Adrien miraba a su hija Emma, de un año, reír en su cuna mientras mordía un peluche y Marinette preparaba el almuerzo.

— Di papá —Pidió Adrien acercando su rostro al de su bebe— Emma, di papá —Suplico de nuevo tratando de que diga esa sola palabra de cuatro letras, pero ella solo se encargaba de sacudir el muñeco en su rostro balbuceando incoherencias.

— Dale tiempo —Dijo Marinette desde la cocina. El solo se dedicó a bufar dedicándose a ver a su hija y a los pocos segundos de observarla, volvió a insistir.

— Papá —Susurro Adrien para que su esposa no lo escuchara.

Emma lo miro con sus enormes ojos verdes en profundo silencio y empezó a extender sus manos al aire a lo negro que circulaba.

— ¿Dónde está mi camembert?

— Plagg no ves que estoy ocupado, lo deje en el escritorio.

— Ya me lo comí, necesito más camembert —Siguió insistiendo mientras volaba por encima de la cuna y Emma no apartaba la vista del Kwami tratando de tomarlo con sus pequeñas manos.

— Decidle a Marinette.

— ¿Qué cosa? —Pregunto ella llegando hasta la habitación.

— ¡Quiero camembert!— Pidió desesperado el Kwami aproximándose al rostro de Marinette dejando una distancia de unos cinco centímetros.

—Está bien, Plagg —Le dijo ella esbozando una sonrisa— Y Adrien deja de intentarlo, ella dirá su primera palabra por si misma— Ahora dirigiéndose al aludido.

—Pero solo son cuatro letras —Decía frustrado viendo a su esposa—Papá —Pronuncio mirándola a la bebe, para que ella lo repita.

Marinette rio por la insistencia de su marido y Tikki quien hace poco llegaba a su lado luego de estar en compañía del hámster, también.

—Pa-pá —Repitió Adrien.

— ¿Y mi camembert? —Siguió preguntando Plagg con obvia desesperación.

—Sí, ya vamos —Dijo Marinette, pero antes de que pudiera abandonar la habitación una palabra salió de los labios de Emma.

"Camembert"

Ante eso escuchado, todos los individuos de aquella habitación se quedaron perplejos y atónitos, excepto Plagg que aun deseaba su camembert.

— ¿Q-que dijiste? —Le pregunto Adrien a Emma, para luego voltear su vista a los presentes, esperando que ellos le digan que había oído mal. Estaba inmóvil, pero eso no evitaba que sintiera su alma se estaba yendo.

Un tic nervioso apareció en su ceja izquierda y vio al causante de los problemas. Plagg.

— ¿Alguien me dará mi camembert? —Pregunto de nuevo el Kwami, ignorando esas miradas apenadas de Marinette y Tikki al observarlo como tampoco no notaba la mirada asesina ni el aura de Adrien.

— Camembert.

La dulce voz de Emma, se oyó por el lugar una vez más.

Y Adrien juro, en ese momento, que nunca más le iba a dar camembert a Plagg.


¡Hola!

¡Espero que les haya gustado!

Y adivinen que… (En realidad no tienen que adivinar) Es mi fic numero ¡100!

Wow… 0.o nunca creí que llegaría a los 100 en un año, ya a la mitad del año, sí, pero en un principio no.

Y con esto queda comprobado que este Fandom me atrapo completamente.

Iba a hacer algo especial por ser el 100, pero no tengo mucho tiempo con las pruebas, tengo, pero no el suficiente para reordenar mis ideas y plasmarla en el Word.

Ya que…

Igual algo especial van a tener y eso son sus regalos navideños.

Aún falta más de un mes (todavía no escribí nada), pero voy avisando que Papá Noel (Santa Claus) no se olvidó de ustedes jeje

¡Nos leemos!