AVISO: Lenguaje obsceno, contenido sexual explícito.

AVISO2: Respuestas a comentarios y aclaraciones al final del capítulo.

CONTROL TOTAL

Capítulo 6: Un baño desquiciadamente apasionado

Issei, luego de la tremenda cogida que tuvo con Ddraig, el dragón de la dominación que terminó convertido en su nueva novia dragona, se quedó con ganas de tener más sexo con ella… lamentablemente la muchachita ya no podía seguir, así que optó por dejarla descansar al mismo tiempo que él se avocaba a masturbarse para poder calmar sus ansias, y en el transcurso de su trabajo no tuvo una mejor y más brillante idea que terminar eyaculando una gran e intensa descarga de semen sobre el cuerpo de la pelirroja, empapándola completamente con aquellos fluidos.

—Ahora ya eres completamente mía, Ddraig, te he marcado con mi apestoso semen, así que a partir de este momento pasas a ser de mi entera propiedad, ningún otro hombre podrá tocarte a excepción de mí, bah, igual nadie podría tocarte si yo no lo quiero —expresó el muchacho con una sonrisa burlona, para después cargar a una Ddraig toda sucia entre sus brazos, observarla fijamente y finalmente depositar un apasionado beso en los labios de la bella durmiente —Has vivido dentro de mí durante mucho tiempo, ahora es momento de que seas mi mujer, Ddraig —.

Luego de eso, el muchacho de corta cabellera castaña lleva el cuerpo inconsciente de la pelirroja hacia la casa, entra y sube las escaleras, dirigiéndose directamente a su flamante y lujosa habitación, a la cual accede. El joven descubre allí a las otras seis chicas, descansando aun en esa cama matrimonial de varias plazas.

—Que hermosas y tiernas se ven cuando duermen, algo tan distinto a lo que ocurre cuando están despiertas —expresa el joven, con una sonrisa tranquila mientras depositaba a Ddraig en la cama, un poco alejada de las demás —Aunque, a decir verdad, me encanta cuando me piden sexo todas alocadas, clamando para que mi pene las perfore como una excavadora —comenta luego, exhibiendo su sonrisa transformada en una muy libidinosa —Bien, entonces seguiré haciendo que sean mis calientes esposas y seguiré cumpliendo sus deseos sexuales—dice luego.

Issei se queda unos momentos allí parado, contemplando esa tranquila pero erótica escena, el cual sus siete esposas dormitaban en esa cama todas desnudas, luciendo al completo sus cuerpos, sus curvas, sus pechos y vaginas, las cuales parecían tan inmaculadas después de toda la profanación que les produjo el castaño. A él le gustaban las chicas jóvenes, como Asia o Avy, tener a su merced los cuerpos inmaculados de ese tipo de mujeres le ponía loco, pero también le fascinaban las mujeres maduras.

—Quiero tener tanto chicas jóvenes como maduras en mi harem, por supuesto que todas se vean terriblemente sexys, por eso creo que les agregaré un par de años más a mis dos madres, es mejor que haya variedad, así me divierto más —expresó y planeó Issei, frotándose las manos, ansioso. Él contemplaba como los cuerpos de Yume y Masaki, los cuales antes parecían más jóvenes, cambiaban ligeramente al agregarles un par de años más: sus tetas crecieron un poco y sus cuerpos se ensancharon. Ver esa pequeña secuencia logró que el pene del castaño se erigiera gloriosamente de nuevo —¡Rayos! Bueno, será mejor que te calmes, gran yo, todavía no es momento de que tengas acción —dijo luego, dirigiéndose a su amigote, el cual fue bajando su estatura progresivamente —Bien, es hora de que todas se levanten. ¡Arriba, vamos! ¡Es hora de despertar! —exclama luego, aplaudiendo de una manera no tan fuerte con sus palmas y diciendo esas palabras en un tono alto, logrando que las chicas fueran despertándose de a poco.

—Uuuuuoooohhh… —todas se desperezan, levantando y estirando sus brazos, haciendo que las presentes se levantaran y se mostraran en todo su esplendor frente a los ojos del castaño —¡B-Buenos días, Isse! —saludan al unísono las seis esposas de Issei, exclamándolo y con sus rostros aun adormilados pero con ojos enamorados.

—¡Buenos días, mis dulces melocotones! —saludó el joven, extendiendo sus brazos y mostrando una gran sonrisa —¿Cómo han amanecido las flores más bellas de todo el mundo? —pregunta luego, causando que los corazones de sus amadas latieran con rapidez, ellas se mostraran muy sonrojadas y se abalanzaran contra él, atrapándolo entre sus brazos y comenzando a besarlo desesperadamente por doquier.

—¡O-Oh cariño, m-mi amor, eres tan lindo! ¡M-Me siento tan contenta por tus palabras! —exclama Yume, con corazones en sus ojos, sonrojada a más no poder mientras se acercaba desnuda al cuerpo de su hijo, ansiosa por sentir su calor corporal.

—¡E-Eres tan lindo, mi amor! ¡E-Estoy… a-aaaaahh… tan nerviosa y excitada por tus hermosas palabras! ¡M-Mis pezones se… se p-pusieron duroooos! —gritó Masaki, con su lengua afuera y totalmente ruborizada, deseosa de que su hijo le haga experimentar nuevamente los placeres de una mujer.

—¡I-Isse, m-mi amor, e-este dulce melocotón pide que te lo comas, p-por favor! —grita Rias, desesperada y con sus mejillas enrojecidas, con lágrimas de ansiedad en sus ojos, frotando su cuerpo desnudo y sudoroso contra el de Issei.

—¡I-Isse! ¡I-Isseeee! ¡P-Por favor, unámonos de nuevo, por favor! ¡N-No puedo soportarlo, si-siento q-qu… que mi vagina arde muchísimo! —grita Raynare, ruborizada y fuera de sí, también urgida porque el castaño la abrace con fuerza y al penetre hasta el fondo, para así calmar sus necesidades.

—¡I-Isse-san.. p-por favor, y-yo… yo también… me siento sofocada! ¡S-Sólo tú… puedes aplacar este calor, Isse-san! —exclama ahora Asia, tratando de tomar un brazo del muchacho, anhelando sentir un roce con él, mientras ella se sobaba sus pequeñas tetas.

—¡I-I-Is-sseee… p-por favor… n-no te o-olvid-des de mí! ¡T-También… q-quiero que… que me toques! —exclama Avy, tomando de ambos lados del rostro al castaño, para después dirigir una de sus manos a su vagina, empezando a tocarse.

—Ya ya, mis amores, tranquilícense —expresa el muchacho, sintiéndose como todo un dios, acariciando con suavidad el rostro inmaculado de cada una de sus mujeres —Ya llegará el preciado momento que cada una quiere para que tenga sexo conmigo, pero por ahora vayamos a los baños, allí todas lavarán sus cuerpos para que así podamos disfrutar más, ¿les parece? —pregunta luego, con esa mirada tan sugerente que tenía.

—¡S-Sí, mi amooor! —respondan todas al unísono, ansiosas y con los dichosos corazoncitos en sus ojos.

—Bien, ¡Vamos entonces! Les guiaré para que no se pierdan —dice luego Issei, como todo un caballero con una poronga de quince centímetros al aire. Él se levanta y es seguido por todas sus chicas, las cuales lo abrazan por todas partes: Masaki y Yume se pegaron a él por sus brazos, Avy y Asia se apoyaron en su pecho, y Rias y Raynare no tuvieron mejor idea que tomar el poderoso miembro viril del joven, el cual estaba erecto y tenía treinta centímetros de longitud fácil.

—Jejeje que buena idea fue esa —comenta el castaño de manera pícara mientras observaba como iban caminando la pelirroja y la azabache, tomando el pene del muchacho para estar junto a él en esa caminata.

Al llegar a los mencionados baños, todas observaron, con bocas abiertas, la gran dimensión del lugar y, además, lo lujoso que era: habían varias duchas al final del enorme salón que era el propio baño, en una habitación diferente pero contigua al igual que para los retretes para chicas; habían pequeños asientos de mármol donde cada quien se podía bañar independientemente; una amplia piscina de un lado y un amplio jacuzzi en el otro, y por último varios lavamanos cerca de la entrada.

—¡O-Oh cielos! ¡Mi amor, esto es enorme, y tan lujoso! —exclama Yume, pegándose más al cuerpo de su amado hijo y esposo, sobándose contra él con ganas.

—¡T-Todo es t-tan hermosooo! ¡M-Mi amooor, tómame y cógeme bien duro en el jacuzzi, p-por favooor! —exclama Masaki, con más desesperación ruborizada y babeando por presentir su inminente cogida.

—¡N-Nosotras también queremos tener sexo en el jacuzzi, Isseeee! —reclamaron las otras cinco mujeres al unísono, abalanzándose sobre el aludido, aprisionándolo entre todas sus tetas.

—Bueno bueno, está bien, vamos para el jacuzzi, allí tendremos mucha diversión mientras se dan un baño —expresa el muchacho con una sonrisa triunfante mientras señalaba su objetivo, a la par que todas sus chicas asentían deseosamente y lo seguían. Cada una fue entrando a la susodicha bañera una vez llegaron, por supuesto también entro Issei como todo un campeón, de todas maneras había mucho espacio.

—¡U-Uuuuhhh! ¡E-Esto… esto es relajante… y e-excit-tante! —exclama Yume, ruborizada y tocándose su cuerpo lentamente, sintiendo el movimiento del agua causar sensaciones tranquilizantes en cada rincón suyo, aunque también elevando su líbido.

—¡S-Sí! ¡A-Aaahhh, e-esto… esto me está poniendo cachonda! —dice Masaki, también palpando a flor de piel esa sensación como si le estuvieran dando un delicioso masaje que no solo la relajaba sino que también la calentaba de sobremanera, sin poder evitar empezar a sobarse sus pechos y su vagina.

—E-Es extraño… me siento relajada… pero a la vez muy excitada —comenta Asia, ruborizada y apenada, rozando pausadamente cada centímetro de su cuerpo con ambas manos, luego tocándose sus pechos y masturbándose, dándose placer al igual que las restantes tres chicas Avy, Raynare y Rias, todas experimentaban lo mismo.

—¡Y-Ya no puedo aguantarlo más! —grita Masaki, saltando y abrazando con fuerza a su joven esposo —¡Haaaaa… Haa-aaa… I-Isseee… cógeme bien duroooo, va-vamos… p-por favor, cógeme y destrózame toda de nuevo, ha-hazme sentir otra vez el placer de ser mujeeeer! —.

Masaki nuevamente estaba loca como una cabra, lo único que ocupaba sus pensamientos eran el grandísimo pene de Issei penetrándola hasta llegar a su útero, copándola por completo.

Por su parte, al verla, el corazón de Issei no pudo evitar acelerarse, impulsando así a sus fuertes brazos que la rodearan por completo por su cintura, acercándola a él de manera posesiva, para luego mirarla directamente a los ojos.

—¡U-Uuuuuhhh! ¡E-Esta bien, Masaki! ¡Voy a cogerte hasta el hartazgo nuevamente, hasta que tu sucia y amorosa vagina incestuosa esté completamente llena de mi semen! —grita Issei, extasiado y pegando aun más el cuerpo de su madre al suyo, acariciándola y acercando el rostro de aquella bella fémina al suyo, estampándole un rudo beso en aquellos finos labios, tomando posesión de su cuerpo y su alma. Las lenguas de ambos bailaron en el interior de sus bocas, por supuesto, la de Issei enroscándose con más fuerza y destreza entre la de Masaki.

—¡GMGGMGGBBBBGMMBBBMMM! —Masaki intentaba gemir como toda una perra extasiada, pero su dichoso gemido era ahogado por ese desquiciado y apasionante beso que le propinaba su propio hijo, el cual provocaba intensas descargas eléctricas en su boca, que llegaban hasta su cerebro, y también con sus cálidos brazos que la rodeaban y la toqueteaban por aquí y allá, en su espalda, sus hombros y sus nalgas.

Por su parte, el castaño sólo se avocaba a la tarea de hacer sentir bien a su segunda madre, acariciando cada centímetro de su erótico cuerpo, variando entre la brusquedad y la delicadeza en sus roces. Exploraba su atrayente espalda, sus hombros también, masajeaba y estrujaba sus glúteos, y como no, aprovechaba para introducirle dos dedos en su ano, masturbando aquel agujero prohibido.

Masaki había perdido ya la cabeza, y sólo se dejaba guiar por sus bajos instintos, pegándose completamente al cuerpo de su amado hijo y esposo para que él siguiera dándole aquel orgasmo mental tan delicioso, con aquellos actos onanistas que lograron hacer que ella termine corriéndose con fuerza.

—¡GGG-GGGGGJJUUUUU! —alcanza a gritar la mujer, con su boca entreabierta, teniendo todavía su lengua atrapada por la de Issei, mirando hacia el cielo y arqueando su columna, sintiendo un fuerte orgasmo y dejando que su coño chorree como una fuente, mezclando sus jugos vaginales con el agua del jacuzzi, pero siendo sinceros, eso a nadie le importó.

—I-Isseeeeee… —susurra Yume de manera muy provocativa, sonrojada y mirando muy lascivamente a su hijo, quien todavía tenía abrazada a una temblorosa Masaki —Ahora que Masaki está fuera de combate… ¿puedo ser la siguiente en montarte? —pregunta luego, relamiéndose.

—Claro que serás la siguiente en tener sexo conmigo, mi hermosa madre… pero mami Masaki aún no está agotada del todo, todavía le quedan fuerzas, así que voy a abrir su vagina hasta el infinito y más allá, su cuerpo y éste maldito jacuzzi me están poniendo más cachondo de lo normal —responde el muchacho mientras acariciaba la espalda de la mujer rubia muy suavemente, logrando que ella gimiera levemente de goce —En cuanto a ustedes… creo que también quieren tener sexo conmigo, ¿no es así? —pregunta luego, mirando a las demás chicas que esperaban ansiosas su turno con el castaño.

—¡S-Sí, c-cariño! —responden todas al unísono, notándose desesperadas y con sus rostros enrojecidos del nerviosismo y la impaciencia.

—Bueno, van a tener que esperar porque tengo para rato, mientras tanto… ¿por qué no se demuestran el repentino y fuerte amor que sienten las unas a las otras? —pregunta luego, exhibiendo una cara de intensa picardía.

Inmediatamente después de decir eso, Asia, Rias, Avy y Raynare sintieron como sus corazones empezaron a latir con rapidez, como si fuera a saltar en cualquier momento de sus pechos, también comenzaron a jadear ruidosamente y entonces cada una voltea a un lado hacia donde tenía a su compañera más cercana.

—R-Riiiaaaas… —.

—R-Raynareee… —.

La pelirroja y la azabache se miraron entre sí, sonrojadas y muy nerviosas, para luego abrazarse repentinamente y unir sus labios en un desesperado y fogoso beso. Desnudas y abrazándose con firmeza, acariciándose sus exóticos cuerpos, frotaban entre sí sus grandes pechos y permitiendo así que sus pezones erectos se tocaran y se dieran placer mutuamente.

—¡Mmmmnnaaaaa! —ambas soltaron su unión de labios abruptamente para poder tomar algo de aire.

—¡O-Oh p-por todos los infiernos, ja-jamás pensé que podría enamorarme tan locamente de un ángel caído! —exclama Rias con toda sinceridad aunque con algo de vergüenza también.

—¡Y-Yo tampoco pensé que me podía enamorar así de un demonio! A-Ahora… ahora creo que ya no odio a los demonios —expresó a su vez Raynare.

Después de decirse aquellas palabras, otra vez las dos chicas se trenzaron en un apasionado beso, abrazándose con fuerza y frotando no sólo sus pezones sino también sus coños la una a la otra.

Por otra parte estaban las inocentes Asia y Avy, quienes ya también se estaban besando con un poco, o mejor dicho, demasiado cariño.

—¡Mmmmaaaaaa…! —ambas sueltan ese suspiro de alivio para poder tomar algo de aire tras aquella intensa unión de labios. Las dos se miran entre sí, ruborizadas, con corazones en sus ojos.

—¡A-Asia, e-eres tan linda, me fascina tu aura de tranquilidad, te hace ver tan inocente y aumenta tu hermosura! —exclama la chica ave, ruborizada y perdida en los claros ojos de la rubia.

—¡A-Avy, tú también me pareces hermosísima! Y-Y… me encantan las pequeñas alas que tienes en la cabeza, te hacen ver tan tierna… O-Oh Avy… Avy, eres muy linda —expresó a su vez la rubia, también con sus mejillas muy coloreadas de rojo, abrazando con más firmeza a la chica ave y estampando otro beso en sus suaves labios. La chica ave, ni lerda ni perezosa, corresponde como puede a aquel beso, pero era más que obvio que, tanto ella como Asia, eran todas unas novatas besando, y se notaba claramente en aquel torpe, aunque ciertamente muy romántico beso.

Todo aquello era observado por los triunfantes ojos el todopoderoso muchacho de cabellera corta castaña, quien exhibía una sonrisa enorme, a su vez que sostenía firmemente el desorientado cuerpo de Masaki, en el cual restregaba su pene cerca de su vagina, ambos dentro del jacuzzi. Mientras tanto, Yume toma el rostro del joven para plantarle un alocado beso lleno de pasión.

—¡M-Mmmmnnmmm! —gemía Yume con sus labios sellados, mirando al cielo, sintiéndose feliz a la vez que tremendamente extasiada —"¡O-Oh p-por Dioooooss! ¡S-Siento la lengua de Isse enrollarse en la miiiiiaaaaaaaa!" —gritó en su mente la mujer, obviamente al sentir aquello que había descrito: la lengua del castaño rodear por completo la suya, acariciándola en esa parte y dándole placer a través de la boca, algo desorbitante y que sólo alguien como él podía lograr.

Las tetas de Masaki acariciaban el pecho de Issei, ella por supuesto seguía con su consciencia en otro lado, pero eso no impedía que el muchacho que la tenía agarrada empezara a acariciarla nuevamente, degustando cada milímetro de ese exquisito e infartante cuerpo de milf. El pene de Issei ya estaba duro como una roca y apunto de explotar, por ello, sin poder aguantarse ni un segundo más, el castaño toma el cuerpo de su madre para levantarlo e ir acomodando con rapidez la entrada de vaginal con la punta de su fierrote. A partir de allí, Issei obligó al cuerpo de Masaki para que fuera bajando, empezando a ensartarse ese fierrote con dificultad.

—¡Nnnnnggggg! ¡M-Mierdaaa, m-mamaaaa, e-estás muy apretada! —gritó Issei al sacar su lengua del interior de Yume, dejándola exhausta, para así ocuparse de su segunda madre, quien volvió en sí para sentir el como su hijo le estaba abriendo terriblemente su almejita.

—¡G-Ggggggggg! —ella también gemía de incomodidad, apretando sus dientes con fuerza, al percibir en su entrepierna aquel dolor que tuvo cuando era virgen, pero más intenso.

El interior de la vagina de Masaki era muy apretado, pero a la vez cálido y acogedor, por eso mismo Issei reprimía con todas sus fuerzas las inconmensurables ganas de eyacular desde antes.

Más tarde que nunca, tanto él como la mujer sienten que la verga del castaño hizo tope con el himen, lo que indicaba que otra vez era la primera vez de la mujer. Sí, así era, Issei nuevamente hizo virgen a su madre, esta vez otorgándole una vagina más inmaculada y cerrada. El castaño entonces empezó a respirar agitadamente, a él le gustaban muchísimo las vírgenes, no sólo cuando él las desvirgaba por primerísima primera vez sino también por el hecho que las podía volver vírgenes las veces que él quisiera, sin límite alguno.

Yume, en ese momento, pareció deducir lo que estaba a punto de pasar, así que, con una cara maliciosa aunque más libidinosa, se acerca nuevamente al rostro del castaño para introducirle la lengua directamente en su oído, un guarro acto erótico que detonó una bomba en el cuerpo de Issei y lo volvió loco.

—¡G-Gggaaaaaaaa! ¡M-Maamaaaaaa! —gritó él con todas sus fuerzas, tomando posesivamente el cuerpo de Masaki, estrujando sus nalgas con ambas manos y ensartando completamente su caliente y durísimo miembro viril en toda la extensión vaginal de la mujer, copándola y besando con su glande su útero.

—¡AAAA-AAAAAAAAAH! —grita ella del dolor en un primer momento, pero como se sabe bien, fue secundado por un indescriptible y glorioso orgasmo que cubrió cada parte de su ser en un torrente electrizante, el cual logró hacer que se corra, expulsando sus fluidos vaginales como si fuera una fuente, volviendo un asco el agua del jacuzzi.

El castaño nota, al momento en que Masaki se corre, como su verga es abrazada por las cálidas paredes vaginales de aquella sexy mujer, por lo que él tampoco puede seguir reprimiendo su orgasmo.

—¡M-Maldita sea, me corrooooo! —grita el joven, pegando su entrepierna a la de su madre para así verter todo el semen contenido en sus bolas, directamente en su matriz. Mientras su longaniza expulsaba grandes cantidades de semen en infinitas pulsaciones, el muchacho hunde su rostro en los grandes pechos de aquella pobre joven mujer, quien ya estaba exhausta, completamente rendida, ella ya no podía dar más de sí y se notaba en esa cara de placer con la que quedó. Cuando Issei terminó, sacó su flácido pene del interior de Masaki, chorreando aquellos espesos fluidos seminales, los cuales también comenzaron a mezclarse con el agua del jacuzzi, además de dejar con cuidado el cuerpo de la mujer a un lado.

Fugazmente, Issei notó que, tanto Rias y Raynare como Avy y Asia, seguían dándose placer entre sí: Raynare ahora atacaba a los pechos de Rias y ella se dejaba totalmente, quedando a merced de los besuqueos y mordidas gentiles que le proporcionaba la azabache. Por su parte, Avy y Asia seguían trenzadas en su amorosa unión de labios, esta vez ellas se tocaban entre sí, explorando cada milímetro del cuerpo de su compañera con sus dedos.

—¡HAA-AAAAAH! ¡A-AHORA ME TOCA A MIII! —exclama Yume, loca y ansiosa de placer, sonrojada y con corazones en los ojos, pegando un salto para salir de la tina y colocarse encima de Issei, abriendo sus piernas lo más que pudo y sentándose de lleno en la cara del muchacho, estampándole su concha de frente. El castaño, ni lerdo ni perezoso, ahora caliente y con su enorme verga reactivada, empezó a lengüetear por aquí y por allá, haciendo bailar a esa lengua de serpiente en el interior de esa cálida y jugosa almejita que tenía a toda su merced.

—¡G-GGGGYYYYAAAA! ¡Q-QUE DELICIAAAAAA! —grita la mujer, extasiada, irguiendo su cabeza al techo y sacando la lengua, experimentando el gran goce que le otorgaba su propio hijo al hacer tal sesión de sexo oral.

La dichosa lengua de serpiente de Issei bailaba dentro del chocho caliente, húmedo y dulce de la mujer, acariciando sus paredes vaginales, llegando inclusive hasta la entrada del útero, y fue en ese entonces cuando al castaño se le ocurrió una idea bastante puerca pero ciertamente excitante… De manera repentinamente él extiende su lengua, volviéndola más larga, la cual finalmente se introduce, sin mucho problema, dentro del útero de Yume.

—¡G-GGGGGIIIIIIIII! —gime ella, apretando los dientes y arqueando su cuerpo, cerrando sus puños y lagrimeando por la oleada de placer que le provocó súbitamente el sentir aquel órgano sinhueso de su hijo, moviéndose como si fuera una gran larva dentro de su matriz. La gran sensación electrizante que corría por cada rincón de su cuerpo no tardó en llegar hasta su cerebro, y ahí ella no puede evitar temblar terriblemente, debilitándose y logrando que su coño convulsionara para expulsar sus jugos vaginales con sabor a cereza en toda la cara de Issei, el cual empezó a tragarse aquellos deliciosos fluidos con muchas ganas.

—Uu-uuuuuhhh… —gimió ella, entrecerrando sus ojos que miraban al cielo, temblando como una hoja, sin poder sostenerse muy bien por la pérdida repentina de casi todas sus fuerzas. Mientras tanto, Issei estaba debajo de su chocho, bebiendo y degustando ese dulce, delicioso néctar que emanó del interior de su madre, su pene se irguió y se dejó ver en la superficie del agua sucia, durísimo como una piedra y caliente como un volcán, listo para explotar en cualquier momento. El castaño entonces se zafa del agarre de su madre, y en un rápido movimiento se levanta y se arrodilla por detrás de ella, acomodándola un poco más lejos para que él tuviera lugar. El joven entonces la abraza posesivamente con sus musculosos brazos para después acariciarla suavemente y con pasión por todos lados.

—¡Mmmmmm! ¡Huu-uuufffff! M-Mamá, eres tan hermosa… —susurraba él mientras paseaba sus manos por las tetas de la mujer, masajeándolas, luego explorando cada rincón de su espalda y su vientre, luego la zona del pubis, tocando ese pequeño matojo de vellos que tenía la mujer cerca de su vagina, y finalmente rozar los labios de su mojado y caliente coño que acababa de correrse. A su vez, él se acerca y besa repentinamente el cuello de su amada madre con cariño, aunque también mordiéndola pero levemente, aunque ciertamente tenía ganas de comérsela literalmente —Huuuuffff… tu suave cabello huele tan bien, mami, huele a nueces frescas, mmmmmmm… que exquisito —dijo luego, agarrando un puñado del cabello de la mujer con su boca y lamiéndola, probando que tenía el mismo gusto de aquellos frutos.

Ahora bien, el nivel de lujuria del castaño iba cada vez más en aumento, y se notaba en su corpulento, venoso y largo pene, el cual estaba más duro que el titanio y palpitando, largando ya un poco de líquido preseminal por estar sobándose contra las nalgas de la mujer.

—A ver este rico culo, mami —le susurra el muchacho a su madre, con una voz grave y muy sugerente, nalgueando la pompis derecha y de paso estrujándola, sintiendo esa riquísima y firme carne hundirse entre sus dedos.

—¡A-Aaaaahhh! ¡I-Is-seeeee! —gime Yume al sentir y ver que su hijo le está masajeando con rudeza sus nalgas, estrujándolas y haciendo que las mismas aprieten su enorme pene, como si tratara de hacerse una paja con ellas.

—Tienes un culo delicioso pero a la vez muy sucio, mami. Pareces toda una puta con estos grandes cachetes, ¿no es así? Pues bien, entonces tendré que castigarte… ¡Y voy a comenzar con esto! —gritó Issei, como con furia, yendo hacia atrás y ubicando la punta de su verga en el asterisco de Yume para, inmediatamente segundos después, penetrarla con mucha fuerza, desgarrándole el ano.

—¡AAAAAA-AAAAAAAAAH! —gritó Yume con fuerza tras haber sentido el inmenso dolor de que Issei le haya roto el ojete con su enorme pistón. Ella empezó no solo a llorar sino también a jadear por la falta de aire que le estaba provocando ese miembro viril clavado en sus entrañas. Con rapidez, el castaño se inclina sobre ella para abrazarla por el vientre y por sus tetas, empezando a manosearla por aquí y allá suavemente, besando además su cuello con deseo.

—Ssssssshhh tranquila, mami, no te preocupes que pronto te sentirás muy bien —le susurra el castaño, luego mordisqueándole el oído con gentileza.

Tan pronto terminó de decir eso, él baja la mano que tenía en el vientre de Yume para empezar a masturbar su conchita, metiéndole tres dedos de una y mojándola al instante.

—¡U-UUUUUUHHH! —gimió la mujer al estar siendo penetrada analmente, además de tener sus senos siendo manoseados y su coño masturbado furiosamente por Issei, quien ahora trataba de meter toda su mano en la caliente y empapada almeja de Yume —¡G-GGGGGGGGGG! —grita de repente, tratando de ahogar el grito de placer que clamaba salir por su garganta mientras sentía como su coño comenzó a largar chorros y chorros de sus jugos de amor, mojando el suelo y a ella misma en el proceso.

—¿¡Q-Qué pasa, mami?! ¿¡T-Te gusta que te lo meta por el culo?! ¡¿Tanto así que hace que tu vagina se vuelva hipersensible?! —grita Issei, extasiado y empezando a embestir analmente a aquella deseable mujer con más fuerza y rapidez, haciendo que ella se olvide completamente de su dolor cuando percibe una intensa descarga eléctrica en todo su cuerpo ni bien el muchacho vuelve a sobar muy por encima su coño con sus dedos.

—¡A-AAAAAAAAAAAAH! —gimió nuevamente Yume, con su lengua afuera, babeando y mirando al techo, llorando por el intenso placer que recorrió cada fibra de su ser, arqueando su espalda mientras sentía como su hirviente almeja volvía a correrse con fuerza como si fuera una fuente.

—¡Uuuffff! ¡Uuuuffff! —exclamaba Issei mientras la embestía, sacando y metiendo su vergota del tremendo ojete abierto y enrojecido de la mujer, quien apretaba sus dientes con fuerza y cerraba sus puños, sintiendo como aquel fierrote caliente le abría recto hasta límites insospechados, además de meterse bien adentro en sus entrañas, las cuales apretaban más y más con cada segundo que pasaba mientras el castaño la ensartaba —¡G-Gggggg! ¡M-Maldición, Yume, tu culo cada vez aprieta más, si sigues así… ! —grita Issei con los ojos cerrados, tratando de aguantar todo lo que podía sin dejar de meter y sacar su monstruoso pene del hambriento y enrojecido ojete de la mujer.

—¡BDDBDBDLI-IUUUU! —exclama Yume, babeando y balbuceando sin que se le pudiera entender nada, mirando al cielo mientras otra intensa y abrumante descarga de placer inundó su cuerpo y mente, haciendo que su coño chorree como una puta fuente. En ese momento ella aprieta sus entrañas, por lo que pone al borde al castaño.

—¡M-MALDICIOOOOOON, M-MMEEE CORROOOO! —grita Issei con fuerza, pegando su verga al culo de su madre para así liberar una enorme cantidad de su viscoso y cálido semen directamente al estómago de la mujer, llenando su barriga, haciéndola parecer como si estuviese embarazada. Más temprano que tarde, teniendo una panza súper hinchada, Yume no puede evitar sentirse extremadamente mareada.

—¡B-Bllldddduuaaaaa! —la mujer terminó vomitando todo el semen de Issei junto con otros líquidos gástricos y un poco de comida.

Issei, al ver el deplorable estado en el que se encontraba su madre, decidió ir terminando ya, por lo que optó por sacar su miembro viril del ano de Yume, escurriendo un poco de su semen. Ella cae al suelo, exhausta y casi desmayada, cubierta ahora con un semen apestando a vomito. Lejos de parecerle una desagradable escena, a eso a Issei le encantó y, ciertamente, le excitó.

—Uuuuhhh mami, que linda te ves después de vomitar —expresa el joven de corto cabello castaño, con una sonrisa ligeramente burlona, tomando el cuerpo de Yume entre sus brazos para después besarla apasionadamente, inclusive lamiendo con ganas su boca aun con restos de su regurgitación —Ese fue un beso delicioso, me gustaría poder seguir teniendo sexo contigo hasta que no puedas más… pero todavía tengo asuntos que atender con las demás —le dice el muchacho, apoyando con cuidado a la mujer a un lado y volteando su cabeza para ver a Raynare, Rias, Avy y Asia.

La pelirroja asaltaba sin control el apetecible cuello de Raynare, besándola, mordiéndola y lamiéndola sin cesar. Además, ambas chicas se acariciaban entre sí, con sus cuerpos pegados y húmedos, sus tetas tocándose con sus pezones erectos, y sus coños frotándose furiosamente.

—¡A-Aaaaahhh! ¡R-Rii-iiaaas… ! ¡R-Rias, yo…! —exclamó Raynare entre gemidos, con un ojo cerrado y temblando por el placer experimentado en varias partes de su cuerpo. Su vagina, como bien se mencionó antes, estaba siendo masajeado por la vagina de Rias, y la azabache ya estaba sintiendo su orgasmo venir, por eso trataba de avisarle a la chica demonio.

—¡U-Uuuuhhh! ¡R-Rayyn-nare, y-yo t-también…! —exclamó también Rias, apartando sus labios temporalmente del cuello de la pelinegra.

Sin detenerse, para no cortar con el alucinante momento de extremo placer lésbico, Rias empezó a frotar con más fuerza su chocho contra el de Raynare, y ambas, jadeando y sin dar lugar a las palabras, experimentan una fuerte y repentina oleada electrizante que las hace temblar.

—¡AAA-AAAAAAAAAAH! —ambas gritaron al unísono, pegando sus eróticos cuerpos entre sí mientras sus calientes almejas lanzaban chorros de sus jugos de amor dentro del jacuzzi, mezclándose con el agua de ahí dentro.

Mientras tanto, Avy y Asia estaban en las suyas también, ambas se besaban entre sí e intercambiaban además a besos en el cuello, además de estar masturbándose la una a la otra.

—¡Mmm-mmnnaaa! ¡A-Avyy! ¡Avyyyyy! —gemía Asia mientras la mano de la chica ave, debajo del agua, sobaba su vagina con rapidez, metiéndole tres dedos de una, moviéndolos furiosamente y palpando el cálido y húmedo interior de la rubia.

—¡Haa-aaaaah! ¡Asia! ¡Asiaaaaa! —gimió Avy a su vez, con la mano de Asia en su chocho, sintiendo como los tres dedos de la rubia se movían en su interior como si fueran gusanos.

Las dos chicas estuvieron gimiendo y jadeando mientras se miraban la una a la otra, a sólo centímetros de distancia, como si quisieran besarse con locura y unir sus lenguas en un frenético y mojado baile, pero sin poder hacerlo.

—¡A-A-Avv-vyyyy! ¡M-Meee… me corroooooo! —gritó la ex sacerdotisa, sonrojada y con su lengua fuera.

—¡A-Asiiaaaaa… y-yoo tambieeeeen! —gritó a su vez la chica animal, también con sus mejillas enrojecidas y jadeando mucho.

—¡AAA-AAAAAAAAAAHH! —.

Y así, sin dejar de tocarse entre sí, ambas sintieron rápidamente aquel gran y deseado orgasmo, el cual logró que arquearan sus cuerpos y temblaran por correrse con ganas, como era obvio, mezclando sus fluidos corporales con el agua del jacuzzi, ensuciándolo mucho más.

Por su parte, Issei estaba un poco lejos, como era de esperarse, observando las dos escenas de amor y sexo entre las dos parejas de sus exhaustas chicas con una sonrisa maliciosa.

—Al final resultaron ser muy buenas amantes, ya me parecía que yo tenía un toque de cupido también jajajaja —comenta para sí mismo el muchacho de corta cabellera castaña, soltando luego una corta risa —Rayos, ahora no sé a quién de las cuatro debería cogerme primero, además no tengo muchas ganas de hacer un trío o un cuarteto, quiero enfocarme sólo en una de ustedes… —dijo luego, mostrando una cara pensativa y seria acerca de qué es lo que podría hacer en ese momento.

Más temprano que tarde pareció ser que una idea se le vino a la cabeza… aunque no cualquier idea, ni mucho menos una idea común, sino una bastante maniática por lo visto.

—¡Ya sé, jajajaja! ¡Que buena idea acabo de tener, soy un maldito genio! ¿¡Cómo no se me pudo haber ocurrido esto antes?! ¡Es perfecto! —gritó el castaño, como si hubiera descubierto la cura para el cáncer… pero obviamente no era así —Primero lo primero, hay que vaciar esta asquerosa bañera —se dijo luego, y con un chasquido el agua del jacuzzi desapareció —Bueno, ahora… —expresa, mirando a las cuatro chicas con unos atemorizantes a la vez que libidinosos ojos.

Raynare y Rias estaban cansadas, la azabache se apoyó sobre el cuerpo de la pelirroja, ambas se habían corrido mucho a causa de sus lésbicos actos amatorios… pero de repente ambas abren los jos, y totalmente sonrojadas y su corazón latiendo como loco, las dos se besan de nuevo pero esta vez con más locura.

—¡Mmmnnuummm! ¡Mmmmaaaaannmmm! —gemían ellas entre beso y beso, uniendo y desuniendo sus labios, los cuales sorprendentemente se empezaron a unir.

Ambas unieron sus mojados y calientes cuerpos, con sus pezones durísimos, frotándose entre sí y dándose placer de esa manera, para que después sus torsos comenzaran a unirse como si fueran una especie de masa amorfa.

—¡MMMMMMMMM! —gimieron las dos chicas, con sus bocas selladas por estar unidas, mezclándose. Luego sus rostros se pegaron y comenzaron a unirse también, se oía el desagradable sonido de huesos quebrándose y de alguien masticando mucha comida. Los cuerpos de Raynare y Rias se unían, se mezclaban, perdiendo así y completamente su anterior forma física para pasar a convertirse ahora en una enorme amalgama deforme de color rojo sangre, la cual se movía levemente y de una manera asquerosa.

Lo mismo ocurrió con Asia y con Avy, la ex sacerdotisa se sintió terriblemente caliente al igual que la chica animal, pero la primera tomó la iniciativa y comenzó a besar y lamer con extrema locura pasional a la segunda, ambas aprovecharon también para frotar sus ansiosos cuerpos desnudos, haciendo que se toquen los duros pezones de sus pequeñas tetas y masturbaran sus coños con sus piernas, hasta que empezó a sucederles lo mismo que a Raynare y Rias.

—¡MMM-MMMMMMMM! —los labios de Asia y Avy inmediatamente se pegaron, y sus lenguas, las cuales estaban trenzadas, también empezaron a unirse. Sus rostros fueron acercándose para finalmente empezar a fijarse. Sus tetas también comenzaron a adherirse primero por medio de sus pezones, para luego comenzar a unir ambos torsos, y sus piernas también se pegaban y se mezclaban, como el resto de su cuerpo. Otra vez, sonidos de huesos rompiéndose y comida masticada profusamente, Asia y Avy sufrieron el mismo destino… ahora eran nada más que una enorme masa amorfa de color rojo oscuro.

—Que placer, ¿no es así? Sentir que sus cuerpos literalmente se unen y se convierten en uno solo —comenta el castaño con cierto tono sarcástico, observando esos dos montones de lodo rojizo moverse con extrema lentitud —Pero tranquilas, no estarán así mucho más, veremos ahora qué sorpresas me dan —dice luego, con una desquiciada y viciosa sonrisa, levantando su mano por delante.

Enseguida, aquellos dos montones de asquerosa carne comenzaron a moverse con más rapidez, como si estuvieran siendo amasadas fuertemente por manos invisibles. De un momento a otro, la masa de la izquierda comenzó a alargarse, tomando luego una forma humanoide, y lo mismo le sucede a la que estaba a la derecha, comenzó a adoptar una forma similar a la humana.

Conforme pasaban los segundos, las dos masas iban teniendo más y más forma humana, una apariencia humana femenina pero aun no bien definida, aunque eso se arregló un minuto después, ya que los dos cuerpos rojizos, obviamente el de dos féminas, tenían una forma voluptuosa y muy erótica.

—¡MMMM-MMNAAAAAAA! —gritó uno de los dos cuerpos, con una voz femenina muy extraña, como si hubieran dos voces distintas en vez de una sola. Era el cuerpo de la derecha, y lo que sucedió a continuación fue impresionante: aquel cuerpo tomó un color de piel oscuro, revelando así a una chica poseedora de una figura infartante, muy sensual, con curvas pronunciadas, unas tetas y un culo enormes, y una vagina con bastante vello púbico, el cual estaba abierto y mojado. No solo esos detalles eran lo que se podían dilucidar a simple vista, ella también poseía un largo y desalineado cabello de colores negro y rojo; poseía heterocromía en sus ojos, el izquierdo de color violeta y el derecho de color azul, y un rostro con facciones estilizadas

—¡AAAAA-AAAAAAH! ¡AAAAAAAHH! ¡QUE PLACER! ¡QUE DELICIAAAAAAA! ¡ME SIENTO INCREÍBLEEEEE! —gritó aquella chica, totalmente extasiada y sonrojada, manoseándose sus tetas y abriendo sus piernas a más no poder, exhibiendo así su sucio chocho cubierto de vellos, el cual ya estaba expulsando fluidos vaginales.

La otra masa amorfa que estaba a la izquierda de Issei ya había tomado también una forma femenina bien definida, y de un momento a otro, dicha masa tomó el mismo color de piel oscuro que la caliente chica anterior mencionada, revelando a otra joven de igual porte lascivo, un cuerpo muy bien contorneado, con unos melones y nalgas enormes, una vagina con bastante vello púbico, un corto y desalineado cabello de colores amarillo y gris; por supuesto poseía heterocromía, su ojo izquierdo era de color verde y su derecho de color marrón.

—¡AAA-AAAAAHH! ¡UUUUUUUH! ¡Q-QUÉ PLACEEEEEER! ¡M-ME SIENTO TAN CALIENTEEEEE! ¡MI COÑO ARRDEEEEEEE! —gritaba la segunda chica con una lujuria indescriptible, sobándose sus tetas con ambas manos, luego acariciando su propio cuerpo con desesperación y finalmente tocarse su concha mientras abría sus piernas de par en par.

—Jejeje tal parece que he creado a un buen par de putas hambrientas de verga —comenta Issei para sí mismo, viendo la lasciva escena frente a sus ojos de aquellas dos mujeres tocándose, luego observa su pene y descubriendo que éste se erigía con gloria nuevamente, volviendo a ser un duro y largo mástil de hierro —Uuuufff hasta me están poniendo muy cachondo estas dos hijas de perra, pero para complacerlas necesitaré algo más… imponente —dice luego, con una sonrisa muy perversa.

Tras hacer un movimiento extraño -como si él se hiciera a un lado-, Issei se clonó a sí mismo, sacando una copia exactamente igual a él, con esa lujuriosa sonrisa y aquel enorme y durísimo pene erecto, listo para partir al medio a aquellas malnacidas que pedían a gritos sexo puro y duro.

—Muy bien, ¿qué te parece si les rompemos hasta el alma a este par de putas? —pregunta Issei 1 a Issei 2, quien sonríe de lado, asintiendo.

—Me parece perfecto —responde el aludido —Yo pido a Avy y Asia, si no te molesta —dice luego Issei 2.

—Para nada, haz lo que gustes con ella —contesta Issei 1 —Por mí parte, haré que Raynare y Rias experimenten un placer sin precedentes —comenta luego.

—Muy bien —expresó Issei 2, mirando ahora, junto con su gemelo, al par de prostitutas frente a ellos.

—¡AAAAAAAAHHH! ¡I-IIISSEEEE! ¡V-VEEEEN, P-POR FAVOOOOOORR! ¡M-MI COÑO ARRDEEEEEE! ¡N-NO PUEDO AGUANTAR MAAAAAASSS! ¡M-ME C-CORRROOOOOOOO! —grita Riare, es decir, Rias y Raynare, con una ansiedad y lujuria desorbitantes, sintiendo un potente y repentino orgasmo colmar su cuerpo por la inmensa necesidad de sentir la gran virilidad del muchacho en su interior, soltando una gran cantidad de jugos de amor por su caliente y asquerosa vagina —¡GGGG-GGGJJJUAAAAAAAA! —grita Riare, sacando la lengua afuera y temblando terriblemente por la sacudida que le produjo su orgasmo.

—¡U-UUUUHHH! ¡AAAAAAAHHH! ¡I-ISSSEEEEE, Y-YO T-TAA-AMBIIEEEEN… T-TE NECESITOOOO! ¡POR FAVOR, M-MI COÑO… A-AAAAAAAHH! ¡N-NO AGUANTO MAAAAAAAASSSSS! —grita Avia, es decir, Avy y Asia, abriendo sus ojos a más no poder mientras su desmesurada exigencia de placer pudo más con ella, provocándole un estrepitoso y drástico orgasmo que sacudió cada fibra de su ser, haciendo que convulsione mientras su empanada llena de vellos largando en un potentísimo chorro sus fluidos vaginales, al momento que ella balbuceaba incoherencias, rindiéndose a ese debilitante y exquisito deleite.

—Bueno, ya fue suficiente, no puedo aguantar más —expresó Issei 1, relamiéndose para después saltar encima de Riare, apresándola entre sus fuertes brazos, cubriéndola por completo con su corpulento cuerpo, empezando a sobarse contra ella mientras la besaba con locura.

—¡MMMFMFFMFNMMM! ¡AAAAHH! ¡RIAS! ¡RAYNARE! ¡QUE HERMOSAS Y DELICIOSAS SE VEN! ¡MMMFMFFNFNMM! ¡OOOOHH QUE GLORIA QUE SE VEAN DE ESTA FORMA! —exclamó Issei 1 mientras besaba con locura a aquella chica de piel oscura y largo, desordenado cabello de color negro y rojizo, pegando más su cuerpo al de ella para frotarse y frotar también su pene contra su sucio y palpitante chocho. Nuevamente estampa sus labios contra los de la chica, besándola con desenfreno mientras la acariciaba con rudeza por su espalda y sus nalgas, a las cuales agarró con fuerza y las estruja, logrando que la chica soltara un gemido ahogado por aquel apasionado beso.

Issei 2 también había saltado encima de Avia, apresándola y, sin perder tiempo con acalorados discursos, empezó a besarla como un desquiciado por todo su cuello y subiendo luego a sus labios, callando los poderosos gemidos dobles de las chicas unidas mientras él manoseaba su lascivo cuerpo femenino con rudeza, estrujando y abriendo sus nalgas para así poder meterle un dedo en el ano a aquella perra de piel oscura, logrando que gimiera aun con sus labios sellados.

—"¡C-CARAJOOOOOO! ¡LAS HE CONVERTIDO EN UNAS MALDITAS PUTAS CALIENTES! ¡S-SON DEMASIADO EXCITANTES! ¡YA NO PUEDO AGUANTAR MÁS!" —gritaron en su mente Issei 1 e Issei 2 al mismo tiempo, con sus enormes vergas de caballo tan duras como el titanio mismo, gordas y llenas de venas por doquier, palpitando por entrar de una maldita vez en el interior de aquellas dos prostitutas. Los susodichos penes monstruosos de Issei y su doppelganger empezaron a largar líquido preseminal mientras se sobaban contra los chochos mojados e hirvientes de sus féminas.

Cuando los dos agujeros vaginales estuvieron bien lubricados, tanto Issei 1 como Issei 2 no perdieron más tiempo, y cediendo ante la enorme presión de la lujuria, ensartaron sus grandiosas vergas hasta lo más profundo de Riare y Avia, al mismo tiempo que aparecía una especie de dildo mágico flotante, el cual se metió bien profundo en la cavidad rectal de ambas chicas, rellenándolas de esa manera en ambos sitios.

—¡G-GGGGGJJAAAAAAAAAAAAA! —gritaron ambas mujeres, sacando sus lenguas fuera y echando sus cabezas hacia atrás al haber experimentado un desorbitante placer sin igual tras haber sido perforadas tanto vaginalmente como analmente. Por más que tuvieran un desagradable coño abierto de par en par, Riare y Avia temblaron como hojas al sentir que aquellos monstruosos penes expandían sus húmedas cuevas hasta límites insospechados, deformando también su estómago al mismo tiempo que sus úteros eran ocupados por aquellos pedazos de carne —¡GGGGGGGGGGG! ¡M-MAAAAASSSH! ¡MMMAAAAAAAASSH! ¡DAMMEEEEE MMMMAAAASSH, I-IIISSSHEEEEE! —gritaban ambas chicas, moviendo sus caderas todo lo rápido que podían, pero no podían igualar a la bestia endemoniada y hambrienta de sexo como lo era Issei, que con su descomunal pene deformaba más y más el interior de ambas mujeres. Ellas no pudieron seguir aguantando ese nivel de placer, por lo que se corrieron en un instante, lanzando un fuertísimo chorro de fluidos vaginales encima de ambos castaños —¡BBBBBDDLAAAAAAAAAA! ¡AAAAAAAAAAAHH! —las dos arquearon sus cuerpos, echándose muy atrás, degustando ese orgasmo lo más que pudieron hasta que se reincorporan, tomando de las nalgas a los dos Issei para finalmente mirarlos con unos rostros llenos de deseo —¡M-MAAAASSS! ¡DAME MAAAAS, ISSEEEEEE! ¡RÓMPEME TODA! ¡DEFORMA MI CUERPO TANTO COMO QUIERAS! ¡ABREME HASTA MÁS NO PODER Y HAZME SENTIR EL MÁXIMO PLACER QUE EXISTA! —gritaron las dos perras locas, con una lujría sin precedentes.

—Eso mismo haré ahora —dijeron al unísono ambos muchachos de corta cabellera castaña, agarrándolas con fuerza a las dos mujeres por la cintura, se volvieron más musculosos, sus ceños se fruncieron y sus ojos empezaron a emitir una tenue luz roja, signo de que se habían convertidos en unos monstruos del sexo.

—¡GGGJJAAAAAGGH! —gritaron Riare y Avia de dolor cuando el par de enormes vergas las perforaron más profundamente, para que luego Issei 1 e Issei 2 empezaran a embestirlas con una descomunal fuerza, abriendo más y más sus dos agujeros.

Rias, Raynare, Avy y Asia no podían creer las magníficas sensaciones de placer que estaban experimentando, era totalmente desorbitante, literalmente estaban tocando el cielo con los potentes orgasmos que tenían cada vez que aquellos enormes penes se clavaban en su interior, tanto así que, en un momento, se les vino encima un orgasmo cien veces más intenso que los anteriores.

—¡A-AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAHH! —gritaron repentinamente las dos mujeres, echando sus cuerpos hacia atrás, agarrándose la cabeza y poniendo sus ojos en blanco por el clímax, el cual logra hacer que se corran por segunda vez y con una gran potencia.

Issei 1 e Issei 2, ya completamente bañados en los jugos y la esencia de aquellas perras locas, penetran unas cuantas veces más a sus víctimas hasta que empezaron a emitir signos de incomodidad.

—¡MIEEEEERRRDAAAAAA! ¡NO PUEDO AGUANTARLO MAAAAAASS! ¡TOMEN! ¡TOMEN TODO EL MALDITO SEMEN QUE ME HICIERON ACUMULAAAAAARR! —gritaron los dos muchachos, con sus bolas tan llenas de leche que hasta parecían tener el tamaño de una pelota de basquet con muchas venas.

Ambos muchachos de corta cabellera castaña tomaron el cuerpo de sus respectivas mujeres, estrujando sus nalgas y pegándolas a ello, perforándolas así completamente y largando en su interior una cantidad abismal de semen directamente en su matriz.

—Bllldddaaaddlllbbbbbuuubbblllldddaaaaaa… —balbucearon Riare y Avia, babeando con la lengua afuera y su cuerpo arqueado, al sentir esa enorme cantidad de caliente y viscoso fluido seminal depositándose en su interior, tanto así que ya hasta parecían embarazadas de trillizos por la gran cantidad de semen en sus úteros.

—G-Gggggggggg… —balbucearon también los dos Issei, apretando sus dientes y bombeando hasta la última gota. Con cuidado fueron sacando sus monstruosas y pulsátiles vergas de las asquerosas entradas vaginales de las dos putas, hasta que pudieron sacarlas completamente. Ambos Issei cayeron al suelo, exhaustos y con sus penes ya flácidos, y en eso el Issei 2 desaparece, dejando a un único Issei, el verdadero, quien observó como las dos mujeres nuevamente se convertían en esa masa amorfa, para que al final volvieran a ser completamente normales.

Rias, Raynare, Asia y Avy, las cuatro chicas por separado, de vuelta con sus cuerpos normales, yacían ahora tiradas en el suelo, inconscientes y con sus cuerpos hechos un asco, sin mencionar que mantenían esa barriga enorme en ellas, ahora chorreándoles semen sin parar desde su vagina.

—Uuuuffff… vaya que fue intenso eso —susurra el castaño, tomándose la cabeza y dando resoplidos de cansancio, pero exhibiendo una sonrisa victoriosa —Sí que he formado a cuatro putas muy hambrientas de verga por aquí… y mierda que se ven horribles ahora —dice luego, jactándose de ello al ver la dichosa escena frente a él —Mejor esperaré a que mi semen se les termine de escurrir así las haré vírgenes de nuevo, sus vaginas sí que lucen como el de una prostituta veterana —comenta luego, riéndose a carcajadas.

Después de haber dicho eso, Issei hace aparecer un cómodo sillón de cuero, en el que sienta completamente desnudo, cruza las piernas y hace aparecer un cigarrillo en su mano derecha, lo prende con una pequeña llama en su pulgar, y finalmente lo prueba.

—Hmmmmmm… no sabe tan mal después de todo —dice el castaño tras exhalar el humo, el cual termina convirtiéndose en una especie de mini-dragón fantasma.

—Deja de fumar, pedazo de imbécil, o te morirás —escupió el pequeño dragón con una voz aguda y muy cómica.

—Ya, desaparece —dice Issei, dando manotazos y logrando que esa particular figurilla se desvanezca —Yo me moriré cuando, donde y como yo quiera… pero eso no pasará, aunque… —comenta él en un susurro, quedando luego en silencio mientras observaba al cigarrillo en su mano —Aunque me haya gustado no creo que siga fumando, es decir, estuvo bueno pero no me imagino a mí mismo como fumador, además… ¿cómo sería tener cáncer de pulmón como consecuencia por esto? —se pregunta a sí mismo, sin dejar de mirar aquel cigarrillo.

De un momento a otro, Issei empezó a sentir un agudo dolor en el pecho, sentía además que se asfixiaba, empezó a toser profusamente y a largar sangre cuando lo hacía, desparramándose en el suelo en el proceso.

—¡U-Uuuuggghh…! —gimió de dolor, viéndose con la cara roja e hinchada, sus ojos también estaban enrojecidos, además de tener espasmos sin cesar.

Hasta que, de repente, él se relaja completamente, y su rostro ya no exhibía signos de sufrimiento y dolor, sin contar que la sangre que había expulsado desapareció por completo.

—¡Uuuuuffff! —Issei se levantó de golpe, luciendo anonadado mientras resoplaba de alivio —¡Guau! ¡Eso fue intenso, magnífico! No sabía que estar al borde de una muerte y experimentar mucho dolor en el proceso se podía sentir tan bien… ¡Rayos! Eso me ha gustado y definitivamente estoy mal… ¡pero no me interesa! —gritaba emocionado el castaño mientras reía como loco, para después ponerse bien serio de un segundo a otro —Aunque lo intentaré de nuevo en otro momento, ahora lo más importante es que me siga divirtiendo como lo hice hasta ahora, este poder sí que es algo espectacular —dice luego, con una sonrisa maquiavélica mientras se miraba ambas manos, luego volteaba a ver a las cuatro chicas que seguían inconscientes por todo el trajín de antes —Volveré luego, chicas, es momento de que salga, debo… ir a hacer unas cosas, no me esperen despiertas —dice luego, riéndose por lo bajo y retirándose del lugar.

Varios minutos después, el castaño sale de su enorme y lujosa mansión -ya vestido, por supuesto- observando la deslumbrante belleza de aquel hermoso día soleado con una sonrisa inocente.

—Aaaaaahhh hoy puede ser un gran día, depende de lo que haga… pero no sé qué hacer exactamente. ¿Podría ir a divertirme a la academia? ¿o mejor lo hago en la calle? Hmmmmm es una difícil decisión, ciertamente… ¡Bueno, dejemos que el destino lo decida! —exclamó al final, inflando el pecho y poniendo ambas manos en sus caderas, con aquella dichosa sonrisa triunfante que tanto tenía aquel joven rebosante de energías.

Y así, nuestro querido Issei comenzó a caminar rumbo a un destino incierto… o quizás no tanto.

Continuará…

Respuestas a comentarios:

Forbidden-000: Gracias amigo, espero te haya gustado esta continuación.

autor godz: Gracias amigo, pero… aún no, todavía no he liberado a mis peores demonios, no todavía, lo voy haciendo de a poco y creo que es lo mejor, después de todo hay que degustar al máximo cada desquiciado capítulo que escribo.

Facundo Miranda: El qué?

RJRP: Porque me apetece, porque quiero… y porque puedo. Saludos!

ZAR ROMANOV: Un honor poder contribuir a las fantasías más bajas del ser humano, gracias por tu comentario!

Zasetsu04: Gracias mi estimado. Como dije en la anterior respuesta, es un honor y un placer contribuir con estas fantasías tan exageradas, espero que te haya gustado este nuevo capítulo.

SilverCrow: Sabes? Tienes muy buenas ideas, te agradezco de antemano tu comentario además de consejos e ideas.

ThePhenx: Gracias amigo! Un saludo!

El Primordial385: Muchas gracias! En el siguiente capítulo seguro pondré más chicas, así no se me aburre nadie, con más bizarradas, por supuesto.

DraigAzul: Seguro lo haré amigo, seguro lo haré. Gracias y espero te haya gustado la actualización.

Marianobr17: En algún momento lo haremos, tenlo por seguro.

antifanboy: Bueno… quien dice que no puede haber yaoi? Todo dependerá de mis locas maquinaciones a las cuales no puedo controlar… Un saludo grande!

neo-159: Hmmmmm… no creo que sea mala idea el que Issei se coja a una bestia… en fin! Muchas gracias por tu comentario, espero que haya sido de tu agrado este capítulo.

axelkaiser56: Gracias, amigo. Sé que tu comentario es de hace tiempo, pero que sepas que te deseo ánimos, no todo está perdido.

Kirito: Gracias amigo!

Ignacio365: Verdad que sí? Yo también me agrado, gracias por tu comentario!

DraigAzul: Gracias am… un momento, cómo carajos comentaste de nuevo?

1kirit02: La verdad me quedé muy sorprendido, por eso quise traerles esta continuación, no sólo pro ese motivo sino porque me gusta mucho esta historia. No llegué hasta donde hubiese querido… pero en fin, espero que a todos les haya gustado. Si es así ya me siento realizado, al menos de momento.

Eso es todo, reitero mis agradecimientos para todos los que siguen de cerca esta extraña historia, seguramente nos estaremos viendo pronto. Eso espero…

PD: Y también espero poder continuar con "Mi adorable guardiana" y "Mi ángel guardián"…