Bueno este fic lo he publicado anteriormente en , pero lo he reeditado mejorando su ortografía (que no es perfecta, pero no desastrosa) y su redacción (igual que la ortografía)

El motivo de cambiarme de foro es porque actualmente esta raro y no quiero arriesgarme, y como no quiero dejar a los que me siguen allí con la intriga entonces he decidido empezar aquí, así que... no, no es un plagio y si mi seudonimo en la anterior página es Shiroine.

Sin más disfruten.


PRÓLOGO

"Sin importar la época, los deseos humanos han persistido con el paso de los años, contando historias que muchas veces son tomadas como fantasías, pero manteniendo un mismo lineamiento. No importan la cultura o forma de vida, cada una de estas historias ha nacido por un deseo, frustraciones, sueños o temores. Una de las más pensadas fue siempre los viajes en el tiempo, impulsados por el deseo de cambiar algo, ya sea en sus vidas o en la historia misma, un momento de duda, dolor, vergüenza, perdida de un ser amado… hay muchos factores que influyeron al pensamiento, y de ahí comenzaron a surgir historias; pero sin importar lo que se pensara, era imposible cumplir este deseo, así que se retornaba al sentimiento inicial, dejando una inconformidad y los impulsos desesperados por cambiar algo que no tenía remedio. Claro que pocos se dan cuenta de lo que realmente pasa a su alrededor, e incluso si tuvieran la oportunidad de cambiar algo no sabrían que se puede, puesto que al retroceder en el tiempo ¿Quién puede mantener los recuerdos? El flujo de los hechos van en un sentido y por motivos mayores a la comprensión humana las barreras de espacio y tiempo no deben ser rotas, sin importar las circunstancias, ya que eso podría desatar eventualmente otro tipo de caos, incluso si ellos no sabían al respecto de lo que liberaban…"

Hace mucho tiempo estas palabras me hubieran parecido solo eso… palabras, unas que se decían para contar historias imposibles, donde los eventos de nuestra vida no podían ser cambiados, incluso si lo deseábamos con fuerza. Para mí era una clara advertencia de lo que no debías desear, puesto que era algo que solo creaba fantasmas intangibles y vagas ilusiones, que daban más sufrimiento a nuestros ya lastimados corazones; por eso y con la influencia de mi amigo y compañero de equipo, solo creía que el cambio venia cuando te levantabas y luchabas con todas tus fuerzas por lograr algo, estos eran los pensamientos que nos embargaban a ambos cuando luchábamos por alcanzar nuestro objetivo, sin importar cuanta desesperación nos produjera el no poder llegar a él en cada encuentro, viendo como cada vez aquella persona que tanto queríamos se hundía en la profunda oscuridad, buscando algo que había perdido hace mucho tiempo. Muchas veces deseé haber sido más fuerte, para poder haber hecho algo antes, quizás evitar los encuentros que desataron la deserción de Sasuke, pero, una vez aparecían estas emociones, las desechaba pensando en lo que era ahora, y en que sin los acontecimientos previos probablemente nunca hubiera visto la realidad de lo que me rodeaba, lo frágil e inútil que era, sin poder llegar a tocar el corazón del ser amado, sin poder realmente proteger lo que me importaba, dándome cuenta de que mis palabras en el pasado se encontraban vacías; cada uno de esos dolorosos encuentros me habían construido y me habían impulsado tomar cada una de mis decisiones, convirtiéndome en lo que era ahora, esta era mi resolución, e incluso aún prevalece en grandes partes, pero… mis objetivos se han visto cambiados debido a lo ocurrido ese día.

Quizás no entendiera muchas cosas de lo que pensaba Sasuke, de hecho estaba consciente de que no le comprendía, el único que podía llegar a ver más allá de esa fachada de frialdad era Naruto, por eso, los hechos de esa misión me tomaron completamente con la guardia baja, dejándome perdida como un niño indefenso al que le han arrebatado todo. No sabía casi nada, solo conocía el lugar y al responsable de nuestra nueva vida, algo que me había herido a grados indescriptibles, y que me causo temor por mucho tiempo, especialmente porque aunque todo pudiera verse igual, aunque ellos se parecieran tanto, eran tan diferentes, parecía el mismo mundo, pero al mismo tiempo no lo era, no era mi edad ni mi tiempo, todo era tan confuso y difícilmente digerible que no era de extrañar que a cualquiera podría haber llevado a la locura, lo único que me hizo mantenerme en mis cabales fue la misma confianza que había adquirido gracias a la influencia de Naruto. Era la misma kunoichi, con el talento que desarrolló con trabajo duro, horas incansables de dolor, insomnio y sufrimiento, pero que se enorgullecía enormemente por haber llegado lejos, eso no había cambiado, pero… lo que si se había visto anulado, era que por más que quisiera no podría regresar, ya nunca volvería a formar parte de su equipo como en el pasado, no viviríamos las mismas experiencias y jamás existirían las cosas que tanto aprecie y me hicieron la persona que era, todo esto solo existiría en mis memorias, lejos de la realidad en la que vivía.

Ahora me dirijo a ti… ¿Sabes que es una risible ironía? Que cuando ya no estoy más a tu lado, me mires con dolor, culpándome de algo que yo no inicie, que jamás deseé, ahora eres tu quien busca recuperar lo que se ha roto, y yo quien desea que las cosas se queden como están, porque sé que ya no hay modo de reparar los errores que cometiste. Lo siento, estoy cansada y mis fuerzas ya no dan abasto para cubrir tu egoísmo y ambición, incluso si aún te quiero ya no es lo mismo y dudo que vuelva a serlo, realmente lamento decirlo pero ya no correré tras de ti, ya no puedo hacerlo… lo siento Sasuke-kun no habrá una próxima vez.


Para llegar al punto en el que estoy ahora, tengo que recordar el día en que todo cambió, puesto que todos los acontecimientos que pasaron a partir de ese día fueron los que me llevaron a tomar las decisiones que tomé, todo lo que me arrebató lo que conocía y me dejaron en el abismo de la soledad, perdida en un camino que no deseaba recorrer, pero que poco después me fue dando cosas que valoro, cosas que llenaron el vacío que había provocado la pérdida de lo que conocía. Ese día que ahora no se si considerarlo del todo fatídico, fue el momento en que me sacó de la ecuación, ya jamás sería miembro del equipo siete, de hecho nunca lo fui y no podrían reclamarme por ello, puesto que aunque extrañara esas épocas lo cierto era que no podía hacer nada para enmendar la brecha causada por el rompimiento de las reglas.

A mis 16 años, a mediados de Julio Naruto, Kakashi-sensei, Sai y yo habíamos recibido las órdenes de ir cerca de Kumogakure, a un pequeño templo que había sido atacado por algunos ninja desconocidos; por la información que habíamos recibido al llegar, el problema era que habían sido robados unos antiguos e importantes pergaminos, que contenían la historia de un poder oculto a las afueras del país del hielo, entre la frontera que lo conectaba con el país de las aguas termales. A pesar de que la información parecía de gran importancia, los monjes se negaron a revelar más detalles, solo mencionaron que el poder que allí residía casi había acabado con el mundo en una ocasión, sumiéndolo en un tiempo de oscuridad que solo terminó cuando la persona que había extendido su reino de terror murió, pero su legado quedó atrapado en las ruinas; los pergaminos que contaban la historia fueron entregados a sus antecesores por alguien que actualmente era un fantasma, alguien que jamás dio su nombre, pero que advirtió que mantuvieran esa información lejos de ser conocida, todo por si algún incauto llegaba a buscar algo que no podía controlar, algo que parecía acababa de pasar en ese tiempo, después de siglos.

— Parece una historia fantasiosa — Proclamó Naruto no tan convencido de aquello — Digo, no sabemos nada de ese extraño poder, así que puede que sea solo un cuento para atraer a los tontos.

En realidad yo también pensaba algo similar, puesto que al mirar a los monjes no podía ver nada más que el miedo similar al de un niño cuando está en un cuarto oscuro, piensas que hay algo allí que te puede lastimar, pero finalmente solo es algo que está en tu cabeza — Aunque digan que es algo tan sorprendente ¿Cómo saber si es real? ¿Alguna vez tuvieron experiencia o saben que era lo que hacía ese poder? — Pregunté observando los rostros asustados de los hombres.

— N-no, por supuesto que no, está prohibido ese lugar, además el camino es algo difícil de atravesar, está aislado para que nadie vaya — Mencionó uno que parecía ser el más joven dentro del grupo.

— Es bastante ambigua esta información — Dijo Sai con indiferencia, ahora mirando a Kakashi, algo que yo también hice.

— Kakashi-sensei — Mi mirada expresaba lo que quería preguntar, algo que nuestro líder de escuadrón entendió sin problemas gracias a todos esos años de conocernos.

— Sin importar si las historias son ciertas o no, la realidad es que nos contrataron para solucionar este problema, así que tenemos que estar preparados por si ocurre cualquier cosa ¿Entendido? — Los tres asentimos — Bien, entonces en base a la información que tenemos necesitamos hacer un reconocimiento del área para descubrir hacia qué dirección se fueron los ladrones. Sai, sería una excelente opción que usaras tu técnica para ampliar el radio de búsqueda, Naruto igualmente con tu Kage Bunshin podremos cubrir mayor área de terreno.

— Entendido — Dijo Naruto con entusiasmo, listo para entrar en acción.

— Esperen — Dije mirando a los monjes — La verdad quisiera preguntar si recuerdan los rasgos de sus atacantes, eso nos ayudaría a tener en claro que es lo que buscamos. ¿Características específicas?

Los hombres se miraron entre sí y parecieron hacer memoria, — bueno, había un sujeto grande y musculoso, creo que su cabello era anaranjado, además, de la nada se puso como loco y comenzó a destruirlo todo — Inició hablando un hombre que estaba al frente, parecía rondar los treinta.

— Oh, también un tipo extraño con una espada grande, cabello blanco y ojos morados, lo más raro es que si lo tratabas de lastimar se volvía agua — El más joven comentó con una expresión que ahondaba entre la sorpresa y el miedo.

— También había una mujer, pero no luchaba, solo estaba detrás viendo a sus compañeros, recuerdo que llevaba lentes y el cabello era de color rojo — Otro que estaba hacia la izquierda dijo con simpleza.

El silencio cayó en el lugar y entonces miré a Kakashi — Esas descripciones son suficientes, ¿Es todo? Bien en ese caso…— el hombre fue interrumpido abruptamente por una última voz, está sonando más vieja y cansada que las anteriores.

— Había un cuarto — Era un monje anciano, de barba blanca, calvo y encorvado hacia adelante, sosteniéndose por solo un bastón, en general se veía muy deteriorado, pero había algo en él, que rompía con ese carácter frágil y lo transformaba en un torrente de emociones en mi interior, pero que principalmente me llevaba a temer y preocuparme; sus ojos refulgían como si estuvieran en llamas, contando años de experiencia que solo un sabio podría llevar, pero al mismo tiempo dándole gravedad al asunto, una que en un principio no había estado.

— Maestro — Proclamaron los monjes haciendo una reverencia — Debería estar descansando.

— Tonterías, esto es más importante — Dijo el hombre posando su mirada sobre nosotros cuatro.

— Podría decirnos el aspecto del cuarto integrante — Mencionó Kakashi con tono serio, pero siempre tranquilo, algo que admiraba de él puesto que en esos momentos realmente yo me sentía como si estuvieran escudriñando mi alma.

— Puedo hacerlo y también puedo decirles que es mejor que regresen a su casa, ese asunto estará cerrado para dentro de poco — Nos vimos confundidos ¿Entonces por qué nos habían llamado?

— ¿Podría explicarse viejo? — Exclamó algo molesto Naruto — ¿Nos llaman para solo decirnos que regresemos por nuestro camino? ¿Qué tipo de burla es esa?

— Naruto — Dije en señal de advertencia, haciendo que mi compañero me mirara un momento antes de callarse — Por favor cuente nos los detalles — Le miré con un poco de súplica, pero sin llegar a revelar demasiada preocupación por sus palabras.

— El cuarto miembro era un hombre de cabellos negros, llevaba una espada pequeña en comparación a la de su acompañante, pero el rasgo que podría identificarlo mejor es su Kekkei Genkai, creo que lo reconocerán puesto que era uno que habitaba antes en su aldea — Sus palabras comenzaron a formarme un nudo en el estómago y sabía que Naruto y Kakashi estaban sintiendo lo mismo, pero solo el rubio era el que lo demostraba en sus facciones — El chico era un Uchiha, portador del Sharingan.

— Sasuke — Dijo Naruto con seriedad mientras apretaba sus puños — ¿Qué quiere decir con que el tema será resuelto dentro de poco? ¿Qué le va a pasar a Sasuke?

Tenerlo tan cerca, eso era algo que Kakashi debería saber que nos afectaba enormemente, ya que había pasado algunos meses desde que habíamos ido en un intento de buscarlo, antes de la batalla final contra su hermano, y también de nuestro encuentro con él luego de la reunión de los cinco Kages, ambos fueron momentos infructuosos en nuestra búsqueda por llevarlo de regreso. — Ese niño se dirigía directamente al lugar donde descansa ese poder maldito, así que podemos esperar que se pierda al igual que todos los que han ido allí — El terror me invadió, al igual que a Naruto, siendo ambos los que colocamos una expresión de incredulidad y miedo.

— Espere ¿Cómo que perderse? No querrá decir… — El hombre no me dejó continuar.

— Aunque estos pobres niños no lo sepan, las advertencias de ese sitio son claras, y es porque realmente hay algo ahí, algo que ha hecho desaparecer mucha gente, no es que no se sepa lo que se guarda en ese lugar, es solo que el monje principal tiene el deber de proteger esa información, pero ahora que un estúpido niño decidió tomar ese conocimiento sin escuchar las advertencias, tengan por seguro que no volveremos a saber de él si entra en los dominios de esa civilización — Mis miedos al escuchar esto aumentaron, no quería que Sasuke se perdiera, no quería ver que desapareciera el hombre que amaba, no de esa manera.

Naruto me estaba mirando y yo entendía sus palabras sin necesidad de preguntar que quería decirme, era un hecho que los dos queríamos interceptar al Uchiha antes de que fuera tan idiota de entrar en un lugar donde no le habían llamado. — No importa nada eso, no dejaremos que Sasuke desaparezca, así que iremos allí — Proclamó contundente Naruto — Vamos Sakura-chan, Sai.

— Sí — Mencioné a punto de seguirlo, pero Kakashi se puso en nuestro camino.

— Alto ahí ¿A dónde creen que van? — Dijo el hombre con seriedad, sin apartar su mirada de nosotros.

— ¿Cómo que a dónde? Por supuesto que iremos por el Teme — La mirada del peli plateado me hizo pensar que esa no iba a ser una opción que nos iba dar.

— No sean impacientes — Nos advirtió con voz suave pero firme, algo que reconocíamos desde hacía años, era el tono que empleaba cuando trataba de ser condescendiente pero sin perder la orden que nos iba a dar, esto era un claro indicativo de que entendía lo que pensábamos y sentíamos pero daría prioridad a otras cosas.

— Kakashi-sensei no es momento para esto — Se quejó Naruto al borde de su paciencia — No sabemos lo que Sasuke pretende, o lo que le pueda pasar, por eso tenemos que pararlo ahora, es nuestra oportunidad.

— Porque no sabemos lo que planea es mejor no ir descuidadamente — Dijo Sai dándole la razón a Kakashi — Es cierto que siempre vas detrás de él tratando de salvarlo por los vínculos, pero eso te está impidiendo avanzar y probablemente traiga consecuencias que lamentes, creo que es momento de permitir que sus errores le alcancen.

La mirada furibunda de Naruto no faltó y dio un paso hacia el pelinegro, que no se inmutó ante la expresión del rubio — No dejaré que él muera, es mi amigo, mi primer vinculo así que como sea le traeré de vuelta, incluso si no vienes con nosotros — Apreté los puños, yo estaba de acuerdo con mi amigo.

— Naruto — Esta vez el tono de Kakashi fue más duro — No puedo permitir que vayas ahí, y a ti menos Sakura, es muy arriesgado.

— ¿Entonces vamos a dejar a Sasuke-kun morir? — Dije con molestia — ¿Qué paso con eso de no abandonar a nuestros camaradas? ¿Acaso se olvidó de que nos enseñó a cuidarnos los unos a los otros?

— Y es por eso mismo que no puedo dejar que vayan — Kakashi frunció el entrecejo y me miró con severidad — Mi prioridad son ustedes, Sasuke tomó su decisión hace mucho, y mientras no se trate de algo que podría matarlos de un latido al corazón aceptaría que fueran, pero contrario a eso, esta es una situación donde no puedo permitirme el lujo de arriesgar sus vidas, ni siquiera por Sasuke.

— Kakashi-sensei — Dijo Naruto en medio de un grito.

— ¿No entienden en el problema que se meterían? Tengan por seguro que ambos podrían morir, y si consiento la misión en ese caso seríamos los cuatro, cuatro activos de gran importancia en la aldea.

— En la vida de un Ninja siempre existe ese riesgo — Arremetí con seriedad — Sabemos que estamos siempre en peligro, por eso buscamos la manera de reducir el riesgo de la misión, usando nuestra cabeza.

El hombre de cabellos plateados me miró con algo de cansancio que luego se transformó en una dura mirada — Pareciera como si hablara con niños, Ustedes dos ya no tienen doce años Sakura, incluso entonces tienen primero un deber con la aldea ¿No van a proteger a todos esos inocentes? ¿Por uno sacrificaran a más? Todas las vidas que no podrías ayudar, y Naruto tu sueño de convertirte en Hokage, eso es algo que yo mismo también quiero proteger —. Un sentimiento de culpa me pinchó levemente, él solo estaba preocupado por nosotros y las metas aledañas que nos habíamos planteado.

— Le dije, si no puedo salvar a un amigo ¿Cómo pretendo convertirme en Hokage? — Las palabras de Naruto eran ciertas y yo siendo miembro original del equipo siete, podía comprender bien sus sentimientos, ya que aunque siempre estuvimos con Kakashi, por lo general siempre éramos Naruto, Sasuke y yo juntos, enfrentando las dificultades, así que ¿Cómo abandonar a un amigo que había sido cegado y caminaba en la oscuridad?

— Lamento decirles que no seguiré discutiendo esto con ustedes, no irán, y es mi última palabra — Sus palabras fueron duras y provocaron en Naruto un leve gesto de desear lanzarse encima, pero yo le detuve en el acto poniéndole una mano en su hombro.

— No insistas Naruto — Le dije suavemente, a lo cual el me miró con dolor.

— Sakura-chan… — Pronunció el rubio.

— Bien, cerrado este caso, supongo que si nos permiten pasaremos la noche aquí y mañana nos iremos — Dijo Kakashi a los monjes que habían observado todo el espectáculo en silencio.

— Tenemos preparada una habitación — nos informó el monje principal haciendo un indicativo para que uno de sus pupilos nos indicara el camino.

— Todos… ¿Por qué? — dijo Naruto sin moverse y yo también permanecí a su lado esperando a que Sai se adelantara un poco junto con Kakashi.

— Es una orden Naruto — Pronuncie mientras veía a nuestro sensei mirarnos de reojo esperándonos — Sabes que Kakashi-sensei está pensando en nosotros.

— Pero… — Naruto se quitó mi brazo de su hombro y me miró furioso — No puedo dejarlo, no importa lo que digan, incluso si tengo que ir solo — Le vi hacer un leve indicio de moverse para marcharse, pero esta vez yo fui más rápida, que los demás y en un segundo había vuelto a agarrar al rubio de la chaqueta, tomándolo desde el hombro izquierdo, para luego jalarlo hacia mí y con mi puño derecho acertar en su abdomen, sacándole todo el aire al instante.

Naruto se encorvó hacia adelante, quedando su cabeza junto a la mía, entonces dije en un murmullo inaudible para los demás — A media noche —, y con esto golpeé el punto de presión en la espalda, que lo dejó inconsciente en mis brazos. — de esta forma no ocasionará problemas hasta mañana — Mencioné con un tono triste y mirando a Kakashi. — Espero que no se equivoque sensei — Él me miró con algo de culpa y tristeza al mismo tiempo.

— Lo siento Sakura, pero es lo mejor, piensa en el bien de Naruto — Mis cabellos cubrieron mis ojos y con eso las lágrimas que querían salir.

— Es lo que siempre hago, al igual que con todos ustedes, por eso espero no equivocarme — Murmuré colocando a mi amigo en mi espalda y comenzando a seguirlos a todos.


La comida se sirvió cerca de las once, y yo decidí llevarla a mis compañeros aún despiertos, todo esto para que no lograran notar una pequeña droga que puse en sus alimentos, sin olor o sabor que pudieran detectar. Una vez hecho esto me senté con ellos a comer en silencio, esperando el momento en que les entrara el sueño, pero para que no sospecharan una vez terminé de comer mencioné que me iba a dormir, por lo cual me retiré a mi lado de la habitación, donde me metí al futon que me correspondía, entonces comencé a reducir mi chakra para que estuviera en niveles estables, igualmente mi respiración con el tiempo se volvió más acompasada, dando el indicativo a cualquiera que dormía, aunque realmente estaba atenta a lo que estaban haciendo los otros dos. Pasaron cerca de cuarenta minutos hasta que finalmente les escuché caer dormidos, fue entonces que en silencio me levanté y me acerqué a Naruto, quien seguía inconsciente; me arrodille a su lado y con cuidado inserté mi chakra en su sistema, logrando desbloquear el punto de presión y haciendo que recobrara en menos de un minuto el conocimiento.

— Hm — Se revolvió antes de comenzar a abrir los ojos y observar todo con confusión, hasta que su mirada cayó sobre mí — ¿Sakura-chan? ¿Qué es lo que…? — Se detuvo en sus palabras y al instante sus ojos se ampliaron para en un movimiento sentarse con brusquedad — ¡Sasuke! —, Me miró con molestia y supe que estaba pensando en esos momentos, así que le interrumpí antes de que pudiera armar un alboroto.

— Si no hacía eso Kakashi nos hubiera puesto a los dos a dormir Naruto — Murmuré con seriedad — Era la única manera para que pudiéramos marcharnos sin que él lo notara.

Su mirada se tornó confundida — ¿A qué te refieres Sakura-chan? ¿Dónde está Kakashi-sensei? —, Yo soltando un suspiro le señalé el lugar donde él y Sai habían caído desmayados por la droga — ¿Qué les pasó? — Preguntó aterrado mi amigo.

— Solo les drogué, algo leve que se irá mañana cerca de medio día, pero los dejará debilitados por un tiempo, lo cual nos da tiempo justo para adelantar el suficiente camino sin que nos alcancen — Me puse en pie y miré a las profundidades de los ojos celestes que me observaban sorprendidos — No tenemos tiempo, si queremos rescatar a Sasuke tenemos que movernos ahora Naruto, así que toma tus cosas y andando.

La mandíbula de mi amigo tembló antes de regalarme una amplia sonrisa — Gracias Sakura-chan, sabía que tú comprendías — Él se puso en pie y fue hacia su maleta que estaba en un rincón.

— No tienes que decirlo Naruto — Dije dirigiéndome a la mía y colocándomela en mi espalda — Somos un equipo, y prometimos que juntos iríamos a traer a Sasuke de vuelta, así que no hay manera que sabiendo que está en problemas vaya a ignorarlo, incluso si él no comprende ahora nuestros motivos.

— Será peligroso — Advirtió mientras dejábamos atrás la recamara, y con ello caminábamos rápidamente entre pasillos hasta salir al exterior.

— Creo que eso es más que obvio Naruto — Respondí — ¿Cuándo no nos metemos en líos siguiendo a Sasuke? — Aunque no era momento para bromas, esto hizo que pudiéramos soltar una sonrisa para aliviar las tensiones que nos acompañarían el resto de nuestro viaje, donde no teníamos la más mínima idea que nuestra vida cambiaría.


Fue en largo camino el que recorrimos, en el cual la tensión se podía cortar con un cuchillo, pero que era pasable gracias a que contábamos el uno con el otro, dándonos el apoyo que necesitábamos para enfrentarnos a lo que sea que fuéramos a encontrarnos. Los pensamientos sobre lo que estarían pensando Kakashi y Sai me carcomían, pero lo hecho, hecho estaba y no podía retractarme de mis palabras, no cuando ya habíamos llegado tan lejos y estábamos cerca de alcanzar a Sasuke. Tres días fue el tiempo que gastamos para llegar a nuestro destino, donde tuvimos que guiarnos por los rumores locales para encontrar el lugar prohibido que decían los monjes, siendo este encontrado luego de atravesar un paso montañoso lleno de escarpados, donde cualquier civil moriría tratando de escalarlo, afortunadamente nosotros logramos mantenernos bien gracias a que podíamos escalar sobre la superficie solo con nuestro chakra. El camino que apareció ante nosotros luego de lograr atravesar la montaña, fue un bosque donde la luz entraba en abundancia, pero que tenía bruma cubriéndole en la parte inferior impidiendo que pudiéramos ver el suelo más allá de nuestras rodillas.

— Este lugar se ve un poco tenebroso — Dijo Naruto con lo que identifique era temor.

Solté un suspiro un poco irritado al recordar que una de las debilidades del rubio eran las historias de fantasmas, — No empieces Naruto, ya llegamos hasta aquí así que no te acobardes solo por pequeñeces — mi amigo trago grueso y con pasos un tanto vacilantes por parte de él seguimos avanzando por el sendero, que a pocos metros comenzó a transformarse, perdiendo los árboles que le rodeaban para ser remplazados por enormes columnas en mármol de un color café claro, pero que con el paso de los años se habían tornado oscuras y llenos de grietas, dando la sensación de que se iban a desmoronar en cualquier momento. La vista volvió a cambiar cuando unas escaleras en granito aparecieron frente a nosotros que al igual que el sendero de atrás contenía algunos pilares a sus lados, solo que estos estaban tallados con algunas cosas indescifrables, las imágenes no se veían con claridad debido al mal cuidado y paso de los años, pero me daba una sensación horrible en el estómago.

Naruto me dedicó una mirada y yo se la respondí con un asentimiento de cabeza, así que los dos apresurados comenzamos a ascender, solo para encontrarnos al final con un portal de piedra que tenía varias escrituras en una lengua antigua que no conocía, y aunque lo hubiera hecho probablemente no hubiera sido capaz de leerlas, ya que varias partes estaban borrosas, en la parte superior, justamente en el centro había lo que parecía un reloj de arena hecho en oro, algo que me hizo pensar que probablemente las personas que vivían allí eran orgullosas con respecto a ese símbolo, ahora me preguntaba ¿Por qué un reloj de arena? ¿Les gustaba el tiempo? Sinceramente no lo sabía, y tampoco había ido a averiguarlo, así que volví a colocar mi mirada al frente y comencé a atravesar la gran construcción detrás de Naruto, pero cuando estaba justo debajo de la estructura sentí un escalofrío por mi espina dorsal e inmediatamente la sensación de que alguien estaba detrás de mí observándome me asaltó — No vallas —, Escuché en ese momento, así que alarmada me giré dispuesta a pelear, pero para mi sorpresa y desconcierto no había nadie, sin embargo la sensación de que alguien había estado allí me perseguía haciendo que me preguntara si solo eran imaginaciones mías o realmente ese lugar tenía algo muy extraño. Pese a mis malos presentimientos me apresuré a seguir a Naruto y comenzar a investigar el lugar, que estaba plagado de varias construcciones destruidas, y otras que aún seguían en pie pero con maleza recubriéndolas.

Habíamos caminado por largo tiempo pero aún no veíamos signos de Sasuke o sus compañeros por ningún lado — ¿Crees que llegamos antes o nos equivocamos? — Preguntó Naruto deteniéndose en lo que fue una casa, que en su tiempo debió ser hermosa, amplia de madera de roble y amplias ventanas que daban al exterior, ahora era solo una construcción llena de madera en proceso de putrefacción con el techo caído y completamente inestable.

— No creo que llegáramos antes ni que nos hubiéramos equivocado — Mencioné observando el camino que continuaba más adelante, llegando a una pequeña pradera con los pastos bastante altos como para cubrir a una persona adulta sin problemas — Algo me dice que Sasuke-kun está aquí en alguna parte, solo que no estamos en el lugar adecuado.

Naruto me observó con un poco de preocupación que luego fue remplazada por una expresión más seria — En ese caso continuemos — Iba a comenzar a andar cuando le tomé el brazo deteniéndolo — ¿Qué pasa Sakura-chan?

— ¿Dónde guardarías un poder ancestral? — Pregunté sin apartar la vista de los pastizales.

— ¿Por qué me preguntas eso? No estamos buscando un poder antiguo Sakura-chan estamos buscando a Sasuke — Parecía enfadado, y yo suspiré cuando supe que su limitante paciencia no le daría para tratar de comprender lo que le estaba tratando de decir.

— Pero Sasuke si lo está buscando, eso quiere decir que estará en el lugar donde lo hayan ocultado — Le dije revelándole lo que quería que viera, y él abriendo sus hermosos ojos azules al fin vio a donde quería llegar.

— Bueno pues… — Comenzó a tratar de pensar y yo continúe mi explicación. — El que posee un gran poder por lo general es el que dirige al pueblo, así que supongo que estará oculto en la zona donde este la residencia principal de todo este lugar, puede ser la casa más grande o un castillo.

Naruto parpadeó y entonces miró hacia atrás — Bueno, hace rato pasamos por un sendero que guiaba a un castillo — Señaló, haciendo que una pequeña venita apareciera en mi frente, ante la molestia ¿Acaso era tonto? Ese pensamiento lo aparté, puesto que era ridículo, ¡Claro que Naruto era tonto!

— ¿¡Y hasta ahora lo mencionas torpe!? — Le amenacé con mi puño y el retrocedió alarmado.

— N-no pensé que tuviéramos que ir por allí, así que no le presté atención — Mencionó en tono de disculpa.

— Idiota — Gruñí — ¿Por dónde fue que lo viste?

Naruto sonrió nervioso y luego comenzó a caminar rápido guiándome hacia el sendero que había mencionado, que resultó estar a solo unos metros del portal que habíamos atravesado hacía rato. El camino como dijo Naruto mostraba al final un enorme palacio, que poseía majestuosas torres a sus costados, siendo un total de diez, cinco a cada lado, con una separación de al menos cien metros con la construcción principal; para mi sorpresa a diferencia del resto del lugar estas construcciones se veían casi como nuevas, dejando ver que el pasado fue un símbolo de gloria y poder, algo que hizo que mi inseguridad y desconfianza por el lugar aumentaran ¿Por qué esa era la única parte del lugar que se veía estable y parecía como si no le hubieran pasado los años? No tuve tiempo para pensarlo demasiado, ya que Naruto se había comenzado a mover, y esta vez se veía bastante exaltado, por lo cual me apresure a seguirle. Recorrimos el camino en menos de un minuto y cuando llegamos lo suficientemente cerca quedamos brevemente congelados en nuestro sitio, ya que en frente de la puerta del palacio estaba Sasuke de pie, inmóvil y mirando a un punto como si estuviera prestándole atención a alguien.

Naruto frunció el entrecejo y sin pensárselo dos veces se lanzó de frente hacia donde estaba el pelinegro, quien no necesito de voltearse para saber que estábamos allí, simplemente desenvainó su Katana y se giró apuntando directamente hacia Naruto, quien sacó un Kunai y bloqueo el embate de la espada, y se impulsó hacia adelante, pasando sobre la cabeza del Uchiha y quedando a su espalda, listo para golpearle con su puño, pero Sasuke ya había visto a través de él y volviendo a girarse rápidamente bloqueo el golpe con su antebrazo izquierdo — Eres realmente molesto Naruto — dijo el chico, para luego relajar sus brazos por solo unos segundos, permitiendo que pareciera que Naruto le estaba ganando en fuerza, pero luego con un fuerte empujón lo apartó, haciéndolo retroceder entre traspiés, para luego atacarle nuevamente con la espada, pero el rubio raudo logro equilibrarse y de un salto se alejó un poco de nuestro ex compañero de equipo.

— ¡Teme, no tienes idea que este lugar es peligroso! Hemos venido a llevarte de regreso y a evitar que como siempre cometas una estupidez — La mirada de Sasuke no vario en cuestión de frialdad, pero por su rostro pasó una sonrisa arrogante y llena de burla.

— Nadie te pidió que lo hicieras, es más, no necesito nada de una basura de Konoha como tú, por mí, tú y tu aldea pueden ser destruidas — El Uchiha se lanzó con todas las intenciones asesinas contra mi amigo, y yo me sentí como si estuviera viendo de nuevo la pelea de ellos en el techo del hospital, solo que en esta ocasión sus intenciones eran diferentes, no había ni una pizca de camaradería dentro de Sasuke que pudiera apelar a su lado bueno, su objetivo era claramente eliminar a Naruto.

Recordándome que no era una niña asustada como antes, me decidí a entrar en la batalla, pero antes de hacerlo noté movimiento detrás de mi amigo, y pronto pude ver a los tres ninjas que habían descrito los monjes antes, dos de ellos, más específicamente los hombres, iban a atacar a Naruto por la espalda, así que rauda me moví de mi lugar, corrí directamente hacia mi amigo, para luego saltar sobre él y Sasuke y caer con mi pierna extendida detrás del rubio, — ¡Sakura-chan! — Proclamó Naruto sorprendido cuando vio como yo había golpeado la tierra, y está en respuesta había comenzado a temblar, logrando que los dos compañeros de Sasuke se tambalearan en su lugar.

— Naruto yo me hago cargo de estos tres — Mencioné sin despegar mi mirada de los aludidos — Confió en ti para que te hagas cargo del resto.

— Por supuesto — Mencionó mi amigo retomando su atención en Sasuke, quien parecía un poco más molesto al verme.

— Así que… los dos aquí, realmente son patéticos — Decidí no prestar atención al comentario del Uchiha y concentrarme en mis oponentes, claro que sin perderme realmente de lo que estaban haciendo los dos hombres que estaban a mis espaldas. — Jūgo, Suigetsu, Karin, quiten a los estorbos — Un escalofrió me recorrió cuando escuché la orden que nuestro antiguo compañero había dado, al mismo tiempo un dolor punzante en mi pecho me atacó, pero decidí ignorarlo, al igual que las ganas de llorar que me habían invadido, debido al pesar que me daba el reconocer que Sasuke realmente nos quería muertos.

— Como quieras Sasuke — La voz del albino me llevó a mantenerme en alerta, especialmente porque en menos de un instante se había lanzado directamente con su arma.

Las intenciones de cortarme por la mitad, eran más que claras cuando blandió el arma por uno de mis laterales a una alta velocidad, pero yo afortunadamente logré evadirlo en un salto, tristemente no fue lo mismo con el ataque del hombre de cabellos naranjas, quien había aparecido a mi lado, con su brazo transformado y una sádica sonrisa, logrando golpearme con violencia y lanzándome directamente hacia la fachada del castillo, que se rompió ante el impacto. Solté un quejido, pero soporté el dolor y me moví a tiempo antes de recibir otro golpe del hombre de cabellos Naranja. No podía enfrentarlos a todos con mi nivel, la mujer aún no se había movido, y yo ya estaba en una desventaja con solo los dos hombres, tenía que hacer algo para mantenerlos lejos de la pelea que estaban librando Naruto y Sasuke atrás, ¿Pero qué?

Sin apartar mi mirada de los movimientos de mis oponentes dirigí mi mano hacia mi porta shuriken y saqué un kunai, que usé justo a tiempo para frenar el ataque de la espada del tal Suigetsu y desviarla hacia arriba, dándome una brecha para usar mi pierna derecha y golpearlo por un costado; cual no fue mi sorpresa al ver que su cuerpo se volvía agua ante el impacto, — Lo siento rosadita, pero los ataques físicos no me afectan en lo absoluto — mi error era evidente, especialmente porque sentí al otro hombre detrás de mí, listo para golpearme. Solo tuve un momento para reaccionar, así que con el impulso que había ganado al tratar de dañar al albino, me incliné hacia abajo, dejando que la espada cayera desde arriba hacia mí, pero esto me permitió agacharme lo suficiente como para evitar ser golpeada por el deforme brazo del tal Jūgo, y al mismo tiempo en un giro por tierra esquivé la espada que quedó clavada a diez centímetros de mí.

No tuve tiempo para admirar mi suerte, puesto que al instante tuve que ponerme de nuevo en movimiento, levantándome en un salto y dando algunas piruetas hacia atrás para apartarme de ellos, claro que cuando logré estabilizarme, sentí esta vez el ataque de la pelirroja por detrás; Ella uso un kunai en su agresión, el cual en esta ocasión detuve sin muchos problemas, tomando su muñeca con mi mano izquierda y obligándola a quedar en frente de mí, — Estás interfiriendo con los deseos de Sasuke — Me dijo con una voz chillona.

No respondí, ya que vi que los otros dos venían hacia nosotras, así que pensando rápido, use mi fuerza para de un movimiento levantar a la chica y lanzarla contra el peli blanco, que no logró evitarla, cayendo ella con rudeza contra él; esto me facilito las cosas para en un salto de bastante altura lograr evadir al otro hombre de la mano gigante. Estando arriba, pude ver lo que podía hacer para evitarles llegar a Naruto y Sasuke, quienes ya estaban algo lejos, del lugar, dándose golpes con rudeza. Concentrando una gran cantidad de chakra en mi puño caí directamente al centro de las posiciones de mis enemigos — ¡A ver qué tal esto! — solté en un grito cuando golpeé el suelo, haciendo que en esta ocasión cediera a un radio de cincuenta metros, pero al ellos estar más cerca del lugar de impacto cayeron hacia el centro del hoyo, donde trataron de recobrarse rápidamente para poder atacarme de nuevo, pero yo no había terminado; en un solo saltó caí junto a uno de los pilares que rodeaban el palacio al cual golpeé en el centro, provocando que este se cediera y comenzara a caer directamente hacia al centro del cráter, tapando la parte de arriba. La única cosa que no había previsto fue que los cimientos del castillo también cedieran y comenzara a desmoronarse, cubriendo el resto de salidas de los compañeros de Sasuke; quizás con las habilidades de Jūgo y Suigetsu pudieran salir pronto, pero eso les llevaría tiempo.

Herida en el lugar donde había recibido el golpe, me dirigí hacia donde se libraba la batalla entre Sasuke y Naruto, quienes como pude observar al llegar, se encontraban con la ropa hecha girones, además de ello presentaban varias contusiones en su cuerpo y uno que otro corte entre brazos y rostro; ambos estaban jadeando, y se apoyaban a duras penas sobre sus pies, pero en sus miradas no había desaparecido aquel fulgor inextinguible, en el cual mostraban sus resoluciones — Naruto… de una vez déjame en paz — Pronunció Sasuke enderezándose — Eres irritante.

— Tu eres un cabeza dura Sasuke — Respondió mi amigo, haciendo un esfuerzo por mantener la compostura, pero tantos golpes le habían afectado a tal magnitud que podía ver los temblores que se producían en sus rodillas — De una vez en entiende… no dejaremos que te marches, te llevaremos de regreso a Konoha a como dé lugar — Dicho esto, se lazó en un ataque directo, pero este fue su peor error, ya que no se dio cuenta a tiempo del ataque de Sasuke con su espada, la cual le perforó un costado hiriéndole profundamente y cobrando con ello su victoria.

— ¡Naruto! — Exclamé con desesperación al verlo caer al suelo, con un hilo de sangre saliendo de su boca y una expresión de dolor puro.

No dudé en correr hacia él e interponerme en el embate que usaría Sasuke para acabar con la vida de mi amigo, — ¡Basta! — Le grité mientras que con mis manos tomaba la Katana y detenía su avance — Sasuke Basta ya — Pedí con desesperación, en un inútil intento de que el Uchiha reaccionara, pero solo obtuve una mirada de aquellos ojos color carbón, que parecían inspeccionar no solo mi rostro, si no también mi alma, dándome una sensación de vulnerabilidad.

— Sakura… — Pronunció sin apartar su mirada de mí — Parece ser que sigues teniendo la mala costumbre de meterte en las peleas de los demás.

No vi cuando se había movido, pero lo supe cuando un dolor agudo se formó en mi abdomen, así que miré hacia abajo y vi clavado un kunai cerca de uno de mis puntos vitales, afortunadamente no había conseguido dar en el lugar exacto, así que antes de que lograra volver a atacarme en un rápido movimiento le empuje y tomando a Naruto retrocedí un par de metros, mientras reunía mi chakra en la zona afectada y comenzaba el proceso de sanación — ¿Por qué? — Pregunté sin bajar la guardia por si hacía cualquier movimiento agresivo, aunque él solo me estaba mirando con indiferencia — ¿Por qué terminaste odiando todo lo que te espera?

Él enarcó una ceja y me sonrió de forma burlona — ¿Qué me espera Sakura? ¿Una aldea llena de sucia gente? Gente que repudia el nombre de mi hermano, pero viven a costa de él, gente que es la causante de que mi clan ya no exista ¿Te refieres a ese tipo de cosas que me esperan? ¿De personas que solo me verán como algo que explotar? — Su mirada se oscureció más y dio un paso hacia adelante, haciendo que yo me tensara, expectante a lo que haría — No quiero ir a un lugar donde solo encontraré a las personas que provocaron la masacre de mi clan.

— ¡No todos saben al respecto! — Repliqué — No puedes juzgarlos a todos bajo la misma vara, hay muchas personas buenas… gente que haría lo que sea para que no vuelva a ocurrir algo así.

— ¿Gente como tú y Naruto? — Cerré los labios ante su declaración, que tenía un tono sarcástico y lleno escepticismo — ¿En serio piensas que pueden remplazar y cubrir todo el dolor y odio que siento por su patética aldea? ¡Deja de creer en cuentos de niños Sakura! — Su grito me estremeció y tuve deseos de derrumbarme al verlo de esa forma, pero en cambio de eso le miré con tristeza.

— Nunca dije que pudiéramos remplazar lo que perdiste, jamás podríamos… — El chasqueó la lengua y sonrió amargamente.

— Creo que eso es evidente Sakura, ustedes no pueden hacer nada por mí, solo han sido un par de estorbos en mis planes. Si realmente les importara, me dejarían tranquilo — Apreté los dientes intentando contener las ganas de llorar, realmente dolía ver en lo que se había convertido Sasuke, un ser resentido que no podía ver nada más allá de lo que le molestaba.

— No vez lo mucho que Naruto y yo pensamos en ti, lo mucho que realmente nos importas — Empecé a decir conteniendo la voz temblorosa que quería salir de mis labios — ¡Verte sumergido en la oscuridad es algo que nos lastima a nosotros también! No queremos que sigas sumergido en un mundo sin esperanza, por eso tratamos de que regreses, por eso Sasuke… ¡Para ya con todo esto!, por favor acepta lo que puedes ganar, se que no será fácil y el camino para sanar, pero estoy segura que lograras alcanzar la felicidad, solo necesitas abandonar todo el rechazo que sientes por los que tratamos de ayudarte.

Sasuke ladeo la cabeza y lentamente una sonrisa se formó en sus labios, para luego desencadenar una sonora carcajada que congeló mi sangre, realmente mis palabras no lo alcanzaban, no podían llegar a él de ningún modo — ¿Felicidad? — Se burló mientras dejaba de reír, para luego dejar solo una gélida expresión, una que fácilmente me hizo sentir temor, ya que era como si tratara de tomar mi alma y corromperla con su propio sufrimiento — Deja de burlarte de mí Sakura, no es posible para mí ser "feliz" con personas como ustedes, de una vez por todas sácate eso de la cabeza — Comenzó a avanzar y en consecuencia mi cuerpo reaccionó temblando listo para tratar de enfrentarlo si era necesario, pero con la seguridad de que no podría mantenerme en una lucha contra él — Antes dijiste lo mismo, y creí que ya lo había dejado claro, soy un vengador, algo muy diferente a lo que Naruto y tu son, nuestros caminos son diferentes y no permitiré que se entrometan en él.

— Sakura — Escuché a Naruto detrás de mí, tal parecía que el poder del Kyubi le estaba ayudando a sanar rápidamente, pero aún estaba débil — Vete de aquí, yo me enfrentaré a él.

— Ni lo sueñes Naruto — Respondí tomando posición defensiva, observando los pasos lentos con los que el Uchiha se aproximaba — Tu herida podría empeorar, así que espera a que te sanes lo suficiente, yo te conseguiré tiempo — Realmente estaba pensando en que prefería sanarlo a él en ese momento, pero sabía que el Uchiha enfrente de nosotros no lo permitiría.

— No puedes contra él — Me reprendió mi amigo, pero no logró colocarse en pie.

— Y tú en tu estado tampoco, así que solo nos queda hacer esto — Murmuré respirando profundo.

— Debieron marcharse cuando pudieron — Dijo Sasuke moviendo su Katana con media sonrisa, justo antes de lanzarse hacia nosotros.

Tuve el tiempo justo para reaccionar y agacharme antes de que lograra herir mis brazos, luego para evitar que se acercara a Naruto aproveche mi posición para golpear el suelo bajo sus pies, y en reacción él salto apartándose del impacto, retrocediendo y dándome oportunidad de arremeter contra él directamente, pero el siendo más rápido, me esquivo hacia un lado y apuntando a mi herida en mi costado, me golpeó con una patada, lanzándome lejos; solté un quejido de dolor y seguí concentrando chakra en la zona del impacto, tratando de detener la sangre que nuevamente había comenzado a brotar. Miré hacia el lugar donde antes había estado Sasuke, pero me asusté al no verlo por ningún lado, así que traté de localizarlo por su presencia, descubriendo que estaba justo detrás de mí, así que me giré para verlo, pero al instante sentí un empujón que estrelló mi espalda contra el suelo, lastimándome y provocándome cerrar solo un segundo los ojos, antes de que nuevamente los abriera, debido al dolor que fue provocado en mi brazo derecho donde el pelinegro había enterrado su Katana. Estaba sobre mí, a unos escasos centímetros de mi cuerpo, manteniéndome controlada con su peso, sus ojos que aún eran negros me observaban con una mezcla de emociones ilegibles para mí, pero que me hacían sentir terror y dolor al mismo tiempo — Realmente siempre has sido una molestia — Pronunció para sacar una Kunai y acercarlo a mi cuello.

Era todo, sabía que iba a matarme — Si, siempre lo he sido — Dije con la voz ahogada por el llanto reprimido, ¿Así iba a acabar todo? ¿Iba a sumarme a la lista de errores de Sasuke? ¿Iba a aumentar el dolor que sentía? ¿Iba a rendirme tan fácil? Entregando mi vida a la persona que amaba, hace años nunca esperé que ese significado se torciera en el camino de que me iba a ser arrebatada por él.

— ¡Sakura-chan! — La voz de Naruto me hizo reaccionar, no podía terminar de esa manera, así que en un movimiento rápido y habiendo reunido el debido chakra en mi mano izquierda, la coloqué sobre el brazo de él, cortando los tendones que le daban la capacidad de agarre en ese brazo.

Vi la sorpresa e ira en su cara, un indicativo de que pensaba lastimarme inmediatamente, pero yo ya había concentrado chakra en mis músculos, para así empujarlo fuera de mí, aunque al principio solo logré moverlo un par de centímetros, pero esto me permitió elevar mis piernas para golpearlo en el abdomen y mandarlo lejos, haciendo que se estrellara un poco más allá; con mi mano libre saqué con rapidez la espada que incrustaba mi brazo al suelo y luego la arroje lejos, para ponerme en pie y comenzar a sanar mi brazo. Estaba jadeando por el dolor y esfuerzo físico, — ¡Teme! ¡¿Cómo te atreves a lastimar a Sakura-chan?! — Naruto estaba a duras penas arrodillado, y miraba al Uchiha con molestia.

— Les dije que no se metieran en mi camino — Pronunció Sasuke levantándose, con algo de dificultad, ya que probablemente había logrado lastimar sus costillas, estimaba que una estaría próxima a romperse, y su brazo con mi bisturí de chakra había quedado inutilizado por el momento, pero por lo demás podría pelear mejor que nosotros.

— Y nosotros que no te dejaríamos solo — Mencioné poniéndome de pie y mirándolo con ferocidad, claro que esto solo era una fachada para ocultar mis reales sentimientos.

El silencio cayó sobre nosotros por un corto momento, hasta que Sasuke levantó su mano izquierda y en ella formó un chidori, entonces se lanzó hacia Naruto; Yo de igual modo me moví para poder interceptarlo, pero él era más rápido que yo, así que solo me quedó volver a usar mi fuerza para crear un cráter que lo detuviera en su avance y me diera tiempo para lanzarle algunas kunai, que él esquivo sin problema. — Cuidado Sakura-chan — Dijo Naruto al ver como Sasuke había cambiado de objetivo y ahora se dirigía hacia mí. No tuve mucho tiempo para lograr evadir el ataque, así que en el intento de hacerlo fui dañada superficialmente en mi brazo izquierdo, pero no era algo que me imposibilitara de usar mis técnicas de curación, así que nuevamente comencé a curarme, mientras me volvía a apartar del Uchiha. — Eres difícil de quitar de en medio — Mencionó Sasuke irguiéndose y mirándome esta vez con el sharingan encendido, — ¿Por qué no simplemente dejas que las cosas fluyan?

— Lamento si no quiero que me mates Sasuke-kun — Exclamé con dificultad — Pero no seré otra cosa de la que te puedas lamentar más adelante, tampoco seré motivo de tristeza y rencor para otros, contra ti…

Sus ojos cambiaron de su sharingan normal y me mostró el Mangekyo, haciéndome agachar la mirada en el acto, — Realmente siempre te metes donde no te llaman Sakura — Vi como apretaba sus puños — Estorbas en cada cosa que quiero hacer, tú y Naruto, pero… tú sin importar el momento te metes, interrumpes y solo sabes estorbar ¿Aún necesitas que estemos a tu lado? ¿No puedes simplemente dejar de estar alrededor? ¿No puedes hacer nada sin nosotros? — Sus palabras estaban terminando de romperme, pero traté de mantener la compostura, repitiéndome que solo decía eso porque estaba negándose a ver la realidad — A donde yo fuera tú te pegabas, si Naruto y yo íbamos a resolver cualquier cosa, tenías que estar en medio impidiendo que termináramos con el asunto, en el pasado y ahora es así. — Somos un equipo — Mencioné — ¡¿Cómo iba a permitir que ustedes se lastimaran en frente de mí?!

— ¡Cállate! — Gritó haciéndome encoger por dentro, pero no tanto como sus siguientes palabras — Desearía que tu presencia nunca hubiera estado rondándonos. Si tu excusa es que éramos compañeros de equipo, en ese caso ya no lo somos, así que de una vez por todas ¡Déjame en paz! — Sus palabras terminaron de calar en lo más profundo de mis ser, y las lágrimas finalmente salieron despedidas de mis ojos.

Le vi moverse hacia mí, pero solo fueron un par de pasos antes de que sintiera como mi pecho había sido atravesado por algo, sorprendiéndome no solo porque no había sido el pelinegro el que lo había hecho, sino que al mismo tiempo no sentía dolor, solo mi respiración comenzó a menguar y pasados unos segundos llegó la sensación de que algo era tomado de mí. — "Si eso es lo que quieres, eso tendrás" —, Escuché una voz resonar en el lugar, y luego, antes de saber que ocurría todo comenzó a desvanecerse ante mis ojos; Me asusté, pero no podía moverme de mi lugar, solo veía todo desaparecer en blanco, hasta que finalmente ante mis ojos solo quedó por unos segundos más la mirada de Sasuke, siendo esta diferente a las anteriores, era una que me recordó al Sasuke que conocí cuando éramos niños y que al menos me hizo sentir un leve alivio, antes de que él también se borrara frente a mis ojos; lo último que paso fue la luz desvaneciéndose, dando paso a una aterradora oscuridad, que finalmente me consumió.