Se titula: La extraña pareja.

Lo escribió: Soly Stalin.

Advierto: participa en el reto 74 del foro Alas Negras, Palabras Negras, tu mejor foro en español sobre Canción de Hielo y fuego. Advierto además que no vi la película, igual que la anterior xD.

Descargo: Personajes, de Martin. Además de entretención, no saco nada con esta historia.


Mirad todos a la extraña pareja, ella casi tan alta y hancha como él, él casi tan tostado como ella. Mirad cómo cabalgan por las arenas desérticas, ella con hastío en los ojos, él con determinación en la consciencia. Mirad sus ropas, fijaos en su aspecto, la capa de él gris y mustia (¿No parece que ese tejido fue blanco en el pasado? ¡Vaya mugre!), ella ataviada con flexible cuero de batalla. Mirad cómo buscan, sus pesquisas les llevan sin ton ni son, recorriendo el desierto en pos de una venganza y o una distracción. Él quiere limpiar la sangre de su princesa, ella... fastidiarle

Se han detenido, lástima por vos, pues no la podréis ver cabalgar. ella monta con furia, como si algo personal tuviese contra el caballo o con el tiempo, que parece siempre estar adelantándosele por mucho que corra; Él es más sutil, pero no por ello más dejado. Se frota el trasero y los músculos de las piernas cuando desmonta, vaya Guardia Real más desaliñado está hecho. ¿Qué sueños de dama se encenderían al verle de esa guisa? Supongo que tantos como casi nulos son los cuerpos masculinos se excitarían al verla a ella.

—Ermita Alta no está muy lejos —dice ella, con la voz agria. Mirad el desprecio de sus ojos cuando los dirige a su acompañante.

—Entonces será mejor no detenernos, mi señora —responde él, con resolución. Así es, mirad qué adorable y qué norteño, a pesar de la noche de cabalgata piensa subir al caballo.

Ingenuo.

—Si vais en esas condiciones, Gerold Dayne no tendrá que mataros; antes lo hará el sol —dice ella, imprimiendo desprecio a su voz.

Mirad cómo no hace caso de él. Desmonta, abreva al caballo y arma la tienda. O es un calzonazos o comprende que su compañera tiene razón, pues el de la capa mugrienta hace otro tanto. Mirad cómo ella se tumba sin miramientos; luego, fatigada, comienza a roncar mientras él, alerta, se queda de guardia. Yo diría que no confía mucho en la mujer.


Mirad a la extraña pareja, tirado él en el suelo, con arena en la boca y sangre manándole del costado herido. Ha encontrado venganza para su hermano y su princesa a costa casi de la vida de ambos. Miradla a ella, ¿Es eso una sonrisa compasiva? ¿Es triunfo o misericordia lo que adornan sus facciones duras como la piedra? ¿Es piedad lo que se vislumbra en sus ojos negros, cuando pasa sobre el cadáver de Gerold Dayne sin miramientos para soccorrer al caballero?

Mirad la escena, sol de la tarde y lanza ... no, no deseo haceros una referencia Martell. ¿Lo que está clavado en el vientre del enemigo no es la lanza de ella?

—Dais pena, Swann. Levantaos o tendré que levantaros.

Una tos escapa del pecho de Balon Swann.

—Hago... lo que puedo, mi señora.

Mirad a la extraña pareja, ella lo está cargando en dirección al castillo. Puede que el maestre enemigo lo envenene, pero no deja de intentarlo.