Buenas tardes. hoy traigo el primer capítulo de una pequeña historia inspirada en otro de los trabajos de arte de Marty Hsu. Cualquier parecido con Undertale es pura coincidencia.


La Rosa Violeta

Durante una mañana normal en la mansión Ruby se encontraba en el patio trasero ayudando a Iris con unos de sus problemas en su jardín. Las plantas carnívoras que había traído desde el otro lado de la tierra habían empezado a marchitarse, y eso había dejado a Ruby muy preocupada por su querida amiga.

- Iris… descuida, este tipo de cosas pasan. – Dijo Ruby al sentarse en el suelo junto a su amiga cerca de su jardín.

- Lo se Ruby, pero… me preocupa Venus. ¿Ella también se marchitara como las otras? – Pregunto sin quitar sus manos del rostro con la voz llena de preocupación.

- No te preocupes por ello. – Contesto la chica pelirroja al tomar un libro que tenía cerca de ella. – Según la guía de plantas extrañas del mundo dice que las plantas carnívoras que trajiste necesitan más alimento y agua dependiendo de su tamaño. Venus es una planta pequeña por lo que solo necesita poca agua y unos pocos insectos para sobrevivir.

- ¿Entonces ella estará bien?

- Sí. Ya veraz como todo se solucionara en poco tiempo Iris. – Contesto su amiga al levantarse para ayudarla a cuidarlas.

Sintiéndose tan solo ligeramente mejor, Iris siguió tratando a sus plantas confiando que en un par de semanas se recuperarían. Ruby no pudo acompañarla demasiado tiempo pues debía ocuparse de otros asuntos en la mansión.

- Ruby siempre esta tan pendiente de todos nosotros, debería hacerle un regalo. – Pensó la pequeña cíclope al seguir cambiando la tierra de las plantas. – ¿Qué podría darle? ¿Un libro? No… muy obvio. O quizás un… no tampoco. Normalmente no tengo problemas con esto, pero ahora sí que los tengo. ¡Ya se! Mañana debo ir al pueblo por algunos víveres, será la ocasión perfecta para un regalo.


Como Iris dijo fue a la mañana siguiente hacia el pueblo esperando encontrar algún tipo de sorpresa para su amiga. Al pasar por varias tiendas de regalos y por el mercado de pulgas se encontró de frente a frente con un pequeño letrero en una tienda mediana que ponía en letras rojas y brillantes "Florería de importación los cuatro caminos".

Sintiendo curiosidad por esta nueva tienda entro haciendo sonar una pequeña campana en la puerta avisando al dueño, durante unos momentos se fijó en su interior y noto que habían grandes maceteros por todas partes con todos los tipos de flores imaginables, los muros estaban cubiertos de un tapiz azul claro lleno de pequeños bayas de madera que contenían una variedad de enredaderas que escalaban por lo muros dándole un aspecto de lo más colorido al negocio. En el mostrador había dos pequeños maceteros rojos, uno con una flor amarilla y otra con una rosa blanca como la luna. Iris sintió un poco de curiosidad y se acercó para verlas mejor hasta que escucho el sonido de la puerta del mostrador donde apareció el dueño.

- ¿Qué puedo hacer por ti pequeña? – Dijo el dueño, una mujer alta con la piel de un color verde limón con los ojos de color café que llevaba puesto un vestido negro de dama colonial, aunque el peinado era un gran afro negro.

- Buen día señorita, solo pase por que sentía un poco de curiosidad por lo que tenía. – Respondió Iris de forma sincera al sonreírle.

- ¿Entonces no te interesan las plantas que tengo a la venta? – Respondió la vendedora al sentarse en un banco de parque instalado cerca de unos rosales.

- ¿Qué tipo de flores vende señorita?

- Me llamo Rosaría pequeña, ¿acaso quieres hacerle un regalo a alguien especial? – Preguntó al acariciar los pétalos de unas rosas blancas.

- Sí, estoy buscando algo para mi mejor amiga. Pero no estoy segura de lo que pueda gustarle. – Dijo iris al seguir mirando las numerosas plantas del local.

En el rostro de Rosaría se dibujó una ligera sonrisa al reír un poco y le dijo. – Bueno pequeña, sonara algo raro pero los mejor regalo desde tiempos inmemoriales siempre han sido la fruta fresca y las flores, porque son fáciles y siempre harán felices al que las recibe.

Levantándose de su asiento se dirigió nuevamente al mostrador de cual saco una pequeña caja de madera llena de pequeños sobre de semillas. – Ahora dime, ¿Cómo es esta amiga tuya?

- Bueno, Ruby siempre está pendiente de nosotros, prepara el desayuno el almuerzo, la cena. Prácticamente nos ayuda a todos en lo que pueda.

- Vaya, tu amiga suena como una persona desinteresada y preocupada de sus amistades. Creo que la mercancía de exhibición no está a su talla. Espera un momento pequeña, volveré enseguida. – Dijo al llevarse la caja a la parte trasera de la tienda, dejando a Iris preguntándose que sería tan especial.

Al poco tiempo la señorita volvió trayendo consigo un pequeño frasco transparente con una pequeña semilla color purpura en su interior que le fue entregada en la mano a Iris. No estaba segura de por qué pero sabía que era especial.

- Esto pequeña es una semilla de una rosa violeta. Pero no es cualquier planta que se encuentre en cualquier jardín, esta tiene la cualidad de poder crecer y sobrevivir en cualquier lugar inhóspito, desde el desierto más árido hasta la montaña más alta y llena de hielo.

- Guau… suena increíble, ¿Por qué no he escuchado nada de esta planta? – Pregunto Iris al seguir mirando la semilla.

- Hay una razón por la cual esta tienda se llama los cuatro caminos, las plantas que llegan aquí son las más exóticas y extrañas del mundo. Pero yo las vendo a precio normal, después de todo, estas maravillas de la naturaleza deberían ser conocidas por todo el mundo. ¿No estás de acuerdo conmigo pequeña? – Dijo Rosaría dando una vuelta para mostrar su alegría por la herbolaria y las flores.

Las palabras de la vendedora la convencieron y acabo por comprar la semilla, la vendedora había recibido la paga y se fue a la parte trasera, a pesar de todo el precio fue razonable por lo que no tuvo problemas para volver a la mansión con el resto de los víveres.

Lo primero que hizo al llegar fue dejar las bolsas en la cocina e inmediatamente partió a su jardín para ver el estado de sus plantas. – No se preocupen, las cuidare hasta que se pongan mejor, incluso les traje mentas para después de su comida.. – Dijo al acercarse a las bolsas de abono para seguir su cuidado, después de esto le entregaría su regalo a Ruby.

En el tejado de la mansión…

- ¿Por qué no pensé en esto antes? Desde aquí pudo verlo todo el pueblo, el cementerio e incluso puedo sentir el dulce aroma de la inspiración. – Dijo Venus al estirar sus tallos para comenzar con su nuevo escrito. – Tengo que darte las gracias Ruby, tu idea fue muy buena.

- Me alegra haber podido ayudarte Venus. – Contesto la joven al estar sentada en una silla reclinable. – Este es un buen lugar para leer.

- Si, pero me pregunto ¿Qué será lo que molesta a Iris? No ha abandonado el jardín durante una semana y Squig se está impacientando por no haber salido junto a ella durante ese tiempo.

- Las demás plantas se están secando por lo que se está ocupando de su cuidado, ¿tu estas bien cierto?

- ¿Qué pregunta, como no estarlo? Me siento de maravilla. – Contesto sin dejar de escribió en su máquina. – Si hay alguien de quien preocuparse es ella.

- Si, iré a ver como esta en dentro de un rato. – Dijo al apoyarse más en la silla.

Mucho más tarde ese mismo día.

- Hola Iris, ¿necesitas ayuda? – Pregunto Chico Calavera al ver como su amiga seguía tratando las plantas.

- De hecho si Chico Calavera, ¿podrías cuidarlas un rato por mí? Debo entregarle algo a Ruby primero. – Dijo la pequeña que solamente le dijo eso y se fue corriendo a la mansión dejando detrás al confundido esqueleto.

- Claro… bueno, hora de ensuciarse las manos. Puede que descienda de una larga línea de famoso botánicos y herbolarios. –

Al decir eso se cambió rápidamente la ropa a la de un jardinero para empezar el cuidado.

Dentro de la mansión Ruby estaba preparando un pastel para la cena hasta que Iris parece con un pequeño paquete en sus manos. – Toma Ruby.

- Oh, muchas gracias Iris ¿a qué se debe la ocasión? – Pregunto al mirar el pequeño envoltorio con curiosidad.

- Solamente te quería dar las gracias por toda lo que has hecho por mí.

Lentamente Ruby empezó a abrir el envoltorio revelando el frasco con la semilla en su interior, preguntándose qué tipo de planta le había dado su amiga.

- Es una semilla de rosa violeta, por lo que me dijeron es un planta muy rara y por eso te la traje.

- Muchas gracias Iris, la plantare enseguida después de dejar el pastel en el horno. – Dijo alegremente la joven pelirroja.

En poco tiempo las dos amigas fueron al jardín para tomar un macetero de plástico con tierra especial para comenzar el cultivo de la extraña rosa. Le dieron un poco agua y la dejaron en la mesa de la cocina, pues no querían arriesgarse a que una lluvia u otros cambios climáticos la dañaran o interrumpieran su crecimiento, a pesar de que Iris le dijo que la planta podía sobrevivirlo todo. Claro que todavía estaba por verse si podía sobrevivir a Desgracia.

Pasada la medianoche el silencio se volvió en gobernante de la mansión junto al tic tac del reloj, en la mesa de la cocina se podía admirar el macetero siendo iluminado por los suaves y gentiles rayos de la luna hasta que la tierra dentro de ella empezó a agitarse lentamente abriéndole paso a un pequeño bulbo de flor de un fuerte color verde de no más de tres centímetros de alto que se movía lentamente como si danzara ante algo que nadie más que ella podía sentir. A primera hora de la mañana Ruby se había levantado para poder preparar el desayuno, todo el mundo seguía durmiendo por lo que parecía así que tranquilamente hizo su camino a la cocina hasta que vio lo que había sucedido durante la noche.

Un pequeño bulbo de flor de más de diez centímetros había crecido empezando lentamente a abrir su interior a medida que su color verdoso se volvía más y más de un tono violeta. La joven no podía creer lo que sucedía, ninguna planta crece tan deprisa. Sin duda era una planta muy especial como le dijo Iris.

- No puedo dejarla aquí, tendré que dejarla con las demás. – Dijo la joven al tomarla con cuidado hasta que escucho un pequeño bostezo femenino muy cerca. Mirando hacia la entrada de la cocina esperaba encontrarse con Desgracia o Iris, pero nada. No había nadie a la vista.

Nuevamente volvió a oír el mismo bostezo y esta vez miro a la planta pensando si había sido ella la que había hecho ese ruido, no volvió a sentir un sonido extraño por un rato hasta que finalmente salió hacia el jardín para plantarla cerca de las demás flores.

El día estaba igual como cualquier otro, totalmente nublado, Ruby se puso unos guantes y tomo algunas herramientas de jardinería e hizo un agujero entre las demás para depositar cuidadosamente el extraño retoño de rosa. Después de asegurarse de que se encontraba apropiadamente enterrada tomo una regadera llena de agua y las roció a todas.

Tras acabar con ello se disponía volver a la mansión para ocuparse de otros asuntos hasta que escucho una voz de una niña pequeña.

- ¿Eres mi mama?

Ruby volvió a mirar por todas partes preguntándose si estaba oyendo cosas hasta que finalmente noto como el retoño de rosa se movía ligeramente. ¿Podría ser? Pero no era imposible, después de todo Venus podía hablar.

- ¿Tu… hablaste pequeña? – Pregunto Ruby al acercarse a la rosa.

- Si, ¿eres mi mama? – Volvió a preguntar a la planta que parecía no poder abrir sus ojos todavía.

- No, no soy tu madre. Me llamo Ruby, ¿tienes nombre?

- No. ¿Dónde está mi mami? – Pregunto al mover su cabeza guiándose por el sonido de la voz de Ruby.

- Tengo que decirle de esto a alguien, espera un poco. – Dijo Ruby al marchar a la mansión dejándola sola, solo que no se percató de que la rosa volvió a crecer cinco centímetros durante su corta ausencia.


Ruby al final logro traer al jardín a Chico Calavera, Iris, Poe, Venus y a Frank y Len que se sentían sorprendidos por el extraño fenómeno.

- ¿Sabes quién es tu madre? – Pregunto Iris que llevaba a Venus en sus manos.

- No, solo sé que tengo una mama, ¿tú eres mi mama? – Volvió a preguntar moviendo la cabeza en dirección hacia Iris.

- No, lo siento. – Respondió la pequeña ciclope al mover la cabeza de lado a lado.

- Descuida Iris, soy un conocedor de plantas y creo saber lo que ocurre. Solo déjeme buscar en mi biblioteca. – Dijo Poe al ir volando hacia su casa.

- Esto es extraño, las plantas no tienen padres, las semillas se sueltas o sus esporas vuelas hacia otras partes.

- ¿Disculpa? Creo saber una cosa o dos sobre las plantas sobre todo porque soy una Chico Calavera. – Dijo una molesta Venus al cruzar sus tallos. – Si los tenemos, solo que nunca los conocemos.

- ¿Cómo los sabes? – Pregunto Frank.

- Solo lo sé de acuerdo chicos, pero bueno, en ese entonces mis únicos impulsos eran comer, comer y comer de nuevo hasta que encontré algo extraño en el suelo y me calmo.

- No tengo mami… - Dijo la pequeña rosa al bajar su cabeza soltando una lagrima verde que hizo crecer un poco de pasto donde cayó.

Era una situación algo delicada, si, era cierto que Venus podía hablar pero los motivos por los cuales su personalidad paso de salvaje a otra no tan salvaje era desconocidos por todos. Ahora tenían consigo una planta que había germinado en menos de doce horas y ya podía hablar español de forma fluida y clara.

- Yo soy tú mama.

Todos vieron como Ruby se había arrodillado para acariciar la cabeza de la rosa con uno de sus dedos para calmarla.

- ¿Eres mi mami? – Volvió a preguntar alzando un poco la cabeza.

- Sí, soy tu mami.

El dedo de Ruby fue atrapado cariñosamente por los pequeños y finos tallos de la planta mientras sonreía.

- Pero Ruby, tú no eres… - Dijo Chico Calavera en voz baja a lo que Ruby solo le hizo un gesto de que no hablara por ahora y susurrando también le dijo.

- Lo sé, pero no puedo dejarla así de triste, por ahora le diremos esto hasta averiguar más sobre ella.

La pequeña planta seguía sujeta a su dedo mientras soltaba una pequeña risa de felicidad. – Te quiero mami.

- Y yo a ti, creo que deberíamos darle un nombre. – Dijo Ruby a sus amigos que empezaron a pensar en uno.

- ¿Qué tal si la llamamos Rosa? – Dijo Len al levantar la mano.

- Es un nombre muy tonto para una flor Len… – Dijo Frank. – Mejor llamémosla Violeta.

- Tengo uno. – Dijo Calavera. – ¿Qué les parece si la llamamos Charlotte?

- Me gusta, ¿oíste? Tu nombre es Charlotte. – Dijo Ruby al volverá acariciar la cabeza de la rosa con su dedo libre.

- Me gusta mami. – Dijo la pequeña rosa bastante feliz.


Al otro lado del pueblo en la florería...

- Tenemos todos los tipos de semillas y flores del mundo señorita, solo dígame lo que necesita y se lo entregaremos al mejor precio posible.

- Eso fue lo que mi nieta me dijo señorita. Vera, soy jardinero y me encargo del mantenimiento del parque de Gloomsville, y me gustaría plantar varios tipos de flores y rosas para darle un poco más de vida. Es demasiado deprimente el estado en el que se encuentra.

- Lo entiendo perfectamente señor. Le podría entregar unas semillas de girasoles, belladona, pasionarias, incluso tengo flores gigantes del Nilo. Solo no me pregunte como las consigo. – Dijo Rosaría totalmente feliz por el negocio entre manos.

Antes de poder siquiera ir a la parte trasera por mas semillas se sintió la campana de la puerta, nuevamente la herbolaria estaba contenta por el creciente número de clientes, solo que la visita no sería lo que se esperaba.

- Disculpe señorita. – Dijo una joven niña que llevaba un macetero entre sus manos con una planta extraña.

- Te recuerdo pequeña, eres la niña del mes pasado. Si no mal recuerdo te di una semilla de lágrima lunar. ¿Cómo está? me imagino que el retoño debe ser muy fuerte a estas alturas.

- Bueno… sí. Pero no es una flor señorita. – Dijo la joven al enseñarle la planta a Rosaría y al viejo jardinero.

La "flor" era en realidad una especie de cactus de color azul con las espinas de color blanco y una pequeña flor roja como un tomate en la parte superior que dejo perpleja a la herbolaria por esto.

- No… no lo entiendo, este es un cactus de los hielos de Alaska. ¿Cómo fue que…?

- No se preocupe señorita, me gusto esta planta. – Dijo la joven sonriendo. – Vine porque quería saber que cuidados precisa realmente esta cactus.

- Ese no es el punto niña. El problema es que no te vendí lo que realmente querías. – Dijo al tomar el macetero para dejarlo en la mesa. – Las semillas de los cactus de los hielos y las lágrimas lunares son similares y difíciles de distinguir los unos de otros. ¿Abre cometido el mismo error con los otros pedidos?

- Entonces señorita ¿no podrá darme mi pedido? – Pregunto el jardinero.

- Si señor, pero tendrá que esperar algunos días. Tendré que revisar los registros de entregas y pedidos para asegurarme si a los demás clientes no les di las plantas que necesitaban. Solo espero que esto no se me salga de control más allá de lo que ya creo. – Dijo un poco nerviosa. – Lo siento mucho, pero la tienda estará cerrara hasta que arregle esta confusión.

De vuelta en la mansión esa misma noche.

Todo el mundo se encontraba en la sala escuchando un nuevo programa de misterio en la radio con excepción de Ruby e Iris que estaban en el jardín atendiendo a la pequeña Charlotte.

- Oye Ruby, ¿no te parece que se está haciendo más grande a cada momento? – Pregunto la pequeña ciclope al ver que ya media más de medio metro de altura.

- Puede que sí, después de todo es una planta muy exótica Iris. – contesto su amiga al darle otro poco más de agua con la manguera.

La rosa ya estaba totalmente florecida con los tallos verdes marrón y unas enredaderas que empezaron a crecer hace poco más de una hora, aunque sus ojos todavía no podían abrirse del todo por lo que veía todo un poco borroso.

- Muchas gracias mami y tía Iris. Creo que estaré bien esta noche. – Contesto al seguir con su cabeza el sonido que Ruby hacía con su voz y pisadas. – Deberían descansar.

Sin más que hacer por el momento se marcharon a la mansión, pero antes Ruby acaricio sus pétalos antes de entrar a la casa para ver si podía escuchar lo último del programa de radio. La "pequeña" Charlotte empezó a bostezar un poco antes de bajar un poco la cabeza para descansar, y esa misma noche pasando desadvertido para todos en la mansión al igual que para Charlotte sus raíces empezaron a cavar más profundamente y expandiéndose alrededor de los terrenos de forma lenta pero segura.


Subire el proximo capitulo tan pronto esté listo, espero que tengan un buen dia y suerte con sus historias.