Los personajes pertenecen a Stephenie Meyer, la historia es complemente de mi creación e imaginación, esperando jugar con los tramas. Comenten críticas.
Hola de nuevo, quisiera aclarar que no uso a nadie para que me corrija la historia, no soy escritora de profesión solo una chica con una modestia en escribir, trato de no re-leer tanto los capítulos para ver si se me escapan algunos detalles, porque tengo la mala costumbre de cambiar de nuevo todo y luego terminaría en otra cosa muy distinta, así qué cosa que vean como un error, disculpen.
Capítulo II – ¡Edward NO!
23 de diciembre del 2016.
BELLA POV
— ¡EDWARD, NO!— Y ahí estaba yo de nuevo persiguiendo a un niño para que se bañara habían pasado dos días y aun no entendía muchas cosas sobre ¿qué hacer? Mire su colita asomarse por detrás de mi muy humilde sillón mí departamento no era el más lujoso pero era había indispensable para vivir y lo que mis padres pudieron apoyarme donde quieran que estén en este momento, ya que creer en el cielo o infierno es demasiado básico ahorita. Lo escuche gruñir cuando lo jale un poco de la cola, era el primer baño desde que llego, lo tenía que bañar deseaba irle a comprar una ropa decente y pensar en qué hacer mañana, donde debe ir a trabajar en el bar, menos mal aun no tenia clases en la universidad pero mi trabajo era algo que cumplía la función de pagar la renta y libros.
— Ed… Eddy.— Por instinto trato de escabullirse de mí por quinta vez en el día, estaba creciendo solo un poco para mis ojos pero él era rebelde en muchas cosas en las últimas horas estaba haciendo algunas cosas complicadas, como el día anterior que había matado a una pobre paloma que estaba en el balcón, fue suficiente para ponerme de nervios de que saltara por el dichoso balcón, le tuve que gritar solo para que captara lo peligroso de sus saltos fuera de lo normal y el solo dijo que era un regalo para mí, una paloma muerta . Lo atrape entre mis brazos y él trata de escaparse, solo bufaba y intentaba escurrirse de mí.
—¡NO ME DIGAS EDDY! Me vuelves a decir Eddy y te acusare con Madre.— Se veía tan tierno sus mejillas ya estaban sonrojadas de tanto jaleo al intentar hoy insistentemente, había cortado un poco sus garras para que parecieran "Normales" pero había planeado seguir observándole le encantaba perseguir las cosas o buscar lo tibio, que no le agradaba la carne y que el pescado era su comida eso eran rasgo más felinos. Dormía a mi lado apretándose a mí con una fuerza increíble, enrollando su pequeña cola y una que otra vez soñaba con un planeta o lugares desconocidos, me compartía imágenes cuando dormía o solo pegaba su mano en mi mejilla siendo eso algo escalofriante y poco justo, el me enseñaba cosas que no sabían ni que eran.
— Bien Anthony si no te bañas no te llevare a comprar ropa. — Creo que eso le daba igual, aun seguía vistiendo mis camisas en estos dos días de "acomodo" — Prometo que me baño a tu lado. — Me mire luciendo mis mojados pantalones cortos eso sí que sería un problema el día de hoy.
— Promételo por tú y yo que me bañare contigo hasta el día de mi muerte. — Él me veía receloso, precavido en mis brazos yo solo pude entender que él quería que me quedara, yo aun no sabía que decir así que solo susurre las palabras que él quería escuchar en el momento mientras él se relajaba.
— Lo prometo por los días que nos queden Edward…siempre me bañare a tu lado.— Me sonrió y su colita se meneo como si estuviera contento ante hacer ceder a la persona adulta del lugar, bese su cabello revoltoso dándome cuenta que de ahí había unas pequeñas orejas puntiagudas poco notables.
Yo ya estaba con mi pantalón corto y una camiseta para entrar a la ducha mientras él se "Intentaba" sacar la camisa que tenia puesta el solo, pero era un caso especial no quería mi ayuda, con mucho esfuerzo él lo hizo, algo leí en el cuaderno de dejarlo hacer lo que el sabia hacer para no comprometer su aprendizaje. El me miro y frunció el ceño miro su desnudez, volviéndose más rojo de lo normal y luego miro mi ropa como juntando piezas de un rompe cabeza chistoso para mí, no para él.
— Bella mía ¿por que tú tienes ropa y yo como me trajo Madre?— Me miro curioso esperando una respuesta, piensa Isabella piensa, quizás el niño solo no estaba acostumbrado a ver gente con mucha ropa cuando se bañaban eso si que era normal.
— Simple pequeño preguntón, las mujeres de la tierra nos bañamos así . — Admire su rosto con un "Oh" formado aunque no pienso que se tragara la idea, funciono porqué ignoro su desnudez totalmente.
— Bien que raras costumbres igual a la del eso . — Señalo el excusado y solo pude sonreír ante ese acontecimiento, esperando que no se me volvieran a escapar las carcajadas como la primera vez que lo hice al enseñarle como se utilizaba el inodoro.— Me gusta más la tierra Bells. — Eso ya lo había dicho varias veces el día anterior, pero no arruinaría mi única maceta por el.
— Lo sé, pasa o el agua puede ponerse fría. — Mirándolo entrar con toda la confianza, lo ayude en lo más posible, él se divirtió mojándome y llenándome de mi shampoo de fresas al parecer él le encanto ese olor ya que reconociéndolo ronroneo dentro de una pequeña ducha jugando con el cómo sí fuera barato pagarme ese gusto, al momento de salir se nos había ido las horas debía ir al centro donde encontraría en el mercado algo de ropa para él, me dolería en los ahorros del semestre.
45 MINUTOS DESPUES.
— ¡Edward no! No te quites la gorra se te vera las orejitas. — Le había tratado de ocultar parte de lo extraño de su anatomía que para mí era encantador, como sus orejas aunque parte de eso estaba solucionado con su melena de cabello, con el regaño el solo se cruzo de brazos dándome las mismas explicaciones desde hace 40 minutos.
— Esta cosa no me dejara crecer las oreja, Bells me pica.— No tenia mas nada a la mano con que cubrirlo y qué decir de la gran camiseta que le puse solo para que no se notara que andaba "Desnudo" de alguna manera tenía que aparentar normalidad, rebusque entre mi ropa algo pequeño pero no había caso lo llevaría y compraría lo necesario.
— Pero precioso, si la gorra es de los Yankee de New York , mi padre me la regalo.— Recordé un pasamontañas que usaba para el invierno no sabía si él tendría frio así que ,olvidando la gorra le coloque esta tela, le puse una chaqueta de las mías negras para cubrirlo de frió .— ¿Mejor? — Lo vi sonreír y asentir, le oculte su cola por la ropa y lo tome de la mano aunque estaba considerando cargarlo, el en calcetines por la calle no era muy recomendado, bien estamos listo para gastar mi poco dinero suspire con tristeza.
Íbamos y veníamos por la calles atestada de gente pocos notaron que cargaba "CON MUCHO ESFUERZO" al niño que se escondía en mi cuello cuando notaba algo que no le gustaba, como los fuegos artificiales o los muñecos bailarines, así que a eso le tenía miedo el pequeño valiente. Pero más llamo su atención las luces y los colores que adornaban el boulevard. Mire una que otra ropa y sonreí estaban a buen precio, quería comprarle ropa que le sirviera varios días así que los dos nos sumergimos en nuestra comunicación el arrugaba su nariz cuando los colores no le agradaban o era una tela incomoda para él, tenía un gusto muy especial.
—Edward, no sé por qué no te agradan los zapatos.— Era el tercer juego que mediamos para su edad, luego de que ya lo había vestido decentemente ese día con una ropa en conjunto de azul, con un suéter de color verde que le agrado.
—No me agrada Bella, duelen mis dedus esas cosas son malvadas me mataran.— él se quitaba el zapato y solo pude suspirar, lo abrace nunca me había puesto a pensar que también para él era difícil, aunque mirando esos malvados zapatos hasta yo empezaba a odiarlos pero debe ser su crecimiento que estaba poniéndolo a prueba.
—Ya se, unas sandalias varoniles quizás. — Asintiéndole a la persona atendía que nos sugirió la brillante idea, fue por unas sandalias para niños de cuero solo pase la mano por mi cabello y Edward agacho su cabeza, se veía hermoso vestido con una camisa azul y sus pantalones Jeans que fue algo difícil de medir, tuvimos que ir al vestidor para que no notaran una pequeña cola siendo oculta, esperando su aprobación para que no le maltratara y con ese suéter que le agradaba tener la capucha sobre su cabeza, aunque el pasamontañas de color morado no combinaba.
—Lo siento, te quiero pero no quiero esos malvados zapatos hecho por Jamesn —Alce mi ceja ¿él pensaba que me enoje?, negué mientras le acariciaba la mejilla.
—No me enoje, precioso solo es difícil ¿Quién diablos es Jamesn? —A veces no entendía sus palabras ni mucho menos esos momento antes de dormir el rezaba por ambos a no sé quién, y se ponía de una posición de yoga, algo extraño pero que no lo era hoy en día.
—Es .. el peor ser de la galaxia destruyo al abuelo un día frente a Padre. —El se puso algo triste lo note cuando su mirada vio a la nada, lo abrace fuertemente queriendo hacerle olvidar los malos pensamientos, empecé a hacerle algo de cosquillas a él le encantaban en su estomago.
—Jajaja Basta, Me rindo por ti, soy de vos.—Su respiración regreso a la normalidad cuando aleje mis manos y la señora nos había traído las sandalias esperando que esta vez fuera la solución de este pequeño problema.
—Qué lindo hermanito tiene, pequeño este sí te servirán y no te molestaran. —Edward la miro con cautela él no quería hablar de mas así que solo medimos la sandalias que le quedaban perfectas. Lo subí de nuevo a mi viejo coche realmente era lo que pude comprar cuando me mude a Roma algo pequeño, era un pequeño volvo antiguo rojo era mi vehículo el apretaba todos los botones a la vez y se entretuvo con la radio cosa que le sorprendía cada vez que cambiaba de emisora y trataba de imitar.
—Bella yo no soy tu hermano, no debí mentirle a la señora. —El dejo una música algo extraña y empezó a mecer sus pies mirando sus sandalias divinas y caras pero duraderas que le gustaron el miraba por la ventana con cara de tristeza, quizás sentirse de nadie o pensaba donde demonios lo enviaron sus padres.
—Extraño a Emmett y a Alice.— Soltó en un suspiro y a mí me llego esa ola de desconsuelo, era como yo, también extrañaba a alguien que no podría ver quizás nunca de nuevo, ladeo mi cabeza el sí que necesitaba de los suyos.
— ¿Quiénes son enano? —Mirándolo de reojo, curiosa de quienes eran ellos de conduciendo a nuestro humilde hogar ¿dije nuestro? Quizás ya me acostumbraba demasiado rápido.
—Ellos sí son mis hermanos de camada, Madre dijo que también habían encontrado a su reina y su rey. —Mordí mi labio por primera vez el me hablaba de su familia, más o menos entendía que eran niños iguales a él, se sentía agradable él siguió con su habladuría poco común. Lo que él quiso decir me confirmaba que a los otros dos pequeños le estaba pasando lo mismo que a él, tenían que crecer eso me dio un poco de tristeza.
—Emmett es más grande en peso, pero sigue siendo menor que yo … extraño recolectar Gintillas —espero un momento y miro las luces de las grandes torres —Alice es la menor y ella es especial no está quieta, mamá dice que nació corriendo. — Me mantuve en silencio unos minutos digiriendo esa información, puede que se encontraran ¿o no?
—Yo nunca tuve hermanos, no sé lo que se siente extrañarlos, pero si extraño a mis padres. — Limpie rápido una lagrima traicionera, ellos habían muerto dos años atrás en una accidente de tránsito por eso aun del tiempo seguía la normas, vi nuestros cinturones puestos y tenía la manía de hablar de mis padres en presente.
—No estés triste Bella, me tienes a mi y yo a ti. —Le asentí, lo menos que espere fue un beso en mi mejilla uno que se parecía a una lamida y se recostó para bostezar y dormir un poco hasta mi departamento. Al parecer me estaba acostumbrando a él, pero no podía aun asegurar nada, me sentía entre lo que deseaba y lo normal o lógico de las situaciones no quise forzarlo a hablar, una que otra ojeada cuando dormía durante el trayecto.
24 de diciembre 2016
—"BUEEEEEEEEEEEEEENOS DÍAS SEÑORES Y SEÑORAS ES NAVIDAD ".—Jadeo de frustración eran las 7 am y debía pararme, hoy tenía que trabajar ¿era navidad?¿quién prendió la tv? Me sobresalte, no sentía la presión en mi pierna, ni el lugar tibio de un cuerpo, ni cola a mi lado de los últimos días. Me coloque mis sandalias de dormir y corrí como frenética con mi corazón en mis oídos "Édward" aun con mi pijama de muñequitos que me había regalado Rose corrí a la sala con la urgencia y desesperación en el pecho.
—Lo siento. —El me vio con algo de arrepentimiento y su cola se enrollo por la pena al parecer estaba vivo y en la sala, con cara de circunstancia ante mi desesperado corre- corre. —La caja parlante dijo que era ¿Navidad? ¿Qué es eso Bella? —Le sonreí ayudándolo a bajar el volumen, él estaba aun con una de mis ropas y su bóxers de niños que eran de estrellas y planetas muy lindos, el mismo los había elegido como si quisiera estar en ese universo.
—¡Bueno enano! Gran susto me habéis dado, hoy tendré que trabajar pero saldré a las 11pm y vendremos a pasar noche buena o la navidad. —El asintió aun sin entender que pasaría, así que luego de una hora de explicarle todo sobre la tradición comimos unos panqueques que el adoraba con chocolate, no puedo negarlo eran mi debilidad también. Pase la tarde enseñándole unas indicaciones no me agradaba dejarle solo 4 horas pero era necesario el decía que si podía pero se pondría triste, le enseñe a colocar un canal de películas y pasamos casi todo lo que restaba arrullados en el sofá mirando películas de la navidad.
A las 5 estaba lista para mi jornada de trabajo, unos pequeños tacones una camisa blanca con unos Jeans listo el uniforme de mesera más tradicional para recogerme el cabello en una coleta meticulosa le sonreí al pequeño que decía lo hermosa que estaba.
—Eddy escúchame, te dejare provisiones en el sofá, te estarás sentado comiendo de apoco por 4 horas, nada de abrir la puerta o el balcón nada de jugar con fuego, ni agua y nada de ir a ningún lado. — El asentía una y otra vez, yo le compraría un pequeño regalo en mi esquina especial con las fotografías de mis padres había un pequeño árbol de navidad que decore muchos días antes. Otra navidad sola, bueno casi sola segura mañana vería a Rose en el día y le hablaría de Edward, capaz me declarara loca o pensara que tuve que raptar u niño para no sentirme tan sola.
—Está bien, me portare bien. —Sonrió de lado y se acomodo en el sofá, como si de una orden fuera ¿tenía 5 años?, pero vivió 50 años, no se meterá en problemas por Dios, tengo que irme o si no pasaremos hambre en estos días.
—Hey , ahí está mi teléfono llama a mi móvil si deseas algo, capaz santa te traiga algo bueno para ti eh pórtate bien y te regalare algo.— En sus ojos había alegría dijo que amaba la navidad antes de saber qué diablos era, estaba muy preocupada pero lo deje persignándome porque el hiciera caso esperaba que no me equivocara ante la decisión.
2 HORAS DESPUES.
—Isabella hermosa, ¿Cómo celebraremos navidad? — Ahí estaba James convenciéndome de algo otra vez que no pasaría, era mi segunda hora de trabajo y quería que el tiempo volara no quería estar aquí, no quería dejar al pequeño Superman solo pero era mi deber, como pude me solté del agarre que me tenia, nos veíamos ridículos todos los que trabajamos hoy, nos habíamos colocados gorros de santa que titilaban y que para llevar el espíritu navideño era un imbécil total de humillar hacia cualquier cosa.
—¡Aléjate James!, tenemos trabajo—El era el cajero especial simple era el hijo del dueño y creía que tenia de poder de tocarnos al parecer entendió mi mensaje, no era feo pero era un poco grotesco como si dijera "Follame", me estremecí cuando ya estaba lo suficientemente lejos dije en voz alta lo que pensaba.
—Rubio idiota hijo de papi.— Una risa a mi espalda, me hizo voltear con alegría yo reconocía esa voz donde proviniese y venia de una rubia que era una mujer espectacular para estar perdiendo su vida entre mesas y pedidos.
—Rosse, no te rías. Rosalie Hale no te rías es en serio, no sé cómo no tuve la misma valentía que tu y le metí unas patadas en sus pelotas.— Ella aun se carcajeaba hasta lagrimas en sus ojos había mientras yo me veía con gran frustración, hace 4 meses Rosse le había dejado "Muy claro" que no era de su intención ser de él, rompiéndole literalmente sus herederos con sus rodillas de modelo.
—Es divertido, Bella ¿Dónde estabas?, ¿por qué no contestabas mis llamadas? —¿Qué debía decir?, bueno según los extraterrestres "padres" de un pequeño personaje que se supone que sería pareja mía en menos de 4 meses y sería el fin de los felices por siempre. Me percate que ella hacia una mueca y pude notar sus ojeras ¿Qué le pasa a Rose?
—He estado resistiendo mi sueño lo más que puedo. Qué bueno que hoy saldremos temprano. —Empezando a caminar entre las mesas dejando sus dudas Rosalie me grito en silencio un "Debo hablar contigo" hizo mueca de preocupación, lo deje pasar a Rosalie la conocía de la Universidad y ella me había ayudado con el trabajo sí una rubia algo egocéntrica, que tenia mas pantalones puestos que muchos de nosotros, me preocupaba su mirada pero me concentre en el trabajo yo tenía más cosas en la mente que la vida amorosa de mi amiga ," no seas egoísta Bella" mordí mi labio como de constumbre. Me distraje y más pronto de lo que pensé estaba saliendo de mi tortura.
—¡Rose, Rose espera! — Al parecer la rubia no quería estar con nadie en navidad, su hermano se había quedado en la provincia con sus padres Jasper lo había conocido por fotos solo eso, me sorprendí y deje de correr cuando ella tomo el taxi sin darse cuenta si quiera de que yo venía atrás de ella con rapidez.
—¡Joder! — Al parecer no estaba sola, Angela me quedo mirando como si pudiera leer mi preocupación y angustia por todo.
—Bella, calma ella anda algo ansiosa como tú solo eso, es una navidad donde muchos lo pasamos solos ¿No quieres ir conmigo?, estará Ben y Viki.—Negué deseaba llegar a mi departamento, pero Angela me había dado algo de pena así que un tiempo después la había dejado en el frente de sus residencias ella había hablado de la cena que tendría varios de nuestros conocidos pero yo no quería saber de ellos solo asentía con monosílabos, ella había visto mis pequeños regalos en la camioneta y solo pude decir que era de alguien especial, sus sonrisa no llegaron pero no pregunto nada más .
Mire mi reloj eran las 11:30 pm había llegado tarde, había llegado tarde, con el frio que hacia apague el carro y tomando mi cartera y los regalos, trote hasta las escaleras "Joder porque no tenían ascensor" se recordó que su edificio solo costaba de 5 pisos y que no hacía falta el ascensor era gente humilde, unos tropiezos unas cuantas maldiciones.
Con mi respiración más agitada metí la llave en la cerradura, seguro se encontraría ¿incendió? , ¿Inundación?, calma bella solo encontraras un pequeño niño de seguro dormido en el sofá donde le dejaste, al abrir sin mucho esfuerzo la puerta se sorprendió "Un momento" no debería tener la puerta doble seguro, su mirada se volvió de pánico entro a la pequeña sala y la encontró vacía ¿solo?, ella arrojo los regalos en el piso con todo y cartera , recorrió cocina, la única habitación , debajo de la cama, en la ducha, en el pequeño balcón, en el cuarto de lavado su desesperación llego hasta ella las manos le empezaron a temblar.
¿Es mi culpa?, sí lo sé estúpida dejaste un niño intergaláctico solo, sus lagrimas empezaron a correr cayendo a llorar en el sofá tomando sus rodillas ¿Dónde estás Edward?¿Gatito? Sus escalofríos llegaros no sé cuánto tiempo paso pero mi mente no estaba funcionando ¿Se lo habrán llevado?¿Abrió la puerta?¿Se fue solo? Maldición lo perdí . — ¡EDWARD! ¿DONDE ESTAS GATITO?— Un grito desde su departamento mientras sus lagrimas nublaron sus ojos y ella idealizaba que iba hacer ahora, debía buscarlo ir a la policía ¿Cómo explicaba no tener fotos?, un momento tenia fotos no documentos.
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