Lo prometido es deuda. Aquí esta el final de esta historia. Con el pie para otra a historia a futuro


La Rosa Violeta

Epilogo

Dos meses después…

- Vamos Ruby, llegaremos tarde a la ceremonia de inauguración.

- Iris, la ceremonia empezara al medio día. Todavía tenemos mucho tiempo antes de que comience.

Las dos jóvenes estaban conversando mientras se encontraban en el jardín, Iris estaba dando brincos con sus resortes por todo el lugar y Ruby estaba regando unas flores en su nuevo jardín con la ayuda de Charlotte.

- Que gran trabajo has hecho Charlotte. Todas las flores que has producido han florecido en menos de dos días. – Dijo Ruby al ponerse de rodillas mientras examinaba como las flores se movían ligeramente por el agua.

- Gracias madre, creo que ya me estoy acostumbrando a esto y a lo otro. – Contesto la rosa alegremente al juntar sus ramas.

Desde el incidente las cosas han ido a mejor para todos, en especial para Charlotte. Con la ayuda de la señorita Rosaría la rosa había aprendido lo que era ser una Rosa Madre, pero a Charlotte le gustaba más la definición de Rosa Violeta muy a pesar de lo que ella le decía.

En menos de dos semanas la rosa había podido finalmente el controlar sus raíces llevándolas a lo más profundo de la tierra en una dirección. Chico Calavera con la ayuda de Iris descendieron hasta la parte donde las raíces habían tocado tierra, por lo que dijeron parecía ser que alcanzaron un gran manantial subterráneo que parecía cubrir las necesidades de la rosa. Por otra parte la señorita Rosaría les había dado una fórmula especia que vertieron en las aguas del manantial que mantendría a las raíces lejos del pueblo por lo nutritivo que le resultaría el extraño elixir.

- Ruby, por favor, no quiero llegar tarde y hacer una fila. Son tan aburridas. – Dijo la joven al sacudir los hombros de Ruby por detrás.

Suspirando la joven respondió. – Muy bien Iris. Solo dame un momento.

- Déjame ayudarte con eso madre.

En unos instantes unas enredaderas que crecían en uno de los muros de la mansión se abrieron paso escalando hasta la ventana de la habitación de su madre. Trayéndole consigo una abrigo, un pequeño bolso y una bufanda.

- Muchas gracias. – Dijo la joven al recibir las cosas.

- De nada. Oye tía Iris, ¿Qué es lo que van a ver exactamente? – Pregunto la Rosa al mover la cabeza de lado.

- Se me olvido decírtelo Charlotte, hoy van a reabrir el parque después de las remodelaciones. Dicen que ahora está más vivo que nunca y todo es por ti. – Respondió la joven muy emocionada.

- Muchas gracias… es solo que eso lo hice sin saberlo.

- Y no lo saben, nadie en el pueblo además de nosotras y la señorita Rosaría saben que fuiste tú, todos piensan que fue algo más lo que sucedió ese día. – Respondió Ruby.

- Ya veo, bueno. Solo les deseo mucha suerte y que se diviertan mucho

- ¿Pero qué es lo que van a hacer mientras estanos fuera? – Pregunto Ruby con curiosidad.

- Tranquila madre, Venus dijo que vendría más tarde para enseñarme a escribir. Luego de eso vamos a escuchar un poco de música en su tocadiscos y después, después no lo sé.

- Ya pensaran en algo Charlotte.

- Cuida la casa mientras no estamos. – Dijo Iris.

Antes de que pudieran partir Charlotte tomo a Ruby y a Iris con una enredaderas y las acerco a ella mientras cerraba los ojos y respiro de forma profunda. En un instante la rosa soplo a las dos jóvenes una especie de humo de color purpura transparente. Hasta que se disipo en el aire.

- Huele, huele a flores. – Dijo iris al oler su ropa.

- ¿Pero por qué Charlotte? no es que no me guste pero no estoy muy acostumbrada a usar perfume. – Dijo Ruby al mirarla.

- Bueno, es algo que leí en una revista que me trajo Venus el otro día. Decía que las chicas debían verse bien, oler bien, maquillarse, y pensé que quizás tenía que hacer algo para que se vieran linda. Ahora déjenme ponerles unas flores en su cabello.

Nuevamente la rosa intento atrapar a las jóvenes pero esta vez fueron más rápidas que ella y evadieron su presa mientras que Iris decía de forma apresurada. – Lo siento mucho, pero no quiero Charlotte, vamos Ruby.

En un instante las dos jóvenes se alejaron del jardín para dirigirse al pueblo dejando a la rosa detrás que solo las miro mientras se despedía con una de sus ramas abanicando el aire mientras les sonreía.

- No lo sé Ruby, creo que Charlotte ahora actúa más como si ella fuera tu madre que como tú lo fuiste con ella.

- Crecen tan rápido. – Respondió la pelirroja al soltar una pequeña risa junto con su amiga.

El camino hasta el pueblo no fue difícil una vez que volvieron a poner en circulación el tranvía. Por lo que el viaje fue corto y tranquilo. Por el camino Ruby pensó en todos los eventos que le siguieron al incidente. El día de ayer recibieron una carta de Desgracia que decía que regresaría la próxima semana con algunos regalos para todos, Frank y Len habían recibido una audición para ser parte de un espectáculo en otro pueblo por lo que no regresarían hasta la próxima semana. Chico Calavera había estado ocupado con un proyecto personal durante los últimos días diciendo que se los dejara ver una vez termine.

En poco tiempo arribaron a Gloomsville y el pueblo estaba en orden y sin señales de que alguna vez hubo un desastre. La gente caminaba tranquilamente dirigiéndose a sus respectivos destinos con la diferencia de algunas personas que esperaban el reabrir de la nueva plaza. Pero en el camino se encontraron con muchas otras cosas interesantes.

Cerca del ayuntamiento se encontraba una construcción en progreso de una nuevo edifico, según por lo que tenían entendido se estaba trabajando en un nuevo teatro como también estaban los planes para una sala de cine en los próximos meses. También a pesar de lo que sucedió todavía se podía ver unas cuantas flores blancas que habían sobrevivido creciendo en los jardines de algunas casas y en las esquinas de las calles. Hace una semana atrás Ruby le había preguntado a la señorita Rosaría si eran inofensivas y le dijo que no tenía nada de qué preocuparse.

Y hablando de Rosaría…

- Tenías razón Ruby, todavía es temprano.

- Te lo dije Iris, pero podríamos aprovechar la ocasión para ir a la tienda, todavía me falta comprar huevos, harina y algo de azúcar.

- Bueno, yo voy a ir a la tienda de la señorita Rosaría para ver si tiene alguna nueva planta exótica.

- Iré contigo, me gustaría ver cómo le va ahora.

- ¿Y qué pasa con lo que ibas a comprar?

- Iré luego, tenemos todo el día Iris.

El camino hasta la florería fue corto. El negocio se encontraba como nuevo y ahora tenía una larga mesa de madera en la parte de afuera con muchas plantas de exhibición y había una persona regándolas, alguien que Ruby reconoció enseguida.

- ¿Verónica?

La joven delincuente se dio media vuelta sorprendida por que la llamaron. La joven lucia ligeramente diferente, llevaba un delantal de color negro con el nombre de la tienda en él. –Esperen, ¿la niña tonta y el fenómeno de un solo ojo?

Ruby solo rodo los ojos pensando que eso apodos no eran muy apropiados paras ellas y le contesto. – No creo que deberías darnos esos apodos tan feos Verónica, nosotras no te damos ninguno.

- Oh, lo siento. – Dijo la joven al dar media vuelta para volver a sus asuntos.

- Ruby, ¿dijo que lo sentía? – Pregunto Iris al susurrarle.

- Si, eso parece. – Le contesto en un susurro.

- ¿Te encuentras bien? – Pregunto Iris al mirar a la joven.

- ¿Qué parece que hago niña? Tengo un trabajo de medio tiempo en la florería. – Contesto al mirar hacia el cielo harta de la presencia de las jóvenes. – Si quieren comprarle algo a la señora Afro se encuentra dentro de la tienda. Yo solo me ocupo de cuidar y regar las plantas.

Las dos jovencitas se miraron a las caras pensado en que momento de los últimos meses esta joven encontró un trabajo aquí, porque ahora no era tan hostil como antes.

- Entonces… ¿Cómo le va a la rosa esa? –Pregunto la joven sin mirarlas aun ocupada.

- Charlotte se encuentra perfectamente. – Respondió Iris al dirigirse hacia la mesa donde se encontraban la joven. – ¿Qué son estas rosas? nunca había visto unas con este color.

- Déjame ver Iris. – Dijo la pelirroja al ir también a la mesa poniéndose al otro lado de la delincuente.

Las rosas que Verónica estaba atendiendo eran sin dudad algo extrañas, eran rosas sin duda, pero rosas de un color azul, uno que nunca antes habían visto en una rosa. – ¿De sonde las saco las señorita Rosaría? – Pregunto La ciclope.

- No tengo la menor idea niña y tampoco me importa, solo llevo aquí dos semanas. Si quieren saberlo deberían preguntarle a la señora Afro. – Contesto al señalar la entrada con el pulgar aun sin mirarlas.

Ruby observo un pequeño reloj que llevaba en su bolso y todavía les quedaba más de una hora antes de la reinauguración del parque. – Aun tenemos mucho tiempo libre Iris, vamos a preguntarle y a ver qué tiene de nuevo, además de las rosas claro.

Con esta palabras las jóvenes entraron, y el interior estaba igual que antes solo que con una o dos nuevas plantas en exposición, Rosaría se encontraba sentada en el banco que tenía en el interior leyendo un libro atentamente apenas prestando atención a su alrededor.

- Señorita Rosaría, ¿Cómo le va? – Dijo Ruby.

- Niñas, me alegro de verlas. – Contesto al deja el libro a un lado del banco. – Me preguntaba cuando volverían, el negocio está floreciendo como las flores del desierto que tengo en el jardín del patio trasero.

- Nos alegra saberlo, ¿no ha tenido ningún problema? – Pregunto Iris.

- ¿Problemas? No, gracias al cielo no los he tenido, después de todo me han mantenido ocupada con todos los rosales y arbustos que han plantado en el parque y una que otra planta exótica que les juro de corazón, no causaran ningún tipo de problema o malentendió como la última vez. – Dijo la mujer al hace la marca de cruz en el pecho. – Díganme, ¿Qué las trae por aquí?

- Oh, quería ver si tenía alguna nueva planta, y ahora que estoy aquí quiero comprarle algo de comida para plantas carnívoras.. – Dijo Iris al alzar la mano dando brincos.

- Bien, dame un minuto e iré por ella, ¿y tú Ruby?

- Yo quisiera saber sobre esas rosas que tiene afuera, y también me preguntaba el por qué es que Verónica está trabajando aquí.

- Muy bien. – Dijo la mujer al dirigirse hacia un estante con bolsas mientras las jovencitas se sentaron en el banco.. – Encontré a la muchacha haciendo de vaga cerca de la tienda y me dije:

- "Rosaría, deberías ayudar a esa chica y de paso te ayudarías a ti misma"

- "¿Es en serio?" – Me pregunte.

- "Claro, con una ayudante te facilitarías la vida mi buena amiga"

- "Es verdad"

- Y más o menos así fue. Termino la mujer al entregarle a Iris la bolsa de alimento. – Debo decir que me tomo un poco de tiempo para convencerla pero al final todo salió a pedir de boca. Aun así, me gustaría que me llamara por mi nombre y no con ese apodo tan malo… - Dijo al rodar los ojos.

- Ya veo, me alegro por ella. – Contesto Ruby al levantarse junto a Iris. – Señorita Rosaría, me gustaría cómprale algunas de esas rosas azules.

- Oh, pero que sabia decisión. – Dijo Rosaría de forma muy alegre con las manos en la cintura. – Una orden de semillas de rosas azules para mis más distinguidas clientes, y amigas.

- Nunca había visto rosas de esta tonalidad, ¿Dónde se encuentran? – Pregunto Ruby al observar el paquete que Rosara traía consigo.

La herbolaria sonrió y le respondió. – En ninguna parte pequeña, las rosas azules no crecen en la naturaleza.

- ¿Entonces cómo? – Pregunto esta vez Iris intrigada.

La señorita Rosaría miro a los lados y les indicó que les acercara para susúrrale a lo que las jóvenes estaban aún más intrigadas por lo que les diría.

- Es un secreto. – Contesto al dar una sonrisa por la expresión de decepción que mostraron al oír eso.

- Ahhh… yo quería saber. – Dijo Iris

- Lo siento mucho chicas, hay cosas que no puedo decirles. Pero no se sientan mal, les aseguro que estas rosas no lastimarían ni a una mosca. Al menos eso creo…

- Me gustaría saber de dónde viene, pero creo que es mejor no entrometernos en ese asunto Iris.

- Muy bien Ruby aun así me gustaría saber. – Dijo Iris algo decepcionada.

- Lo siento de verdad. Pero oigan. Ahora podrán presumir de un hermoso jardín con rosas exóticas en él. Por cierto, iré durante los siguientes días a la mansión para controlar el crecimiento de Charlotte, pero estoy segura de que vinieron a ver la reinauguración del parque, ¿oh me equivoco?

- Claro que sí. – Contesto Ruby.

- Bien, espero que tengan un buen día y no se olviden de verlos rosales que instale en el parque, sin duda les encantaran niñas. – Dijo Rosaría con las manos en la cintura.

Ambas jovencitas salieron de la tienda dispuestas a seguir con su camino hasta la plaza, Iris cargaba el alimento en una pequeña bolsa al igual que Ruby había guardado las semillas en su bolso. Solo que antes de partir…

- Hey Verónica. – Dijo Ruby al saludarla nuevamente.

- ¿Ahora que quieren? No ven que estoy ocupada. – Contesto algo molesta.

- No quiero molestarte, solo quería decirte que me alegra que ya no estés robando.

- ¿Y quién dijo que ya no lo hago? – Dijo la joven de forma maliciosa.

- ¿Ah?

- Solo bromeo. – Contesto la joven con una ligera sonrisa. – Descuida niña tonta, no planeo nada malo. Solo estoy tratando… de aprender algo diferente, ¿no hay nada de malo con eso, cierto?

- Para nada. Te vez más feliz.

-Oh… gracias, supongo. – Dijo la joven algo apenada al bajar la cabeza.

- ¿Te sientes bien? no pareces ser tu misma. – Pregunto Iris.

- ¡Claro que me encuentro bien! – Vocifero molesta. – ¿Y quieren por favor dejar esas tontas sonrisas? Me ponen nerviosa. Dios…

- Lo lamento yo-

- ¡Hay está de nuevo! No digas ni una sola palabra más, por favor niña.

A esa respuesta Ruby llevo ambas manos a su boca tapándola al igual que Iris que tampoco quería molestar a la joven nuevamente, cosa que pareció tranquilizarla. Relativamente…

- Y… ¿Qué compraron niñas? – Pregunto ahora con curiosidad al devolver su atención a las rosas.

- Comida para mis plantas carnívoras y Ruby compro unas semillas de rosas azules.

- Rosas azules, ¿acaso planeas tener todos los colores de rosas en existencia niña?

- Ahora que lo dices… - Dijo Ruby al cruzar los brazos de forma pensativa.

- ¡Solo bromeaba! – Dijo ya bastante alterada al recordar como Charlotte la levanto del tobillo ese día. – Por favor. No lo hagas niña tonta.

- Descuida Verónica, solo estaba bromeando. – Contesto Ruby al soltar una pequeña risa.

- No me gustan las bromas. – Contesto algo molesta por el juego de la joven pelirroja. – Da igual, deberían irse, si es que van a ver esa cosa del parque o lo que sea.

- ¡Es verdad Ruby! llegaremos tarde si no nos damos prisa. – Dijo Iris al llevar sus manos a la boca por la sorpresa.

- Tienes razón, se está haciendo tarde. Hasta pronto Verónica, cuídate.

- Como sea… - Contesto de forma indiferente a la joven sin darse la vuelta.

Iris tomo a Ruby de ambas mano mientras la joven intentaba seguirle el ritmo al ser llevada por ella. Ruby por su parte tuvo el presentimiento que el pueblo y la mansión podrían pasar por otros cambios con el tiempo, pero bueno. Eso solamente el tiempo lo diría. Verónica por otro lado giro un poco la cabeza para ver como las dos extrañas jovencitas se alejaban por una esquina hasta que sintió el sonido de la campanilla de la puerta.

- ¿Qué sucede? Pensé que a esta hora estarías refunfuñado como de costumbre. – Pregunto Rosaría que llevaba una bandeja con una jarra de té helado.

- Para nada, solo estaba pensado.

¿En qué?

- Es solo que el otro día la escuche hablar por teléfono señora Afro con alguien, era sobre el asunto del traslado de la rosa esa.

- ¿Y? – Dijo de forma indiferente a servirle una taza.

- Y eso, usted pidió que no la trasladaran, usted quiere que se quede aquí. ¿Por qué?

- Bueno, en primer lugar, debes llamarme Señorita Rosaría, en segundo lugar. No quiero que la trasladen por motivos personales.

- ¿Y esos motivos son?

- Es solo que. Es solo que no tengo el corazón para separar a una madre de su hija.

- Pero ni siquiera son familia.

- A veces la familia es más que compartir la misma sangre o especie. Es un conocimiento común. Además, este pueblo necesita más verde, no puedo soportar la vista de un lugar tan… tan desolado, es como si la mismísima muerte caminara por las calles cada mañana. – Dijo la mujer mirando a todas partes.

- Entonces, la rosa se quedara. No es que me importe demasiado, es solo que me parece un poco raro ver el pueblo con, ¿Cómo fue que le dijo? Así, "verde". Pero estamos demasiados acostumbrados al paisaje que ve.

- Bueno, es verdad pero el parque será un buen inicio mi joven aprendiz, y ahora necesito que me ayudes a mover algunos paquetes que tengo en la parte trasera.

- Si señora Afr- quiero decir, Señorita Rosaría… - Dijo la joven al entrar a la tienda junto a Rosaría dejando detrás el jardín exótica que tenían en frente.

Mientras tanto en la mansión….

El silencio que rodeaba el nuevo jardín de la mansión estaba siendo roto por dos sonidos, uno de ellos era el sonido de una máquina de escribir y el segundo era el de un tocadiscos que entonaba un cantico muy tranquilo y suave.

- ¿Lo ves? así es como se escribe un artículo. – Dijo Venus al dar los últimos toques al escrito.

- Oh, ya entendí.

- ¿Quieres intentarlo?

- ¡Si, si quiero hacerlo? – Dijo muy emocionada.

- Bien, recuerda que debes decir que es lo que más te gusta el pueblo.

- Me gusta todo, me gusta el viento, las flores, el sol aunque no lo he visto, la lluvia, mi madre, la tía iris, Chico Calavera, Poe, tú, la luna, las nubes, los…

- Charlotte, escúchame. Es muy lindo que te guste, bueno, te gustan muchas cosas pero también debes saber decir lo que no te gusta.

- No me gusta que molesten a madre.

- Si, no puedo poner eso en el artículo, ¿algo más?

- Mmm… no me gustan los ruidos molestos.

- Esto tomará lo suyo… - Dijo la planta un poco frustrada.

- ¿Qué cosa tomará lo suyo?

- El artículo, pero no importa. Lo terminare antes el atardecer.

- Me hubiera podido poder ayudarte más con eso.

- Descuida, con el tiempo aprenderás, después de todo Charlotte, no se aprende de la noche a la mañana lo que yo hago.

- Pero la tía Iris me dijo que…

- ¡Que no se aprende de la noche a la mañana Charlotte! – Vocifero Venus al poner sus tallos en la máquina de escribir.

- Bu- bueno… si tú lo dices. – Contesto la rosa algo apenada por lo que dijo.

- Muy bien, ahora, ¿en qué estaba? así, el artículo

Así sin más Venus continuo con su escrito dejando a Charlotee confundida, pero rápidamente la atención de la rosa se centró en el tocadiscos a medida que movía su cabeza al ritmo de la apacible música.

Charlotte pensaba en lo mucho que su madre se estaba divirtiendo en el pueblo y después una idea se le cruzo por la mente. – "Cuando madre regrese hare crecer un gran racimo de flores en el interior de la casa, no creo que eso la moleste demasiado". – Las locas ideas de Charlotte por expandir un poco más el jardín la acompañaron hasta el regreso de Ruby e iris con los últimos vestigios del sol que se perdían por el horizonte. Al llegar la luna la rosa violeta se echó a dormir esperando un nuevo día para divertirse junto a su madre y a sus amigos. Sabiendo que sin importar lo que sucediera siempre podría contar con el apoyo de su querida madre. Con ese último pensamiento y una sonrisa antes de cerrar sus pétalos se entregó a un apacible sueño.

Fin


Gracias por pasar por aquí y con orgullo digo que este es el primer fanfiction en español de Ruby Gloom que está finalizado. ¡Hurra por mí! pero en serio gente. ¿Acaso soy la única persona que ha terminado una historia en español aquí sobre esta serie? no sé si hay más por allí que estén terminadas pero aquí en Net me parece raro. Sobre todo porque el fandom en su momento era bastante activo, pero bueno, no puedo decirle a la gente que debe hacer, cada uno expresa sus ideas respecto a diferentes sagas de maneras distintas. Ya sea por medio de trabajos de arte animaciones o escritos. Sinceramente nunca hubiera empezado a publicar si no fuera porque alguien me convenció al final de hacerlo y le agradezco por el empujón.

Sé que esta historia no es perfecta, tiene muchos errores en la escritura y algunas ideas no se presentan de forma muy clara. Pero bueno espero aprende más con el tiempo para corregir esas fallas. También quiero decir que no me esperaba recibir más de cien visitas, sinceramente esperaba veinte a lo mucho pero para mí eso es un logro considerando lo inactivo de esta sección de la página.

Como siempre espero que tengan un buen día y les deseo mucha suerte con sus proyectos e historias. Los veré más tarde.

Atentamente Lucky Ted.