Ha pasado mucho tiempo mis estimados lectores, cinco años desde el "Amor frio" y cuatro desde "Joya invernal".

Pero he regresado a la escritura de fics. Puedo decir que han pasado muchas cosas este tiempo pero no pretendo aburrirlos contándoles mi vida, pues lo que esperan estando aquí, es leer.

Les traigo como premisa una continuación de mis dos obras anteriores y por si se lo estaban preguntando, el fic de "Melodía Invernal" no tiene nada que ver en esta secuencia de eventos pues el proyecto fue cancelado hace mucho.

Espero queden lectores que les interese volver a leer sobre Noruue y su familia. No quiero agregar más para no arruinar la historia.

A todos mis fieles lectores les agradezco volver a darle una oportunidad a mis fics.

P.D: Si eres nuevo lector de mis fics recuerda dar una una lectura previa a los dos títulos anteriores para entender la trama


Dime lector ¿has pasado por algún cambio? Supongo que sí. La vida no solo consta de momentos que dan significado, sino también de los cambios que nos hacen tomar decisiones que afectan el destino, un destino que no está tallado en piedra.

….

La zona helada se había vuelto un reino tranquilo y próspero para vivir, lejos de las bajas temperaturas, no había mayores problemas. Exportadores de gemas raras y consumidores de algas que solo crecían en los helados estanques de los alrededores eran la principal fuente de ingresos para ese especial reino. Sí, era una vida simple y tranquila.

Tal vez se había vuelto demasiado simple, Noruue así lo creía aquella imponente reina que gobernada con casco duro pero justo, cuya vida ahora constaba en firmar tratados, atender las lecciones de su pequeño hijo Norge, aprobar más acuerdos diplomáticos, asistir a juntas del consejo hasta el anochecer, hasta que llegase la noche, silenciosa, solitaria. Desde hace algunos meses que compartía la cama con un espacio vacío.

Su vida no iba exactamente como lo había soñado. Si, era verdad que tenía dos hijos maravillosos y un esposo; pero dicho esposo ya no era como en los inicios de esa acalorada y rápida juventud. No había celos alocados, ni comentarios exagerados sobre su belleza. Los abrazos sorpresivos, el que besara el suelo donde ella poco antes caminase. Actualmente solo le mostraba un cariño normal, tal vez algo más seco las últimas semanas.

La monarca trataba de no pensar mucho en ello, ¿acaso fue un error, casarse con el primer semental que vio y conoció?, ¿acaso fue todo tan rápido que cuando se percató ya estaba embarazada de Anky? o tal vez en su nula experiencia romántica evadió el hecho de que no sabía realmente nada de él. No tenía respuestas esa noche de meditación. Si tan solo ese idiota salvaje estuviera ahí para darle un consejo, algo imposible en esas instancias de tiempo.

Debía hablar seriamente con Denmaku a su regreso de su "viaje de caza", una estupidez que inventó para salir a los bosques más alejados del reino, y hacer algo aún desconocido para Noruue.

-Mamá ¿Cuándo regresará papá? Prometió enseñarme a usar mi hacha- Se quejó aquel potrillo de pelaje azul oscuro y crin ocre, veía a su madre sentada en el escritorio de su estudio, firmando pergamino tras pergamino y dejándolos ordenados, con su magia, en una pequeña pila de papeles.

-Norge, no quiero toques las armas de tu padre hasta que regrese- le contestó la soberana con su mirada seria. Estaba algo malhumorada ese día. Su esposo mando con un guardia una carta donde le informó que pasaría más días fuera del reino. Como si un mes y medio no fuese suficiente.

– ¿Acaso no te gusta tomar las lecciones de historia conmigo cariño?- la unicornio hizo una pausa para ver a su potrillo. Era cierto que luego de muchas equivocaciones con Anky, ahora era una madre más paciente y abierta a las cosas.

-Si mamá, pero es un poco… aburrido- dijo bajando las orejas preocupado por hacer enojar a su madre –¡Quiero ser un guerrero como papá!-

La unicornio lo hizo levitar con su magia y lo colocó en el escritorio para tenerlo a su misma altura, le depositó un beso en la frente -Hagamos esto, entrenemos tu mente y cuando tu padre vuelta podrás entrenar el cuerpo todo lo que quieras-

Norge no pareció muy convencido por aquel trato pero asintió, era un potrillo obediente. Saltó del escritorio dando aleteos, recién sabía volar y no gracias a Denmaku. La monarca tuvo que pedirle a los guardias le enseñaran. Fue entonces, al ver los intentos de ese pequeño volar que tomó una determinación: haría llamar al capitán de su guardia.

-Su majestad ¿Qué puedo hacer hoy por usted?- Se presentó un pegaso con armadura haciendo una respetuosa reverencia.

-Manda a buscar al "informante", ya es hora de saber que tanto hace el rey en su "viaje de caza". Esto ya se volvió absurdo.- Apoyo sus cascos en el escritorio y habló con voz frívola, todo el que conociera al menos un poco a la reina de la Zona Helada sabía que no hay que hacerla enojar.

…..

Lejos, muy lejos de ahí, en la frontera con el reino de cristal, un maduro rey pasaba su día con una pony de pelaje transparente. La montaba cual burro en primavera, con velas y bocadillos alrededor. No es que Den haya dejado de querer a Noru, nada de eso según el pensar del pegaso. De hecho, esa pony de cristal se parecía un poco a la monarca, pero cuando era más joven, de esa lejana época en que la conoció en Ponyville.

Den estaba pasando por la crisis de la mediana edad donde se negaba a envejecer y eso le provocado cometer acciones de las cuales podía arrepentirse... o tal vez no.

….

La soberana gobernante de la Zona Helada estaba por pasar el más grande cambio de su vida, uno que no tenía que ver con ser reina y madre, nada de eso. Esto iba a poner a prueba su corazón y comprobar que los cambios son buenos o malos. Todo dependerá como esté uno dispuesto a enfrentarlos.


Aquí concluye el primer capítulo, algo corto para empezar el ambiente y ver como toman mi regreso.

Un saludo a los viejos y nuevos lectores :3