Love Live! no me pertenece, es de sus respectivos dueños.


-¿Estás segura de eso? –hablo con seriedad una voz femenina.

-Lo estoy –aseguro otra voz femenina- aquí tienes las fotos –arrojo unas fotos a la mesa, donde se veía a una rubia y a una peliazul conversando demasiado cerca una de la otra.

-¿Y no estás triste por eso? –inquirió con la ceja alzada mientras con su mano derecha se acomodaba un mechón de cabello gris atrás de su oreja.

-Lo estoy, pero era necesario que tú lo supieras. Así tu dolor no será tan grande como el mío.

-Me hare responsable, la rusa sufrirá…

-No lo impediré, suerte, Kotori-chan.

-Gracias, Nozomi-chan.

Fase 1: Observación.

Ah~ dulce y hermosa escuela Otonokizaka, tan grande y llena de vida, con sus bellas estudiantes y docentes listas para impartir su conocimiento a jóvenes mentes.

No eran pasadas de las cuatro de la tarde cuando la presidenta del consejo estudiantil, Ayase Eli, se encontraba descansando el escritorio del salón del consejo estudiantil. Había sido un día difícil, las chicas del club de cocina habían exigido aun más ingredientes que la vez pasada, ahora le había tocado tener una plática nada amable con Sonoda Umi por falta de material para su próxima competencia. En esos momentos como deseaba que su novia entendiera lo difícil que era su vida, necesitaba un descanso de su ajetreada agenda.

-Solo unos papeleos mas y me voy –se dijo así misma mientras estiraba sus brazos- después, iré por Umi, aun tenemos que hablar sobre esos nuevos arcos.

Con eso dicho, volvió a su trabajo que por desgracia tenía que hacer sola, pues su pareja se habia tenido que retirar por razones que aun desconocía.

De una aprobación paso a otra y otra, parecían infinitas en su escritorio, no dejaban de aparecer, parecía magia o alguien la estaba odiando en el cielo y era un castigo divino por algo que hizo.

-Sera mejor que lo deje así –suspiro cansada y reviso el reloj de la pared- son casi las cinco de la tarde, si tardo mas, no alcanzare a Umi –sin más se levanto y comenzó a acomodar sus pertenencias.

Cuando termino, salió casi corriendo del salón con el fin de alcanzar a su objetivo. Pero lo que la presidenta no tuvo en cuenta, es que alguien, unos ojos ambarinos la vigilaban con rabia desde la ventana del lugar. Esa figura misteriosa, definitivamente no daba buena espina a quien se le acercaba, y ahora menos con la presidenta afuera de sus dominios, solamente entro y puso en marcha la segunda fase de su plan.

Mientras esa tenebrosa figura terminaba de "arreglar" el consejo estudiantil, Eli por fin había alcanzado a su objetivo en el club de arquería.

-¡Umi! –Grito la ojiazul agitada por su arduo recorrido- pensé que no te alcanzaría.

-Ya ves que si –la peliazul tuvo que ahogar una risita al ver a su "superior" de esa manera- ¿paso algo?

-Quería hablar contigo sobre tu petición de arcos nuevos –tomo aire y se incorporo- es importante.

-Entiendo, ¿te parece si hablamos de camino a casa? Le prometí a Honoka que la ayudaría a estudiar –amablemente y con una sonrisa, señalo el camino a seguir con su mano- ¿vamos?

-Pareces mesera –la mayor rio levemente y camino junto a la menor que ya había emprendido a la casa de la Kousaka- debería contratarte para ser la guía de las nuevas integrantes de la escuela.

-Las costumbres de Kotori se pegan –agrego con una sonrisa ensoñada- es una excelente mesera.

-Ya Umi, ya dile lo que sientes –comento la presidenta con una divertida sonrisa- escurres miel cada vez que hablas de Kotori.

-Y-Yo no hago eso –su nervioso balbuceo le causo mucha gracia a la mayor- ¡N-no te rías!

-Lo hago porque tu sola te delatas –agrego con esa encantadora risa- ¿Qué te cuesta admitir tus sentimientos? Tu y yo sabemos que lo que tienes con Kotori es serio, ¿Por qué tanta inseguridad?

-S-sabes que me pongo nerviosa con eso –suspiro cabizbaja- No sé como evitar este sentimiento, ni mucho menos se como manejarlo…

-Tranquila Umi, eres lista, solo busca una solución –comento la rusa con una mirada tranquila- sin contar que esa inteligencia tuya es bien complementada con tus nervios de conejita asustada.

-¡No soy una conejita asustada! –Grito completamente sonrojada la menor- ¡No digas esas cosas, Eli!

-Tú mirada solo confirma que eres una linda conejita sonrojada –con una sonrisa traviesa, se acerco al oído de la menor- pero ten cuidado, que un zorro te puede comer si te descuidas –murmuro pausadamente, enfatizando cada silaba.

-¡E-Eli! –volvió a gritar, pero sin poder darle un buen golpe a la rubia, pues esta ya se había adelantado en su camino- ¡V-vuelve aquí!

-Sera mejor que te apures conejita, que no quiero llegar tarde a la casa de Honoka~

-¡E-Eli, ya verás!

Ambas jóvenes, corrieron hasta su destino, la peliazul completamente roja y la rusa con una sonrisa burlona en sus labios.

Pero, para la mala suerte de esas dos, aquellos ojos ambarinos que habían vigilado a la presidenta en el salón había visto con detalle la escena de esas dos…pobre presidenta, ella misma había confirmado la duda que tenia la joven de ambarinos ojos de nombre Minami Kotori.

Fase 2: Bromas

A la mañana siguiente.

-¡Rin! –Grito la presidenta del consejo estudiantil sumamente molesta mientras perseguía a una chica con gestos de gato- ¡se que fuiste tú!

-¡Ya te dije que yo no fui, nya! –grito la aludida mientras escapaba de un castigo que no merecía.

-¡Se que fuiste tú! ¿¡Quien más va a poner un maldito claxon en mi asiento!?

La señorita Ayase tenía razones de sobra para molestarse, pues en la mañana que había llegado a su adorado salón del consejo estudiantil, todo parecía normal o eso pensó hasta que se sentó en su fiel silla. Al momento de sentarse un espantoso ruido la hizo levantarse asustada, al ver por debajo de la silla no había otra cosa que un claxon ajustado para cuando una persona se sentara, sonara de manera terrible. Si eso no fuera poco, cuando retiro el claxon y lo tiro a la basura, una bomba de harina había explotado justo en la cara cuando abrió el contenedor de basura, aturdida por el impacto cayó contra el piso y quien sabe como pero un gato había pasado y la había orinado encima del uniforme. Eso solo le dejaba un indicio de quien había sido la causante de semejando broma de mal gusto, Hoshizora Rin, la culpable de su actual sufrimiento.

-¡Que yo no fui, nya! –alabada sea la buena condición de la menor, pues, de no ser así ya estaría tirada en el piso y con el ojo negro.

-¡Se que fuiste tú, Rin! –bramo sumamente molesta.

Eli estaba en lo cierto, la menor solía ser muy traviesa y aun mas cuando se unía con su compinche del mal Kousaka Honoka, pero ese no había sido el caso, Rin era inocente, la culpable se encontraba viendo el espectáculo desde una distancia segura y con una sonrisa traviesa en sus labios.

-¿Qué tienes, Kotori-chan? –pregunto la líder de muse a su mejor amiga.

-Nada, solo veía como Eli-chan perseguía a Rin-chan –dijo con la mayor inocencia del mundo- ¿me das? –con dulzura tomo el envase de jugo que tenía su amiga y le dio un sorbo- dulce~

-¿Cómo la venganza? –Agrego la pelinaranja con una leve risita y con la mirada de ingenua de la peligris- no me mires así, Kotori-chan, se perfectamente que te estás vengando de Eli-chan.

-No te puedo mentir –se cruzo de brazos con esa sonrisa traviesa- no es culpa mía que Eli-chan no respete lo que es suyo. Nadie se mete con mi mayor tesoro.

-Dirás, "no respeta lo que aun no me pertenece" –con su dedo índice, golpeo suavemente la frente de su amiga- primero ponle titulo a esa obra de arte y después enójate cuando alguien te al quiera robar.

-¿Desde cuándo eres tan sabia? –Arqueo la ceja divertida- me parece que alguien ha estado haciendo su tarea de literatura~

-Solo digo la verdad- la ojiazul se encogió de los hombros con una sonrisa- será mejor que defienda a Rin-chan antes que Eli-chan la haga papilla para bebe –con eso dicho, beso la mejilla de su acompañante y salió corriendo a salvar a su amiga de aventuras- ¡Eli-chan, Rin-chan no es tan flexible!

Con una leve risa, la Minami veía la escena, no era su intención que Rin pagara por los pegados de la rusa, pero si era divertido ver como ese perfecto cuerpo de diosa se encontraba enharinado y con manchas de orina de gato en su uniforme.

Para esos instantes, Honoka intentaba quitar a Eli que se encontraba sobre el cuerpo de Rin. Para la mala suerte de Kotori y la buena de esas dos pelinaranjas, su salvadora Sonoda Umi había llegado a retirar a la rusa y con la mayor calma del mundo se le llevo hasta los vestidores para que se cambiara de ropa.

Eso no pudo más que enfurecer a la peligris que apretaba su puño con ira, si quería hacer sufrir a la Ayase, debía ser más agresiva.

Fase 3: Aliados

-¿Por qué haría eso? –inquirió la pelinegra con una ceja alzada.

-Te estoy dando la oportunidad perfecta de vengarte de Eli-chan por no cuidar bien a tus hermanitos –hablo seria la ojiambar.

Ambas jóvenes se encontraban sentadas en una banca debajo de un gran árbol en el patio de la escuela.

-Se que no los cuido bien, pero aun así me parece una broma muy cruel –la pelinegra se cruzo de brazos mientras negaba con la cabeza- Kotori, estas yendo muy lejos con eso.

-La necesito en "mis dominios" y tú eres la unica que puede lograr mi objetivo –la ojiambar, con sumo cuidado, tomo las manos de la mayor- ¿harías eso por mí, Nico-chan? –pregunto con su mejor arma, su linda cara de inocencia derrite glaciares.

La joven Yazawa, no pudo más que sonrojarse ante esa mirada y esa voz de suplica, tenía que admitirlo, ya entendía porque Umi se sonrojaba con tanta intensidad al ver esa mirada.

-E-Esta bien –suspiro rendida y sonrojada- hablare con Maki, veré que puedo hacer para tener ese fin de semana en su casa.

-Gracias Nico-chan~, eres la mejor –le dio un beso en la mejilla a la pelinegra y se fue feliz de la vida. Solo le restaba terminar de planear su venganza.

Claro que a la joven Yazawa le costó convencer a la pelirroja, era como jurarle lealtad eterna a un tomate malvado. Pero después de suplica tras suplica, Maki había aceptado, a fin de cuentas, sus padres no estarían el fin de semana y no habría problemas.

Con la "invitación" de la pelirroja, vi el avisarle a cada una de las chicas del grupo que estaban más que gustosas en aceptar dicha invitación, a excepción de la sacerdotisa del grupo, que por razones desconocidas había declinado la oferta y se había ido a otro pueblo.

-Maki-chan, tu casa cada día me sorprende mas –hablo la líder de muse al estar dentro de la casa de la antes mencionada. Específicamente, en la sala- ¡Algun día, nos casaremos y viviremos aquí! –exclamo con alegría y se lanzo a los brazos de su "futura esposa" que la recibió con un sonrojo penetrante en sus mejillas y oreja.

-¡H-Honoka! –grito la pelirroja mientras veía de reojo como sus compañeras no dejaban de reír.

-Tranquila mi amor, las chicas del grupo ya saben que te amo con locura~ -sin pudor, restregó su mejilla contra la de la menor- eres tan suave~

-Ay Dios…-bufo Nico al ver a su empalagosa líder- ya suéltala, que la asfixias –con un agresivo toque la quito de su nada secreto amor platónico- Umi, dile algo.

-No sé que decirle, así es ella. Pero sé que hacer en estos casos –con esa elegante se acerco a la dueña de la casa y tomo sus manos entre las suyas- Nishikino-san, por favor, cuide de Honoka. Puede ser tonta e imprudente, pero si la eligió es porque sus sentimientos son puros –término de decir con gracia y elegancia, haciendo sonrojar a la aludida y a Kotori que veía el espectáculo con una sonrisa tonta.

¿Ponerse celosa de Maki? Si como no, ella no era una amenaza a comparación de la sexy rusa que estaba al lado suyo. Si Maki fuera una amenaza...ya tenía un plan por si la dudas.

-¿Q-que yo que? –La menor de ojos amatistas no podía mas en su confusión y sonrojo- Umi, yo…

-¡Yo pido ser la madrina nya! –grito la chica con facciones de gato que de inmediato abrazo a su amiga de aventuras- Honoka-chan, prometo ser la mejor madrina del mundo.

-¡Lo serás, Rin-chan! Después yo seré tu madrina cuando te cases con Kayo-chan –aseguro con una sonrisa.

-No me sorprende esa actitud –suspiro la rusa que vio a su acompañante- Kotori, ¿estas bien? –pregunto al verla con ese tic en el ojo.

-Lo estoy, Eli-chan, lo estoy –hablo con fingida tranquilidad que paso desapercibida por la rubia- ¿Por qué no estarlo?

-Porque tienes un tic en el ojo –ante su respuesta, la ojiambar negó- no te hagas la valiente, deja que te revisen ese ojo –su mirada preocupada cambio a una divertida- y yo sé quién puede ayudarte, ¡Umi!

-¿Mande? –Respondió la peliazul que ya había dejado a la pelirroja en manos de sus locas amigas- ¿Qué paso? ¿No me digas que descubriste que Honoka y Rin se comieron tus chocolates rusos?

-No claro que no…espera… ¿¡Que ellas hicieron que!? –ahora ella era la que tenía un problema visible, la vena en su frente se ensanchaba a cada negativo pensamiento de las profanadoras de su amado chocolate- esas dos, después me hare cargo de ellas –suspiro con el fin de controlar su enojo- en fin, no es eso de lo que quería hablar contigo.

-¿Entonces? –ladeo la cabeza con duda.

-Kotori tiene algo en el ojo y no quiere dejar que alguien lo revise.

-¿Eso es cierto, Kotori? –Sus marrones ojos se enfocaron en el tic que tenia la peligris- ya veo, deja que revise.

-Te dejo con ella, iré a arreglar cuentas con dos ratas usurpadoras de chocolate –entrecerró los ojos y se fue a justar cuentas con esas dos pelinaranjas.

-Suerte –le dijo a la rusa y se acerco a su amiga- ¿Puedo?- pregunto refiriéndose al ojo- será algo rápido, solo debo de verlo.

-Umi-chan, etto…-su distancia era demasiada corta, su corazón amenazaba con latir de su pecho- estoy bien, de veras –intento salirse de esa distancia, pero unas manos sobre sus hombros se lo impidieron.

-Ni siquiera se te ocurra darme el avión, Minami Kotori –negó levemente y sentó a la peligris en uno de los sofás individuales de la sala- más vale que cooperes si no quieres que traiga a Honoka para que te sujete –sentencio.

-Está bien –suspiro rendida. No le tenía miedo a Honoka, pero cada vez que ella la sujetaba terminaba con los brazos adoloridos.

Con cuidado, la peliazul reviso el ojo- no veo nada –dijo a una distancia sumamente cerca- a lo mejor fue solo un reflejo o algo así –se alejo del ojo para quedar con un tenue sonrojo en sus mejillas.

-Umi-chan…-pronuncio la ojiambar al tenerla tan cerca.

Tan tentador e irresistible era ese sonrojo por parte de Umi. La hacía ver tan inocente, tan pura a los ojos de Kotori. ¿Qué tan malo sería probar sus labios en ese preciso momento? Olvidarse por un momento de su venganza contra la rubia, y rosar esos labios que le pedían agritos ser acariciados.

Bien dicen nuestros padres que nada es perfecto y que todo tiene que acabar en algun momento u otro. Esta no es la excepción a esa regla, pues ante esa hermoso y romántico ambiente, los ojos azules de cierta rusa brillaban como nunca al ver a su amiga con su amor, pero no brillaban precisamente de alegría, si no de odio, odio porque se entero de que fue la peliazul quien le dio esos chocolates al dúo de pelinaranjas. Ahora era ella quien le haría una broma a Umi.

-¡Hey, Koneko-chan~! –Llamo la rusa a Umi- la que casi me está engañando.

La de ojos marrón se erguió y encaro a la rubia-¡Eli! –grito sumamente sonrojada y molesta. No solo por interrumpirla en tan romántico encuentro, sino también por el nuevo apodo- ¿¡A quien le llamas así, pedazo de animal!?

-Hey, calmada Koneko-chan, solo quiero decirte que –con una picara sonrisa se le acerco y beso la mejilla de la menor con afecto- te espero en el cuarto pasado de las doce, que hoy te toca –dicho eso, se fue a la cocina.

-¡Pues a ti te va a tocar, pero una patada! –Grito molesta mientras seguía a la mayor a la cocina- ¡Y no intentes huir por la ventana, que de igual manera de voy a dar una golpiza!

Ante toda esa escena, Minami Kotori frunció el ceño con sumamente molesta. Ayase Eli, no sabía lo que le esperaba en la noche, de que le iba a tocar le iba a tocar, pero no lo que ella buscaba.

Fase 4: La oscuridad

En la oscura noche, donde las estrellas se alzaban en el cielo y la luna resplandecía, los ojos felinos de cierta peligris perseguían a su víctima con recelo. Aquella victima de dorada cabellera se encontraba cómoda tomando un baño, pues le había dado calor a mitad de la noche y había decidido tomar una ducha. Por precaución, Eli siempre cargaba una lámpara de mano para alumbrar su camino.

-"Que empiece el show" –dijo de manera traviesa para sus adentros la peligris.

Con mucho cuidado, entro al cuarto de baño, de donde extrajo: la lámpara de Eli, la toalla, y las ropas de la rusa. Con eso en mano, salió del baño apagando de pasada la luz.

-¿E-Eh? ¿Q-qué paso? –pregunto confundida y asustada la ojiazul- ¿Hay alguien ahí?

Sin responder, la peligris atoro la puerta del baño para que solo se pudiera abrir con ayuda del exterior.

-¡Q-QUE ALGUIEN ME AYUDE! –grito Eli totalmente asustada.

¿Quién mandaba a Eli a bañarse en el lugar más alejado de la casa?

Ahora solo le tocaba esperar a que alguien le ayudara mientras que Kotori se iba a dormir como un inocente angelito.

A la mañana siguiente

-Por Dios Eli, no puedo creer que te quedaras encerrada en el baño –regaño la pelirroja mientras colocaba una manta sobre el cuerpo ya vestido de su amiga rusa.

Era un milagro que la hubiera encontrado, todo fue gracias a Hanayo, que había ido de pura curiosidad por los pasillos que daban justo al baño donde Eli se encontraba. Por un momento pensó que eran fantasmas, hasta que su valiente caballero Rin vino y abrió la puerta dejando ver que era la presidenta del consejo estudiantil quien estaba gritando desesperadamente.

-No puedo creer que no prendieras la luz, eres una tonta –negó con la cabeza la peliazul- tienes suerte de que Rin y Hanayo te encontraran, es más, hasta te vistieron, más vale que les agradezcas como se debe.

-G-gracias –murmuro tímidamente la ojiazul- y-yo me quede estática, no me regañen, saben que le tengo pavor a la oscuridad.

-Por eso mismo debes ser más precavida nya.

-Rin-chan tiene razón, Eli-chan, se mas cuidadosa –hablo la castaña con preocupación en su voz.

-Kotori-chan –le hablo la pelinaranja- te pasaste.

Ambas chicas se encontraban en la cocina, la peligris se había ofrecido a hacerle unas bebidas para calmar el ambiente.

-Solo le di su merecido –dijo inocentemente la ojiambar- Honoka-chan, no me regañes, tu harías lo mismo.

-No lo haría, Kotori-chan, tú no eres así- continuo hablando la ojiazul- tu eres mi rayito de luz, uno que no se apaga por algo así –tomo las manos de su asombrada amiga- si de verdad quieres a Umi-chan, solo tienes que decirle, sabes de sobra que ella te quiere, solo debes ser sincera con ella y contigo misma.

-Eso lo sé pero…-suspiro cansada de su situación actual- no puedo evitarlo, el pensar que Umi-chan puede llegar a interesarse en otra persona…

-Te afecta, lo sé- le sonrió compresiva- Kotori-chan, eres fuerte, puedes con esto y más –animo con una palmeaba en los hombros de la peligris- siempre me tendrás para defenderte de toda maldad.

-Gracias, Honoka-chan –enternecida, la estrecho en sus brazos en un fuerte abrazo- puedes ser muy sabia cuando te lo propones.

-Lo sé, soy fantástica –afectivamente, beso su mejilla- eres mi rayito de sol, no quiero que esa luz se apague.

-De nuevo, gracias –mas animada, se separo de la pelinaranja y tomo la bandeja de bebidas- es hora de llevar esto.

-Entendido, capitana.

Ambas jóvenes, se encaminaron a la sala, donde estaban las demás integrantes.

-Eli-chan, aquí tienes, chocolate calientito –con una sonrisa, la peligris le entrego una taza humeante de chocolate caliente- bébelo, te hará sentir mejor.

-Gracias, Kotori- débilmente, tomo la taza y le dio un sorbo a su añorado liquido. Pero, al instante de probarlo, comenzó a toser frenéticamente.

-¿Eli-chan, estas bien? –Pregunto con inocencia la ojiambar mientras la rubia únicamente tosía- esa reacción la he visto, mi tío hacia lo mismo hasta que descubrió que es alérgico al chocolate.

-¿Alergia al…chocolate? –Hablo la rusa sin creerse aquellas palabras- no es posible yo…

-Eli-chan, temo decírtelo pero, eres alérgica al chocolate –afirmo la diseñadora con fingida tristeza.

-¡NO, NO, NO ES POSIBLE! –se levanto del sofá y se fue corriendo como alma que lleva al diablo fuera de la casa.

-¡Eli, vuelve! –Grito Maki- maldita rusa loca, Rin y Hanayo, ayúdenme –pidió y salió tras la rusa con sus dos confiables amigas.

-¡Ustedes tres, no se les ocurra hacerle algo a la rusa! ¡Que si le pasa algo, Nozomi me mata! –grito Nico que también salió corriendo tras ellas.

-Kotori-chan, te pasaste, no era necesario hacerle ese tipo de broma, la vas a dejar traumada –reprimió la pelinaranja mientras la ojiambar solo reía divertida.

-Lo siento Honoka-chan, esa fue la última broma –le dijo con una sonrisa para nada inocente- no es culpa mía que Eli-chan pueda ser tan inocente.

-¿Se puede saber que paso? –Indago la peliazul- ¿Qué tiene de malo las bromas que le hizo Kotori a Eli?

-¿Cómo es que…? –empezó Honoka.

-¿Sabes que yo hice las bromas…? –termino Kotori.

-Tiene tu marca en todas partes –solamente se encogió de los hombros- aunque aun no entiendo la razón de tus bromas.

-Umi-chan, es que, pues…-comenzó a hablar nerviosamente.

-Dile, se sincera –insistió la ojiazul con un pequeño golpe en el estomago de la ojiambar.

-Es que –trago saliva y exhalo- estoy celosa de la relación que tienes con Eli-chan –confeso con pena.

-¿Mi relación con Eli? –La peliazul la vio con confusión- no entiendo porque deberías de estar celosa por mi relación con Eli. Siempre nos estamos molestando y golpeando, ¿Qué tiene eso de bueno?

-Que, bueno, ustedes son demasiado cercanas –cada palabra era acentuada por su puño que no dejaba de ejercer fuerza al cerrarse- conmigo nunca has hecho ese tipo de juegos.

-¿Te refieres a lo de "Koneko-chan"? –su pregunta fue respondida por un asentimiento por parte de la Minami- Ya me arregle con ella, no debería…

-¡Es que no lo entiendes! –Grito alterada- No sabes lo que siento al verte con ella, el saber que algun día, ¡que algun día…!

Antes de que la joven diseñadora terminara, la escritora de muse, tomo sus manos y beso ambas con afecto- Kotori, no pienses eso, nunca podría querer o amar a alguien como lo hago contigo.

-¿Umi-chan? –por más lindo y tierno que fuera el momento, aun así le confundía todas esas palabras.

-Desde ese día, no he podido pensar en otra persona que no seas tú. Tú eres mi tesoro Kotori, mi pequeña y linda pajarita –hablo con sinceridad y ternura.

-¿Desde ese día? –pregunto confundida la peligris.

-¿No lo recuerdas? –Ladeo la cabeza con una tenue sonrisa- fue en San Valentín, ese día te di una rosa y tú besaste mi mejilla. Desde día comenzamos a salir, ¿ya lo recuerdas?

¡Que la tierra se la trague! No es posible que se olvidara de ese día. Pero, si era sincera, le beso la mejilla como agradecimiento, no por querer formalizar algo. Aunque eso explicaba el porqué Umi se había vuelto tan afectiva con ella y hasta la invitaba a salir sin Honoka. Por un momento, pensó que era una estrategia para conquistarla, no que salían como pareja "oficial"

-Si que eres tonta, Umi-chan –se burlo la pelinaranja- pero felicidades, enhorabuena, Umi-chan~

-¿Por qué te burlas? –Inquirió- ¿dije algo malo?

-Claro no, Umi-chan, eres la novia más tonta que pueda tener una chica –agrego la diseñadora con una sonrisa- pero aun así te amo~

-E-eso si es vergonzoso –la joven de ojos marrones desvió la mirada apenada.

-Eso solo te hace ver más linda~

-Chicas, no es que me moleste, de hecho, me encanta que estén juntas, pero –interrumpió la líder de muse- aun está el problema de Eli-chan y su Pseudo alergia al chocolate.

-Yo me encargo de eso –Umi tomo su celular y marco a un numero en especifico- Hola, Nozomi. Si, ya está todo listo, puedes venir por ella cuando quieras. Ahora le tiene fobia al chocolate. Entendido, suerte- con eso dicho colgó y vio como sus amigas parecían perplejas- le marque a Nozomi.

-¿Por? –indago la ojiazul.

-Le pedí que se alejara de Eli todo este tiempo para que Kotori pudiera ejercer su plan a sus anchas –dijo con simplezas.

-¿Pero…? ¿Por qué? –pregunto perpleja la diseñadora.

-Porque me gusta ver a Eli sufrir- volvió a decir con esa simpleza- es divertido ver como se enoja.

-Umi-chan, eres malvada –un escalofrió salió de la espalda de la pelinaranja- pensé que querías a Eli-chan.

-Claro que la quiero, pero al igual que Maki, nos gusta jugarle bromas de vez en cuando. Sin contar que Maki ya sabía de la broma –rio levemente- aunque eso de encerrarla en el baño fue….-tomo aire- ¡fue estupenda! Kotori, eres la mejor, deberé consultar contigo las futuras bromas que le juegue a Eli.

-Mi querida Umi-chan~ -con una gran sonrisa, la tomo del brazo y beso su mejilla con afecto- seremos imparables~

-Ya me están dando miedo…-murmuro Honoka.

-Tranquila hija mía, te enseñaremos todo lo que sabemos~

-¡Umi-mamá! ¡Kotori-mamá me está dando miedo! –grito la pelinaranja.

Con eso último, las tres comenzaron a reír.

Al menos las cosas habían terminado bien para esta joven pareja y Pseudo hija. La desaparecida Toujo Nozomi había hecho aparición para clamar los miedos de su amada presidenta con un sexy traje y una fuente de chocolate.

Eli se entero de que las bromas provenían de Kotori…nunca en su vida volvió a ser la misma, ahora la veía con otros ojos, unos llenos de miedo y respeto.

Y semanas después, ocurrió su inesperado cambio de actividades, donde Eli se volvió Nozomi y Nozomi se volvió Eli. Pero esa historia ya se la saben.

Así que, jóvenes emprendedores que disfrutan leer, si algun día una broma han de jugar, asegúrense de seguir esas fases. O simplemente tengan una mente con mucha imaginación y ganas de hacer una buena broma.


Si soy sincera, me fue difícil escribir esto, no puedo imaginarme a Kotori siendo malva, digo, parece un pajarito inofensivo, es difícil imaginársela de otra manea xD.

Pero bien, esta pequeña secuela fue gracias a PowerEyes y a que pidieron ver a la pajarita celosa. Les agradezco mucho la sugerencia, fue interesante escribirla, aunque batalle, pero aquí esta XD.

Ya saben: dudas, críticas o alguna cosa por favor no duden en comentarlo. Sus reviews alimentan la creatividad de cualquier escritor, asi que regalen aunque sea un review a cada historia que lean en sus hermosas vidas.

Nos vemos en la siguiente actualización~ n_n