Harry Potter es propiedad de J. K. Rowling.

Esta historia participa en el Reto # 16 «Los opuestos» del foro Hogwarts a través de los años.

I

Desconocimiento

La misión de asesinar a los cabrones que le han estado haciendo el ascenso imposible al Señor Tenebroso puede haber sido un gran honor de no ser por la presencia de Rowle, ese mismo novato idiota que no ha parado de ser el perro faldero de los mortífagos más experimentado desde que ha recibido la Marca Tenebroso: los sigue a todas partes, como si pensase que haciéndolo va a adquirir la experiencia que sólo puede ser ganada al recibir una encomienda, igual a la que ha recibido Antonin, y tener un resultado satisfactorio; a menos que quiera recibir uno de los castigos mortales del Señor Tenebroso por no haber conseguido cumplir con las expectativas que ha puesto en él, ese hecho a Antonin no le importa ni una mierda. Mientras Rowle se mantenga alejado de él, a Antonin no le importará lo que él decida hacer con su vida.

Mira a través de la ventana para distraerse antes de seguir planeando la mejor manera de liquidar a los Prewett de una vez por todas. Ha pensado en emboscarlos pero el último mortífago que lo ha intentado ha perecido en el intento, hasta parece que esos dos tienen habilidades extrasensoriales ya que da igual en qué ángulo los intenten sorprender o el tiempo que se prolongue el enfrentamientos, esos siempre consiguen salir vivos.

«Puedo intentar separar a uno de los gemelos del otro para asesinarlo sin embargo el detalle estará en si lo lograré; además puede que esa táctica haya sido utilizada antes», piensa Antonin tachando la idea que acaba de tener. Frunce el ceño. «Aunque si los asesinara rápidamente, me sentiré insultado. Luego de todo el lío que han causado, me rehúso a creer que van a caer en una triquiñuela tan absurda como esa.»

El Señor Tenebroso no le ha dado una fecha exacta, teniendo en cuenta que se trata de él lo más seguro es que si no hace un movimiento pronto, lo castigará por inútil y le dará la encomienda a alguien más –lo que no consentirá bajo ningún concepto que pueda haber. Antonin está convencido de que los hermanos tienen que tener una debilidad, un familiar al que ellos quieran proteger y por el que irían directo a la acción sin pensárselo dos veces pero ¿quién puede ser? ¿Tendrá un hermano o una hermana? Él hace un gesto pensativo en el momento en que hace un esfuerzo por recordar aquella época de su vida, Hogwarts, que hace cuatro años ha dejado atrás.

—Los Prewett tienen una hermana que se casó hace un tiempo con un traidor a la sangre: Arthur Weasley.

—¡¿Quién carajo te has creído que eres para entrar en mi casa así como así, estúpido?! —le pregunta Antonin después de dar un pequeño salto en su sitio, lo que originado que toda la tinta caiga encima de una parte del pergamino y que se dé un buen golpe en el pie por haberse girando con demasiada rapidez para encarar al idiota de Rowle—. A ver, déjame que te recuerde que está es mi casa y que estás allanando mi morada; así que esfúmate antes que te lance por esa ventana.

—Tienes un sentido muy curioso de la justicia ya que tú nunca has dudado en allanar la morada de tus víctimas antes de asesinarlas. —La sonrisa de superioridad de Rowle provoca que Antonin quiera darle un puñetazo en la cara—. ¿Vas a usar la información que te acabo de dar?

—Imbécil.

—¿Debo interpretar eso como un no? Y por si te interesa saber cómo entré aquí te lo diré: me Aparecí sin proponérmelo en tu cocina; tienes un estercolero ahí, deberías limpiarlo.

—Una palabra más y te asesinaré y haré que tu muerte parezca un suicidio —advierte Antonin con la varita en mano—. ¿Y qué te ha hecho creer que necesito tu ayuda para deshacerme de ellos? ¿No vas a responder?

Rowle se alza de hombros.

—Has dicho que me asesinarás si digo una palabra más, cosa que acabo de hacer. ¿Vas a hacerlo o debo de responder la pregunta antes que acabes con mi vida?

«Será un estúpido pero tiene el tipo de estupidez que no me cae tan mal.»

Antonin pone los ojos en blanco antes de regresar a su pergamino para devanarse los sesos pensando en una alternativa que valga la pena. Si bien puede usar la propuesta de Rowle pero toda una vida pensando que ha cumplido una misión gracias al consejo de un novato, es demasiado para él. Se supone que tiene más experiencia, más años al servicio del Señor Tenebroso; está más que preparado para dar con la respuesta. Bufa. Va a tomar un descanso, ojalá que eso le ayude; Rowle, por su parte, se dedica a contemplar la fogata que ha hecho en la chimenea como si no tuviese nada más que hacer u otro lugar en el que estar. Esta se puede considerar la primera interacción propiamente dicha que ha tenido con Rowle, ya que la anterior sólo ha sido para indicarle en qué dirección se encuentra la sala de reuniones.

—¿No te quieren en tu casa, Rowle?

—Necesito comenzar en una parte —responde Rowle—, así que me incluí en tu misión.

—¿Qué te hace pensar que te necesito?

—Yo buscaría la ayuda de alguien para aniquilar a los Prewett. Después de todo, ellos siempre se las ingenian para asesinar a cada mortífago que ha ido a por ellos.

—Aunque necesite ayuda, no te necesito. Lárgate de mi casa.

—Te acabas de contradecir a ti mismo, Antonin.

—¿Quién carajo te has creído que eres para tutearme con esa confidencialidad, imbécil? A nadie permito que me hable de esa manera, no voy a consentir que tú seas el primero en hacerlo cuando, de por sí, ya me caes mal. ¿Y cómo sabes que tienen una hermana?

—Coincidí con ellos en Hogwarts sin embargo me retrasé dos años, por diferentes razones. —Rowle sacude la cabeza, indicando que esa parte de la historia no la dirá. Tampoco es que a Antonin le interese saber la vida de él—. Y me enteré de la boda porque vi a Weasley comprar un anillo de segunda mano, o eso me pareció por el acabado. Y la única bruja que se puede interesar en él es alguien como Molly Weasley.

—¿Regordeta? ¿Traidora a la sangre?

—Con un temperamento fuerte que le siente cabeza cuando haga idioteces —aclara—. Sé eso debido a que me dedico a observar a la gente; esa ha sido la única razón por la que el Señor Tenebroso me aceptó en sus filas: no tengo talento alguno en las Artes Oscuras, al menos no todavía.

—Eso te hace un idiota inconsciente de lo que significa ir a una misión, ¿sabes, Rowle?

—Te lo dije antes: en algún lugar tengo que comenzar. Y soy legemerente.

Una semana después después Antonin se encuentra de regreso en la mansión después de que ha terminado asesinando a los gemelos Prewett, quienes nunca más volverán a causar problemas al Señor Tenebroso. Al final ha resultado que Rowle ha tenido razón al decir que a veces hay que pedir ayuda: diez mortífagos le han dicho que sí y han ido con él, no obstante menos de la mitad ha regresado. Entre ellos se halla Rowle, quien les ha conseguido la información acerca de dónde estuvieron los Prewett. A pesar de la mala primera impresión que ha tenido de él, por lo visto si se trata de obtener datos Rowle es un genio; él tiene una posición medianamente aceptada en el Ministerio de Magia, nadie sospecha que él se haya convertido en un mortífago.

«Puede que Rowle sea de beneficio para mí. Lo haré mi aliado.»