Pequeño escrito que llego a mi mente mientras veía Yuri on Ice. Es el primer capítulo y la primera historia que escribo de este anime.

Ya saben que los derechos son de sus respectivos dueños y solo lo hago porque amo escribir y amo este anime. Espero les guste y me dejen review.

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Para una persona que sabia obtener lo que deseaba le costaba creer que estaba en esa situación, las cosas iban tan lentas y dramáticamente tiernas que le hacían dudar de su capacidad de convencimiento.

Llevaba semanas intentando tener un acercamiento distinto con su distraído pupilo que se la pasaba entrenando día tras día. Amaba verlo sobre la pista pero solo verle ahí, tan etéreo, tan sensual le hacía sentir mariposas en el estomago y Victor Nikiforov no sentía mariposas en el estomago.

Cada vez que extendía sus brazos el ruso sabía que su pequeño japonés correría hacia el para meterse entre ellos. Lo sabía con seguridad pero eso ahora se le hacía poco, deseaba tocarlo todo el tiempo y por ello siempre buscaba la oportunidad de que sus dedos rozaran su cálida piel.

Le fascinaba verle, Yuri era capaz de crear un mundo diferente, le transportaba a otro lugar lleno de magia y luz, tenía que estar cerca de él, ayudarle a crecer. Ahora, poco a poco se convertía en un patinador con más seguridad y temía que aquello que el vio todos puedan verlo.

Estaba seguro que más de uno estaría detrás de su pupilo, queriendo tocarlo y un sentimiento que no le agradaba se apoderaba de él, Víctor no sentía mariposas en el estomago ni una gota de celos.

Hasta que conoció a Katsuki Yuri. Ahora el aleteo constante le invadía y el temor le hacía temblar al ver a alguien demasiado cerca de el. Se lo decía pero parecía que el chico japonés no le creía y en cierto modo entendía, nadie solía ver a Yuri de esa manera así que estaba acostumbrado a pasar desapercibido.

A partir de que brillo en la pista supo que nunca mas el joven japonés pasara desapercibido, lo que más le asustaba era que debido a la atención que el le daba varias personas comenzaron a acercarse a Yuri. No soportaba la idea de cualquier otra persona tocando a su Yuri.

-¿Víctor?- le llamo. Parpadeo varias veces y cuando sus ojos se conectaron se quedo sin habla, sonrió levemente y llevo su mano derecha a la mejilla de su pupilo. Acariciándola con el dedo pulgar -¿Estás bien?- pregunto el japonés.

-Siempre que veo tu rostro estoy bien- dijo sin apartar sus dedos de la cálida piel de Yuri.

Este enseguida se sonrojo ante las palabras de su entrenador. Siempre que estaban juntos formaban un mundo, un lugar diferente donde solo existían los dos, Víctor estaba fascinado por Yuri y Yuri estaba cautivado por Víctor. Ambos eran imanes imposibles de separarse y ninguno tenia la intención de hacerlo.

-Empieza de nuevo- dijo Víctor, ordenándole que siguiera con el entrenamiento.

-¡Sí!- grito emocionado tomando la mano de su entrenador y entrelazando sus dedos.

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