Hola a todos, estoy de vuelta con una nueva historia aprovechando las vacaciones de la Universidad donde daré al máximo mis actualizaciones. A continuación, les presentaré una interesante historia de uno de los fandoms más tranquilos y equitativos que he estado: El fandom de Villainous.

Para los que preguntan por el Shipp es el DrFlugXDemencia que gradualmente se va evidenciando por cada capítulo, así que espero que les guste.

Villainous no es de mi propiedad; Todos sus personajes pertenecen a Alan Ituriel.

De secuaces a amantes

Por: Cristian Reynolds

Capítulo 0: Prólogo


Era uno de esos muchos días en que tenía que soportar el científico Flug Slys encerrado en su novedoso laboratorio y creando nuevos inventos para la compañía donde trabajaba, Black Hat Organization; No tenía ni siquiera largos tiempos de descanso por estar enfocado en cada 1ón, tenía que sacar ideas de la comercialización para complacer a su estricto y demoníaco jefe, pues era demasiado difícil de convencerlo y más cuando mostraba alguna falla dentro de sus cálculos o objetivos.

Black Hat, su jefe y el principal villano en que ningún héroe era capaz de vencerlo que ni siquiera era un humano, era hombre de respeto y muy digno de temer. Sus poderes que van más allá de lo demoníaco lo asustaban, a tal grado de que sí elegiría entre morir a manos de él o morir por su propia cuenta o por algún accidente preferiría lo segundo. Su actitud amenazante y su ímpetu de destrozar héroes sin piedad era otra de esas espectrales cualidades que su jefe tenía. Así que tratar de quejarse de algo no era una buena opción. Flug tenía que conservar sus impulsos en silencio, causado por algunos golpes que recibía si un invento tenía fallas o estaba mal calculado.

Añadiendo a eso, el estrés del chico de la bolsa también era causado por su compañera y otra secuaz, Demencia. Cada vez que se encontraba construyendo un artefacto o sosteniendo algunos químicos demasiado inestables en sus manos, la chica lagarto o lo asustaba o gritaba o tocaba su guitarra eléctrica tan fuerte, provocando un gran desastre en sus procesos, cosa que lo tenía hasta la coronilla pero que no podía hacer nada para quejarse con su jefe, pues éste no le interesaba estos asuntos con tal de que estuviera en perfectas condiciones sus artefactos.

Un salvavidas como el oso 505, era lo que podía relajarse un poco. Resultado de un mal experimento en años atrás iba a ser desechado por el mismo director, pero algo lo convenció quedarse en la tétrica mansión. Flug siempre lo tranquilizaba cada vez que el oso se sentía intimidado por Black Hat y esa era la razón por la que arreglaba con frecuencia l mansión quedando impecable sin ningún polvo. En algunos momentos el científico tomaba breves descansos acostado contra el cuerpo del oso refrescando la mente un poco, sintiéndose mejor.

Volviendo a su cuarto Flug realizaba unas granadas netamente dimensionales y con sumo cuidado mezclaba algunos líquidos sumamente peligrosos para encerrar en las cápsulas explosivas; ya estaba en su fase final.

— Eso es… Vamos, un poquito más… ya casi… — Flug estaba cerca del artefacto aplicando el líquido. Aunque sin embargo no se percató de un pequeño pero fatal detalle. Demencia, su compañera subordinada estaba encima, rondando por el techo de forma silenciosa.

— Eso es, ya casi terminamos...

— ¡Hola Flug!

— ¡Aaaaaahhh! — Se derramó el líquido provocando la desaparición de algunos lápices y también derramando hojas con sus planos y fórmulas, ocasionando una explosión no tan gigantesca. —¡Nooooooo! ¡Mis trabajos! — Corrió a su escritorio a ver los efectos de la destrucción de su arduo trabajo.

Demencia simplemente comenzó a reír locamente, sintiéndose satisfecha por causar otro estrago más al pobre doctor. Le gustaba verlo sufrir, y era de sus hobbies favoritos además de acosar a Black Hat con su locura de amor.

— Vamos Fluggy, ni que fuera a destruir tu habitación. — siguió riendo maniáticamente. Flug apretó sus puños de la frustración.

— Aaarrrggg ¡Demencia! — Flug agarró con sus manos la cabeza oculta a través de su bolsa. — ¡¿Por qué hiciste eso?! ¡Me costó mucho crear ese líquido!

— Jajaja tranquilo nerd, lo volverás a hacer, eres un científico de todos modos.

— Sabes que me costó casi tres días en realizar la combinación de líquidos radio...

— ¡Aburrido! — Demencia interrumpe con voz de fastidio y comenzó a husmear el cuarto futurista; pero Flug la retiene sosteniéndola de su brazo.

— No importa, de todos modos... ¡¿Cómo entraste aquí?!

— por las rendijas tonto. — la chica intentaba zafarse de la mano enguantada del científico.

"Nota mental: cerrar todas las compuertas de mi cuarto" se dijo Flug mentalmente. — ¡Oh no! — la suelta bruscamente para tratar de reparar el invento. — Si no armo esto rápido ¡el jefe me hará trizas!

— jajajaja ¿te puedo ayudar? — Demencia lo menciona de forma sarcástica.

— Ya me ayudaste lo suficiente, así que sal de mi habitación ahora. — Flug intentó realizar combinaciones al azar. Lástima que no tuvo tiempo de reparos cuando el Lord Black Hat apareció.

— ¿Ya está listo lo que te ordené Dr Flug? — Esa voz ronca pero lúgubre asustó al pobre científico.

— L… Lo tenía listo jefecito pero D...Demencia entró a mí...

— ¡¿Estás tratando de decir que no lo tienes terminado?! — la paciencia de Black Hat es estaba agotando. Demencia solo reía al ver esa escena.

— Lo...Lo siento jefe pero... Es que Dem...

— Demencia sal de aquí. ¡Ahora!

— Como órdenes mi Blacky. — La muchacha miraba con amor a su jefe, aún tenía sentimientos enfermizos. Intentó besarlo, pero éste la apartó. La chica salió del cuarto corriendo y sonriendo con locura. Amaba escuchar como el jefe mostraba su autoridad ante el cohibido inventor.

Black Hat volvió a ver con mucho enfado e irá al Dr Flug.

— Te di tres días para que hicieras ese invento ¡Y no lo has terminado!

— Jefe lo que pasa... Lo que sucede es... — Flug intentó explicar sus comentarios, pero fue interrumpido cuando tentáculos procedentes del demonio le ahorcaban el cuello.

— ¡No me importa que estupidez trates de sacar! ¡Ahora como explico a la audiencia sobre estos inventos! ¡Se supone que ya estaba listo para salir al mercado!

—j...Jefe… Jefecito...yo... trataré... - Flug intentaba hablar pero quedaba sin salidas de aire.

— ¡¿Tienes algún otro invento de relleno?! ¡¿Alguna cochinada por ahí?! — Sus tentáculos lo apretaban más al cuello. Flug simplemente asintió con dificultad. — Veamos, son las 10:38 de la noche, así que te daré hasta el amanecer para terminar tu otro invento. Y si no lo terminas ¡no verás la luz del sol! ¡¿Entendido cerebrito?!

—L...lo haré... Señ…ñor…

Black Hat soltó con dureza al pobre científico tirándolo hacia la mesa, dejándole con molestas en su espalda y mencionó.

— Hazlo rápido que el tiempo corre. — y con eso desapareció como un espectro fantasmal.

Flug tosió tratando de respirar, débil tras ese cruel encuentro. Comenzó a levantarse, pero tambaleaba al tratar de recuperar la conciencia. Estaba agotado, pero aún peor, trasnochar para realizar otro invento era la cereza en el pastel para aumentar su insomnio con estrés, definitivamente no tenía tiempo de descansar.


Demencia estaba fuera casi al lado de la puerta de Flug, en el pasillo sintiéndose muy a gusto con el jefe aunque jamás lo pudo ver para intentar seducirlo durante ese lapso de tiempo; para volver a sus andadas iba a molestarlo otra vez, sin embargo cuando estaba al borde del cuarto que aún seguía abierto, vio algo que le llamó fuerte la atención. Flug buscaba en una repisa unas pastillas, de hecho, en su mano tenía muchas dosis de dichas pastillas y sin agua o algún líquido para beber los tomó sin saber las precauciones, guardó el frasco de nuevo en su lugar para caminar de nuevo a su maltrecho escritorio y comenzó a armar un nuevo artefacto de última hora. Agotado y temblando agarró sus herramientas y comenzó a construir con mucho temor, preocupación y rapidez.

Al ver esa escena con sus propios ojos por primera vez, sintió algo diferente a las risas, amoríos con su jefe y desastres que era característico de su personalidad, además de ver el sufrimiento del científico subordinado. Sintió culpa, conmoción y ¿Tristeza?

Era un lado que ella jamás había imaginado, podría decir que esas eran las consecuencias de sus molestas interrupciones, dejó de ser la loca maniática por un momento y razonó sobre esas causas sintiendo una gran culpabilidad al ver el estado de Flug.

Sus inesperadas acciones y pensamientos hicieron que entrara a esa habitación y en vez de acercarse como normalmente lo hacía, a través de un golpe fuerte, simplemente le tocó el hombro con delicadeza e cuidado.

— ¡¿Ahora qué?! — Flug sabía que era ella y cuando iba a sacarla con rudeza, sucedió algo impensable para el hombre de la inteligencia. Ella lo abrazaba, causando impresión y algo de miedo. — Dem... "¿Demencia? Me está..." Eso último lo decía mentalmente recolectando la rara información que su cuerpo sentía.

— Lo siento mucho Flug. — Ella apretó un poco más, amenazando con que lágrimas iban a salir de sus ojos, demostrando que se sentía apenada por ese incidente.

Flug no tenía respuesta, pero esto era algo nuevo. Sentía algo de comodidad, aunque con algo de incertidumbre.

La chica se separó del abrazo y salió del cuarto, algo desanimada con pasos lentos y silenciosos, dejando solo al científico.

"Pero ¿qué acaba de pasar?" Mentalmente estaba intacto, esa sensación era algo más fuerte que los abrazos de 505. Intentó detenerla para intentar sacar explicaciones, pero recordó algo que debía hacer. "¡Diablos! ¡El invento!" Recobro el sentido y cerró su habitación para dedicar ese tiempo a construir su nueva arma.

Sacó de un pequeño desván al parecer un artefacto como una especie de pistola láser que destruía cosas a distancia. Comenzó a realizar los ajustes en una larga y extensa noche.


Demencia del otro lado estaba algo sensible en su habitación, pensativa tras ver uno de esos oscuros secretos que ocultaba el doctor, dejando de un lado su amor intenso hacia Black Hat y sintiendo pena por Flug, causando que descanse automáticamente en su cama.


Gracias por revisar y leer este comienzo. Espero volver a retomar la rutina de escribir historias que tengo pendiente de actualizarlas. Nos veremos en un próximo capítulo. Paz a todos.