.

. .

. . .

Hace ya algunos años que no ha vuelto a sentir el calor ardiente quemándole desde dentro, tanto tiempo desde la ultima vez que deseo morir para dejar de ser consumido por esas dolorosas llamas.

Un sudor frio le recorre el cuerpo, se agita con fuerza entre las sabanas, ya empapadas de sudor. Aprieta con fuerzas los dientes tensando cada musculo de su cuerpo. Es el recuerdo del dolor lo que traer una nueva pesadilla a su cabeza como un fantasma que lo acecha.

Louis se retuerce presa de sus pesadillas, pero también de un dolor que había estado sedado en su interior. La varita de hueso tiene vida propia de alguna oscura manera. Todo ese tiempo se a mantenido alimentada de la energía del Auror, pero ahora busca un portador con mayor poder y fuerza para intentar volver por fin a la vida e ir en busca de "su familia"

Sin saberlo Bridge ha sido drenado de parte de su magia y energía vital. Aunque hace ya varios años que fue dado de alta se ve en la necesidad de buscar de nuevo ayuda para sus nuevos malestares que aunque no son tan atroces como el dolor que le causaba la herida en su pecho, hay días que apenas puede abandonar la cama.

Cuando despierta tiene el cuerpo tan adolorido como si le hubieran golpeado durante toda la noche, el sudor sigue perlando su frente y le duele la mandíbula de mantener tan apretados los dientes. Esa misma tarde tiene una cita en la empresa de Draco Malfoy para ser evaluando nuevamente.

Le llevo buena parte de la mañana alistarse para su cita, esperaba que no fuera nada grave lo que lo aquejaba en esta ocasión, creía que posiblemente se trataba dolo de cansancio acumulado.

Al llegar su turno paso a una habitación de blancas paredes. Malfoy le esperaba desde el otro lado de un escritorio de madera oscura. Aparto la vista de una carpeta que examinaba para centrar su atención en el nuevo paciente que le visitaba.

Lo reconoció al instante, no necesitaban de presentaciones. Ambos se conocían lo suficiente para ahorrarse formalismos.

-¿Qué te trae por acá Bridge? -Pregunto curioso, evaluando la palidez enfermiza en el rostro del Auror.

-No me he sentido muy bien últimamente.

-¿El dolor en tu pecho ha regresado?

-No.

-¿Se ha abierto la herida?

-No.

Draco se mostro aliviado por las respuestas.

-¿Qué ocurre entonces? -Pregunto con mas tranquilidad.

El silencio se extendió por algunos minutos. Louis tenia los labios resecos parecía que estaba intentando acomodar sus pensamientos para poder darse a entender. Malfoy lo evaluó con detenimiento. Observo además de la palidez de su rostro, las oscuras ojeras bajo sus ojos azules, su frente estaba perlada de sudor, su piel tenia los bellos erizados, posiblemente tenia escalofrío.

-Podría decir que es malestar general. Dolor, aunque no se compara con el que sentí antes me duele los huesos, tanto que a veces me cuenta trabajo moverme, las cosas mas sencillas me agotan y he llegado a desmayarme.

Draco se levantó moviéndose alrededor al escritorio para acercarse a su paciente.

No fue necesario el uso de un hechizo o la simpleza de un termómetro para comprobar que estaba ardiendo en fiebre.

Le ayudo a ponerse de pie y caminar hacia la camilla para recostarlo. Curiosamente la temperatura de su cuerpo parecía variar por varios grados, su frente esta caliente, pero sus manos permanecían frías. El Auror ya se había descamisado para ser auscultado.

Revisando su pecho pudo comprobar que todo parecía normal a simple vista, la coloración de la cicatriz es el adecuado, no muestra señales de infección o ulceras que pudieran alertar que la sintomatología que había sufrido por la maldición que le golpeo estuviera regresando.

Palpo cuidadosamente los bordes desde el inicio de su cicatriz, presionando ligeramente para detectar cualquier anomalía en los músculos o si presentaba algún dolor. No encontró nada. Fue cuando tomo su muñeca para checarle el pulso que noto algo anormal.

Además de lo frio de su piel, había un pequeño punto abullonado en la piel, parecía una herida reciente, como si algo se hubiera clavado en esa zona, pero curiosamente no es un punto hundido sino una saliente en la piel.

Al presionar un poco un grito de dolor escapo de la garganta de Bridge alertando por completo a Malfoy. Con varita en mano el rubio comenzó a realizar hechizos sobre la muñeca de su paciente. Una vibración desde los huesos hizo que volviera a gritar, esta vez con mayor fuerza haciendo que se agitara en la camilla y apretara con fuerza la zona con su mano libre.

Con premura, Draco preparo una inyección que aplico con precisión en Louis haciendo que este comenzara a relajarse hasta quedarse dormido. No conforme con la anestesia aplicada conjuro un hechizo para garantizar que estuviera profundamente dormido para seguir evaluándolo sin causarle dolor.

Cuando Bridge estuvo completamente sedado, continuo con los exámenes había algo incrustado en el brazo izquierdo que parecía que su propio cuerpo estaba intentando expulsar, no estaba seguro que era exactamente, lo único que quedo de manifiesto fue la magia oscura que estaba involucrada.

La magia que empleo Malfoy fue repelida de inmediato en cuanto intento visualizar el objeto enterrado. Tuvo que dar varios pasos hacia atrás expulsado por una onda de magia que lo dejo aturdido por unos instantes.

Agitando la cabeza y parpadeo varias veces para aclarar su visión que se volvió borrosa por un instante. Todas las alertas se encendieron en su cerebro.

Ese tipo de magia solo podía tener un origen lo que se traduce en que intervenir seria peligroso. Necesitaba informar cuanto antes al ministerio, si era lo que suponía no podía actuar sin un consentimiento previo.

Mando una lechuza con una misiva al Ministro de Magia con carácter de urgencia. Misma que fue contestada en menos de una hora. La respuesta no fue llevada por correo convencional, para disgusto de Malfoy fue entregada por el mismísimo Harry Potter.

. . .

Lo seguía detestando como el primer día. No importaban los años que pasaran desde entonces y que su mejor amiga estuviera casada con ese desgraciado, estaba seguro que siempre lo odiaría un poco. De no ser por la insistencia de Pansy y de Hermione seria sumamente feliz si nunca volviera a verlo.

Cuando se presento en sus oficinas era evidente la incomodidad por parte los dos, pero sin mas opciones se vieron en la necesidad de aguantarse para evaluar la nueva situación que tenían por delante.

-Malfoy. -Dijo el pelinegro a manera de saludo.

-Potter. -Contesto de la misma manera fría. -Sigueme. -Le pidió sin perder el tiempo.

Lo llevo hasta la habitación donde había instalado a Louis Bridge, quien seguía inconsciente.

-¿Sabes qué es? -Pregunto Harry tratando de ocultar que la voz no le fallara. Tenía demasiados malos recuerdos de su propia enfermedad que era inevitable no revivir los peores momentos al regresar a ese lugar.

-Lo único que es seguro es que Rodulphus Lestranger tuvo que dejar algo en su cuerpo cuando lo ataco.

Un escalofrío hizo estremecer al ojiverde.

-No se lo que es, hay magia oscura protegiéndolo, pero todo indica que esta alojado en su brazo izquierdo y no creo conveniente usar magia hasta ver con que estamos tratando.

-¿Qué sugieres?

-Averiguar de manera muggle, realizando una radiografía.

Harry asistió con comprensión.

-Una tomografía seria mas exacta, pero sin saber que es o de que material esta hecho lo que tiene enterrado en su brazo corremos el riesgo que explote si es algo metálico.

-¿Ya realizaste el estudio?

-No, creí mas conveniente esperar no se si la magia que utilicé para evaluarlo hubiera despertado algún tipo de protección mágica oscura que pudiera causar problemas.

-El ministro te otorgo los permisos para proceder que solicitaste y me envió para ayudarte en caso de ser necesario para contener la magia oscura. También te ofrece los servicios del departamento de inefables.

Draco sonrió con desdén. No necesitaba de la ayuda de Potter, si habia informado al ministerio fue para evitar posibles problemas dado sus antecedentes y porque la situación en si podía ser peligrosa y dañar la reputación que tanto trabajo le a costado construir. Aunque desde que envió la carta estaba seguro que le mandarían alguien a supervisar la operación y ese alguien solo podía ser su peor enemigo para su jodida suerte.

Trato de respirar hondo para mantener a raya su temperamento y no contestarle con burla o desdén al ofrecer su estúpida ayuda. Se limito a mover la cabeza de manera negativa.

-Es demasiado pronto para saber cómo voy a proceder. De momento, lo mejor es mantener a Bridge en un coma inducido y realizar los estudios que necesita, con los resultados veremos cómo seguir desde ahí.

Harry intento no mostrarse sorprendido ante la pericia que mostraba Malfoy al utilizar aparatos cien por ciento muggles el mismo.

Los resultados fueron contundentes el hueso cubito había sido retirado del brazo de Bridge y en su lugar tenía algo parecido a una varita, incrustada a un lado del hueso Radio. Era curioso que la varita en cuestión tenía la misma curvatura del hueso que faltaba, aunque parecía que era un poco más largo, de ahí que pareciera comenzar a asomarse por la piel de la muñeca como si intentara salir.

Podía ser que el cuerpo del Auror comenzara a rechazar el objeto ajeno a el, como una manera natural de defenderse, sin embargo, también estaba la posibilidad que la misma magia oscura contenida estuviera generando que el cuerpo reaccionara de esa manera. Cual fuera el caso, la idea de que Lestranger hubiera insertado de manera consiente aquel objeto significaba algo sumamente malo.

No le fue difícil a Harry sumar dos mas dos. Magia oscura involucrada un objeto maldito escondido en el cuerpo de un portador, la muerte anticipada de Lestranger justo antes de ser ejecutado y el que hubiera dejado un superviviente, solo podía traducirse de una manera.

-Es un Horrocrux. -Pronuncio con voz temblorosa, teniendo que recargarse en el muro mas cercano por miedo a que las piernas le fallaran.

La declaración de Potter, esclareció muchas cosas en la cabeza de Malfoy.

Conocía perfectamente toda la historia de los Horrocrux, aun a pesar de que después de terminada la guerra no se hicieran declaraciones oficiales al respecto y que el trio dorado no hubiera dado detalles para evitar que alguna persona intentara seguir los pasos del innombrable. El escucho de primera mano la historia, no solo por su mujer, sino por el diario de su padrino y los rumores que el mismo escucho cuando el señor oscuro estuvo acuartelado en su mansión.

Lo que parecía solo un cuento siniestro sobre como vencer a la muerte, se convirtió en una realidad que casi ocasiona la muerte de todos los mestizos e hijos de muggles con magia, al traer de vuelta un loco asesino y genocida.

La boca se le seco al instante a Malfoy, dejando un sabor amargo a bilis.

En la intimidad de la alcoba Hermione le había contado con detalle sobre su aventura suicida en busca de los Horrocrux creados por Lord Voldemort. Hablar sobre lo ocurrido fue una manera de apaciguar las pesadillas propias y ajenas. Solían desvelarse por las noches, amándose, pero también a veces solo hablando. Profundizando incluso en los pasajes más difíciles que les toco vivir. Por tanto, sabia a ciencia cierta los alcances de la maldición para crearlo y la magia oscura de la que se trataba.

Por otra parte, Snape también le había allanado el camino a un universo a penas conocido para un puñado de personas. Su padrino vivió siempre andando sobre la delgada línea que lo convirtió en un doble agente, un traidor para los ojos de la mayoría, un héroe solo para un par de personas. Siendo precisamente ese hecho lo que le llevo a conocer sobre magia tan antigua como escalofriante, lo que solía ser siempre un arma de dos filos; por un lado, el conocimiento era poder para proteger, por otro si caía en manos equivocadas siempre sería un riesgo.

Draco atesoraba el diario de su padrino, ahora con más razón que se enfrentaba a un nuevo desafío. Sabia que el fuego demoniaco o el veneno de basilisco podía destruirlos, sin embargo, para lograrlo había primero que buscar la manera de sacarlo de brazo de Louis Bridge, sin matarle en el intento. Estaba la opción de lanzarle un Avada Kedavra y para que el horrocrux que estaba alojado en un ser vivo fuera destruido como paso con Potter, pero no sabían si seria igual de efectivo o si por lo contrario provocarían su deceso prematuro.

Muchas variables pasaron por la mente de ambos, Pocionista y Auror.

.

. .

. . .

La magia se ha asentado lo suficiente como para darle una tregua a la joven Malfoy, profesando en ella un notorio cambio que todos a su alrededor notan al instante. Un brillo radiante destella en sus ojos grises resultando refrescante y atrayente al mismo tiempo.

Su timidez resulta dulce, con una inteligencia poca vez vista, es modesta al expresar sus opiniones en clase, pero sus intervenciones siempre son correctas. Tiene la apariencia de una muñeca de porcelana con piel sumamente blanca en contraste con sus cabellos oscuros.

De alguna extraña manera se siente libre, libre de una carga invisible que de momento a desaparecido de sus hombros.

El dolor desapareció por completo de su muñeca, como si le hubiesen drenado veneno en lugar de quitarle una astilla de hueso. Pero quizás lo que mas agradece es el silencio.

La voz que la persigue, que la asecha por alguna razón a desaparecido. Esa calma que siente a hecho que olvide algo importante, su amigo Teddy aun tiene en su poder el alfiler de oro que siempre usa para sujetar sus cabellos.

En la enfermería después de una larga platica se despidió para ir a cenar. El mismo se ofreció a cuidar su invaluable tesoro hasta que fuera dada de alta para no correr el riesgo de perderlo. Lo que no esperaba el joven Lupin, es que se trataba de un objeto maldito.

Conforme la luz irradia en Destiny Malfoy, hay una oscuridad cada vez mas presente en Teddy. Se ha vuelto huraño y evasivo. Sus cabellos siempre de un vibrante azul han cambiado por un color terroso.

-¿Estas bien? -Le ha preguntado en varias ocasiones con preocupación.

-Estoy perfecto. -Siempre contesta lo mismo con una sonrisa sínica que antes no le había conocido.

Después simplemente se marcha sin un destino fijo. Con las manos en los bolsillos esconde un botín prestado que no está dispuesto a devolver.

Quizás si no se hubiera pinchado el dedo cuando intento guardar el alfiler en el fondo de su baúl no se vería afectado por la magia, sin embargo, ya era demasiado tarde.

.

. .

. . .

Liam Miller parece complacido, tener a Hermione tan cerca hace que despierte con mas fuerza la codicia y el deseo que siente. Su hijo a sido la excusa perfecta en los últimos meses para buscar una cercanía.

Matteo parece tan encantado de tener a la castaña de visita en su casa que pulula a su alrededor como lo haría una polilla buscando el calor y la luz de la lampara.

-¿Puedo ofrecerte algo de beber?

-Estoy bien gracias. -Rechazo con fría educación sin apartar los ojos del pequeño que le muestra encantado su última creación. -Me quedarme un momento, me iré pronto. -Dijo acariciando los rizos oscuros y cortos del niño, que sonríe radiante.

-Quédate un poco más. -Suplico el niño con un puchero.

-Sera en otra ocasión Matteo, vine a devolverte el juego que le prestaste a Scorpius.

-¿Puedes venir mañana un rato? -Pregunto. -Me encantaría jugar con Scorp.

-No se si pueda.

-Por favor. -Suplico de nuevo con sus ojitos acuosos por las lágrimas.

Hermione suspiro vencida, odiaba tener que ir a esa casa. Sus visitas mensuales eran un martirio, no por el pequeño, sino por la presencia de Liam. Ginny había dejado de preocuparle desde hace un tiempo, pues el moreno le había prohibido estar presente cuando realizara las visitas, después de un fuerte altercado que tuvieron en las primeras visitas de supervisión que realizaba.

-Mañana estaremos aquí por la tarde un par de horas, si tu padre no les molesta.

-No encantara que nos acompañes Hermione.

La castaña trato de contener un estremecimiento, ese hombre le ponía los pelos de punta. Si no fuere por Matteo ella jamás podría un pie en esa fría mansión.

Sabia en el fondo de su ser que aun cuando el niño tuviera todo cuanto pudiera desear hablando de cosas materiales, le hacía falta atención y afecto. Las visitas a la madriguera no eran suficientes, Matteo prácticamente vivía al cuidado de nanas y pocas veces tratada con sus padres. Esa era la única razón por la que seguía presentándose con puntualidad a esas citas, aunque legalmente ya no hubiera necesidad.

Lo que estaba lejos de imaginar era que Liam aprovecharía esas visitas para intentar retenerla a su lado de una buena vez.

Seria suya costara lo que costara.

.

. .

. . .

. .

.

Hola a todos,

En respuesta a quienes amablemente me han preguntado por el estado de mi niño más pequeño, me es grato informar que después de que pospusieron en varias ocasiones la cirugía de Marco, fue operado el 22 de Enero y la cirugía fue todo un éxito, estoy sumamente agradecida con Dios y la vida de que todo saliera bien.

Para quienes no lo saben, soy mama de dos niños d años, el más pequeño nació con un problema renal por lo que fue operado a los pocos días de nacido y tenía pendiente otra intervención para retirar un riñón poliquístico que sin función renal le causaría más problemas de salud a la larga.

Fue un momento muy difícil, de mucho miedo y angustia, pero salimos adelante. Esta es una de las razones por las que no pude escribir en varios meses, desde Noviembre del año paso estaba programada, pero se enfermo y tuvieron que posponerle hasta Enero.

Mi pequeño guerrero esta bien, tuvo una rápida recuperación y no presenta ninguna señal de alarma por lo que esperamos que tenga una vida completamente normal y sin complicaciones.

Gracias por su paciencia, por todas las oraciones y buenas vibras que me hicieron llegar por diferentes medios. Se los agradezco profundamente.

En estos tiempos difíciles y ante lo que estamos viviendo les mando de vuelta toda las buenas vibras que me mandaron en mis momentos mas complicados. Esperamos que esta pandemia pase pronto, les envió un gran abrazo a la distancia, pidiendo que sean fuertes, que no se desanimen, ni se den por vencidos.

Ya me tienen de vuelta. Escribir me da felicidad, así que por acá seguiré dando guerra.

Hasta pronto, besos.

Helena