Espero que os guste mucho chicos!

NOTA: He editado algunos errores que tenía el capítulo. Faltas de ortografía o nombres mal puestos.

Bardock se abría paso con todas sus fuerzas para intentar llegar hasta ese desgraciado de Freezer.

-Freezer cobarde! Sal y enfrentate a mi!

Finalmente se abrió paso hasta la nave. La compuerta se abrió y ahí estaba él, el emperador del universo, pero el temerario guerrero no retrocedió ni un paso."Yo no permitiré que acabes con nosotros… Yo… cambiaré el futuro!Lanzó una onda de energía hacia el tirano pero fue en vano, bastó con un solo dedo para neutralizarla

Se acabó, el intento de revolución de Bardock falló, era demasiado incluso para un Saiyan.

Freezer lanzo una esfera de energía que supondría el fin del Planeta Vegeta, los Saiyans y Bardock.

"Hijo, venganos, a toda tu familia, a nuestra raza. Confío en ti…" fue lo último que dijo el Saiyan antes de desaparecer.


Goku despertó, aún sin abrir aún los ojos podía sentir que no estaba en casa pero aún así sabía que él estaba allí. Finalmente los abrió y pudo ver a su abuelo, tras comprobar que el estaba allí pudo ver a un grupo de niños de una edad cercana a la suya.

"Abuelo Rob. ¿Dónde estamos? ¿Qué es este lugar?" dijo el pequeño Saiyan.

El abuelo sabía que el chico era de espíritu fuerte así que se lo dijo todo sin pelos en la lengua. "Verás hijo unos magos oscuros nos han atrapado y nos tienen encerrados, quieren usarnos como mano de obra para algún propósito que desconozco. No pienses en salir dando golpes y gritos de aquí, es muy peligroso y no estamos preparados. De momento haz caso a tu abuelo." A pesar de ser un poco duro de mollera, por el tono en que hablaba el abuelo, pudo entender que la situación era complicada y que mejor debía hacerle caso. Aún así el chico se aburría y decidió ir a hablar con los chicos que estaban con él en la celda, él no solía tener contacto con otros humanos y el estar con tantos chicos de su edad despertó mucha curiosidad en su interior. Quiso acercar-se a un chico de cabello azul con una marca en el ojo la cual llamó su atención pero se le anticiparon dos niñas. Una de cabello escarlata y la otra, más pequeña, con el cabello castaño. "Hola. ¿Cómo te llamas?" Dijo la pelirroja "Me llamo Goku y ese de ahí es mi abuelito, se llama Rob. ¿Cómo os llamáis vosotras?"

"Yo soy Erza y esta chica se llama Milianna. Me pidió venir a verte porqué dice que tienes cola de gato y a ella le encantan los gatos." La niña más pequeña se acercó y le preguntó muy convencida

"Goku. Eres un gato?" Goku se quedó parado unos segundos. Erza lo miró creyendo que a él también le hizo gracia la pregunta pero se quedó atónita cuando escucho la respuesta del chico

"Pues no lo sé la verdad, nunca me había parado a pensar en ello. Creo que le tendré que preguntar a mi abuelo." La pelirroja no podía creer que fuese tan inocente, aún así la respuesta del chico y la sinceridad con la que respondió la enterneció mucho, tanto, que empezó a reír y tanto el Saiyan como Milianna empezaron a reír también.

Todos esos chicos, juntos, pudieron aguantar la dureza de ese campo de concentración, siempre se esforzaban en animar-se y cuando la situación se volvía más dura siempre encontraban apoyo en la figura paternal que ejercía el abuelo Rob sobre los pequeños.

Pero todo tiene que acabar de algún modo y esa opresión al final terminó.

Un día Erza en un intento de rebelar-se contra los abusos de los guardias acabó siendo llevada a la sala de tortura. Al regresar sus amigos vieron como la habían dejado. Aparentemente estaba bien pero cuando la examinaron más a fondo vieron que le faltaba un ojo. Acto seguido Jellal entro en cólera, no aguantaba más, ya había tenido suficiente.

"Estoy harto de esta mierda! No aguanto más, me da igual si acabo muerto. Voy a luchar!". El abuelo Rob trató de calmarlo pero era imposible, Jellal ya se había lanzado hacía uno de los guardias y lo había matado. Acto seguido al ver que se lo llevaban el siguiente en saltar fue Goku que también acabó con la vida de un guardia.

"Abuelo no voy a dejar que sigan haciendo daño a mis amigos, voy a acabar con esto cueste lo que cueste!". El anciano entendió que ya no tenia sentido intentar detenerlos y decidió llevar-se a todos los niños consigo.

Al poco de salir, en un despiste del chico, a Goku se le abalanzaron más de 25 guardias y al final fue atrapado por los guardias los cuales tenían ordenes de ejecutarlo, aún así dijo

"Jellal, Erza, abuelo. ¡Acabad con esto!, no os preocupéis, no me matarán. Que no os maten a vosotros por favor!"

Jellal confiaba plenamente en su amigo, sabía que él no moriría tan fácilmente. A pesar de ser un poco tonto e inocente, en situaciones difíciles sabía perfectamente como actuar. Ambos se respetaban mucho mutuamente. Pero Erza no estaba tan tranquila.

"¡Estás loco! No pienses que te vamos a dejar así!" Dijo la pelirroja. Para ella Goku era como un hermano, a pesar de querer muchísimo a todos sus amigos ella tenía un cariño especial por el chico, un amor fraternal. Ella ya estaba a punto de salir corriendo tras los guardias cuando el abuelo la cogió del brazo.

"Hija, confía en él. Sabes muy bien lo fuerte que es, se las arreglará." Dijo el abuelo. Él realmente confiaba en el chico, como confiaba en cada uno de sus hijos.

"Vamos Erza. A pesar de ser un idiota sabe apañárselas. ¿Recuerdas cuando le robo la comida a un guardia y consiguió hacerles creer que había sido uno de sus compañeros? No es tan tonto como parece." Él también confiaba plenamente en su amigo, sabía lo fuerte que era. Ambos jóvenes se respetaban mucho. "¡Vamos a liberar a los demás! Acabemos con esta panda de desgraciados!" Dijo Jellal.

Decidieron ir liberando todas las celdas hasta que lograron formar un ejército suficientemente grande como para enfrentar a la seguridad de la torre. Jellal corrió la misma suerte que Goku ya que se separó del grupo para agilizar el proceso de liberación de las demás personas.

Finalmente armaron un gran grupo y la rebelión empezó. La guerra era realmente violenta, monstruos y soldados peleaban con los esclavos de manera sangrienta, la pequeña Erza se defendía bien de los ataques de los soldados, cada vez estaba mas animosa y sentía que podía conseguir la libertad, aunque estaba muy preocupada por sus amigos. Tenía mucho miedo de perder a cualquiera de ellos y estaba asustada de no saber que era de Jellal y Goku. De repente giró la vista y todo se congeló. Vio una luz que se acercaba a ella, no le dio tiempo ni a pensar que era eso cuando de repente una delgada silueta se interpuso entre ella y la luz. Pudo ver la marca de su abuelo en su espalda y como esta fue devorada por esa intensa luz. Todo se aclaró, pero él ya no estaba en pie, y todo por culpa de ese monstruo. Él había acabado con su abuelito. Erza se acercó al cadáver, no podía creer lo que había pasado.

"Abuelo por favor no te mueras, tienes que llevarnos a Fairy Tail, nos lo prometiste, por favor, no me dejes..." La pequeña suplicaba algo imposible. Él ya no estaba allí. No podía oírla.

Erza se quedó en silencio por unos segundos hasta que una luz roja estalló a su alrededor

"¡Abuelooooooo!"

Acompañado a ese grito de rabia e ira se levantaron una enorme cantidad de picos, espadas y hachas ante el estupor de los allí presentes. Estaba usando magia. Los objetos se arrojaron como con voluntad propia hacia sus enemigos acabando con muchísimos de ellos. Pero eso no sería suficiente, necesitaban algo más, aún quedaban mucha gente y la ira de la pelirroja no era suficiente para acabar con esa guerra.


Sacaron al joven Saiyan al exterior de la Torre del Cielo. Era de Noche. Lo encadenaron y se disponían a ejecutarlo. No habían demasiados guardias con él, unos 3 o 4. En una situación normal hubiese sido capaz de liberarse y acabar con ellos. Pero esas cadenas tenían algo que hacía que no pudiese moverse en absoluto, sus músculos no respondían.

"Estas cadenas irán consumiendo tu energía vital hasta que mueras. Esto es lo que te pasa por rebelarte. Podríamos haberte llevado hacía una auténtica libertad pero te negaste."

"Jajajaja! Al menos podré divertirme golpeando a este niño! Míralo tío. El chaval esta fuerte! Así será más divertido."

Por más que buscaba una manera no veía la forma de salir de esa situación. Se preparaba para lo peor.

"Maldita sea… Si muero aquí no podré volver a ver a mis amigos y a mi abuelito..." Pensaba en sus adentros. Él quería ir con todos a Fairy Tail, como dijo su abuelo. Quería tener aventuras, hacerse más fuerte. Si no ocurría algo, un milagro, todo eso no sería posible. Ni tan siquiera podría volver a ver a sus amigos.

Uno de los guardia lo tiró al suelo para empezar a golpearlo. Cometió el mayor error de su vida.

El chico quedó tumbado en el suelo con sus ojos mirando al cielo. Vio una noche preciosa la cual hacía tiempo que no podía ver. Sus ojos vieron algo que solo una vez antes había visto ya que su abuelo no le permitía verla. La luna llena.

Su corazón comenzó a latir cada vez más fuerte, su mente se estaba nublando y pronto perdería la conciencia, creyó que estaba muriendo. Llegó un punto en el que dejó de ser él, perdió totalmente el raciocinio.

"¡¿Qué coño le pasa a este niño?! ¡Cada vez es más grande! Da miedo!"

"Rápido acaba con él imbécil! Esto pinta mal! Es un monstruo!"

Demasiado tarde. Ninguna de sus magias hacía efecto y ni tan siquiera eran capaces de detener la transformación. Cuando quisieron darse cuenta la metamorfosi se había completado. El monstruo era la cosa más terrible que nunca habían podido ver, era un mono gigante que destruía todo con una facilidad pasmosa. Se quedaron congelados y sin que ni tan siquiera lo viesen venir fueron aplastados por el monstruo el cual se dirigía hacia la Torre.


Erza escuchó un terrible estruendo y un rugido potentísimo.

"Maldita sea! No se van a acabar nunca estos monstruos?" Dijo con lágrimas en los ojos y apretando los dientes de la rabia que sentía. Podía escuchar como los niveles superiores de la sala estaban siendo arrasados y ya se estaba preparando para la llegada del monstruo.

Los muros se derrumbaron y allí apareció. Era un mono gigante. Nada más aparecer pudo ver como empezó a aplastar a monstruos y soldados de manera totalmente indiscriminada, hecho que confundió mucho a la joven ya que no sabía si ese animal estaba de su parte o simplemente era una bestia salvaje.

Erza entendió que era absurdo intentar derrotar a ese monstruo así que cogió a todos los esclavos de la zona y decidió llevarlos a un lugar seguro en el que mantenían una distancia de seguridad con la bestia. Los guardias también intentaron huir pero una luz se activó en sus cascos y como autómatas se lanzaron hacía el animal que los aplastó de una manera humillante.

En pocos minutos acabó con toda la seguridad y se quedó allí parado. Erza lo observaba fijamente, no sabía que era esa cosa, pero recordó lo que el abuelo Rob le dijo un día.

"Si algún día vieses un monstruo gigante, cortale la cola."

Ella seguía sin entender el motivo de que le dijese eso, pero ella tenía una prisa enorme por ir a ver como estaban Jellal y Goku y ese mono le cortaba el paso.

A pesar de que aún le costaba dominar su magia logró concentrarse lo suficiente como para poder levantar una espada. Simon la miró y le preguntó.

"Qué haces? Vas a atacarlo?"

"El abuelo me dijo que hiciese esto, yo confío en él."

Dicho eso lanzó la espada en dirección a la cola del mono que estaba distraído rompiendo cosas. Logró cortarla y lo que pasó después hizo que entendiese las palabras del abuelo. El mono fue reduciendo su tamaño y cambiando su forma hasta que finalmente lo que quedó allí era al que ella consideraba como a un hermano. Goku era ese monstruo. La pelirroja se quedó en shock y se acercó de manera prácticamente automática hacía su amigo, no sabía si él estaba muerto o que le ocurría.

"Goku!"

Finalmente llego hasta él y lo abrazo tratando de ver si estaba vivo y para su tranquilidad, pudo comprobar que simplemente dormía. Se dibujo una enorme sonrisa en la cara de la niña y llamó a sus amigos que no entendían lo que ocurría.

"Está bien! Venid rápido!"

Todos se alegraron de oír esas palabras. Fueron rápidamente. Uno de los adultos se dio cuenta de que el chico estaba desnudo y le dio su camiseta, la cual era lo suficientemente pequeña como para no parecer un vestido y lo suficientemente grande como para solventar el problema de la pérdida de su ropa interior.

Todo acabó pero a Erza aún le quedaba algo por hacer. Se cargo a Goku a la espalda, probablemente por el miedo a volver a perderlo y dijo a todos.

"Chicos! Id tirando, yo iré a buscar a Jellal. Ahora soy lo suficientemente fuerte como para rescatarlo. Enseguida volveré con él. Id preparando una manera de salir de aquí!"

Todos la obedecieron y la dejaron marchar. Después de ver de lo que era capaz no temieron por ella así que fueron preparando todo.


Erza logró encontrar a Jellal y pudo ver como había logrado liberarse de los guardias lo que la alivió bastante. Pero notaba algo extraño en él.

"Hola Erza, veo que habéis ganado y Goku está bien"

"Sí! Vamos tengo muchas cosas que contarte y además nos están esperando"

"Tonterías. Erza no ves lo que yo veo? Por fin lo he entendido todo. Esta Torre nos llevará a la auténtica libertad."

"Jellal estás bien? Me asustas... ¡No digas tonterías! Vam..."

Sin mediar palabra y sin ni tan siquiera dejarle acabar de hablar apareció delante de ella rápidamente y la cogió del cuello apretándola con fuerza.

"Veo que no eres capaz de entenderlo. Además es imposible que logre convencerte a ti. Siempre fuiste muy testaruda. Te dejaré quedarte con esta falsa libertad. Podrás llevarte a Goku. Ese idiota tampoco sería capaz de entenderme, os parecéis mucho, demasiado."

Finalmente la soltó y la arrojo al suelo

Erza no era capaz de decir nada, estaba muy asustada.

"Ves ese bote de allí? Coge a Goku y lárgate de aquí. No se te ocurra ir a por los demás. Si interfieres no solo te destruiré sino que acabaré con ellos. Fuera. Disfruta de tu corta y falsa libertad."

"Jellal porfavor reflexiona! Vamos juntos a Fairy Ta..."

No pudo seguir hablando. Con un golpe en la nuca la dejó inconsciente y subió a los dos chicos al bote. Programo ese bote de una manera que los dejase cerca de Magnolia.


Pasadas unas horas despertó. Notaba una calidez que hacía que estuviese más tranquila a pesar de recordar lo que ocurrió.

"Dónde estoy?"

Al abrir los ojos vio a Goku que la llevaba a sus espaldas.

"Erza por fin despiertas! Te preguntarás donde están los demás jejejeje No te preocupes! Jellal me dijo que se quedarían allí mientras se recuperaban y después irían a explorar el mundo. Ahora vamos a Fairy Tail! Ah por cierto! Ya he recuperado el equilibrio a pesar de no tener la cola! Maldito soldado... La última vez que la perdí tardó mucho en crecer... Da igual! jejejeje " Dijo con una inocencia y una alegría que trataba de contagiar a su querida amiga.

Erza entendió que de alguna manera Jellal puso esos recuerdos en su mente y decidió no preguntarle sobre nada que tuviese que ver con él.

Ella estaba triste. No sabía como explicarle a su amigo que su abuelo había muerto. No podía reunir el valor suficiente para decírselo. Goku pudo notar que su querida amiga estaba triste y el sabía a qué se debía así que trató de animarla.

"Erza"

"Dime"

"No estés triste. El abuelo Rob está feliz en algún lugar viéndonos a todos. Él me dijo una vez que cuando una persona muere sigue estando con los que quiere así que no te preocupes más. Iremos a Fairy Tail como él nos dijo! Seguro que hay mucha gente fuerte y nos lo pasaremos bien!. Aunque ahora tengo bastante pipi. Espérame un momento. Ay, no me aguanto más!"

Erza se bajó de las espaldas de su amigo y vio como se acercó al agua para hacer sus necesidades. Se quedó callada pensando. Él pudo notar que ella estaba triste y no dudó en intentar animarla. La quería mucho y siempre que la veía triste trataba de animarla. Además de eso el niño creía tanto en su abuelo que a pesar de saber que había muerto seguía creyendo que él estaba allí con ellos.

De repente Erza fue sacada de sus pensamientos por Goku, que volvió gritando entusiasmado.

"Oh! A lo lejos huele muy bien! Seguro que es algo que podemos comer! Vamos Erza! Me muero del hambre!"

Al oír esas palabras Erza pudo recuperar el ánimo y la calma suficiente para sonreír a su amigo y decirle.

"Sí! Vamos!"

Bueno chicos hasta aquí el primer episodio espero que os haya gustado mucho cualquier cosa me ponéis una review y intentaré contestaros.

Este capítulo ha sido un poco corto ya que no me quería extender demasiado en el inicio. Que os gustaría más. Capitulos cortos de unas 2000-3000 palabras y subidos con más frecuencia o capítulos más largos pero subidos con menos frecuencia?

Agradeceré vuestras sugerencias y consejos!

Saludos y que os vaya bien!