Disclaimer: Harry Potter y sus personajes no me pertenecen, son de J.K. Rowling.

Nota: Este fic participa en el Reto #11 "¡Feliz cumpleaños Hermione!" del foro Hogwarts a través de los años.

Cuando Marsha me deja y se va por ahí con las musas y medusas…


Magia.

La Gryffindor mentiría si dijera que el Mundo Mágico no la sorprendía, que la magia, que todo lo que la poseía o estaba entrelazado con ella era interesante, inigualable y fascinante.

La magia sencillamente era maravillosa.

Eso lo pensó desde el primer momento, cuando vio la magia por primera vez por su deseo de saber más, y eso era algo fácil de notar en sus brillantes orbes castañas, llenas de curiosidad infantil ante aquel ente prácticamente invisible, místico y poderoso.

Que por alguna razón la llenaba de felicidad.

Pero si la primera vez que vio aquella inigualable fuerza su curiosidad salió a la luz ante un nuevo tema de investigación, del cual quería aprender mucho más, cuando llegó por primera vez al Callejón Diagón, su fascinación no tuvo cabida y con cada cosa nueva que veía crecía intensamente, y a pesar de aprender que existían sentimientos y personas mágicas.

Nunca se cansaría de la magia…


Ultima participación, si llego. Perdonen cualquier tipo de error o confusión, espero les haya gustado…

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¡Sayonara minna-san!^^~