Disclaimer: Los personajes pertenecen a SM, la historia es de cynosure23, yo solo me adjudico la traducción, con el debido permiso de la autora.

Capítulo beteado por Yanina Barboza, beta de Élite Fanfiction (www facebook com/ groups/ elite fanfiction)

Link del grupo: w w w . facebook groups / itzel . lightwood . traducciones

Link de la historia original: w w w fanfiction net / s / 12170370 / 1 / Choices


Capítulo 27

Edward Cullen, catorce meses después.

Noté que Bella actuaba diferente, pero traté de no enfocarme en eso. Después de todo, ambos estábamos ocupados. Había sido aceptado en el programa de enfermería en Loyola solamente hacía unas semanas atrás y me estaba preparando para eso, y su línea de maquillaje había sido acogida por una gran tienda minorista en línea, dándoles más exposición y negocios que nunca. Violet estaba a punto de terminar con el primer grado, y aunque era nuestra más grande alegría y orgullo, necesitaba más ayuda y atención que nunca. Pero éramos felices y prósperos.

Incluso así, nuestra relación no siempre era fácil, y ambos continuábamos luchando contra algunos demonios. Al principio, cuando se nos dificultaba, ambos tendíamos a cerrarnos y eso causaba aún más problemas. Tomó muchas peleas y finalmente introducir la terapia de pareja para romper la cadena. Ahora sentía que estábamos más sólidos que nunca, e incluso me había mudado con Violet y Bella a principios de año. Sabía cuál era el siguiente paso, y estaba emocionado por eso. El anillo había estado en mi mochila del gimnasio por casi seis meses.

Pero ahora parecía que algo le molestaba a Bella, y no sabía qué era.

—¿Estás cansada, Bella? —pregunté, estirándome y quitándole el cabello de los ojos. Estábamos en el sofá viendo una película con Violet entre nosotros, y los ojos de Bella se seguían cerrando incluso aunque apenas eran las siete de la noche de un viernes.

—Algo así —admitió, acercándose más a Violet—. No sé por qué.

—¿Por qué no te vas a la cama? —sugerí—. Has estado cansada toda la semana.

—Shh —dijo Violet, sus ojos pegados a la televisión.

Bella rodó los ojos, pero besó a Violet en la frente antes de ponerse de pie.

—Creo que trataré de recostarme.

—Iré a verte en un rato —prometí, besándola cuando se inclinó hacia mí.

Cuando fui a nuestra habitación menos de una hora después, Bella estaba dormida encima del edredón, aún usando sus jeans y camiseta. Presioné mi mano contra su frente, notando que no se sentía caliente. Hice mi mejor esfuerzo para que estuviera debajo de las sábanas, pero se despertó antes de que lo lograra.

—Lo siento —dije, sentándome al borde de la cama—. No pretendía despertarte.

—Está bien —respondió, inclinándose hacia mi hombro—. Realmente no me siento bien.

Fruncí el ceño, pasando mi brazo alrededor de ella.

—¿Qué está mal?

—Solo me siento tan cansada, y un poco enferma del estómago —dijo—. No me había sentido tan mal desde…

Dejó de hablar, tensándose un poco.

—¿Qué? —pregunté, preocupado—. ¿Estás bien?

—Estoy bien —dijo de inmediato—. Estoy bien. Es sólo que… me acabo de dar cuenta de que mi periodo está retrasado.

Oh. Oh.

—¿Qué tan retrasado? —pregunté, tratando de comprender lo que estaba diciendo.

—Hoy es viernes, así que solamente por unos días. Usualmente no se retrasa.

—¿Crees que puedas estar embarazada?

Dudó, luego me miró con los ojos ensanchados.

—Sí, quizás.

Nos quedamos en silencio por un momento, asimilando sus palabras.

Ella había experimentado este sentimiento antes, pero yo no lo había hecho. Era surreal, incluso aunque fueran suposiciones y nada fuera concreto. Pero en todo el tiempo que habíamos estado juntos, ella nunca me había respondido con un "quizás". Así que el hecho de que estuviera pasando ahora parecía mucho más serio.

—¿Qué pasa si lo estoy? —preguntó, tomando mi mano—. Sé que el momento no es el mejor contigo preparándote para volver a la escuela, pero…

—¿Qué? No, no —dije rápidamente—. No hay nada malo con el momento. Si lo estás… estaré increíblemente feliz. Sé que es más pronto de lo que planeamos, pero hemos hablado de tener más hijos… y estamos bien, ¿cierto? Estamos en un buen lugar. Felices y sanos.

—Definitivamente. Yo solo… guau, esto se siente extraño —dijo—. Estar de vuelta aquí… y saber que si lo estoy, no puedo arruinar las cosas como lo hice antes.

—Oye —murmuré, pasando mi brazo alrededor de sus hombros—. No hagas eso. No vuelvas ahí.

—Lo sé —dijo, limpiándose los ojos—. Trato de no hacerlo. Es solo que todo volvió a mí.


Los test fueron todos positivos. Me senté en el suelo con Bella, totalmente abrumado por lo que estaba sintiendo. Ser padre ya era lo mejor que me pudo haber pasado, y no podía esperar para hacerlo de nuevo.

Traté de no pensar en eso, no solo por el bien de nuestra relación sino también por mi propio beneficio, pero sabía que no había podido experimentar todo esto la primera vez, y odiaba haberme perdido eso. No me perdería nada esta vez y quizás las viejas heridas finalmente, finalmente sanarían para bien, de una vez. Y para ambos. Comprendía la culpa de Bella, pero eso no significaba que quería que se sintiera de esa forma. En su lugar, quería que siguiéramos adelante. Y esta era una oportunidad para hacer eso.

—Te amo —susurró Bella, enredando sus brazos alrededor de mi torso.

La besé, sintiendo sus lágrimas y sintiendo algunas de las mías acumularse.

—También te amo.


—¿Qué piensas, Vi? —pregunté, robándole un poco de su helado.

—¡Oye! —protestó, robando un poco del mío en venganza.

—Vi —comencé, acercando la caja del anillo hacia ella—. Vamos, dime lo que piensas.

Ella lo miró de nuevo; tocando el centro de la roca con un dedo tímido.

—¿Para mamá?

—Sí, para tu mamá. La amo, y quiero que nos casemos. Ya somos una familia, lo sabes, pero esto solamente es parte de eso.

—¿Por qué no se casaron antes? —preguntó, comiendo más helado.

—Necesitábamos un poco de tiempo —expliqué, siempre inseguro de cómo explicarle esta clase de cosas—. Todos hacen las cosas a su propio ritmo.

—Oh.

Se enfocó en su helado, y terminamos de comer en relativo silencio. Sin embargo, tan pronto como su cuchara chocó en su tazón vacío, comencé de nuevo.

—¿Te gusta el anillo?

—Sí —dijo con entusiasmo—. Es tan brillante.

—Lo es —coincidí—. ¿Crees que a tu mamá le guste?

—Mmm hmm. A mí me gusta más —dijo, mirándome—. ¿Puedo quedármelo?

Reí, estirándome y acariciando su rizado cabello.

—Conseguiré algo para ti —prometí—. Pero este es para tu mamá.

—Porque quieres casarte con ella.

—Sí, porque quiero casarme con ella —confirmé—. ¿Eso suena bien para ti?

—¿Qué cambiará? —preguntó Violet.

—Bueno… no demasiado. Aún viviremos todos juntos. Y aún nos amaremos y te amaremos. Pero tu mamá tendrá mi apellido, y tú también. Habrá una boda primero, y apuesto a que tú y tu mamá usarán vestidos lindos.

—Bien —dijo Violet, encogiéndose de hombros—. Puedes casarte.

Sonreí, pero sabía que había otra parte del plan que seguramente sería más difícil.

—Bien, me alegro. Pero, Vi… ¿puedes mantener esto en secreto?

—¿De quién?

—De mamá —dije—. Solamente hasta que se lo pidamos.

—¡¿Aún no se lo pides?!

—Aún no, quería preguntarte a ti primero —reí—. Y tú y yo podemos pedírselo juntos. Pero cuando lo hagamos, quiero que sea una sorpresa, ¿de acuerdo?

—Bien. Una sorpresa.


Había otra sorpresa, y esta era para Violet. Ella estaba encantada con Mary, la bebé de Alice y Jasper, pero de otra forma no había otros bebés en nuestras vidas. Una vez me había dicho que le gustaba ser la única bebé, pero Bella estaba segura de que estaría emocionada por un hermano o hermana pequeña. Esperaba que tuviera razón, incluso aunque no hubiera nada que pudiéramos hacer si no la tenía.

Pero no debí estar preocupado, porque cuando se lo dijimos, estaba más que feliz.

—¿El bebé dormirá en mi habitación? —preguntó, aplaudiendo—. ¿Podré jugar con ella todo el día?

—No dormirá en tu habitación, y no sabemos si tendrás un hermanito o hermanita —dijo Bella—. Él o ella no estará aquí hasta dentro de un tiempo.

—¿Cuánto tiempo? ¿Podré nombrar al bebé? ¿Solamente es uno?

Las preguntas continuaron, y Bella y yo estábamos sonriendo tan amplio que probablemente lucíamos como maniacos. Pero ella estaba feliz, y nosotros estábamos tan felices.

—Y tengo algo para ti, Vi —dije, buscando en el bolsillo de mi suéter. Había dos anillos ahí, pero saqué el más pequeño primero y lo extendí hacia ella.

—Guau. No puedo creer que guardaras eso —dijo Bella, las lágrimas acumulándose en sus ojos. No pude decidirme si eran las hormonas o el factor sentimental, pero la besé de todas maneras.

—No me podía deshacer de él —admití, mirando el pequeño anillo dorado.

—Déjame ver —demandó Violet.

Se lo mostré, y le guiñé el ojo cuando me miró.

—Quiero dárselo a Vi —le dije a Bella—. Incluso aunque le quede grande por un tiempo.

—Oh, creo que eso es genial —dijo Bella—. Ese solía ser mío, bombón.

—Ahora es mío —dijo Violet con una enorme sonrisa, sin dudarlo. Lo sostuvo con cuidado cuando se lo di, examinándolo de cerca y admirando la pequeña piedra—. Lo amo.

La miré con él por un momento, y luego Bella la ayudó a ponerlo en la cadena que había comprado y se lo puso alrededor del cuello.

—Lo compré para tu mamá hace mucho tiempo —le dije a Violet—. Se lo di porque quería que supiera que un día, me gustaría poner otro anillo en su dedo y casarme con ella. Porque la amaba, y aún la amo. Ha pasado mucho tiempo desde que le di el anillo, ¿pero sabes qué, Vi? Eso no ha cambiado.

Bella se llevó una mano a la boca mientras buscaba en mi bolsillo el otro anillo y se lo daba a Violet.

—¿Mamá? —preguntó Violet, extendiendo el anillo hacia ella, justo como le había pedido que lo hiciera—. ¿Te casarías con papá?

Sentía como si esto ya se hubiera visto venir, y había estado seguro de que ya conocía su respuesta, pero escucharla decir que sí era un sentimiento asombroso. Ella tomó el anillo de Violet y me dejó ayudarla a ponérselo, y ambos besamos a Violet antes de besarnos.

—Te amo, demasiado —murmuró Bella—. Gracias… por todo.


—¿Cuándo quieres casarte? —le pregunté más tarde esa noche mientras Bella y yo estábamos en la cama. Su piel desnuda era suave contra la mía, y no podía tener suficiente de ella. Saber que ella tendría a mi bebé y había accedido a casarse conmigo… hacía todo mucho mejor.

—No lo sé, ¿tú qué piensas? —preguntó, besando la piel desnuda de mi hombro una vez, luego otra. Ella parecía tan insaciable como yo ahora que no estaba lidiando con sentirse tan cansada y enferma.

Solo habían pasado seis semanas desde que nos habíamos enterado, y ella tenía doce semanas de embarazo. Menos de la mitad, pero se sentía monumental. Amaba la suave curva de su estómago, la que juraba que había aparecido mucho más pronto de lo que había sido con Violet. Ella había dicho que este embarazo era tan diferente del primero, así que de alguna forma era nuevo para los dos.

—Bueno, ¿antes o después de que nazca el bebé?

—Después —dijo Bella de inmediato—. Solamente tenemos que esperar seis meses hasta eso.

—Guau —dije, mirando al techo—. En seis meses, tendremos un bebé. —Toqué su estómago, emocionado por cuando sintiéramos el movimiento ahí en lugar de solamente piel—. ¿Crees que es un niño o niña?

Bella se rio, cubriendo mi mano con la suya.

—Estás lleno de preguntas esta noche. No lo sé… este embarazo es tan diferente, quizás es un niño.

—¿Quieres un niño?

—Solo quiero un bebé sano.

—Bueno, sí, pero… vamos. ¿Tienes una preferencia?

—¿Qué, eso significa que tú la tienes? —preguntó ella, arqueando las cejas.

Me encogí de hombros, sabiendo que me había descubierto.

—Un niño estaría… bien. Diferente, quiero decir. Pero una niña también estaría bien. Violet 2.0.

—No digas eso —gimió Bella, codeándome—. Nunca seríamos capaces de manejar a dos de ellas.


La fecha de la boda era tentativamente para el siguiente invierno, casi dos años a partir de ahora. A ninguno de los dos nos importaba la espera, porque como le había dicho a Violet, no mucho cambiaría con estar casados. Sin embargo, nuestras vidas cambiarían inmensamente antes de eso, cuando el bebé llegara. Ese sería el momento que cambiaría nuestras vidas, y la boda sería lo que lo haría mejor.

Violet estaba emocionada por los dos, por ser una hermana mayor y por estar en la boda.

Para la boda, la casa que construiríamos en Forks estaría completa.

Mi abuelo me había dejado el terreno cuando murió, más de diez años atrás. Los planes que había tenido antes para el terreno habían cambiado, pero ahora el plan era mucho mejor. No queríamos reinstalarnos en Forks, pero la casa de tres habitaciones que estábamos construyendo sería perfecta para fines de semana largos y para la boda. Sería más que nada para la familia, y luego Bella y yo pasaríamos la semana ahí solos mientras Violet y el bebé se quedaban con sus abuelos. No era la gran escapada, después de todo, nuestros hijos estarían a unas millas de distancia. Pero era lo que queríamos y, por eso, sería perfecto.


Cada paso del embarazo de Bella era absolutamente fascinante para mí. Ella se reía de mi obsesión con los libros de bebé, pero Violet amaba cuando le leía algunas de las partes más difíciles.

—Las diecinueve semanas es la mitad del embarazo —leí—. El bebé pesa casi doscientos cuarenta gramos y mide alrededor de quince centímetros. El cerebro está determinando áreas especializadas para los sentidos, así que el olfato, tacto, oído, visión y gusto se están formando más —pausé, apretando el costado de Violet—. El bebé comienza a ser capaz de escucharnos —expliqué—. Y pronto serás capaz de sentirlo moverse.

Bella había sentido moverse al bebé por primera vez recientemente, así que estaba esperando emocionado por sentirlo también. Pasé increíbles cantidades de tiempo con mis libros de la escuela frente a mí pero con una mano en el estómago de Bella, anticipando la primera patada. Afortunadamente, Bella lo encontraba encantador, y no se había cansado de eso… aún. Violet estaba casi igual de emocionada por eso, pero se había decepcionado cuando decidimos que no queríamos saber el sexo del bebé.

Cuando estaba embarazada de Violet, Bella no había optado por la sorpresa. Había querido saber tan pronto como fuera posible. Esta vez, queríamos experimentarlo juntos y no hasta que él o ella naciera. Violet no estaba convencida de que fuera una gran idea, pero obviamente no había nada que pudiera hacer acerca de eso además de molestarnos de vez en cuando.

Bella y yo le habíamos preguntado su opinión en algunos nombres, pero nada estaba decidido. Todo lo que teníamos ahora era el apellido, el mío. Eso me recodó que Violet aún era Swan, y no se sentía correcto para mí que el nuevo bebé fuera un Cullen mientras Violet no lo era. Probablemente no era un gran asunto como lo estaba pintando, pero Bella había accedido cuando señalé que deberíamos cambiar el apellido de Violet. Para este tiempo el próximo año, los cuatro compartiríamos un apellido y comenzaríamos la siguiente aventura.


—Edward.

Me desperté de golpe, sentándome de inmediato.

—¡¿Qué?!

—Shh —murmuró Bella, estirándose por mi mano y poniéndola en su estómago.

Era la mitad de la noche, probablemente alrededor de las dos de la mañana. Pero no me importó cuando sentí una ligera patada contra mi mano.

—Santa mierda —susurré, completamente despierto. Presioné mi mano con más fuerza, sintiendo más movimientos.

La mano de Bella cubrió la mía, y entrelazó nuestros dedos.

—¿Lo sientes?

—Sí. Es… increíble. Gracias por despertarme.

—Por supuesto. Sí que es increíble, ¿no es así?

Nos volvimos a acostar, y nos dormimos con nuestras manos aún unidas sobre el bebé.


Había querido disfrutar cada momento del embarazo de Bella, pero nada se comparaba con el momento cuando la enfermera puso al bebé en mis brazos por primera vez.

Él había llegado antes, y era pequeño. Pero era fuerte y sano y perfecto. No desperdicié ningún momento, poniéndolo en el pecho de Bella y contemplando la hermosa visión de ella sosteniéndolo por primera vez. Besó su cabeza y luego me miró, sonriendo a través de lágrimas de felicidad.

Yo estaba llorando también, pero lo besé en la cabeza antes de encontrar la boca de Bella y besarla.

Una vez que Bella estaba en la suite de maternidad, obtuvimos el permiso de dejar entrar a Violet.

Difícilmente podía contener su emoción cuando fui a traerla de la sala de espera, y prácticamente voló hacia mis brazos.

—Tienes un hermano menor, Vi —dije, girándola.

Toda la familia aplaudió, felicitándonos y pasando los chupones azules que mi hermana había traído. Bromeé con ella y le dije que quizás debería guardar los rosas para cuando su bebé naciera, en tan solo unos meses.

—¿El bebé es pequeño? —preguntó Violet, endureciendo su agarre en mi cuello.

Ella estaba grande, pero no me importaba cargarla para esto. Sus piernas ya no eran pequeñas, y estaba creciendo demasiado. Pero era mi pequeña, y estaba emocionada por su hermano pequeño.

—Hola, bombón —dijo Bella tan pronto como entré con Violet a la habitación. La dejé en el suelo y miré mientras iba a conocer a su hermano por primera vez.

Verlos juntos era hermoso, y la mirada que intercambié con Bella me dijo que se sentía del mismo modo.

—Su nombre es Benjamín —le dijo Bella a Violet—. Benjamín Lane.

—¡Eso es parte de mi nombre!

—Lo es. ¿Está bien si Ben lo comparte contigo? —pregunté, sentándome en la silla junto a la cama y sentándola en mi regazo.

—Sí. Compartiré muchas cosas con él.

—Bien, me alegro —dijo Bella, sonriéndole a nuestra niña—. Eres una buena hermana mayor, Vi.

Lo era. A través de los años, ella probó ser la mejor hermana mayor para Ben y luego eventualmente para Matt y Grace. Construimos nuestra familia con lentitud, no recibimos a Matt hasta tres años después de que nos casamos y luego a Grace casi dos años después de eso.

Construir una vida juntos significaba que el pasado estaba muy lejos de nuestras mentes. En su lugar, nos enfocamos en nuestros hijos y nuestro matrimonio.

Ambos tomamos malas decisiones, todo el tiempo. La paternidad nunca era fácil, y tampoco el matrimonio. Nos equivocábamos y peleábamos y se nos dificultaba. Nos preocupábamos por nuestros hijos y esperábamos que los estuviéramos criando bien. Pero teníamos al otro para apoyarnos.

Algunas de nuestras decisiones en la vida nos habían separado. Habían causado mucho dolor en el otro y habían infringido daño que una vez había parecido difícil de superar. Pero también nos habían vuelto a juntar, y nos dieron a nuestra familia. Al final, solamente decidimos ser felices.


Llegamos al final de esta historia :´)

Espero que la hayan disfrutado tanto como yo al traducirla, no tiene secuela así que este es el final definitivo :)

Gracias a todas las chicas que dejaron sus reviews:

Pera lt, Merce, Paola Lightwood (¡se te extrañaba! espero que todo esté bien!), freedom2604, kaja0507, Noelia, Cary, Lady Grigori, Tata XOXO, Yoliki, Techu, lizdayanna, bbluelilas, tulgarita, jupy, patymdn, Gabriela Cullen, terewee, saraipineda44, Chayley Costa y Adriu.

Estén al pendientes del grupo en FB para saber cuál será la siguiente traducción :)

¡Muchas gracias por leer y nos leemos pronto!