Naruto: El Entretenimiento de Kushina


Hola compañeros, mi nombre es Emperor92. Quiero agradecer a Crimson Dragon VIRUS que me permitio adoptar esta historia. La verdad, mi lado pervertido fue la que quiso seguir esta historia, pero pues no soy muy experimentado en esa zona. Asi que pedi ayuda a mi maestro y compañero Javier Pozos. Asi que sin mas, esperamos que les guste esta remasterizacion que muchos ya estaban esperando. Poco a poco los capitulos se volveran a subir y despues los nuevos. Al final, una nota extra sobre el capitulo. Y como diria Zohan: ¡Y accion!


Capítulo 1: "LA FIESTA"

Kushina Uzumaki podría describirse a simple vista como una madre común y corriente de la clase alta. Era una mujer de cabello rojo, lacio, hermoso y sedoso, con una piel blanca nacarada, ojos violeta grisáceos y una figura muy escultural a pesar de tener 40 años de edad. Kushina había conocido a su esposo Minato Namikaze en su juventud y lo había amado más que a nada en el mundo, pero después de su matrimonio él empezó a dedicarle poco a poco menos tiempo hasta que casi no estaba en su casa, al mismo tiempo que su posición crecía cada día más.

Lo único que la consolaba era el hecho de tener a su único hijo Naruto Uzumaki, el cual era el reflejo de su padre, viviendo en su hogar. Lo mimaba tanto debido a que rara vez en la actualidad Minato la sacaba a pasear y cuando lo hacía era relacionado por negocios. Eso la frustraba en demasía y ya estaba exhausta de su matrimonio ya hecho pedazos, pero lo único que le sacar fuerzas era el amor a Naruto como madre. Justo eso había estado pensando Kushina en el carro cuando a Minato se le ocurrió cancelar su aniversario porque tenía una cena muy importante con su jefe, ya que podría ser beneficiado con un ascenso y eso molestaba en sobre manera a la pelirroja. Cuando ellos se encontraban llegando al restaurante de lujo donde sería la reunión, la mujer se detuvo en la entrada del restaurante porque había ocultado algo muy importante.

— Oh cariño, creo que dejé mi teléfono en casa, iré rápidamente a buscarlo – dijo Kushina muy angustiada por su celular

— Está bien Kushina, le diré a mi jefe que llegaras un poco tarde, toma un taxi para que sea más rápido – le respondió a su esposa.

Enseguida la Uzumaki alzó su brazo y un taxi se detuvo a lado de la pareja.

— No tardaré mucho, amor – le dijo Kushina guiñándole un ojo a su esposo.

Minato solo sonrió mientras veía como el taxi se alejaba, sin saber que este sería el peor error de toda su vida. Mientras tanto en casa de los Uzumaki, se encontraban algunos jóvenes que ayudaban a Naruto a preparar todo para la fiesta que estaban organizando.

— Ya casi está todo listo, aunque falta un elemento muy importante para que la fiesta sea un éxito – dio a saber Sasuke Uchiha, uno de los mejores amigos de Naruto.

— ¿Y cuál sería ese elemento del que hablas Sasuke? – cuestionó Kiba Inuzuka, otro de los amigos que ayudaban a Naruto.

— Ese sería el alcohol, mi estimado amante de los perros – aseguró Sasuke.

— Hey, no te preocupes por eso. Ahora mismo voy a comprar lo necesario – fue lo que dijo Naruto en respuesta al dilema que tenían.

— Naruto, si quieres ve y compra lo necesario. Nosotros terminamos de arreglar aquí – propuso el pelinegro al rubio.

— Perfecto, gracias chicos. Volveré en un momento – solo dijo Naruto mientras agarraba las llaves de su auto y salía de su casa a comprar el alcohol.

— Vamos a terminar rápido para esperar a los demás – asintió Sasuke a Kiba para tener todo listo.

Pasado unos 20 minutos y Kushina llegó a su casa, pero como no quería echar a perder la fiesta de su hijo, la cual ellos le prometieron que no estarían en casa durante la fiesta, ella decidió entrar por la puerta de atrás, ir por su teléfono y salir sin que nadie la viera. Kushina abrió la puerta y entró haciendo el mínimo ruido posible, llegó a su cuarto rápidamente, agarró su celular y salió del cuarto. Ella intentó irse rápidamente y justo antes de salir por la puerta de atrás nuevamente, Sasuke se encontró con ella.

— Hola, no te vi llegar. Soy Sasuke, mucho gusto – saludaba Sasuke sorprendido por ver a una mujer pelirroja muy hermosa

La mujer era de ojos color violeta grisáceo, un vestido de noche negro muy revelador, con la parte de los pechos ligeramente expuesta, unos pechos copa entre C y D, caderas por las que cualquier hombre mataría para que su mujer tuviera, un enorme trasero bien formado y sus piernas bien definidas, dando prueba que se ejercitaba y cuidaba su figura, además de que tenía puestos tacones negros ligeramente altos que combinaban con su vestido. Kushina sorprendida por encontrarse al amigo de Naruto no pudo hacer mucho, así que decidió seguirle la corriente.

— H-hola mucho gusto, soy Kushina. Estaba buscando a Naruto, pero por lo que veo no está aquí – saludó Kushina algo nerviosa.

— Oh ya veo, Naruto salió un momento y no debe tardar en llegar, ¿te gustaría esperarlo con nosotros? – propuso Sasuke mientras tomaba de la mano a la chica y la llevaba a la sala donde todo estaba listo para la fiesta.

— Mmmm no sé si sea buena idea – mencionó la pelirroja de forma pensativa haciéndose al difícil.

— Vamos, un rato nada más. Naruto no debe tardar mucho – insistió Sasuke mientras se sentaba en el sillón jalando a la Uzumaki junto a él, haciendo que se sentara.

— Está bien pero solo por un rato – asintió Kushina accediendo y viendo a Kiba, el cual se quedaba mirando a la mujer cautivado por su belleza.

— Oh Kiba, ella es Kushina. Está buscando a Naruto pero le dije que no estaba, debe estar por llegar – le dijo el pelinegro al castaño.

— Ya veo, s-soy K-Kiba Inuzuka, mu-mucho gusto – saludó Kiba muy nervioso mientras estiraba su brazo para estrecharle la mano a Kushina.

La mujer solo reía ligeramente viendo a Kiba actuar nervioso frente a ella sin un motivo aparente.

— Mucho gusto soy Kushina – fue la respuesta de la bella pelirroja.

— ¿Te gustaría tomar algo? Tenemos solo un par de cervezas que compramos para nosotros en lo que preparábamos la casa de Naruto para la fiesta – le dijo Sasuke

— Mmmmm no lo sé, tengo que irme a un evento dentro de poco-dijo Kushina recordando algo molesta que tenía que volver con su esposo a la cena de negocios aburrida y molesta.

— Vamos solo una cerveza y listo – respondió de vuelta Sasuke rápidamente, tratando de convencer a la pelirroja para que tomara con ellos

— Mmmm, claro. ¿Por qué no? Una cerveza no puede hacer mucho daño – contestó Kushina simplemente.

Sasuke fue a la cocina rápidamente a buscar la bebida de la sexy pelirroja y volvió casi instantáneamente.

— Aquí tienes – ofreció el Uchiha mientras le daba la cerveza destapada a Kushina y tomaba asiento a lado de ella nuevamente.

— Entonces, ¿por qué no nos entretienes un poco en lo que Naruto vuelve? – propuso Sasuke terminando de darle un sorbo a su cerveza, para después poner su mano sobre una de las piernas de Kushina y acariciarla lentamente.

— ¿Disculpa? – fue la respuesta desconcertada de Kushina mientras trataba de descifrar lo que decía el pelinegro, para después quitar su mano de su pierna algo ultrajada.

— Si, entretenernos. ¿Para eso te contrató Naruto, no? – respondió Sasuke mientras seguía esperando alguna acción de la pelirroja.

— ¿Eh, a qué te refieres? – fue lo único que pudo decir Kushina extrañada.

— ¿Pues eres una stripper, cierto? A decir verdad, no creí que Naruto contrataría una stripper para nosotros en lo que llegan los demás invitados – explicó Sasuke ansioso por el espectáculo que esperaba de la ahora "stripper".

Antes de que Kushina pudiera decir algo más, se escuchó la puerta frontal de la casa y después de un momento llegó Naruto cargando un barril de cerveza. Este, al entrar en contacto visual con su madre, por poco deja caer dicho barril y fue entonces que se dirigió a la cocina a dejar las bebidas y regresó a la sala para llamar la atención de su madre de forma discreta.

— Naruto, buena idea la de contratar a una Stripper – mencionó Sasuke alzando su cerveza y se volteaba a seguir hablando con Kiba.

Los dos Uzumaki una vez en la cocina empezaron a discutir de forma discreta para que Kiba y Sasuke no los escucharan.

— ¿Mamá, qué haces aquí? Quedamos de acuerdo en que tú y papá no volverían sino hasta más tarde – reclamaba Naruto a su madre esperando que se fuera pronto.

— Cariño, lo siento. Solo regresé a casa porque dejé mi celular aquí y, justo cuando estaba saliendo por la puerta de atrás, tu amigo Sasuke me vio y fue entonces que me quede un rato con ellos, pero de alguna forma pensaron que soy una bailarina exótica que tú contrataste – explicó Kushina ligeramente sonrojada de que pensaran así de ella.

— Mamá, lo siento pero tendrás que actuar por un rato para que ellos piensen que es verdad. En el momento en que se enteren que eres mi madre, no querrán volver a hablar conmigo otra vez por vergüenza – le dijo el rubio muy avergonzado de que su madre estuviera ahí.

— Hijo, ¿cómo puedes dec…? – trató de reclamar la pelirroja, pero fue interrumpida por Naruto.

— Por favor mamá, no me eches a perder esta fiesta, por favor – rogaba Naruto mientras juntaba sus palmas y se inclinaba ligeramente frente a su madre.

La mujer observaba la mirada suplicante de su adoración y no podía fallarle porque había roto su promesa. Además, aunque tenían un carácter fuerte, Kushina amaba demasiado a su hijo y no toleraba estar peleada con él tanto tiempo.

— Está bien bebé, pero solo por un rato – accedió Kushina mientras su hijo se alegraba.

Entonces Naruto la tomó de la mano y los dos fueron nuevamente a la sala sentándose juntos en otro sofá aparte de Kiba y Sasuke.

— ¿Entonces nos vas a entretener? – preguntó Kiba ya más relajado mientras miraba a Kushina nuevamente.

— Cl-claro, para eso vine aquí, ¿no? – respondió Kushina mientras se paraba y se colocaba frente a los tres jóvenes y comenzaba a bailar de forma sensual.

— Ya que esta fiesta la organizó Naruto, él debería recibir el primer baile – opinó Sasuke mientras Kiba asentía con la cabeza.

Kushina solo se quedó nerviosa mirando a su hijo, el cual no sabía qué hacer. Viendo que Kushina no hacía nada, Kiba y Sasuke comenzaban a decir que le bailara.

— Vamos, dale un baile a Naruto. Que le baile, que le baile, que le baile – fue lo que repetían los amigos de Naruto a coro.

Entonces, la Uzumaki se acercó lentamente a su hijo y empezó nuevamente a bailar de manera mucho más sensual y provocativa frente a su hijo sin saber cómo es que quería hacerlo. Naruto se acomodó en el sofá para intentar ocultar la erección que le había provocado su madre.

— Vamos, desnúdate lentamente, preciosa – pidieron el par de amigos al unísono, casi como si estuvieran conectados telepáticamente.

Kushina no supo que más hacer y miró a su hijo, el cual también estaba confundido y de forma disimulada le dijo que lo hiciera. La mujer no tuvo de otra y lentamente comenzó a desnudarse desde la parte de arriba de su vestido. Pasó un momento y la parte de arriba de su vestido se la había quitado revelando sus enormes pechos y un bra bastante sexy. Poco a poco bajó su vestido, mientras se inclinaba lentamente hacia adelante y exponía su trasero y sexy lencería a los amigos de Naruto. Ya fuera el vestido de noche, ella lo agarró y lo lanzó a Naruto solo para que los demás no hicieran nada extraño con él.

Naruto, una vez que quitó el vestido de su madre de su cabeza, no pudo evitar notar que el cuerpo de su madre era bastante lujurioso y no pudo evitar reaccionar ante ella. Al mismo tiempo, su madre no pudo evitar ver la erección que tenía su hijo, y se sonrojó ante tal acción. Ya en lencería Kushina siguió bailando por un momento y antes de que los amigos de su hijo dijeran otra cosa, ella desabrochó su sostén y lentamente se lo quitó para aventarlo nuevamente a su hijo, se cubrió sus pechos con sus manos por un momento mientras daba algunas vueltas, para después detenerse frente a su hijo y mostrarle sus pechos hermosos.

Sasuke y Kiba no pudieron evitar, al igual que Naruto, estar completamente erectos. Por lo poco que podía ver Kushina cuando volteaba de vez en cuando era que Kiba y Sasuke no eran tan grandes como lo era su hijo, y eso solo era mientras miraba a sus pantalones, Entonces Kushina se deshizo del restante de su lencería mientras volvía a inclinarse para quedar completamente desnuda en frente de su hijo y amigos. Fue entonces que Kiba y Sasuke no pudieron aguantar, por lo que se desabrocharon sus pantalones y bajaron sus cierres, solo para liberar sus penes y comenzaron a masturbarse en los sofás a espaldas de la hermosa pelirroja. Kushina al notar lo que hacían los jóvenes se sonrojó fuertemente al ver de reojo lo que estaban haciendo los jóvenes mientras la miraban bailar sensualmente. Fue entonces que el joven Uchiha dijo algo que cambiaría la relación fraternal de madre e hijo de los Uzumaki.

— Kushina, desabrocha el pantalón de Naruto y chúpasela. Vamos, no hay que desperdiciar la oportunidad – propuso Sasuke mientras no dejaba de masturbar su pene de 15 centímetros lentamente con una mano y con la otra masajeaba sus testículos.

Kiba, por otro lado, se masturbaba de forma frenética su pene de 11 centímetros, sin dejar de ver a Kushina e imaginaba que la penetraba por el trasero mientras ella estaba en cuatro. La mujer mayor se congeló por un momento, mientras pensaba en lo que dijo Sasuke que hiciera su hijo. Sin más opción, accedió y lentamente se acercó a su hijo, se puso de rodillas frente a él solo para desabrochar lentamente su pantalón y bajar su cierre, y bajar la ropa interior de su hijo. Allí fue cuando se reveló su pene de asombrosamente 25 centímetros de largo completamente erecto, el cual al ser liberado le dio un repentino golpe en la cara de Kushina, y ella solo se quedó sorprendida al ver el tamaño de su hijo.

No lo puedo creer, es aún más grande que la de Minato – pensó Kushina muy avergonzada, mientras llevaba su mano lentamente al pene de su hijo que estaba completamente sonrojado debido a las acciones de su madre.

Lentamente Kushina comenzó a masturbarlo y, pasado un momento, empezó a salir poco a poco el líquido pre seminal del pene de Naruto. La Uzumaki para no levantar sospechas empezó a acercarse y abrió su boca para meter el pene de su hijo en ella. Naruto solo podía gemir de la increíble sensación que le provocaba la boca húmeda de su madre. Entonces, él agarró la ropa interior de su progenitora, empezándola a oler y restregarla en su cara, haciendo que se pusiera más duro de lo usual. Kushina aumentó más la velocidad con que chupaba el enorme pene de su hijo y este ya no podía aguantar más, por lo que se vino completamente en la boca de su madre.

— ¡Kushina, me vengo! – exclamó Naruto a todo pulmón.

Kushina no podía creer la gran cantidad de semen que liberó su hijo y no pudo contenerlo todo en su boca, por lo que dejó salir el restante y haciendo que cayera en el suelo. Kiba y Sasuke seguían masturbándose a espaldas de la madre de Naruto y, en ese momento, ambos se levantaron del sofá y fueron detrás de la mujer solo para liberar todo el semen posible en la espalda de la sexy pelirroja, cubriéndola completamente. Kiba y Sasuke al haber terminado de eyacular, regresaron al sofá y se sentaron todavía con sus pantalones abajo y sus penes ya completamente flácidos, satisfechos ante los eventos que acabaron de ocurrir. Sin embargo, Naruto seguía completamente duro y sus amigos desafortunadamente notaron esto, por lo que alentaron a Kushina a que tuviera relaciones con su hijo.

— Kushina, al parecer Naruto no está satisfecho todavía, creo que deberías hacer algo al respecto – señaló Sasuke mientras con sus manos hacia un movimiento de penetración.

— Si, haz que Naruto te penetre – apoyó Kiba exaltado de esperar ver a la stripper tener relaciones sexuales con Naruto.

La mujer, sin nada que poder hacer, fue hacia Naruto y se colocó sobre sus piernas. Su vagina quedó frente al pene de Naruto de una forma que no se viera muy bien detrás de ella, simulando que estaba siendo penetrada por su hijo. La mujer se movía hacia arriba y abajo, y desde atrás se podía ver cómo era penetrada, mientras que del lado de Naruto solo veía como su madre frotaba sus labios vaginales con su pene. Así paso unos momentos hasta que las piernas de Kushina se cansaron y, debido a que todavía traía puestos sus tacones, dio un pequeño resbalón el cual provocó que el pene de su hijo la penetrara accidentalmente. Kushina no aguanto más y dio un enorme gemido excitada.

— ¡Ooooooh siiiiií! – fue todo lo que gimió Kushina mientras era penetrada profundamente por el enorme pene de su hijo.

Naruto no pudo aguantar más el placer de la apretada vagina de su madre, así que también soltó un gemido.

— Ma-K- Kushina, estás muy apretada – susurró Naruto, por poco rebelando la identidad de su madre.

— ¡CÓGEME DURO, NARUTO! – gritaba la pelirroja y Naruto pensó que era actuado.

El chico agarró las caderas de su mamá y siguió penetrándola fuertemente, no queriendo dejarla ir. Él acercó su boca a sus pechos y comenzó a lamer y chupar sus pezones los cuales estaban completamente duros. Al paso del tiempo Naruto en lo que chupaba y lamia los senos de su madre y ocasionalmente le agarraba el trasero, no pudo aguantar más y le advirtió a Kushina que estaba a punto de venirse.

— Kushina, no creo poder aguantar mucho más tiempo – advirtió Naruto tratando de resistir el venirse dentro de su madre.

— A-Afuera, termina fuera de mi vagina, no quiero terminar embarazada – le avisó Kushina completamente perdida en el placer y orgasmo que le estaba proporcionando el maravilloso y enorme pene de su hijo.

Naruto en un rápido movimiento sacó su pene y colocó a Kushina de rodillas en el suelo, se paró en frente de ella y comenzó a masturbarse en su cara por unos momentos, para finalmente venirse en su cara, liberando una gran cantidad de semen y cubrir por completo su cara y pechos. La mujer al ver que Naruto había terminado de eyacular, se acercó un momento más al pene de su hijo y lo comenzó a lamer y chupar nuevamente para dejarlo completamente seco con delicadeza. La aventura y emociones que había perdido con su esposo los había resucitado con su hijo y no iba a dejar pasar esta grandiosa oportunidad de ser feliz, aunque sabía que estaba terriblemente mal.

— ¿Podrías prestarme tu baño para poder asearme? – pidió Kushina todavía en su papel de stripper.

— Claro, déjame mostrarte – asintió Naruto levantándose del sofá y abrochándose su pantalón apurado.

Una vez vestido, el joven guio a la todavía desnuda Kushina, la cual agarró su ropa y tomó la mano de Naruto para guiarla al baño del segundo piso.

— Fue un placer conocerlos chicos, pero se acabó el tiempo, hasta luego – se despidió Kushina mientras les guiñaba a los otros chicos antes de salir de la habitación cubierta por el semen de los tres chicos.

Los otros chicos simplemente no podían creer lo que había pasado, simplemente abrocharon sus pantalones y se quedaron sentados en el sofá mientras esperaban a Naruto y, posiblemente, a Kushina. Ya en el piso de arriba, Kushina y Naruto estaban en el baño, y el chico estaba ayudando a su madre a limpiarse el exceso de semen del cual fue cubierta.

— Mama, perdón por todo lo que pasó, te juro que no volverá a pasar – suplicó Naruto mientras se inclinaba y pedía perdón a su madre.

— H-hijo, a decir verdad me encantó la sensación de tenerte dentro de mí – confesó Kushina mientras se masturbaba ligeramente recordando el pene de su hijo dentro de ella.

Naruto solo miraba estupefacto antes las palabras de su madre y esta sonreía porque hace años que no tenía sexo causal y fogoso.

— Bueno, será mejor que me dé un baño rápido y vuelva con tu padre y su jefe – suspiró Kushina retomando su carácter serio, mientras dejaba de masturbarse.

Entonces la mujer se metió en la regadera para tomarse un baño y dejar otra vez la casa Uzumaki. Mientras tanto, Naruto la espero afuera del baño y, unos minutos después, Kushina salió completamente vestida, como cuando llegó a la casa y actuaba como si nada hubiera pasado. Naruto se paró del piso donde se había sentado solo para ver a su madre otra vez con su vestido de noche lista para salir. Entonces Kushina se acercó a su hijo, para darle un apasionado y lujurioso beso en la boca, y dejar estupefacto a Naruto.

— Esto será un secreto entre mamá y tú. Si eres bueno, esto se puede repetir, cariño – le dijo la mujer en su oído, dejando estupefacto al rubio.

Después de eso, pasó otro minuto del beso más apasionado que había recibido el joven en su vida y Kushina se apartó de su hijo yendo en su camino a las escaleras para poder retirarse por fin con su descuidado marido. Naruto la siguió todavía atolondrado por la acción de su madre y ya una vez en la puerta trasera, el Uzumaki vio a su progenitora salir de la casa para tomar un taxi y volver con su esposo y el jefe de este. Luego de que esto pasó, el adolescente volvió a la sala con sus amigos, no sin antes tomar la última cerveza, sentarse en el sofá y beberla de golpe.

— Maldición, perdedor. No creímos que pudieras contratar a una Stripper solo para nosotros – felicitó Sasuke todavía anonadado por lo que ocurrió hace un momento frente a él.

— Estoy de acuerdo, amigo. Demonios, esa chica era bastante sexy y caliente, ¿dinos dónde la contactaste? – preguntó Kiba todavía sorprendido por la belleza de la madre de Naruto.

El Uzumaki pensó rápidamente una excusa para no decirle como había contactado a la "stripper de fuego" y se le ocurrió una buena excusa.

— Un hombre de verdad jamás revela sus secretos, y estén seguros que nunca les diré como contactarla – fanfarroneó Naruto tratando de evitar que hicieran más preguntas.

— Bueno, está bien, tranquilo. Esperemos que para la próxima fiesta que organicemos en otro lado puedas contactarla otra vez, y así tengamos aún más diversión – declaró Sasuke esperando poder ver otra vez a la sexy Kushina.

— Ya veremos Sasuke, ya veremos – solo dijo Naruto antes de darle el último sorbo a su cerveza.

Entonces sonó el timbre de la casa dando señal de que habían llegado los demás invitados. Naruto se paró para abrir la puerta y recibir a sus demás amigos, y en la puerta se encontraban Hinata, Sakura, Ino, Tenten, Neji, Chouji, Shikamaru, Shino y Lee, los cuales traían comida y demás cosas para animar la fiesta. El rubio tragó duro cuando vio a la peli azul y tenían mucho que hablar en privado con ella por lo que sucedió en ese rato por la culpa que sentía. Mientras tanto, Kushina había llegado nuevamente al restaurante a toda velocidad y tomó asiento junto a su esposo.

— Creí que ibas a tardar menos – dijo Minato antes de dar un sorbo a su bebida

— Bueno, cariño. Me entretuve un momento hablando con Naruto acerca de su fiesta y por suerte sus amigos no habían llegado cuando estaba en casa – mintió Kushina a su esposo, dándole un beso en la mejilla.

— Menos mal, mi jefe va a llegar en unos minutos – le indicó el rubio.

— Hmm, está bien – aceptó la pelirroja regresando a la dura realidad en que vivía

Continuara…


Nota extra:

Hola compañeros. Espero que hayan disfrutado este capitulo. Solo los entretengo un momento mas para lo siguiente. Dejen en los reviews sus opiniones, ideas, sugerencias, etc. Los que ya conocen la historia, saben lo que seguira, pero para no arruinarlo a los nuevos, no adelanten mucho. Cualquier "sugerencia extra" pueden darmela por PM si asi lo desean. Tambien los invito a leer mis otros proyectos, los de mi amigo Javier Pozos y claro, los de Crimson Dragon VIRUS. Sin mas, me despido, nos veremos en la proxima.

Que tengan buen dia