Notas del autor: Quisiera aclarar, antes que nada, que ninguna de las historias o personajes puestos en escena son de mi propiedad, cada uno de ellos pertenece a sus respectivos creadores, solo lo que están a punto de leer es mío, y tampoco es la gran cosa que digamos.

Solamente será algo "diferente" a lo que suelen publicar en el fandom de DxD, algo que va por la escala del "terror" y el "suspenso", pero que tampoco es para tanto. Así como un pequeño tributo a una de las sagas de películas de terror más canónicas y resaltantes de la generación pasada, "Pesadilla en Elm Street", y su personaje estrella, que sin él, tantas nuevas versiones y remasterizaciones no servirían para nada, porque, seamos sinceros, solo vamos al cine a ver su película, con tal que el salga en ella.

Al maestro y amo de las pesadillas, "Freddy Krueger"


Cap1:"Deseo"

(Escuchar: "Rule Of Rose Soundtrack-Track 1") [No escuchar la misma si es de noche)

La obscuridad me tenía absorta, sumida, en lo más profunda de sus entrañas, herida, a mas no poder, sufriendo, sangrando, muriendo…sin que yo pudiese hacer algo respecto a ello. Los recuerdos que llegan son muy vagos de mí, no logro recordar nada de lo que paso, de lo que hice, o del sobre como desperté, asustada, temerosa, espantada, en aquella oscura habitación de frio metal y oxido remanente.

¿Pero qué es lo que yo hice para merecer tal castigo?, ¿tienen acaso estas heridas, estas quemaduras, este daño, cometido hacia mi persona, alguna razón o motivo por el que fueron ejecutadas?... ¿son acaso producto de mi rebelión contra algo que me pidieron, contra algo que me robaron, o contra algo a lo cual me opuse yo fervientemente, a tal punto, que me dejo en este deplorable estado similar a la muerte?

Todo era un misterio, mientras mi mente intentaba hallar la razón de mi realidad, mientras mi cuerpo desfallecía, inerte, esperando a que la Parca se le apareciese, y con su azada sagaz, reluciente, la pusiese socarronamente sobre mi desnudo cuello, y, burlándose de mi suerte y mi desafortunado destino, le pusiese un final definitivo a mi vida, luego de una intensa agonía, y en plena búsqueda del porqué de los sucesos actuales.

Podía sentir como todos los dolores y las penas del mundo entero se concentraban alrededor mío, y, mediante sus sollozos y sus alaridos, me transmitían y me provocaban una profunda e intensa tristeza, obligándome a romper en un llanto repentino, forzado, sin sentimiento, aunque sumamente necesario…algo en mi desconocida alma estaba sumamente dolida, y, sin saber muy bien el porqué, la acompañe en su largo y empinado camino de la melancolía, mediante mis humedecidas lágrimas, que se resbalaban por mis sucias y llenas de quemaduras mejillas, despellejadas, exponiendo mis músculos y mis carnes, y que me causaban un intenso ardor y fulgor mientras están trataban de recuperarse y regenerarse inútilmente.

No solamente mis mejillas, yo sentía aquella sensación de quemadura en todo mi cuerpo, en todo mi ser, un dolor que ya era también una parte de mí, así como una extensión de mi afligido ser.

Las fuerzas tan ansiadas, impulsoras divinas de la vida y todas sus manifestaciones, se apresuraban velozmente a escapar por los orificios abiertos de mi abdomen, por los de mi boca, y por los de mi nariz, entre mezclados con un extraño sabor metálico carmesí, liquido, pero a la vez reseco, que no solamente se limita a mi paladar, si no que se derivaba a todo mi sentir espiritual.

No podía negármelo nunca jamás…estaba muriendo.

¿Acaso todo esto, todo aquello, tan misterioso, este último despertar, tan repentino, tan abrupto, me ha llamado nuevamente a la vida solo para recordarme mi desdichada situación, y de que mi existencia terrenal como ser viviente y pensante está a punto de llegar a su fin?!...así, sin nada más?, sin alguna respuesta, alguna razón o algún motivo?

¿Por qué…por qué me está ocurriendo todo esto a mí, a mí, y a nadie más que a mí?

¿Por qué…por que la muerte ha tenido la malintencionada intención de acabar con mi vida, de una manera tan peculiar y estrafalaria?

¿Es esto…realmente, mi fin?...

No, ni siquiera tenga idea de quién soy, de mi legado dejado al mundo, de las acciones que hice, de lo que realice, de a quienes conocí, o de siquiera como fui en mi estancia y compartir con ellos y la sociedad. ¿Alguien llegara a extrañarme en mi ausencia a partir de ahora? ¿Acaso alguien se desplomara sobre mi tumba, demacrado, histérico, doliente y desgraciado, y soltara su mísero llanto, en pos de desearme el don del pésame, y reivindicarme en sus memorias todos mis fallos y errores cometidos hacia su persona y hacia los demás?... ¿acaso alguien, me amaría, y me extrañaría, luego de haber dejado este mundo?

¿Acaso mi familia también sufriría, de manera similar a la cual lo estoy haciendo yo ahora?

Las dudas se acumulan, como gotas de agua hacia el mar, la desesperación me aterroriza, me inquieta, y me inyecta en un intento inútil una descarga de adrenalina por mantenerme despierto, porque es muy claramente, que si me rindo ante el cansancio y fatiga finales, mi sentencia se habría de dictar inmediatamente. Busco la seguridad, sumida en mi calvario y desenlace inesperado. Y me rindo, triste y cansadamente, ante la verdad puesta ante mis flagelados ojos.

Es inútil, todo intento será en vano. Estoy cansada, y mi cuerpo ya no responderá más a mis demandas. Mi destino ha sido ya decidido por el santo designio de mi Creador, quien me está llamando en estos momentos, lejano, distante, en lo más alto de los cielos y los jardines repletos de ángeles y querubines. Mi Creador quiere que yo me reúna con él, porque ya me ha llegado la hora, la hora de partir, el Mas Allá me espera en el siguiente rumbo de mi camino, y yo me estoy disponiendo, decididamente, a recorrerlo.

La sagrada melodía llega hacia mis oídos, en una dulce sinfonía, armoniosa, hermosa, bellísima y deslumbrante, mas allá de todos los parámetros terrenales, esto, definitivamente, es algo que no está hecho para los mortales. La escucho atentamente, sin perderme ninguna pieza de su duración, mi cuerpo y mi mente reaccionan positivamente hacia ella, mientras siento como lentamente me voy elevando, levantando, hacia el paraíso de mi Creador.

Y ya, con la melodía que ustedes ya conocen, el resonar de la tierra, la canción del alma, aquella entonación, que me dictamina que debo seguir hacia adelante. Así como el apoyarme sobre mis mugrientas palmas, y seguirla incansablemente, hacia donde esta ella, empezando a moverme del lugar en el cual estaba yo anteriormente.

Me arrastro a tientas, en un esfuerzo inhumano que yo no dirijo, que yo no he elegido seguir, sino más bien en mero reflejo y respuesta por el pedir y el ordenar, sensato de obviedad, de mi Creador supremo, el que me ordena, el que me guía hacia su luz y calor fraterno. Donde esta penuria presente se ira, y la paz, finalmente…me llegara.

La obscuridad de la habitación se vio disuelta inmediatamente, cortada en 2 halos tajantes de luz rojizos provenientes de la habitación frente a mí, cuya puerta delgada, de marco gris y engranajes corroídos y rotos por el pasar del tiempo, se abrió en una ligera brisa, dándome paso siguiente al llamar de la canción del alma, tan cerca, tan cerca, ya la escucho silbar en mis oídos.

El que espera detrás de la pared.

El que espera para acabar con todo.

Todo lo que sabes, todo lo que eres. Él lo destrozará y lo dejará distante. Él será el que llamará a la bestia para devorar tu alma

Él tomará al mundo entero, y lo volverá incompleto.

Él viene.

Mis manos me llevan hasta el centro de la segunda habitación, donde el calor aumento, descomunalmente, instintivamente, la bestialidad de aquella sensación fue totalmente abrumadora para mí. Mas, sin embargo, prontamente me acostumbre a ella, me pareció gratificante, despampanante, como si aquello, que a la mayoría de seres les resulta dañino y peligroso para sus frágiles y patéticos cuerpos, me diera más fuerza de la que tenía, y me resultara vitalicia, a más no poder.

Las ollas de presión de las calderas, humeantes, expulsoras de un vapor infernal mediantes tubos retorcidos oscurizos, sumado a los enormes pilares que sostenían el techo del cuarto de forma sexagonal, me daban una sensación de vacío inminente, de inquietud instantánea, las energías en mi ser se multiplicaron por creces, al ver un espacio tan grande, pero que, a mi parecer, se hacía pequeño, cada vez más pequeño.

La miseria de mi alma se vio disipada, al momento en el cual yo siguiera el camino hacia la canción del alma…viéndose reemplazada por un deseo de poder alcanzarla, sin importarme o vacilarme por lo que necesitase dar por llegar a ella. Mi deseo se transformó en frustración, al tardar tanto mi acercamiento y mi proximidad hacia la canción del alma.

Inesperadamente, me levante sobre mis 2 pies, y seguí caminando hacia adelante, sin poseer ya ahora cansancio, ni fatiga, ni anhelos de ceder.

Necesitaba…necesitaba llegar hasta donde estaba…la canción del alma.

El que espera detrás de la pared.

Espera por la llamada que lo deje libre.

Él destruirá todo.

Y el enterrará los restos.

El viene.

La rabia de mi cansancio empezaba a hartarme, inútil y soberbia, cruel y despiadada, ciega e iracunda, tal y como ha de ser la identidad de mi atacante, quien…quien se hubiera atrevido?... ¡¿QUIÉN SE HUBIERA ATREVIDO A HACERME TODO ESTO?! ¡¿QUIÉN ES EL DESGRACIADO CULPABLE DE MI DOLOR, DE MI SUFRIMIENTO Y MI PADECER ACTUALES?!...¿quién, quien ha sido…el responsable de todo esto que está ocurriendo, en estos precisos momentos?

¿Dónde estaba el arrepentimiento, a la hora de cometer tan nefasto accionar, hacia mi persona?

¿Dónde estaba la facultad del perdón, en el momento en el cual su corazón se nublo, y se opacó, bajo la sombra, el control y la tutela del terror?

¿Dónde estaba la conciencia, que le hubiera hecho retractarse de lo que hubiera hecho?

¿Dónde estaba la compasión…hacia el daño que le provocaba al indefenso ser, vulnerable, moribundo y agonizante, que se hallaba presa entre sus garras filudas pecadoras?

¿Dónde estaba su "humanidad"…a la hora en el cual todo hubiera terminado, y el juicio sobre su cabeza fuese dado, en condena por su inequívoco respetar por la "vida" de los demás?

A través de este mundo destrozado. A través de mis ojos ennegrecidos.

A través de la Fe retorcida.

A través de la reconstrucción de este mundo. YO cantare la canción que le pondrá fin al calvario universal del mundo pagano terrenal.

Porque es mí deber, y es mi haber…mi destino inevitable, esto es.

Quizás, todas estas cosas tan esenciales en un ser con "humanidad", no estaban presentes en el…porque el mismo, seguramente, ya no era alguien "humano" con seguridad.

¿Y si no era alguien con "humanidad", en este mundo tan enloquecido y caótico como es el nuestro, que más hubiera podido ser, que justificara sus acciones pasadas, presentes y futuras?!

Que más hubiera podido ser?...que más?, QUE MAS?!

Él es el que no tienen ojos

Él es el que no tiene forma

Él será el que mienta.

Él será el que viole

El será el que destruya los sueños de los desamparados

El será el que esparcirá el miedo de las pesadillas, en el reino de Morpheo

El será el que enloquecerá al mundo entero

El viene

Bestia…

Bestia…

Eso es lo que debió ser…

Eso es lo que él fue, lo que él hizo, y lo que el ejecuto.

Bestia…

Bestia…

Fue el llamado de la bestia, el que me destrozo mi vida, y el que me la arrebato indiscrimidamente, sin algún motivo, razón, o porque del mismo.

Fue el despertar de la bestia la que me obligo a concluir con mi eterno descanso, placido, frio e indiferente, para poder erguirme una nueva vez más sobre mis carnes, en un deseo mundano suyo, ególatra y despreciable, pero que, a su vez, podrá concederme la capacidad de redimirme.

La bestia quiere volver a cazarme, porque sabe que aún no he muerto todavía.

La bestia quiere volver a atacarme, para volver a medir sus fuerzas conmigo mismo ahora.

La bestia quiere volver a asesinarme, confiada, de que volverá a salir victoriosa, triunfadora, de un nuevo encuentro con mi persona.

La bestia quiere volver a matarme…de eso no hay duda.

Y yo quiero el poder vengarme, por lo que la misma me hizo pasadamente.

Bestia…

Bestia…

Es la bestia la que me llama, es la bestia la que me invoca.

Bestia…

Bestia…

No mi Creador, mi Creador me ha abandonado, si no el llamado de la bestia, la bestia que ruge, la bestia que me exige, mi presencia ante ella.

Y yo, mas decidida y cuerda que nunca, iré prestantemente, a complacerla.

Me vengare, me vengare de ella.


"La ira y la sed de violencia del desdichado ser lo envolvieron completamente, en una infinidad de rencor y deseos malignos que el mismo ya no podía controlar por sí mismo, fueron estos los que lo rodearon, los que lo consumieron, y los que lo poseyeron. El herido ser se irguió nuevamente en el mundo de las pesadillas, en busca de su atacante, en busca de su asesino…y en busca de la retribución final de todos los tiempos.

El destino lo doto de prendas, dignas y divinas para la labor que le tocaba desempeñar a partir de ahora.

Su espalda y su pecho se vieron reforzados, por una pechera de cuero carmesí intenso, similar a la sangre de un cordero tierno, sacrificado sobre una roca en el altiplano de la concepción de Dios, así como de un manto abrigador, acogedor y consolador, de un color negro noche, que le recordaban tiernamente a los días en los cuales pasaba sus noches en vela, tímido, a que la luz del mañana llegase. Jamás lo haría, al menos no para ella.

Sus piernas y pies fueron envueltos por unos pantalones cafés, de rodilleras y pantorrilleras plateadas, y unos zapatos gruesos y desafiantes, militantes, dispuestos a soportar cualquier daño, y cualquier distancia recorrida con ellos.

Las prendas de un asesino, de un cazador, que se alistaba para matar a la bestia que le había herido, que la había asesinado, que le había ultrajado, hurtado, y destruido.

La retribución final se acercaba para el desdichado ser, y él les haría pagar a ellos, a todos ellos, a los responsables de liberar a la bestia, y que no impidieron que la misma la devorara mientras esta aún vivía.

Tenía que ser así, porque así el destino lo dictamino. Tenía que ser así, porque sus instintos también se lo suplicaban. Y tenía que ser así, para que la justicia se viese reestablecida finalmente, de una vez por todas, sobre su penosa y profana existencia.

Por vez primera, el desdichado y vengativo ser sonrió, ante la respuesta a todas sus interrogantes, así como su oportunidad de poder expiarse, de sus cadenas, así como de sus condenas."


Y será así. Serenata del Fin.

Con el ritmo que todos ustedes conocen.

El latido del corazón de la Tierra.

La canción del Alma.

Mantelo cerca de tu corazón.

Al ritmo de su canción.

Cada quien es su tambor.

Cada quién es su canción.

Cada quien será presa de su terror.

El viene…El viene

Con aquel guantelete de 4 cuchillas afiladas, sangrientas, hediondas, capaces de cortar cualquier cosa y cualquier persona. Con aquella arma, yo cobrare la vida de la bestia y sus allegados.

Con aquella cosa que apareció por obra y gracia divina, tal vez incluso maldita, en la palma izquierda de mi mano, pero que me concederá lo que yo más anhelo y deseo, al menos, en estos instantes tan precisos, tan vacíos, pero, a la vez, tan determinantes para mí.

Porque los hare pagar a todo y a todos por ello.

Atormentándolos, y cegándoles la mísera vida, en aquel oscuro y desconocido lugar, del cual ellos jamás podrían escapar.

El lugar donde se manifiestan sus más intensas pesadillas, su miedos encarnados, canalizados, en su subconsciente silente, listos para que yo los desgarre sin piedad, y mueran lentamente, en represalia por su ingratitud y su indolencia sobre mi cadáver, mi cadáver…mi putrefacto, demacrado, y mi muerto cadáver.

El lugar al que ustedes acuden cada noche, cada día, cada vez que cierran sus ojos, en búsqueda de un momento de descanso y relajación momentánea.

El lugar del cual no pueden evitar, porque es innatural en ustedes, pero que llevan y cargan con él, durante cada instante de su vida, hasta que les llega el momento de decir "Buenas Noches".

Ese, aquel, tan hermoso y tortuoso lugar, son eso…

¡EL VIENE!

Sus sueños…

FIN DEL CAPITULO 1


Y, allí esta, el día de hoy les vengo con este nuevo proyecto en mente, no soy un miembro reciente aquí en FF, ya llevo unos 2 años aproximadamente, pero recién estoy empezando a escribir historias que no dan tanto asco y pena (tanto ajena, como personal), y que de verdad valen la pena por ser leídas (al menos lo considero así yo, no lo sé, ustedes que piensas sobre lo de allá arriba?).

La trama de esta historia será diferente a las conocidas películas de terror norteamericanas (donde el malo atormenta a chiquillos de secundaria, y estos tienen sexo como conejos sin condón y esa mierda:p), no solo porque no me gusta, sino porque ya está más usada y gastada que la foto de Megan Fox con la cual más de uno tiene escondida en su cuarto a la hora de "maltratar a la nutria" XD. Aquí nos embarcaremos en un viaje de nuestro querido "Ser X" por obtener respuestas a su condición y a lo que pasa a su alrededor, así como el deseo de venganza por el daño hecho hacia él.

Adelanto que este viaje se manifestara a modo de pesadillas de las victimas del "Ser X", en las cuales el explorara sus más profundos temores (técnicamente lo que Freddy hace en todas sus películas, ósea, lo más interesante), y, al final, descubrirá una gran verdad, que sacudirá sus cimientos, así como a ustedes, público lector. Su identidad (la cual no fue revelada) es la de uno de los personajes principales de DxD, uno muy querido, y conocido por cualquiera que ella visto incluso el primer capítulo de la serie.

El apoyo que ustedes mi brindan es muy valioso, puesto que eso me anima y me incentiva a continuar, y continuar con mis proyectos y sacar otros nuevos, quizás ustedes no lo sepan, pero con un solo favorite, follow o review, significa mucho para un autor novato como lo soy yo.

Y, bueno, eso, ojala que hayan disfrutado leer mi historia, y si no les gusto, pues bien, simplemente no lo lean y no se quejen (acá no queremos Haters e.e).

Zalgo viajero fuera.

Sayonara.