11. Cambios
Los pies del ninja se detienen cuando ve otras dos figuras al frente de una tumba. La madurez le dicta que espere su turno, que luego será el momento para poder prestar monologo interior anual al difunto, pero bien la cordura le dice que ambas sombras son increíblemente tozudas (quizás igual que él), y claramente estarán gran parte de la noche, si es que no la noche entera, anclada a esa tumba.
No importará si llueve. Si hay ventisca. Si baja la temperatura abruptamente.
Hoy no importará.
Kakashi avanza.
El sonido de sus pisadas silenciadas por su propio chacra, se acerca lentamente a ellos. Cuando llega, el rubio lo dignifica con una mirada, una especie de saludo, ambos asienten, pero la otra figura solo mira la tumba, una margarita en la punta de sus dedos.
Ellos saben que esta noche se hará larga. Que revivirán lo que pasó en aquella fatídica misión, y parte de ese dolor suprimido durante el resto del año, sale a flote para hacer arder esa herida que cada uno lleva en alguna parte de su piel.
Kakashi la tiene en su brazo izquierdo y ahora esta pasando a llevar su pulmón.
Naruto la lleva en su rodilla izquierda, y en una línea recta que adorna su boca.
Y Sasuke la lleva en su pecho, justo en su costilla derecha.
Cuando aparezca el día, la tumba amanecerá con tres margaritas, y el obituario será el mismo.
"Ran Nohara".
Aprendiz ninja médico.
Recordarte nos da paz.
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Ten Ten deja de limpiar el vidrio del mostrador cuando observa un espandex verde acercarse con unas polainas naranjas escandalosas. A su lado, una chica que marcha intentando seguir el ritmo energético que el lleva, se le hace complicado con ese chaleco negro de entrenamiento que lleva en el pecho, y las pesas que adornan sus tobillos.
Sale de la tienda para escuchar lo que Lee exclama hacia toda la calle desde un pergamino
– ¿Cuáles son las fases de la deglución?
– ¡Anticipatoria, preoral – la pelirosa toma aire –, oral, faríngea y esofágica!
– ¡Correcto! – Felicita Lee – ¿En cuál fase se produce el reflejo deglutorio?
– ¡Entre la etapa oral y faríngea! – Responde la chica, colocando sus manos en las costillas, aclarando: –, Es el inicio de la etapa faríngea.
– ¡Correcto nuevamente, flor de cerezo!
– ¡Sakura, Lee! – Les hace una seña Ten Ten, no segura si alguno de los dos la ha notado inclusive cuando están a menos de dos metros de distancia – ¡Buenos días!
Lee baja el pergamino de su cara y la pelirosa parece que se percata recién en ella por que cambia su cara de circunstancias a una sonrisa amable.
Detienen su trayecto, pero siguen marcando paso en el mismo lugar. Ten Ten los mira entre sorprendida y una gotita de agua aparece en su nuca por la incertidumbre de la situación.
– ¡Ten Ten, buenos días! – Saluda Lee, con una gran sonrisa
– ¿Cómo están? – Pregunta la chica de dos tomates – ¿Quieren un poco de agua?
– ¡Por favor! – Suplica la pelirosa, secándose el sudor de su frente.
– Acompáñenme adentro – Ten Ten hace el ademan de entrar a su tienda, los chicos la siguen – Ah, Sakura, si tienes un tiempo, me gustaría mostrarte tus armas. Ayer las termine.
Inclusive adentro de la tienda de armas, ninguno de los dos deja de subir las rodillas hacia las caderas, marcando el paso, pero el espíritu de Sakura parece haberse iluminado detrás de todo el estrés físico que supone su cuerpo en este momento.
– ¿De verdad? ¡Vaya que te demoras poco, mujer!
Ten Ten rellena dos vasos con agua desde una tinaja, sonrosándose. En general tiene un humor fuerte, pero secretamente le encanta escuchar un piropo por parte de otro ninja, que alabe su pasión por las armas.
– Ten Ten – Interrumpe Lee – Lamentablemente Sakura-chan no podrá observar esta nueva creación.
El cambio en el humor de la kunoichi es notorio.
– ¿Y por qué no?
– Pues por que Sakura-chan me contrato como su profesor particular – Anuncia feliz, apuntándose a si mismo con el pulgar –. Es mi deber guiar a mi pupila por el camino de la luz, la habilidad y la pureza de la flor de la juvent-
– Ya ya – Interrumpe la castaña, tendiendo los vasos de agua fría. Sakura se toma el suyo al seco –. Entiendo. Pero esto no requiere de más de cinco minutos, Lee. Además, Sakura necesitará sus armas para poder entrenar, ¿no es así?
Sakura asiente mientras Lee niega con la cabeza.
– Esta semana están prohibidas las armas – Lee cobra una postura de ataque, elevando ambas manos y sosteniendo el equilibrio en solo una pierna – Solo Taijutsu.
Se observa la pena en la cara de la armadora.
– ¿Eso es verdad?
La pelirosa asiente, notoriamente cansada, pero con una sonrisa de lástima en el rostro.
– Tsunade-Sama me propuso mejorar mis habilidades de combate ninja, y aún estoy muy floja en las técnicas básicas… de hecho, gracias a Lee me di cuenta que sin mis abanicos, puedo hacer muy cosas en un combate a corta distancia…
– Ya veo – Responde Ten Ten, mirando el piso –, pero… ¿estas seguras que no quieres que te pase tus armas? Bien podrías tenerlas, y no necesariamente usarlas… para seguir el entrenamiento que te tiene Lee.
– ¡Oh!, ¿podría?
Lee parece meditarlo llevando un dedo a su barbilla y cerrando los ojos. Luego extiende un gran pulgar hacia arriba con una sonrisa cuyo flash llega hasta Suna.
– ¡No veo problema!
– ¡Bien! – Aplaude la muchacha, entusiasta – ¿Me acompañas adentro de la tienda? Lee, ya conoces las reglas.
Espandex adopta una pose de soldado y por fin deja de marchar, por lo que Sakura hace lo mismo. Ella los mira a ambos extrañada, y Ten Ten le guiña un ojo.
– La compra de armas es legal, pero secreta – La peli castaña mueve su cabeza para que Sakura hacia adentro de la tienda–, la única arma que se vende en compañía de un adulto es el primer kunai, cuando los chicos entran a la academia ninja. Es una regla que rige las cinco naciones. Las demás ventas de armas se hacen en completa confidencialidad, por lo que nadie te puede acompañar.
– Oh, vaya – Sakura camina detrás de Ten Ten, asombrada –. No tenía idea de eso… pero ya que lo mencionas, ni creas que me he olvidado.
Sakura saca de bolsillo circular trasero el Kunai de la armadora, el que ella acepta sonriendo, no sin antes observarlo frente al sol, mirando cada detalle.
– Lo cuidaste, esta filoso
– ¡Claro que sí! ¿Cómo no lo iba a cuidar? Es el arma que más le tenías cariño, creo recordar.
Ten Ten se siente agradecida. Es extraño encontrar un ninja que comparta el valor sentimental que ella le tiene a las armas, y es mucho más difícil encontrar a una compañera que comparta o entienda este amor a las armas filosas. Sakura no parece compartir esa devoción que ella si tiene a los objetos filosos, pero su corazón es lo sumamente empático con el resto para comprender y aceptar la devoción de otra persona. Hace falta personas así, que acepten en vez de denigrar.
Quizás si Sakura hubiese nacido en Konoha en vez de Suna, hubiesen sido muy buenas amigas.
– Gracias, Sakura.
La pelirosa asiente solemne. Ten Ten finalmente abre una puerta pesada de metal que, de hecho, le lleva trabajo abrir completamente, apoyando el peso de su cuerpo para apartarla.
– Creo que eres la primera ninja que no pertenece a la aldea en ver nuestro taller de armas.
– Oh, vaya.
Es un bunker. Las cuatro murallas están hechas de metal pesado, adentro, de hecho, hace un frio invernal. Una mesa de metal se ubica en el centro de la habitación, y alrededor existen unas maquinas filosas, otras redondas, con unos pequeños bancos que ella sinceramente no sabe que hacen pero que le da un miedo si quiera acercarse. Ten Ten, por otro lado, parece genuinamente feliz, tanto así que inhala fuertemente al cerrar la puerta detrás suyo.
– ¡Ah, no hay nada como este lugar!
Sakura solo puede asentir, tragando pesado.
– Bueno, a lo que veníamos – Ten Ten camina hasta la mesa central, Sakura la sigue. Debajo de esta mesa hay innumerables cajones, de los cuales castaña abre con un código que coloca con chacra. Cuando por fin se abre con un click, observa ambos abanicos completamente relucientes que Ten Ten deposita encima de la mesa.
– Bueno – Sonrie, apoyando sus manos en el bode de la mesa –, ¿Los quieres probar?
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El calor de Suna a las doce del día es insoportable, pero bien lo sabe su Kazekage, mientras observa su pueblo desde la ventana del ayuntamiento. Este es uno de los extraños días en donde el trabajo en su escritorio no se abalanza como montaña de arena que adorna el alrededor del paisaje de su nación.
Puede dar un respiro.
El viento sopla suavemente su túnica y lo devuelve a la realidad. En su mano derecha lleva un papel cuyas letras pesan como plomo. Una noticia que no quiere dar pero que es necesario que llegue a Konoha a la brevedad, esencialmente a un cabello rosa.
Justamente, recuerda la conversación que tuvo con su hermana ayer en la noche mientras comían curry extra picante. Él parece estar abstraído en sus pensamientos al comer, cuando en realidad puede poner por escrito cada palabra que mencionó anoche su hermana.
– ¡Y le puso el ultimátum! – Gritaba anoche, en la mesa del comedor que compartían con Kankuro y él –, ¡Solo tres meses para terminar la tesis, mejorar sus habilidades ninja, y pah, da el examen de grado para convertirse en ninja médico! Ni te digo lo atrasadísima que esta, estoy casi segura que hasta lloraba en la carta que recibí anoche, pero claro, tú la conoces, dice que lo va a lograr, que estará bien.
– Tranquila – La interrumpió su hermano mayor -, es Sakura, su super inteligencia la salvará.
Temari le tira su plato a medio comer que Kankuro detiene con hilos de chakra. Por los pelos.
– ¡¿Cómo quieres que esté tranquila?! ¿No me escuchaste? ¡Tres meses…!
– ¡Ten un poco de fé en ella…!
Gaara comienza a comer su currry con tranquilidad, retomando el frio pote de greda frente a él.
Y ahora esto. Ahora esta nota entregada por sus ANBU a primera hora de la madrugada.
Enviará un pergamino urgente a Konoha, Tsunade sabrá qué hacer.
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Observa la cortina blanca de su pieza moverse lentamente. Hace dos días que no sale de ahí, quizás ya sería bueno levantarse de la cama y prepararse un bol de ramen.
o… algo.
Como si fuese una llamada del universo, el puff inigualable de un ANBU en su puerta lo despierta. No hace caso, pero el ANBU insistente toca la puerta con sus nudillos. Como no abre, sabe que de todas formas el ANBU entrará en su pocilga quiera o no.
– Uzumaki, Tsunade-Sama requiere de tu presencia inmediata.
Naruto abre los ojos debajo de las tapas, y observa al hombre uniformado con careta de gato que lo mira desde el centro de la habitación.
– ¿Shisui? – Pregunta Naruto con voz ronca – ¿Qué paso?
- Tsunade-sama te necesita, Naruto.
Shisui desaparece en una nube de humo justo cuando Naruto se levanta a buscar sus pantalones.
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– ¿Y esa cara de felicidad, frontuda? – Le pregunta Ino mientras ve a su compañera de trabajo acercarse desde el otro lado del pasillo del hospital. La rubia lleva un sin numero de carpetas entre sus brazos que debe llevarse a Shizune en menos de cinco minutos – ¿Qué te paso?
– ¡Ten Ten me ha entregado mis abanicos por fin! – Exclama ella, dando saltitos de alegría. Estos saltos no llegan tan lejos, debido a las pesas en sus talones – ¡Son ge-nia-les! Ya verás, ¡algún día podríamos entrenar juntas y te mostraré todo, pero todo su poder!
Ino se ríe de buena gana.
– Ahora no eres un oponente demasiado fuerte, frente – Se acomoda las carpetas contra su pecho, sonriendo –, de hecho me daría un poco de lástima competir contra ti, en lo único que me podrías ganar es en ser la más fea del hospital.
– ¡Ja, querrás decir inteligente! – Le saca la lengua.
– Con esa frentesota, por supuesto – Ino comienza a retomar su camino con la dificultad de sus manos llenas, despidiéndose de Sakura con la cabeza, hasta que da media vuelta – ¡Ah, se me olvidaba, team 8 está esperándote en tu oficina y Kakashi dijo algo de que no esperaría más de cinco minutos… la verdad es que no entendí demasiado, debo llevar estos papeles a Shizune si no quiero que se encabrone conmigo…
– ¡La prueba! – Grita la pelirosa, mientras sale corriendo por el pasillo – ¡Gracias puerca!
Ino coloca cara de pocos amigos antes de retomar su camino.
Cuando Sakura abre la pueta de su despacho, una tensión visiblemente se corta cuando entra a la habitación, kakashi pareciera volver a la vida, Hinata baja su sonrojo y Shino guarda sus insectos. Akamaru levanta su cabeza de entre las patas.
– ¡Disculpen la demora! – Sakura cierra la puerta mientras se toma el pelo en un rápido movimiento – Hoy ha sido un día de locos, ¡pero ya podremos comenzar. Kakashi-sensei, por favor, tome lugar en la camilla, hoy nos acompañara Shino, Hinata y Kiba para ayudarme con el análisis de datos en mi tesis.
– Vaya – Murmura Kakashi detrás de su mascara –, esto definitivamente si se puede volver más incómodo.
– ¡No, no se preocupe! – Sakura toma asiento en una silla con ruedas al lado de la camilla, ajustando una bandeja metálica que contiene insumos médicos –. Ellos están aquí para ayudar, estoy segura que ni siquiera los sentirá. Por favor, Kakashi, sea paciente – No le da el lugar para que el hombre responda cuando gira su cabeza tomando el oftalmoscopio –. Kiba, Hinata, Shino, por favor, necesito que de ahora comiencen a usar su poder sensor y canalicen el chakra en el agua que tengo aquí – Apunta, tomando un gotero negro –. Y en los ojos de Kakashi-san. Hinata analizará cambios en la red chakral de Kakashi. ¿todos entendieron?
El team 8 asiente y se coloca alrededor del maestro. El reposa la cabeza en la camilla y suspira.
–No, para nada incómodo.
– ¿Estaría mejor si el team 8 se coloca detrás de una mampara? Quizás podría conseguirme una.
– Esta bien. Solo pediré que Shino y Kiba cierren los ojos durante el procedimiento. ¿eso está bien?
– ¡Hey! – Reclama Kiba – ¡Y por que Hinata no cierra los ojos!
Todos lo miran con cara de pocos amigos. Hinata se sonroja.
– Kakashi-sensei – interrumpe la chica de ojos grises – Si desea, yo también puedo tener los ojos cerrados, he aprendido a leer el chakra incluso a través de mis parpados.
– ¡Oh, vaya!
– Te lo agradecería un montón, Hinata.
– Bien, ¡comenzaremos! – La chica saca de la bandeja una grabadora de voz para apretar el botón rojo para empezar – Intento número uno de infusión chakral en gotas ópticas. El procedimiento es el siguient-
Antes de si quiera colocarse los guantes, una chica vestida de ANBU toma lugar en la ventana de la consulta médica, todos se detienen y la miran. La muchacha de cabello morado asiente a todos y anuncia.
– Se solicita la presencia inmediata de Hatake Kakashi y Haruno Sakura en la torre Hokage, inmediatamente.
Sakura y Kakashi se miran mientras la ANBU se esfuma.
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– ¡Tsunade-sama! ¿quería ver…?
Naruto enmudece cuando ve a su compañero pelinegro ya en la habitación, vestido con su traje de misión, a su lado, Itachi, Shisui y Shikamaru lo acompañan.
– Como siempre, la puntualidad no es tu mejor fuerte, Naruto – Lo saluda Tsunade, indicándole con la mano que tome lugar al lado de sus compañeros – Ya que la mayoría está aquí, seré breve. Esta misión será una ayuda que brindaremos a Sungakure por un periodo se seis semanas. El rango de misión es A – Esto lo dice observando fijamente a Sasuke y Naruto. – Esta mañana he recibido un telegrama por parte del Kazekage, informándome el hallazgo del cuerpo de Chiyo-Sama en la frontera de Kirigakure, en lo que suponen serían los cuarteles de Orochimaru.
La tensión en la habitación es evidente. Los cinco personajes se observan hasta que Shikamaru toma la palabra.
– ¿Cuándo partiremos?
– Mañana a primera hora. Es una misión de considerable duración, por lo que requiere preparación. El objetivo es la investigación, sin embargo, y a diferencias de otras misiones, colaboraremos con la villa de Suna, por lo que antes de partir a Kiri, tendrán que ir a la villa de la arena, dado que serán parte de un grupo grande de shinobis Junin y ANBU. Falta una persona más que los acompañará, que justamente es el encargado.
– ¿Y dónde está? – Pregunta Naruto.
Cuando tocan la puerta, Tsunade hace un puente entre sus dedos y mira a cada uno de los miembros de su brigada antes de ladrar un grito de aprobación para que entren los nuevos personajes.
Todos se asombran cuando ven a Sakura entrar primero, pero el semblante cambia cuando detrás entra Kakashi.
– ¿Buen día a todos? – Saluda la pelirosa, realizando una pequeña reverencia. Su mirada se cruza con la de Sasuke un momento más que la del resto, hasta observar a la Hokage – ¿Me…me necesita, Tsunade-Sama?
– ¿De casualidad te ha llegado algún telegrama de Suna, Sakura?
Itachi observa la situación desde detrás, al igual que Shisui y Kakashi. No se le escapa la mirada de su hermano, que puede tallar un hoyo en la nuca de la pelirosa.
– ¿Hoy, Tsunade-Sama? No, ninguno. El último que recibí fue de mi padre, hace una semana, más o menos.
Maldito hijo de su madre se escucha murmurar a Tsunade, mientras Sakura suda frio. Sus piernas comienzan a temblar cuando su jefa levanta la vista al resto del equipo y observa a la pelirosa nuevamente.
– Te pediré que esperes afuera un tiempo, Sakura, esto no te concierne a ti. Apenas termine esto podrás entrar.
– J-jai – Asiente, despidiéndose vagamente del resto de los hombres.
La mente de Sasuke comienza a trabajar a mil por hora. ¿la chica no sabe que su mentora ha muerto? Tsunade no hace preguntas al azar. ¿Cómo Gaara no ha comentado nada a ella, sabiendo lo importante que es para su ser su mentora?. Mira hacia la puerta, donde detrás sabe que esta la chica de la arena, y luego mira a Kakashi, la última persona que estuvo con ella. Él le devuelve la mirada, intercambian una información que solo Naruto desconoce en la habitación y vuelven a mirar hacia Tsunade.
– Bien, Kakashi, conoce a tu nuevo equipo, mañana se van de misión.
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– ¿Qué haces aquí, Sakura-Chan? – Pregunta Shizune, mientras observa como la pelirosa juega con un gotero que traen entre sus manos.
– Tsunade-Sama me ha pedido que la espere, lleva un rato ahí con los chicos.
Shizune abre los ojos.
– ¿Con los chicos?
Sakura se encoge de hombros.
– Si, ya sabes. Shikamaru, Naruto, Sasuke…Itachi-san, Shisui-san. Ya sabes, los chicos.
– Vaya que conoces nuestra aldea, Sakura – Ríe la mayor, tapándose la boca.
– No…¿Qué me quieres decir? – Los colores suben rápidamente a su cara – ¿Qué cosas piensas de mí?
– Tranquila, nada malo pienso de ti – Shizune toma a la muchacha de cada hombro, dando un suave apretón –. De hecho, creo que en el poco tiempo que llevas acá, has realizado cambios que hace algún tiempo se requerían.
– ¿Ah si? – La ojiverde pestañea incansablemente –. Supongo que para mejor.
– Por supuesto – Asiente la asistente, dando otro apretón –, ya verás como todo va a salir bien, muchos de nosotros tenemos fe en el trabajo que estas haciendo… solo piensa que cosas podrían lograrse de ser verdad que puedes generar esas gotas ópticas. ¡revolucionarían el mundo Shinobi!
– ¿Enserio crees eso, Shizune-San? – Pregunta Sakura, mirando sus sandalias Ninja – A veces… cuando todo me abruma, siento que estoy lanzando kunais al aire… y simplemente espero que cuando se devuelva no me reviente el ojo.
– Ya – la pelinegra se coloca al lado suyo –, un día conocí a una muchacha muy parecida a ti, que también soñaba en grande peor no creía lo que ella misma se decía. Ella ni siquiera pudo experimentar todo eso que tu estas sintiendo, por que siempre se quedo con la emoción de no ser suficiente. Y eso no es verdad, todos somos más que suficientes para emprender nuestros sueños, lo que no debe nunca apropiarse de tu alma es el miedo a intentarlo… pero ya estas en ello, así que eres una ganadora. Ya eres una ganadora.
Sakura le entrega una sonrisa honesta.
– ¿Dónde está esa muchacha ahora?
Shizune carraspea, mirando hacia el techo.
– Hem… muerta, ¡Pero ese no es el caso! – Sakura abre los ojos como platos mientras la otra sonríe nerviosamente – Lo importante es que tú si lo lograrás, ¿entiendes?
– ¿Shizune?¿Sakura-chan?
Ambas chicas miran a la nueva llegada. Rin se acerca a ellas con paso decidido una suave sonrisa en el rostro. La ayudante de Tsunade recobra la compostura.
– ¡Rin! ¿Qué haces aquí? – Sakura se queda alarmada en el recibimiento poco cordial de Shizune, observándola de repente nerviosa – ¡Quiero decir! ¿quieres hablar con la Hokage?
– Exactamente – Responde la muchacha de líneas moradas en el rostro –. Quiero hablar con ella, vengo a presentar esto – Tiende un pergamino de color amarillo.
Sakura abre los ojos como platos.
– ¿Presenta su renuncia, Rin-san?
La mayor sonríe tiernamente a Sakura. Es sabido que los colores de los pergaminos tienen distintos significados: Te debes cuidar cuando te llega un pergamino rojo, pues significa amonestación. Los pergaminos blancos significan la notificación de un familiar ninja muerto en acción, los pergaminos verdes son solicitud de personal médico ninja y los pergaminos amarillos son… propuestas para renunciar al cargo de ninja.
Ninja médico, para ser más exactos.
– Será una renuncia temporal – Le aclara Rin, con una sonrisa –. No es nada para espantarse. Necesitaré un tiempo.
Shizune toma el pergamino nerviosamente, arrebatándoselo de las manos de Rin.
– ¿No quieres que yo me encargue de eso? Tsunade-sama ha estado muy ocupada últimamente, yo agilizaré el proceso, te lo prometo.
Rin encara una ceja y le arrebata el pergamino, ofuscada.
– No, Shizune-san – retoma con un dejo en su voz –, vine personalmente a la torre Hokage para hablar con Tsunade-sama y eso haré.
– Oh.. es que, jejeje – Shizune juega con sus dedos, notoriamente nerviosa –, Tsunade-sama lleva un tiempo ya ahí adentro con una misión especial… ¿estas segura que quieres esperar taaaaaaaanto tiempo?
– Puedo hacer hora con Sakura – Rin levanta los hombros, calmada –, de todas formas hace tiempo no la veo y quería hablar con ella. Estaré bien, puedo esperar.
– Rin – enfatiza la pelinegra, mirando directamente a los ojos –. ¿Estas…segura? Tsunade-sama está con personas importantes adentro…. Cuando salgan por esa puerta, obligatoriamente tendrás que verlos. ¿estás segura?
Rin abre los ojos, como sabiendo por primera vez que es lo que desea comunicar Shizune en ese momento. Sakura mira a ambas con recelo, sin saber si hablar o dejar que hablen. Da un paso atrás y observa como Rin lentamente vuelve a la normalidad.
– Esta bien, entrega el pergamino tú – Le tiende el documento, con la mano empuñada – Sin embargo, si deseo hablar con Sakura-chan, si me permites.
Shizune toma el pergamino rápidamente, realizando un intercambio de miradas con Rin, hasta que ella se marcha a su aposento. La mayor suspira mientras Sakura busca algún tema de conversación que cambie los ánimos después de esa charla tan cargada de….algo.
– Sakura-chan, deseo compartir una noticia contigo, y quizás no sea el mejor momento, pero para mí es importante contar con tu apoyo.
Rin toma entre sus manos las manos de Sakura, quien se sorprende frente a lo tibias que se sienten contra su piel fría. Hay algo distinto en Rin, desde la última vez que lo vio, pero el corte de cabello, su nariz y su figura siguen normales, su voz tiene el mismo tono, solo sus ropajes, que ya no presenta indumentario shinobi, ha cambiado. Ella sigue siendo la misma en esencia, pero hay algo.
– Claro, lo que sea – Asiente Sakura –, si puedo ayudarte, cuentas con mi ayuda.
– No puedo… no puedo decirte ahora, es muy pronto – niega Rin con la cabeza –, pero… ¿podrías ir en un par de semanas a mi cabaña?, ya sabes donde queda, y he hablado con Obito, está más que preparado para pedirte perdón y hacer las paces contigo…. ¿podrías hacerme ese favor? ¿En dos semanas más?
– S-si, Rin-San, si puedo. Ahí estaré.
La sonrisa de Rin no alcanza a sus ojos, pero se ve mucho más descansada que antes.
– ¡Perfecto!, te estaré esperando, ¡no sabes lo feliz que me hace contarle a alguien esto! – Rin apreta las manos de Sakura entre las suyas para luego soltarlas, mirando con preocupación la puerta – Quizás te queden muchas cosas claras, pero por ahora tendrás que aceptar las dudas…. Debo irme, no quiero encontrarme con personas desagradables.
Ante ese comentario, Sakura no desea preguntar más, y solo asiente.
– ¡Recuerda, dos semanas!
Puf. Desaparece cuando la puerta se abre.
El primero en salir es Shikamaru, quien saluda a la peli rosa con una mano hacia arriba. Sakura devuelve el saludo sin hablar. Itachi y Shisui la observan de lejos y ella también asiente, pero se marchan rápidamente, los últimos en salir son Naruto y Sasuke antes que se cierre la puerta nuevamente.
– ¡Sakura-chan! – Naruto se vuelve para caminar hacia ella, con el pelinegro rozándole los talones. – ¡ha pasado algo de tiempo, ¿ne?, desde la última vez que nos vimos.
– Es que creo que no has hecho nada tonto para tener que verte en el hospital, ¡Naruto!, ¿Cómo está tu mandíbula, y tu brazo? Oh mejor, dime de una vez que es lo que tengo que sanar, es raro verte tan compuesto.
Naruto se ríe. Después de tres días de abatimiento personal, por fin sonríe. Le debe dar las gracias por el humor y la buena presencia que la kunoichi tiene en él.
– Meh, estoy bien, lo juro – Extiende las manos detrás de la cabeza –. Es a ti a quien veo descompuesta. A mi me gustan las mujeres con más figura, Sakura-chan, y últimamente te veo en los huesos.
Sakura frunce el ceño.
– ¡Eres terrible, Naruto! – Ella lo golpea suavemente en el hombro –, ¡Así nunca vas a conseguir una mujer!
– Pero si me gustan celosas, Sakura-chan, eso sí me atrae, lo juro.
– ¡Como te pille!
Naruto se esconde detrás de Sasuke, y Sakura para justo antes de chocar con su pecho. Naruto pasa a un segundo plano cuando la muchacha contacta con los ojos de él. Se conectan. Hay algo, hay una información que ella no alcanza a leer, pero si una alarma, una prevención, por que él no pestañea, no se mueve ni un centímetro atrás para no hacerle frente. Sasuke está tan quieto como ella, y eso a ella la aterra, hay algo que esta por venir, lo puede ver en sus ojos, hay algo que no le está diciendo pero que él si quiere compartir.
- ¡Ja, aquí ya no me alcanzas, Sakura-chan!
Naruto tira un anzuelo para ver si muerde, pero el pescado ni siquiera le presta atención a esa carnada. Por primera vez, Naruto ve a su amigo completamente inmóvil delante suyo, mirando a la muchacha, y se fija en el intercambio de miradas. Se fija en esas palabras que no se están diciendo, pero que si se están comunicando.
Azul contra verde. Se hablan.
– ¿Qué pasa? – Pregunta finalmente Sakura, su voz quebradiza – ¿Qué pasa, Sasuke-kun?
La puerta se abre nuevamente desde donde sale Tsunade. Naruto y Sasuke saben que Kakashi sigue adentro y esperan a que salga para poder retirarse. Pero Kakashi no lo hace, sigue ahí, y Tsunade observa al trio y se queda un tiempo más fijándose la cercanía entre Sasuke y Sakura.
Así que Itachi no mentía.
– Sakura, por favor, acompáñame.
Sakura observa a Sasuke, quien le devuelve la mirada, y a Naruto, quien parece volver a estar más aterrizado y menos feliz. Finalmente comienza a caminar hacia Tsunade, hasta que la puerta se cierra detrás de ellos.
Espera un par de segundos cuando Naruto empieza a caminar, y avanza un par de metros hasta entender que la presencia de su amigo no lo sigue. Confundido, mira hacia atrás, donde Sasuke sigue mirando la puerta de Tsunade.
– ¿Vienes, teme?
La respuesta de Sasuke es clara cuando se apoya en la pared al lado de la puerta.
El no se moverá de ahí.
Así que Naruto suspira y se queda a su lado. A esperar, no sabe qué, pero estar ahí para su amigo, eso si lo sabe bien.
Se permiten buuuuus, tomatazos y demases. Sé que tenía la historia ultra mega botada pero un día me levanté y dije tengo que continuarla por que NECESITO SABER EN QUE TERMINA y bueno...escribí.
Lamento a toda la gente que quedo pensando que esta historia no continuaría, pero aquí estoy yo dandome una segunda oportunidad. espero ustedes me la den tambien.
Ahora, por favor, NECESITO LEERLOS. Necesito saber sus hipotesis para ver que tal soy en mantener el suspenso. La verdad es qeu tengo tantas... pero tantas ideas para esta historia que el capitulo se me hace cortísimo. tengo que resumir unas 6 historias paralelas en un capitulo y por eso se hace un poquitin largo. EN FIN.
LO SIENTO. PERDÓN. GRACIAS. TE AMO. harto hoponopono para mi y para ustedes. Namaste.