Pet's Curse

Por Isys Luna Skeeter (IsysSkeeter)

Traducción por Alyssa S.


Spoiler: '¡Te quiero Sirius, y a nadie más!' por Isys Luna Skeeter al igual que cualquier libro de Harry Potter, mismo que fue escrito por JK Rowling.

Parejas en este capítulo: unilateral LV/HP, unilateral MollyP/HP, unilateral McGonagall/HP.

Advertencias: viaje en el tiempo, slash.


—Plática.

«Pensamiento»

-Parsél-

Sueño/Memoria/Revista/Periódico/Carta


Capítulo XXI

Profesores—

.

Dolorosa detención

por Rita Skeeter

Hola queridos lectores. Esta periodista se ha encontrado con algunas noticias inquietantes. Hogwarts aparentemente no es el lugar más seguro como se suponía debía ser.

Tal como lo solicitó su servidora, ningún estudiante ha entrado a clases con el nuevo profesor de DCAO. Aparentemente, los profesores en estos días no leen el periódico y se ha culpado a Severus Mather, hijo y heredero del profesor Mather, por la negativa de todos a participar en las clases de defensa. La sola idea es injusta porque el niño de once años no tuvo la culpa; sin embargo, parece que la profesora Umbridge no tiene reparos en usar ciertos objetos ilegales durante sus detenciones debido a que obligó al joven Mather a usar una pluma de sangre durante dos horas sin descanso. Sus propias palabras fueron: "las veces que sean necesarias hasta que el mensaje se grave".

Me pregunto, mis queridos lectores, si esto es lo que queremos de un profesor para nuestros hijos. Quien sabe qué otra persona sea capaz de usar tales barbaries contra un niño de primer año. Y pensar que la madre de esta mujer es una trabajadora social. No puedo evitar preguntarme cuántos niños más fueron maltratados bajo esta familia.

.

Harry bajó el periódico con un suspiro, mirando al dorso de su mano.

—No sé qué le dijiste a Rita Skeeter, pero tengo que reconocerlo, estoy impresionado.

Harry solo tarareó ante el comentario de Voldemort, demasiado embargado en un recuerdo.

«Porque usted sabe, muy en el fondo, que se merece este castigo, ¿verdad, Sr. P…?»

—¡Aiden! —Harry miró hacia Voldemort, notando que este lo estaba agarrando por los hombros.

El ojiverde se sonrojó.

—Lo siento, perdido en mis pensamientos. ¿Decías algo?

Los ojos rojos de Voldemort se enfrentaron contra los propios, sin embargo, rápido guardó distancia y volvió a su personaje de Tom Ryddle. Ante esto el de negros cabellos miró a la puerta por donde entraba Severus acompañado de Rodolphus y Rabastan.

—Padre… yo… —el niño trató de explicar, pero Harry se había colocado de pie apenas lo vio, corriendo hacia él y sumergiéndolo en un fuerte abrazo.

—Aún necesita respirar, Aiden —Harry escuchó a Voldemort arrastrar las palabras desde la mesa del comedor.

Retrocediendo lo suficiente, procedió a revisar a su hijo, asegurándose de que se encuentre bien.

—Yo…

Su padre colocó uno de sus dedos en sus labios, impidiéndole hablar para luego jalarlo hacia la mesa.

—¿Ya bebiste una poción reabastecedora de sangre?

—¿Una poción de sangre? —El chico preguntó—, ¿qué es eso?

Harry gruñó y le pidió a Slippery que trajera un frasco de la poción que Voldemort había hecho la noche anterior -luego que un estresado Harry haya explotado varias pociones, el Señor Oscuro se había hecho cargo siguiendo la receta que Harry había escrito desordenadamente en un pergamino- antes de forzarlo a beberla. Justo cuando Harry empezó a ver algo de color verde en el rostro del menor, se relajó y se sentó frente al niño. Podía ver a Rodolphus y Rabastan sentados en la mesa con platos frente a ellos y estaba seguro que Voldemort les había dado permiso mientras Harry revisaba a Severus.

—Lo siento, señor —Harry escuchó a Severus gemir y sus ojos crecieron.

—¡No estoy enojado contigo, Severus!

—Pero…

Harry le mostró el dorso de su propia mano izquierda.

—Pasé un mes escribiendo "No debo decir mentiras", Severus —Los ojos del niño se abrieron sorprendidos, tomando su mano y viendo las cicatrices. Harry pudo ver un "no debo faltar a clases" en la mano del más pequeño—. Estoy enojado con Umbridge por forzarte a pasar por lo mismo que pasé. Estoy enojado porque hayas tenido que pasar una infancia similar a la que tuve. Pero no estoy enojado contigo, Severus. Nunca lo estaría —Harry dijo y preparó un plato, sirviéndole a su hijo. Harry volteó hacia Voldemort quien estaba mirando con frialdad las cicatrices en la mano de Severus—. Tom —El hombre lo miró con una ceja arqueada—, lo que sea que estés pensando hacerle, olvídalo.

Voldemort ganó una divertida mirada.

—¿Estás seguro?

—Hay muy pocas personas a las que reclamo y todas son personales.

Después de eso, Harry se enfoca en su hijo. No necesitaba decirlo, todas las personas en la habitación habían entendido que Harry había reclamado el derecho de hacer que Umbridge pague.

PC—

Después de dejar a su hijo en Hogwarts -Rodolphus lo había recogido a él y a Rabastan por un par de horas para que ambos no estuvieran en la escuela cuando llegaran los periódicos–, Harry fue al callejón Diagon para ver algunos lugares que le habían ofrecido para abrir su cafetería.

—¿Mather? —Harry vio a Minerva McGonagall en la entrada del Callejón Diagon, quien parecía como si estuviera esperando algo.

—McGonagall —respondió con una sonrisa—, no esperaba verte aquí.

—Para ser sincera, yo sí esperaba encontrarte aquí. La mejor manera de encontrar un local en el mundo mágico es ir al Callejón Diagon —La mujer respondió.

Harry arqueó una ceja, divertido.

—¿Entonces me estabas esperando?

—No sabía que Severus Mather había sido detenido hasta esta mañana —Los ojos de Harry se oscurecieron, soltando un pequeño sonido—. Sí lo hubiera sabido…

Harry resopló, callándola.

—Habrías hecho lo que el director te diga y no hubieras hecho nada —replicó recordando cuando había sido él quien había estado bajo la pluma.

McGonagall abrió la boca para contradecirlo, pero pareció pensarlo mejor.

—Estás enojado, y tienes derecho a estarlo —La mujer le dijo y le hizo una seña para que la siguiera—. No conozco a Lord Ryddle dado él se graduó un año antes que yo entrara —Harry la miró con una ceja arqueada—, pero sé que eres lo mejor que le ha pasado a Hogwarts en décadas. Así que te ruego que reconsideres la idea de abrir tu propio negocio.

—¿Y qué más debo hacer, mi vieja amiga? —Harry replicó una vez más provocando que una sonrisa apareciera en el rostro de la treintena mujer ante sus palabras.

—Además del hecho que puedes elegir la carrera de un rompemaldiciones o Auror si lo deseas, todos quieren que estés en la escuela.

—El director…

—Incluso el profesor Dumbledore no puede pelear contra todos los Lords que irrumpieron en su oficina y exigieron… —el rostro de la mujer se retorció, como si lo que estuviera a punto de decir la enojara y Harry se preguntó si ya tenía problemas para hablar mal de sus colegas— la cabeza de Umbridge en bandeja de plata.

Harry se rió.

—Ella ni siquiera merece la pobre bandeja de plata —Harry respondió y McGonagall le dio una mirada exasperada—, pero ¿eso que tiene que ver conmigo?

—También piden tu recontratación.

Harry se detuvo a medio paso y miró impresionado a la mujer.

—¿Pueden hacer eso?

—En realidad pueden hacerlo si ven que Dumbledore no está haciendo su trabajo como director —McGonagall comentó enojada consigo misma por afirmar que un colega no era el mejor.

—¿Y… Lord Slytherin y Lord Potter…?

—No estaban allí, o si no lo llamarían favoritismo.

Harry asintió y ambos se sentaron en la heladería de Florean Fortescue con una taza de chocolate caliente. Harry notó que McGonagall miraba a su alrededor como si estuviera temerosa de algo.

—¿Qué pasa?

—¿Estás seguro de que Lord Ryddle no aparecerá? —Harry la miró confundido—. Escuché que intimidó a algunas damas que intentaron tener una cita contigo.

Harry se rió entre dientes.

—Después de Molly Prewett no puedo culparlo, ¿no crees?

—¿Fue tan malo para él…?

—McGonagall —Harry la interrumpió.

—Minerva —McGonagall corrigió y Harry se sonrojó.

¡Su antigua profesora quería que le llame por su nombre!

—Minerva —él concedió—, la señorita Prewett me envió algunas… 'fotos privadas' y una carta… 'de amor'. Por lo que descubrí después, casi destruí la sala cuando perdí el control de mi magia. La verdad es, Tom no me deja abrir ninguna de mis cartas hasta que se asegure de que no volveré a reaccionar así —Harry notó la mirada impresionada de McGonagall y sonrió—. La Srta. Prewett es la viva imagen de una mujer que veo como una madre —Harry se encogió de hombros avergonzado.

McGonagall asintió y ambos bebieron sus chocolates calientes en un silencio pacífico. Eso hasta que alguien lo reconoció, por supuesto. Harry gimió y dejó algunas monedas en la mesa.

—Lo siento, amiga mía, pero tendré que irme rápido si todavía quiero tener ropa cuando llegue a casa.

McGonagall levantó una ceja más no discutió y Harry se fue, huyendo. La mujer no necesitaba saber que una vez había sido arrinconado por algunos fanáticos locos y terminó con nada más que un trapo para ocultar sus partes íntimas. Ron se había burlado de él por meses luego que Harry le pidió ayuda, pero había sido lo suficiente inteligente para no decírselo a nadie más. Después de lograr deshacerse de las mujeres locas, Harry se apareció en la Mansión Ryddle y vio a Voldemort con algunos Lores que Harry había conocido en la víspera de Año Nuevo, con el abuelo y Dumbledore en la sala de estar.

—Aiden —Voldemort soltó apenas Harry entró.

—Tom —respondió el aludido inseguro de cómo reaccionar.

—¿Viste los lugares que querías? —Voldemort preguntó como si no tuvieran invitados en la casa.

Harry negó con la cabeza.

—Puedo soportar muchas cosas. Un grupo de mujeres locas no es una de ellas —Voldemort levantó una ceja en cuestión—. Fui acorralado y rodeado por 'fans' —Cómo odiaba esa palabra. ¡En serio! ¡Él no era una celebridad! ¿Cómo lo manejó Lockhart?

Harry vio a Voldemort chasquear sus dedos para llamar su atención y se sonrojó.

—¿Sí?

—El profesor Dumbledore quiere hablar contigo.

Harry miró al mencionado, cuyo brillo no existía en sus ojos a pesar que la sonrisa seguía allí.

—¿Qué podría ser, director?

—Me gustaría disculparme por la forma tan mal en que te he tratado —dijo el director y Harry se preguntó cuántas de sus palabras eran ciertas—, y me gustaría invitarte a regresar a Hogwarts como profesor.

Harry tarareó.

—¿Hay una clase donde se les enseñe a los estudiantes sobre la cultura mágica y la etiqueta en el mundo Mágico? —preguntó el moreno en lugar de responder.

—Todos los alumnos saben sobre y cómo actuar en el mundo mágico —se burló un lord.

Harry miró a aquel que habló con una ceja levantada.

—Sé con seguridad que hay 300 alumnos que no saben nada sobre el mundo mágico en este preciso momento en Hogwarts —El hombre levantó una ceja, escéptico—, nacidos muggle como yo —El hombre estaba listo para interrumpir a juzgar por su mueca burlona, pero Harry no lo dejó—y es por eso que los nacido muggle regresan al mundo muggle después de terminar su educación en Hogwarts —Harry miró a Voldemort—; tú dices que tengo prejuicios contra los sangre pura —Harry señaló al lord que estaba listo para hablar mal de los nacido muggle—, me pregunto por qué es así. Al menos en el mundo muggle sé qué esperar y cómo actuar mientras que en este mundo soy un completo extraño —Harry exclamó mientras se volteaba hacia el lord—. Al menos en el mundo muggle me tratan como una persona en lugar de una criatura repugnante.

—Una clase de cultura mágica parece una buena idea para agregar al plan de estudios —su abuelo comentó.

—Parece una buena mejora para la escuela —comentó Dumbledore con ese típico brillo suyo en sus ojos. Harry sospechaba que acababa de ganarse un punto para el hombre—. ¿Pero quién enseñaría las clases?

—¿Por qué no Tom? Parece que, después de todo, tiene mucho tiempo libre en sus manos —Harry vio divertido cuando Dumbledore y Voldemort tuvieron la misma reacción: se tensaron, palidecieron y sus ojos crecieron brevemente, pero incapaces de reclamar si no querían que los demás sospechen. Charlus miró a Harry con una ceja arqueada, una sonrisa en la esquina de sus labios.

—Me parece una buena idea —comentó un Lord rubio, Harry sospechaba que era un Malfoy—Un Lord es más que capaz y es una opción perfecta para enseñarles cómo funciona el mundo mágico. Y, por supuesto, Lord Slytherin como dueño de Hogwarts es más que una elección perfecta para el trabajo.

Harry se tensó, sus ojos cada vez más grandes.

¿EL DUEÑO DE HOGWARTS? ¡MIERDA! ¿Qué demonios había hecho?

PC—

Voldemort tuvo que tomar toda su fuerza de voluntad para no reaccionar, Aiden no estaba tan controlado si su tensión y los ojos bien abiertos era algo a tener en cuenta.

¿Era el dueño de Hogwarts? ¿Cuándo había sucedido eso?

Voldemort vio a Lord Greengrass listo para abrir la boca para deshonrar a Aiden una vez más.

—Creo entonces que aceptaré. Solicité un trabajo en septiembre al profesor Dumbledore, de todos modos —Voldemort interrumpió.

Abraxas sonrió.

—Perfecto. Entonces ahora tenemos dos profesores—Abraxas afirmó—. Dos profesores competentes que no solo atacarán a sus estudiantes —su viejo colega agregó hacia Dumbledore por lo bajo.

Este forzó una sonrisa en su rostro.

—Haré que los elfos le preparen un aula, una oficina y su habitación.

Voldemort sonrió y asintió. Por mucho que Dumbledore lo intente, aún era su primer año como director y ya tenía una muy mala imagen por parte de los Lores, por lo que tenía dos opciones: aceptar y mantener el trabajo o rechazar y ser despedido.

Voldemort entonces miró hacia Charlus.

—¿Y cuál es exactamente mi trabajo como dueño de Hogwarts?

Voldemort vio divertido cuando Dumbledore palideció. No era de extrañar que no quisiera que supiera sobre su herencia.

—Es tu decisión lo que sucede en la escuela. Si crees que un profesor no está haciendo su trabajo, puedes despedirlo sin tener que recurrir al director. De hecho, a partir de ahora el director tendrá que acudir a ti primero… y si no lo hace y se descubre, será despedido y tendrá que responder ante el Wizengamot —Charlus explicó. Como el Lord que había reconocido a Voldemort, era su trabajo explicarle su trabajo como Lord.

PC—

Tan pronto todos se fueron, Voldemort fue hacia Harry con intención de hablar con él, pero dicho hombre huyó sin creer lo que acababa de hacer. Lo hizo porque pensó que quizás evitaría que el mago oscuro ataque el mundo mágico, pero ahora…

¡Necesitaba comenzar a pensar antes de actuar! Era la segunda vez que esto sucedía. Ya debió haber aprendido. Los ojos de Harry crecieron cuando se encontró ante la Madriguera, sin creer que su caótica mente lo haya llevado allí. Era la Madriguera, pero al mismo tiempo no; era menos desordenada, más normal y… vacía. Harry se dejó caer de rodillas, sintiendo cuánto extrañaba Ron, a Hermione y a los demás.

—¿Harry?

El moreno se sorprendió y se volteó.

Continuará...


Nota de traductor.

Holi, volví(?