No entiendo que hago en este fandom, pero bueno ya que mi cabeza tiene ideas que quiere escribir, no pienso retenerme de algo que podría gustarme. No estoy acostumbrada a basar una historia en un OC, si los creo los hago como complemento de personajes ya existentes. No quiere decir que no van a salir los personajes de Katekyo, pero si bien salen, van a notar más comúnmente puntos de vista de mi Oc.

Katekyo no me pertenece.

Esta historia basa la línea del manga, donde al final de este los arcobalenos están libres de su maldición y Reborn sigue siendo el maestro de Tsuna.

Océano profundo

Prologo

El océano es el hogar del agua, donde todas las fuentes se unen y desembocan de su viaje. El océano cuida de las criaturas marinas, pero de este también sale el agua que alimenta el planeta tierra. Toda la tierra tiene mucha más agua que tierra sólida, incluso tiene lugares tan profundos, que ningún humano conoce. Las profundidades del océano tienen secretos, un mundo que nadie conoce.

El océano es profundo, peligroso y no todos pueden apreciar su belleza.

Pero el océano sobre todo es agua.

El agua es vida.

El deber del océano es dar la vida al resto del planeta.

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Había muchas cosas que Charlotte Evans no entendía sobre ella misma, una de ellas era su estúpida tendencia autodestructiva, con tal de que todos sus amigos estuvieran bien. No es que ella fuera a llevar las cargas de otro, este siempre seria el deber de cada uno. Pero si ella salía disparada por culpa de alguno de sus amigos, ella simplemente sonreiría y diría que todo estaba bien.

Con tal que los demás siguieran sonriendo.

Ese día sabía que iba a ser un total desastre para ella, pero no podía esperar mucho, dado que el día anterior había sido como tocar el cielo, hoy sería lo opuesto, estar cerca del purgatorio.

Miro su reflejo en el espejo de la habitación.

Ella no era fea.

Su piel era demasiado blanca, como una muñeca de porcelana. Su cabellera era negra hasta sus caderas, con algunos rizos no definidos y un flequillo en su frente. Sus ojos eran azul oscuro, profundos, como las profundidades del océano. Si bien no era la chica más alta de todas, era bastante delgada y con el pecho tamaño normal. Toco sus mejillas para estirarlas, estaban levemente sonrojadas, pero era por el calor que hacía en el lugar. Solo tenía puesto unos short de mezclilla, unas medias altas de color negro y una camisa negra en ¾.

No era fea.

Tenía varios admiradores en Naminori.

Amigos.

Entonces…

Por qué se enamoraba del único idiota que no la vería así nunca.

—Lotte—hablo una voz entrando al cuarto en que estaba.

Salto un poco y giro el rostro con una sonrisa, dejando de lado sus pensamientos y mostrándose tan animada como no estaba.

La habitación no le pertenecía, ese desastres con papeles en el suelo, exámenes apenas pasables y una consola de video juegos al lado del televisor, pertenecía a su mejor amigo y vecino.

Tsuna Sawada.

Quien ahora estaba en la puerta de la saca de estar, con un pantalón de mezclilla como ella le recomendó y una camisa sencilla color blanco. La sudadera naranja que él tanto quería tampoco podría faltar y su cabello era igual de desordenado que siempre.

Gruño ante la sensación en su interior. Su corazón nuevamente no le obedecía, latiendo rápido ante la persona que no la amaba.

Porque así era el amor.

No elige a quien uno piensa, solo elige a quien este quiere.

—Tardaste en el baño Tuna-boy—hablo con jovialidad que no sentía.

El chico obtuvo su frente sombreada de azul, siempre que lo llamaba con su apodo de pescado, este mostraba un rostro amargo. Pero era lo mejor, si bien odiaba hacerlo sentir mal, era la única forma que su híper intuición no descubriera lo que tanto había guardado de este.

—No debes durar tanto con Kyoko-chan, después de todo hoy es la gran cita—exclamo con una gran sonrisa.

Su amigo sonrió levemente, con un sonrojo en las mejillas que pareció apuñalarle la espalda.

Pero en lugar de huir, como una persona normal, ella abrazo el dolor y acepto su destino.

Tsuna amaba a Kyoko.

Kyoko sentía algo fuerte por Tsuna.

Ella no estaba en ninguna parte de la ecuación, ella solo era su amiga y así se quedaría.

Ambos salieron de la habitación para caminar a la sala principal. Mamá (Bueno se llamaba Nana y era la madre de Tsuna, pero ella decía a todos que le dijeran mamá) estaba deleitándose de la cita de su hijo, Bianchi estaba tomando un té con Reborn en sus brazos, quien parecía divertido que su estudiante arruinara todo. Lambo e I-pin correteaban por todo el lugar como de costumbre.

—Más te vale no arruinarlo Dame-Tsuna—hablo Reborn usando a León y mostrando un rostro peligroso.

Tsuna se escalofrió.

Este luego de que su madre lo abrazara por décima vez, gruño un adiós a todos antes de salir corriendo. Ella vio como este caía en la entrada del hogar, al mismo tiempo que Reborn aparecía como por arte de magia sobre su cabeza.

—Adiós Lotte—dijo Tsuna por última vez con una gran sonrisa mientras salía corriendo.

Ella lo imito más leve, con una mano en al aire, que cayó de forma inerte cuando este desapareció de su vista.

Sintió la mirada aguda de Reborn a su persona.

—Estas segura de no decirle al Dame sobre tus sentimientos—consulto el bebé con traje.

No respondió.

En su lugar dejo que sus ojos no tuvieran su usual felicidad, viéndose más profundos y temerosos.

Tenía tanto miedo.

Si bien sus sentimientos por Tsuna comenzaron poco a poco, ella no había calculado lo que pasaría más adelante. Aunque si bien ella había aceptado ayudar a su mejor amigo con su enamoramiento, no pensó que dolería tanto. Tsuna quería muchísimo a Kyoko, era un chico extraordinario del cual no era difícil enamorarse y sobre todo, con un corazón puro.

Harán una gran pareja.

Aunque eso parta su propio corazón.

Suspiro.

—Tsuna está enamorado de Kyoko-chan—anuncio en voz alta como siempre—yo prometí ayudarlo y eso hare—añadió viendo al bebe con una leve sonrisa.

Los ojos de este se mantuvieron firmes sin demostrar emociones.

—Que actitud más patética y perdedora—afirmo saltando de su cabeza.

Sus palabras se clavaron como flechas invisibles en su interior. Pero antes que pudiera pensar en alguna forma de atacar al pequeño, este ya se había ido de su vista.

Se colocó sus zapatos deportivos para salir, dijo un "adiós" suficientemente alto para que lo escucharan y salió fuera del hogar. Comenzó su caminata sin rumbo fijo, pero alejándose del centro de la ciudad, donde su amigo tendría su primera cita oficial. La cita de práctica con ella, solo fue eso, una estúpida practica que no importaba.

Claro que era importante para Tsuna, era su amiga.

Solo eso.

Debía aceptar la Friendzone cuanto antes.

Pero en lugar de caminar tranquilamente y saludar a todos con una sonrisa, como siempre, se encontró corriendo por medio de las calles apenas conteniendo las lágrimas.

Ella no debía llorar.

Ella era fuerte.

Era el océano, el atributo más fuerte de su familia, el océano profundo que da vida a todos.

¿Entonces?

Por qué no dejaba de llorar, en medio de un agitado sollozo que soltaba lágrimas, corría por fuerza de todo. Escapando de nada en particular, excepto de la realidad. Ella no era la que Tsuna quería, ella no era la chica adorable y grosera que todos en Naminori conocían, todo era una farsa, como sus amigos, probablemente la odiarían de conocer la realidad.

De forma torpe tropezó con sus propios pies cuando llego al inicio del bosque, no hizo nada cuando cayó de cara contra el barro y solamente sorbió su nariz.

Una presencia a su lado, no le hizo moverse. Conocía esa presencia, por lo cual sabía no era ningún enemigo.

—Charlotte-san—dijo la voz algo tímida y con sorpresa.

Alzo la vista con lágrimas en sus ojos, asustando al chico de ojos y cabellera rojiza, que por algún motivo del universo, también era su amigo.

Kozato Enma, también conocido como perdedor Enma y uno de los mejores amigos de Tsuna. Puede que el inicio este le tuviera miedo, además de ser un poco soso a la hora de hablar con chicas guapas como ella (en este momento no tenía tiempo para humildad) y costo un poco demostrarle que ella si esperaba ser su amiga.

No se sorprendió de verlo ahí, con banditas en todo su cuerpo y ropa algo sucia.

Probablemente fue intimidado.

Si hubiera estado en cualquier otro día, hubiera logrado ir por todos ellos y darle una paliza.

—Enma-chan—sollozo antes de arrojarse a los brazos del chico llorando a mares, lo que hizo que este se tensara y se viera confundido.

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Dado que mientras estaba sobre Enma llorando una leve lluvia comenzó, se vieron forzados a ir a un templo cercano para refugiarse. Donde sin que Enma preguntara, ella había soltado al llanto contándole todo a su amigo, bueno, no todo, simplemente sobre lo que había pasado desde que conoció a Tsuna, como sus sentimientos avanzaron, sobre que fue una idiota al ayudarlo a estar con otra chica y que lo había perdido para siempre. Enma era un chico muy tímido, pero aun así de buen corazón que intentaba ayudarla, o por lo menos tranquilizarla.

—Moriré sola con siete gatos—dijo entre lágrimas.

Su amigo le había prestado su sudadera, que si bien algo sucia, aún era suficiente para hacerla entrar a un poco de calor.

De no ser por que seguía llorando.

—Pero no entiendo Charlotte-san…¿Por qué no le dijiste tus sentimientos?—pregunto este con algo de confianza.

Había costado ganar esa confianza y tal vez fue a la fuerza, pero ella se sentía orgullosa de hacer que Enma le hablara familiarmente.

Era como un adorable hermano.

Dejo de llorar, aunque los sollozos aún se escuchaban.

—Tsuna tiene gran corazón, el decirle mis sentimientos lo hubiera puesto en un apuro…no quería que desistiera de algo por mí—explico un poco más relajada.

Este era un momento de explosión, donde Enma había sido el receptor, ella no tenía planeado decirle a su amigo de nada de lo que pasaba.

No lo confundiría.

Enma puso una mueca en su rostro, claramente no conforme con lo que ella había dicho. Por lo tanto una sonrisa algo falsa pero sonrisa, se puso en su rostro cuando lo vio intentando calmarlo.

—Tsuna ama a Kyoko-chan, si eso lo hace feliz pienso apoyarlo—musito con poca energía.

No parecía convencer a Enma, quien suspiro asintiendo poco convencido.

Genial.

Al menos no le contradeciría, eso haría que no soltara nuevamente al llanto. Ya todo era suficientemente deprimente con la lluvia, que solamente había incrementado desde que estaban ahí.

¿Lluvia?

Dejo por primera vez esa tarde sus sentimientos de lado, para ver la lluvia frente a ella con curiosidad, sin notar como Enma estaba comenzando a ponerse tenso por la idea de ayudarla.

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—Bueno si…pero yo hable con Tsuna y él…buen él está algo confundido—musito nervioso sin querer exponer del todo a su mejor amigo, pero queriendo ayudar a su amiga, que era tambéis su mejor amiga.

¿Cómo Enma se metido en este lio?

Él era nervioso de hablar con otras personas que no fueran de su familia o que no fueran Tsuna, pero Tsuna era su mejor amigo. Pero luego en segundo año había aparecido Charlotte, quien era también una estudiante de intercambio de América. Que lo hacía sentir el triple de nervioso porque era muy guapa, pero cuando la conocías, solo notabas una chica algo torpe, risueña con una vena algo sádica.

Una chica que no solo le sonreía y compartía bromas con Tsuna, sino que también le brindaba la mano y lo apoyaba a él como amiga. Además de todo, la chica le recordaba un poco a su hermana muerta, su sonrisa era como la de ella y te dejaba con ganas de protegerla.

Entonces estaba dividido.

Entre su mejor amigo.

Ayudar a su mejor amiga.

Pero respetar la intimidad de Tsuna.

Decirle lo que pasaba a Charlotte.

Sujeto su cabeza con pesar, no sabía qué hacer.

Giro su rostro para hablarle a Charlotte, pero detuvo cualquier intento de charla, cuando esta salto sobre él para que esquivara una cuchilla que destruyo el lugar donde instantes antes estaba. Su instinto por primera vez se activó, dejando de lado los sentimientos de su amiga, al sentir el inminente sentido asesino de peligro.

Lo localizo.

Giro su rostro para ver quien fuera que atacara, defender a su amiga y acabar con el enemigo.

Frente a ellos bajo la lluvia, estaba una chica con aspecto sereno, que nunca antes había visto. Su cabello era corto de color negro profundo por sus hombros y sus ojos eran de color verde agua sin vida. Tenía ropas algo reveladoras, dejando ver bien su delantera y un extraño tatuaje en su mano derecha.

Un gemido a su lado, hizo que volteara a ver como Charlotte miraba incrédula a la nueva llegada.

—Cordelia—susurro con voz algo temerosa.

La conocía entonces.

Aun así la persona frente a él, tenía una gran sed de asesino, por lo que rápidamente activo su flama de la tierra para entrar en el modo instinto.

Sabía que anteriormente la familia de Tsuna se había involucrado Charlotte, quien se había visto inmiscuida en asuntos de la mafia gracias a ellos de forma inconsciente, pero no pensó que ella conociera a alguien que fuera tan…peligroso. Cuando activo su llama, el instinto asesino fue solamente peor. La chica que parecía algo mayor que ambos, tenía una mirada de mortal seriedad que no se vio afectada por él al usar su poder.

Lo cual le dijo que…o estaba preparada, o no le interesaba.

Alzo su mano, donde se veía un hermoso brazalete que comenzó a brillar en conjunto con el anillo de su mano derecha. Pero no eran como las llamas de los Vongola, las llamas del cielo, tampoco eran como las llamas de la tierra, eran diferentes a cualquiera que conocía. Su color verde agua era como una llama, pero más bien como agua a su alrededor que se movía de forma hipnótica.

Entonces frente a la chica se manifestó una lanza, que esta giro hábilmente entre sus manos, mientras todo a su alrededor comenzaba a sentirse…peligroso.

Chasqueo la lengua.

Esta batalla no le iba a gustar.

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Imposible.

¿Qué hacía Cordelia aquí?

Observo con incredulidad como su amigo, Enma, usaba la fuerza de la gravedad contra la chica, que solamente la esquivaba con gran facilidad y saltaba para el ataque. Sus movimientos rápidos y veloces, significaba que estaba enojada.

Cordelia era alguien muy calmada y sensata, si bien siempre pareció aborrecerla, era una chica que seguía claramente sus ideales. Uno de ellos era el no lastimar inocentes, pero parecía que veía a Enma como un obstáculo, algo que ella superaba sin la menor dificultad.

Un golpe de poder de ambos la lanzo por los aires, cayendo de espaldas.

Ella no quería estar ahí.

Quería huir.

Cuando Enma fue lanzado sin piedad a su lado, giro temerosa de ver como Cordelia había activado la fase final de su llama, sin tener la menor piedad.

Lo iba a matar.

Apretó con fuerza los puños, sabía qué hace un año, probablemente ella hubiera aceptado una muerte sin darle importancia, pero ahora no era así. Tsuna y todos sus otros amigos, le habían enseñado la belleza de la vida, sobre las cosas asombrosas, como también sobre la importancia de la vida.

Entonces cuando vio la lanza salir volando en dirección a Enma, como si tuviera alas a su alrededor en busca del objetivo.

No lo dudo.

Se lanzó frente al chico, sintiendo como la lanza atravesaba sin piedad su abdomen. El dolor fue instantáneo, como también lo fue el impacto, pero ella sintió que todo iba en cámara lenta. Escucho el grito de horror de Enma a su atrás que llamaba por su nombre, también pudo ver el rostro de Cordelia, ese rostro siempre calmado y tranquilo, transformarse en una mueca de horror e incredulidad.

Algo salió de su boca, al bajar la vista, pudo ver la sangre saliendo de su boca como la lanza que la atravesaba.

¿Estaba muriendo?

Sentía todo su cuerpo frio por la lluvia.

Miro como su visión se volvía borrosa, antes que cayera de costado lentamente.

Dicen que cuando vas a morir, toda tu vida pasa por tus ojos.

Entonces ella vio…vio su vida en cámara lenta y como todo había llegado a ese punto de la historia.

El inicio de Charlotte Evans, la portadora de la llama océano de la familia Lougthy.

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En una historia que llevaba mucho más de lo que cualquiera pudiera esperar, ya que era la historia de los descendientes de Cozarto Simón, Giotto y Miracle Dalai, quienes estaban unidos por algo mucho más fuerte que la sangre, el destino que llevaría al desenlacé que sus antepasados, no pudieron completar.

Ahora Enma, Charlotte y Tsuna, tendrían que encontrar el camino.

Continuara…

Esta historia es una que estaba pensando hace mucho tiempo, pero luego de pensarla fue cambiando hasta convertirse en esto.

Espero le den una oportunidad a mi idea de arco nuevo para Katekyo, es como una continuación después del arco de los arcobalenos.

En el siguiente capítulo entenderán un poco más de donde bien Charlotte y todo este caos que se formó.

Nota:

Por si no lo saben en mi perfil tengo un link de mi página en Facebook donde publico mis actualizaciones y donde chateo con los chicos sobre temas de anime, manga, juegos, libros, series…etc por si alguno quiere comunicarse conmigo o visitar un rato para conocerme mejor.

Sayonara sexys lectores.