan? – Hablo con esa irritante voz, aquel tono que la hacía sonar de alguna manera más dulce

-Queríamos hablarle de cierto tema – Eli busco los ojos de Nico, pero los desvió al notar que ella no levantaba su cabeza – Sobre lo que les platique hace unos minutos

Hitomi elevo sus dos manos a la altura de su pecho, golpeando las palmas entre sí.

-¡Claro! ¿Qué problema hay con eso? – Maki mordió su labio inferior con fuerza, mientras miraba expectante esa decepcionante escena, odiaba a las personas tan… Falsas… Estaba consciente de que en algún momento de su vida también lo fue pero… Verla mostrando esa actitud tan inocente cuando en realidad era todo lo contrario… La asqueaba

La pelinegra solo se mantenía al margen de la situación, lo prefería así, no tenía ni una pizca de valentía para si quiera levantar un poco su rostro, ya le bastaba con las miradas que Anju y Erena le lanzaban, la hacían sentir incomoda, como si ellas mismas estuvieran gritando que no hablara, estaba acorralada…

-Se podría decir que… - La rubia se detuvo un momento, pensando con exactitud su respuesta, Hitomi asintió permitiéndole volver a hablar

-¿Qué ocurrió? – Pregunto Anju confundida, parecía que de verdad no sabía lo que estaba ocurriendo

-Nishikino-san ha negado esos comportamientos hacia Yazawa-san, diciendo que ustedes son las culpables de aquello – Dijo de una vez, sin rodeos, mirando seriamente a Hitomi, Maki miro a Eli con su misma expresión seria, con la intención de enfrentar todo lo que se aproximara

-¿Eso es cierto? Pero Nishikino-san esta… mintiendo… - Nishikino… ¿Mintiendo? Mintiendo… Mintiendo… Esa palabra resonó en la mente de la pelirroja, obligando a dirigir una mirada estupefacta hacia Hitomi, quien solo se mantuvo mirando a Eli, como si ni siquiera le importara la presencia de Maki allí

-¡¿Qué?! – Grito Maki, logrando que por fin las demás chicas la miraran con cierta sorpresa - ¡Es obvio que está mintiendo! ¡Yo no hice nada! – Comenzó a dar pequeños pasos hacia el frente, acercándose lentamente al escritorio de Eli

-Nishikino-san cálmate – Dijo ella con la seriedad que la caracterizaba, aunque notaba algo diferente… Ahora daba algo de miedo… Ella no podía luchar contra eso, así que obediente se detuvo, maldiciendo por lo bajo. Eli suspiro cerrando sus ojos, llevo una de sus manos a su frente, palpándola lentamente, el dolor de su cabeza la estaba atormentando desde que aquellas chicas se hicieron presentes allí, y parecía que se intensificaba – Y… ¿A quién debemos creerle?

Permanecieron en completo silencio por unos segundos, las chicas se miraban entre sí como si estuvieran pensando que decir y a quien echarle la culpa, hasta que nuevamente Hitomi lo rompió

-Ella está mintiendo Ayase-san, ninguna de nosotras le hiso daño alguna vez a Yazawa-san – Hablo con voz tenue, suave y tranquila. Maki la miro con su boca abierta cerrando sus puños con fuerza, estaba desesperándose cada vez más… Debía mantener la mayor fuerza de voluntad que su cuerpo y mente le permitieran, no sería bueno acercarse y romperle la cara en ese preciso momento…

Nico se mantuvo con su cabeza agachada, petrificada, como si ni siquiera estuviera presente en aquella sala… Ella lo sabía…Sabia que mentiría… Esa maldita chica…

-¿Ninguna de ustedes?... Nunca pensé que fueran tan mentirosas – Dijo Maki mirando fijamente el suelo, casi en un susurro. No debía… Tenía que controlarse, de por si su voz sonó más dura de lo normal… Si hacia algún movimiento inoportuno estaría perdida, más de lo que estaba…

-¿Qué quieres decir? Solo nos hechas la culpa a nosotras para librarte – Esta vez hablo Erena con seriedad

-¡Eso es! Nosotras no tenemos nada que ver en todo esto, Nishikino-san ¡Mentirosa!– Dijo Anju mirándola con su ceño fruncido haciendo un pequeño puchero

-Así que… Nishikino-san… ¿Mentiste? – Maki levanto su rostro con rapidez, si ella misma viera la expresión desesperada que estaba poniendo en ese instante… Seguramente se avergonzaría

-¡Cla-claro que no! – Grito

-Ella no tiene prueba de nada, es 1 contra 3, es obvio que miente – Volvió a hablar Hitomi cruzando sus brazos y moviendo su cabeza de un lado a otro, negando con decepción. Evidentemente estaba en desventaja…Algo… Algo se le debía ocurrir para salir bien parada de aquella situación

-¿Y porque no le preguntan a Yazawa? Ella es la única que puede decir quién es la verdadera culpable – El corazón de Nico dio un brinco repentino al escuchar su nombre en aquella conversación, tanto que su pecho comenzó a darle pequeñas puntadas, levanto su rostro con rapidez, encontrándose con muchos pares de ojos mirándola fijamente, esperando a que dijera algo que definiría todo…

-Es cierto… ¿Yazawa-san, quien es la culpable de todo? – Dijo Eli, Nico la miro nerviosa, delineando con sus ojos la mirada seria de aquella chica, movió sus ojos hacia Nozomi, notando como ella también la mirada expectante… Sabía que estaba perdida…

Diciéndolo con simpleza, no podía decir nada, las palabras no querían salir de su boca… Aunque a decir verdad ni siquiera sabía que decir… Lo más correcto sería gritar con todas sus fuerzas que aquellas malditas chicas estaban mintiendo y que Maki no tenía la culpa de nada pero decir eso sería… Peor…

Estaba un poco agradecida de que apareciera un nudo en su garganta el cual era uno de los factores que no le permitía hablar… Tenía miedo… ¿Qué pasaría si le llevaba la contraía a aquellas chicas? La respuesta era bastante obvia…

-¿Yazawa-san? ¿Pasa algo? – Hablo por primera vez Nozomi, al fin luego de tanto tiempo pudo escuchar una voz preocupada por la desesperada expresión que tenía ella en ese momento

La pelinegra trago con fuerza y negó lentamente con su cabeza, sentía su cuerpo sumamente caliente, al mismo tiempo que las inmensas ganas de llorar estaban comenzando a inundarla, eso era…Aun más patético. Miro de reojo a Hitomi, sorprendiéndose al ver la extensa sonrisa que tenía en su rostro, mientras, al percatarse de que la miraba, comenzó a negar con su cabeza, produciendo un revoltijo en el estómago de Nico

Los minutos pasaban y ellas seguían en silencio, Eli ya estaba impaciente al notar que la pelinegra no daba ningún indicio de vida. Hasta que Hitomi se atrevió a hablar nuevamente

-¿Lo ve? Ella no dice nada porque sabe que tenemos la razón, ella está mintiendo – Nico volvió a abrir sus ojos con sorpresa

Esta vez su principal objetivo fue Maki, quien desganada y con ojos apenados la miro fijamente, cerro sus ojos y negó con su cabeza, como si dijera "si no puedes hacerlo, no lo hagas" Eso no lograba tranquilizarla para nada… Lo había arruinado… Como siempre

-Entonces… Por el hecho de que Nishikino-san no tiene suficientes pruebas para ser la inocente, y por otro lado ustedes tres dijeron que no lo han hecho… Tienen razón… - Hitomi sonrió triunfante al escuchar la respuesta de la rubia. Maki bajo su rostro mordiendo su labio inferior – Pero…

-¿Pero? – Pregunto Hitomi

-Como nosotras tampoco tenemos pruebas visuales de que Nishikino-san la haya agredido, no le daremos un castigo ni nada por el estilo – Eli miro a Maki, quien le devolvió la mirada – Pero te tendremos vigilada Nishikino-san – Luego de unos segundos intentando analizar lo que había dicho asintió lentamente sin decir ni una palabra

-Supongo que es lo más justo… - Dijo seriamente Erena, Anju y Hitomi asintieron dándole la razón

-Sera mejor que se retiren y vuelvan a sus clases, el receso terminara pronto –Finalizo Eli

El trio de chicas fue el primero en asentir, luego de despedirse apropiadamente de ambas presidentas se retiraron de la sala, sin darle importancia a las otras dos chicas presentes allí, quienes esperaron varios segundos inmóviles, como si intentaran notar que de verdad las otras chicas se habían retirado completamente. Maki sin esperar más se acercó rápidamente a Nico, sosteniéndola de su brazo a la vez que acercaba su rostro a su oído

-Vámonos – Le dijo en un susurro, obviamente no recibió respuesta, por lo que no tardo en arrastrarla hacia la puerta, y luego de un seco "adiós" salió del lugar

Por fin al escuchar el sonido de la puerta cerrarse, la rubia suspiro y movió la pequeña silla giratoria en donde estaba sentada, logrando estar frente a frente a Nozomi. Apoyo su cabeza en el respaldo de la silla y cerrando sus ojos volvió a suspirar cansada

-Estuviste bien Elicchi – Pronuncio alegre Nozomi, golpeando suavemente la frente de la rubia con su dedo índice, ella abrió sus ojos, reincorporándose nuevamente en su silla

-Tu sabes que no… - Dijo esbozando una sonrisa, la peli morada rio por lo bajo – Esto será complicado…

-Lo se… - De repente se puso seria, como si estuviera pensando, eso no era algo tan raro para los ojos de Eli, quien estaba acostumbrada a esos repentinos cambios de humor

-¿Otra vez te perdiste? – Nozomi la miro confundida, para luego sonreírle al ver el pequeño puchero en el rostro de la rubia

-Claro que no… Solo… - Dirigió su mirada hacia la puerta – Estaba pensando…

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-M-maki-chan… - Pronuncio la pelinegra, sin embargo ella misma sabía que no iba a ser escuchada por la chica que sostenía con fuerza su mano, desde hace unos cuantos minutos atrás intentaba soltarse, al principio proporcionando un poco de fuerza acompañada de algunos golpes, los cuales obviamente no eran competencia para la pelirroja, y ahora… Cualquiera pensaría que estaba rogando que la suelte

Ya comenzaba a darse por vencida, pensó que lo mejor sería dejarse arrastrar por ella, después de todo no tenía otra opción. Maki… Parecía enojada… No, estaba enojada… Todo era su culpa, si simplemente su cabeza no se hubiera puesto completamente en blanco, esto no pasaría.

-Maki-chan… - Dijo con una voz tímida nuevamente, pero no obtuvo respuesta

Infinidades de cosas recorrían la mente de la menor, su sangre hervía, su corazón latía con una fuerza inexplicable y su cuerpo se sentía sumamente caliente… Odiaba sentirse así… Odiaba sentirse tan inferior, odiaba que una persona tan miserable pudiera sobrepasarla… Su orgullo no lo permitiría

De pronto, y para sorpresa de la pelinegra, se detuvo, Nico miro el frente y como suponía estaban en las escaleras que llevaban a la azotea, aquel lugar que probablemente visitaría con más frecuencia, extrañamente estaba tranquila, era una tranquilidad un tanto rara, ya que sabía que esa agradable sensación terminaría pronto

-¿Maki-chan? – Pregunto por milésima vez, asomando su cabeza un poco intentando mirar el rostro de la menor, ella se había detenido repentinamente, y desde que llegaron no decía ninguna palabra, no hacia ningún movimiento, ni siquiera soltaba su mano, algo que realmente la preocupaba, ya que estaba comenzando a apretarla aún más – Me…Estas lastimando… - Dijo con una voz algo quebrada, que para su suerte hiso reaccionar a Maki, haciendo que volteara su rostro con rapidez

-Lo siento… - Susurro cabizbaja, no parecía que fuera su voz la que salía en ese momento… Era demasiado…Dura… Eso comenzaba a asustarla aún más. Maki la soltó, aunque ella no se movió de su lado, solo intentaba descifrar mediante la expresión de su rostro lo que estaba ocurriendo en ella, pero sus ojos estaban tapados por su flequillo, lo que la dificultaba un poco. Aunque, lo que la pelinegra no sabía era que, la mirada tierna y a la vez curiosa que ella le lanzaba estaba comenzando a incomodar a la menor – ¿Q-Que haces? – Pregunto en un susurro, sorprendiendo a Nico, quien se sonrojo con fuerza, apartando rápidamente su mirada

-N-nada… - Pronuncio titubeante, luego de unos segundos en completo silencio, volvió a mirar de reojo a la pelirroja, apartando su mirada nuevamente - ¿Estas bien? – Maki presiono sus dientes con fuerza

-Estoy bien ¿No me ves? No me pasa nada – Dijo con un tono sarcástico, mirándola con su ceño fruncido, ella luego de mirarla con una expresión entre confusa y sorprendida por la repentina actitud de la pelirroja, desvió su mirada apenada – Lo siento, de verdad estoy bien… - Nico asintió, dando por empezado otro silencio incomodo entre ellas

-¿Estas enojada? – Pregunto nuevamente

-¿Por qué debería estarlo? – Cruzo sus brazos apoyándose en una pared, mostrándose indiferente a la situación, era obvio que estaba enojada, tanto que tenía ganas de matar a golpes a alguien pero… Tranquila… Debía estar tranquila, si no asustaría a Nico y eso… No sería muy bueno

-Ya sabes lo que… - Alargo la última vocal y se detuvo antes de terminar, quedándose en completo silencio por varios segundos, como si esperara que Maki entendiera por si misma aquello

-Lo que paso allí – Respondió ella terminando su oración, noto como Nico asintió lentamente – Ya pasó… - No pasó… Aquella furia seguía recorriendo su cuerpo, pero si se mostraba con completa indiferencia, la pelinegra quizás finalmente lo olvidara

-Lo siento… - Susurro, Maki levanto una ceja

-¿Por qué te disculpas?

-Es mi culpa… - La pelirroja no dijo nada, invitándola con su cabeza a proseguir – Si yo no me hubiera callado… si hubiera dicho lo que pasaba seguramente tu…

-Idiota – Nico dirigió rápidamente sus ojos hacia el rostro de Maki, quien la miraba con su ceño fruncido… De verdad esta chica da miedo cuando se pone seria… - No tienes la culpa de nada

-¡Claro que sí! Solo… Soy una cobarde que ni siquiera tiene la valentía para hablar en momentos importantes – Nuevamente bajo su rostro

-No pudiste hablar, en realidad sabía que no lo podrías hacer, así que no me sorprendió mucho – Rasco ligeramente su nuca, noto como la pelinegra bajo aún más su cabeza apenada.

-Lo siento…

-L-lo que quiero decir es que… - Nico levanto su rostro poco a poco, haciendo que sus ojos hagan conexión con los orbes violetas de la pelirroja, ella pudo notar como el par de ojos ajenos se encontraban húmedos, como si fuera a llorar en cualquier momento – No tienes la culpa de nada Nico-chan

-Pero… Debes aceptar que si hubiera hablado esto sería diferente – Volvió a insistir, Maki lanzo un suspiro cansada

-Quizás si, o puede que sigamos en la misma posición – Dijo en un tono despreocupado mientras enredaba su dedo índice en su cabello – Ahora solo debemos… Pensar en algo…

-¿Qué quieres decir?

-Si me ven mucho tiempo contigo, pensaran que estoy haciendo algo sospechoso, quizás me expulsen y… te dejaran sola con ellas… - Nico mordió su labio, pasando lentamente sus ojos por su alrededor

-Aun no puedo creer que mintieron… - Susurro, en realidad si lo creía, sabía que ellas eran un asco como personas, solo querían librarse de todo esto, era muy fácil para ellas

-Yo si – Pronuncio secamente Maki – Las conozco, desde el momento en que la idiota la llamo sabía que estábamos perdidas – Se quedaron en silencio por unos segundos, pensando profundamente en las palabras de Maki

-Y… ¿Qué haremos? – Hablo tímida Nico

- Puede que… Debamos alejarnos un poco… - Noto como la pelinegra giro su rostro mirándola sorprendida por varios segundos, hasta que la aparto nuevamente, apoyando su espalda en la pared

-¿Así que ya me dejaras? – Dijo en broma, aunque no pudo evitar que su voz suena algo dura y apenada, Maki la miro, podía ver un gran puchero formado en sus labios

-Idiota, lo hago por tu bien – Espero unos segundos y volvió a suspirar al no recibir ninguna respuesta

-Mi bien no será que te alejes de mí… - Dijo en un susurro apenas audible, aunque como las dos chicas estaban demasiado cerca, Maki llego a escucharlo perfectamente, sintiendo como con rapidez los colores se subieron a sus mejillas

-To-tonta… ¿Que estás diciendo? – Nico noto como sus mejillas estaban un poco teñidas de rojo, pero solo levanto sus hombros sin importarle – No me alejare completamente de ti…

-¿Solo un poco? – Levanto su rostro repentinamente, quedando solo a unos pocos centímetros de la cara de la pelirroja

-¿Por qué… es tan malditamente linda? Quisiera abrazarla…Espera… ¡¿Qué estoy diciendo?! – Pensó Maki para luego darse un golpe mental, no podía permitirse tener estos pensamientos tan… Raros… Teniendo a Nico como protagonista – So…Solo un poco… Almenos para que Ayase-san y Tojo-san no se percaten de esto

-¿De verdad? – Dijo con una voz suave

-Dije que sí, ya basta de inseguridades – Nico rio por lo bajo al notar lo exaltada que estaba la pelirroja, le parecía interesante… Las expresiones de esa chica eran algo divertidas

-Espero que todo salga bien… Que no te pase nada… - Susurro nuevamente ¿Desde cuándo estaba tan preocupada por la pelirroja? Estaba comportándose extraño… Ella no era así. Maki noto aquello, se le hacía extraño ver a la pelinegra tan… sincera…

-No pasara nada, confía en mí. – Solo por impulso levanto su mano, posándola en la cabeza de Nico pasando sus dedos por sus cabellos, enredándolos para luego volver a ponerlos en su lugar – Es tan suave… - El contacto se hacía agradable para las dos chicas, aunque no tardaron en verlo como algo sumamente raro

-¿Qu-que haces? – Pregunto tímida la pelinegra, su rostro estaba caliente, así que supuso que debería estar toda roja, que Maki la viera así… seria súper vergonzoso

-Solo pensaba que necesitas un poco de cariño – Respondió despreocupada la pelirroja, logrando sonrojar mucho más a la mayor

-Idiota, sueltamente – Dijo con su ceño fruncido, mientras se removía en su lugar para que Maki sacara sus manos de ella, aquello hiso soltar una fuerte carcajada a la menor

-Creí que la malhumorada aquí era yo – Respondió bajando su mano y poniéndolas delante de su cuerpo haciéndose la inocente, mirando con una sonrisa a Nico, quien hiso un puchero apartando su mirada mientras cruzaba sus brazos

-Lo sigues siendo, no te emociones.

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Pronto llego la mañana en aquel vecindario, cierta chica pensaría que será una mañana en lo posible "tranquila" como las que usualmente tenia pero… en cambio, se encontraba agitada corriendo por las calles repletas de alumnas que se dirigían hacia la misma institución, continuo evitándolas y esquivándolas como podía para no chocarse con alguna de ellas y armas un escándalo. Estaba completamente consiente de que se estaba ganando miles de miradas curiosas por parte de aquellas chicas, que ni siquiera conocían a la persona que corría, pero aun así les parecía interesante su repentina alegría

Mientras intentaba mostrare indiferente a cualquier escena que se podría armar, noto de reojo como, al pasar al lado de una de las chicas, una cabellera anaranjada cruzo por su vista, pero no le dio suma importancia, aunque creía saber perfectamente de quien pertenecía aquel color

Rin miro hacia al frente sorprendida al notar un extraño viento recorrer repentinamente su cuerpo, observo como su senpai de coletas se alejaba de una extrema manera, almenos para ser tan temprano, ya que en este horario muchas de las demás estudiantes parecían muertos vivientes

-¿Yazawa-senpai nya? – Pregunto extrañada en voz baja

-¿Qué le pasara? ¿Sabes algo Rin-chan? – Apareció su amiga detrás de ella, mirando hacia la misma dirección, la mencionada negó con su cabeza

-Es algo extraña nya… - Susurro despacio, mientras al mirar nuevamente a aquella chica que se alejaba, soltó una pequeña risa

-N-no digas eso Rin-chan, ella solo… - Miro hacia su frente, notando como su senpai hacia extrañas poses intentando esquivar por completo a las estudiantes, quienes soltaban pequeños chillidos de sorpresa – Si es rara…

Nico se detuvo por completo al llegar al patio de su escuela, dejo caer su cuerpo sosteniendo sus rodillas mientras respiraba con dificultad, ahora era el momento en donde se arrepentía por nunca asistir a las clases de educación física. Al recuperarse un poco miro hacia la entrada, dio una gran bocanada de aire y luego exhalo

-¡Bien! – Grito levantando su puño, cosa que hiso que las demás estudiantes la miraran nuevamente – ahora solo debo encontrarla… - susurro

En este día se había decidido a hablar con Kotori, no podía permitir que las cosas terminaran así, menos cuando ella misma sabía que pasaría mucho tiempo con Maki a partir de ahora… Aunque… Prefería estar separada de Maki y soportar todo por sí misma, a que Kotori la odie para siempre…

Caminó dando pasos fuertes hacia la entrada, bajo su cabeza nerviosa al notar las miradas curiosas de sus compañeras, eso la hacía avergonzar cada vez más… A quien quería, ella misma sabía que se estaba muriendo por dentro

Miro hacia los lados, intentando encontrar con la mirada a su amiga de cabellera gris, mientras, al mismo tiempo, vigilaba que Hitomi no se encontrar por allí

Tenía pensado buscar a Maki principalmente, pero probablemente no se encuentre aquí hoy, al menos ella no la vería, siempre se escondía en dios sabe dónde, aunque ella misma lo hacía a veces pero… Ese no es el caso

Al notar el pasillo un poco más despejado, pudo observar a una peligris que se alejaba, supuso que ella seria Kotori, ya que su característico moño la delataba, podía reconocerla a kilómetros de distancia. Camino con rapidez hacia ella, tanto que parecía que estaba corriendo

-¡Ko-Kotori-chan! – Grito en voz baja, aun así noto como su amiga se giró lentamente, dirigiendo sus ojos ámbar sobre los rubís ajenos

Ahora era el momento en donde no había que decir o hacer, pedirle perdón… Obviamente para eso había venido pero… ¿Por qué debía pedirle perdón? Después de todo ella no hizo nada… Pe-pero quería reconciliarse con ella ¿No? Debería dejar su orgullo de lado solo por esta vez

-Nico-chan… ¿Qué haces aquí? – Pronuncio su nombre con cierto aire… Seco… Con aquel todo de voz que utilizo aquella vez, solo que ahora tenía una pequeña sonrisa en su rostro, la cual parecía transmitir que todo estaba bien, pero… Las dos sabían que era tan falsa…

-Yo solo… Quiero hablar sobre… Ya sabes… - Dijo titubeante jugando con sus dedos, aun no sabía que palabras usar con exactitud, noto como Kotori bajo su mirada frunciendo sus labios

-Yo…No puedo hablar ahora… Debo ir a mi clase… - Nico abrió sus ojos de repente mientras mordía su labio inferior desesperada

-Pero… - Saco su celular mirando la hora en él – Las clases comienzan en dentro de 10 minutos… Solo necesito uno para aclarar todo… - Kotori desvió su mirada mordiendo su labio

-De igual manera debo hacer cosas… Adiós… - Se despidió con un susurro y hiso una pequeña reverencia, giro su cuerpo y camino con rapidez hacia la dirección contraria

Nico miro el suelo mientras suspiraba, ahora que haría… Esa era su quizás única oportunidad y la dejo ir…

-Tks… - Chasqueo su lengua girándose – Debo encontrar otro momento… Más intimo

Por otro lado Kotori continuaba alejándose rápidamente, con su cabeza agachada y sus puños cerrados con fuerza ¿Por qué se comportó así?

-¿Por qué soy así?... – Pensó cerrando sus ojos – Ella solo quiere arreglar todo y yo… simplemente me alejo como una idiota… - Suspiro caminando un poco más tranquila – La próxima vez debo ser yo la que intente hablarle… - Pero sus pensamientos se detuvieron completamente al sentir un fuerte jalón en su brazo

-¿Qu-? – Su voz se entrecorto cuando otro brazo posándose en su hombro la impactaron contra unos casilleros, proporcionándole un poco de dolor en su espalda. Abrió sus ojos lentamente para intentar comprobar quien le había hecho eso, estaba asustada ¿Por qué alguien la trataría de tal manera de la nada?

-Idiota. – Escucho una voz dura del otro lado, aunque la mirara aun no podía diferencia completamente su rostro por la oscuridad del lugar, pero esa voz… Ya la había escuchado antes. Sintió la respiración de aquella persona chocando en su rostro, de la misma forma que una encantadora fragancia invadió sus sentidos

-¿Umi-chan? –Pregunto en un susurro, la contraria no respondió, solo ejerció un poco más de fuerza en su hombro, pero no tanto como para lastimarla gravemente - ¿Qué haces…? – Siguió sin responder, al aclarar un poco más la visión, pudo notar como ella mantenía su ceño fruncido, como si estuviera sumamente molesta

-¿Tu qué haces? – Kotori la miro extrañada

-Pues… - Paso sus ojos por el cuerpo de la peli azul, dándole a entender a lo que se refería

-No eso, ¿Por qué te comportaste así? – Pregunto por fin, Kotori desvió su mirada

-No sé a lo que te refieres… - Respondió en un susurro, Umi levanto su ceja irónica

-¿No? – Sostuvo en sus manos el mentón de la peligris con cierta brusquedad, pero aun asi ella no se quejó, obligándola a voltear para ver a la pelinegra caminando con cierta aura deprimida en la dirección contraria – De eso hablo.

Volvieron a su antigua posición, los segundos continuaban pasando y la peligris seguía sin responder a esa pregunta, si decía lo que en realidad había ocurrido Umi seguramente la regañaría y… Daba un poco de miedo en ese estado

-¿Y bien? – Pregunto algo cansada su amiga, ella dio un salto repentino al escuchar nuevamente su dura voz

-Yo… No se… - Respondió despacio. Umi suspiro

-No te hagas la desentendida, sabes muy bien que paso ¿Por qué te estas comportando así? – Ella bajo aún más su cabeza, deseando que la tierra la tragara en ese momento

-Tengo… miedo… - Umi la miro confusa, ¿Miedo? ¿Qué quería decir con eso? La situación no es tan grave como para que sienta aquello

-¿Por qué? Ella se quiere disculpar, eso es obvio, Entonces ¿Por qué tendrías miedo?

-Tú no sabes lo que me dirá… - Dijo mirándola fijamente, con una voz dura, Umi levanto una ceja, sabía que aunque quisiera dar miedo sonaba algo desanimada

-No alcance a escuchar lo que te dijo antes ¿Qué era? – Pregunto intentando poner un tono más suave que el anterior

-Que quería aclarar las cosas… ¿Eso quiere decir que se disculpara? – Umi poso su brazo en los casilleros acorralándola, Kotori la miro algo extrañada, percatándose de la expresión pensativa que tenía su acompañante

-Pensándolo bien… ¿Por qué tendría que disculparse? – Kotori la miro esperando que se explicara – Ella no hiso nada malo, tú fuiste la que se alteró y dijo incoherencia que la hicieron sentir mal, así que tu discúlpate – Dijo recalcando el "Tu"

-Lo se… Pero… No puedo… - Nuevamente Umi la miro con ironía mientras suspiraba cansada cerrando sus ojos

-¿Por qué no?

-Es… Vergonzoso… - Susurro despacio bajando su cabeza, sin embargo Umi llego a entender lo que quiso decir, haciendo que apreté su mandíbula con fuerza. Poso su mano sobre el hombro de la contraria empujándola cada vez mas

-¡¿Eres idiota?! ¿Vergüenza? Eso te tuvo que dar cuando le reclamaste por idioteces – Dijo bruscamente la peli azul, asustando un poco a Kotori, pero aun así ella no se arrepentía de sus palabras, ya que la expresión en su rostro no cambio ni por un segundo, eso le dio a entender a Kotori que Umi había cambiado

-Lo se… Aun así es difícil… Pero no digo que no me disculpare ¿Ya te lo dije no? Lo hare, no te preocupes – Dio la mejor sonrisa que pudo, Umi suspiro apartando su mano de ella y dio un paso hacia atrás rascando su cabeza

-Lo sé, confió en ti, solo no lo arruines como siempre – Dijo volteado su cuerpo

-No lo hare – Escucho la suave voz de la peligris, a veces le costaba saber cómo hacia esa chica para pasar de estar apenada a automáticamente ser radiante y tierna…

De pronto Umi se detuvo, Kotori observo como ella giraba lentamente su cuerpo, mientras parecía que temblaba por los nervios, al girarse completamente pudo notar la expresión aterrorizada que la peli azul tenía en su rostro con sus ojos algo llorosos

-¿¡Umi-chan!? - Ella se acercaba mientras agachaba su cabeza, Kotori estaba comenzando a asustarse hasta que recordó las extrañas actitudes que tenía la peli azul

-Ko… Kotori-chan… - Dejo ver un gran puchero mientras las lágrimas comenzaban a caer poco a poco por sus mejillas - ¿Te trate mal verdad? ¿Te dolió verdad? ¿Soy un mostro verdad? ¡Lo siento no me odies!

-¿Eh…? No Umi-chan te estas equivocando… - Intentaba explicar la peligris, pero obviamente no era escuchada

-¡Lo siento juro no volver a hacerlo! – Y sin más, giro su cuerpo comenzando a correr con rapidez, dejando a Kotori helada mientras miraba su figura alejándose. Dejo escapar un suspiro cansado para luego levantar su rostro con una sonrisa

-De verdad… Es interesante…

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Camino despacio hacia su salón, miraba el movimiento de sus pies con tranquilidad, a simple vista se la veía así, calmada, pero en realidad estaba en medio de una gran pelea con su mente, ¿Qué le pasaba? Aunque Nico tuvo que dejar de lado por completo su orgullo y disculparse sin ningún motivo, ella simplemente la ignoro. Suspiro, guardo sus manos en los bolsillos de su chaqueta, quizás deba entenderla… Aun parecía estar enojada, era normal que ni siquiera intercambiara una palabra

Nuevamente la silueta de Maki cruzo por su mente, probablemente no la vería hoy, estaba segura de eso, aunque aún tenía la pequeña esperanza de encontrarla. Ninguna estudiante pasaba por los pasillos en eso momento, eso le agradaba en cierta forma, pero no podía evitar sentirse algo insegura

Pero…Pensándolo bien… Hitomi también tendrá que ser discreta a partir de ahora ¿Verdad? Sabe que Ayase está en la mira, no podría atacarla justo enfrente de todas las estudiantes… Almenos ahora tenía a algunas chicas de su lado… Aquellas que advirtieron lo que estaba pasando ¿Quiénes serán?

Movió su cabeza de lado a lado rápidamente, miro hacia el frente notando la puerta de su salón entreabierta. Trago saliva, Hitomi no podría estar allí… Era demasiado temprano… Entonces ¿Por qué se sentía tan nerviosa?

Abrió la puerta lentamente, ocultándose detrás de ella, escuchando el molesto rechinido. No había nadie… Claro ni siquiera había tocado el timbre aun, pero ya que estaba allí, no volvería. Suspiro y camino lentamente hacia su escritorio, acomodo sus cosas y se sentó tranquila mientras miraba por la ventana para apaciguar el aburrimiento

-Creo que me adelante demasiado – Poso su cabeza sobre su mano, su vista se dirigió principalmente hacia el patio de su escuela, algunas estudiantes aun pasaban por allí, seguramente llegarían tarde a sus clases, hasta que algo le llamo la atención, una chica de cabellera roja caminaba con rapidez hacia la entrada, mientras agachaba su cabeza como si se ocultara, rio un poco ante esa escena – Idiota

Al pasar el tiempo varias alumnas comenzaban a introducirse al aula, ella no les presto demasiada atención, simplemente se mostró indiferente como siempre lo hacía, hasta que la case se completó. Ahora tocaba literatura, no era una clase que le encantaba pero se sorprendía ya que incluso las estudiantes que siempre parloteaban ahora prestaban atención

No estaba nada interesada en la lección, pero ahora el profesor estaba decidiendo quien leería el siguiente trozo, agacho su cabeza como siempre, para intentar pasar desapercibida de la situación

-Veamos en la fila de la ventana… - Nico sintió como su cuerpo se tensaba. Rápidamente confirmo que estaba en la página que corresponde

-Bueno Yazawa, ¿Por qué no empiezas tú? – Maldijo por lo bajo, sintió como un escalofrío recorría su espalda, también una pequeña molestia en su estómago. A veces la indiferencia de los profesores era irritante, dudo que sepa como la trataban las demás, está claro que no discrimina a los estudiantes pero, por su culpa, Nico nuevamente era el centro de atención

-S-si… - Dijo nerviosa poniéndose de pie, noto como Hitomi, quien estaba sentada delante de ella, se giró mirándola fijamente con una sonrisa, Nico por impulso levanto aún más su libro intentando tapar su rostro. Rápidamente sintió como los ojos de las demás alumnas la contemplaban en busca del más mínimo fallo

-Continúa por la siguiente página

-Mm… - Dio una gran bocanada de aire y abrió su boca para comenzar a hablar, por ahora lo estaba leyendo con fluidez, a decir verdad ella nunca pensó que la literatura fuera uno de sus puntos fuertes pero, se le facilitaba bastante. Aun así ella estaba consiente que todas estaban esperando que leyera mal una palabra, pero al parecer lo estaban haciendo en vano

De repente su mente se puso en blanco, ya no seguía el texto, si uno que parecía haber cambiado completamente, las palabras no encajaban y hacia que tenga muy poco sentido

-Esto… ¿Eh? – Abrió sus ojos con sorpresa al darse cuenta que algo no cuadraba en la historia

- Yasawa ¿Por qué te has saltado una página? – Se escuchó la grave voz de su profesor

-¿Eh? ¿Por qué? – Pronuncio susurrando - ¿Por qué la página de en medio?... – Miro al profesor con perplejidad

De repente se escucharon risas por todo el salón, varias chicas empezaron a reírse entre diente de ella, pero no son risas delicadas que tan frecuente mente se escuchaban, sino que se oían tan sarcásticas que le hacían hervir la sangre

-Ah… - Ella abrió su boca intentando hablar, pero parece que las palabras simplemente no salían de su boca

- Vamos, Yasawa, lee la página anterior. No deberías tener ningún problema con ello – De verdad normalmente no le va nada mal, pero era obvio por qué se ríen de esa forma, otra vez…

-Eh… Profesor… - Pero ella no parece capaz de ir más lejos, su mente estaba completamente en blanco, incluso un nudo se estaba formando en su garganta, otra vez pasaba esto… Las incontables risas la estaban aturdiendo, quería llorar… Esta situación de verdad la destrozaba… - Ja…ja..ja… - Y sin esperarlo…Sonrió… Es la sonrisa de alguien que ha sido derrotado, duele con solo imaginarlo.

-No creo que sea algo para reírse – Dijo seriamente, al parecer no es demasiado astuto para darse cuenta. Agacho su cabeza e inclino los hombros, seguramente se veía más pequeña de lo normal

-Lo siento… No me siento muy bien… - Y no mentía, de verdad estaba comenzando a dolerle un poco su cabeza

-¿No te encuentras bien? Pero si…

-Solo… Quizás deba elegir a otra… - Ella poco a poco se sentó en su silla nuevamente, sentía la mirada confusa e irritada el profesor plasmada en ella, de la misma manera la expresión divertida de Hitomi quien seguramente tendría una sonrisa en su rostro. Disfrutando completamente la situación

Luego de toda aquella penosa escena la clase transcurrió normalmente, ya nadie le dirigía la mirada a Nico, como si luego eso no existiera nuevamente. Pero para suerte de la pelinegra sonó el timbre que marcaba el primer receso, tenía pensando dirigirse principalmente a buscar a Maki, aunque sabía que probablemente sería lo más difícil del mundo, suspiro y intentó levantarse de su asiento, hasta que una presión en su hombro la hiso sentarse nuevamente, abrió sus ojos sorprendida captando a la persona enfrente de ella

-¿Hitomi…? – Pronuncio en un susurro, la castaña sonrió picara, mientras se inclinaba aún más cerca de su rostro, tanto que podía sentir su respiración chocando en su nariz

-¿Por qué tiemblas? – Dijo en un tono burlesco la chica, ¿Temblar? ¿Cuándo fue que comenzó a temblar sin su consentimiento? Al notar la mirada confusa de la pelinegra ella amplio aún más su sonrisa - ¿Tanto miedo me tienes?

-Yo… - ¿Qué se supone que debería responder a aquella pregunta? ¿Miedo? Obviamente… Nadie estaba para ayudarla en momentos así, si ella quisiera, en este preciso instante podía molerla a golpes

-Pero no estoy aquí para eso – Sintió como el calor de su mano contra su hombro se iba, notando que la chica puso una de sus manos en su bolsillo, buscando algo. Tiro a su pupitre una pequeña hoja doblada a la mitad, ella la miro confusa, para luego volver a mirar a Hitomi con la misma expresión, ella simplemente le sonrió giñando uno de sus ojos, para luego salir de aquella sala

Nico suspiro, hace tiempo no veía a Hitomi tan cerca…Levanto una de sus manos posicionándola en su pecho, su corazón comenzó a latir con fuerza sin ni siquiera percatarse…

-Que nervios… - Susurro despacio, para que nadie la escuchara, luego de estar un poco más calmada miro de reojo hacia el papel que Hitomi había arrojado hace unos minutos, Debería agarrarlo o… ¿Qué tal si era una trampa?

Sin dar más vueltas lo sostuvo entre sus dedos, mirándolo fijamente, luego de unos segundos se dignó a abrirlo, en el habían algunos dibujos, acompañados con una maltratada letra grande que decía

"¿Así que la mentirosa no se disculpara?"

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-Ahora donde se metió esa idiota – Pensaba la pelirroja mientras casi corría con irritación, se la paso dando vueltas por todos los alrededores para intentar encontrar a Nico, se supone que se tendrían que ver en el receso, pero al estar casi 10 minutos esperándola con impaciencia, se decidió por ir a buscarla ella misma - ¿Salió de su salón? O… No será que…

Movió su cabeza intentando desaparecer todos esos pensamientos que la estaban atormentando, recientemente la pelinegra era lo suficiente importante para ella como para preocuparla de gran manera y eso… Le parecía sumamente raro

Subió las escaleras con rapidez, casi tropezándose en varios escalones, dirigiéndose al tercer piso de su institución, ya tenía las piernas cansadas de tanto subir y bajar escaleras buscándola, suspiro, tendría que regañarla luego. Camino por los pasillos, hasta que escucho unos pasos que obviamente no eran de ella, se detuvo completamente para aclarar un poco más su audición

Esos pasos venían del salón de Nico… Continuo perpleja en su lugar esperando a la persona que estaba caminando hacia ella, hasta que pudo distinguir como una castaña aparecía en su campo de visión, abrió sus ojos sorprendida

Se quedó plasmada mirando fijamente a la chica, que con una sonrisa se acercaba a ella a pasos lentos, cerro sus puños con fuerza calmando un poco su rostro, no podía permitirse demostrar un poco de miedo. Hitomi se detuvo enfrente de ella, muy cerca de su rostro para su comodidad

-Nishikino te espero a la salida en la parte trasera de la escuela, no faltes – Dijo con una voz picara acercándose al oído de la pelirroja, tensándola por completo, ella siguió su camino sin decir ni otra palabra, Maki volteo su rostro un poco, mirando de reojo como se alejaba

-¿Qué…? – Susurro para ella misma - ¿En que estará pensando?

Se giró nuevamente restándole importancia, por fin pudo llegar al salón de Nico, notando que la puerta estaba abierta, luego de un último suspiro entro mirando principalmente a su alrededor, notando como Nico estaba sentada en su escritorio, mirando fijamente un papel que se encontraba entre sus manos

-¿Nico-chan? – Pronuncio despacio, intentando que la otra chica se percatara de su presencia, pero al parecer no funciono, ella continuo mirando perpleja lo que estaba en sus manos – Nico-chan – Dijo con una voz más segura y fuerte

Nico de repente levanto su mirada asustada, calmándose un poco al ver a Maki parada allí con sus brazos cruzados

-Nico-chan… Tu… - La miro fijamente por varios segundos, intentando descifrar que era lo que pasaba, su rostro tenía una delicada expresión preocupada, por lo que volvió a desviar su mirada a sus manos sin decir ni una palabra

Estaba absorta a cualquier respuesta, no sabía que decir, no entendía a lo que se refería ni porque Maki la estaba mirando así, como estuviera en graves problemas

-¿Qué es eso? – Esa pregunta sonó algo obvia, sabía que ese papel se lo había entregado Hitomi, aunque moría de curiosidad por saber lo que estaba escrito en el, ¿Qué era lo que tenía tan asustada a la pelinegra?

Nico sin mirarla extendió su mano entregándole aquella hoja, Maki salió de su lugar acercando rápidamente a ella, agarrando el papel con ambas manos mientras lo abrió. De pronto aquella expresión preocupada cambio a una confusa y sorprendida. Bajo su mirada mordiendo sus labios

-Al parecer… Estamos en problemas… - Nico levanto su mirada con rapidez, posándola en Maki

-¿Qué…? – Dijo en un susurro apagado, Maki la miro intentando sonreír sarcásticamente

-¿De verdad no sabes lo que quiere decir esto…? Ahora todo tiene sentido… – Nico luego de unos segundos abrió sus ojos como platos, su corazón latió con fuerza sintiendo una gran molestia en su estómago, mientras sonrió de lado ocultando sus ganas de llorar.