¡Aqui está el final! ¡Muchas gracias por seguir la historia, por sus comentarios, por la paciencia prestada! ¡Gracias! Espero les agrade y pues de nuevo mil gracias.

POV JADE

Suspiro mientras miro a Vega dormir; se ve tan frágil, tan pequeña en esa cama de hospital. Ella no me recuerda, no recuerda nada de lo nuestro. Nuestras citas, el día que le pedí que fuera mi novia. Ella no recuerda nada. Y me dolió saberlo, ver sus ojos, la confusión en ellos. Me dolió mucho escuchar cuando ella pregunto a su madre quién era yo, qué significaba yo en su vida, pero lo que más me dolió, fue ver ese mismo dolor en los ojos de mi novia, de la chica que yo amo.

Mi madre dice que aún no saben cuándo Vega pueda recuperar su memoria o si algún día sus recuerdos van a volver. Tengo miedo a que ella no recuerde ese amor que nos tenemos, nuestros momentos juntas. Tengo miedo a perderla, me acostumbré tanto a ella, que me es imposible concebir una vida sin ella a mi lado. Y sé qué es pronto para sacar conclusiones pero ella no ha tenido algún recuerdo desde que despertó.

¿Cómo le haré si Vega no me recuerda? ¿Si ella no quiere estar a mi lado? ¿Si no sé acuerda de nuestro amor? ¿Qué puedo hacer? Me he estado quebrando la maldita cabeza tratando de encontrar una solución a esto, no quiero perder a Vega, no quiero estar lejos de ella. Soy capaz de todo por ella.

Tomo su mano entre la mías, a pesar de que hace un día atrás desperté, no quiero separarme de Vega, estando a su lado me siento bien, me siento viva, pero ella ni me recuerda, tampoco sabe que he despertado, ¿cómo reaccionará cuando ella despierte? No recordó a su madre, y cuando yo iba a verla, ella no reconoció a la loca de Trina. Vega sabía su nombre, pero no tenía ni la menor idea de quien era o de los sucesos del pasado. Trina no existía en esa memoria.

Suspiro una vez más, ¿qué haré sin ti, Tori? Recuesto mi cabeza sobre la cama, estoy cansada, los malditos medicamentos me tienen mal. He estado luchando contra el sueño desde hace un par de horas en espera a que Vega despertará, pero hasta entonces, ella sigue dormida. Y supongo que seguirá así.

Siento como poco a poco el sueño me va ganando, ya no luchó por mantener mis ojos abiertos, se siente tan bien cerrar los ojos y dejarte caer en un sueño profundo, donde lo único que puede sentir es tranquilidad, calma, y no estar consciente de nada. Pero es entonces cuando siento un ligero toque sobre mi cabello, lo ignoro pensando que es el viento y sólo quiero intentar dormir. No me he quedado completamente dormida para no sentir los pequeños toques en mi cabeza, ¿qué es?

Levanto mi cabeza con pesadez, admito que quiero seguir durmiendo o por lo menos… Tori. No me había sentido tan feliz de ver esos ojos cafés, y aunque ella me mire con extrañeza, me importa poco porque sé qué muy en el fondo de su memoria nuestros recuerdos, nuestro amor está ahí.

Paso saliva y sonrío, quisiera besarla, decirle cuanto la amo pero me contento mis ganas de hacerlo. No sé cómo vaya a reaccionar.

—Hola. —Me limito sólo a saludar, Tori no responde, en cambio, sólo me analiza, recorre mi rostro con sus ojos, supongo que busca algo conocido, algo que le diga quién soy.

—¿Quién eres? —Me duele escuchar esa pregunta y saber que ella no recuerda nada. Desvío mi mirada, no voy a llorar, no porque no quiera hacerlo, sólo no quiero inquietar a Tori.

Regreso mi atención a ella, su mirada sigue en mí, la confusión sigue ahí, pero también algo más. Algo que me dice que su amor por mí sigue ahí, quizá me olvidó pero el sentimiento está ahí.

—Soy Jade —respondo esperanzada a que ella reaccione a mi nombre, que algo se active en su memoria.

—¡Eres la chica de mis sueños! —exclama Tori con emoción, ¿chica de sus sueños? ¿Ella sueña conmigo?

Y tú de los míos, desearía responder pero sólo tomo su mano y la llevo cerca de mis labios para dejar un beso ahí. Voy a enamorarte cada día, hasta que llegue el día en que recuerdes todo lo que vivimos, Vega.

—No sabía quién eras o porque sueño contigo, pero siento algo, no sé qué sea, pero me tranquiliza saber que estás bien, aunque quisiera saber que significas tú para mí. —Desearía poder responder pero las indicaciones de mi madre fueron rotundas. No soltarle nada de golpe a Tori o ella puede tener problemas en aceptar.

—Poco a poco obtendrás las respuestas, Vega —comento acariciando su mejilla; ella cierra sus ojos y deja salir un suspiro—. Por ahora, me alegra saber que estás bien, que no pasó nada, ni a ti ni a Lucas.

Sé qué debo callarme pero no puedo retener más lo que siento. Sé qué Lucas está fuera de peligro, sólo se fracturó un brazo, y él ya está en casa, Vega obtuvo un poco más de daño, pero yo obtuve el mayor de los daños. De cierta manera me alegro que el impacto haya sido de mi lado y no tan fuerte como para matarnos.

—¿Por qué me dices Vega y no Tori como los demás? —pregunta Vega con curiosidad.

—Porque Tori no me gusta —respondo con mi tono natural de voz y con una ceja alzada—. Además, nadie te dice Vega, sólo yo.

—¿Por qué? ¿No te gusta mi nombre? —pregunta Vega a punto de llorar, ¡oh, ¿qué fue lo hice!?

—No es eso, es sólo que como todos te llaman Tori, quería algo diferente, algo distinto y por eso te llamo Vega —me explico intentando dar con las palabras adecuadas y no provocar el llanto de Vega.

—¿Por qué? —vuelve a preguntar un poco más tranquila, si respondo a esa pregunta, van a surgir más preguntas y me veré en la obligación de no seguir las indicaciones de mi madre pero, ¿cuándo he hecho caso? ¿Cuándo he seguido las indicaciones de los demás? Yo soy Jade West y Jade West no sigue órdenes ni indicaciones.

—Porque quería algo único, algo que sólo yo te dijera, porque… —Me calló sin saber cómo seguir sin tener que dar más detalles.

—¿Qué me ocultas? ¿Acaso me odias y no quieres decirlo? —Vega sigue siendo Vega aún sin tener memoria, también piensa que la odio cuando es todo lo contrario.

—Vega, no te odio, nunca lo he hecho, y no te ocultó nada, sólo no quiero soltar todo de golpe, iremos poco a poco, ¿qué me dices? —propongo pasando mi mano por su mejilla, no llego más allá, aunque quisiera darle un beso.

—Sólo si tú me dices todo sobre mi vida pasada. —Rio un poco por esa propuesta, me gusta que ella, aunque no me recuerde, me quiera en esta parte de su recuperación.

Afirmo dándole un apretón a su mano, claro que le voy a contar todo pero iremos lento, y trataré de que no sea tan duro para ella, como el hecho de saber lo que ella vivió al lado del estúpido de Ryder. No sé cómo diré las cosas cuando ella pregunté, tal vez sus padres le digan o no lo sé, pero cuando se llegue el momento voy a estar con ella, siempre estaré con ella.

POV TORI

Jade.

No puedo dejar de pensar en Jade, sé qué no la recuerdo, pero el sólo hecho de haberla visto y hablado con ella, fue suficiente para despertar en mí una enorme curiosidad por saber más de ella. Aunque no recuerde nada, algo me dice que ella es muy importante; siento algo en mi corazón, algo que no siento cuando veo a los demás y algo diferente cuando veo a mis padres. Algo que no sé explicar.

Ella estuvo conmigo un par de horas, no quería irse y no quería se fuera, pero la doctora West ordenó que se la llevarán a su habitación. Jade acaba de despertar y tenía que reposar, aún no está completamente recuperada, lo supe al ver las heridas en su rostro. Una herida atravesaba lo que era su ceja izquierda y llegaba al inicio de su cabello. Era como una diagonal. Pero las heridas no quedan ahí. En sus manos hay pequeños cortes, y otros cuantos en su rostro, nada profundo.

Me gustó ver a Jade, estar con ella. Me hizo reír mucho, aunque sentía que algo me quería decir, ¿qué podría ser? Había algo que rondaba su cabeza y en muchas ocasiones, ella se quedaba mirando mis labios, pensé que yo alucinaba, pero a la cuarta ocasión, supe que no alucinaba y otra pregunta surgió en mi cabeza, ¿por qué miraba mis labios? Y admito que yo también lo hacía, miraba esos labios y una sensación, como un cosquilleo, se apoderaba de mi cuerpo.

¿Quién es Jade?

Al fin salí del hospital, debo admitir que me siento feliz de estar fuera de ese lugar, aunque también voy a extrañar las visitas de Jade, ella aún no sale y quería que saliera conmigo. En este tiempo, he recordado un poco, no mucho. Sólo han sido imágenes de mi vida pero nada como para saber que significa Jade. Ella me ha contado mucho, desde el día que llegue a Hollywood Arts, hasta como me enamoré.

Amo a alguien y no sé a quién. Jade me dice que esa persona también me ama, que ha hecho mucho por mí y que esa persona no dudaría en dar su vida por mí. Creo que en cada relato que Jade me cuenta de esa persona, me enamoro más, y es confuso, porque amo a una persona sin rostro. Pero amo esos detalles que esa persona tiene, lo que ha hecho, la manera en como siempre estaba para mí… Y me pregunto, ¿por qué sabe todo eso Jade? Claro que pregunté pero ella se negó a responder, ¿qué me oculta? Sea lo que sea, pienso averiguarlo.

Luego de instalarme en mi habitación; es tan desconocido este lugar, no hay nada que recuerde de aquí. Suspiro y voy hasta la cama, encuentro un collar en mi mesa de noche. Es una nota musical en color negro y la otra pieza es una luna plateada y ambas embonan. Es muy lindo. Lo tomo entre mis manos, ¿quién me lo daría? Siento algo atrás del dije, le doy la vuelta y leo la pequeña inscripción que trae.

—Te amo, Vega. —Frunzo mi ceño… Abro mi boca y mis ojos ante la sorpresa, "yo soy la única que te dice Vega." No puede ser, yo no…

¿Jade me ama? Y en caso que así fuera, ¿yo la amo a ella? ¿Ella es la persona de quien me enamoré? ¿Ella es quien ha hecho tanto por mí? Pero, ¿por qué no me dijo nada? ¿Por qué decidió callar? Rayos, maldito dolor de cabeza que no me deja pensar con claridad.

Jade. Jade. Jade.

Cierro mis ojos por el dolor pero debo hacer un esfuerzo por recordar. ¡Mierda!

—¡Trina! —grito desesperada por intentar saber algo, lo que sea. A los pocos segundos, tanto Trina como mis padres aparecen en mi puerta.

—¿Qué pasa hija? —pregunta mi madre y la palabra sigue siendo extraña.

—Jade, ¿amo a Jade? —pregunto regresando mi atención al collar. ¿Por qué no puedo recordar a la persona que amo?

—Estás loca por Jade, hermanita. —Levanto mis ojos para con Trina, ella sonríe y no hay rastro de broma en su voz—. Pensé que Jade te lo había dicho.

—Hija, si Jade no te lo dijo fue para evitarte que te sintieras mal por no recordar —explica mi madre entrando a mi habitación y tomando asiento a mi lado, mi padre también entra—. Jade te ama, esa chica ha hecho muchas cosas por verte bien y feliz. Y no te habíamos visto tan feliz desde que comenzaste a salir con ella.

Es tan jodidamente mal no poder recordar nada, no recuerdo a la chica que me ama, no recuerdo las cosas que ha hecho por mí, ¡No recuerdo ni el día en que comenzamos salir!

—Quiero recordar todo —susurro llevando el collar hasta mi pecho. Me siento mal, triste, decaída. No sé si pueda recordar algún día, y tengo mucho miedo el no poder hacerlo, ¿qué pasará con Jade? ¿Con ese amor?

—Lo harás pequeña, no te desesperes. —Quiero creer en las palabras de mi padre, quiero estar tan segura como ellos pero sólo soy una chica sin recuerdos, con el temor a no recordar.

POV JADE

Hace una semana salí del hospital, no me había sentido tan feliz de estar en casa, con mis padres y con el enano. En cuanto vi a Lucas sentado en el sillón de la sala, corrí a su lado para abrazarlo y llenarle de besos su rostro. No sé qué me paso en ese momento pero sentí una inmensa felicidad por verlo bien. Incluso lloré de alegría. Él está bien y es lo que me importa.

Mis padres se sorprendieron al verme así, hasta yo lo hice, pero después de ese accidente en el que casi pierdo a mi novia y hermanito, reaccionar así es comprensible.

Estoy en mi habitación, había extrañado tanto estar aquí. Ver mis cosas, estar en mi cama… Extrañaba mi casa.

Miro la hora de mi celular, se supone que nos reuniríamos hoy a las cinco en casa de Vega para celebrar algo, la verdad no preste atención a lo que André decía, sólo podía tener ojos y oídos para Vega. Regresé al HA el pasado lunes, y ella me evitó. Fue raro, de hecho, me dolió que ella me ignorara; tal vez no lo hizo por gusto. Pero a pesar de eso, duele que ella me evité.

Ayer, ella me miró durante todo el descanso y en las clases que compartimos, sólo se quedaba ahí mirando sin decir nada. A veces sonreía, en otras se sonrojaba hasta las orejas cuando la descubría mirándome… Se veía tan tierna, tan linda. Extraño tanto a mi novia, quiero poder llegar con ella y abrazarla, besarla, decirle cuanto la amo pero es algo que no puedo. No por ahora.

Suspiro mientras me levanto de mi cama, Beck no tarda en llegar. Debo admitir que no he conducido desde el accidente, por una parte tengo miedo a que pasé una vez más, y la otra es debido a que mi auto sigue en el taller. Mi madre me lleva a la escuela y me regreso con Beck. Vega hace lo mismo con Trina. Quizá cuando tenga mi auto, comenzaré a dar unas vueltas para ir perdiendo el miedo.

Mi padre me informo que quien ocasionó el accidente estaba relacionado con Ryder; no sé cómo le hizo para conseguir ayuda así pero eso le sirvió para darle un par de años más a su sentencia y dejarlo sin recibir visitas. No tiene contacto con el mundo exterior. Y me alegro, ese infeliz ya no nos podrá hacer daño.

El único problema que queda es Daniela besadora de novias ajenas Montiel. Odio a esa chica y se aprovecha de la falta de memoria de Vega. Sí, Vega me ignoró el lunes pasado por estar al lado de ésa chica. Ese día, Rex terminó en el fondo del bote de basura, Robbie con su bebida derramada y André con sus papas sobre su cabeza, y todo por la rabia y celos que sentía.

¡Odio a Daniela!

Me despido de mi madre y del enano, Beck acaba de llegar. Salgo de mi casa y entro a su auto. Hace tiempo que no me subía a su auto. Es mi tercera ve y sigue siendo extraño.

—¿Todo bien? —pregunta Beck encendiendo el auto para ir hasta la casa de Vega.

—Sí, ¿por qué la pregunta? —Lo miro extrañada por su pregunta, él sabe que aún no me recupero por completo de las costillas, me siguen doliendo pero sólo si hago mucho esfuerzo.

—Dani estará ahí —me suelta de golpe y ahora entiendo el trasfondo de su pregunta; ¿Daniela estará ahí? Sí que estaba distraída—, Tori la invitó porque de cierta manera, ella forma parte de su vida.

Suelto un gruñido porque no puedo hacer nada para impedirlo, ésa idiota forma parte de la vida de mi novia, me guste o no, debo respetar sus decisiones, pero me hubiera gustado que ella no estuviera.

—Jade, ¿no le has dicho nada a Tori? —Miro a Beck al escuchar su pregunta, muerdo mi labio y regreso mi atención al frente.

—No. —Suspiro con pesadez—. No sé cómo hacerlo, no quiero ocasionarle un problema o no sé, me preocupa.

—Jade, Tori debe saber lo que hay entre ustedes, ¿cómo piensas recuperarla si ella no tiene idea de su relación? —Y Beck tiene razón, pero ¿y si Tori reacciona mal? ¿Si ella no lo acepta? ¿Y si…? ¿Y si Daniela se aprovecha y me la quita? Eso no lo puedo permitir, Vega es mía.

—Hoy le diré todo y pensaré en algo para recuperarla —respondo muy convencida, no quiero que nadie me la quite.

Llegamos a casa de Vega veinte minutos después, nos detuvimos por unos helados. Me bajo del auto con cuidado, no quiero lastimarme como la última vez. Nos acercamos a la puerta y toco el timbre, no esperamos mucho, la loca de Trina nos abrió al segundo timbre. Después de los saludos, voy en busca de Vega, tengo ganas de verla, de escuchar su voz, de probar sus labios. ¡Quiero besar a mi novia! ¡Quiero a mi novia de vuelta!

Toco un par de veces en su habitación, sólo espero no molestar. Juego con mis dedos en lo que espero a que Vega abra la puerta… ¿Por qué tarda tanto? Sólo es abrir la puerta y… ¡Oh por Dios! Ya sé porque Vega tardaba tanto. Ella está semi desnuda y no se cubre, ¿por qué no se cubre? ¿Por qué no aparto mis ojos de ella?

—Hola, Jade —dice Vega caminando hasta su coma, ¿cómo se respira? ¿Cómo es que se habla? Vega sólo está ahí sin hacer nada, sólo sentada y, ¡por Dios! ¿Por qué me hace esto?

—H-Hola —hablo al fin después de unos largos minutos. Sigo sin moverme, sin poder hacer nada, es como si me hayan clavado al suelo. Estoy clavada al suelo.

—Pensé que no hablabas. —Ella se ríe y yo sólo puedo sonreír—. Vamos entra, tengo que hablar contigo, West.

¿West? ¿Por qué me dijo así? En fin, entro por completo a su habitación cerrando la puerta tras de mí. Estoy nerviosa, no me había sentido así estando con Vega, bueno sí había estado nerviosa, pero esto es diferente. Es la primera vez que estamos así.

—Sé sobre lo nuestro —me informa Vega mirando directamente a mis ojos. Me ha tomado por sorpresa su revelación pues yo esperaba decirle todo—, mis padres, Trina y Dani me lo dijeron, ¿por qué tú no lo hiciste?

Suspiro y tomo asiento en el suelo, quedando frente a ella. Miro sus ojos, esa mirada intensa y que ahora me acusan por no contarle de lo nuestro. Y sí me siento culpable, debí contarle pero tenía miedo.

—Porque no sabía cómo hacerlo, tenía miedo de causarte algún problema, no sé —respondo agachado la mirada, me siento terriblemente mal por no decirle la verdad a Vega, ahora sé qué no debí ocultar nada, que debí confiar en que ella sabría escuchar y entendería.

Siento como Vega toma asiento a mi lado, ella toma mi mano y la coloca sobre su rodilla pero sin apartar su mano.

—¿Y qué haremos? —me pregunta Vega; la miro por unos segundos y vuelvo a suspirar, debo besarla.

Sin esperar más, me acerco a Vega y capturo sus labios. Había extrañado tanto besarla, sentir su calor, su sabor. Ya no iba a soportar tanto tiempo sin poder besarla. Me alejo de ella tan sólo para ver como sus ojos están cerrados, sus labios entreabiertos.

—Lo lamento —digo sin rastro de arrepentimiento y vuelvo a besarla con más urgencia y deseo que en la vez pasada. Ella me sigue el ritmo del beso. Sí, amo tanto a mi novia.

Tiempo después.

POV TORI

—¡Vega, date prisa! —Jade siempre tan Jade, pero aunque me tarde una hora más, ella no se iría sin mí, bueno, nosotros.

—¿Por qué mami te dice Vega? —Miro a mi pequeño hijo, Jade y yo decidimos tener hijo, Sebas es el primero y apenas cumplió 4 años. Tiene los ojos de Jade, mi sonrisa, y heredó de las dos el gusto por el arte.

—Porque es su manera de decirme que me ama —le respondo con una sonrisa y jugando con su cabello, que su color es castaño, igual a mí.

—¿Tú y mami se aman? —A veces Sebas es muy curioso, creo que en eso él saco a mí… Él tiene poco de ambas.

—Claro, enano, amo a tu mamá como te amo a ti. —Sonrío por las palabras de Jade.

Me giro hacia ella, un vestido negro y pegado a su cuerpo me dan una estupenda vista. Ella está sonriendo, y yo me descubro sonriendo en sus ojos. Soy tan feliz a su lado y no tengo duda de la felicidad de Jade. Sebas es el complemento perfecto para nuestra felicidad, él es nuestro pedacito de cielo.

—Mami, quiero un hermanito como Vale. —Regreso mi atención a mi pequeño, ¿un hermanito? Vale está muy feliz por la llegada de Stefan, el pequeño hijo de Cat y Trina.

—Creo que eso será un poco después, enano —responde Jade entrando a la habitación de nuestro hijo—. Por ahora, tendrás que ayudar a Vale a cuidar ser Stefan.

—¡Sí, mami! —exclama Sebas y se lanza a los brazos de Jade. Sonrío con sólo ver esa imagen; a mis dos amores.

Hoy es nuestro quinto aniversario, nos casamos a los 24 años y decidimos tener a Sebas un año después. Las dos lo esperábamos con felicidad, con ansias. Jade era la más emocionada, compró todo antes del cuarto mes, por lo bueno no se equivocó en comprar las cosas.

—¿A dónde iremos? —le pregunto incorporándome del suelo.

—Hice una reservación en el restaurante que tanto te gusta y después podremos ir a donde quieras. —Sebas recuesta su cabeza sobre el hombro de Jade, desde pequeño hace eso. Así se queda dormido pero ahora no debe dormir, iremos a ese restaurante.

—¡Playa! —responde Sebas con emoción.

—Nuestro hijo tiene más gustos tuyos que míos —bromea Jade pero tiene razón, Sebas saco más a mí en los gustos. Lo que no esperaba fue que mi pequeño tuviera el mismo gusto que Jade para las cosas horrorosas, películas de terror y una fascinación por El Tijerazo.

Cuando Jade escuchó a Sebas decir que le gustaba esa película, casi se vuelve loca de felicidad, ahora los dos hacen maratones de películas de terror. Los dos son tal para cual.

Salimos de casa, subimos a la camioneta. Es una color negra, decidimos venir en la camioneta y no en el coche. Es más cómodo. No puedo creer que haya cumplido mi sueño, no me refiero al sueño de cuando estaba en HA. Tengo una discografía, Jade es una reconocida guionista y directora de películas de terror. Y estoy casada con ella, mi sueño se cumplió. Tengo una hermosa familia, una linda esposa, una que siempre me ha amado, en las buenas y en las malas.

Nuestro noviazgo no fue perfecto, y como en todos había discusiones pero siempre solucionábamos las cosas de la mejor manera: a besos. Nunca nos rendimos, siempre nos apoyamos y cuando no recordaba nada, ella estuvo conmigo en todo momento. Me enamoro por segunda vez, día a día se daba a la tarea de hacerlo, hasta el día en que lo consiguió. No se rindió conmigo, como yo no me hubiera rendido con ella.

Con nuestro amor.

—¿En qué tanto piensas? —pregunta Jade, sonrío mientras recuesto mi cabeza en el asiento.

—En lo agradecida que estoy de tenerte a mi lado —le respondo—. Soy tan feliz a tu lado, siempre quise esto, tener una familia contigo y ahora la tengo.

—También soy feliz, Tori, fuiste, eres, y serás lo mejor me pasó en Hollywood Arts. —Suspiro llena de felicidad, porque soy feliz.

—Gracias por hacerme tan feliz.

—No, gracias por llegar a mi vida, Victoria Vega-West.