Disclaimer: ASOIAF no me pertenece, y probablemente no ganaría ni un rial con esta historia. Todos los derechos reservados a George R.R. Martin.


Capitulo 1

Brienne era la peor persona para ese trabajo. Solamente con su rostro ya era imposible que alguien quisiese acercarse al grupo de Discusiones Liberales. Había tratado de discutir con Renly y con Loras para que alguno de ellos lo hiciese, alguien con un maldito rostro normal, pero ellos se habían mostrado innamovibles.

—Tú eres la persona más apasionada de todo el grupo, Bri —argumentaron, y fue en ese momento que ella supo que su causa estaba perdida—. Si hay alguien que puede convencer a los demás sobre ésto, eres tú.

"Y héme aquí" pensó, con el cabello como paja pegado a la frente por el sudor y los panfletos temblorosos en sus manos. Se sentía incómoda y malhumorada, pero estaba decidida a distribuirlos todos y apoyar a su causa, así pereciese en el camino.

Trataba de no ver mucho al rostro a las personas a las que les entregaba sus papeles, para que no se sintiesen tan incómodos con su horrible y feo rostro. Todos lo agarraban, porque para eso caminaban por la feria de clubes universitarios, pero había uno que otro imbécil que se le quedaba mirando y comenzaba a susurrar con sus amigos. Ella no le hacía caso (había vivido así toda su vida), y seguía dando panfletos y panfletos. Nadie le pidió información.

Cuando fueron las tres de la tarde se tomaron un pequeño descanso y comieron unos sandwiches de atún y agua. Solo faltaba hora y media para que todo se acabase, y si todo continuaba como hasta entonces Brienne habría considerado su tarde un rotundo éxito.

Era demasiado pedir.

Ella no los vio venir. No veia los rostros a los que entregaba sus hojas, ni tampoco prestaba atención a toda la cháchara y conversaciones que se desarrollaba a su alrededor. Si lo escuchó fue por que se dirigía justamente a ella.

—¡Eh, moza! Qué sorpresa verte por acá, pense que estarías escondiendo tu cabeza dentro de un hoyo. Yo lo haría.

Una vena en su frente se abultó, y apretó su mano libre para contenerse. Jaime Lannister apareció entre el mar de gente, con el cabello oro brillando a la luz del sol y una sonrisa despectiva. A su lado iba la persona más pequeña y amorfa que Brienne había conocido, sin contarse a si misma. Un enano, demasiado parecido a Jaime como para ser otra cosa que no fuese su hermano.

—Ella es de quien te estaba hablando, Tyrion. ¿Ves? La mujer más fea de todo el campus. Creo que un día hicieron una votación para ver si en verdad era mujer.

Brienne sintió tanto odio por sus venas que habría podido tumbarle todos los dientes al Lannister en ese instante, pero lo último que quería hacer en ese momento era darle mala publicidad a su club, por el que tanto había trabajado. Se obligó a respirar.

—Huh, incluso relincha como caballo.

Brienne le entregó el panfleto a Tyrion sin decir una palabra, rechinando los dientes y conteniéndose por pura fuerza de voluntad. El enano la miró con ojos disparejos, uno verde y otro negro, al parecer muy irritado por la idiotez de su hermano. Tuvo la gentileza de no arrugar el papel y guardarlo en su bolso con delicadeza, mientras ella le daba el otro a Jaime.

—No, gracias. No quiero tocar nada que haya pasado por tus manos.

—Agarra el maldito panfleto —masculló, ofreciéndoselo con más violencia que servidumbre. Él cruzó los brazos y se apartó.

—Aleja de mi, bestia —se quitó el cabello del rostro y dejó notar una de las peores cicatrices que Brienne alguna vez había visto en su mano derecha—. A nadie le importa tu estúpido club.

—No es estúpido —se apresuró a defender ella, elevándose en todo su metro noventa y uno. Era ligeramente más alta que él—. En el club de Discusiones Liberales tratamos todos los temas actuales, discutiendo los puntos de vista y haciendo que todos se sientan inclusivos. Hay temas como la comunidad LGBTQ, los derechos de...

—Dios mio, cállate de una vez. ¿Por qué te importa tanto que agarre la mierda esa?

—Sólo tómalo, Dios —alargó su brazo y le estrelló el papel en un pectoral sólido. Jaime no se movió, y le agarró el antebrazo con su mano izquierda, apartándola—. No me importa si lo usas para limpiarte el culo o la boca, por donde sea que te salga la mierda. Solo agarra.

Tyrion estalló en carcajadas, y la cara de Jaime reflejó su sorpresa. Luego, le mostró una sonrisa feral y agarró el panfleto, arrugándolo y metiéndoselo en el bolsillo trasero.

—Ya está bien, Jaime. Vamos a ver ese tal Club de astronomía —intervinó Tyrion, todavía riendo. Puso ambas manos en la parte más baja de la espalda de su hermano, aupándolo para que siguiese caminando. Antes de desaparecer en el mar de gente, el enano le dirigó una mirada divertida, y le guiñó un ojo.

XxxX

Solo transcurrieron tres días cuando el mayor de los Lannister entró al salón del club, demandando ver a la "moza" que le había intentado meter el panfleto del club por la garganta y que lo dejasen inscribir, dos días demasiado tarde.

No la dejó sola hasta que ella le permitió entrar, y desde entonces el club de Discusiones Liberales fue la casa y residencia de Jaime Lannister.


Notas de la autora: Si hay una pareja a la que adoro, es Jaime/Brienne. Y si hay un par de idiotar perfectos para meterlos en AU, esos son ellos. Me encanta escribir sobre ellos en todas las dimensiones alternativas posibles, especialmente mientras están en la universidad. Creo que voy a publicar unos diez u once universos distintos con ellos encontrándose.

AU: 'Soy realmente apasionada a esta causa y te voy a dar este panfleto aunque tenga que metertelo por la garganta.'

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