Notas iniciales:

¡Hola a todos y bienvenidos a mi fanfic! En esta ocasión les presento una historia corta de una película que vi hace un par de meses: Zootopia 3, que diga, Rock Dog. Sí, probablemente la mayoría no tenga idea o no la recuerde, sé que no fue la mejor película, pero tuvo un no sé qué que me gustó, así que decidí aunque sea escribirle una pequeña historia.

Lo acontecido aquí es sobre lo que imagino sucede después de la película y se enfoca en un personaje que tiene poco tiempo en pantalla: la bajista zorruna de la banda, Darma. Está historia es principalmente de comedia y una pizca de romance, con clasificación T, es decir, recomendada para adolescentes debido a un par de chistes y humor subido de tonos.

Créditos: La portada del fanfic es un fanart hecho por elranno.

Sin interrumpirlo más, los dejo con el primer capítulo de este short-fic de Rock Dog: Declaración. Que lo disfruten.


Capítulo 1: Bodi, el casanova

Habían pasado más de tres meses y aún no podía creerlo, ¡era increíble! No hubiera imaginado que mi vida hubiera cambiado tan rápido en tan poco tiempo. De pasar años tocando el bajo eléctrico junto a mi amigo Germur y el idiota de Trey en el Parque de Rock como aficionados esperando a alcanzar la fama, hasta volvernos una nueva banda bajo la tutela de una leyenda del Rock: el único y original, Angus Scattergood. Prácticamente de la noche a la mañana nos convertimos en una banda de Rock, de hecho una parte de mi siente que es algo tramposo e injusto, pero no puedo quejarme del resultado de hacer poco a poco realidad mi sueño de tocar en una gran banda y empezar a transmitir nuestra música a más animales. Y nada de esto hubiera sido posible sin la ayuda de Bodi, definitivamente ese perro cambió mi mundo.

Es curioso cómo cambiaron las cosas tan rápido desde que Bodi entró a mi vida. La primera vez que lo vi con esas extrañas ropas tibetanas y su gorro estúpido pensé que era algún especie de monje shaolin o un loquito (cosa no tan alejada de la realidad) que me vio esa vez con ojos suplicantes, no para pedirme dinero, comida o invitarme a una secta misteriosa, sino para unirse a nuestra banda y hacer realidad su sueño de ser un roquero de la misma forma que el sr. Scattergood se hizo famoso. El pobre decía cosas sin sentido y contaba ridículas historias que me hacía difícil tomarlo en serio, pero él creía ciega y firmemente en esa descabellada fantasía. Admito que lo subestimé al principio pero el entusiasmo y la pasión con la que hablaba de aquello eran muy contagiosos, me hacían admirarlo y hasta sentir ternura por él; aunque pareciera un bobo ingenuo, me recordaba a mi misma unos años atrás.

Y al final de todo, la perseverancia, determinación y el talento natural de Bodi logró acercarlo más a su sueño y yo a los míos. Inconscientemente, ese zonzo pero noble mastín renovó mis ganas y motivación para tocar música y ahora, junto a Germur y Angus, empezamos una nueva vida para hacer lo que más nos apasiona.

Con ese gran entusiasmo me desperté y me vestí rápidamente, me puse un grueso hoodie color gris que contrastaba con mi pelaje anaranjado pero combinaba muy bien con los mechones blancos de mi cara, ya que era un zorrita de pecho pequeño me daba igual usar ropa tan holgada (no era como si me importara llamar la atención de algún macho) o poco femenina, aunque tampoco quería volver a ser confundida por un chico, así que también me puse una minifalda verde a cuadros encima de unos mallones gris oscuro para cubrir mis delgadas piernas, como dije, no quería llamar más atención de la necesaria pero dejando en claro que era una hembra; por último unas botas negras para darme un look de bajista y un poco de altura.

Terminé de cepillar mi enorme y esponjosa cola vulpina por tercera vez, me miré al espejo y peiné con mis garras un par de mechones rebeldes entre mis puntiagudas orejas color azabache; luego me sonreí a mi misma, no soy muy vanidosa, pero creo que pese a no prestar mucha atención en mi apariencia como otras zorras de mi edad, me considero a mi misma bonita, ni fea ni hermosa, sólo bonita, y eso me bastaba.

Tomé el estuche de mi bajo, lo colgué a la espalda y salí de casa para los ensayos.


Después de pasar el exagerado sistema seguridad de la mansión y el enorme e innecesario laberinto de setos, logré llegar a la casa de Angus Scattergood, pese a conocerlo y tratarlo casi un mes, aún no podía tratarlo como un igual o un miembro más de nuestra banda, seguía siendo mi roquero favorito, mi jefe y ahora también mi maestro. Entré por la puerta principal recibida por Ozzie, el pequeño robot mayordomo, quien señaló la cocina, dando a entender que ahí debían estar los demás. Era medio día, suponía que Angus aún no despertaba, sabrá Buda que hacen los famosos toda la noche, seguramente una típica velada desenfrenada de música, bebida y chicas, como cualquier rockero famoso, aunque nunca he visto al sr. Scattergood rodeado de otras animales aparte de nosotros o sus patrocinadores, así que no podría estar segura, al parecer es un mamífero más solitario de lo que aparenta

Caminé por los enormes y altos pasillos de su sala, que era probablemente más grande que la casa de mis padres, miré aún impresionada las paredes blancas de su mansión adornada por cuadros muy costosos y cosas ostentosas de ricos; me sorprendía que el sr. Scattergood confíe ciegamente en Bodi y en nosotros, especialmente conmigo, pues mi especie no tiene buena fama de respetar la propiedad ajena, quizás Angus es un felino de mente abierta que no juzga a nadie por su apariencia, raza o creencia... o simplemente es tan asquerosamente rico y famoso que no le importa. Probablemente sean ambas. En fin, después de pasar un larguísimo sillón carmín, por fin llegué al final de la habitación y entré a una igual de enorme cocina, estuve a punto de hablar para preguntar si había alguien, cuando las voces de mis dos amigos llegaron a mis oídos.

—Entonces Germur, amigo... ¿podrías hacerme ese gran favor?

—Claro Bodi, lo que quieras hermano.

A la distancia la cabra y el perro tibetano platicaban amenamente sentados en una de las mesitas cromadas de la espaciosa habitación, me dirigía sin prisa hacia ellos cuando escuché claramente su conversación.

—No le digas a Darma nada de lo que acabamos de discutir, ¿de acuerdo? —dijo el mastín con un extraño tono preocupación.

Me detuve de golpe, ¿por qué Bodi le pedía un favor sobre mi a Germur?

—¿Decirle algo a Darma? ¿Qué cosa?

—Esa es la actitud, gracias amigo.

—No, en serio Bodi, ¿qué cosa no debo decirle a Darma?

Me di una palmada en la cara mentalmente, Germur era muy desubicado, pero por lo mismo era un buen guardador de secretos, ya que difícilmente le contaría a alguien, o recordaría lo que le acaban de decir. Aún así, me escondí a un lado del refrigerador, era obvio que Bodi quería ocultarme algo

—Vamos Germur, te lo dije hace 5 minutos, sobre la declaración para Darma, quiero que sea sorpresa —dijo con entusiasmo pero con una voz apagada.

Me quedé boquiabierta, ¿qué diantres? ¿Acaso Bodi... se me quiere declarar? No llevamos mucho tiempo de conocernos y, sé que es un buen chico, pero lo considero más como un amigo, o hasta el hermano que nunca tuve ni quise pero, ¿en serio Bodi piensa así de mi? Me reí mentalmente, no sé si de burla o de nervios, es que, bueno, por un lado me sentía halagada, se sentía bien saber que le gustas a alguien, pero por otro lado... no, no sabía que sentir, nunca lo consideré de esa manera, me gustaba y me aterraba al mismo tiempo esa idea.

—Oh, ya recuerdo, te refieres a eso, claro hermano, lo que sea por ti.

—Gracias.

—¿Y cuando piensas decirle?

Vaya, para ser algo distraído, la cabra tenía tanto interés como yo.

—No le sé, me gustaría que fuera lo antes posible...

¿Quién te viera Bodi? Todo un casanova. Desearía que no estuvieras hablando de mi. Por mi bien... y el tuyo.

—... pero...

Ay no, ahí va el pero.

—... pero no estoy seguro de cómo decírselo.

—¿Qué dices? Pero hablas todo el tiempo con ella y se llevan muy bien.

—Lo sé pero... no estoy seguro, nunca le había pedido eso ninguna chica...

Ahí comprendí que Bodi no quería apurar las cosas, sólo estaba un poco nervioso. Awww, que lindo, su primera vez.

—Bueno, a ninguna chica de la ciudad, las chicas de mi aldea eran diferentes y nunca tuve problema o dificultades al pedírselos.

Y ahí comprendí que sólo Bodi podía convertirse en un cretino nivel Trey de 0 a 100 en menos de un minuto, ¿qué le pasaba? Por un momento pensé que yo era su primer crush y al siguiente me enteré que sólo soy una más de las cientos de chicas con las que salió, diga, con las que pensaba salir. ¿Tan poco cosa soy para ti Bodi? ¿Y por qué rayos me molestaba tanto? No era como si estuviera celosa, o me importara su vida.

—Bodi... ¡que galán! —Germur codeó el hombro del perro con una enorme sonrisa idiota. Machos— ¿Cuántas novias tuviste en tu aldea?

—¿Qué? No, no es lo crees, ¡y no me refiero a eso! Ellas sólo eran amigas, yo nunca... ni siquiera he besado a una chica o ninguna de esas cosas. — Se apresuró a hablar — . Sólo digo que es sencillo hablar con las ovejas de la aldea, compartimos las mismas creencias y tradiciones, pero, no sé casi nada de la ciudad, hay cosas que aún no conozco o entiendo, no sé si sea correcto pedirle eso a Darma en el poco tiempo que nos conocemos. Ella es diferente, no se parece en nada a ninguna chica que haya conocido.

Oh bueno, el enojo me duró poco, estaba algo molesta por lo que dijo antes, pero debo admitir que oír esas palabras lindas del mastín, harían sentir halagada a cualquier chica.

—Ni que lo digas, ella es muy violenta y algo marimacha...

Nota mental: Romperle la batería de Germur en su cabezota hueca la próxima vez que lo vea.

—¿Y qué piensas hacer, hermano?

—Pues no sé, esperaba pedirle consejo a alguien, pero no sé a quién.

—Oye, ¿y por qué no le preguntas al señor que vende fideos?

—¡Buena idea! No suena mal...

—¿Verdad que sí?

Bah, me aburrí de escuchar a Germur y sus geniales ideas. Me quedé meditando un poco sobre lo de Bodi. Sus comentarios me dejaron muy pensativa, creo que es un buen chico, me agrada y físicamente tampoco está mal, bueno, tiene cierto aire infantil y poco varonil, quizás no sea mi tipo, pero tampoco era un mal partido. Aún así, no nos conocíamos muy bien, y la verdad no estaba para tener una relación, y menos con un miembro de la banda. Estaba más que segura de que iba a tener que rechazar su oferta, aunque no podía dejar de pensar que tan bien o mal se lo tomaría.

Pero bueno, después de tantos enredos, quería despejar mi mente y conocía la manera más rápida de desaparecer dicho tema de mi cabeza.

—¡Hola chicos! —saludé jovialmente, saliendo de mi improvisado escondite y sin importarme que discutieran algo sobre mí.

—¡D-d-d-d-arma! —tartamudeó sorprendido el can.

—Hola Darma, ¿qué hay? —saludó tranquilo y despreocupado la cabra.

—Hola Bodi, hola Germur, ¿qué hacen?

—Estábamos hablando sobre a quién pedirle con... —la pata de Bodi tapó su boca enseguida, evitando que hablara demás.

—¿Sí? —cuestioné fingiendo no saber de qué hablaban.

—Errr... de nada, sólo cosas... este... ¡cosas de chicos! Sí, eso...

El zonzo de Bodi estaba tan nervioso, y definitivamente no era bueno mintiendo, aunque no era como si le hubiera creído en primer lugar.

—¿En serio? —cuestioné sarcásticamente— Seguramente eran cosas pervertidas y sucias, ¿verdad?

—¡Sí... claro, era eso! —afirmó sin pensarlo— Era eso, cosas típicas de chicos... espera, es decir, no, no, ¡nada de eso! —respondió asustado al entender lo que yo implicaba.

—Ja, ja, ja —me reí genuinamente—. Ay Bodi, eres tan inocente—. Claro cachorro, lo que tu digas.

El perro del gorro verde estaba claramente apenado, decidí que era mejor no hacerlo sufrir más y no insistir en el tema.

—Pero en fin, ya que están aquí, ¿Han visto a Angus?

—¡Ah! —bramó Germur al soltarse de la pata de Bodi y volviendo a respirar— No, no lo hemos visto en todo el día.

—Lo estamos esperando desde hace media hora, el señor Scattergood debe seguir durmiendo —respondió Bodi más tranquilo.

Casi inmediatamente, un gato persa blanco y extremadamente delgado entró a la cocina, usando una pijama azul, pantuflas y sus característicos lentes oscuros; al parecer, no se los quitaba ni para dormir.

—Aaaaaaahhhhhhhhhhhhh miaaaaaaaau... argh —bostezó estrafalariamente, típico de una leyenda del rock de su altura, y... de un felino—... Buenos días muchachos, ahh.. —volvió a bostezar— ¿por qué llegaron tan temprano?

—Buenas tardes sr. Scattergood —Bodi saludó enérgicamente con una enorme sonrisa.

—¿Qué hay don Scattergood? —lo recibió la cabra con un ademán roquero con la pata— Palabra.

—Más bien, buenas noches —respondí sarcásticamente.

El felino volteó a verme algo fastidiado. Me encogí de hombros y bajé la mirada; yo suelo ser así con los demás, pero creo que me excedí un poco con mi jefe y maestro, desvié la mirada y esperé algún tipo de regaño o represión.

—Je, je —rió el minino en un extraño acento británico—, vaya Darma querida, al fin me hablas con más confianza, espero que así sea siempre de ahora en adelante.

Abrí los ojos con sorpresa, y luego reí discretamente, al parecer no fue la gran cosa. Germur me dio un pequeño golpecito en el hombro, el cual le regresé el triple de fuerte y sin dejar de sonreír.

—¡Auch!

—Gracias Angus, lo intentare je, je.

—Eso espero Darma querida, pero bueno, no exageres, tampoco es tan tarde, ¿qué hora son?

—Las dos en punto señor Scattergood. —respondió obedientemente el perro.

—¿¡Las dos!? Madre mía, me quedé dormido de nuevo, debimos haber ensayado hace horas. Bueno, bueno, alisten sus cosas y vamos al estudio.

Nos disponíamos a salir cuando un rugido se escuchó en la cocina.

—Errr... bueno —dijo Angus tocándose el estómago—, ¿qué les parece si desayunamos, diga, almorzamos primero?

—¡Sí! —Germur y Bodi celebraron al unísono.

Yo sólo miré al techo ligeramente exasperada. Machos. Siempre tienen hambre.

—Perfecto, creo que todavía queda un poco de salmón. ¡Ozzie, ven aquí!

Era algo tarde, así que tampoco iba a rechazar un poco de comida. Además, me encanta el salmón.


Notas de Autor:

¿Y bien? ¿Qué les pareció este capítulo? Ojalá haya sido de su agrado. Y agradeceré de todo corazón que me dejen alguna crítica o comentario, estaré más que feliz de leer y contestar cualquier opinión o hasta insulto que me dejen.

Sé que no hay muchos fans de Rock Dog, pero espero que a los poco que lo lean, sea de su agrado. Si algún fan de Zootopia está por aquí, le diré que no se preocupen, aún no he dejado el fandom, sigo escribiendo de esa serie, sólo que soy algo lento para escribir y me di un tiempo para probar suerte en otras aguas, y por ahora la daré prioridad a esta historia, pero también estaré escribiendo los proyectos que tengo para Zootopia. Si tienen dudas al respecto pueden preguntarme por MP o revisar los avisos que deje en mi perfil al respecto.

Volviendo a este fic, les aclaro que esta será una historia corta de 4 capítulos, originalmente iba a ser un one-shot, pero escribí tanto que mejor decidí hacerlo en este formato, espero no tengan problema con ello, y no se preocupen con las actualizaciones, cada semana intentaré traerles una nueva parte.

Sin más que decir, agradezco que hayan llegado hasta aquí. Nos vemos la siguiente semana con el segundo capítulo de Declaración. ¡Saludos!