Hola a todos, está ésta debe ser una sorpresa para muchos pero había estado pensando en hacer un fic de Naruto hace ya un tiempo y finalmente me decidí por comenzarlo. Los detalles serán dados hasta el final de este capítulo, mientras espero que lo disfruten y espero ansioso sus reviews.


El inicio.

Konohagakure no Sato.

Era un tranquilo día en la aldea de Konoha, los civiles transitaban por las calles tranquilamente, los ninjas que no estaban en servicio se encontraban descansado en algunos puestos de comida o simplemente rondando la aldea el sol brillaba para la mayoría de las personas, excepto, para un pequeño niño rubio de 5 años de edad.

El rubio se encontraba sentado en un columpio de uno de los parques de la aldea, el sonido de otros pequeños jugando había llamado la atención del niño ojiazul, lastimosamente su presencia no fue bien recibida.

El nunca había entendido el porqué de esto, cada lugar que iba, cada persona que lo veía, todo lo que hacía, recibía siempre las mismas reacciones por parte de todos.

Desprecio.

El rubio era un pequeño bastante tierno a la vista, 3 bigotes a cada lado de su rostro, ojos de un azul profundo, una expresión suave que denotaba cierta amabilidad y consideración, pero no muchos en la aldea podían ver eso en el, lo único que podían ver, era destrucción y desgracia, muerte y horror, en el veían...

"Monstruo."

Una mujer no tuvo reparos en tomar a su propio hijo del parque al ver llegar al rubio al igual que lo hacían otros padres por la misma causa que la mujer.

"Nunca debes juntarte con ese niño, es un monstruo." Decían muchos de los padres alejando a sus hijos del pequeño rubio en cuestión. El estaba solo nuevamente.

El pequeño permaneció balanceando su cuerpo en el columpio hasta pasada la tarde, cuando el frío de la noche ya comenzaba a sentirse. El pequeño tenia la expresión cabizbaja tratando de esa forma ocultar las pequeñas lagrimitas que caían de sus ojos.

La noche se había hecho completamente presente, el pequeño supo que era hora de volver a casa, después de todo, debía encontrarse con una de las pocas personas en el pueblo que no lo trataban ni lo miraban con desprecio.

El Hokage, la persona más fuerte de la aldea y la que debía tomar el liderazgo en todo, una persona a la que se le guardaba respeto y admiración, Sarutobi Hiruzen desempeñaba este cargo como el 3 Hokage. El ya había estado retirado, sin embargo, a causa de la muerte de su sucesor y de la falta de personas realmente dignas para el cargo, decidió retomar el puesto nuevamente, todos lo trataban con el respeto merecido por su cargo, todos,excepto uno.

"¿Por que, Jiji...?" Dijo el pequeño cabizbaja de vuelta en su casa, siendo acompañado del Hokage. "¿Por que todos me ven de esa forma?" Dijo con una suave y tembloroso voz, y una expresión de desolación que ningún niño de su edad debía tener.

"Naruto..." Dijo el Hokage con una expresión seria pero con voz suave. "Esta gente, son parte de la aldea de Konoha, como tu, han nacido, crecido y sufrido en esta aldea... El sufrimiento les ha llevado a volverse ciegos, viendo solo lo que ellos quieren... Nada de esto es por ti." Le respondió mientras ponía una mano en el hombro del pequeño.

Sarutobi sabia del desprecio de los aldeanos hacia el pequeño niño, y aunque había colocado a ninjas que eran parte de las fuerzas especiales ANBU para que lo cuidara, sabía que muchos sólo actuaban hasta cuando la vida del rubio estuviera en un punto crítico.

El Hokage, luego de asegurarse que el pequeño se encontrara con bien y comiera adecuadamente para la cena, se retiro de la casa, dejando nuevamente al pequeño que se encontraba sentado en su cama al lado de una ventana mientras veía a las estrellas con una expresión melancólica.


Al día siguiente.

Naruto nuevamente repetía su rutina diaria, comía adecuadamente, ordenaba su casa como el Hokage se lo había indicado y con todos los oficios terminamos salía a los campos de flores ya que ese lugar siempre le traía tranquilidad, y luego a la aldea con la esperanza que alguien le diera una cálida mirada en lugar del típico desprecio. Cuan equivocado estaba.

En algunas ocasiones, los ninjas de rango Chunin, maltrataban de una forma cruel al pequeño rubio, 3 de ellos, al verlo llegar al parque se acercaron de forma intimidante con los ojos de desprecio a los que el rubio tanto lastimaban.

"¿Que haces aquí, monstruo?" Dijo uno de ellos de cabello oscuro. "Creí que había quedado claro la última vez que ninguno de nosotros quiere verte aquí." Dijo uno de cabello café tronándose los dedos. "Supongo que debemos recordartelo por las malas." Dijo el último de los 3.

Naruto sin decir una sola palabra a ellos, comenzó a correr huyendo de los 3 lo más rápido que podía, trato de escabullirte entre las personas pero no serviría de mucho contra 3 ninjas, por lo que hizo lo que todo pequeño podría hacer.

"Alguien... Alguien... ¡Ayúdeme!" Gritaba el pequeño sin dejar de huir mientras más lagrimas caían en su pequeño rostro, pero era en vano, el pequeño lo sabía, había pasado muchas veces por lo mismo y siempre terminaba igual, él golpeado en algún callejón sin que sus pequeños gritos fueran escuchados.

Mientras corría, no notó a una mujer de cabello y ojos oscuros que paso cerca de el, la mujer iba acompañada de un joven un poco mayor que los perseguidores del rubio. La mujer escuchó los gritos de auxilio y a pesar de la velocidad vio las lagrimas de terror y desesperación que caían del pequeño antes que fuera a ser alcanzando por los 3 Chunin.

"Kushina..." Murmuró con tristeza la mujer, su joven acompañante sin embargo, al ver la escena frente a sus ojos, no dudo un segundo y desapareció del lado de la mujer.

Mientras tanto el pequeño había sido rápidamente alcanzado y llevado hacia un oscuro callejón en donde uno de los Chunin cubría su boca para evitar más gritos de auxilio y otro lo sostenía para que no pudiera escapar.

"Así que pensabas que podrías huir de nosotros." Dijo el pelinegro antes de golpear al niño en su estómago. El pequeño sollozaba de dolor, las lagrimas no paraban de salir de sus pequeños ojos. "¿Que tal si vuelvo a practicar mi puntería contigo, esta vez tengo más shurikens." Dijo sin dejar de golpearlo antes de registrar su bolsa de armas ninja.

Naruto se retorcido con fuerza al recordar como la última vez que practicaron de tiro al blanco con el, sus brazos y piernas eran más heridas que piel. Su rostro se encontraba magullado, las lagrimas no paraban de salir y su terror aumentaban a cada segundo que pasaba.

"Listo demonio... Aquí voy." Exclamó el Chunin arrojando un shuriken hacia el pequeño Naruto, lo único que pudo hacer fue cerrar sus ojos antes de ser llevado a la inconsciencia debido a los golpes y al susto.

Cuando el shuriken estuvo a punto de golpear a Naruto fue rápidamente desviado por un kunai lo que sorprendió a los Chunin, eso hasta que vieron a la persona que les había arruinado su diversión.

"¿¡Que haces tu aquí!?"

"Contra un niño pequeño..." Dijo un joven de cabello oscuro y largo, con líneas que iniciaban dese la comisura de sus ojos pasando por cada lado de su nariz y unos ojos oscuros que pasaron a ser rojos con 3 tomoes en cada ojo mediante su expresión fría pasó a ser de enojo. "Ustedes no tienen honor."

Los 2 Chunin que sostenían a Naruto lo dejaron caer al suelo mientras se unían a su líder con una expresión molesta en su rostro, sin embargo sus manos temblaban al mirar fijamente a quien frustró sus crueles planes.

"Esto no te concierne, Uchiha, así que será mejor que salgas de aquí antes que..." el líder no pudo terminar cuando el joven se lanzó contra los 3 de ellos.

Al líder lo golpeo de la misma forma en que él anteriormente había golpeado a Naruto, pero muchas veces más fuerte, tanto que lo estrello contra la valla de madera y lo hizo atravesarla, con el mismo impulso pateó al de pelo café en su rostro haciendo que se estrellara contra el suelo, para que finalmente golpeara en el cuello al último de los 3 dejándolos fuera de combate e inconscientes.

La expresión del joven se suavizo y sus ojos regresaron a su color negro ordinario, vio al pequeño rubio tirado en el suelo, sus ojos se dirigieron a un cazador Anbu con una mascara de perro que asintió antes de desaparecer.

El pelinegro tomo al pequeño en su espalda y comenzó a sacarlo del callejón tranquilamente mientras la respiración del pequeño se volvía un poco más estable que antes.


Interior de Naruto.

*Goteo*

El pequeño Naruto fue lentamente abriendo sus ojos debido al incesante sonido de goteo cerca de el, el pequeño temía que sus atacantes lo habían ido a tirar en alguna alcantarilla a las afueras de la aldea, no es la primera vez que es atacado pero si seria la primera vez que lo llevaban a un lugar tan lejos.

El pequeño rubio, con la esperanza de encontrar una salida comenzó a caminar hacía el único camino disponible, por alguna razón la atmósfera se tornaba un poco más pesada con cada paso que daba, fueron algunos metros de camino hasta que finalmente llego hasta una extraña y singularmente espaciosa habitación.

Naruto estaba realmente intrigado ya que nunca se imaginó que las alcantarillas fueran tan extensas como esa, la cual tenia enormes barrotes similares a los de una prisión, y en medio de ellos se encontraba un papel con alguna clase de sello que el rubio no supo identificar ya que no sabia leer. Cuando iba a regresar para ver si había otra ruta por donde poder salir, un extraño y potente sonido lo detuvo.

"Así que... El mocoso finalmente viene a verme."

Naruto se sorprendió y asusto cuando repentinamente, una espeluznante sonrisa y un par de gigantescos y demoníacos ojos rojos aparecieron entre la oscuridad de la gigantesca celda, el pequeño cuerpo de Naruto estaba temblando debido a la imponente presencia de aquella extraña y colosal bestia.

"Acércate mocoso." Dijo con aquella monstruosa voz que Naruto por alguna razón obedeció y se acerco antes de caer cuando unas enormes garras chocarán contra los barrotes asustando al rubio. "Si tan solo esta estúpida celda no me detuviera... Te comería de un bocado como el insecto que eres."

"¿P-Por que has hecho eso?" Preguntó Naruto nuevamente poniéndose de pie.

"Porqué ustedes asquerosos humanos son todos iguales, insectos... Insectos que solo se destruyen el uno al otro, peores que nosotros las bestias." Dijo acercándose a la celda permitiéndole a Naruto ver con quien estaba tratando.

"T-Tu eres..." Dijo con los ojos abiertos. "La bestia de la que me habló Jiji... Kyubi no Kitsune." Dijo Naruto recordando una de las anécdotas que el tercero le relataba para que tuviera un poco de conocimiento de la historia. "¿Como es que estas atrapado dentro de una alcantarilla?"

"Mocoso estúpido. Aun no lo has notado... Esta no es una alcantarilla... Este es tu interior, yo estoy atrapado dentro de ti." Rugió el zorro notablemente molesto.

"¿D-Dentro de mi?" Dijo Naruto sorprendido ante esta declaración antes de caer de rodillas. "Yo... Esto... No es verdad." Dijo mirando al zorro con una expresión desconsolada, pero la bestia aun no cambio su pésima actitud.

"El cuarto Hokage me sello en ti. ¿Acaso no lo has notado?" Gruño el Kyubi. "Rápido factor de curación, una alta energía para alguien de tu edad... ¿Creíste realmente que eras tu? Entonces eres más estúpido de lo que creí."

Naruto ahora entendía todo, el porqué las personas lo llamaban demonio, el porqué era excluido y rechazado por casi todo el pueblo. Sabia de la destrucción que el zorro causó en la aldea y todas las vidas que se perdieron ese día, incluida la vida del cuarto Hokage.

"Ya veo..." Dijo Naruto. "Eso es un alivio." Dijo haciendo una melancólica pero sincera sonrisa, algo que realmente extraño a la bestia.

"Creía que mis padres habían sido alguna especie de monstruos o algo... El saber que es por esa razón por la que la gente me desprecia no lo hace mas fácil, pero me tranquiliza saber que no tiene que ver con los padres que nunca conocí." Dijo el pequeño con suave expresión junto con su inocencia infantil. "Kyubi..." Dijo levantándose. "Gracias por cuidarme y curarme cuando me lastiman."

"¡No me des las gracias mocoso!" Dijo nuevamente atacando la celda con sus garras. "El único motivo que tengo para cuidarte es beneficio propio, si tu mueres entonces yo voy a desaparecer... La gratitud de un mocoso no significa nada." Volvió a gruñir antes de retraer sus garras nuevamente.

"Lo siento." Dijo Naruto. "¿Pero por que atacaste la aldea?" Pregunto inocentemente.

"Eso no te incumbe mocoso... Ha sido suficiente por hoy, no quiero ver la cara de mi nueva celda por tanto tiempo." Dijo rugiendo lo que provoco que Naruto cerrará sus ojos.


Mundo externo.

Naruto abrió súbitamente los ojos después del rugido del Kyubi, el zorro realmente debía mejorar mucho su actitud, pero era algo de lo que iba a preocuparse más tarde ya que ahora los recuerdos de antes de caer inconsciente regresaron a su mente.

"Finalmente despiertas."

Naruto se agitó cuando escuchó una voz muy cerca de el, se arrastró un poco por el suelo por temor a ser lastimado de alguna forma, sus ojos captaron a un joven pelinegro de piel levemente pálida con extrañas marcas que iniciaban desde la comisura de sus ojos hasta cerca de su boca.

"Tranquilo, no voy a hacerte nada malo Naruto-kun." Dijo el joven en un tranquilizador tono de voz y una expresión serena.

"¿D-Donde estoy? " Preguntó Naruto aun un poco desconfiado.

"Estas en el lago de la aldea, en las cercanías del compuesto Uchiha." Le respondió el joven. "Te traje aquí para cuidar de tus heridas."

"¡Itachi-kun!" mientras los dos chicos hablaban, una chica de pelo largo y castaño con flequillo enmarcando su rostro y sus ojos, con un lunar debajo del ojo derecho se acercó a ellos. La chica llevaba en sus brazos una especie de frasco.

"Izumi, gracias por tu ayuda." Dijo Itachi tomando el frasco y abriéndolo. "Esta es una pomada medicinal, va a ayudar a sanar tu cuerpo de los golpes que ellos te dieron." Le explicó Itachi al pequeño para no crear desconfianza.

"¿Por que?" Dijo Naruto cabizbajo.

"Porque de lo contrario te va a doler mucho y pueden quedarte marcas." Respondió Itachi.

"No... ¿Por que están ayudándome?" Pregunto Naruto con pequeñas lágrimas cayendo de su rostro.

Ambos jóvenes sabían bien quien era Naruto y por supuesto de lo llevaba dentro de el, Izumi estaba ciertamente desconfiada a diferencia de Itachi que se encontraba bastante tranquilo.

"Porque es lo correcto." Dijo Itachi sorprendiendo a ambos con su respuesta. "Un buen ninja siempre debe cuidar de los camaradas de su aldea, ya sea hombre o mujer, niño o anciano... Todos somos habitantes de esta aldea, y debemos cuidarla incluso de nosotros mismos, esta aldea es hermosa, es nuestro hogar y debemos cuidarlo."

Naruto tuvo una gran impresión al escuchar las palabras de Itachi, ciertamente a lo largo del tiempo había creado un pequeño resentimiento hacia la aldea por todo lo que habían hecho contra el, pero Itachi tenia razón, este fue el lugar que lo vio nacer, y era un hermoso lugar, quizá no con las mejores personas pero ciertamente era hermoso.

En ese momento, al ver al pequeño llorar por un pequeño acto de amabilidad, fue cuándo Izumi comprendió que el rubio no era nada más que un pequeño niño como cualquier otro, podía sufrir, llorar, estar triste y sentir dolor como ella. La castaña no lo soporto más y tomo en sus brazos al pequeño rubio que aun derramaba pequeñas lagrimas.

"Ya Naruto-chan... Esta bien, ahora estas bien... Prometo que no te haremos daño... Así que puedes estar tranquilo con nosotros." Dijo con una voz serena y acariciándole el cabello como si de una madre se tratase. Itachi esbozo una sonrisa al ver este lado materno que su compañera tenia hacia el rubio.

Izumi frotó con la pomada las partes del cuerpo que habían sido golpeada por los matones que molestaban al pequeño y le contó como Itachi había acabado con ellos, provocando en el rubio una infantil admiración hacia el pelinegro como si de un gran personaje se tratase.

Caída la noche, Izumi compro una pequeña cena para compartirla con Naruto e Itachi, y ahí descubrieron muchas cosas de los 3, supieron que Naruto adoraba la naturaleza, las plantas y flores era su pasatiempo favorito, también se dieron cuenta que no sabia leer ni escribir y a pesar de su edad ya vivía por si mismo ya que no era admitido en ningún orfanato.

Cuando ya era muy tarde para el pequeño, Izumi e Itachi lo acompañaron hasta el complejo de apartamentos donde residía para evitar que alguien pudiera atacarlo en medio de la oscuridad de la noche, Naruto tenia una gran sonrisa en su rostro a lo largo del camino hasta que llegaron a su apartamento.

"Adiós Itachi-nii, adiós Izumi-neechan." Dijo Naruto despidiéndose de los 2. "Gracias... Gracias por todo lo que hicieron por mi... Los veré pronto." Dijo con una gran sonrisa.

"Claro que sí Naruto-chan, Onee-chan va a enseñarte a leer y escribir." Dijo Izumi con una sonrisa. Itachi igualmente se despidió y vieron entrar a Naruto a su casa.

"Kyubi... Los humanos no siempre son malos." Pensaba Naruto con una sonrisa mientras su mano tocaba su pecho recordando a los nuevos amigos que había hecho.


1 año después.

Era un día brillante para la aldea de Konoha. El cielo estaba lleno de nubes, lo que permitía un amplio espacio libre para que los brillantes rayos del sol se asomaran a través de ellos. El pueblo en sí estaba en un estado de ánimo tan brillante como era el clima en ese buen día. Porque, fue una semana feliz para sus habitantes en este momento.

La Academia Shinobi de Konoha había comenzado su proceso de inscripción, al igual que todos los años desde su fundación hace casi un par de décadas. A cada ciudadano de la aldea, ya sea shinobi o civil, se le permitió un procedimiento de admisión según las leyes establecidas por el mismo Shodai Hokage.

"Siguiente..." La voz de una Chunin sentada en una silla detrás de un escritorio habló a la multitud. Otra familia con su pequeña hija se acercó a la mesa y le dio el recibo con su número en la fila. "Aquí tienes, llena este formulario y envíalo a la Oficina de Admisiones antes de las cuatro de la tarde." su feliz voz instruyó a la familia.

"señorita..." Una voz suave y pequeña habló, sus pensamientos se rompieron al instante en un solo segundo. Su corazón se calentó al escuchar la voz suave, sin duda proveniente de un posible estudiante de la Academia.

Sus ojos se posaron en la pequeña mata de cabello rubio y ojos azules mirando por encima del borde de su mesa y mirándola con toda la inocencia reunida del mundo. Sus manos eran lo único junto a su mitad superior de su cabeza que eran visibles para ella y que permanecían en el borde. Se puso de puntillas y miraba a la mujer con el labio mordido escondida debajo de la mesa.

Su sonrisa desapareció al instante en el momento en que sus ojos se posaron en él y se dio cuenta de quien se trataba. Sus ojos se volvieron fríos hacia el pequeño de ojos azules en el borde frontal de su mesa.

"Quiero inscribirme en la Academia también..." Su inocente y suave voz se deslizó por sus labios. Sus ojos se entrecerraron aún más en el pequeño rubio, haciéndolo un poco nervioso por su fría mirada.

"¿Estas seguro?" Preguntó un poco fríamente, la cabeza del niño se movía inocentemente.

"¡Hai!" El exclamó suavemente haciéndola fruncir el ceño. Miró hacia abajo en su pequeño montón de solicitudes antes de mirar alrededor para ver que todos los padres ya habían tomado el suyo, lo que significa que él era el único que quedaba ahora. Ella le dio una media sonrisa. El nerviosismo del chico desapareció instantáneamente y fue reemplazado por una sonrisa emocionada.

"Lo siento chico, pero todas las solicitudes han sido entregadas. Llegaste un poco tarde." Mintió suavemente, haciendo que su sonrisa desapareciera instantáneamente de su rostro.

"Oh ..." Susurró, obviamente entristecido por su comentario. Miró hacia arriba desde su trabajo y frunció el ceño, se sintió un poco culpable por hacerlo, pero fue por el bien mayor al final. Eso fue lo que se dijo a sí misma y continuó con su trabajo para distraerse.

"Umm, ¿dónde puedo obtener uno y luego volver?" Su voz inocente habló una vez más haciéndola soltar un suspiro y golpear su pluma con enojo. Él se sorprendió un poco ante su repentina y ruidosa acción y tropezó con los dedos de sus pies, causando que se tambaleara un poco hacia atrás.

"No se puede. Se entregaron todos los formularios para las admisiones de este año, llegó demasiado tarde. Ahora ve y vuelve a intentarlo el próximo año." Ella respondió bruscamente y recogió su pluma. Ella recorría sus papeles, sin ver los pequeños ojos llorosos o el labio tembloroso de ese chico.

"Gracias por su tiempo señorita ..." Escuchó su suave susurro arrastrarse con un pequeño resoplido en el extremo. Ella detuvo su trabajo momentáneamente para verlo salir lentamente, sin duda con tristeza si sus pequeños hombros encorvados eran alguna indicación.

Se mordió el labio cuando lo vio abrir las puertas de metal de la Academia y darse la vuelta. Ella quería detenerlo, pero él ya se había ido para entonces. Un suspiro se deslizó por sus labios y sus manos masajearon las sienes con cansancio.

"¿Por qué siento simpatía por él? No es más que un problema de todos modos." Pensó amargamente, y volvió a su trabajo.

Los mechones dorados del rubio brillaban como el sol mientras caminaba lentamente por las calles. Se secó los ojos y vio la entrada principal para los niños de la Academia frente a él, que se abriría en un par de días para todas las nuevas admisiones.

"Otra vez... Esa fría mirada." se dijo a sí mismo y caminó lentamente hacia el columpio de madera frente a la academia. El columpio emitía suaves y crujientes ruidos cada tanto mientras sus piernas se balanceaban en el aire con cada movimiento que daba al columpiarse. Lo hacía sentir un poco mejor, la sombra del árbol, los nidos de los pájaros sobre él canto. Amaba la naturaleza, siempre lo hacía sentir cálido y agradable. Especialmente el jardín en su casa.

"¡Kaa-chan mira, aquí es donde vendré pasado mañana para convertirme en un shinobi increíble!" Su tristeza instantáneamente empeoró aún más que antes cuando escuchó esas palabras. Sus anhelantes ojos azules miraban a la familia con una apariencia similar a la de alguien que solo podría desear lo que no podía ser suyo.

Se mordió el labio, observando con la misma mirada de anhelo al chico cargado sobre los hombros de su padre mientras todos se reían a su costa.

"Sí, tienes razón, pero primero tenemos que enviar tu formulario al Hokage, cariño, o no estarás inscrito ..." escuchó y lo mantuvo en el fondo de su mente para futuras referencias.

"Kaa-chan, la señora de esa oficina me dio una solicitud extra por error, ¿qué debo hacer con eso?" Su voz sonó cuando pasó junto al árbol donde estaba sentado nuestro adorable rubio. Las orejas del rubio se animaron y una pequeña chispa de esperanza permaneció en sus ojos.

"Tíralo, cariño, de todos modos no sirve para nada ..." Su madre le dijo con una suave risita. El niño hizo lo que su madre le había dicho y lo tiró sobre su cabeza sin pensarlo dos veces. El trozo de papel voló en el aire y el columpio con el rubio se detuvo abruptamente. Sus ojos azules se entrecerraron en la hoja de papel que volaba lentamente.

Programa de ingreso de Konoha Shinobi

Sus ojos se agrandaron tan pronto como leyó las palabras en la parte superior del papel y se liberó del columpio en un instante. Sus pequeños pies tropezaron un poco, pero se equilibró y persiguió el papel volador como si fuera su vida. Se inclinó entre sus pasos tambaleantes y nerviosos, moviendo sus brazos por los intentos fallidos de atrapar el papel que tanto necesitaba en este momento.

Finalmente, sus dedos se atascaron en la forma voladora, sus pies disminuyendo la velocidad gradualmente antes de que estuviera parado en medio de la calle vacía solo, mirando el pedazo de papel en sus pequeñas manos con los ojos muy abiertos.

Volvió a leer la primera línea para asegurarse de que realmente tenía una. Se mordió los labios y apretó la forma contra su pecho como si estuviera hecho de oro. Sus ojos se cerraron con desesperación para creer que realmente era verdad.

"Lo tengo, finalmente tengo uno. ¡Ahora también puedo inscribirme y alcanzar a Itachi-niichan!" pensó para sí mismo y corrió hacia su casa con un pequeño salto en sus pequeños pasos. Todos lo miran con frialdad, con una mirada que claramente decía '¿Eres estúpido?', Al verlo agarrar un trozo de papel en su pecho tan protectoramente como si fuera toda su vida.

Pero al niño no le importaba nada, estaba demasiado feliz ahora mismo para prestar atención a estas pequeñas cosas en este momento. Tenía una forma para llenar y enviar al Hokage.


3 horas después.

Las calles de Konoha estaban llenas de aldeanos felices haciendo sus propias vidas. Naruto Uzumaki, con sus cabellos dorados más brillantes, caminó a su alrededor, serpenteando entre las piernas para asegurarse de no chocar con nadie.

El formulario de admisión, ahora todo lleno, todavía estaba agarrado a su pecho como un salvavidas. Porque, tenía que asegurarse de que no lo perdió accidentalmente. No, eso no pasaría en absoluto.

Él pocas veces había estado en esta parte de la aldea. Era el principal distrito comercial, actuando como el centro de todo el pueblo. Él nunca lo había necesitado. Él siempre se quedó en los alrededores de su casa o en caso contrario cerca de los compuestos del clan Uchiha. Tenía todo lo que siempre necesitaba de todos modos. Eran realmente agradables y acogedores, lo hicieron sentir seguro. Más seguro de lo que ahora se sentía por todas las miradas frías y los comentarios sarcásticos que recibía de todos aquellos a quienes llamaba la atención.

El no era ajeno a la razón de dicho tratamiento hacia él exclusivamente. Sabia que la bestia en su interior había hecho cosas malas en la aldea y había lastimado a mucha gente en la aldea antes de que el cuarto Hokage pusiera fin a sus acciones.

Ese pensamiento lo hizo sonreír, pensando en su sueño. Sus ojos se elevaron hacia arriba, para ver la montaña que ensombrecía la parte posterior del pueblo con dos caras sagradas talladas que los vigilaban a todos en todo momento.

Ese era su sueño. Él también tendría su cara allí un día. Él se convertiría en Hokage.


Bueno mis queridos lectores, este es el final del primer capítulo. Quiero aclararles algunas cosas que deben saber si quieren seguir y continuar leyendo este fin.

No se trata de un fic con un Dark Naruto, no digo que estos sean malos pero este va a ser un Naruto con un poco del primer, segundo y cuarto Hokage en su actitud. Y claro que tendrá momentos badass

Va a ser un fic harem porqué son los que más me gustan y había pensado hacerlo de un total de 5 mujeres y todas milf… es decir mayores que Naruto. Entre ellas estan:

Tsunade Senju

Mei Terumi

Samui

Manu

Acepto sugerencias para la última chica o que si agregar más.

Bueno, sin más que decir espero que para aquéllos que les haya gustado me digan que les pareció esta historia espero me dejen saber que les pareció, nos leeremos luego.