Cuervos

...Un tiempo después...

—Haa... No — dejó salir de su boca seguido de teñir de un grave rubor sus mejilla. — qué rico amor... No — dijo tras dejarse caer a un lado.

—Ya Muh— dijo apartandose Luh abajo de ella y saliendo de la cama, seguido se quita un consolador de madera de su cinturón, se acerca a la ventana de aquella habitación y mirar las estrellas.

—Vamos nena, has estado muy seria ultimadamente —dijo su hermana acostada de lado ondeando aquella esponjosa cola de zorra. —¿Te preocupa ese asunto?

—Claro que si — se apresuró —No sirvo de esposa de un rey, sin poder darle un progenitor. —dijo entre molesta y triste Luh echando la cara al ventanal

—Mirame a mi, yo tampoco puedo darle un bebé... Aun así eso no me hace caer.

—Tu... —la ve de reojo, haciendo presión con los dientes y luego suspira al ver su cara alegre. Luh se le acerca y Muy se sienta en el borde de la cama — siempre tan positiva y hermosa —dijo con aquella sonrisa dental tomándole ambas mejillas acercándole cada vez mas el pico a su vagina — Me debes una buena corrida putita — dijo seguido Muh cierra los ojos y empieza a "comérsela " .

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En el antro

—No entiendo porque pagan mas ahora por ella — eran, entre muchos, uno de los murmullos que se escuchaban entre un grupo de hembras en el antro al ver el nuevo cartel de precios por noche, tanto de machos también —Miren, el panda esta en la cima también... —dijo una leona señalando, Sir voltea a ver.

—¿Donde estaré yo? —dijo esta al compararse , se le dibuja una sonrisa al verse tan abajo en la lista.

—Tu eres la que muerde sin colmillos, ¿No es así?—dijo una de la chicas a ella

—No tenerlos, no significa ser inofensiva.

—Si no das un buen servicio te echarán... —respondió antes de irse.

—No les hagas caso Sur, lince de mi corazón —Dijo un voz amable antes de darle un abrazo

—No te preocupes Label, todo va de acuerdo al plan.

—(susurrándole) creo que hay mejores formas de salir de aquí y que no arriesgue tu pellejo, sabes. —dijo temerosa.

Fue cuando los guardias hicieron sonar sus lanzas contra el suelo indicando que se apartaran de los carteles.

—Si muerta saldré de aquí, bienvenida sea la madre muerte. Aún así sera libertad... —acto seguido un león agarra a Label de la cintura y se la lleva. Sir niega.

Estaba lloviendo y mientras los estruendos de la naturaleza retumbaban, los gemidos, la música, las risas de los clientes y sirvientes, las puertas se abrieron y llamaron la atención de una gran parte de los clientes y mas que ellos las Clientas; pues era Po, el panda, como era de esperarse empapado en lodo, con heridas, no graves pero notables; en sus brazos y pecho. Señas de peleas. Este voltea a ver la botella en su mano, estaba rota, seguido echa la cabeza atrás por fastidio.

—¿Desapareces tan seguido? — dijo Sir acercándose algo preocupada mientras caminan a la enfermería, lo veía de pies a cabeza — ¿Que te pasó? —Po arruga el cejo por fastidio mientras abre la puerta de la enfermería.

—Oye, ¿Desde cuando hablamos? Es mas, ¿Desde cuando somos buenos amigos, a tal punto de meterte en lo que no te importa? — dijo encarándola. Toma un par de vendas.

—¡Imbecil!

—Si, si como digas —dijo serio, limpiando su cara. Sir toma paños para curarle.

—Me preocupaste, no te veo des...

—Desde que te conocí... — dijo serio quitando su mano de su brazo. —No sé que quieras de mí, solo diré que es ridículo lo que haces... — ella le pega un puñetazo en la cara y aun así le cura las heridas

—Saber... Saber como diablos te dejan estar mas tiempo fuera que a todos los demás... — dijo limpiando sus brazos y colocando sus vendas.

—Eso no te incumbe —Sir pre presiona una herida. —¡Ah!

—No sé porque eres tan duro conmigo. De verdad me pone triste, te he ayudado un par de veces

—Supongo que quieres algo a cambio —dijo aguantando.

—Sabes qué, Si, quiero algo...

—Que no sea lo que ellas —Tira un bisturí para bovinos, cual queda trabado en la puerta esta se abre dejando ver un par de chicas bien vestidas que espiaban. Salen de ahí. Sir quedo anonadada de ver las casi ocho mujeres que salieron 'huyendo'; sacude la cabeza.

—(señala la puerta) ¿Enserio? — se levanta para cerrar y desde la puerta sigue —Quiero saber como salir de este lugar, largarme de aquí... —Po alza una ceja.

—No lo harás.

—¿Por que no?

—Lo he intentado...

—¿También quieres irte? —dijo con alivio —"Si hago que se vaya conmigo, el demonio negro. Nadie nos pararía "— pensó

—Lo intente varias veces dos de ellas terminé en las lineas de guerra...

—¡Para ti no es problema huir! — dijo alegre. Por voltea a ver a la ventana en la parte superior de esa enfermería; tras caer un rayo un cuervo se posó en su marco. Por frunce el ceño y lo relaja para verla .

—No lince tonta.

—Eres el demonio negro. No tendrás problema de ayudarme —dijo luego de ver aquel cuervo verlos fijamente.

—Yo no, pero tu si... —la lince va retirando su sonrisa al ver que el panda habla en serio. —hace un tiempos quise ayudar a alguien, que como tu o yo estaba harto de estar aquí... —Sir traga grueso — esos cuervos... Se dice que son los mil ojos del rey y los mil oídos de las reinas. No lo sabía y cuando intentamos huir nos atraparon... Yo valgo dinero para ellas, pero el no valía nada — Por voltea a ver al cuervo quien los veía fijamente — fue ejecutado esa noche frente a mí. — el panda se levanta y la aparta de su camino —No cargare tu muerte chica. Si deseas morir ve...

—Cuando te conocí... Te culpaban de la fuga... No creí...

—No hagas nada estúpido... —Voltea a ver al cuervo, serio — ellos ya lo saben —Un rayo alumbra la habitación. El cuervo gira su cabeza y chasquea su pico para luego irse en la lluvia.

Ambos salen de la habitación esa; tras ello a Po se le acercan varias hembras, clientes y empiezan a acariciarlo. Sus ojos, los del cuervo no salia de su cabeza; Sir vio al panda irse con aquella multitud de chicas, sintiéndose impotente. Aún así al ver al final de la las escaleras que daban a las demás habitaciones, estaba posada sobre ella la mirada carmín de la felina mas codiciada, quien vestía una túnica roja semi transparente mientras cubría su boca con su brazo. Ella se retira a su habitación.

—Este es un lugar maldito... —dijo la lince viendo a su alrededor, cantidad de mujeres y hombres que se veían felices disfrutando del momento. En ese instante su cabeza daba vueltas y mas vueltas; los roces que le daban no los sentía, las palabras que le decían no las escuchaban, el licor que tragaba no sabia a nada, no estaba ahí. —"Los cuervos "— su cuerpo cayó en una mullida sabana, en un momento sintió un calor en su cuello, bajar hasta su abdomen. Sintió el tibio viento correr por su cuerpo desnudo y las manos ajenas recorrerlo. Labios extraños tocar partes que no son hechas para besar.

Sus piernas se abrieron solas y sus pezones parecían responder a las mordidas de aquel gran leopardo árido. Esbozando una gran sonrisa, la lince con sus dedos abrió los labios de su vagina. Le gran felino tomó su miembro duro y erecto y lo colocó entre ellos para luego de un empujón metérselo.

Label dejó salir un largo gemido al sentir como ese pene abría su entrepierna, como resbalaba fácilmente en su vagina —Ha.. Mas... — gimió, hasta que sintió la cadera del macho chocar sus muslos y tenerla toda adentro. La felina lo tomo de los cachetes y lo besa con lujuria, este se empieza a mover mas rápido —¡Ha¡, Si... Dame... Ha..

Lo siguió besando de lengua mientras se movía, cada vez mas lujuriante. El leopardo la toma de ambos pechos y se los aprieta sin dejar de penetrarla y besarla. Su Miembro iba y venia dentro de ella hasta el punto de hacer crema de los jugos que salían de la vagina de la ahora jadeante y excitada lince; quien no deja de gemir y soltar alaridos tras sentir la totalidad de su pene chocar hasta el fondo. Queriendo aferrarse con sus inexistentes garras a los brazos del macho —Ha, Que rica tu verga ha... — eso prendió mas al felino, quien dio todo lo suyo y se corrió fuerte dentro haciendo que ella caiga en la cama viéndose empapada de semen desde el pubis hasta las tetas y parte de la quijada por la corrida del felino. Cayeron rendidos.

—¡General Chorm-Em! —entraron unos guardias.

"¿General?..." — alcanzó a pensar antes de quedar dormida en su cama.

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—Po... —Dijo la tigre cerrando la puerta de aquella habitación, con notable apresuro. Se quedó ahí viéndole verse al espejo de nuevo. —Quería verte.

—Yo no. Vete, podrían verte aquí... — dijo el panda tras verla por el espejo.

—Yo solo... Tenia tiempo de no verte, desde aquella noche...

—No deberías darle un significado a ninguna noche. —dijo dando media vuelta. Estaba totalmente desnudo y en su cama y suelo habían cerca de siete chicas durmiendo.

—Lo sé. Solo que... La tigresa de ámbar... —Po se acerca mas intimidándola un poco.

—¿Que sucedió?

—Golpeó a un cliente... Y fue muy duro al parecer; no sé cuantas veces lo ha hecho. Tengo miedo Po —lo abraza sin importarle nada. El panda pone una palma en su cabeza.

—No te preocupes

—No sabia a quien acudir. Sus ojos aparecen en mis sueños, el sexo no lo disfruto como antes —Po se fastidia —Actúa agresiva con los hombres... Hay dias que tengo que reusarme a tener sexo— dijo con cara temerosa — y tu te vas casi un mes — lo señala — la única persona a la que le puedo contar esto. Me volví loca...

—Ya callate.

Po camina hasta la ventana y estirando el brazo abre el tejado, dejando entrar agua de lluvia y sube.

—Ven. — le extiende la mano para que suba. Ella se cuida mas de no mojarse. La lluvia...

—¿Es peligrosa?, la lluvia

—Solo es agua tonta, apresurate o despertaran — refiriéndose a las mujeres en la cama y piso. Tigresa mira y toma su mano. De inmediato es jalada y lanzada al aire.

En el aire el pelo de ella se empapó de aquella torrencial agua, sus ojos en cuestión de un segundo pudieron ver en todo su esplendor lo que parecía una de las tormentas mas grandes. Estridentes gritos regalaban los cielos y poderosos brazos de luz tocaban los suelos y con ello el bello danzar de los arboles con su pareja el viento. Hasta caer en brazos del oso panda, quien cubría su rostro con su pelo empapado.

—¡¿Es increíble verdad?!— gritó Po con la frente al cielo alumbrado por rayos.

—¡Es una tormenta! ¡Es peligroso!

—¡Tranquila!— la deja en el tejado, ya había tapado el techo. El empieza a caminar por el, se le veía emocionando, cosa que a Tigresa le dio una bocanada de confianza. Sus ojos jade denotaban emoción así que lo siguió extendiendo sus brazos como si fuera una niña, daba vueltas mientras caía la lluvia en ellos hasta chocar con él. Él le sonríe —Ven, debemos hablar. —señala una parte que estaba bajo techo de piedra. Ella lo sigue

—¿Por que me traes aquí? — dijo sin dejar de verlo.

—Es el único lugar donde los cuervos no vigilan, además el clima nos esconde bien.

—¿por que no nos vigilan aquí?

—Tienen prohibido vigilar cerca del castillo del rey y de sus "santuarios a la diosa Sry"— dijo en burla, siendo cierto

—Entiendo. Con razón no vimos ninguno la primera vez que subimos —dijo recordando esa noche y un pequeño detalle en ese momento...

—Si. Estuve investigado tu peculiaridad Tigresa...

—Si, si...

—Y he descubierto... — deja de verlo .

—¿Enserio sigue grande aun flácido? — dijo sin dejar de verlo. Po tira el semblante. —perdón, perdón. Único hombre que no le enorgullece su tamaño. — se sientan.

—¿Sabes que es el celo Tigresa?

—Aamm... No... Tengo una idea, pero sólo se me viene a la cabeza apareamiento. Sexo... Y mas... Mmmm...

—Tigresa, enserio — dijo serio con el cejo fruncidos.

—Perdón, creí que estabas iniciando una platica erótica... —dijo algo avergonzada — ¿Que con el celo?

—Fui a la ciudad de Makar, para con suerte encontrar a algún monje que supiera sobre tu caso.

—¿Encontraste a alguno?

—No, fueron ejecutados todos... —ambos vieron fijamente al cielo lluvioso — Pero un tipo extraño...

Recuerdo

Mirate guerrero, con que así acabaste —Me dijo una figura encapuchada no sentí que fuera una amenaza hasta que abalanzó ente mi un arma, un bastón, con la punta en forma de luna, quien hizo mis heridas al pecho.

Maldito, ¿Quien te crees? —supe que no era cualquier tipo al verlo esbozar esa sonrisa, cuando se echo a correr por los tejados, lo seguí por supuesto. —¿Quien eres?

Los creí muertos tu y ella. — dijo entre las sombras el cobarde, no daba la cara.

¿Quien? —frente a mi cayó su arma como si fuese una lanza clavada en la tierra y sobre la luna que tenia en su punta se paró, no logre ver su rostro porque una niebla empezó a salir de la nada.

¿Acaso no sabes de quien hablo?, la gata del celo infinito —le pareció un chiste porque se rió. — Me caía bien su otra personalidad — recuerdo que dijo antes de desmayarme creo que me dieron algún veneno...

Fin recuerdo

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—La única persona que se me vino a la mente fuiste tu Tigresa, sonaba a alguien que creía haber terminado un trabajo y no lo hizo.

—Yo no recuerdo a nadie con un bastón de luna Po, no-no-no, por favor dime que no viene por mi por algo que hizo la de los ojos ámbar. Nunca e salido de aquí, dime que no es un cliente insatisfecho a quien le hizo algo — los nervios no la dejaban controlarse.

—No. Luego de eso investigué lo que que dijo él, sobre un celo el de los tigres y descubrí algo... — le toma de las mejillas para ver mejor sus ojos — en el celo las tigresas cambian de color sus ojos a uno carmín, debido a su alta presión sanguínea... Tigresa, estas en celo —dijo de manera sería

—¿Yo?, no, no puede ser...

—O es eso —relaja mas su postura sacando la mano a la lluvia — O como efecto del celo cada que te "calientas" tus ojos se vuelven de ese color...

—Siempre estoy caliente Po... —dijo sonriendo

—Lo sé... El tipo ese dijo que le gustaba mas tu otra personalidad — dijo viendo el agua escurrir entre sus dedos

—Tiene sentido, una personalidad extra... ¿Pero por qué hasta ahora me doy cuenta de ella?, ¿Por que hasta hace poco sale a fastidiarme ?

—No creo que ella te... — calló al ver que lo que diría le sonaba a locura

—¿Ibas a decir algo?— dijo tras ver que callo de golpe

— ¿doble personalidad?, interesante. — Cambio rápidamente de tema, rieron un poco

¿Yo soy la de la doble personalidad?, que me dices de ti. Saltando y corriendo en la lluvia. — le dijo divertida parándose y saliendo a la lluvia. —¡Eso no lo haría el serio de Po! — gritó. Extendió los brazos y dio un par de vueltas en su eje, Po la veía. Seguido se levanta y hace lo mismo.

—¡Jajajajajajajaja! — ríen ambos viéndose fijamente mientras dan el

—Veo que te encanta la lluvia — dijo acercándose mas a él. Le destapa los ojos por el pelo mojado.

—Si es... — la vio a frente a frente — ...es Bárbaro — la felina abrió de par en par los ojos y su vista se perdió. Sus labios empezaron a temblar

—¿Estas bien? — dijo viendo que empezaba a temblar —Tigresa... ¡Tigresa! —la toma de las mejillas.

Sus pupilas se agudizan y con fuerza quita las manos del panda de su cabeza, con tal fuerza que le rasguñó ambos brazos. Ella se hincó tras soltar un gran grito desgarrador, metía sus garras en su cabeza mientras caía el torrencial agua en su cara y los truenos ensordecía su desgarrador grito. Po se le acercó y la tomó de los hombros, rápida ente la felina tomó su muñeca derecha con igual o mayor fuerza que el, luego la giró haciendo que todo él girara en el aire luego sintió un dolor fuerte en su costado, logró ver como la felina impactaba un golpe de doble palma. Chocó contra una de las paredes del castillo.

—¡Aarg! — Adolorido la ve. Ella se agazapa y da un salto al aire que levanta un par de tejas y genera un onda de agua, se perdió en el cielo nublado y torrencial. Por se arrastra con la mano apretando su costado para no perderla de vista. No bajó. — Esa no es... — No término de decir nada porque frente a él cayó, agazapada jadeante, lentamente levantó el rostro empapado de agua. Sus ojos... —Ámbar —dijo impresionado, no sabia que tenia delante de él —¿Quien eres? —ella lo veía fijo a los ojos, su semblante cambió a uno mas triste, se agitó su respiración para luego quejarse y caer en el techo cansada.

—Po... Pe-perdoname — dijo cansada. Po veía desconcertado. La felina desliza su mano hasta la de él y la toma suave.

—Tigresa... Arg.. — sin importar el dolor en su costado la tomó y la arrastró hasta estar bajo el techo de piedra, tal le dio media vuelta sin importarle sus túnicas descartadas, le golpea levemente la mejilla — despierta, ámbar... Tigresa — ella abre los ojos

—Po... Eres tu... — dijo esta acercando su mano a la mejilla del confuso panda — Ayuda... — hizo su esfuerzo por sentarse, Po la ayuda — No... Ah... puedo abrir los ojos por... mucho tiempo — dijo entrecortado, queriendo cerrar los ojos — no se cual es la verdadera pesadilla... La obscuridad total o mis recuerdos al ver la luz... — dijo agarrándose débilmente la cabeza.

—¿Quien eres realmente? — pregunta Po. Su cerebro no podía formular otra pregunta desde que vio esos ojos por primera vez .

—No... No...

—¿Qur recuerdas?

— Tu y yo... —Paro en seco, su rostro denotó ira y su puño golpeó con fuerza el suelo donde estaban que lo rompio — Las zorras... — dijo con notable enfado. Quiso levantarse pero una gran serie de recuerdos inundaron su memoria que la hizo caer en brazos del panda. Se desmayó.

—"Tu y Yo" — dijo viéndola en sus brazos. Frunce el ceño y apreta el puño — Algo hicieron con ella.

Hizo lo posible por despertarla de nuevo, pero ni la lluvia lo hacia por él. Así que la lllevo de vuelta a la habitación, entrando con sumo cuidado de no despertar a nadie. La recostó levemente mas lejos de las otras. Afuera se escucho uno gritos

—"¡General Chorm-Em! ".

Un minuto luego Po escucho el aleteo de algo, tras un relámpago un cuervo se estrelló en la ventana atravesandola y así despertando a todas las chicas, menos Tigresa. No era el único que chocó, pues mas cuervos chocaban contra aquel lugar atravesando las ventanas y chocando contra los altos muros del lugar; austando a muchos dentro del antro.

Po vio fijamente aquel cuervo en el piso aleteando, con tal frialdad tomo aquella ave, que lo veían con una mirada inexpresiv; le tuerce el cuello frente a las chicas que le veían.

—No volverás a poner un ojo en los mios — voltea a ver a las mujeres, estas salen como todos y todas de sus habitaciones. — averiguare que te hicieron esas zorras... — dijo parándose frente al cuerpo inconsciente de la felina.

En la cima de aquel castillo los rayos reflejaban una mirada azuleja tras una ventana viendo parvadas de cuervos volar en círculos en toanla ciudad d Sry Laka..

—El día se acerca.

—¿Que día cielo? — pregunta Muh, completamente desnuda en una cama, a su lado Luh ebria e inconsciente empapada su zona baja con semen. El pantera la ve de reojo — Ven, aun me quedan fuerzas hermano — Dijo la zorra apartando su cola y abriendo su nalga derecha mostrándole su vagina. El pantera sonríe.

Su pene se levantó y puso erecto, y sin tituveo se le acercó a su mujer y la penetró, mientras le empujaba todo el miembro y oía gemir a Muh dijo al oído.

—Trae ante mi otra hembra .

—Ha... Si mi rey — la siguió cogiendo.

Fin del cap, espero le haya gustado, hasta el próximo