- Ha sido un error. Esto no debería haber pasado. – Recogí mi ropa del suelo mientras Kylo me miraba sentado en la silla del piloto, ya vestido- Hemos perdido la cabeza.

- Nos hemos dejado llevar por la fuerza.

- Los Jedi no se dejan llevar por la fuerza. Luke tenia razón, todavía no estoy preparada, he fallado.

- Luke esta anclado en el pasado. No se puede vivir de la tradición. Tranquilízate, tampoco has cometido un fallo tan horrible, al menos a mí no me ha parecido horrible para nada.

Le lance mi sujetador en un acto reflejo. Claro que a mi tampoco me había parecido horrible, pero analizándolo con la cabeza fría, esto no estaba nada bien. Éramos enemigos, nos íbamos a encontrar en el campo de batalla alguna vez y acostarse con el enemigo era considerado traición y una del más alto grado, eso seguro. Kylo se acercó a mí y me agarró la cara:

- Coincido en que siendo enemigos esto no tiene ni pies ni cabeza, pero la fuerza es incontrolable.

- No es verdad, se puede controlar.

- Solo contralamos aquella parte que la fuerza nos deja. Lo de anoche fue irrefrenable, ni con toda la voluntad y entrenamiento del mundo habríamos podido controlar algo que la fuerza quería que sucediese.

- Eso es una excusa que estas poniendo para justificarlo.

- No, se igual que tú los problemas que esto puede entrañar. Se que deberíamos alejarnos, tu puedes ser para mí…demasiado tentadora y he recorrido un camino muy largo para que ahora vengas tú con tu luz e interfieras en mi cabeza del modo en el que lo haces.

- ¿Entonces estas negándote a la fuerza?

- No. Tú tienes esperanzas en mí, en una vuelta a la luz y se que eso no va a ocurrir. Mi alma esta demasiado manchada, por eso no quiero que intentes lo que piensas.

- No estoy pensando en nada.

- Estas pensando que todo sería más fácil si yo estaría en tu lado, si yo seguiría los preceptos de Luke pero yo no quiero eso para mi mismo. La misma cárcel en la que yo vivo es lo que tu llamas hogar. ¿Cuál es la diferencia entre la Resistencia y la Primera Orden?

- ¿Estas hablando en serio? La Primera Orden quiere imponer una dictadura y la Resistencia quiere la paz.

- Estas demasiado influenciada por lo que te han contado. La Primera Orden y la Resistencia quieren básicamente lo mismo, imponer un orden en la Galaxia, que gustará y disgustará a unos y a otros. La República que tanto añoráis no fue perfecta.

- No creo que la Primera Orden ofrezca mejores posibilidades que la Resistencia.

- Por eso no debemos pertenecer a ninguna de las dos. La Primera Orden solo es el instrumento que quiero usar para llegar al poder, con él todo será más fácil, podre lograr crear un mundo igualitario, donde tu cuna no importe, donde haya paz y dos personas como tú y como yo no estén solas porque sus maestros se lo imponen así.

- Suena bien cuando lo dices, pero tú sabes que tus medios para conseguirlo no son buenos. No vas a poder acabar con la Primera Orden llegado el momento y te convertirás en Darth Vader.

- Snoke tiene menos control sobre mí del que piensa. Puedo ocultarle todo esto y eso es más de lo que pensé que podría hacer algún día.

- Usas la ira para desarrollar tu poder.

- Uso armas Jedis y Siths. ¿Por qué limitar la fuerza a dos estúpidas escuelas enfrentadas entre sí? Somos más que eso Rey. Tu y yo tenemos el potencial suficiente para llegar a ser más poderosos que Luke, Snoke o Darth Vader.

No podía contestarle nada porque tenia parte de razón, ¿Quién decidía que era bueno y malo? ¿Acaso no eran dos conceptos tan susceptibles de ser interpretados de forma personal? La fuerza a mí alrededor sufrió una perturbación. Noté como Luke trataba de comunicarse conmigo, pero cerré la conexión en seguida. No estaba segura de poder ocultar la presencia de Kylo:

- Tienes que irte antes de que alguien sospeche algo.

- Tú también.

- No voy a pedirte que te unas al lado oscuro, se que no lo harás. Solo quiero que medites sobre nuestra conversación y pienses en lo que podríamos lograr para la galaxia juntos.

- ¿Me estas proponiendo que me fugue contigo?

- Te estoy pidiendo que llegado el momento no me des la espalda. Se que es complicado de entender ahora mismo, pero tu misma vas a comprobar que tengo razón. Que la maldad y la bondad son subjetivas, que los Jedi y los Siths no son tan diferentes.

- Creo que te vas a decepcionar con mi respuesta.

Se acercó a mi frente y la besó. Me miró a los ojos y supe que aquello era una suerte de despedida. No sabía cuando iba a volver a verle ni la situación en la que se produciría nuestro siguiente encuentro, pero no quería pensar en su propuesta. Era atractivo no estar sola, era atractiva la idea de mundo igualitario y pacífico que tenía, pero sus medios no eran adecuados, no eran buenos, eran totalitarios y yo no podía defender aquello. Se colocó la máscara y yo termine de arreglar mi pelo y mi ropa:

- Adiós Rey, no me cierres las puertas de tu fuerza.

- Debería hacerlo.

- Deberías, pero soy un egoísta, quiero seguir unido a tu fuerza.

Se giró y salió por la rampa del Halcón dejándome con una sensación de vacío hasta ahora nunca sentida. Mi fuerza se debilitó porque se alejaba. Esa era el nivel de unión que habíamos logrado, tanto que nos hacíamos más fuerte al estar cerca y nos debilitábamos al estar lejos. Antes de permitirme el lujo de empezar a machacarme a mi misma con la culpabilidad y la ira, arranqué el Halcón y me dirigí a D'Qar de nuevo. En teoría mi viaje iba a durar un par de horas, no una noche entera y estaba segura de que Leia me buscaría y no se tragaría lo de Jakku.

Volví a sentir el llamado de la fuerza de Luke, abrí el intercomunicador y marqué su dirección. ¿Habría sentido mi conexión con Kylo?

- Leia estaba muy preocupada por ti. Anoche hubo una tormenta de fuerza tremenda, hacia tiempo que no veía nada igual, pensábamos que habrías tenido problemas con la nave.

- No, simplemente no quise volver con ese tiempo y pasé la noche en Jakku.

- ¿Para que has ido a Jakku si puede saberse?

- Quería recuperar alguna de mis antiguas posesiones. - Pude ver la cara de Luke a través del holograma, con gesto extraño, no se si había colado del todo- Pero no encontré nada, supongo que alguien las estará dando mejor uso ahora.

- Eres una Jedi, no nos apagamos a cosas materiales.

- Ya, pero yo no puedo saberlo porque mi maestro se ha negado a seguir guiándome.

- No es verdad, solo quiero que aclares tus ideas.

- Las tengo claras, quiero ser una Jedi.

- Eso puede que lo tengas claro, pero hay algo más en ti que no acaba de encajar, tienes que arreglarlo para poder seguir el entrenamiento o de lo contrario te perderé igual que perdí a…

Ambos supimos a quien se refería, pero yo también sabía la otra parte de la historia, esa en la que él tampoco era capaz de arreglar sus conflictos internos e incluso pensaba en acabar con la vida de Ben, ahora Kylo. Sentí rápidamente la desazón y los sentimientos contrariados que esto me provocaba. Era mi maestro, debía creerle a él por encima de Kylo, pero sin embargo yo veía dentro de Kylo como si fuese agua clara y sabía que no era mentira:

- Voy a llegar ya a D'Qar, nos vemos en otra ocasión.

- Sigue con tu entrenamiento físico.

Se cortó la comunicación y suspire. Kylo había logrado lo que quería, infundir en mi la duda y las dudas eran la más peligrosa de las enfermedades, esas que corrompían todo a su paso. Respiré oliendo aun mi piel a él, había sido espectacular, para que engañarnos. Nunca había experimentado nada igual pero también era igual de reprobable moralmente hablando. No quería perder el lazo que nos unía, pero tenía claro que no podía volver a entregarme así al enemigo, tendría que entrenar más para no volver a caer.

Leia me esperaba al pie de la nave con cara de preocupación y con Holdo tras de sí. Yo repetí para las dos mujeres la mentira que le había contado a Luke y luego para Poe y Chewie. Leia tenia una misión para Poe y su escuadrón y Chewie y yo queríamos participar en ella. No era nada del otro mundo, nada de la acción que Poe deseaba, probablemente sin explosiones, pero lo suficiente entretenida como para que yo no tendría que pensar y meditar sobre lo ocurrido. La misión era sencilla, debíamos acudir a un planeta afín a la resistencia con la flota de Poe para proteger la ruta comercial del planeta Sullust de la piratería. Este planeta era importante porque ayudarles y conseguir su apoyo total significaría controlar una parte de la ruta comercial de Rimma y acceso a otro planeta importante como era Eriadu, a los cuales también podíamos brindarles apoyo y ganarnos su apoyo a pesar de que se supone que era una de las zonas tradicionalmente controladas por el imperio.

Leia nos dijo que partiríamos a la mañana siguiente pero que en caso de emergencia deberíamos dejar todo lo que estábamos haciendo y volver a la base. Para poder contactar con nosotros en cualquier momento nos dio unas pulseras con un pequeño cristalito que cambiaba de color y emitía una pequeñísima descarga eléctrica para que conociésemos que las cosas no iban bien. Del mismo modo, también servía para localizarnos en casa de que nos perdiésemos pues tenia un gps incluido. Las instrucciones de la pulsera eran sencillas, el color verde era que todo estaba bien y el rojo parpadeando significaba ayuda.

Leia nos reunió a todos por la tarde para darnos instrucciones. Los piratas eran algo peligrosos, pero Leia pensaba que tendrían miedo al ver la flota protegida por un escuadrón de naves, no creía necesario el enfrentamiento. Al parecer llevaban mucho tiempo sufriendo problemas con los piratas y como era principio de mes, al planeta llegaba una gran cantidad de recursos que el mes pasado se había visto mermado por la actuación de los piratas y unos pilotos sin mucha sangre. Leia mandaba a Poe y su escuadrón porque tenía miedo de que fuesen atacados por fuerzas de la Primera Orden y confiaba más en Poe que en cualquiera de sus pilotos, lo conocía más en profundidad y aunque estaba algo loco, sabía que era uno de los mejores. Yo iba para impresionar, pues Leia sabía que presentarse con un Jedi cuando estos se creían extintos crearía una sensación de poder que resultaría atractiva.

Con todo atado y listo para que partiésemos a la mañana siguiente me dispuse a abandonar la sala de reuniones como los demás, pero Leia me agarró del brazo y espero a que todos los demás se fuesen:

- La próxima vez que quieras ir a alguna parte no es necesario que mientas, puedes decir la verdad, no somos enemigos.

- No entiendo a qué te refieres.

- Instada por Luke he comprobado el gps del Halcón y he visto que no has estado en Jakku, no le he dicho nada a Luke ni lo hare, creo que esta algo paranoico con el control sobre ti pero entiendo el porqué.

- Gracias, yo…

- Espero que sepas lo que estas haciendo porque esa tormenta de fuerza provenía de Yavin, que es curiosamente donde tu has estado. Siento la luz en ti, pero también siento la presencia de mi hijo y eso me preocupa, demasiado. ¿Esa tormenta tiene algo que ver con él?

- Se comunicó conmigo por la fuerza y quería verme, no para luchar sino para hablar conmigo.

- Eso fue una estupidez de tu parte, podía haberte herido Rey.

- Lo sé pero me arriesgue. Ví luz en él cuando…bueno ya sabes cuándo. Tengo la esperanza de que recapacite.

- Eso es difícil a pesar de la luz. – En sus ojos brillo la tristeza- ¿Qué quería?

- Convencerme para que me uniese a su causa.

- Era de esperar. ¿Y lo logró?

- No estaría aquí si lo hubiese conseguido. Sus medios no son los adecuados y yo no os traicionaría.

Asintió segura de que la decía la verdad y se la decía, eran como mi familia, los conocía y conocía sus propósitos, no podría hacerles eso, aunque tampoco podía contarle toda la verdad sobre nuestro encuentro o sobre la unión que la fuerza hacía de nosotros dos:

- No le diré nada a Luke pero por favor, no vuelvas a hacer algo así sin consultarme. En mí tienes una amiga, no soy Luke y también me gustaría ver a mi hijo regresar, a pesar de todo…Pero cuídate, puede ser una persona muy embaucadora, lo heredó de Han.

Sonrió con tristeza y pasó su mano por mi mejilla de forma maternal. Quizás no tenia que haberle contado una parte de lo que había pasado, pero verla sufrir me ponía triste porque yo sabía que ella era la única que podía ver más allá de Kylo y ver a Ben, al igual que había empezado a verlo yo.