Enero del año 2027

Era una tarde una semana después del año nuevo. Hacía frío afuera, estaba nublado. Alrededor de las 4 de la tarde, Shinichi llegó a su casa. Entró y se dirigió a su pieza, donde vio a Kaito jugando con unas cartas.

—Llegaste temprano hoy —dijo el mago feliz ordenando todo en un segundo.

—Sí... el caso fue más sencillo de lo que parecía. ¿No tenías ir a hacerle un favor a tu mamá?

Shinichi se acercó y besó a Kaito mientras el mago lo abrazaba.

—Sí, pero te estaba esperando, tantei-kun —dijo Kaito sonriendo.

—¿Qué quieres, Kai? ¿Qué plan extraño tienes ahora? —preguntó Shinichi desconfiado.

—¿Por qué dices eso? Yo solo quería esperarte —dijo el mago inocentemente.

—Porque no me llamas así a menos que tengas una idea loca y quieras algo.

—No es algo que quiera, es algo que tenemos que hacer, Shin-chan.

—¿Y qué es?

—Tenemos que mudarnos por unos meses —dijo Kaito muy feliz.

Shinichi lo miró confundido. De todas las opciones locas que sabía que se le podían ocurrir a su novio, no había pensando nunca en eso. El detective se sentó en la cama y Kaito se sentó a su lado.

—¡¿Qué estás diciendo Kai?!

—¡Sabía que lo olvidarías Shin-chan! ¡Ya estamos en enero del 2027! ¡¿Sabes qué pasará en abril?!

Shinichi abrió los ojos sorprendido, se tiró hacia atrás en la cama y puso sus manos en su rostro.

—¡No me digas que es este año! ¡Ya han pasado diez años!

—Sí... Por eso no podemos estar aquí.

—Cómo lo pude olvidar... —dijo el detective mirando el techo—. ¿Y qué vamos a hacer?

—¡Vamos a recorrer el mundo! —dijo Kaito feliz—. Vamos por toda Europa recorriendo cada país por una semana... Podemos...

—¡Eres muy soñador Kai! ¡Sabes que no podemos costear algo así por 3 meses!

—Estás rompiendo todas mis ilusiones —dijo el mago apenado.

Shinichi al verlo así, no se aguantó, lo tomó del brazo y lo trajo hacia él, tirándolo a la cama. Kaito quedó acostado, apoyado en su pecho.

—Ya, no te pongas así —dijo dándole un beso en la frente.

—Estás preocupado...

—Claro que sí...

—¡No te preocupes Shin-chan! Podemos irnos a vivir en las afueras de Tokio. Un poco de tranquilidad te ayudaría, has estado muy ocupado últimamente. Les diremos a todos que nos iremos de Japón y estaremos solos, tú y yo, así no nos molestarán. Además, igual tenemos que mantenernos cerca, por cualquier cosa.

—Es una buena idea... Apartarnos del mundo, así como cuando todo comenzó.

Kaito se levantó un poco, para mirar a Shinichi.

—Empezaré a buscar el lugar entonces. Podría ser en Kamakura. Así estaríamos al lado de la playa. Sería muy relajante.

—Sí, me gusta Kamakura... Entonces tenemos que organizar todo, y revisar toda la casa... Quitarle la contraseña al computador... Hay que quitar todas las fotos en que estamos juntos...

—Deja las fotos, aunque las viera, el Shinichi del pasado igual no lo creería —lo molestó el mago.

—Ni yo me lo creo —dijo Shinichi irónicamente—. Yo, el gran detective del este, tiene un novio que era uno de los ladrones más buscados de Japón.

—Estoy de acuerdo.

—¿De verdad? —lo miró Shinichi incrédulo.

—Sí... aún no puedo creer que llevemos tanto tiempo juntos... qué paciencia la mía.

Kaito al decir eso se levantó rápidamente de la cama, mientras Shinichi, molesto, trataba de alcanzarlo.

—¡Idiota! ¡Yo soy el que debe soportar tus tonterías!

—¡No te enojes Shin-chan, si sólo es una broma! —dijo el mago mientras lo abrazaba.

—Sigues siendo el mismo mago infantil, Kai —dijo Shinichi sonriendo —. Hay muchas cosas que hacer. ¿Dónde dejaremos las cosas que no deben ver?

—Te diría que solo las guardaras en la bodega aquí, pero sé que me dirás que no. Entonces... —dijo Kaito después de pensarlo un poco—. Podemos arrendar una bodega de almacenaje.

—Sí, creo que es lo mejor... Además hay que ver toda la información que está pública en internet, y cambiar lo necesario.

—No es justo —dijo Kaito—. Quizás a cual de todos tus contactos de la policía o del fbi les vas a pedir el favor para eso... Sabes que siempre quise saber en qué estaba yo en esta época...

—Y por eso mismo me encargaré de que no lo sepas Kai —dijo Shinichi sonriendo.

—Está bien. Entiendo que es lo correcto. Tampoco yo me lo creería... —respondió Kaito sonriendo—. Shin-chan, por si lo has olvidado, hay que avisarle a Jii-chan de esto, para que esté preparado y hay que ir a ver mi casa también.

—Pero tu casa está vacía, solo la sala de Kid tiene cosas.

Kaito sonrió. Shinichi con su mirada entendió a lo que se refería.

—Ahh, ya recuerdo —dijo el detective—. Me dijiste que fue ahí donde te escondiste esa vez que te enojaste conmigo.

—Sí... Aunque no hay muchas cosas, pero ya que debemos limpiar todo rastro...

—Bien —dijo Shinichi tomando su celular—. Haremos una lista con todas las cosas que tenemos que dejar arregladas. La casa, el dinero, tu casa...

El mago se rió en voz baja, sorprendiendo a Shinichi.

—¿Qué pasa, Kai?

—¿Lo vas a aceptar ahora, Shin-chan? ¿Que si fuiste tú quién dejó todo planeado para que no nos quedáramos vagando por ahí sin nada? ¿Que no era solo una gran coincidencia? ¿Que no era imposible que sí supieras que llegaríamos?

—¡No me molestes! ¡Lo lógico era pensar eso! —dijo Shinichi medio molesto.

—¡El señor racional no es capaz de aceptar que hay cosas que van más allá de su entendimiento!

—¡Ya para Kaito!

Shinichi se levantó para atrapar a Kaito, lo tomó por los brazos, lo tiró a la cama y se puso encima de él. Pero luego de eso, el mago desapareció y en un segundo, era Shinichi quien estaba de espaldas sobre la cama, con Kaito encima sujetándolo. El detective iba a hablar, pero fue interrumpido por Kaito quién lo besó apasionadamente durante unos minutos, hasta que se separaron por la falta de aire.

—Acéptalo Shinichi —dijo Kaito sonriendo.

—No me vas a dejar tranquilo hasta que lo diga, ¿cierto?... —respondió Shinichi también sonriendo.

—Si ya sabes, para qué preguntas.

—Está bien... tenías razón... Dios, no puedo contra ti, Kai-chan.

—No escuché que alegaras por el beso.

—Nunca voy a alegar por eso —dijo Shinichi, abrazando a Kaito y besándolo nuevamente.


Junio de 2027

En el pueblo costero de Kamakura, esa mañana soleada, Shinichi leía tranquilamente en la sala de estar.

—¡Shin-chan! ¿No nos podemos quedar más tiempo aquí? —dijo Kaito interrumpiendo la lectura del detective.

—Sabes que ya tenemos que volver.

Shinichi cerró su libro para abrazar a Kaito que se había sentado a su lado.

—¡Pero es que ha sido tan tranquilo!

—Sabes que nuestra vida está allá Kai... Tu academia, mi agencia, nuestros amigos...

—Sí... Es que me gusta estar solo con mi tantei-kun...

—No me vas a convencer Kaito...

—Bueno... voy a cocinar... ¿podrías ir a comprar algunas cosas que me faltan? —dijo Kaito muy feliz levantándose.

—Eso era lo que me querías pedir originalmente, ¿cierto?

—¡Cómo crees! ¡De verdad me gustaría quedarme más tiempo acá!

—Mmm... Tú no me engañas... Está bien, dime qué necesitas.

Shinichi salió de la casa para ir a la tienda que estaba a 15 minutos caminando. Después de comprar, en el camino de regreso empezó a sentir que era seguido por alguien. Miró hacia atrás y vio a una chica de unos 15 años que estaba a unos metros de distancia. Al verla, decidió ir a hablarle.

—¿Pasa algo? ¿Por qué me estás siguiendo?

La chica se avergonzó al verlo, sus mejillas se volvieron rojas antes de que hablara.

—Entonces sí es usted... El detective Kudo Shinichi...

Shinichi la miró muy sorprendida, para luego sonreírle.

—Sí... soy yo

La chica sonrió muy feliz.

—¡Lo sabía! —gritó ella muy emocionada—. Disculpe que lo siguiera, pero yo lo admiro... y me daba vergüenza acercarme...

—No te preocupes. ¿Cómo te llamas?

—Fujimoto Kaori.

—Bien Kao-chan. ¿Quieres acompañarme un rato?

La mirada de ella se iluminó ante esa frase y luego hizo una reverencia.

—¡Muchas gracias Kudo-san!

Los dos se pusieron a caminar en dirección a la casa de Shinichi.

—¿En qué curso vas?

—A-Acabo de pasar a primero de secundaria.

En ese momento sonó el celular de la chica. Ella al verlo, primero dudó en contestar y se puso un poco nerviosa.

—Discúlpeme, debo contestar.

Kaori se alejó de él y empezó a hablar. Se veía un poco nerviosa al hacerlo, por lo que Shinichi que la veía de lejos se preocupó.

—¿Pasa algo?

—N-No, está todo bien.

Luego de eso, ella cortó la llamada y volvió al lado del detective.

—Discúlpeme por la interrupción.

—Está bien. ¿Era tu novio?

Ella se sonrojó mucho al escuchar eso. Shinichi sonrió al ver su tierna reacción.

—N-No...

—Pero quieres que lo sea...

Ella solo asintió con la cabeza.

—Kao-chan, deberías arriesgarte y decirle lo que sientes.

—P-Pero tengo miedo...

—Dime algo, ¿te llamó porque necesitaba algo o solo para saber de ti?

—Me llamó porque dijo que estaba preocupado por mí... Porque desde ayer que no hablamos... Y estaba tratando de ubicarme.

Shinichi entonces se paró frente de ella.

—Como detective, entonces te aseguro de que él siente lo mismo por ti. Si se preocupa por ti, si quiere saber de ti, si te llama es porque te quiere.

Kaori se sintió muy feliz al escuchar eso. Luego retomaron la caminata.

—Kudo-san, ¿usted se ha declarado a alguien?

—La verdad, fue mi novio quien lo hizo...

—Él debe ser muy afortunado de estar con un detective como usted.

Shinichi sonrió y Kaori lo miró sorprendida.

—Siento que soy yo el que es afortunado... de estar con ese inmaduro que siempre me hace sonreír...

Kaori sonrió y ocultó su mirada. Shinichi al verla sintió que sus palabras habían influido de alguna manera a tomar la decisión.

—Kao-chan, te debo dejar aquí. Esa es la casa donde me estoy quedando.

Ella deteniéndose, vio bien la casa que tenía en frente, como tratando de observar cada detalle. Luego miró a Shinichi y le hizo una reverencia.

—¡Muchas gracias, Kudo-san! ¡De verdad, muchas gracias!

Shinichi se sorprendió un poco por la efusividad de ella.

—Cuídate, Kao-chan.

Ella entonces siguió por el camino, muy feliz. Shinichi se quedó viéndola, había algo que le había llamado la atención de esa chica. Luego entró a la casa.

—Ya llegué, Kai-chan.

—¡Bienvenido! ¿Trajiste todo?

Kaito se acercó para besarlo en la mejilla y recibirle la bolsa.

—Creo que sí... Sabes, me encontré con una niña que decía ser mi admiradora. Era adorable...

Kaito lo miró extrañado, para luego volver a a concentrarse en la cocina.

—Siempre te encuentras a alguien que te admire, Shin-chan.

—Sí, pero... ella no me preguntó de casos o de cómo ser detective como otros... era muy tímida y algo extraña...

—Tal vez no se atrevía, si era tímida...

—Puede ser...

Kaito suspiró. Estaba de espaldas a Shinichi, quien estaba sentado en la sala, cuando después de dudarlo un poco, le habló.

—Shin-chan...

—¿Qué pasa?

—¿Te acuerdas... cuando todo esto pasó, cuando vinimos a esta época... que uno de los últimos días, cuando despertaste yo no estaba en casa?

—¿Eh?... Mmm... Sí... recuerdo que me dejaste una nota y yo estaba muy molesto contigo... luego apareciste de la nada en... el negocio... disfra...zado...

Kaito dio media vuelta para encarar a su novio. La cara de Shinichi de sorpresa decía que ya lo había resuelto.

—¡No! ¡No, no, no, no...! —dijo Shinichi sin creerlo—. ¡Kaito! ¡¿No me digas que...?!

—Parece que te acabas de encontrar conmigo —dijo Kaito sonriendo nerviosamente—. Yo soy Kaori... ¡Pero puedo explicarlo!

Shinichi más que enojado estaba sorprendido y avergonzado. Después de todo, acababa de hablar con Kaito del pasado... sobre su propia relación.

—¡¿Cómo es posible?! —dijo Shinichi.

—Bueno... es que el día anterior a ese... buscando uno de los planos de la mansión para robar, encontré oculta dentro de tu escritorio una dirección... que era aquí en Kamakura... Mi idea no era hablar contigo, solo quería verte, saber en qué estabas, pero te diste cuenta de mi presencia... y bueno... ya sabes...

—Espera, espera, espera... ¿No se supone que ese día habías estado en la mansión? ¿El día que supiste que dejarían ese lugar?

—Ah sí... eso... Bueno, digamos que salí tan temprano que era de noche aún —dijo Kaito nervioso—. Es más fácil infiltrarse en un lugar de noche... Primero fui a la mansión, averigüé todo, revisé todo el lugar, instalé los micrófonos que necesitábamos... Cuando me desocupé, aún era temprano... Tenía la dirección conmigo y después de mucho pensarlo, la curiosidad me ganó.

—¿Cómo pudiste...?... Me refiero a ¿cómo pudiste tener la valentía para hacerlo? Realmente aún me sorprende las cosas que eres capaz de hacer... ¡Era algo muy arriesgado! —dijo Shinichi aún sorprendido.

Kaito se sentó al lado de Shinichi y le tomó la mano.

—No lo sé, solo lo hice... Necesitaba saber que estabas bien y que eras feliz... Pero esa conversación fue la que me dio esperanza. A pesar de que por lo que dijiste parecía que sí estábamos juntos, aún no estaba completamente seguro... Quién sabe, podías estar con otro inmaduro... Pero me aferré a esa esperanza.

Shinichi estaba con la cara completamente roja. Kaito aún nervioso siguió hablando.

—Esa noche... cuando estaba solo en mi habitación, hice varias promesas. Prometí que te diría lo que sentía, pasara lo que pasara. Tenía que arriesgarme y saber si sentías lo mismo que yo. Prometí que lo haría cuando regresáramos. Siempre pensé que si algún día me atrevía, sería así, no antes, porque esa no era nuestra realidad y sentía que no era correcto. Era como que no iba a ser real si lo hacía mientras seguíamos aquí. También prometí que si todo salía bien, solo te diría sobre este encuentro, el día en que volviera a suceder, porque no sabía cómo podrías reaccionar... Y por último, prometí que, aparte de los futuros robos que haría en los que no te quería involucrar, éste sería el último secreto que te escondería.

Shinichi entonces lo abrazó fuertemente.

—¿No estás enojado Shin-chan?

—No... No puedo enojarme con este gesto tan... extrañamente tierno.

Kaito sonrió al escucharlo. Se separó un poco para poder mirarlo a los ojos.

—¡Tenía tanto miedo de tu reacción, Shinichi!

—Tú no conoces el miedo. Solo actúas, haces lo que sientes que debes hacer.

—No. Siento miedo como todos. Solo que no conozco el sentido común —dijo Kaito bromeando.

Shinichi rió al escucharlo.

—Eres increíble Kai-chan. Te amo.

—Yo también te amo Shin-chan.

Los dos se miraron con amor y se unieron en un apasionado beso. Ambos mantenían un amor tan fuerte, que incluso traspasó las barreras del tiempo.

FIN.


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¡Hola! :D

¡Y éste es el final de esta historia! :D ¡Como prometí, el capítulo final y el epílogo publicados al mismo tiempo! :D

Aunque ya habían algunas cosas que se podían inferir, como el por qué Jii en el futuro conocía a Shinichi o por qué habían libros de magia en su biblioteca xD Aquí me dediqué a explicar otras cosas, como porqué podían quedarse en la casa de Shinichi. Todo al final fue preparado por ellos mismos :3

¡Muchísimas gracias a todos quienes la siguieron! Espero que les haya gustado y la hayan disfrutando tanto como yo al crearla! Salió más larga de lo que yo esperaba al principio, pero me entretuve demasiado escribiéndola e imaginándome cada escena.

¡Muchísimas gracias por su apoyo! ¡Gracias por sus comentarios, por estar pendiente de cada actualización! ¡De verdad que eso me incentivaba a cada vez hacerlo mejor! ¡Y me ha gustado mucho el resultado que ha tenido! :D

Si tienen alguna idea o recomendación, pueden escribírmela y haré lo mejor que pueda para escribirla próximamente. Estoy empezando a escribir un nuevo fanfic, y cuando lo tenga más o menos armado, empezaré a publicarlo. Espero no demorarme mucho.

¡Les deseo un feliz año nuevo a todos! ¡Que sea un gran año lleno de nuevas experiencias y que nos sigamos leyendo en otras historias futuras!

¡Saludos! :D