Harry Potter y sus personajes no me pertenecen. Escrito sin fines de lucro.

Advertencia: slash. Harry/Tom, Tom/Harry, Harrymort/Tomarry. Situación sexual entre un menor y un adulto.

Capitulo: 1/2

Summary: Harry vive una etapa en la vida en donde ser virgen se considera un crimen y su antojo sexual no es otro que el profesor Riddle.

Título: Antojo sexual.

Harry nunca se engañaría... Él sabía quién era ese carismático hombre. Lo había descubierto en primer año. En ese momento, aún le costaba hacer amistades.

Todo mundo soñaba con ser amigos del Niño-Que-Vivió, pero NADIE intentaba ser amigo de sólo Harry.

Recordaba haber enfrentado al hombre, recordaba reclamarle… El profesor Riddle había dicho que sólo había sido algo de impulso, algo no planeado… Y Harry sintió su sangre hervir.

¿La muerte de Jasmine Evans fue sólo eso? Su tía le había protegido a un muy alto precio, había sacrificado su propia vida. Harry creía que aquella mujer era la persona que más le había amado en la vida.

Ella era quien le cuidaba cuando estaba enfermo. Era la mujer que lo hacía jugar.

Jasmine y Lily eran gemelas idénticas… Sólo Harry parecía poder diferenciarles, siempre buscaba el cariño de su tía Jasmine. Ella era más cariñosa y maternal que Lily.

Sólo sabía que Lily no se sacrificaría por nadie más que no sea Lily.

Sus padres estaban orgullosos de ser los padres del niño que vivió y Jasmine Evans también se convirtió en una heroína… Una heroína que nadie parecía recordar.

Había llegado a odia a Riddle. Pero el tiempo había cambiado las cosas. Comenzó con admiración… Las clases de Riddle eran increíbles. Su porte. Su postura. Su forma de hablar. Como se desenvolvía. La suavidad de si voz.

Todo Tom Riddle era para admirar.

Y Ahora, descubría la suavidad de sus labios.

Descubría al hombre. Descubría lo que -poco a poco- había querido con tantas fuerzas.

A Tom Riddle.

No importaba si esa era la máscara de Lord Voldemort.

El hombre que quiso asesinarlo.

Del hombre que poco a poco se había enamorado.

Lo sabía... Era imposible. Bizarro… Que justo él se haya enamorado de alguien como…

Amaba al asesino de su querida tía…

Y se merecía el infierno por ello.

~•~ HP

Hablar de sexo era una de las cosas que hacía sentir inútil a Harry Potter, le habían dicho que era normal, en un jovencito sano, el disfrutar de una vida sexual plena.

Sirius Black, su padrino y mujeriego empedernido, le había asegurado que en el sexo el tamaño no importaba. Lo importante era saber usarlo… Harry solo estaba estudiando algo muggle por pedido de su madre y no había entendido un concepto y su padrino estaba allí en ese momento… Para su desgracia… y ahora relacionada "en física no importa la longitud del vector, sino la fuerza que se le aplique" con usar eso... Y en Sexo.

Harry Potter se sentía molesto. Una y otra vez tuvo que escuchar de la gran vida social y sexual de Draco Malfoy, quien lo molestaba por ser tímido y virgen.

Draco había alardeado de haber pasado por muchos lechos, mujeres y hombres le satisfacían indiscriminadamente.

Y hasta se había ofrecido con ayudarle con su rareza, porque Malfoy nunca lo había hecho con un virgen. Y según sus propias palabras, "Potter necesitaba más experiencia que su mano le podía dar en la ducha o en la privacidad de las cortinas que rodeaban su cama le podrían brindar".

Malfoy le había asegurado que lo había hecho con "Tío Regulus" y con Rabastan Lestrange…

Que Lestrange no era tan dotado pero que su ritmo era demoledor. De hecho, Malfoy había tenido su primera vez con él.

Regulus, por otro lado, era pasivo y que le había dejado delirando con la maestría de su polla. Que ser un Malfoy era ser el jodido Dios del sexo.

Malfoy también había dicho que su mejor amante masculino era Asher Zabinni, hermano mayor de su compañero de casa.

Malfoy, para gran cabreo de Harry, había insinuado que su próximo movimiento iba a ser seducir a Tom Riddle, profesor de DADA. Riddle que no era otro que el antojo sexual de Harry Potter. Pero, Riddle era un profesor.

Y estaba a punto de llegar tarde a la clase de Riddle.

—Potter, veinte punto de Gryffindor por llegar tarde.—Esas fueron las palabras que le recibieron al entrar en el curso.

Dos minutos más tarde, Malfoy hacía su aparición murmurando una disculpa ya que había estado con Snape.

Para molestia de Harry, Riddle no le dijo nada.

¿Quizás a Riddle le gustaba Malfoy?

Sintió que se le estrujaba su pobre corazón ante el pensamiento.

Harry se desconecto del mundo, dejó de escuchar la Hipnótica voz del profesor, dejó de seguir los movimientos de los labios de Riddle… Dejó de suspirar por ese maldito Slytherin.

—Potter…—Habló Riddle pero Harry no hizo caso.

Hermione tuvo que golpear discretamente su brazo para sacarlo del tormento en el que se encontraba.

—Al fin, el Sr. Potter decide volver a tierra firme.—Dijo molesto Riddle, más molesto de lo usual.—¿Estuvo prestando atención a la clase, Sr. Potter?

—No, profesor.—Admitió avergonzado.

—30 puntos de Gryffindor. Detención Mañana, Sr. Potter.—Sentenció Riddle.

—Mañana debemos ir a…—Hermione cerró su boca de inmediato ante la mirada dura de Riddle.

—El Sr. Potter me tendrá como su compañía, entonces.—Harry quería desaparecer, hacerse invisible o morir… Y mas al ver la sonrisa ladina de Riddle, aquello no era bueno.

~°~ HP

El castigo era peor de lo pensado… Ron le miraba con lástima, Hermione con preocupación, Draco Malfoy le miraba con envidia, y a Dumbledore sólo le brillaban los ojos detrás de sus gafas de media luna…

Harry quería sencillamente desaparecer… ¿Qué cosa terrible hizo en su otra vida para recibir semejante castigo?

—Potter, ya es hora….—Harry simplemente le dirigió una mirada horrorizada… Recién había terminado su desayuno.

—Bien, profesor.—Al parecer, Riddle había decidido torturarle desde temprano. ¡Maldito sádico! Si tan sólo supiera… Harry estaba seguro que de saberlo, Riddle no le haría esto.

Nadie se atrevió a ir en el mismo carruaje que estaban ocupando.

Harry contuvo un suspiro.

Riddle intimidaba a todo el mundo. Y Harry no sabía el por qué.

Tom Riddle era el profesor más guapo y brillante que alguna vez tuvo la oportunidad de conocer. Su primer amor. Su primer capricho y del que no podía ni quería liberarse. Pensando en él tuvo las reacciones más sorprendentes. Celos y excitación. Sueños húmedos que quizás harían sonrojar al mismísimo Sirius Black.

Ese hombre hacía estragos en él.

Harry de repente sintió la necesidad de cruzar las piernas, tenía una vergonzosa erección que ocultar de los hambrientos ojos carmesí del profesor.

—¿Qué es lo que hace en estas salidas, Potter?—Harry le dedicó una mirada cono si de repente el profesor de DADA perteneciera a otro mundo. Y quizás así era. Riddle amaba enseñar pero era distante con otros. Un hombre solitario. No hablaba mucho de su vida privada y muchos parecían creer que ni tenía una.

—Pasear por el pueblo con mis amigos, comprar dulces y beber una cerveza de mantequilla.—Dijo de repente.—Eso es todo.

—Entonces, lo primero será comprar dulces.—Después de todo estaban cerca de la tienda.

Harry asintió nervioso. No tenía ganas de comprar dulces. Los dulces le hacían pensar en cosas de las que era mejor no hablar.

Riddle se dedicó a observar a su alumno preferido, estudiaba sus pasos y reacciones. Se veía incómodo. Eso le molestaba. Su Harry no tenía que sentirse así en su presencia. El chico tendría que aprender muy pronto que su lugar estaba junto a él. Que le pertenecía sin objeciones. Que era suyo.

—¡Hola, Harry!—Tom entrecerró sus ojos. La chica Weasley y su amiga Amalie Grand saludaban a Su chico. Tom vio todo rojo. Había aguantado tanto tiempo ver estás desagradables escenas. Ya no más. Desde hoy se aseguraría de que Harry supiese a quien le pertenecía.

Harry saludó de forma cortés a sus compañeras de Gryffindor, mientras tomaba de los estantes plumas de azúcar, ranas de chocolate, pastelitos de caldero y mucho chocolate. Riddle le miró mal y por un momento pensó que era por tantos dulces, eso fue hasta que descubrió que el que provocaba esa mirada en su amado profesor no era otra que Amalie Grand… Que estaba muy cerca de él.

Harry se apresuró en ir a pagar y salir de allí lo más rápido posible.

—¿Tenía una cita con la Srta. Grand?—Harry lo miró horrorizado.

—No me gustan las mujeres…—Dijo sin pensar y sonrojándose ni bien comprendió las palabras que habían salido de su boca. Ahora, ¿Qué pensaría el profesor Riddle de él?—Y-yo… Quise decir…

—No se preocupe, Sr. Potter. No tiene nada que aclarar—Dijo estoico. Sin dejar que Harry aportara nada más y con una sonrisa ladina en sus perfectos labios.

~°~HP

Harry Potter quería tomar aquella mano y caminar aferrado a ella por siempre… Pero eso eran deseos de cosas imposibles.

Se encontraban en un privado de Las Tres Escobas, Madame Rosmerta amablemente les había atendido y Harry había pedido una cerveza de mantequilla y Tom una bebida más fuerte.

Tom con su whisky de fuego en mano, observaba a un Harry -adorablemente- nervioso. Tom quería al menos besar al joven al terminar su no-cita…

Harry tomó tres cervezas de mantequilla… Necesitaba valor. Y mucho.

—¿Qué era aquello que te tenía tan pensativo durante mi clase?—Harry se mordió el labio.

—Malfoy…

—¿Malfoy?—Preguntó incrédulo Tom… Un Tom muy furioso.

—Sí.—Tom se indignó aún más. Malfoy era hurón muerto desde ya.

—Ya veo…—Dijo en un tono seco.

—Dijo que se quería tirar al hombre que me gusta…—Tom escupió el Whisky de Fuego ante ese tono tan amargo y fuera de lugar. Al parecer, Malfoy viviría un tiempo mas.

—¿Y quién es?—Lo siguió interrogando descaradamente. "¿A quién debo asesinar?" se cuestionó mentalmente.

Harry nervioso miró alrededor. Se mordió el labio. Jugó con sus manos e hizo fondo blanco con su cuarta cerveza de mantequilla.

—Usted.—Dijo tan bajito que Tom apenas pudo oírle.

Tom Riddle se rió complacido. Harry lo miró mal. Habiendo malinterpretado las cosas.

—Espera…—Gritó el profesor.—No me estaba riendo de ti.

Harry solo asintió con pena.

—¿Qué más dijo Malfoy?

—Habló de que es un gran amante... Y que tiene mucha experiencia sexual.—El profesor Riddle se puso a reír.

—La única experiencia sexual del Sr. Malfoy es Wormtail.—Harry le miró incrédulo.—Narcisa los descubrió. Pensó que Lucius le estaba engañando.

—Habló de Rabastan Lestrange, Regulus Black y del hermano mayor de Zabinni.—Harry dijo sonrojado.—Sus mejores amantes.

Tom Riddle contuvo una risita. Merlín…

—También me dijo que si quería también lo haría conmigo…—La diversión de Riddle se esfumó.

—Por supuesto que dijiste que no.—Su tono era peligroso…

—A mi solo me interesa usted, profesor.—Admitió tímido.

Riddle sólo sonrió…. Y se acercó más a su chico.

Acarició su cara… Se inclinó para rozar esos labios pecaminosos… Harry suspiró y correspondió de forma tímida e inexperta. Se olvidaron de sus papeles de profesor y alumnos para vivir el momento.

~•~ HP

Harry no podía creer lo que estaba sucediendo… Se paso toda una tarde besuqueándose con el profesor Riddle. Hasta en el carruaje se habían besado todo el trayecto de regreso a Hogwarts.

Tom observó el buen trabajo que había hecho… Los labios de su chico estaban un poco magullado y eso era por su culpa.

Harry también estaba en su regazo y aferrándose a su cuello.

Ambos deseaban que no terminara más…

—Ya llegamos—Harry parecía muy triste.

—Sí.—Riddle miró al chico en su regazo para besar su frente y abrazarlo más a su cuerpo.

—Quiero dormir contigo—Riddle le sonrió de lado.—¡Sólo dormir! Mañana no podría verte a la cara. Huiría de ti.

—No correrías demasiado lejos. De eso me encargaría personalmente.—Aseguró en un tono oscuro.

—No tendría que correr… soy muy bueno montando mi escoba—Harry sintió subir los colores a su cara, Riddle rió sin ocultarlo.—¡Eres un mal pensado!

—Tranquilo, cariño…—Tom le abrazó mientras Harry trataba de alejarse… Luchaba en vano.—¿Aún quieres dormir conmigo?

—No.

—Harry.

—Profesor

—Harry…

—¿Qué?

—Duerme conmigo.

—No podemos… No es ético, ni es posible entrar a la habitación de un profesor.

—Lo se… Entonces haremos esto….—Harry prestó mucha atención… Nunca se veía a Riddle romper algunas reglas. Esto sería interesante.

~•~ HP

Harry Potter salió de la Torre de Gryffindor bajo la capa de invisibilidad, con el mapa del merodeador y varita en mano. Cuidando de no chocar con nadie. Hoy era la noche en que Hermione y Ron tenían ronda de prefectos y era mejor evitarles… Sólo Merlín sabe lo que estarían haciendo aquellos dos. Reprimiendo un escalofrío siguió su camino hasta el punto de encuentro con su profesor Riddle, cuidando de que los retratos ni fantasmas le vieran, ni que alertaran de un estudiante fuera de la cama.

Decir que no estaba ansioso sería mentir con mucho descaro. No muy seguido se podía tener un romance con un profesor… Y qué profesor.

Sus hormonas no eran la mejor compañía en momentos como estos.

—Juro solemnemente que mis intenciones no son buenas—Apuntó con su varita al viejo pergamino que le reveló cada persona en Hogwarts. Siguió su camino hacia la sala de Menesteres en donde tenía que ver a Tom.

Estaba más nervioso de lo esperado.

Tom era Tom.

Una serpiente.

Un Slytherin.

Y un profesor...

—Quiero pero no debo… ¿Qué hago?—No era bueno en esto.

—Divagando Sr. Potter—Tom quitó su hechizo de invisibilidad.

—¡No me asustes así!

Tom sólo sonrió de lado.

—Viene Snape…—Chillo Harry al ver el mapa.

—Entra a la habitación.—Ordenó.

Un minuto después, Snape -ondeando su túnica- hacía su gran aparición.

—Severus…—Snape hizo una reverencia respetuosa.—No vi ningún alumno merodeando por aquí…

Snape dijo algo -que Harry no pudo oír- para luego seguir su camino.

Hubo un lapso de tiempo en el que sólo predominaba el silencio.

Harry comprobó su mapa para asegurarse de que el profesor de Pociones ya no se encontraba cerca de ese lugar. Sólo entonces abrió la puerta.

—Una muy interesante elección de habitación, Sr. Potter.—Riddle se burló, Harry observó el cuarto.

Había una gran cama, un par de mesitas de luz y una chimenea. Sólo eso. Harry se sonrojo. ¡Maldito!

—¿Lo es?—Preguntó con una sonrisa.—Me voy a dormir…

Riddle lo miró con la boca abierta. Había hecho enojar a Harry por un simple comentario. Bueno, ese era su don.

Harry se quitó la túnica para dejar al descubierto su pijama. Se acostó para cubrirse hasta la cabeza, escucho la risa divertida de Riddle y sus pasos acercándose hacía la cama...

Por supuesto que los planes de Tom no eran sólo dormir, pero eso fue lo único que obtuvo.

Continuará.

Sin corregir.