Los personajes de Saint Seiya no me pertenecen a mi si no a Masami Kurumada ,esto es sin ningún fin de lucro.

Capitulo 1. Sea and Scorpion

Milo y Shaina / Kanon y Thetis

El inicio de la historia

Scarleth Neddle story

Post-Hades.

El Patriarca le había sentenciado a aquella tarea y él no se había negado. No había alternativa. Por una parte, le agradaba la idea que se le hubiese asignado junto a Camus en aquella tarea de "colaborar" con la organización del recinto de amazonas un par de días ante el caos que había de papeleo en esa nueva era de calma y quietud, pues asi podría bromear con él a placer, y ni que decir del contacto femenino que tendría a su vista, además, podría no salir de Atenas a alguna encomienda como sus demás compañeros. Si, aquella tarea tenía muchas ventajas, menos una: Shaina de Ofiuco.

Si, la amazona de Cobra, quien era la encargada principal del lugar, de alto carácter y quien creía totalmente innecesaria la " delegación" de los santos dorados en cuestiones que ella sola podría hacerse cargo con un par de amazonas y la que sería su compañera por largos días. Pero esa había sido una decisión de la mismísima Atenea y Patriarca y para su suerte ninguno no podía objetar nada al respecto.

Y ahí estaban, el duo de santos y amazona dentro de una oficina, ellos sentados en diversos escritorios en el interior de una amplia habitación, observándose entre ellos con aquellas sencillas ropas de entrenamiento, llenos de recelo y acompañados de sumo silencio por largos minutos. Nadie en el interior estaba "cómodo" con aquella decisión, pero no había forma de escapar, solo quedaba empezar.

La amazona se acerco a un mueble inmediato con sus movimientos femeninos que acentuaban sus caderas y que involuntariamente hicieron que el alacrán siguiera con la mirada, y tomo una enorme caja, dejándola caer frente a Escorpio. Camus se levanto de su escritorio y se posiciono junto a su amigo.

-Estos son los informes y documentos de los últimos años, como no ha habido nadie a cargo en esta oficina hasta hora, se han acumulado, hay que depurarlos y acomodarlos por secciones, año y orden de importancia. - sentenció la amazona y de inmediato señalo hacia el mueble donde había decenas de cajas iguales y con el mismo volumen de papeles.

Los dos santos se miraron entre si, incrédulos por el trabajo que les aguardaba. -Siendo tres supongo que acabaremos más rápido. - sentencio la amazona y sin decir más se acerco a la puerta de esa oficina. - Iré por algo de agua, les traeré un poco, será una jornada larga de trabajo.

Cuando la amazona termino de hablar y partió, los dos santos se dejaron caer en las sillas bajo si, abrumados.

-Parece castigo más que "deber"- objeto el alacrán echándose a placer en la silla donde estaba y haciéndola girar con sus pies. -Solo de ver tanto papel ya me dio dolor de cabeza.

Camus se puso de pie y saco algunos de los papeles de la caja a su frente.

-Debemos apresurarnos y acabar pronto con esto, no quiero pasar mis mejores años encerrado en este lugar. Hubiese preferido ir a Siberia con Saga y DeathMask al reclutamiento de santos, pero esto ha sido en parte tu culpa.

-¿Mia?

-Si Milo, tú le dijiste al Patriarca que te encantaría que te asignaran esta tarea solo porque no puedes controlar tu entrepierna y sugeriste mi nombre en ello y vemos aquí, encerrados en una oficina lidiando con papeles y para colmo con la incomodidad de Shaina.- suspiro el santo de los hielos, abrumado -Alguno saldrá desquiciado, así que párate ya, empecemos y terminemos pronto.

El santo se Escorpio se levantó de su asiento y coloco la mano en su hombro que veía la caja irritado.

-Calma Camus, ¿dónde está esa serenidad y positivismo? -acertó a decir con gran sonrisa el Escorpión. -Esto no es nada para nosotros.

El otro le negó con la cabeza sin remedio.

- Iré a buscar algunas bolsas para tirar todo esto. - comento Camus sacando algunos papeles más y caminando hacia la puerta de esa oficina.-Es un fastidio.

-Bien.

El aburrido Escorpio se volvió a echar sobre la silla del escritorio al verse en completa soledad y se dedico a observar al techo. Esperaría a que Camus volviera para empezar su encomienda. De pronto, la puerta se volvió a abrir trayendo al interior la presencia de Shaina con un par de botellones de agua, quien de inmediato y sin prestarle atención a su compañero, se volvió a situar en su escritorio. Él escorpión la observo a detalle ante su aburrimiento.

Shaina le resultaba una mujer enigmática. Había escuchado solo rumores sobre ella aunque en realidad no le conocía, solo sabía de su ciego enamoramiento por Pegaso y sus muchos sacrificios personales por él. Entonces se preguntó, ¿Como era posible que una mujer que había entregado tanto, resultara ser un monstruo como muchos aseguraban? Quizás solo era una mujer que como muchas, escondía sus más mayores miedos en rudeza. Y no la culpaba por eso. Todo mundo tenía derecho a protegerse a su manera.

Luego entonces se cuestionó, ¿Cómo sería ella bajo su máscara?

Su cabello le resultaba bonito, su silueta sumamente femenina, cada movimiento lindo como felino, ¿acaso sería un ser tan bello como ese tan maligno?

Una chispa de travesura y curiosidad se encendió en su corazón en aquel momento. ¿Y si él lo averiguaba?, después de todo, ¿qué podría perder?

El escorpión se levantó de su silla y tomó algunos papeles de la caja, "fingiendo" leerlos a profundidad. Luego entonces hablo con suma seriedad.

-Oye Shaina,¿ puedes venir?, no entiendo estos papeles. - la amazona le miro tras esa máscara con duda y avanzo con algunos papeles hasta el santo, llegando a escasos centímetros de él y su escritorio. El santo acerco los papeles que" presuntamente" no entendía aún más a su pecho obligando a la amazona a acercarse lo suficiente para percibir el perfume de sus cabellos. ¡Oh! Era delicioso y fresco, justo como dulces de naranjo y limón.

-Mira, vienen letras en italiano y griego. - la amazona trató de analizar los papeles sostenidos por el alacrán con detalle aunque en ellos no parecían tener nada escrito de lo que él decía. Milo por su parte sonrió ligeramente al tener tan cerca de si a la amazona, percibiendo a detalle su calor y vio en la máscara plateada su reflejo.

De pronto, Camus penetró la oficina con un par de bolsas en mano y observo aquella escena absorto. Ahí iba su amigo, al "ataque mujeriego de nuevo", pero no con cualquier amazona si no nada más ni nada menos que con la Cobra.

-¿Todo bien? -comento el francés haciendo que su amigo tosiera abrumado y se alejara centímetros de la amazona ante su mirada.

-Excelente...- atendió él.

-Shaina...- le dijo el acuariano -Marín me ha preguntado por ti, dice que es algo urgente, está fuera de su cabaña.- comento Camus haciendo que la italiana le prestará atención.

-Iré de inmediato, gracias caballero. - soltó ella y volvió su vista a Milo.

-Si no comprende los papeles, déjelos aparte caballero, yo los revisaré cuando vuelva.

-Bien. - esbozo el alegre griego.

La italiana tras lo dicho, salio de la oficina nuevamente, pasando a un lado de Camus, aun en la puerta. Luego entonces cuando ella marcho, el francés se acerco a su amigo desaprobándole con su cabeza.

-¿Qué se supone que haces, Milo?

-¿De qué hablas, Cam? - la sonrisa del alacrán se hizo nerviosa ante la cuestión y de inmediato busco refugio en los papeles antes mostrados a Shaina.

-No te hagas el loco, se bien que hacías, pero de una vez te advierto, no quiero problemas y menos con ella, y si empiezan por tu culpa, no dudes que te congelaré eternamente tu "más preciada" parte anatómica bajo la cintura.

-¡Cam!- el alacrán rió ampliamente.

-Lo digo en serio.

El francés dejo caer las bolsas en el escritorio y volvió a tomar papeles de la caja, regalandole una última mirada sentenciante a su compañero.

-No disfrutas de la "nueva" vida Cam. Ahora entenderé si Hyoga e Isaac terminan por siempre solos, con alguien como tú detrás de ellos.

-No te confundas, ellos no son como tú, descarados e impropios. - soltó el de ojos celestes.

-Porque no lo sabes, ellos ya no son unos niños. - sonrió el escorpión sentenciante.- Seguro serán peor.

- En fin, ¿Te parece si a medio día vamos por un par de giros y pizza a Rodorio para relajarnos?

El santo de los hielos le negó. -Olvidalo, hoy no comeremos con tal de acabar pronto.

-¡¿Qué?!- objeto el alacrán dejándose caer en la silla, frustrado.

Aquel día había sido el comienzo de algo nuevo y que cambiaría el destino completamente del santo de Escorpio.

-x-

Sea Dragon story

Cuando Kanon penetró a aquel enorme castillo en el fondo del mar, sus ojos eclipsaron ante tanta belleza. Enormes pilares decorados con coral detallaban el lugar y formaciones rocosas pintadas de luz azulada envolvían sus pupilas de color. De pronto, aquel geminiano se sentía pequeño ante tanta magnificencia admirada a sus ojos y que siempre, sin saber, estuvo bajo el mar.

Un puñado de adolescentes le aguardaban ahí en un salón, quietos y arrodillados para tomar sus mejores enseñanzas, para dirigirlos, y sobretodo para prepararlos con su guía para la protección de Poseidón, que se presentaría cuando los años lo devengaran. En ese cumpleaños número dieciséis.

Él era claramente más grande que ellos y ninguno parecía tener la suficiente madurez para cuestionarle cada paso que diera. De pronto, todo lo que siempre deseo estaba servido a sus ojos, poder e infinito a su mando, control y confianza de un dios, nada que Saga si quiera pudiera alcanzar jamás.

¿Ahora quién era el mejor de ellos?, se pregunto mentalmente, riendo a satisfacción para si pues claramente había llegado mas lejos que su hermano mayor.

En aquel momento y con el cargo asumido como Dragón Marino, dio órdenes explicitas para que todos aquellos futuros marinas se fueran a descansar pues al día siguiente empezaría su plan de sed de venganza y ambición que ya se maquinaba mentalmente sin saber con su "colaboración". Y todos lo hicieron, dejándole en soledad, todos menos una bella chiquilla de rubios cabellos y ojos color mar.

Ella, su primera interrogante en ese nuevo mundo, ella, un bello pececillo de mar que se había cortado las escamas para convertirse en mortal y cuidar a Julián con su "alma".

Al principio Kanon no le intereso su presencia, pero ella estaba ahí observándole con ese vestido blanco como princesa griega pensando mentalmente que le había llevado a que Poseidón le elegiera a él, un completo desconocido, antes que nadie.

El geminiano se echó sobre un asiento de piedra junto a una escultura de mármol y la observo al igual. Para él era una pequeña niña curiosa de sus intenciones y él, un cínico con deseos de venganza. En aquel momento no sabía cuánto llegaría a importarle y como le robaría el corazón con los años.

-¿Qué quieres? -espetó él de la manera más seca posible.

-¿Podemos confiar en tí? -pregunto la sirena sin expresión aparente, haciendo que Kanon chasqueará la lengua en forma de burla. Era como si en el fondo ella conociera cada una de sus intenciones.

Él no quiso responder y la evadió, sin embargo, ella no se movió de su lugar ni dejo de mirarle. Kanon entonces supo que tenía que actuar. Se levantó el geminiano de su asiento y camino con sobrada seguridad hasta ella en pasos que le resultaron eternos.

Una vez a su frente, la miro directamente a los ojos y abrió sus labios. -¿Tienes opción?

Los labios rosados de ella titubearon ante su presencia, pero se mantuvo firme con la mirada brillante ante el geminiano.

-Quiero hacerlo. - soltó ella con ligera confianza. El griego hizo un ligero gesto de sorpresa con su ceja. -Si Poseidón te eligió, debe haber una razón,pero...

-¿Tan importante es para ti que lo haga bien?

-Le debo la vida. - esbozo ella con nostalgia. -Y la daría por él.

Los ojos se iluminaron en ella al decir esas palabras. Quizás en el fondo aquella chiquilla tenía "mucho afecto" por ese, apenas niño de nombre Julián. En su cabeza y ante tal afirmación, Kanon pensó en que en ella podría tener una aliada perfecta a la que podría manejar a su merced. No dudo, la utilizaría a placer.

-Confía en mí. -objetó el de cabellos azulados, acariciándole los cabellos cerca de su oido para pasarlos detrás. Ella le miro sorprendida y anhelante.

-Protegeré a Poseidón, así lo haré. - mintió el marino y a cambio, ella le esbozo una preciosa sonrisa, una que nunca olvido.

Él salió de aquel gran salón encaminado sus pasos hacia los pilares del lugar y la dejo en soledad con la emoción por sus palabras en su inocente pensamiento. No había mas que decir. El mundo comenzaba a rodar con su tiempo.

Desde ese día, marino y sirena cruzarían destinos, mismos que les marcarían de sufrimiento y dolor antes que cubrirlos de amor y compañia.

Continuará...

¡Hola! , pues aquí otra ves molestando con este nuevo fic, gracias por leer.

Me es difícil escribir de Kanon y Tethis porque ambos son muy "poco expresivos",nada que ver con Milo y Shaina, pero me encantan Kanon como todo un "chico malo", así que quizas le ponga un poco de mi cosecha con las viñetas. Cada capítulo puede ir o no relacionado.

Por último, unanse a Humor Saint Seiya en Fb, donde Milo, Kanon y Kiki son los principales administradores, link en el perfil de la autora. ¡Saludos lectorcillos bellos y que la fuerza del cosmos los acompañe!