Pero bueno, mira quién ha vuelto de entre los muertos(? Sepes, volví jajaja, al menos estaba más tranquila porque la historia en sí estaba finalizada(? Pero, necesitamos el epílogo para que todo se quede bien :D entonces... ¡aquí está! Es algo larguillo porque me lo he estado pensando mucho tiempo, demasiado... eh... feliz verano y a leer chicos!


Respondo sexys reviews:

EAA41777: si mis sentidos arácnidos no me fallan, eres mi querida fan de marvel, veo que has hecho un cambio radical en tu nombre y foto de perfil(? Es decir, me gustaba la Erza que tenías (si no me equivoco era Erza xD Porque el vestido que llevaba así blanco y las armas alrededor me recordaban a ella, sino, ignórame jajajaja) Espero que no murieras de ansia(? perdón por tardar jajaja, y me alegro mucho de que te gustase el final y de hacerte necesitar insulina jajajaja aquí tienes el epílogo, algo más alocado y con varias OTPS y alguna que otra referencia que creo que entenderás ku,ku,ku. Sin más me despido en este último capítulo, gracias por seguir la historia y ser un gran support!

Ryomura: No suelo hacer cosas que la gente espera(? Y sí qwq te quedaste sin historia, pero metí más videojuegos aquí para que los descubras jajajaja, ah y yo también soy multifandom, es el verdadero poder :3 Y respondiendo a tu pregunta soy de Spain (me hace gracia pronunciarlo en inglés) Espero que durante mi ausencia te actualizasen muchas historias(? Y la verdad no sé si escribiré más, primero debe venir una musa a visitarme y que me inspiración me desborde (suele ser en semanas de exámenes :´V sad) Pero bueno, te dejo leer y también me despido de ti PD: ese "esto es todo amigos" espero que fuera de los Looney Tunes (lo digo porque soy una gran fan de los morreos que le metía Bugs Bunny al cazador sólo para molestarle xD este loquillo)

Love Live (Robu Raibu): ¡Último capítulo ma friend! ahí estaba yo: "oh pues será un minific" y ahí estabas tú: "guay :3" y aquí está el fic, siendo el más largo de los que he escrito ._. Lol. Por otro lado, me hace gracia que te guste mi forma de escribir porque la voy cambiando mucho cada vez que llevo tiempo sin escribir jajajaja pero me alegra que te guste y de verdad que no sé que será lo próximo que escribiré, sólo Dios sabrá(? Y es hora de que te deje leer qwq ¡Sigue apoyando el fandom! ¡Te envio un gran abrazo virtual!

Robin Schultz: Adsgahsaujdsja ¡Hola Gunter! (sí, ignoro tu nickname, soy una malota) ¡Gracias por tu comentario! Yo también fui lectora en las sombras así que I feel ya, pero me alegra que lo apoyases xD y sobre todo que te gustase (aunque sé que le tenías manía a las aquosas jajajaja, por eso trataba de hacer capítulos equilibrados) Tienes razón Eli recompensa su densidad con su sensualidad, me imagino a Nozomi mirándola de lejos y gritando internamente, ¿quién no se puede resistir a semejante diosa? jajajaja, debería irme a dormir(? En definitiva, Gunter, espero que te lo pasases muy bien y por aquí tienes un poco de fic más.

Sam la albina: Tu comentario disparó mi mente repleta de vines malísimos y empecé a reírme yo sola con los "To be continued" y el vídeo ese que es Wonder Zone pero con los JoJo´s, el mejor crossover de 6 segundos. Buah, ha pasado tiempo desde tu comentario y no sé si lo has publicado o si no, pero sí me gustaría leer, aunque fuera sólo el prólogo ;-; tengo curiosidad. Y yo también espero escribir más en el futuro jajaja, ya depende de como venga la vida (típica frase filosofista que te da a las once y pico de la noche) Anyway, te dejo leer, espero que disfrutes este final!

cerezo lee: ¡Antes de nada! ¡AZUNYA! Tu imagen ;-; ogdsuduehw Y ¿cómo crees que te voy a dejar SIN KotoUmi? ¿Por qué clase de monstruo me tomas? Y sólo habrá epílogo, porque ya tenía planeado uno y... pues eso... aquí está jajajajaja


Epílogo

Las reuniones familiares pueden salir o muy bien... o muy mal, como los juegos de decisiones

-Te dije…-

-Sé que me dijiste- le interrumpió la pelinegra de mal humor.

Nico y Maki estaban sentadas en el escalón del templo, la más joven estaba envolviendo el brazo de la más mayor en una venda improvisada.

-Entonces…-

-Ya- volvió a interrumpir Nico.

Maki rodó los ojos, no había conseguido decir ninguna frase. Al parecer Eli seguía manteniendo sus buenos reflejos y esquivó a Nico y su palo en el último segundo haciendo que esta se chocase con una de las vallas del templo. A pesar de que Maki se había acercado a ella preocupada, Nico seguía de mal humor, maldiciendo a la rusa… y sin soltar su palo. Rin, que había visto toda la escena, se arrancó un buen trozo de la manga de su camiseta y fue corriendo hacia Nico para que esta se limpiase el pequeño rasguño que tenía en el brazo. Un acto innecesario.

-¿Está bien, se recuperará?- preguntó Rin preocupada aproximándose a las dos chicas sentadas en el escalón del templo.

-Sólo es un pequeño corte por culpa del palo- susurró Maki. -Parece profundo, pero si te fijas…-

-Está bien, gracias Rin- otra interrupción. Miró a Nico fijamente e hizo un poco de fuerza en el brazo de la pelinegra que enseguida abrió la boca soltando una queja.

-No me interrumpas, Nico-chan-

-Vale, pero nadie te ha pedido que vengas a envolverme el brazo en el trozo de camiseta de Rin- atacó Nico mirando su palo, Maki también dirigió la mirada hacia él, ¿qué narices tenía de especial?

Enfadada, en parte por lo que había dicho Nico, le quitó el palo de la mano y lo lanzó lo más lejos que pudo escaleras abajo. Este rebotó una y otra vez por los escalones hasta llegar abajo del todo.

-¿Qué haces?- se quejó Nico sorprendida, a punto de levantarse e ir a buscar el palo.

-No he terminado de vendarte esto- susurró Maki obligándola a sentarse.

-Qué más da- Nico iba a volver a levantase, pero por primera vez desde que se habían sentado juntas, miró a Maki a los ojos, en respuesta se encontró con una mirada amenazante.

-¡Cuánta tensión!- escuchó que gritaba alguien a lo lejos. Nico apartó la mirada rápidamente y se giró para encontrarse a Nozomi.

-¡Déjame!- le gritó. -Iré a recuperar mi palo- y bajó las escaleras del templo con demasiada prisa.

Maki se quedó en silencio observando tanto a Nozomi como a Nico. Ahora que la pelimorada había vuelto, Nico estaba más agresiva de lo normal.

-Rin-chan…- se quejó Hanayo viendo como a la camiseta de Rin le faltaba una manga.

-¡Se podía haber desangrado!- se quejó la pelinaranja en defensa y Honoka la apoyó moviendo su cabeza repetidas veces.

Umi negó y Kotori sólo sonrió. El "darle espacio" a Eli y Nozomi se había convertido en una batalla a muerte de Nico y Eli, la primera con un palo y la segunda con su habilidad de esquive. Todas se habían apartado unos pasos acercándose a la zona llena de árboles del templo hasta que Nico se chocó, Maki la alcanzó y a los pocos segundos Rin se arrancaba el trozo de camisa.

-Era nueva…- susurró Hanyo mirando la camiseta verde de la chica gato.

-¡Eso lo arreglo yo!- gritó Honoka acercándose a Rin. Las dos se pusieron muy serias y asintieron a la vez. En un abrir y cerrar de ojos, Honoka agarró fuertemente la única manga de la camisa de Rin y estiró hacia abajo con todas sus fuerzas arrancándola en el acto.

-¡No!- gritó Kotori notando las intenciones, pero fue bastante tarde.

Si antes la camiseta estaba mal… ahora no había forma de distinguir si simplemente estaba rota o era muy moderna.

-Será mejor…- Umi se quitó la chaqueta y se la puso sobre los hombros a Rin. -Mejor no… no pasees sólo con eso, luego dirigió una mirada a la pelijengibre que sujetaba el trozo de manga y un poco más en sus manos. Iba a pronunciar el nombre de la de ojos azules completamente enfadada, pero una dulce voz se le adelantó.

-Honoka-chan…- Kotori sonreía a pesar de estar completamente enfadada. -¿Por qué vas arrancando trozos de camiseta?-

La pelijengibre se alejó, y también lo hizo Rin que estaba a su lado. Kotori daba más miedo que Umi.

-Bu… bueno, yo tenía un plan- explicó Honoka mirando el trozo de tela de sus manos.

-Honoka- la voz de Eli interrumpió el extraño momento y la líder se abrazó emocionada a la recién llegada rubia, se había salvado. -¿Interrumpo?-

-No- se adelantó a decir Rin abrazándose a la chaqueta de Umi.

-Entonces, Honoka- Eli miró fijamente a la nombrada. -¿Eres Sherlock Honks?-

-Sherlock ¿qué?- preguntó Nico que acababa de llegar con su palo en la mano, cómo no.

-Honks, ¿eres tú?-

La pregunta de Eli hizo el silencio. Sólo una chica pelinaranja sentía una extraña sensación de que estaba siendo observada, miró de reojo al pequeño bosque de árboles que rodeaba el templo y notó como un escalofrió la recorría poco a poco.

-Sí, soy yo- sonrió Honoka.

Un escalofrío que fue exactamente desde la punta de sus pies hasta su nariz, su corazón se aceleró… Bosques…

-¡Ah! Honoka-chan- la llamó Nozomi que se acercó con Maki. -¿Al final les has contado la gran noticia a todas ellas?-

-No, Nozomi. Te marchaste y no pude- recriminó rápidamente la pelijengibre.

Rin sabía lo que significaban los bosques, era un lugar perfecto para acechar y sobre todo para observar a víctimas y ahora mismo… ella estaba siendo observada por…

-¿Qué noticia?- preguntó Umi.

¡Slendernya!

-Que la familia crece- respondió Nozomi rápidamente.

-¡ACHÚUUNYAAAA!- estornudó Rin. -Ufff- se deshizo de la sensación de cosquilleo de su nariz y cuando miró al bosque ya no había nada, la sombra que la acechaba había desaparecido. Miro a sus amigas alegremente, no sabía que había ocurrido, pero le pareció sospechoso encontrar a casi todas sorprendidas, en especial a Umi que parecía a punto de desmayarse.

-¿También habéis sentido la presencia?- preguntó Rin alterándose.

-Rin… Rin-chan- la llamó Hanayo agarrándose a su brazo. La pelinaranja estaba confundida.

-¿Qué me he perdido?- susurró. -¿Chicas?


Mita koto nai yume no kidou oikakete!

(Música celestial)

Shining Road hashiridasu kono kimochi~

Okey, its joke. Just joke.

-massugu ni ikioi yoku...-

-¡Apaga eso!- interrumpió Yoshiko acercándose a la radio del coche y bajándole el volumen.

-Oh dear... Sólo era un poco de música-

-Bien y si sólo era un poco de música, ¿me puedes explicar qué hacéis todas aquí?-

-Chika me llamó- respondió You alzando las manos en señal de que no buscaba pelea.

-Me llamó Kanan- respondió Dia cruzándose de brazos.

-¡Y a mí también!- respondió Mari abrazándola de repente.

-¿Y tú?- dijo mirando a Riko.

-Solo quería ver a dónde iba Yo... ¡IBAN! Todas, plural-

-Y yo... Tenía un sentimiento que me dijo que era mejor que viniera hacia aquí- habló Chika seriamente.

-Eso no es...- Kanan iba a hablar pero la interrumpió Mari cogiéndola de las manos para dar vueltas con ella.

-¡Hora issho ni ne! Hajimetai My Story-

-saa, ima da- añadió You de fondo con una sonrisa.

-¡Parad, paraaaaaad! No estamos en un musical- cogió a You de los hombros porque había empezado a bailar y estaba animando a Chika. -Quietas todas- dijo haciendo referencia a Mari y Kanan que seguían dando vueltas juntas.

-Oh vamos, Yocchan- sonrió Riko acercándose a ella.

-Estamos en un aparcamiento aleatorio, por supuesto que no es el momento-

-¡Hajimatta toki no!- gritó Chika contagiándose finalmente del espíritu.

-Sunshine Story- añadió Kanan que se llevó una mirada de Yoshiko.

You abrió la boca, iba a seguir cantando, pero Yoshiko le hizo su llave especial deteniéndola en el acto.

-Watanabe, no me obligues a ponerte a dormir, Little Demon- la chica rodó los ojos y asintió. Algunas veces se le olvidaba que Yoshiko pudiera ser tan infantil.

-Yocchan, suéltala- se quejó Riko de mal humor. -Hemos venido porque necesitabas ayuda-

-¡Sólo llamé a Kanan!- reprochó el Ángel Caído. -¿Y por qué os ponéis a cantar? Tenemos que llegar a casa, ¡Hanamaru me espera!-

-¿La has...- You, que todavía la estaba sujetando Yoshiko la miró confusa. -¿La has llamado Hanamaru?-

-¡La ha llamado Hanamaru!- gritó Mari.

-¿Y qué?- dijo Chika que no veía el problema.

-¡Vamos, tenemos que llegar, subir al coche!- Mari corrió hacia su coche cómo una loca, saltó al capó y se deslizó por el para entrar al lado del conductor. Kanan la siguió suspirando, detrás de ella iban Dia y You.

-¿Entonces nos vamos?- preguntó Riko, aunque la respuesta de Yoshiko fue caminar hacia el coche de Chika.

-No he entendido nada- susurró Chika mirando a sus amigas caminar hacia su coche iba a decir algo pero el sonido de un claxon le hizo dar un salto del susto. Tras ellas estaba el coche de Mari con la rubia al volante.

-¡Lets go!- le gritó haciendo señales para que se apartase.

-¡Mari, como atropelles a alguien te juro que...!

-Yeah yeah- la interrumpió la rubia.

You, desde el asiento de atrás, miró a Chika pidiendo ayuda, pero la pelinaranja se estaba apartando para dejar pasar el coche de Mari.

Definitivamente iba a ser el viaje más peligroso de su vida.


Eli se despertó por culpa de un ligero zumbido que la molestaba. Cuando logró abrir los ojos y apoyar los pies en el suelo sin levantarse, se dio cuenta de que era su móvil que sonaba por culpa de una alarma que se había puesto ella misma.

-Ah... es hoy- dijo suspirando y levantándose, cosa que no le apetecía pero debía hacer.

Miro su ordenador desde lejos y por primera vez desde que lo compró maldijo la tan buena calidad de pantalla que tenía.

Justo cuando iba camino a la ducha su móvil volvió a sonar y ella lo dejó caer en la cama sin desactivar la alarma ni nada. Cerró la puerta enfadada y se dispuso a ducharse, porque no quiera volver a leer la notificación de que hoy era el gran día.


-¡Nya!-

Umi se frotó los ojos y volvió a parpadear. -¿Rin-chan?-

-¡Hanayo me dijo que te trajera esto!- gritó la chica gato devolviéndole al chaqueta que le prestó Umi hace una semana en el templo.

-Oh... Pero podías haberte esperado, hoy nos íbamos a ver-

-En realidad...- Rin juntó sus manos y agachó la cabeza en actitud de disculpa. -¡Lo siento! Kayochin me dijo que la devolviera antes y hoy la he visto y...-

-No te preocupes- sonrió Umi para tranquilizarla.

-¡Gracias Umi-chan, y prepárate porque Kotori vendrá a por ti para irnos todas juntas. Adiós, nya!-

-Vale... ¿Espera? ¿¡Rin has dicho Kotori!?- gritó Umi asomándose a la calle, pero la chica gato había desaparecido. -¡Rin!-

La peliazul entró en su casa molesta, no quería que Kotori fuera a por ella, es más, la había estado evitando y tratando de darle algún tiempo. No habían vuelto a pelear desde que Eli y Nozomi volvieron juntas, y eso era bastante bueno, pero todavía no sabía cómo hablar con ella.

Y mientras la peliazul maldecía y pensaba en una forma de escaparse, en la otra calle Rin sonreía ampliamente a Hanayo y Nozomi.

-¡Lo tenemos nya!-

-¡Bien hecho Rin-chan!- la felicitó Nozomi. -Ahora debo volver a casa, tenía planeada una gran mañana con Elichi-

-¿De verdad vas a seguir con el plan?- preguntó Rin tragando saliva, sabía un poco de lo que iba esa "gran mañana"

-¡Por supuesto!- sonrió Nozomi. -Nos vemos luego, chicas- y con una mano en alto, se despidió mientras corría hacia casa de Eli.

-Pobre Eli- susurró Rin con los ojos llorosos.

-Shhhh, Rin-chan- Hanayo enseguida abrazó a la pelinaranja. -Ya pasó, ya pasó-


"No te duermas" pensó para sí misma y cerraba los ojos apoyando su cabeza en el hombro de alguien. "Debes llegar a casa y saludar a Zuramaru"

-Zuramaru- susurró acomodándose en el hombro de esa persona.

-Mari, ¿queda mucho?- preguntó Kanan ansiosa.

-No- la rubia cambió de marcha para ir un poco más rápido e hizo un rápido gesto con la mano antes de agarrar otra vez el volante. –Estamos muy cerca-

-Bien- la voz de la peliazul extrañamente sonó bastante dura.

Mari giró con cuidado cuando el semáforo se lo permitió y aparcó sin hacer ruido, al mirar por el retrovisor y fijarse que Yoshiko estaba dormida surgió un perfecto plan en su mente.

-Kanan, sal del coche sin hacer ruido- susurró comprobando que Yoshiko se dejaba caer de una forma muy graciosa contra el respaldo del asiento donde antes estaba Kanan.

-No me parece…

-Shhh- Mari miró a Dia. –Me debes una-

-Pero…- la rubia señaló la puerta del coche y Dia cesó en sus réplicas.

-You…- Mari miró a la nombrada por el retrovisor, esta sólo levantó las manos, salió sin hacer ruido y se fue corriendo hacia donde debería de estar el coche de Chika para esperarla.

La última en salir fue Mari cerrando el coche con suavidad y sonriendo maléficamente cuando lo logró.

-Esto no me parece ético- se quejó Dia mirando a Yoshiko.

-Estará bien, le he bajado un poco la ventanilla- y acto seguido Mari salió corriendo, se acercó a Kanan que había "tomado prestadas" las llaves del bolsillo de Yoshiko y trataba de abrir la puerta. En ese instante se sintió muy orgullosa de ella y le entraron ganas de besarla.

Dia, que caminaba a paso lento, miraba de reojo el coche, hasta que alguien la agarró del brazo y vio que era You.

-¡Debes salvar a Hanamaru!-

-¡Eres la única que puede hacer que Kanan entre en razón!- añadió Chika, recién llegada y puesta al día por su amiga ojiazul de la situación, sujetándola del otro brazo.

-¡Hazlo por Ruby-chan!- le susurró You acercándose a ella.

-Tenemos tiempo, no saben que puerta es la de Hanamaru- le dijo otra vez Chika.

-¿Qué está pas…?- pero antes de negarse las dos chicas la arrastraron al piso donde Kanan habían conseguido abrir la puerta principal, detrás de ellas iba Riko sin enterarse muy bien de lo que estaba sucediendo.


Ruby salía justo a tiempo de su trabajo e iba caminando con un paso un poco acelerado hacia el piso de Hanamaru y Yoshiko. No entendía muy bien porque estaba a punto de echar a correr exceptuando el mensaje que You le había mandado unas horas antes donde ponía que Kanan lo había descubierto. No tenía ningún sentido ese mensaje, aun así se asustó al leerlo.

Sólo para asegurarse de que realmente se estaba volviendo loca le enseñó ese mensaje a una compañera suya del trabajo que respondió encogiéndose de hombros. Pero ahora que iba andando de una forma rápida los supo… era el Ragnarok.

-Pasas demasiado tiempo con Yoshiko- se dijo a sí misma.

-¡Yohane!- gritó alguien a su derecha que le hizo dar un salto del susto y agarrarse a la pared. Se giró temblando para ver la cara del Ángel Caído completamente pegada al cristal de un coche.

-¡PIGGYYYYA!- y ella se agarró más fuerte a la pared.

-¡Oye, no es momento de jugar a ser Spiderman, sácame de aquí!- le gritó Yoshiko lloriqueando.

-¿Co… como has llegado hasta ahí?- preguntó Ruby sin girarse, no se quería llevar otro susto con la cara aplastada de Yoshiko contra el cristal del coche.

-¡Ha sido Mari!- e hizo bien en no girarse porque desde donde estaba podía oír a Yoshiko moqueando, ese coche iba a necesitar un buen lavado. -¡Por favor Little Demon!-

-Bien bien…- Ruby cerró los ojos, recordó sin querer un día donde su hermana mayor le había enseñado unas clases rápidas de supervivencia que creía que no le iban a servir de nada, pensó en un montón de maneras de salir de ese coche la mayoría rompiendo el cristal, aunque la solución llegó rápidamente haciendo que lo demás pareciera estúpido incluso… las clases de supervivencia. -¿Has probado a abrir?-

-¡RUBY QUE ESTÁ CERRADO! Le gritó Yoshiko golpeando la puerta tristemente y sollozando más alto.

-No… no, me refiero a subir el pestillo y abrir la puerta- murmuró ella.

La calle se quedó en silencio hasta que se escuchó un click y escuchó unos pasos. Una mano se puso en su hombro y se giró para encontrarse a Yoshiko posando con unos extraños brillitos rodeándola.

-Ku ku ku… ni las puertas se resisten a mí, la gran Yohane-sama- gritó. -¡Ahora subamos!- gritó señalando la puerta de entrada.

-Ha… Hai-


Cuando llamaron a su puerta, supo que era el final.

Tras muchos minutos de meditación en la ducha, Eli estaba preparada mentalmente para su siguiente prueba, aunque todo se fue al traste cuando puso una mano en la puerta, abrió, y vió la sonrisa de Nozomi.

Ella sonrió en respuesta también, obviamente la suya era forzada.

Nozomi entró en la casa cuando finalmente y con pesar, Eli se hizo a un lado y fue directa al ordenador abriendo la bandeja de CD's insertando uno en el proceso. Bajó la persiana para que no entrase tanta luz, acercó una silla a la del ordenador y apoyó los brazos en la mesa y en sus manos su cabeza.

Estaba adorable y Eli notó su pecho encogerse.

-Pues...- Eli miró su habitación tratando de ganar tiempo. -¿No crees que deberíamos prepararnos?-
-Oh Elichi, tenemos tiempo de sobra- respondió Nozomi dándole unos golpecitos a la silla del ordenador, alentando a Eli a sentarse.

-No creo que sea buena idea...- dijo Eli con la voz más débil posible.

-Vamos Elichi, dijiste que lo harías-

-¡Era una broma!- se defendió ella, aunque se sentó en la silla al lado de Nozomi porque sabía que no podía ganar la discusión.

-Dijiste que lo harías~ repitió Nozomi poniéndole los cascos a Eli y le guiño el ojo antes de hacer varios clicks por la pantalla y dejar a Eli observar la opción de "New Game"

Mientras la voz de un hombre hablaba, Eli cerró los ojos pensando en Yohane, seguro que ella jugaría este juego sin problemas, ¿por qué ella no?
Cuando los abrió empezó a tocar todos los objetos disponibles, tenía una tablet y podía revisar lo que grababan las cámaras. De repente se quedó sin aliento, podía ver una sombra que antes no estaba ahí. No se estaba volviendo loca, estaba segura de que no estaba ahí.

-Nozomi- susurró.

Y cuando cambió la cámara vio que la sombra había desaparecido. Decidió dejar el menú de la tablet y fue ahí cuando se fijó en el pasillo de la izquierda, había un traje que le recordaba a la sombra. Movió el ángulo de la cámara y vio una sombra caminando por el pasillo que tenía delante, en ese momento entró en pánico.

-¡Nozomi!- la volvió a llamar, además de que entró en pánico porque escucho unos pasos por encima de ella, como si algo se hubiera metido en el conducto de ventilación y luego una respiración, aunque estaba casi segura de que eso había sonado bastante real.

Sus dedos temblaban y había algo dentro de ella que le decía que no apartase la vista de ese maldito caminito de la izquierda, pero tenía que arreglar la ventilación. Su plan era hacerlo rápidp, abrió el menú, comprobó los conductos de ventilación que le estaban dando error y luego quitó la tablet con la que revisaba las cámaras, pero algo robótico le saltó encima con una repentina subida del volumen. Pegó un salto acompañado de un grito, notaba su corazón latir bastante fuerte y todos sus sentidos alerta. Ahora sabía lo que sentía Rin con Slendernya.

Continúo jugando, observando las sombras de la cámara moverse y cómo los robots que antes estaban quietos, se habían movido. Y antes de darse cuenta... La pantalla se puso en negro y sonó una campanita como las que indicaban el final de las clases, eso significaba que eran las seis.

-Lo... He... Conseguido- murmuró mirando a su derecha, dispuesta a restregarle su victoria a Nozomi, pero la chica no estaba ahí y la música que se había puesto en el juego la ayudó a asustarse. Iba a levantarse cuando notó unas manos en sus hombros y entonces volvió a gritar, quitándole los cascos y alejándose de la mesa todo lo posible.

Miró que había detrás de ella y por la poca luz que entraba por la ventana distinguió a Nozomi. A diferencia de lo que pensaba no estaba sonriendo, parecía sorprendida.

-Eli...- Nozomi se acercó a la nombrada y la abrazó antes de soltar una risa que inundó la casa. -¿Te has asustado tanto?-

La rubia aceptó la cercanía y rodeó a Nozomi con sus brazos, no sabía la cara que debía tener o si estaba temblando o no... Pero sí había pasado algo más de miedo de lo que esperaba, tal vez era por las persianas bajadas, por llevar cascos o porque simplemente Nozomi estaba a su lado y eso la hacía estar más sensible, sobre todo por lo que habían pasado.

-Elichi...- Nozomi se alejó lo suficiente para que ambas se mirasen y Eli distinguió un brillo más profundo en los ojos esmeraldas de la chica. -Lo siento... No pensé... Lo siento- susurró con cierta culpabilidad.

"¿Por qué se disculpa?" Pensó Eli, hasta que notó como algo recorría sus mejillas, estaba llorando.

-¡Eh no!- Eli se alejó llevándose un golpe en su espalda contra la pared que estaba detrás de ella. -No me ha asustado- aclaró ella rápidamente, aunque su corazón si iba un poco acelerado.

-¿Entonces por qué lloras, Elichi?- preguntó Nozomi, y cuando lo pronunció en voz alta fue un poco más consciente de la situación de la rubia. Prácticamente habían estado separadas por su discusión y cuando habían solucionado sus problemas Nozomi pensaba que sería igual, sin embargo no lo era.

El ambiente estaba tenso, y sí, estaban juntas pero era diferente, muchas veces seguían sintiéndose incómodas.

-Uhg...- Eli se terminó de secar sus propias lágrimas y miró a Nozomi que ahora también parecía afectada.

-Esto significa que debemos...- Nozomi apartó la mirada, si todo no volvía a ser normal o a que ellas no se sintieran cómodas, sólo había una solución. -¿Romper?-

La pelimorada dio un paso hacia atrás, quería una respuesta clara, pero en vez de eso notó cómo Eli la cogía de la cintura y la atraía otra vez a ella.

-Por supuesto que no- dijo con voz firme y miró a Nozomi fijamente. -Me he asustado, lloraba porque me he asustado yo sola. No me ha asustado ese- Eli miró a la pantalla del ordenador el robot del menú siendo iluminado por momentos se la devolvió, tal vez... un poquito si la asustaba esa especie de zorro dorado. -ni tú- dijo continuando su discurso, aunque no apartó la mirada del ordenador.

Ambas se volvieron a mirar tras unos segundos, y Nozomi comprendió que si querían que todo funcionase debía poner también de su parte, aunque aún tuviera un montón de preguntas que hacerle a Eli sobre cómo se sentía.

-Ara...- suspiró con una sonrisa. -Qué alivio Elichi, ya pensaba que no te podía asustar nunca más-

Eli sonrió negando repetidas veces.

-Mientras no volvamos a jugar a eso- susurró mirando otra vez el ordenador.

-Hecho- sonrió Nozomi pensando que aún le quedaban bastantes juegos de esa saga. -¿Estás bien?- le preguntó con una voz más calmada, consciente de que debían ir despacio.

-Sí- sonrió Eli acercándose más a Nozomi y apretando el agarre que tenía en la cintura de ella, sus rostros estaban a escasos centímetros, y Eli dudó un poco, pero su deseo de avanzar fue más grande. Finalmente, acortó la distancia y por primera vez desde su reencuentro en el templo, se besaron.


-No tires las alubias-

-Creo que son judías- susurró Chika mirando la pantalla.

-Lo que sea, no vuelvas a tirar el plato Hanamaru porque él se enfadará- respondió You. -Y no querrás rebobinar otra vez, ¿verdad?-

-¡No me da las llaves!- se quejó Hanamaru que era la que sujetaba el mando.

-¡Yo confío en ti!- gritó de repente Chika asustando a Dia, que estaba a su lado mirando el móvil tranquilamente, preguntándose donde narices estaban Kanan y Mari. -¡Solo evita que la protagonista se muera desangrada por la nariz!-

-Y allá va… le has vuelto a dar a tirar el plato… ahora te va a tocar rebobinar- suspiró You con una sonrisa.

-¡DEJADME EN PAZ EL JUEGO ES DIF…!- Hanamaru guardó silencio al ver que la chica del juego hablaba, decía que tal vez debería de probar a hablar con otros en la cafetería. -¡AJÁ, LO SABÍA ZURA!-

-Zuramaru- la llamó alguien desde la puerta. Ese alguien acababa de entrar y no se esperaba una reunión en su comedor.

-¡Soy una gran detective, con esto ya tengo todas las pistas para que me de las llaves!- gritó Hanamaru que había ignorado completamente a esa persona y había conseguido un poco de información en el juego.

-Zuramaru- repitió esa persona acercándose a l sofá y quitándole el mando de las manos a Hanamaru.

La castaña vio como el mando se iba de sus manos hacia arriba e inclinó la cabeza hacia atrás para encontrarse a una Yoshiko con una especie de tic en el ojo y una sonrisa demasiado forzada.

-¡Ah! Yoshiko-chan… bienvenida- susurró You abrazando uno de los cojines del sofá, sintiéndose totalmente culpable por haberla abandonado en el coche.

Yoshiko llevaba una semana fuera de su casa y la única norma que puso era muy sencilla de cumplir. Al volver se esperaba una gran bienvenida, no a Hanamaru incumpliendo su norma.

-Zura…- Hanamaru levantó el brazo derecho y abrió la palma de la mano, se hizo el silencio en el pequeño comedor, y ella juntó las cejas y todo, como si estuviera esforzándose.

-¿Qué hace?- le susurró Riko a You.

-Intenta rebobinar-


-HONOKA-CHAN- gritó Umi y la pelijengibre estuvo a punto de lanzar el teléfono contra la pared por lo terrorífica que sonó esa voz.

-¿Hola…?-

-¡Honoooka!- volvió a gritar Umi. –Debes acompañarme al metro, a mí y a Kotori-

-Pero-

-DEBES- repitió Umi.

-Eh… está bien, jejeje- y colgó el teléfono todavía agitada.

-¿Ha pasado algo?- preguntó Tsubasa preocupada. -¿Honoka? ¿La ardilla de tu cerebro ha dejado de correr?- se llevó las manos a la boca cuando no obtuvo respuesta. –La ardilla ha muerto- susurró.

-N… No- hinchó los mofletes en señal de enfado, pero Tsubasa seguía fingiendo preocupación.


Hanamaru volvió a levantar la mano por quinceava vez para retroceder en el tiempo, ¡ella no se rendía! Pero al ver que poco a poco su comedor se iba quedando en silencio, pasó al plan B.

-¡Yoshiko-chan bie….!- y se quedó en silencio cuando Mari la saludó desde la puerta y entró en el piso seguida por Kanan.

Se suponía que hoy llegaba Yoshiko de su viaje, así que no se explicaba qué hacían todas ellas ahí. Aunque le pareció divertido abrir la puerta, encontrarse a Riko, Dia, Chika y You y que la última supiera a lo que estaba jugando sólo viendo la pantalla de la televisión, por eso se olvidó un poco de la situación.

Mari se acercó a ella muy seria y la castaña se fijó en Kanan que la miraba negando con la cabeza.

-Hanamaru… una preguntita- empezó Mari sonriendo.

-Tiene derecho a no responder- murmuró You sin mirar a nadie y eso asustó a Hanamaru.

-¿Vais a matar a Yoshiko, zura?- preguntó ella llevándose las manos al pecho donde su corazón se había acelerado de una forma completamente brusca. -Sé que no es la mejor del mundo pero… ¿¡Cómo podéis!?- gritó alejándose todo lo posible.

Y continuó alejándose hasta que se chocó con alguien. El corazón se le volvió a disparar pensando que realmente la segunda en la lista era ella.

-¿Qué yo qué?- preguntó Yoshiko, y Hanamaru completamente asustada se giró para encontrarse con esos ojos que tanto adoraba y se abrazó a ella comenzando a llorar.

-Pero si la ha visto antes… ¿por qué se sorprende de verla?- preguntó Dia confusa.

-Creo que no entiende lo de retroceder en el tiempo, es como si sólo ella lo hubiera hecho y se hubiera olvidado de todo- añadió Chika observando la escena.

-¡Eh!- les gritó Yoshiko a las otras devolviéndole el abrazo a Hanamaru. -¿Qué le habéis hecho?- las miró alzando una ceja.

-Nada- se apresuró a responder Mari levantando las manos, ella también estaba confusa.

-¿¡Entonces por qué habéis subido corriendo y me habéis encerrado en el coche!?-

You se rió como si su cuerpo se estuviera muriendo por dentro y miró hacia otro lado.

-Anda un gato…- dijo cogiendo al pequeño animalito en sus brazos. Riko se le quedó mirando con una ceja alzada, no quería saber cuánto trauma suponía ir en coche con Mari.

-¡Yoshiko-chan!- gritó una voz familiar para Hanamaru desde la puerta de su casa. En ella estaba un chico que reconoció enseguida: Shun. Sin embargo decidió no separarse de Yoshiko.

-Shun Andrómena- pronunció la de pelo oscuro. -Deja el videojuego o coge el videojuego que quieras y fuera de mi casa- sentenció haciendo gestos con sus manos.

-¡Eres tú!- gritó You señalando a su enemigo mortal.

-¡La chica de los combos!- gritó él en respuesta.

-Maldita la tarde en la que coincidisteis en esta casa- susurró Yoshiko recodando aquel día donde You y Shun se pusieron a jugar a sus videojuegos.

-Vale, suelta- murmuró Kanan separando a Yoshiko y Hanamaru. Entonces miró a la de pelo oscuro fijamente. -No, no hasta que lo pidas como es debido-

-¡Venganza!- gritó You cogiendo a Chika del hombro para que la apoyase.

-¡Me apunto!- gritó Mari sin tener ni idea de cuál era.

-¿El…? ¡You, Chika, alejaos de los videojuegos…! ¡Mari!- Yoshiko las miraba enfadada. El plan era acompañarla a su casa, no quedarse en su casa.

-Ah, Yoshiko-chan- la llamó Hanamaru estirando de su manga entre todo ese caos. -Bienvenida… a casa-

El Ángel Caído sonrió haciendo su habitual postura y olvidándose de las demás unos minutos… esta era la razón número uno de su vuelta… ¡Su adorable Little Demon! Iba a volverla a abrazar cuando notó un aura oscura.

-No- Y ahí estaba Kanan amenazándola con una sonrisa.


Umi a su derecha y Kotori a su izquierda, nadie hablaba. Tsubasa se había quedado dormida en el asiento de enfrente donde iban Nozomi y Eli, esta última de vez en cuando le decía algo a Umi sólo moviendo los labios haciendo que la peliazul se tensase, pero Honoka no lograba descifrarlo del todo.

Cuando se habían encontrado en la estación del metro, Nozomi parecía ¿enfadada? Por verla llegar con Umi y Kotori, pero no dijeron nada. Honoka también estaba un poco enfadada con Eli, se suponía que hoy era su día, el día en el que la familia crecía. Era injusto que la rubia planease la comida justo el mismo día.

-¿Queda mucho?- preguntó Maki en los asientos del otro lado del pasillo donde también estaban Rin, Hanayo y Nico.

-Sí- respondió Eli sonriendo.

-Genial…-dijo Maki con sarcasmo y se acomodó mejor en el asiento abriendo una revista de moda que llevaba.

El metro se puso en marcha cogiendo velocidad poco a poco, el viaje sólo acababa de empezar.

-Es agradable estar todas juntas de nuevo- sonrió Rin.

-Y Tsubasa- añadió Eli.

-Elichi…- le reprendió Nozomi.

-Sí, muy agradable- susurró Nico.

Todas trataron de relajarse, en especial Eli que no dejaba de mover la pierna en señal de nervios. Debía calmarse y hacer que la comida saliera bien… sólo era una comida.


Como estaban haciendo bastante ruido, Dia decidió irse a la zona del comedor donde estaban la mesa y las sillas. Debía admitir que Hanamaru tenía buen gusto para decorar la casa, porque sabía que Yoshiko no la habría decorado así.

Sacó con cuidado una de las sillas y se sentó dejando su móvil en la mesa. Miró desde allí el comedor, al parecer You, Mari y Chika estaban metiéndole la paliza de su vida al amigo de Yoshiko en una especie de juego que contenía minijuegos, el objetivo era ganar estrellas y por ahora Chika iba en cabeza.

Volvió a prestar atención a su móvil cuando hizo un sonido de que la actualización estaba lista y sonrió pulsando un icono en la pantalla, ahora todo su sistema operativo había cambiado a uno personalizado por ella.

-¡Ven a jugar!- le gritó alguien desde el otro lado de la mesa. Y sin levantar la mirada, sabía que era Chika, esa voz optimista indiscutible… era reconocible.

-Yo no sé jugar a eso-

-¡Vamos!- Chika sonrió estirando una mano hacia ella, la miraba esperanzada. –Hemos cambiado de juego, ahora son de bailes, seguro que alguno se te da bien-

-¡Ven Dia-san!- gritó You levantando el mando de la consola.

-¡Onee-chan!- la llamó también Ruby que se lo estaba pasando bastante bien.

-Está bien- Dia dejó el móvil encima de la mesa y fue al comedor mientras Chika le explicaba un par de normas básicas.

En ese momento Yoshiko pasó corriendo hacia la cocina. No encontraba a Hanamaru y sabía que tratándose de ella estaba en un sitio.

-¡Yoshiko-chan!- sonrió alegremente cuando la vio. –He hecho palomitas para todos-

-Pero Zuramaru, ¿por qué les haces comida? ¡Si les das de comer se quedan, como el gato!-

-Es gata, zura- añadió la castaña. –Y qué mas da, cuantos más seamos mejor, ¿no crees?- sonrió ella.

-Los súbditos de este Ángel Caído pueden esperar, además, ¿por qué está Kanan tan enfadada conmigo?- se quejó Yoshiko haciendo un puchero.

-Instinto ¿protector?- dudó Hanamaru encogiéndose de hombros. –No te harán nada… creo- añadió maliciosamente y finalizó la conversación dándole uno de los recipientes de palomitas a Yoshiko y alentándola con la mirada a que fuera al comedor. Sabía que a Yoshiko le gustaba jugar en compañía y ahora mismo su casa estaba llena, las conversaciones podían esperar.

Y en el fondo de su corazón había una conversación que quería evitar pero que tarde o temprano iba a salir a la luz, que sus amigos se quedasen por ahí era una forma de posponerlo.


-¿Me pasas la sal?- preguntó el padre de Nozomi con una voz de macho alfa (la que es muy grave pero no sexy, la terrorífica)

-Claro- Eli le acercó el salero y continuó impasible a las miradas gélidas, sabía que una de las opciones de aceptar esa comida era no ser bien recibida.

Estaba sentada justo a la izquierda de su futuro suegro, enfrente tenía a su futura suegra que sonreía igual que la dulce chica que tenía a la izquierda, Nozomi. Por un lado de la mesa se notaba la tensión en cada mirada, por el otro sólo se escuchaba el incesante parloteo de Honoka que había bebido un poco más de la cuenta, aunque ninguno de los presentes la vio beber.

-¿Me puedes pasar también esa servilleta?- la misma voz.

-Claro- misma respuesta con nada de miedo.

Maki miraba a Eli y Nico miraba a Maki. La única que no comía y era consciente de todo lo que ocurría era Tsubasa que no tenía ni la menor idea de cómo había acabado ahí, su plan era sólo acompañar a Honoka a casa de los padres de Nozomi para la comida, no quedarse.

-Bueeno tampoco es como si Nozomi no hubiera... Ya sabes con Eli- soltó de repente Honoka.

Tsubasa se tensó y miró a su novia completamente alucinada.

-¡Se refiere a cantar!- interrumpió Kotori, pero al parecer el otro lado de la mesa seguía mirándose entre ellos.

-No... Me refiero a- Umi miró a Honoka negando.

-¿Honoka, vamos a por un café?- preguntó Tsubasa con su mejor sonrisa.

-Ni de broma- interrumpió Eli que seguía calmada. -Siéntate y come, Tsu- la miró de reojo y luego continuó con su comida.

-¡Elii!- se quejó Honoka que se estaba yendo hacia un lado, Umi la sujetó del brazo antes de que se cayera de la silla. -No le hables así a Tsu-chan-

-¿Me pasas ese vaso?- preguntó el padre de Nozomi.

-Uhum- Eli lo hizo.

-Pues... Está funcionando- murmuró Maki.

"¿Por qué mira Maki tanto a Eli?" pensó Nico a punto de darle un golpecito en el brazo a la pelirroja.

-Nicochi~ la llamó Nozomi con una gran y amplia sonrisa que gritaba: sí, se lo que estás pensando.

Nico se cruzó de brazos y apartó el plato hacia delante, de repente ya no tenía hambre.

-¿Ni... Nico?- la llamo Hanayo ligeramente preocupada. -¿Estás bien?-

-Perfectamente- respondió de mal humor. El tono de voz que usó hizo que Maki la mirase por primera vez en toda la comida. Ambas se miraron sin decir nada y luego continuaron con lo que estaban haciendo.

-Me encanta cuando hay tensión- le susurró Nozomi a Eli, que seguía comiendo tan tranquilamente que daba paz observarla.

-¿Sabéis? hoy era nuestro día- volvió a interrumpir Honoka tratando de ponerse en pie. -No entiendo cómo hemos acabado aquí-

-Creo que necesitas ese café- Tsubasa se levantó para ir hacia su novia.

-Siéntate, Tsubasa- le ordenó la voz de Eli. -Y no te muevas-

-Tu tampoco- susurró el padre de Nozomi.

Hanayo tragó saliva. Debían salir de ahí.

-¡Nyaaa ¿me pones más arroz?- preguntó Rin acercando su tazón a la madre de Nozomi.

-Rin-chan, traidora... La del arroz soy yo- pensó Hanayo mirándola. Bueno, tal vez no lo pensó y lo dijera en voz alta.

-Creo que...- Umi empezó a hablar, pero Eli tarareo una canción. Correcto, esa canción y miró fijamente a Umi con sus ojos azules.

"SI YO CAIGO, TÚ CAES CONMIGO" gritaba su mirada. Aunque seguía pareciendo tranquila.

-Oh, Elichi... No es la mejor canción- le dijo Nozomi dándole unas palmaditas en la mano.

Honoka hizo su tercer intento de ponerse en pie y esta vez lo consiguió, aunque luego se cayó de bruces contra el suelo. Tsubasa iba a levantarse, pero el aura oscura que salía de Eli era suficiente para mantenerla en su sitio. Tampoco ayudaba mucho que Umi la mirase como si fuera la culpable de todo aquello, decidió tirar sus planes por la borda y sólo conformarse con observar a Honoka.

-Está siendo una comida agradable- soltó Kotori suspirando y mirando a Umi. -muy agradable-

Entonces, el padre de Nozomi comenzó a reírse y palmeó fuertemente la espalda de Eli.

-¡Estás más tranquila de lo que esperaba!- le dijo riéndose. Eli le miró de reojo, sonrisa de ella, risa de él. Nozomi era una perfecta mezcla. -Y yo que... ¿Por qué pones esa cara?-

-Sé que no es el momento, pero he hecho camisetas con TeamNozomi o TeamEli, por si teníamos que elegir bando- añadió Rin entre mordisco y mordisco a su arroz.

-¡Va a vomitar!- gritó Nico levantándose de un salto porque vio el gesto que hizo Eli tras poner la cara rara. Había visto miles de veces esa expresión en la cara de sus hermanitos. -¡Eli no...!-


-¿Te encuentras mejor ya?- preguntó Nozomi poniéndole una mano en el frente. Aunque lo estaba evitando se podía ver que estaba preocupada.

-Sí... Lo siento ¿Qué ha pasado después?- susurró la rubia frotándose la cara. Apenas recordaba nada después de esa gran y desastrosa escena, no le tendría que haber pedido calmantes a Maki, ¿quién le mandaba en su sano juicio hacer eso?

-No creo que quieras saberlo- respondió Nozomi riéndose. –Les… les caes bien, por cierto- añadió en un intento de tranquilizar a la rubia.

-Nozomi… ¿qué ha pasado?- volvió a preguntar Eli, y miró alrededor en busca de respuestas, podía ver que estaba en una habitación y que el cielo que veía a través de la ventana era naranja… ¿naranja? -¿Qué hora es?

-Un poquito tarde, pero… eso es porque te desmayaste-

Eli se llevó sus manos a la cara y Nozomi le acarició el pelo mientras intentaba por todos los medios no reírse.

-¡Nozomi!- se quejó sin apartar las manos de la cara. –Esto no es causar buena impresión-

La pelimorada se rió y cogió una baraja de cartas que había en una mesita pequeña al lado de la cama y las miró mientras susurraba algo.

-En realidad Eli, hemos tomado la mejor opción- susurró mirándola. –He visto todos los futuros posibles, catorce millones seiscientos cinco… y sólo ganábamos en uno-

Eli se apartó las manos de la cara… esa frase le recordaba a algo.

-No eres la única que sabe decir frases de película- añadió, y Eli volvió a llevarse las manos a la cara mientras Nozomi se reía alegremente.

-¿Dónde están las demás?-

-Se han marchado ya, era un poco tarde… pero no te preocupes- Nozomi sacó una carta y la miró. -Ya sabes que he elegido la mejor opción-

Eli sonrió y miró también la carta.

-Espero que fuera la opción alocada y divertida- y luego estiró de Nozomi hacia la cama para que se tumbase a su lado y así poderla abrazar, al menos había evitado que Tsubasa se saliera con la suya.


-¿De verdad os habéis equivocado de puerta tantas veces?- preguntó Chika.

-¿Qué ha pasado?- preguntó Ruby mirándolas.

-Han subido primero al piso, pero han llegado las últimas- le respondió su hermana que iba andando de una forma totalmente grácil y experta.

-En realidad Kanan me ha entretenido- sonrió Mari guiñándoles un ojo.

-No ha sido así, diles lo que has hecho- se quejó Kanan cruzándose de brazos. -Bien, lo diré yo- habló seriamente al ver que Mari no iba a decir nada.

-Kanan don't-

-Kanan yes- sonrió Chika.

-Ha pulsado todos los botones del ascensor-

Dia comenzó a reírse de su amiga y Mari hizo un gesto molesta.

-Y Kanan me obligó a quedarme hasta que paró, y ella se quedó para comprobar- Ruby se unió a la risa de su hermana y Chika las miró con una sonrisa. -Okey... Al menos sabemos que Hanamaru y Yoshiko están saliendo-

-Con mi aprobación- sonrió Kanan recordando como Yoshiko se había acercado a ella toda tensa y le había dicho "¿le concedes permiso a este Ángel Caído?" Kanan no se lo esperaba, pero aceptó rápidamente, sabía que era la forma que tenía Yoshiko de expresarse.

-¿Están saliendo?- comentó Chika sorprendida. -¿Lo sabrán Riko y You?- dijo señalando a la puerta donde sus amigas se habían quedado dentro porque You y el amigo de Yoshiko seguían jugando.

-Creo que la única que no lo sabía eras tú- susurró Ruby. -Y puede que Yoshiko tampoco-

Dia sonrió y caminó hacia donde estaba el ascensor, para su suerte les estaba esperando en el piso.

-Esta vez no pulses todos los botones- le dijo a Mari que obedientemente asintió, había aprendido la lección.

Cuando el ascensor llegó abajo, Ruby se despidió de su hermana y sus amigas y se fue andando por una de las calles, de todas formas su casa no estaba lejos. Kanan y Mari se encerraron en una charla sobre los ascensores y mientras debatían, Chika aprovechó para hablar con Dia.

-Has estado andando de esa forma desde que nos has ganado a todos en el juego de baile-

Dia no dijo nada, sólo se hecho el pelo hacia atrás y sonrió. Si hubiera hecho una pose, sería el nuevo Ángel Caído.

-¿Tardarán mucho You-chan y Riko-chan?- preguntó Dia mirando hacia la puerta.

-Sí, me han dicho que cogerían el tren, hoy vuelvo sola- Chika comenzó a caminar hacia su coche, porque parecía que Kanan y Mari ya se habían puesto de acuerdo. -Bueno, nos vemos- dijo sonriendo.

-¡Espera!- Dia intercambió unas rápidas palabras con Mari y Kanan y luego fue corriendo hacia donde estaba Chika, cosa que la sorprendió. -¿Puedo volver contigo?-

-¿Claro, pero por qué?- dudó Chika.

-Has... Antes has dicho que sabías de más juegos ¿no?- preguntó Dia tratando de mantener su mejor actitud de chica responsable. Chika asintió observándola. -¿Entonces sabrás por casualidad más juegos de bailes, me equivoco?-

La pelinaranja sonrió y abrió el coche.

-El que hemos jugado en casa de Yoshiko no tiene nada que hacer contra el que tengo en mi casa, ¡te lo puedo prestar! Es genial, te contaré cómo diseñaron los bailes-

Dia sonrió rodeando el coche y sentándose en el asiento de copiloto, le esperaba un viaje mucho más entretenido que si hubiera ido con Mari y Kanan y sus debates sobre ascensores.


-No os preocupéis, zura- dijo Hanamaru sonriéndoles a You y Riko que estaban en la puerta. -Mañana limpiaremos todo Yoshiko-chan y yo-

-Está bien- sonrió You. -Nos vemos otro día ¡me lo he pasado muy bien!-

-Yo también- añadió Riko con una sonrisa. -Adiós Hanamaru-chan y sentimos las molestias de habernos quedado hasta tan tarde-

-No pasa nada y adiós, zura- respondió la castaña sonriendo, y luego cerró la puerta con cuidado. La casa estaba en completo silencio y eso la hizo sentir un poco de calma.

A la castaña le había gustado esa tarde de videojuegos, aunque no pudo dejar de fijarse en cómo Yoshiko fingía que le importaba mucho que jugasen con sus videoconsolas, y eso que luego se unió junto a Hanamaru en el juego de baile, incluso animó a You cuando venció a Shun en un juego de disparo, pero ahora mismo necesitaba sólo paz y tranquilidad.

Caminó hacia el comedor apartando un par de platos que se habían quedado por el suelo y miró a su alrededor en busca de Yoshiko. Como no la encontró por ahí, fue en silencio hacia la habitación de ella y sonrió al encontrarla tirada en su cama con los ojos cerrados.

-Yoshiko-chan- la llamó sin alzar mucho la voz, por si acaso estaba dormida.

-Yohane- respondió ella y luego se sentó en la cama, apoyando la espalda en la zona del cabecero que era un gran rectángulo morado con dibujos de demonios adorables.

-Creía que te habías ido a dormir- sonrió Hanamaru entrando a la habitación y sentándose en la silla del ordenador, haciendo que esta comenzase a dar vueltas.

-Tch, descansar es de mortales- comentó ella quitándole importancia. -Solo he venido a pensar mi siguiente estrategia para vencer a Dia en el juego de ba... ¿Quieres dejar de dar vueltas?-

-Es divertido, zura~ respondió Hanamaru impulsándose con los pies.

-Zuramaru... Una cosa - murmuró Yoshiko rascándose la mejilla. -¿Es... Estamos saliendo?-

La castaña se detuvo de golpe y agitó la cabeza porque estaba un poco mareada.

-¿Sí?-

-¿¡Por qué dudas!?-

-¡No he dudado!-

-Has dicho, ¿Sí? Eso suena a duda- argumentó Yoshiko cruzándose de brazos. -Si no quieres salir conmigo está bien-

-¿Pero por qué dices eso, zura?- preguntó Hanamaru poniendo su cara de cachorrito.

-Porque te echo de menos es un mensaje- Yoshiko cogió su móvil señalándolo. -Pero, te echo de menos ojalá estuvieras aquí con comida, es otro completamente distinto-

Hanamaru se encogió de hombros y Yoshiko la imitó.

-Te pillé- dijo Yoshiko sonriendo. -¡Ah Yohane-sama ha ganado la primera discusión como pareja!-

-¿Zura?- Hanamaru la miró hasta que algo hizo click dentro de ella y abrió la boca sorprendida. -¿Es porque te di el primer beso?-

Yoshiko sonrió improvisando una baile de la victoria y Hanamaru le lanzó uno de los peluches que había por encima de la mesa para que parase de hacer poses.

-¡No vale, Yoshiko, eres mala!- se quejó Hanamaru con una sonrisa. -Aunque hay algo que quería preguntarte-

La voz de Hanamaru cambió a una más tensa y Yoshiko gateó hasta el borde de la cama para estar más cerca de la castaña.

-¿Qué ocurre?-

-Eh... Bueno- las mejillas de Hanamaru se tiñeron de rojo y evitó hace contacto visual con Yoshiko. -Ahora...- y lo que continuó lo dijo en unas palabras tan débiles que ni siquiera el oído más refinado podía oírlas.

-No te oigo, Little Demon- se burló Yoshiko.

-Ahora que salimos... ¿me tengo que quedar aquí?-

-¿Aquí? ¿En la silla?- Yoshiko miró su silla favorita con la que había pasado tanto tiempo... Era una elección difícil. -Bien si quieres la silla...-

-¡No zura!- la interrumpió Hanamaru. -Aquí- dijo haciendo un gesto de cabeza.

-¿Mi habitación?- preguntó Yoshiko dudando.

-Me refiero a... En los libros que leo cuando dos personas están saliendo y viven juntas... Ellos... Duermen en la misma cama-

-...-

-...-

-¿Quieres dormir en mi cama?- preguntó Yoshiko entrecerrando los ojos, Hanamaru seguía completamente sonrojada. -Mientras no me des patadas- Yoshiko se encogió de hombros y Hanamaru suspiró aliviada. Tal vez le había estado dando demasiadas vueltas a cómo reaccionaría Yoshiko, aunque se le olvidaba por momentos que el mayor problema de ella era… ¿era ser un genial Ángel Caído?

-¡Bien! Ahora vamos a ver cómo sigues jugando a ese juego de decisiones, haré algo de comer- sonrió Yoshiko apartando con el pie sus maletas para poder salir de su habitación.

Hanamaru dio una vuelta más en la silla y luego la siguió, aunque cuando salió al pasillo Yoshiko se acercó a ella por sorpresa y la besó rápidamente.

-Nuestro primer beso de pareja oficial con la aprobación de Kanan, es mío- dijo guiñándole un ojo. Y Hanamaru se quedó sin respiración.

-¡Prepararé nuestra primera cena de pareja!- gritó saliendo de su momentáneo trance y adelantándose por el pasillo.

-¡No si llego yo antes!- sonrió el Ángel Caído corriendo tras ella.


-No es justo Tsubasa- dijo por última vez Honoka mientras entraban a su casa.-Mira que hacerme cancelas mis planes…-

-Tranquila, podemos hacer una ceremonia de bienvenida otro día- aclaró ella encendiendo las luces.

-Lo sé… Pero movimos todas esas cajas y… me hacía ilusión presentarles- por el pasillo llegó un cachorrito de Shiba Inu que sólo tenía unos meses, Honoka lo cogió en brazos y el perro le lamió la cara. –Hoy no te van a conocer- le dijo preocupada al cachorrito –y eso que Kotori me hizo un vestido precioso como el del videojuego…- caminó hacia el comedor mientras le contaba al cachorrito como eran sus planes para la "ceremonia" que Eli arruinó.

Mientras tanto, Tsuabasa se descalzaba en la entrada y vaciaba sus bolsillos, en ellos estaban los muchos envoltorios de dulces con alcohol que Honoka se había comido antes de la comida haciendo que se encontrase en ese estado de casi borrachera, las llaves y una pequeña cajita roja de terciopelo.

-Maldita Eli… es como si predijera el futuro- susurró mirando la cajita y escondiéndola rápidamente al fondo del armario de los zapatos cuando escuchó que Honoka se acercaba por el pasillo.

-¿Nos podemos comer la tarta que había preparado?- preguntó con una sonrisa.

-Ibas a hacerlo de todas formas- le respondió Tsubasa caminando hacia ella.

-Es verdad, ¿sabes qué voy a hacer? Esperaré a que saquen el siguiente calabozo y destronaré a Eli de su poder-

-Pero… eso puede ser en años-

-Más tiempo para entrenar- dijo Honoka sonriendo.

-¿De verdad que no se ha muerto la ardilla de ahí dentro?- dijo dándole unos golpecitos en la frente a Honoka.

-¡Tsu-chan, es mi destino!- sentenció Honoka cogiéndola de las manos. –Iré a entrenar, volveré en unos años-

-Eh- la de ojos verdes agarró a su novia del cuello de la camiseta evitando que se fuera al ordenador. –Ni lo sueñes, que no eres una Super Saiyan-

Honoka hizo otro puchero, pero aceptó la derrota mientras ambas iban a por ese trozo de tarta. Lo que la pelijengibre no sabía era que Tsubasa tenía planeado hacer algo que molestaría mucho a Eli, sobre todo porque pensaba no comentarle nada, sería su pequeña venganza personal por lo que había vivido ese día.


Cuando el tren las dejó en la estación, Nico y Maki sólo se miraron y cada una tomaron caminos distintos, mientras que Rin insistió en acompaña a Umi y Kotori junto a Hanayo, ya que Eli y Nozomi se habían quedado en casa de los padres de Nozomi y Honoka y Tsubasa se habían ido por otro camino.

Pero lo que Umi no sabía era que Rin la traicionaría dejándola a solas con Kotori. Las dos estaban sentadas en un banco de un parque esperando que Rin y Hanayo atendiesen una llamada cuando de repente Umi recibió un mensaje de Rin en el que ponía: me tengo que ir junto a Kayochin nya! :3

-Nos han dejado solas- habló Umi rompiendo el silencio que se había creado.

-¿Crees que Eli estará bien?- susurró Kotori todavía preocupada por esa comida, había evitado hablar con Umi, pero la necesidad de aunque fuera comentarlo ganó.

-Bueno… Maki ha dicho que estaba todo bien y que despertaría en un par de horas, seguramente ya esté despierta… Y nosotras no podíamos hacer mucho por ahí- habló Umi mientras se levantaba. –Iré a casa…- miró a Kotori dudando, no sabía decirle o no si quería que la acompañase a su casa antes de irse.

Kotori, todavía sin levantarse miró el suelo y asintió, por eso mismo Umi se dio la vuelta y comenzó a caminar. La peligris apretó los puños indecisa, si no hacía nada sólo le quedaría la duda. Comprendió a Nozomi tan bien cuando sucedió su discusión con Eli que pensó que ella debía hacer lo mismo, afrontar sus problemas, pero ahora Nozomi y Eli se habían reconciliado y ella seguía sin hacer nada.

No podía quedarse de brazos cruzados, quería al menos… intentarlo, por eso se puso de pie y miró por donde se había ido la peliazul y enseguida la encontró.

-¡Umi-chan!- la llamó. La verdad es que quería hablar con ella mucho más que simple conversaciones formales. -¡Umi-chan!-

La nombrada se giró y la miró con cierta duda. Kotori tragó saliva nerviosa y corrió hacia donde estaba ella.

-¿Puedo hacerte una pregunta, Umi-chan?- susurró Kotori deteniéndose cerca de ella.

-Claro, ¿pero por qué me...?- la peliazul dejó la pregunta en el aire cuando observó que Kotori tenía una expresión pensativa, como si fuera a decirle algo muy duro y buscase la mejor forma para decírselo.

Sin querer Umi recordó la última vez que Kotori puso esa expresión, justo cuando le confesó que estaba saliendo con alguien y que por alguna razón la peliazul debía ser la primera en saberlo. Nunca entendió por qué se lo contó, y aunque fuera un poco egoísta de su parte, no quería volver a sentir esa "felicidad" de Kotori.

-Tengo prisa- se apresuró a añadir tratando de evitar la escena, realmente no aguantaría por tercera vez que Kotori le dijera que había comenzado a salir con alguien, tampoco aguantaba que tal vez le fuera a contar esa "buena" noticia porque se habían distanciado por culpa de su actitud cuando Eli estaba deprimida.

-Será un segundo- dijo ella con esa voz dulce que la caracterizaba y eso le hizo sospechar a Umi, pero de todas formas se quedó decidiendo que si se le hacía muy duro, se iría. -¿Estás saliendo con alguien?- comenzó Kotori con voz firme y tratando de aguantar su mirada sobre la peliazul.

-No- respondió Umi tranquilamente, tampoco sabía a qué venía esa pregunta cuando tanto ella como Honoka sabían que no estaba saliendo con nadie. Kotori asintió y sonrió un poco aliviada, nada había cambiado durante ese tiempo.

-¿Y yo?-

-¿Tú?- el rojo cubrió las mejillas de Umi rápidamente, se acercaba la escena que quiera evitar y eso sólo la puso nerviosa. -¡Y yo que sé!- le dijo acercándose a ella y gritando.

Kotori se alejó un paso completamente sonrojada, no esperaba que Umi le gritase así. ¿Por qué tenía que ser su peliazul tan tímida en esos temas del amor?

-Lo... Lo siento- murmuró al ver cómo Kotori se había alejado. -Es sólo que... Olvídalo-

Se giró para seguir caminando pero no podía dejar de imaginarse a Eli molestándola, diciéndole que no se había atrevido a decírselo. Apretó el puño con fuerza y se volvió a dar la vuelta para encontrarse a Kotori. La peligris la miró atentamente.

-Umi-chan- la llamó, quería intentarlo otra vez. -¿Estoy saliendo con alguien?-

-No lo sé, aunque en realidad me sé la respuesta, es un estoy saliendo con alguien o voy a empezar a salir con alguien, ¿verdad?- preguntó al final Umi, aunque no le dio tiempo a responder a la peligris. -No sé por qué me lo cuentas a mí antes que nadie, realmente a mí...- miró a Kotori a los ojos pero rápidamente volvió a mirar hacia la derecha. -A mí no me interesa. No quiero saberlo-

Esas palabras impactaron en Kotori al segundo. Tenía un nudo en la garganta y trataba de sonreír, pero había sido rechazada indirectamente por Umi y dolía más de lo que se imaginaba.

La peliazul volvió a tomar su camino y Kotori se quedó allí de pie, tratando de no llorar. Se había esforzado tanto para que Umi se fijase en ella... Pero al final no salió bien, ellas no eran como Nozomi y Eli por mucho que se comparase. La primera lágrima salió sin su permiso y le siguieron unas cuantas más. Trató de secarse rápidamente las mejillas y controlar su voz y respiración.

"No llores, no llores" pensó para sí misma, pero no sirvió de nada, quizá no se había atrevido a intentarlo justo por esto.

-¿Vas a volver andando a tu casa?- preguntó Umi, y al darse cuenta de que estaba sola se asustó, pensaba que Kotori la seguiría. Volvió sobre sus pasos y la encontró llorando lo que le hizo entrar en pánico. -¿Te... Te has hecho daño?- se acercó cuidadosamente, pero eso sólo hizo que Kotori sollozase más fuerte.

-¿Te ha hecho alguien algo? ¿Te has caído?- un millón de preguntas pasaron por su mente y estaba dispuesta a hacer todas y cada una de ellas. Agarró a Kotori de los hombros pero ella se apartó y todo se redujo a una pregunta. -¿He sido yo?-

Al no obtener respuesta entró en un nuevo nivel de pánico, Kotori lloraba con mucha más fuerza y eso sólo le hacía sentirse peor.

-No... No llores- probó bajando la voz, mirándola a los ojos y... Tratando de no derretirse. -Me refiero a que... no... no quiero que me cuentes si sales con alguien porque... porque no me puedo alegrar por ti ¿está bien? Sólo finjo y... ¡Si Eli me ha enseñado algo es a no fingir! Y... Que me digas eso sólo me recuerda a que te he perdido, y no quiero sentirme así. La primera vez fue el día de la graduación de las de tercero, dijiste que te gustaba alguien... En aquel entonces no quería ser consciente de lo que significaba, pero lo era. Así que por favor, no llores, solo no me cuentes estas cosas ¿vale?-

Continúo mirando fijamente a Kotori, que había dejado de llorar, hasta que en algún sitio remoto en su cerebro algo la hizo sonrojar y darse cuenta de que...

¿Se había confesado? ¿Había sido al final capaz de confesarse a Kotori y todo porque no quería que Eli se riera de ella? Con miedo miró a la peligris que estaba sonrojada, rápidamente apartó la mirada.

"No. No. No. Retirada" pensó Umi. "Justo cuando te dice que va a salir con alguien le sueltas tú esto..."

-Voy...- Kotori la agarró de la camiseta, aunque Umi no se iba a ir a ninguna parte, solo lo hizo para que la mirase. - a salir con alguien- sonrió cerrando los ojos, quitándose el rastro de un par de lágrimas con su mano libre, y notó cómo Umi se removía inquieta porque iba a protestar o a decir algo, pero ella no la soltó, sólo se concentró en que cuando abriera los ojos pudiera decir todo sin problema alguno.

-Koto...

-Ella algunas veces es seria- abrió sólo un ojo para evaluar las expresiones de Umi. -se preocupa mucho por sus amigas y desde el instituto estaba deseando... conocerla más y más- Umi la miró sorprendida. -Se le da muy mal ser honesta porque es muy tímida y sólo lo logra algunas veces, cuando su lado serio sale... la admiro mucho, además siempre le gano jugando a las cartas... Por eso espero que, sólo por esta vez te alegres por mí, te prometo que será la última vez en la que tengas que escucharme decir que voy a salir con alguien-

-Kotori...- dijo Umi totalmente sonrojada.

-Lo prometo- repitió ella y se acercó para darle un beso en la mejilla a Umi, no quería asustarla sabiendo lo tímida que era. Cuando iba a separarse notó cómo la peliazul la abrazaba ejerciendo bastante fuerza. Iba a decirle que la dejase, pero aceptó el abrazo rodeando el cuello de Umi con sus brazos y devolviéndoselo con una gran y amplia sonrisa.

Desde la puerta del parque que habían abandonado, Rin y Hanayo miraban la escena con una sonrisa.

-Somos las mejores superheroínas de todos los tiempos- sentenció Hanayo abrazándo a la chica gato.

-Y eso que solo las hemos tenido que abandonar en un parque, nya- comentó Rin alegre. Hanayo sólo sonrió. -¿Vamos a por un poco de arroz para celebrarlo?-

-¡SÍ!- gritó Hanayo alzando las manos en un gran gesto de felicidad.


Nico abrió la puerta de su casa y de entre todas las cosas que esperaba, estaba justo ella. Sonrió involuntariamente al verla ahí de pie, tan perfecta y adorable que le daban ganas de morderla.

-Quédate el cambio- dijo dándole el dinero al repartidor y cogió la perfecta caja en sus manos.

Noche de pizza. Algo que sentaba genial tras una comida tensa en casa de Nozomi.

Dejó la caja encima de la mesa del comedor y mientras se ponía una ropa más cómoda llamaron a la puerta. Con curiosidad por quién sería, se cambió con más rapidez y fue directa a abrir.

-¿Maki-chan?-

-Te propongo un trato- dijo ella jugando con su pelo, haciendo que Nico no tuviera por qué seguir hablando. -Si gano, hablarás conmigo… en una cafetería-

-¿Y si gano yo?- preguntó Nico apoyándose en el marco de la puerta, no iba a cuestionar que eso de la cafetería sonaba a una especie de cita muy rara.

Maki negó con la cabeza indicando que no lo sabía. Lo único que tenía claro era que Nico había estado esquivándola desde que Nozomi había vuelto.

-Podemos dejarlo en que te debo una-

-Vale- cómo a Nico no se le ocurría nada mejor, dejó entrar a Maki en su casa mientras la observaba buscar algo en su bolso.

-¿Qué juego es?-

-El que jugamos en casa de Eli, me lo ha prestado Rin sin decirme nada y luego se fue corriendo-

-Oh- Nico sonrió malvadamente. –Entonces si es ese juego, prepárate para perder-

-¿Segura, Nico-chan?- peguntó Maki alzando una ceja. –Si no tienes nada por lo que pelear, no creo que luches con fuerzas, además si quedamos en empate es porque no consigo hacer el combo… pero ya sé hacerlo-

Nico se rió mientras insertaba el juego y luego le pasó un mando a la pelirroja.

-Que gane la mejor-


En cuanto Hanamaru cerró la puerta. Riko pulsó repetidas veces el botón para llamar el ascensor con una expresión de enfado total. Detrás de ella, estaba You.

La ojiazul la miraba desde atrás pensando si debía iniciar una conversación o no. Podía ver perfectamente que la pelirroja estaba molesta y eso le hacía sentirse un poco mal.

-Vamos... ¿Por qué tardas tanto?- gruño Riko dándole un ligero golpe a la puerta del ascensor.

-Aunque hagas eso no va a aparecer antes- comentó You, y recibió una mirada asesina de la pelirroja.

-¡Ya lo sé!-

Otra vez volvió el silencio, You empezó a jugar con sus manos. Se podía hacer una pequeña idea de por qué Riko estaba molesta, pero no sabía si comentársela a la pelirroja. Al final, viendo cómo Riko perdía los papeles, estiró su mano con intención de agarrar el brazo de Riko, sin embargo el ascensor llegó.

Las dos entraron y You se dedicó a mirar el suelo hasta que le pareció demasiado estúpido. "Vamos, pregúntale"

-Riko-chan, ¿estás enfadada porque me he quedado demasiado tiempo jugando?-

La pregunta estaba en el aire, pero Riko no dijo nada. –No hacía falta que te quedases, Chika-chan podía haberte llevado a casa-

Las puertas se abrieron en la planta de abajo y Riko salió sin decir ni siquiera un comentario, al ver que no quería hablar You la siguió en silencio hasta la estación de tren. El paseo se le hizo bastante largo, aunque teniendo a Riko delante de ella haciendo gestos raros como si hablase consigo misma la habían ayudado a que fuera más llevadero. Cuando llegaron a la estación, You fue consciente de que debían coger diferentes trenes y por eso sujetó el brazo de Riko para que la pelirroja la mirase y poder al menos hablar.

-Siento haberme quedado más tiempo del previsto- volvió a repetir. Riko la miraba con desconfianza y eso hacía que You se pusiera más nerviosa. La pelirroja se soltó del agarre de You y miró el suelo.

-No sabía que te gustaban los gatos- dijo al final, con casi un hilillo de voz.

"¿Ha dicho… gatos? ¿Riko-chan?" pensó You sorprendida.

-Pffff- se llevó una mano a la boca evitando reírse, pero le fue imposible. Riko le dio un pequeño golpe en el hombro molesta y You se dio la vuelta para que no la viera reírse, aunque pudiera oírla.

-¡No tiene gracia!- se quejó Riko sonrojada adelantándose a You para mirarla a la cara.

-¿Estabas enfadada porque estaba con un gato?- preguntó la ojiazul haciendo gestos. -¿Un gato, Riko-chan?-

La pelirroja dejó atrás a You y comenzó a caminar bastante enfadada hacia la estación. Sabía que no le tendría que haber dicho nada.

-Espera… Riko- You la volvió a agarrar y esta vez evitó por todos los medios volverse a reír, aunque no pudo evitar sonreír mucho. Aclaró su garganta, pero Riko sabía que iba a decir alguna estupidez lo podía ver en esos ojos azules. –Aprecio mucho que te hayas quedado hasta tarde para protegerme del gato-

-Tonta-

-Oye Riko-chan- You estiró su otro brazo, pero este lo llevó tras Riko, apoyándolo en una de las paredes que estaba detrás de ella. –Gracias, y gracias por quedarte y dejarme pasar más tiempo contigo- susurró You con una sonrisa y a escasos metros de Riko.

-Y…-

You sonrió otra vez y luego se alejó de ella rápidamente, no quería que Riko viera como se sonrojaba. "Demasiado cerca, demasiado…. ¿Por qué tienes que hacer estas cosas You?" pensó dándose golpecitos en las mejillas y luego miró de reojo a Riko que seguía clavada en el sitio, con una sonrisita en la cara. "Ah, sí… lo hago por eso" Con el corazón todavía acelerado se giró para mirar a la chica y señaló la estación.

-¿Vamos?-

-¡Ha… Hai!-

-¡Yousorooo!-


Maki dejó caer el mando al suelo, estaba por darse cabezazos contra la pared, mientras Nico miraba fijamente la pantalla.

-Hemos quedado en empate nueve veces seguidas...- murmuró sorprendida. -Nueve malditas veces-

-¡La décima será la definitiva!- comento Maki recuperando el mando y dirigiéndose a la sección de personajes.

-Creo que deberíamos dejarlo- soltó Nico junto a un bostezo.

-¡No, Nico-chan!- se quejó Maki, esta vez ganaré.

-O volveremos a quedar en empate- Nico dejó el mando encima de la mesa y miró a la pelirroja, era sorprendente como durante toda la comida había deseado que le hiciera caso sin motivo aparente y ahora se sentía un poco intimidada de que estuviera por su casa y sobre todo mirándola fijamente con esos ojos de pantera. –Y si… como es un empate, las dos perdemos- propuso apartando la mirada.

-¿Las dos perdemos?- dudó Maki inclinando la cabeza confusa, como un cachorrito.

-Sí, ya sabes… nadie gana y tú ya puedes volver a tu casa…- trató de explicar Nico.

-Prefiero ganarte- replicó Maki jugando con su pelo, aunque ella también se notaba cansada.

-Entonces…-

-¿Entonces?- Maki volvió a mirar a Nico, quería que terminase esa frase.

-En vez de perder, podemos ganar las dos- explicó la pelinegra.

-Bi… Bien, pero no es que quiera salir contigo ni nada- añadió rápidamente haciendo que Nico se riera. –Mañana a las seis-

-Vale- sonrió Nico.

-Y deja de mirarme así y sonreír de esa manera tan… estúpida- murmuró Maki mirando hacia otro lado sonrojada. –Esto no ha quedado así, te ganaré-

-Lo siento, pero estás destinada a perder con ese personaje- replicó Nico alzando una ceja.

-¡Ahhhg!- Maki se acercó a Nico. –La última- replicó.

-Está bien, pero perderás ante mí, Nico no es sólo una perfecta idol, también es genial ju… ¡No le des a comenzar partida mientras hablo!-


Cuando los créditos finales estaban reproduciéndose en la pantalla, Hanamaru agarró el mando con más fuerza. Se había pasado el juego y ahora sentía una extraña sensación de vacío en el estómago, le pasaba lo mismo cuando terminaba un libro y descubría que el autor o autora no había continuado con otro.

Era un final final que le hacía sentir mal.

-Yoshiko- la despertó dándole ligeros golpes en el hombro. Antes de despertarse se removió inquieta.

-¿Qué ocurre Zuramaru?- preguntó con los ojos cerrados.

-Me he acabado el juego- medio sollozó ella.

Yoshiko sólo abrió sus brazos y Hanamaru aceptó el abrazo mientras observaba los créditos pasar. Había decidido quedarse hasta tarde porque sabía que le quedaba poco y ahora no estaba muy segura de si eso era lo correcto.

-Notarás un vacío durante unos días, pero luego llegará otro juego- le susurró Yoshiko acariciándole la espalda y sonriendo, nunca imagino que su Zuramaru pudieran gustarle tanto como a ella los videojuegos.

-Esto es malo, zura- susurró ella acomodándose mejor. Había echado de menos dormir junto a Yoshiko en el sofá tras una maratón de videojuegos, aunque ahora que estaban saliendo la sensación era mil veces mejor porque no hacía falta pensar mucho en si sus acciones asustarían a Yoshiko y lo mejor de todo era que esta vez el Ángel Caído no debía irse a ninguna parte ¡era toda para ella! –Me gustaba este, deberías recomendarme otro parecido- tras un bostezo notó cómo sus ojos se cansaban y los cerró sólo un instante, pero enseguida un sonido llamó su atención.

Claramente era el sonido de un móvil, Yoshiko, que se había despejado por el ruido miró por encima del sillón hacia la mesita y vio un móvil, a su lado durmiendo estaba la gata de Hanamaru.

-Un móvil azul celeste-

-Es de Dia-san- respondió Hanamaru que la había visto con él en manos. -Se lo devolveremos mañana-

-Sí- Yoshiko apagó la televisión y se acomodó mejor en el sofá con Hanamaru todavía en sus brazos. -Buenas noches- dijo lo suficientemente cansada cómo para ni siquiera moverse más.

-Buenas noches- le respondió enseguida Hanamaru.

-¿Kashikou Kawaii? ¡Elichika!- sonó a todo volumen por el comedor, era el móvil otra vez, al parecer ahora la estaban llamando. -¿Kashikou Kawaii? ¡Elichika! Harasho~

Y ambas abrieron los ojos sorprendidas.

-No me jodas...-


Fin :D

Explicaré algún par de cosas que se me ocurran por encima: la canción a la que me refiero era Garasu no Hanazono ( ͡° ͜ʖ ͡°), Eli bromeó tiempo atrás (en mi fic) que podría declararse con esa canción xD, por eso la tartamudea. Más cosas... la primera escena, la del templo, sigue al capítulo anterior, pero en las siguientes ya ha pasado una semana, porque Yoshiko está de vuelta. El vestido del que habla Honoka que le hizo Kotori, lo vió Umi cuando fue a casa de esta, chan chan chhhaaaan.

Me salto varias escenas porque quería meter varias OTPS y cuando me daba cuenta ya llevaba... un montón de palabras :V soy así(? Y gracias por leer esta especie de fic dramático, aunque me he descontrolado en el epílogo, menos en la escena KotoUmi, ahí estaba un poco afectada por Steven Universe y me puse sensible :,V

Ahora, para los fans:

Maki y Nico durmieron juntas en el sofá, siguieron quedando empate todas las veces que jugaban, aunque salían a "tomar café" como "amigas" (ง ͡° ͜ʖ ͡°)=/̵͇̿̿/'̿'̿̿̿ ̿ ̿̿.

Eli y Nozomi siguen debatiendo si deben seguir jugando a los videojuegos de terror, por ahora es un sí porque Nozomi usa demasiados encantos para convencer a su chica. ( ͡° ͜ʖ ͡°)ノ=

You y Riko son geniales. Simplemente. Awesome. ✺◟( ͡° ͜ʖ ͡°)◞✺

Kotori y Umi decidieron llevar su relación al siguiente nivel ( ͡~ ͜ʖ ͡°) y cogerse de la mano.

Tsubasa y Honoka planean celebrar por fin una fiesta de bienvenida, pero Eli no deja de vigilar a Tsubasa (⌐▀͡ ̯ʖ▀)︻̷┻̿═━一-

Hanamaru siguió sintiendo ese vacío en su pecho hasta que Yoshiko la invitó a comer hamburguesas. ᕙ(▀̿̿Ĺ̯̿̿▀̿ ̿) ᕗ

Chika continuó hablando sobre juegos de bailes y Dia la escuchaba atentamente (╯ ͡ ͠° ͟ل͜ ͡°)╯︵ ┻━┻

Ruby tuvo que recoger el móvil de su hermana porque a ella le daba vergüenza ir a por él ahora que sabían su secreto ( ͡ᵔ ͜ʖ ͡ᵔ )

Hanayo y Rin siguieron cuidando a las Otps en secreto, con sus identidades secretas ᕦ( ͡°╭ʖ╮° )ᕤ

En el ascensor Mari le hizo proposiciones (y no de matrimonio ( ͡° ͜ʖ ͡°)) a Kanan, ella no aceptó... al principio.

Yo no sé por qué sigo poniendo emoticonos y tú no sé por qué has leído hasta aquí(? Pero :3 Arigato!

Me despido chicos, recordar: debéis ser como la chica de los mangas que siempre shippea a su OTP sin rendirse :) Por eso espero que vuestras OTPS tengan momentos CUTIES en la película *^* Y pasar un feliz día o noche o lo que sea :D ¡Adiós venusianos!