Hola a todos.
Espero les guste esta historia Spin Off de otra historia que ha sido mi más largo trabajo en esta plataforma de fanfics. Para los que hayan seguido Héroes y Villanos, que sepan que esta historia no será tan cruel ni oscura, será mucho más relajada, con menos muertes (pero no menos peleas), también incluiré romance ocasional.
Si les gusta cómo va, alégrense, por que también será un fic largo. xD
Sé que Héroes y Villanos es una historia bastante larga y amarga, y si no quieren leer los 80 y tantos episodios que lleva hasta el momento, díganme si prefieren que les describa los puntos de ella que influyen en este Spin off (La verdad es que no son muchos).
Examen de Ingreso (Parte 1):
¿Un nuevo amanecer?
Edad heroica: Año 28.
Royal Woods, capital del estado soberano de Michigan.
Voluntad soberana: Dominio Heroico.
La hora había llegado, el año escolar de las escuelas primarias había concluido, y las secundarias ya estaban realizando los exámenes de admisión.
Los gemelos Lincoln y Linka Loud, se encontraban caminando por el costado del camino central de la Real Academia del Dominio Heroico como parte de una multitud de aspirantes a estudiantes de la prestigiosa institución.
El camino era de piedra, pero tenía varios recubrimientos de metal plomo con bordes dorados, es poco probable que sea oro, pero aun así es reluciente y hermoso. El sendero se extendía cruzando los elegantes jardines de la academia, los cuales consistían en una infinidad de topiarios que inundaban la vista de los alrededores, siendo sólo superados en estatura por los elegantes edificios blancos, ya sean complejos de salones de clases, o gimnasios de entrenamiento, todos lucían muy elegantes y bien mantenidos.
Linka, pese a su siempre alegre y animado semblante, se notaba agobiada ¿Y cómo no estarlo? Se encontraba ante una evaluación de suma importancia, y de sus resultados en ella depende su ingreso a esta nueva escuela.
¿Es tan importante esa escuela considerando la cantidad de academias que hay en una ciudad tan grande como lo es Royal Woods? Para Linka al menos, es muy importante, pues en ella, además de impartirse los cursos del programa educacional estándar, se dictan los mejores cursos de capacitación de héroes profesionales del país, y quizá del mundo.
Ser uno de los estudiantes de esa academia es una meta que cientos de personas comparten en un mundo en el que la gran mayoría posee habilidades especiales (coloquialmente llamadas "superpoderes").
Linka realmente ansiaba ingresar a esa academia sin importar qué. Sus padres son grandes héroes de agencias heroicas reconocidas, y ambos egresaron de ahí. Ella es plenamente consciente de que tiene el potencial para lograrlo: un fuerte dominio de su habilidad, inundada en confianza, y una disciplina que le permitiría enfrentarse a lo que sea que el examen de ingreso le ofrezca.
Pese a todo lo que tenía a su favor, ella seguía siendo una de las aspirantes que peor se veía en su caminata al salón de conferencias principal. Su rostro reflejaba, o más precisamente, gritaba su pesar. Una revelación sobre su acompañante la tenía tan furiosa como impactada, y no sabía cómo tratar ese tema.
– ¿Estás bien? – Preguntó Lincoln, quien caminaba un par de pasos detrás de ella.
Se suponía que él sólo la iba a acompañar a la academia para que ella diera el examen… pero hace 10 minutos, al momento de registrar su ingreso al establecimiento, tras recibir el uniforme y la identificación de los aspirantes a héroes que darían el examen, su sorpresa se hizo ver en una mirada consternada, a Lincoln también se le entregó el equipo de los aspirantes
¿¡Él también daría esa importante prueba!?
Ese es el motivo del pesar en Linka… ¿Qué hermana podría estar entusiasmada ante un muy probable fracaso de su hermano y más cercano amigo? No es por subestimar a su hermano, ella más que nadie desearía que Lincoln aprobara, pero ¿Cómo hacerlo tras un engaño?
Incluso si no la hubiera engañado, Lincoln es parte del pequeño porcentaje de personas que no tenía una habilidad especial, por lo que, a los ojos del mundo, casi no tenía posibilidades de aprobar pues el examen de ingreso a la academia jamás ha sido superado por personas sin habilidades.
Todo estaba en su contra.
Él había ocultado a casi toda su familia el hecho de que también había realizado la inscripción para el examen de ingreso a la academia del Dominio Heroico, después de todo, él no lo rendiría en las mismas condiciones que los demás aspirantes, era "inferior" a los ojos del cuerpo académico y del mundo en general. Y no olvidemos a sus hermanas, sabía que ellas lo verían como un intento desesperado de ser como ellas, y muy probablemente lo intentarían detener, pues sentirían que, si algo llegara a pasarle en el examen de admisión, sería su responsabilidad: la estúpida insistencia que muchos héroes y aspirantes tenían, como fanáticos religiosos, insistían en atribuirse toda la culpa.
– Si… – Respondió Linka sin saber cómo dirigirse a su hermano, por lo que pareció bastante falsa su reacción.
Estaba completamente furiosa con su hermano por haberle ocultado su inscripción, pero tampoco sabía cómo encararlo.
Tal y como Lincoln previó: la idea de detenerlo pasó por la mente de su gemela, pero atacar o sabotear a otro aspirante es motivo de un sumario inmediato, y en caso de ser culpable: expulsión de la institución y de todo el cuerpo del Dominio Heroico, por lo que ya no lo podía detener.
Para Lincoln es una solución tentadora, si bien en su situación puede alejarse de Linka y dar el examen sin interrupciones, así no es como él actúa, y menos cuando su gemela está tan visiblemente afectada.
En todo el mundo, no existe persona más cercana a ellos como lo es su gemelo. Les sería imposible contar la cantidad de veces en las que, incluso sus padres, los confundieron. Crecieron dándose todo el amor y cariño que podían, siempre apoyándose y riendo juntos. Pero en este último mes, Linka realmente sentía que su hermano no era el mismo… Y ahora conocía el motivo. Jamás lo pudo comprobar, Lincoln es muy escurridizo, y se aprovechó de los restrictivos horarios de su hogar para poder evadir a sus hermanas.
– Linka. – Lincoln la llamó animadamente y sacándola de sus pensamientos. – No te desharás de mí tan fácilmente. – Declaró el peliblanco con un tono amable, y dándole un suave golpe en el hombro a su gemela, lo cual, si bien no la animó mucho, al menos la hizo sonreír. Sin importar cuanto esfuerzo ponga Linka en evitar que sus emociones sean vistas, no puede escapar de la visión de su hermano.
Lincoln sabía que Linka, tras 11 años en los que prácticamente fueron inseparables, no reaccionaría bien al estar en una situación en la que han de separarse por un posible cambio de escuela, se podría ver muy afectada por la idea de distanciarse, y muy seguramente en su inocente y algo paranoica mente, pasó la idea de que no volverían a verse… Y técnicamente tenía razón, al estar en escuelas diferentes, y con el estricto control horario de su familia, el tiempo que pasarían juntos se reduciría demasiado.
– Lincoln… – Linka intentó hablar, pero hasta ella se dio cuenta de lo mal que sonaba, era una pésima actriz y mentirosa.
Quería preguntarle por qué se lo ocultó, o por qué daría el examen si nunca pareció interesado en ser un héroe… pero en su corazón ya conocía la respuesta.
– Después de once años… ya hasta me caes bien. – Se burló Lincoln viendo con claridad lo que su hermana sentía.
El común y alegre semblante de Linka volvió a adornar su rostro y esencia, haciéndola caminar aún más rápido y con la sonrisa que siempre le trajo un sentimiento de bienestar.
Lincoln por su parte se detuvo a mirar una de las cámaras ocultas en uno de los postes de luz entre los topiarios del jardín.
– ¿No vienes? – Preguntó Linka volteando a ver a su hermano.
– Si sabes que soy más joven… ¿No? – Dijo Lincoln rascando el cuello de su hermana, lo que la hizo apartarlo sonrojada, no quería que la escucharan reír fuertemente, sería vergonzoso, su risa es muy contagiosa según sus hermanas.
Lincoln se había quedado mirando esa cámara de seguridad por un motivo: sentía que alguien se estaba concentrando específicamente en él, pero poco importaba ahora, no podía darle más tiempo o atención al asunto con Linka cerca, por lo que retomó su camino hacia el salón de conferencias principal.
Era una situación complicada, pero Lincoln supo manejarla para que Linka pueda dar todo de sí en el examen, después de todo, ella no es como los demás héroes, no se culpa por cada cosa mala que sucede a su alrededor, y en lugar de sentir que estaba aprisionando a Lincoln por dar ese examen y no separarse de ella, Linka se sintió mucho más determinada, no iba a permitir que el ánimo de Lincoln se desperdiciara en alguien que no da su 100%.
Lincoln caminó junto a Linka hacia la sala de conferencias principal de la academia, donde deberían escuchar el discurso del personal académico antes de rendir el examen de ingreso.
Tal y como se esperaba, era una gran multitud la que estaba esperando a que las puertas se abrieran, no es una sorpresa que llegaran con anticipación, debían estar ansiosos, por lo que, muy seguramente ignoraron el horario de los eventos especificado en los medios informativos oficiales de la academia.
A Lincoln en particular le agradó que se permitiera el uso de algunas prendas sobre el uniforme de campo de la academia (como gorras, sweaters, aretes, collares o bufandas), eso le hacía mucho más fácil diferenciar a los demás aspirantes.
Cuando las puertas se abrieron, Lincoln comprobaría en carne propia la naturaleza de la común expresión "cuello de botella".
– Esto hace ver agradable la casa Loud. – Pensó Lincoln siendo aplastado por la multitud ansiosa de ingresar, como si del examen mismo se tratara.
Por fortuna el tormento no fue duradero, el pasillo de entrada era corto, y al salir de él, había una enorme y magnífica sala, lo que hizo al peliblanco agradecer el tortuoso ingreso.
Lincoln y Linka no se separaron, y cuando finalmente entraron, con más espacio para caminar y con la masa separándose en camino hacia sus asientos escritos en sus identificaciones, pudieron contemplar una magnificencia que no se quedaba atrás del camino principal.
– Como se esperaba del Dominio Heroico. – Comentó una chica de cabello rojo y crespo, tenía unos pequeños aretes circulares y un cintillo de color amarillo. La chica caminaba a un lado de ambos peliblancos y también se había detenido a contemplar el salón de conferencias.
Si bien en las multitudes usualmente no se presta atención a lo que dicen las personas cercanas, Lincoln no es alguien que deje escapar ningún tipo de información, y ya conocía a muchos de los demás aspirantes… y sus habilidades.
Lincoln no necesitó leer la identificación en su uniforme para saber que se trataba de Cristina, una aspirante a heroína muy prometedora por su habilidad, la cual mantenía en secreto. Por políticas de la academia, no está obligada a rebelar su habilidad a sus compañeros aspirantes, por lo que sólo los académicos (Y Lincoln) la conocen. Además, su rostro le pareció precioso al peliblanco, quien mostró un leve sonrojo, cosa que no pasó de ser percibida por Linka, y veloz cual rayo le dio un leve codazo en el costado acompañado una mirada de burla a modo de jugarreta.
Lincoln tuvo un leve espasmo por la sorpresa y rápidamente volteó hacia Linka, aún más sonrojado y con enojo en su mirada, pero esta sólo contenía sus ganas de reír.
Para su fortuna Cristina no les estaba prestando atención y se dirigió a su asiento, pero Lincoln no podía negar que tenía razón: La sala de conferencias era en efecto impresionante.
Un escenario donde se encontraban algunos miembros importantes del cuerpo estudiantil y los asientos para el público se elevaban a su alrededor en varios cuadrantes de 4 filas (horizontales) y 20 columnas (verticales) cada una.
– ¡Apártense ratas de laboratorio! – Gritó otra chica, pasando bruscamente entre ambos peliblancos.
Lincoln también la conocía, al igual que en la fotos de su registro en la academia, usaba un sweater púrpura y llevaba su skate consigo a donde fuera (en este caso tenía una calcomanía pegada que certificaba el permiso concedido por la academia para llevarlo dentro de las instalaciones), se trataba de Ronnie Anne Santiago.
Parecía muy agotada, de seguro no pudo dormir bien por los nervios preexamen, también parecía estresada.
– Que chica más desagradable… – Susurró Linka con la cabeza agachada. Quizá tuviera más entrenamiento que ella, pero no tenía muchas habilidades sociales y no era buena encarando brabucones.
A Lincoln le llamó más la atención su parecido con uno de los estudiantes de cursos superiores mejor evaluados: Roberto Santiago.
Lincoln no podía creer que ignorara ese detalle, si bien era evidente que son hermanos por su parecido facial y su esencia, el hecho de llevar el mismo apellido se lo comprobó y con la posición de su hermano…
– ¡Je! – Lincoln dejó escapar una sonrisa al deducir lo que pasaba por la mente de esa chica, sería realmente interesante verla vencer a sus demonios, pues por su habilidad se le hacía prácticamente imposible que fallara en el examen.
– Linka. – El peliblanco llamó a su gemela dándole una palmada en la espalda. – Si sacas mejor calificación que ella: Más vale que tengas espacio en tu estómago para el platillo número 20 del libro de cocina del abuelo. – Lincoln le susurró al oído encendiendo (literalmente) a su hermana, sus ojos parecían arder cual fuego salvaje deseoso de consumirlo todo en su camino hacia la victoria.
– Lincoln… trata de que las chicas no te maten, te cobraré la palabra. – Dijo Linka muy divertida al tiempo en que el fuego en sus ojos parecía crecer.
Ambos comenzaron a bajar por la escalera dirigiéndose a sus asientos, los cuales eran reservados según su ingreso y estaban indicados en su identificación. Lincoln se separaría primero ya que su asiento estaba más alejado del escenario.
– Disculpa… – Linka llamó a una chica con vendajes en su boca. – ¿Te molestaría cambiar de asientos conmigo? – Preguntó al ver que en su identificación indicaba que su asiento estaba junto al de Lincoln.
– Eh… claro. – Respondió esa chica algo dudosa, pero aceptando el intercambio basándose en que el asiento de Linka estaba más cerca del escenario.
– ¡Gracias! – Dijo Linka muy amablemente sentándose en el primer asiento de la fila.
Lincoln por su parte miraba a esa chica, de cabellera rubia lisa y muy larga, aunque no parecía bien cuidada si se compara a Leni. Tampoco parecía estar en las mejores condiciones para dar el examen basándose en las vendas sujetando su mandíbula, según su identificación, su nombre es Tara, su esencia es fuerte, de seguro entrenó mucho para el examen, y con una habilidad verdaderamente tenebrosa, realmente es una pena que no pueda usarla al 100% en esa condición.
– Disculpen… – Un chico de cabello negro peinado de afro y de tes oscura pasó torpemente detrás de ambos, empujando a Linka con su mochila accidentalmente.
Por su identificación, su nombre es Clyde McBride, el chico que vivía en frente de la casa Loud… parecía muy agradable, pero al estudiar en primarias distintas, y por lo estrictos que son los señores Loud con sus horarios, nunca pudieron hablar, aunque parecían gustarle los mismos cómics que a Linka.
– N-No te preocupes… – Dijo Linka algo apenada, pero sonriendo mientras recogía su mochila, la cual cayó al suelo producto de la comprensible torpeza de ese chico, con todo lo que debía cargar en esa enorme mochila no era de extrañar que pasara a llevar a los que estaban en su camino, sólo esperaba no incomodar a alguien problemático. Lincoln se movió para evitar ser hostigado accidentalmente por ese chico en su camino.
– ¡Oye! ¡Fíjate por donde vas! – Dijo una chica con una voz molesta, quien estaba echada en el asiento junto a Lincoln: Ronnie.
Clyde llegó a saltar al escuchar la voz de esa chica, quizá se conocían, o tal vez sólo era tímido, no tenían un olor similar.
– ¡L-L-Lo Siento! – Gritó torpe y temerosamente, para luego seguir su camino… el cual terminaba justo al lado de esa chica aterradora y de mal carácter.
Lincoln volvió a dejar escapar una carcajada, ese chico sufriría sólo por estar sentado ahí, muy mala suerte. Sabiendo que Clyde no tenía problemas pulmonares ni cardiacos, no había riesgos de que padeciera algún ataque de pánico por su compañera de asiento, Ronnie, quien podía ser muy intimidante.
– ¡Hola! – Linka saludó enérgicamente a uno de los tres chicos que se sentaban en la fila de adelante.
– Hola… – Respondió confundido el más alto, de cabello naranjo y esponjoso, con muchas pecas. Su nombre es Rusty Spokes.
Había sido una conversación muy breve, esos chicos se notaban muy nerviosos, y quizá no estaban acostumbrados a platicar con chicas.
A Lincoln le intrigó que los tres tuvieran habilidades energéticas poco entrenadas, por su esencia era evidente que se conocían.
El lógico razonamiento de Lincoln se entorpeció cuando Cristina se sentó frente a Linka, pero seguía siendo gracioso que cuatro pelirrojos se sentaran en la misma fila.
Luego miró la fila de atrás, detrás de Linka había una chica muy alta, piel pálida y de cabello negro con cara de pocos amigos. La reconocía, apareció brevemente en las noticias hace un par de días, según su identificación, su nombre es Kat y estaba dando el examen por segunda vez… al igual que la chica junto a ella, bajita y de tes oscura con cabello peinado en trenzas, su nombre es Joy.
Parecían agradables pese a la expresión arisca que ambas tenían, aunque las habilidades que mostraron en el examen de ingreso del año anterior eran aterradoras.
El tercer asiento estaba ocupado por una chica de cabello castaño muy largo, piel clara y con pecas: Cookie, deduciendo por su esencia que es amiga de Cristina y con una habilidad regenerativa y de refuerzo… y el último asiento estaba ocupado por otra pelirroja, también con pecas, y cabello desordenado, al parecer era amiga de Clyde, tenían un aroma similar, su nombre es Penélope, también tenía una habilidad de refuerzo regenerativo.
– Oye… – Ronnie le habló.
Al parecer no le importaba mucho el discurso, pues se había cubierto con su Sweater. No parecía dispuesta a dormir pese a su cansancio. Ronnie miraba a Lincoln por un pliegue de su sweater, el cual dejaba ver su ojo derecho. Se sentía algo molesta.
Lincoln sólo la miró directamente sin responder y elevando una de sus cejas.
– Eres el dientón que no tiene poderes ¿No? – Preguntó la chica en un tono hostil, pero también de superioridad.
– Dientón… incluso me han llamado super-castor. – Respondió el peliblanco mirándola con astucia, no es un tema del que le guste hablar.
– Lincoln Loud, no eres astuto. – Dijo Ronnie en un tono de superioridad, como si hubiera descubierto al culpable de un crimen. – Tu hermana Lori dijo que estaba muy preocupada por su hermano sin poderes… Incluso espió en las pruebas de paternidad.
Para Lincoln, fue una preocupación razonable, después de todo, también se pasó por su mente la posibilidad de que él y Linka fueran adoptados, pero cuando Linka despertó la habilidad de su padre, esas sospechas desaparecieron.
– ¿Te preocupas por mí? Que dulce de tu parte. – Respondió Lincoln mirándola con amabilidad sólo para hacerla enfurecer más, tenía que forzarla a cambiar de tema, y con lo temperamental que es, apelar a sus sentimientos y complejo de chica ruda es la mejor forma de desconcentrarla.
– ¿¡Qué dijiste!? – Gritó la latina al tiempo en que un resplandor se concentraba en su mano, la cual estaba sobre la rodilla de Lincoln.
El peliblanco sabía que ella es perfectamente capaz de herirlo si la hace enojar, pero no temía pues había revisado minuciosamente el horario completo del evento y lo conocía como la palma de su mano. En cualquier momento Ronnie retirará su mano y desactivaría su habilidad.
En ese momento las luces de la sala de conferencias se apagaron, por lo que Ronnie dejó de usar su habilidad, su control de energía emitía un resplandor que se camuflaba con la luz ambiental del lugar, pero a oscuras no podría pasar de ser percibida.
– Luego saldaremos cuentas, super-castor. – Dijo Ronnie en un tono amenazante mientras se cubría con su sweater, pero Lincoln notó que le dio risa ese apodo, era un buen comienzo.
Lincoln se dedicó a apreciar el salón, realmente estaba muy bien ornamentado. La cúpula superior estaba sostenida por pilares blancos con esculturas de leones dorados, los soportes estaban separados por ventanas con vitrales dignos de las más ostentosas catedrales de antaño, e incluso la cúpula sobre el salón estaba decorada con enredaderas doradas, aunque el vitral superior era algo inquietante, además de que no tenía ninguna armonía estética con el resto del salón: una armadura negra con muchas púas y perlas rojas, que tenía una suerte de alas carmesí que parecían garras gigantescas… Por alguna razón esa pintura causaba un extraño hormigueo en Lincoln, pero seguía siendo impresionante.
La mirada del imponente vitral daba justo sobre el estrado donde un académico de contextura delgada, pero muy atlética, cabello corto y castaño, con un rostro pecoso y vistiendo el uniforme estándar de los académicos de la institución, estaba. Por su identificación su nombre era Nyl, y era un profesor de campo.
– Probando… probando… 1,2,3… – Decía el académico Nyl, y una vez se cercioró del estado del micrófono, le cedió el lugar al director no sólo de la academia del Dominio Heroico, sino de la organización completa, se disponía a iniciar con la primera parte del evento.
– Sean todos muy bienvenidos a la Academia Real del Dominio Heroico. – Saludó un hombre fornido y alto, de cabello rubio y corto, sacando al peliblanco de sus pensamiento. Si bien se trataba de un evento en extremo formal, tanto él, como los demás académicos estaban usando los uniformes de campo de la academia, muy antiestético, pero muy efectivo desde el punto de vista de lo que son: héroes. – Soy el director Loki.
Podría ser una falta de respeto, pero a Lincoln le pareció muy irónico ese nombre, que el director del Dominio Heroico, la organización a cargo de monitorear supervisar y coordinar a todas las agencias heroicas, llevara el nombre del dios nórdico del engaño… además de que por su cuerpo y contextura se parece más a Thor. – Todos los años veo cientos de caras nuevas en esos asientos, y siempre espero verlos a todos en las salas de clases cuando inicie el periodo académico, bien dicen que la esperanza no puede morir, y ahí es donde entran ustedes, futuros portadores de la voluntad que guía a los héroes.
Fue un saludo muy corto e idealista, pero sin duda inspirador. Todos sabían que no había forma de que el 100% de los aspirantes aprobara el examen, pero todos esperaban ser parte del 30% que sí lo hace, el ánimo se sentía en el ambiente que dejó el director con muy pocas palabras, sin duda alguien muy diestro en el mundo mediático.
A la izquierda del director se encontraban en fila 6 asientos, uno de los cuales estaba vacío, indicando que es el del director, los otros 5 eran ocupados por académicos de alto rango.
Ellos hacían sentir a Lincoln una extraña familiaridad, cosa inquietante, pues sin importar cuánto intentara, no podía percibir sus esencias.
En ese momento el telón se abrió y tres estudiantes se ubicaron en fila a la derecha del director, se notaba que pasaron mucho tiempo preparándose para eso, pues era evidente que el único chico entre los tres estudiantes jamás había usado maquillaje.
– Me enorgullece presentar a los mejores estudiantes que nuestro cuerpo académico ha formado: Roberto Santiago, Lori Loud y Carol Pingrey. – Anunció el director aplaudiendo levemente mientras los tres estudiantes dieron un fuerte paso al frente y golpearon su hombro izquierdo con su puño derecho, el saludo del Dominio Heroico.
Linka sintió que iba a vomitar de sólo ver a Lori. La plática que le dio la noche anterior al examen fue escalofriante… y con la rabia que ahora debería sentir por las circunstancias, no era un buen augurio.
Ronnie aumentó la fuerza con la que sostenía su sweater cubriéndola para evitar la mirada de su hermano mayor, pero él parecía mucho más interesado en no morir ahogado por la presión de estar ante todo un escenario.
Lincoln se encontraba apreciando el hermoso tallado del estrado, el cual ahora era cedido a Carol Pingrey… por su esencia parecía ser de Caoba.
No hacía falta mirar a Lori para saber que debía estar consumiéndose en su furia, después de todo había sido superada (de nuevo) por Carol Pingrey.
– Otro día de mirar a la pared hasta dormir. – Pensó Lincoln recordando el baile de la real academia del Dominio Heroico del año pasado, o lo que escuchó que Lori le contó Leni.
Carol Pingrey, como la estudiante número 1 de la academia fue elegida para dar el discurso de bienvenida a los aspirantes que darán el examen.
– Hoy, es un día magnífico. – La señorita Pingrey hablaba en un tono melodioso que había cautivado la atención de todos los presentes, es evidente que había practicado mucho ante el espejo, pero también, que era una devota partidaria del ideal de la institución, pues el brillo en sus ojos es el mismo que el de los niños cuando ven a sus ídolos frente a ellos, una emoción y anhelo genuino y puro. – No es sólo el día en que ustedes rendirán un examen. Es un nuevo amanecer para el mundo, un radiante amanecer en el que las nuevas generaciones superarán a las antiguas y cumplirán el deseo ancestral de nuestra honorable institución. Este es el día en que ustedes darán el primer paso para convertirse en héroes legítimos que portarán la antorcha del valor cuya luz hará retroceder la oscuridad. En nombre de todo el cuerpo académico, de sus futuros compañeros de cursos superiores y de todos los egresados: Les deseo el mayor de los éxitos en el examen que han de enfrentar.
Fue un discurso hermoso que concluyó con una ovación enorme de parte de los aspirantes a héroes, aplausos de sus compañeros presentes y de los demás miembros del cuerpo estudiantil y una ira que sólo Lincoln pudo sentir, proveniente de Lori.
Carol abandonó el estrado, y un hombre castaño, con pecas y una cicatriz con forma de garra en el cuello tomó su lugar.
– Soy el profesor Luke, y seré el supervisor en jefe del examen de ingreso. – Ese profesor hablaba muy directamente, pero su voz era cautivadora, al menos para el peliblanco, se notaba en extremo cuidada y entrenada, quizá cantaba ópera. – Ante todo, deben entender que nuestra institución se jacta de su nivel de exigencia, y considerando el potencial de las nuevas generaciones, les comento que la organización del examen ha cambiado para este año, comenzando con que el examen se dividirá en 3 partes, pero se empleará el mismo método de evaluación de años anteriores ¿Alguna pregunta?
Fue un alivio para Lincoln el cerciorarse de su predicción, el detalle de las tres partes y de que el sistema de evaluación no había cambiado.
En fase hay tópicos a evaluar, dependiendo de la cantidad de "virtudes" que con tus acciones demuestres tener, se asignan puntos, y se restan por los errores y carencias, al finalizar cada desafío, los puntos obtenidos se asignan como resultado de la fase, y al terminar las tres fases estos puntajes se suman y el resultado debe ser igual o superior al 70% de la máxima puntuación posible para aprobar.
Lincoln miró de reojo a Clyde, se notaba aún más nervioso, pero también frustrado, de seguro el desafortunado chico había traído todo tipo de notas sobre el examen de ingreso de años anteriores, y ahora no le servían de nada.
Otra carcajada escapó de Lincoln, pero sentía que muchos de los aspirantes se estaban asustando, la esencia del miedo no se le escapa.
– ¡Ah! – Gritaron Lincoln y Linka al unísono al casi ser cegados por un poderoso resplandor.
Cristina había levantado la mano y uno de los focos la apuntó sin previo aviso…
– D-Disculpen… – Decía tímida, pero cortésmente la pelirroja. – ¿A qué se deben esos cambios en la organización?
El profesor Luke no respondió, en su lugar cedió el estrado a la única profesora en el escenario.
– Buena pregunta querida. – Respondió la profesora de aspecto amable, pecosa y de cabellera blanca, tomando el lugar del profesor Luke en el estrado. – Soy la profesora Liberty, y precisamente de ese tema trata la primera parte del examen, por lo que no puedo aclararles todo aún, pero es para adecuarnos a los "tiempos modernos". – Una respuesta inicialmente confusa, pero era tranquilizador saber que pronto se aclararía. – Por lo demás, lamento no poder aclarar toda tu duda. – Se disculpó la profesora Liberty con una reverencia muy cortés.
Lincoln la miraba tan detenidamente como intrigado, su esencia era muy parecida a la suya.
El peliblanco llegó a saltar de la impresión cuando la profesora Liberty lo miró directamente a los ojos, no era una coincidencia, él estaba demasiado lejos como para que alguien se concentrara así en él, ella no sólo no era normal, existía la posibilidad de que lo conociera.
– Si no hay más preguntas: la primera parte de la evaluación se realizará hoy y comenzará en media hora, por favor diríjanse al campo de simulacros. – Finalizó el profesor Luke y todos en el escenario se ubicaron en fila, hicieron el saludo de la academia y se retiraron, dejando a los aspirantes entre confundidos y aterrados por los cambios anunciados.
– ¡A un lado idiotas! – Gritó Ronnie abriéndose paso a la fuerza por el corredor, cosa que logró con muchas malas miradas de parte de los demás aspirantes.
Lincoln volvió a sonreír, en esta ocasión por lo inútil que fue el esfuerzo de Ronnie, pues al salir del auditorio, se le paralizaron las piernas al igual que a muchos de los aspirantes, los estudiantes de cursos superiores los estaban mirando detenidamente desde las ventanas de uno de los complejos de salones de clases.
– C-C-Como lobos asechando a su presa… – Dijo Clyde con sus rodillas temblando.
Cualquiera podía ver las noticias de la famosa bienvenida que dan los de segundo a los de primero, entre los rumores había algunos que decían que los profesores también calificaban el desempeño de los estudiantes durante ese vergonzoso y humillante evento.
– Cosas que nunca cambian ¿Eh? – Pensó Lincoln al notar de inmediato que alguien estaba usando una habilidad para estimular las glándulas del sistema límbico de los aspirantes y hacerlos generar adrenalina, lo que en esta circunstancia se convertiría en miedo y ansiedad… muy seguramente podía usar más cualidades útiles de los reptiles.
– Relájate amigo. – Dijo Linka dándole una leve palmada en la espalda, ella también debió notarlo. – Los lobos cazan en jauría porque sus presas los superan individualmente.
– T-Tienes razón… – Respondió Clyde algo más calmado, es conocimiento básico y lo olvidó por el miedo.
Fue una estúpida analogía, pero pareció funcionar, y nuevamente cual parvada de flamencos, todos juntos se dirigieron al campus de simulacros, era normal considerando la situación en la que se encontraban, comenzando por un lugar para muchos desconocido.
– ¡Ánimo pequeños! – Gritó una chica de cabello café oscuro muy bien cuidado y sujetado en una cola de caballo con un moño rosa como amarre, una sonrisa blanca enseñando frenillos en sus dientes, desde el cuarto piso de uno de los complejos de salas.
Sería una simple suposición, pero por sus estaturas y rasgos se trata de personas de 12 o 13 años, debían ser los que estaban terminando su primer año en la academia. La chica agitaba gentilmente su mano. – ¡No se rindan!
Para cualquiera parecería una burla maliciosa, considerando que menos del 30% de los aspirantes logra entrar a la academia, pero su esencia rebelaba que realmente los trataba de animar, aunque tristemente sus esfuerzos eran en vano.
Se trataba de Belle Yates, integrante de una familia que recientemente se había mudado al vecindario Franklin, no parecía ser de las que participaba en las apuestas sobre quienes entrarían a la academia y quienes no, aunque había rumores de que incluso los profesores participaban de las ilícitas prácticas.
– ¿Lincoln? – Preguntó Clyde, quien ahora caminaba junto a ambos peliblancos, algo extrañado de la seriedad de ese chico.
– Déjalo, a veces se pierde en sus pensamientos. – Dijo Linka algo despreocupada.
– Lynn… – Susurró el chico al reconocer la esencia de su hermana mayor adicta a los deportes y las competencias.
No le fue difícil ubicarla mirando hacia la multitud desde una de las salas del quinto piso del complejo, estaba muy atenta, quizá buscaba a Linka, sería más fácil de identificar a Polly Pain entre los aspirantes. Astutamente Lincoln se mantuvo fuera de la vista de la deportista Loud… Pese a los estúpidos actos de Linka.
– ¡Lynn! – Linka gritó con alegría en su voz tomando camino hacia un punto visible para su hermana.
– ¿Quién es Lynn…? – Clyde iba a preguntarle a Lincoln sobre el actuar de su gemela, pero este ya no estaba… – Quizá tenía que usar el baño… – Pensó Clyde para luego seguir a Linka.
Lincoln se había perdido en la multitud de aspirantes para evitar que sus hermanas mayores lo vieran. Lynn estaba en clases, pero es muy probable que, por un evento tan importante como el examen de admisión, varios profesores hayan concedido una clase libre para ayudar en el evento.
Muy seguramente Luan, Luna y Leni estarían cerca.
Fue fácil lidiar con Linka después de rebelarle su participación en el examen, pero sería mucho más molesto y complicado lidiar con las demás, quizá en otras circunstancias lo haría, pero con algo tan importante para él a la vuelta de la esquina, no podía desperdiciar ni tiempo ni energía, sobre todo con lo diestras que todas son para artes complementarias como el rastreo y la identificación de objetivos.
Lincoln y sus hermanas nacieron en la unión de dos familias de prestigio en el campo de lo heroico, con muchos héroes famosos en cada una, Lincoln y sus hermanas habían sido criados bajo la estricta instrucción de sus padres y abuelos para mejorar en el dominio de sus habilidades, al igual que en artes marciales y otras disciplinas para tener un "nivel heroico" (la unidad de medida que se asigna y evalúa en la Academia del Dominio Heroico) a la altura del de un héroe experto.
Con excepción de Lily, y Lisa por su edad, todos entrenaban muy arduamente por órdenes de sus padres, si bien el entrenamiento de Linka y las mayores era diferente pues ya habían despertado sus habilidades, no era menos estricto.
El último mes había sido demasiado agotador para ambos peliblancos. Lori, Leni, Luna, Luan y Lynn ya eran estudiantes de la prestigiosa academia, por lo que la tensión aumentaba mucho en las fechas del examen de ingreso de la academia, haciendo a la casa Loud tornarse un tanto más apagada, pues por su linaje, el fallar en el examen de admisión de la real academia del Dominio Heroico es impensable.
Tampoco ayudó al ambiente de su hogar que Lincoln no tuviera sin una habilidad. Si bien Lynn sr y Rita lo aman con todo su corazón, también les preocupaba, pues con los villanos siendo cada vez más difíciles de detener, Lincoln estaría en mucho peligro al no tener nada para defenderse. Pero una luz muy hostil se presentó ante el miedo de sus padres, Lincoln se atrevió a desafiarlos imponiéndose un reto tan difícil que el lograrlo apagaría todas las dudas y preocupaciones de sus padres sobre su supuesta incapacidad para enfrentarse al mundo.
– Esto está fuera de tu alcance, Lincoln, exiges lo imposible. – El peliblanco escuchó las palabras de su estricto padre en su mente, fue una plática/desafío bastante amarga la que tuvieron hace un mes.
– ¡Un héroe convierte lo imposible en esperanza! … ¿No pude elegir unas palabras más estúpidas? – Lincoln susurró esa vergonzosa frase, lo que le hizo bajar la mirada con deseos de ser tragado por la tierra.
Esas fueron las palabras con las que desafió a su padre para exigir que permitiera a sus hermanas asistir a los eventos escolares que sus respectivos cursos habían organizado para las vacaciones, había excursiones y campamentos, en general, eventos a los que todas querían asistir con los amigos que habían hecho en la academia, pero que sus padres les prohibían asistir por su entrenamiento, pero inicialmente no fue tomado en serio.
Ya estaban a finales del año escolar, es decir, la temporada de exámenes de ingreso y de exámenes finales, la oportunidad perfecta para desafiar el estricto régimen de entrenamiento y permitir algunos "lujos" a sus hermanas (y tener casi tres meses libres para sí mismo)
Pero por muy valerosa que fuera esa frase, la vergüenza que sentía por haber dicho algo así de cursi no desaparecía.
– Yo… creo que es una frase genial – Dijo una voz muy poco familiar, pero la esencia de esa persona se le hacía aterradora y vergonzosamente cercana al peliblanco.
Quien caminaba a su lado era Cristina.
– ¡Hm! – Lincoln tuvo un pequeño espasmo que logró disimular, pero no pasó de ser percibido por Cristina, quien también intentó ahogar sus deseos de estallar en carcajadas, al parecer es de las que no podía evitar reír por las buenas payasadas.
– ¡E-Espera! – Dijo la pelirroja sosteniendo el hombro de Lincoln, quien había apresurado su caminata, para alejarse de ella. – L-Lamento si te incomodé… – Ahora Cristina parecía avergonzada… pero incluso así se veía muy linda a los ojos de Lincoln. – P-Pero quiero que sepas que tienes razón… un héroe tiene ese deber, donde todos pierden la esperanza, los héroes se levantan y dan la cara… Sé que suena cursi, o de cómics, pero eso es lo que creo…
Lincoln la miró más detenidamente y pudo sentir en su esencia una carga pesada… aunque siendo justos, todos los aspirantes la tenían, la voluntad de ser un héroe o heroína no es algo que nazca de un pasatiempo o del deseo de ganar dinero, al menos no la verdadera.
– Gracias por esas palabras, eres muy amables… – Lincoln parecía más animado, pero no por eso perdería el control de su lengua: iba a decir el nombre de la chica, pero decidió fingir no estar atento a tantos detalles.
– Oh, soy Cristina, es un gusto conocerte. – Dijo la chica muy formalmente, también tomando un semblante animado y enseñándole su identificación, sin duda es de las personas a las que le gusta animar a los demás, un buen corazón.
– Igualmente… mi nombre es Lincoln. – Se presentó el albino con el único deseo de apartarse de ella, no es que le desagradara, incluso estaba disfrutando el hablar con ella, pero hasta ahora, ni siquiera Linka conocía su meta real ahí, y hasta cumplirla, no quería que nadie viera su verdadero ser.
– ¡Cristina! – Una chica la llamó de entre la multitud, parecía haberse esforzado para encontrarla. Se trataba de Cookie, cuya voz en esas circunstancias sonó como un coro de ángeles a los oídos de Lincoln.
– Lo siento Lincoln, hablaremos en otra ocasión. – Dijo Cristina apresuradamente, tomando camino hacia su amiga.
Lincoln no se molestó en despedirse, pues sabía que ella no lo escucharía, en su lugar debería concentrarse en la prueba que tiene ante él, si bien él estaba bajo mucha presión por lo que debía hacer, el platicar con Cristina lo hizo sentirse mucho mejor.
– Hice la inscripción, daré el examen de ingreso de la academia del Dominio. – Lincoln recordó la escena final de su discusión con su padre, donde fue tomado con la seriedad que debía.
– Parece que no bromeas, y no ignoraré eso, hijo. El trato es este: si apruebas el examen de ingreso al Dominio, y tú y tus hermanas mayores no tendrán entrenamiento estas vacaciones y podrán asistir a sus pérdidas de tiempo. – Fue la respuesta de su padre, y Lincoln aceptó.
Si bien sonaba tosco y arisco, Lincoln ahora veía una luz de orgullo en su mirada, sin duda alguna su padre quería perder ese desafío, tal como el peliblanco lo predijo, si por su entrenamiento alguien sin habilidades lograba entrar a la Real Academia del Dominio Heroico, probaría que sus preocupaciones eran infundadas.
Pero ser un estudiante de esa prestigiosa academia sigue siendo una meta insignificante para Lincoln, o al menos insuficiente. No sólo debe aprobar el examen (no negaría que tampoco quería separarse de su gemela) pero él tiene un mensaje que dar al mundo, y para ello también debe obtener una calificación perfecta, el primero en la historia.
El resto del tiempo antes del inicio de la primera fase del examen, Lincoln lo pasó escondido entre la multitud de aspirantes inseguros, logrando evitar que sus hermanas lo vieran, aunque sólo sintió las esencias de Luan y de Leni, ambas estaban en periodos libres por el examen de admisión, lo que hizo más difícil a Lincoln el evadirlas, también estuvo el problema de sus amigos de la academia, si alguien lo veía, aunque no lo identificara, sería cosa de un "Oye Lori/Leni/Luna/Luan/Lynn, vi a un chico dientón de pelo blanco entre los aspirantes", y las cosas se pondrían más problemáticas, pero gracias a que las esencias se los seres cercanos son similares, Lincoln logró identificarlos y evitar sus miradas se posaran en él, aunque le fue difícil por una payasa, una chica con casco de patinaje y barbilla imponente, una punk con un mechón púrpura y una asiática sombría.
En su tiempo merodeando entre la multitud Lincoln, además, pudo identificar algunos participantes con esencias poderosas, las cuales se manifestaban en habilidades muy prometedoras: Cristina, Ronalda Santiago, Clyde McBride, Rusty Spokes, Polly Pain, Zach, Liam, Kat, Joy, Cookie, Penélope, Nikki, Haiku, Tabby, Giggles, los hermanos Jordan, Paige, Alistair y Nigel.
Una suerte de bichos raros que muy seguramente aprobarán, pero quien más llamó la atención del peliblanco es el último aspirante, casi era una tradición informal de la academia, un aspirante que nunca ha faltado desde la fundación de la academia: la mascota oficial de los aspirantes, una especie de ave que no ha sido registrada en ningún documento científico oficial, por lo que es descrito como una leyenda o falsificación, un asta-chuza.
– Tan equivocados que están. – Pensó el peliblanco al sentir la esencia de la adorable ave en el área que separa el campus de simulacros del resto de la academia.
– ¡Quien no esté en la entrada del campo de simulacros en 5 minutos automáticamente reprobará el examen de ingreso! – Se escuchó la voz del profesor Luke por los altavoces. Una advertencia válida, pero innecesaria, pues todos los aspirantes ya estaban reunidos en el lugar de la primera parte del examen.
Mediante un sondeo de las identificaciones que portaban los aspirantes se hizo innecesario una segunda advertencia, lo que les permitió iniciar con la primera fase del examen.
El campus de simulacros ahora simulaba un área urbana, había edificios y tiendas, por lo que muy seguramente se trataba del centro de una ciudad.
Casi parecía afán por el morbo, el campus estaba rodeado de gradas como si fuera un estadio… o más precisamente, un coliseo en el que los estudiantes de cursos superiores los verían caer o triunfar… y si sus apuestas vencerán (aunque bajo el pretexto de la actividad académica de evaluación de errores principiantes).
– Con su permiso. – Dijo uno de los bots de la academia ofreciéndole a Lincoln una mochila, la cual contenía varios equipamientos para la primera fase.
Los autómatas mecánicos del personal de la academia se encargaron de entregar a todos los aspirantes el equipo reglamentario que los ayudaría a demostrar de qué están hechos como apoyo básico para la evaluación.
Lincoln detectó la esencia de Luna en la multitud, junto a su hermana rockera estaba una chica rubia con un mechón teñido de color celeste, y una esencia similar a la de su hermana amante de la música, de seguro una amiga cercana. Antes de que ella también lo identificara se volvió a esconder, esta vez se ubicó detrás de una chica alta con un sweater celeste sobre el uniforme de la academia, tenía un olor similar al de Ronnie, y según su identificación, su nombre es Nikki.
– Bienvenidos a la primera parte del examen de admisión. – Comentó la profesora Liberty ubicándose en el escenario junto a la entrada del campo de simulacros. – Ante todo: Cristina, responderé tu duda. El cambio en la organización del examen de ingreso se debe a que los villanos actuales no son "monstruos", es decir, no buscan simplemente desatar caos o destruir y asesinar, actualmente son más discretos, pero no menos peligrosos, no los encontrarán queriendo hundir buques enormes, los encontrarán amenazando a las familias de los políticos, hoy en día hay al menos un "Superman" por agencia heroica, pero la protección de civiles y el sometimiento rápido de enemigos son mucho más necesarios y demandados. Esa es mi respuesta como examinadora del examen de ingreso, pero como profesora, les daré la lección más importante y que siempre deben tener presente: las habilidades no son diferentes de cualquier otro poder, si no les dan el uso correcto, son meras armas, y en esta institución no aceptamos a ningún belicista. – Concluyó la profesora Liberty con una intimidante advertencia y cediendo su lugar en el estrado a otro profesor.
– Buenos días, soy el profesor Onil y les explicaré en qué consiste el desafío. – Ese profesor hablaba muy bien, según las evaluaciones docentes, es el profesor mejor catalogado en la academia. Un hombre rubio, alto, cuerpo entrenado y sonrisa cautivadora. – Ante todo deben entender que ustedes NO son héroes profesionales, son civiles que no dejarán a nadie ser herido en sus narices, y como tales serán evaluados. Las agencias heroicas están definidas legalmente como: "Equipo de respuesta rápida de emergencias", lo que significa que tienen el deber de intervenir directamente contra las fuentes de caos, como lo es un golpe terrorista. Pero ustedes no tienen esa autoridad, si uno de ustedes interviniera así entorpecería el deber de los héroes, y sería penalizado por ello. Pero una emergencia también es una de las dos circunstancias en la que se permite a los civiles usar sus habilidades: protección de inocentes inmediata, y ese es un deber tan importante como el de los profesionales. El cumplimiento de ese deber pone a prueba algo que a ningún miembro de nuestra institución le puede faltar: la voluntad de proteger. Tengan en mente que nuestros lawbots, civilbots y villianbots estarán en el examen, por lo que no habrá peligro de usar sus habilidades, para aquellos que no estén del todo seguros de su dominio sobre ellas, en este examen evaluaremos la lógica detrás de sus actos, no los resultados, pero no se dejen engañar, esta evaluación es mucho más difícil de lo que parece. Dependiendo de la lógica de sus acciones, les será sumado o reducido cierto puntaje, siendo 100 el máximo y sin un límite inferior. Nosotros también estamos al tanto de que existe mucha sinergia entre sus habilidades, y que más de alguno se conoce desde antes, por lo que está permitido hacer equipos y cooperar de un máximo de tres integrantes. Les deseo el mayor de los éxitos, aspirantes. – Finalizó el profesor Onil retirándose del escenario al tiempo en que se abrían las puertas de acceso al área intermedia.
Todos se notaban muy emocionados y decididos, cosa que fue fácil de entender para el peliblanco, si bien no podía percibir la esencia de ese profesor, pudo deducir que su habilidad puede estimular las glándulas de todos los que lo escuchan para generar hormonas y forzar sus emociones dentro de otros, en este caso entusiasmo… una habilidad demasiado útil.
Los aspirantes entraron al área intermedia, un corredor que separa el campus de simulacros, del resto de la escuela, al parecer tenía dispositivos energéticos de contención para evitar que escombros fueran disparados contra la escuela.
Lincoln percibió rápidamente la esencia de quién quería como su compañero en esta misión, y se dirigió hacia él.
– La primera fase del examen de admisión de la Real Academia del Dominio Heroico para el año 29 de la Edad Heroica ¡Da inicio! – Anunció una voz por los altavoces y las puertas de acceso al campus de simulacros se abrieron.
Y así es como Lincoln, tras tantos esfuerzos y tantas maquinaciones, comenzó a ejecutar su plan maestro ¿Qué es esa "esencia" que al parecer sólo Lincoln puede percibir? ¿Quiénes serán eliminados en la primera parte del examen de ingreso a la academia? ¿Las chicas Loud descubrirán a Lincoln durante el examen? Descúbranlo en el próximo episodio de arco prólogo esta nueva historia.
PD: ¿Qué les parecen episodios de este largo (8000 palabras aproximadamente)? ¿Preferirían que fueran más cortos o largos?