Este longfic está escrito para el Proyecto - Escribe a partir de una palabra

Palabra: Inquebrantable; Ser lo suficientemente fuerte como para no dejarse vencer por el némesis: uno mismo. Propuesta por Dunnik

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Death spiral

Lore-chan


PRÓLOGO


Se acomodó la muletilla bajo el brazo y caminó como pudo. Su padre y entrenador le dijo que debía quedarse en casa, pero estar allí entre cuatro paredes sin hacer nada, era una tortura, así que obviando el dolor de su pierna derecha, se abrigó lo mejor que pudo y fue a la pista de patinaje.

El golpe de frío en su rostro lo hizo sonreír y eso en él, era un suceso increíble, se había hecho conocido en el medio como un hombre serio, muy compuesto y que rara vez mostraba sus emociones, cuando en pantalla aparecían los puntajes de sus programas, él simplemente, tomaba la mano de su pareja, que sí sonreía y entregaba besos a diestra y siniestra y sacudía la mano por un par de segundos para luego irse a descansar donde el resto lo hacía.

Ella siempre lo felicitaba, él asentía.

Ella lo besaba, él se incomodaba.

Si hubiera sabido que una semana después del programa largo, donde consiguieron la medalla de plata y perdieron la de oro por escaso puntaje, él hubiera pronosticado que un automóvil lo atropellaría de tal forma que su fémur se partiría en dos, la hubiera besado con más ganas y la habría felicitado como correspondía.

Ahora, todo era incierto. Si bien eran escasamente conocidos como pareja de patinadores, apenas tenían dieciocho y diecinueve años, se habían hecho un espacio dentro de los que se alzaban como futuras promesas. Pero, su accidente complicó todo. Iban a ser meses y meses fuera de las pistas y ella, ella no tenía pareja más que él.

Bajó hasta el primer escalón y la vio dar un salto triple cayendo perfecto sobre el hielo y luego yendo a toda velocidad hasta el otro extremo mientras realizaba la posición del ángel a medida que avanzaba. A metros de la esquina, tomó impulso y trató de hacer un doble salto, el primero salió excelente… en el segundo cayó seco contra el hielo.

—¡Mimi! – gritó preocupado y ella alzó la cabeza en su dirección sonriendo ampliamente.

—¡Viniste!

Se levantó rauda y patinó hasta donde él estaba, chocó contra el borde y lo abrazó con fuerza. Luego lo besó en los labios más de una vez. Le daba lo mismo que a metros de él, estuviese su entrenador y suegro.

A Mimi no le importaba que los demás vieran sus muestras de cariño hacia su novio.

—¿Estás bien?

—Tonto… - le susurró entre sus brazos – he caído millones de veces.

—No quiero que te lastimes, no ahora que estás tan cerca de acceder a la segunda ronda.

Ella se separó, había tristeza en sus ojos. Desde el accidente, él le hizo jurar que iría a la siguiente competencia, encontrarían otro patinador y ella estaría allí. Él demoraría más de un año en estar en condiciones para volver y Mimi no se merecía esperar tanto.

Terminó por aceptar, aún no queriendo. Él había sido su pareja en el patinaje desde los catorce años. ¿Cómo podía venir alguien desconocido para ella y ocupar su lugar?

—Viene llegando – anunció el entrenador a ambos y éstos se miraron entregados. Ya estaba tomada la decisión. Ahora, Mimi, tenía cinco meses para prepararse.

Mimi, trigueña de cabellos largos, no quiso ver al reemplazo… por lo que besó por última vez a su novio y volvió a la pista, ensayando saltos básicos.

Entró a la zona de las graderías un moreno de ojos chocolate, parecía nervioso y sus ojos se fueron de inmediato a un rubio que se apoyaba en unas muletillas. Ambos se miraron con respeto, aunque el rubio, se notaba un poco incómodo con toda esa situación.

—Taichi Yagami – anunció Hiroaki Ishida a su hijo – es un excelente patinador, lo he estado siguiendo hace meses para integrarlo al equipo en patinaje individual. Ganó el bronce en…

—Un gusto – interrumpió el rubio que con esfuerzo le extendió la mano – Yamato Ishida y ella… - desvió la mirada a la castaña que patinaba sin prestar atención. Envuelta en su mundo propio, queriendo estar ajena a la nueva realidad que se venía encima – ella es Mimi Tachikawa.

El moreno sonrió.

—Es un placer conocerlos al fin, felicitaciones por la plata que obtuvieron, si no hubiera sido por la descoordinación mínima en el death spiral habrían ganado. Estoy seguro.

—Eh… si, gracias – fue lo único que consiguió decir. En ese momento la rodilla de Mimi estaba delicada por una caída en los ensayos y por eso fallaron.

La castaña miró de reojo a su suegro, a su novio y al moreno, que en el borde conversaban serios. No le costó mucho reconocer en él a Taichi Yagami, un patinador que participaba en competencia masculina individual y no le gustó para nada que él fuese el elegido.

Era muy complicado que una persona que está acostumbrada a trabajar solo, comenzara a hacerlo en pareja, a coordinar movimientos, cuales espejos, con otro. Eran años y años de práctica, de complicidad, de afinidad… un sinfín de cualidades. Era imposible que en cinco meses ellos lo lograran.

Era una locura.

Perdió la noción del tiempo, perdida en sus pensamientos cuando oyó que alguien la llamaba… y de muy cerca.

El moreno había entrado a la pista y se acercaba con rapidez.

—Taichi Yagami – se presentó dando vueltas alrededor.

—Lo sé. Soy Mimi – y le dio vuelta la cara para continuar su camino. Pero en menos de lo pensado él la ya estaba frente a ella nuevamente.

Era rápido.

—¿Practicamos un hip lift? – preguntó animado.

Ella lo miró alzando una ceja. ¿Estaba loco? ¿Y si caía? Ni siquiera habían comenzado con lo básico y ¿ya quería alzarla?

Miró a la gradería, buscando la mirada de Yamato, pero él estaba sentado y fue el padre del mismo quien le indicó que lo hiciera.

—Si llegas a botarme… te juro…

Pero no pudo decir nada más, la tomó de la mano y comenzó a patinar con rapidez de un lado a otro, a Mimi le tomó un par de segundos tomarle el ritmo. Yamato también eran rápido.

—A mi señal – y Taichi tras un par de deslizamientos, la acercó a su cuerpo y la alzó. Iban muy rápido y, al no estar acostumbrada esta nueva pareja, se asustó.

Era una sensación extraña, la había alzado con tanta seguridad, como si hubiera sido si pareja siempre, como si patinara en pareja y no en individual.

Mimi bajo el tronco, sus cabellos casi tocaron el hielo, Taichi bajó un poco las rodillas, ella se afirmó de su cintura con las piernas y cuando menos lo esperó, el moreno la soltó y dieron alrededor de tres vueltas así.

Yamato, desde lejos apretó su muletilla con rabia.

Era bueno.

—Tenemos cinco meses – comentó su padre sonriendo – Esperemos que todo vaya bien. Muchas cosas pueden pasar en ese tiempo.

Claro que sí, pensó el rubio.

Muchas cosas podían pasar.

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Tenía la idea entre ceja y ceja hace tiempo y hoy comentando en un topic, me dije a mi misma: misma ¿Por qué no? Si me gusta esta cosa del patinaje y amas a Shoma Uno y Yuzuru Hanyu y eres fan de ellos de Facebook y estas en un grupo privado y lees sus noticias a cada rato xD

En fin, tal cual como mis otros fics. No será eterno. Capítulos si relleno, directo a lo que quiero, no más de ocho.

;)

Nos leemos!