Capitulo 9
Pasado
Unos días después
En la noche en ciudad Z, Saitama se encuentra en su casa, acostado en su cama, estando en el lado izquierdo para ser exactos, durmiendo con placer.
Poco después de que le afirmara a Tatsumaki de que le daría un mejor regalo, regreso a su casa y se puso a investigar inmediatamente por medio de varios folletos publicitarios que tiene en su cocina, de cuál sería la mejor forma de conseguir dinero.
Obviamente lo primero que le apareció fue el conseguir un trabajo, pero rápidamente abandono esa opción, manteniendo su palabra de dejar de buscar trabajo.
Buscando entre más folletos, encontró la opción de meterse a un entorno que no es precisamente legal, otro que te paguen una pequeña cantidad por limpiar la ciudad, u otra donde se puede cazar monstruos, ofreciendo una gran cantidad.
El chico de cabello negro al ver lo último, dio una pequeña sonrisa y dejo ese folleto en su mesa, tirando las demás en el bote de basura, para luego acostarse en su cama, decidiendo que, a partir de mañana, después de terminar su entrenamiento, iría a cazar monstruos.
Durante los siguientes días, Saitama cumplió su palabra y fue a pelear con varias criaturas durante las tardes, recibiendo uno que otro daño, pero nada que se considere grave. Para el final, recibir su recompensa.
Volviendo a la actualidad, en el lado derecho de la habitación, se encuentran dos bolsas que están llenas de dinero, estando amarradas con una pequeña soga.
En uno de los días de caza, el chico al notar que está acumulando más dinero de lo que imagino, pensó por un momento si debería de detenerse ahí e ir a comprarle su regalo a la peliverde, pero luego recordó su mirada asesina al entregarle las manzanas, regresando la sensación de culpa de un momento a otro.
Teniendo en cuenta ese sentimiento, el chico de cabello negro sacude la cabeza y concluye que necesitara más dinero si quiere hacer a la chica feliz.
Y así, continúo cazando más monstruos, acumulando así más dinero, sintiéndose cada vez más cerca de cumplir su objetivo.
Ya en el presente, el sol se comenzó a elevar lentamente, iluminando poco a poco el entorno, hasta llegar a la ventana de Saitama, provocando que se rascara los ojos y luego los abriera, despertando así de su sueño.
Sintiéndose con energía, el chico estira sus brazos y da una pequeña sonrisa, para enseguida levantarse de su cama, preparándose para su día.
Afuera – Después del entrenamiento
Saitama esta sentado en una banca, mientras esta respirando con algo de dificultad, observando a su entorno.
Durante su descanso, pensó en que hoy podría tomar un día libre, después de todo, no hay tanta prisa para darle el regalo a Tatsumaki, sintiéndose un poco mas tranquilo al verlo de ese modo.
Permaneció sentado ahí por unos diez minutos, sintiéndose cada vez mejor, estando satisfecho con el resultado.
El chico se levanta de su lugar y comienza a caminar hacia el lado derecho de la zona, donde están pasando todas las personas caminando, estando listo para regresar a su hogar.
Pero de repente, se empezó a escuchar que algo se acerca a una gran velocidad, llamando la atención de todos, menos del chico de cabello negro, quien siguió caminando tranquilamente.
Pero eso no duro mucho, ya que lo que se le estuvo acercando se escuchó cada vez más fuerte, haciendo que Saitama girara su cabeza hacia atrás en lado izquierdo.
A tan solo unos dos centímetros del chico, él pudo ver que un auto de lujo se esta acercando a una gran velocidad, siendo este de un color azul llamativo, siendo de esos que no tienen un techo, con tres hombres abordo por la parte de adelante, todos con vestimenta de negro, llevando mascaras del mismo color, sosteniendo escopetas dos de ellos, mientras el que maneja la tiene colocada en lado derecho de su asiento. Y en los asientos traseros, se encuentran bolsas llenas de dinero, indicando que acaban de robar un banco.
Volviendo con el chico de cabello negro, este abre los ojos con sorpresa y tan solo unos segundos antes de que lo atropellara, dio un salto hacia su lado derecho, donde se encuentra el césped, recibiendo unos pocos rasguños por el aterrizaje forzoso, cayendo de rodillas, pero salvándose de milagro.
El auto siguió avanzando como si nada, mientras Saitama dirige la mirada hacia al frente, solo para notar que el vehículo dio una vuelta al lado izquierdo de la calle.
El chico da una pequeña sonrisa y sin pensarlo dos veces, se levanta y comienza a correr para seguir el auto, estando muy motivado.
De manera sorprendente, logro seguir la velocidad del coche, a pesar de su tremenda rapidez, él no lo perdió de vista ni por un segundo, manteniendo su sonrisa en el rostro.
Uno de lo tres ladrones, siendo específicamente el que esta en lado izquierdo del auto, giro su cabeza hacia atrás y no pudo evitar parpadear varias veces con sorpresa al ver que un extraño los esta siguiendo mientras esta corre.
-Oigan, un extraño nos está siguiendo – Informo el tipo aun sorprendido.
El segundo ladrón, que esta sentado en medio, también giro su cabeza, reaccionando del mismo modo al ver a ese extraño.
Rápidamente, el segundo tipo miro a su compañero quien le acaba de hablar, ambos mirándose confundidos.
Unos segundos después, el de medio miro hacia su derecha, donde se encuentra su tercer compañero, quien maneja el auto, estando atento viendo al frente.
-Aumenta la velocidad, así lo perderemos de vista – Afirmo el tipo con seguridad.
El conductor no lo pensó mucho y piso el acelerador, aumentando así la rapidez del auto.
El chico de cabello negro noto como cada vez se va alejando el vehículo, perdiéndolo poco a poco de vista.
Ante esta situación, comenzó a pensar en que podría hacer a continuación – Podría dar un salto y aterrizar en la parte trasera del auto – Murmuro Saitama mientras siguió corriendo, rascándose la barbilla con su mano izquierda – Pero si hago eso, los tipos podrían dispararme, así que no puedo exponerme tanto – Concluyo con seriedad.
Luego se le vino otra idea – Como alternativa, seria que salte entre edificios y aterrice al frente del coche, para al final dar un buen golpe – Dijo con emoción – pero también esta el riesgo de que me atropellen, cosa que casi logran una vez, y sin mencionar nuevamente las armas – Al ver lo último, abandono también esa posibilidad.
El chico quito su mano de la barbilla y un segundo después, miro su mano derecha, para luego cerrarla lentamente en un puño. Dio una sonrisa y miro hacia su frente con determinación – Nunca he hecho esto, pero vale la pena intentarlo – Murmuro emocionado.
Mientras tanto, Tatsumaki se encuentra volando, teniendo los brazos cruzados, con una expresión de indiferencia.
A pesar de la mirada, Tats no pudo evitar preguntarse en cómo le estará yendo a ese chico que conoce, generándole curiosidad para a la vez, emoción. Por lo que dio una pequeña sonrisa – Espero que le esté yendo bien – Murmuro con esperanza.
Pero sus pensamientos fueron interrumpidos cuando escucho lo que parece ser un disparo, provocando que sacudiera su cabeza y separe sus brazos - ¿Qué fue eso? – Se pregunto a si misma, aumentando la velocidad de su vuelo, dirigiéndose hacia donde se origino el fuerte ruido.
Pasando por varios edificios, la peliverde aterriza en el techo de un local, que esta en el lado izquierdo de la calle, observando hacia su lado derecho para ver que esta sucediendo en el piso de abajo.
Volviendo con el chico de cabello negro, uno de los tipos, siendo específicamente el que está sentado en el lado izquierdo, le disparo con su arma, apuntándole hacia la cabeza. Por suerte, Saitama lo esquivo moviendo su cuello al lado derecho, tan solo unos segundos antes de que la bala llegara a su rostro.
-Estuvo cerca – Murmuro el chico mirando hacia atrás, viendo como la bala se va alejando, teniendo una expresión de preocupación.
Un momento después, volvió a mirar hacia al frente, dando otra vez una pequeña sonrisa, mientras levanta lentamente su brazo derecho – Aquí vamos – Murmuro para si mismo, disminuyendo la velocidad de sus pasos poco a poco, hasta detenerse en medio de la calle, manteniendo su mirada determinada.
Los dos ladrones que están sentados, observaron como ese extraño se detuvo a media calle, ambos teniendo una mirada confusa al ver tal suceso.
El chico de cabello negro detuvo el movimiento de su brazo, y sin pensarlo dos veces, lo movió rápidamente para detenerse, apuntando hacia al frente.
Al principio no paso nada, pero en menos de lo que se pueda parpadear, una gran ola de viento apareció desde donde esta parado Saitama, yendo a una increíble velocidad hacia al frente.
Como si no fuera suficiente, debido a esa ola, el auto de los ladrones salió disparado al cielo, destruyendo la cajuela en el proceso, como si esta hubiera sido golpeada directamente, tomando por sorpresa a los tres tipos.
No solo eso, la ola también provoco que los locales que se encontraron cerca fueran destruidos sus pisos, también dañando sus paredes, dejándolos en un mal estado, estando cerca de destruirse también.
También la esper salió afectada, ya que su cabello se movió de forma muy violenta mientras se cubrió su rostro con su brazo izquierdo, teniendo los ojos cerrados.
La ola finalmente termino, y de un momento para otro quedo echo un caos, como si una estampida hubiera pasado recientemente.
El chico al ver lo que hizo, movió su brazo para ponérselo detrás de su cabeza, rascándose la nuca – Creo que me pase – Murmuro con algo de vergüenza, manteniendo su sonrisa.
La chica al notar que el viento ya paso, bajo su brazo y abrió los ojos al percatarse de que fue cierto chico que conoce – No puede ser, ¿fuiste tu? – Murmuro con sorpresa. Pero fue interrumpida al escuchar una pequeña explosión, asustándola un poco, pero aun así logro mover su cabeza ahora hacia al frente.
El auto de los ladrones finalmente aterrizo de una forma no muy amigable, provocando que el vehículo quedara hecho pedazos a media calle, obligando a los tres tipos salir con cierta dificultad.
Debido al impacto, los tres obtuvieron varias heridas, haciendo difícil que se puedan mover libremente. Los que estaban en medio y en el lado izquierdo, se bajaron por ese lado, para luego caer en el piso, desmayándose los dos en el proceso.
Mientras que el conductor, quien sostuvo su arma, cayó en el lado derecho, soltándola por accidente, separándose a unos tres centímetros de su escopeta. Solo que, a diferencia de sus compañeros, el se mantuvo despierto.
El chico de cabello negro bajo su brazo y camino lentamente, pasando al lado derecho del vehículo destruido, hasta detenerse al frente del ladrón que fue el chofer.
El tipo le dirigió la mirada, y con todas sus fuerzas, recogió su arma e intento apuntar hacia el rostro del extraño, pero como sus manos le tiemblan mucho, no pudo hacerlo.
Saitama al ver esto, rodo los ojos y agacho su mano derecha, quitándole la escopeta al ladrón con mucha facilidad, para luego aventarla hacia atrás.
- ¿Quién eres? – Pregunta el tipo con dificultad, manteniendo contacto visual.
El chico da una pequeña sonrisa - ¿Yo? – Pregunto de forma de retórica – solo soy un tipo que es un héroe por diversión – Respondió con seguridad.
Debido a su mal estado, el ladrón no alcanzo a decir algo más, cayendo su cabeza al suelo, cerrando sus ojos lentamente, desmayándose también.
El chico de cabello negro se rasca la nuca con su mano derecha, mientras observa al tipo que perdió el conocimiento, para luego levantar la cabeza, y ver hacia su lado derecho – Bueno, creo que es todo – Murmuro con despreocupación, bajando su brazo.
Por un momento le echo un vistazo al dinero que aun se encuentra en los asientos traseros del auto destruido. Pero unos segundos después, se encoge de hombros y da la vuelta, comenzando a caminar por donde vino.
-Rayos, como no son monstruos, no creo que me den alguna recompensa – Murmuro con algo de disgusto, aunque en el fondo se sintió bien que haya podido detener a esos criminales.
Ya al estar unos centímetros lejos del caos que dejo, Saitama escucho algo que le llamo la atención.
- ¡Oye! – Dijo una voz familiar.
El chico gira su cabeza al lado izquierdo, encontrándose nuevamente con Tatsumaki, quien aterrizo a espaldas de él, desapareciendo el aura de sus poderes.
-Oh, hola Tatsumaki – Saludo el chico de cabello negro, levantando su mano izquierda, dando una pequeña sonrisa.
Tats no respondió el saludo, solamente se quedó ahí parada, teniendo la mirada hacia el suelo.
- ¿Eh?, ¿pasa algo? – Pregunto Saitama con curiosidad, mientras baja su mano, mirándola directamente.
- ¿Cómo hiciste eso? – Pregunto la peliverde con un tono serio, aun observando al suelo.
El chico se rasco la mejilla con su mano derecha – Simplemente di un golpe – Respondió con sinceridad.
La esper parpadeo varias veces, ¿acaso lo que dijo fue en serio?
- ¿Qué tiene de raro? – Pregunto el chico de cabello negro casualmente, aun rascándose, como si no hubiera pasado nada extraño.
-Porque…- Hablo la chica sin cambiar el tono, aun sin tener contacto visual – eso fue peligroso – Afirmo.
- ¿Perdón? – Pregunta Saitama con confusión, levantando una ceja.
-Ya me oíste – Respondió Tatsumaki con seguridad – eso fue muy imprudente – Afirmo nuevamente
El chico no supo que decir al respecto, ¿acaso lo esta regañando?
-Yo…no lo entiendo – Dijo el chico de cabello negro con inseguridad, quitando su mano de la mejilla.
Tats da un suspiro - ¿Por qué fuiste tras esos tipos? – Pregunto con seriedad, mientras levanta su mirada, ahora si teniendo contacto visual, mientras se cruza de brazos.
Aunque Saitama de alguna forma se sintió amenazado, no podía permitir que esa inseguridad lo invadiera.
-Por que es mi deber – Respondió con determinación, apretando sus manos con fuerza.
- ¿Deber? – Pregunto Tats con confusión, ahora siendo ella quien levanta una ceja.
-Si – Dijo el chico con confianza – Porque es lo correcto – Declaro.
La peliverde estuvo a punto de preguntar a que se refiere con eso, pero el chico de cabello negro se le adelanto.
-Todos tenemos la capacidad de ayudar – Declaro Saitama – Solo es cuestión de hacerlo por nuestra voluntad – Dijo en un tono firme.
La peliverde por su parte, se limitó a solo escucharlo y a mirarlo directamente, manteniendo su expresión seria.
Pasaron unos segundos, cuando el chico volvió a hablar – Tal vez digas que ayudar a los demás no te beneficia en nada – Continuo – y puede que tengas razón al respecto – Afirmo, sin apartar la vista de la esper.
Hubo otra pequeña pausa - Sin embargo… – Volvió a hablar – aunque esa pueda ser tu perspectiva, yo tengo una diferente – Dijo, para luego dar una pequeña sonrisa – Y es ver a la gente feliz – Declaro con determinación.
La chica volvió a levantar una ceja en señal de confusión, ¿el beneficio de ayudar a los demás es verlas felices?, no le ve sentido a eso.
-Si el día de hoy tengo la oportunidad de salvar a una persona para que el día de mañana la vea sonreír, entonces ayudare – Dijo el chico de cabello negro con una gran confianza.
Tatsumaki se rasca el cabello con su mano derecha mientras da un suspiro. Escuchar todas esas palabras, observar esa mirada de determinación y mostrar esa seguridad, solo puede significar una cosa – La verdad yo...no puedo comprenderlo – Confeso con sinceridad, mientras baja su mano.
A Saitama no le impresiono eso, a lo que su sonrisa desaparece – Esta bien, no creo que todos logren entenderlo – Dijo en un tono indiferente.
Por parte de Tats, desvía la mirada, observando ahora hacia su lado derecho de la calle, sin saber que decir a continuación.
Solo que no se pudo decir lo mismo del chico – Entonces, si no lo entiendes, ¿Por qué me salvaste ese día? – Pregunto.
La peliverde al oír esa pregunta, parpadeo varias veces. Es verdad, ¿Por qué lo salvo?, ¿Por qué no se cuestiono primero antes de ir a su rescate?, y mas preguntas cada vez le vinieron a la mente.
-Tengo que irme – Afirmo la esper con seriedad, activando sus poderes de un momento para otro, elevándose con velocidad, perdiéndose de vista en el proceso.
Al chico de cabello negro le pareció extraño esto, ¿a qué se debió ese repentino cambio de actitud?, fue lo que pensó mientras se rasco la mejilla con su mano derecha.
Pero hubo algo que le llamo la atención, la forma en que le hablo en esta ocasión, parecía como si la chica estuviera molesta por algo, ¿Por qué?
Al estar en sus pensamientos, luego recordó algo que tiene pendiente – Rayos, no tuve la oportunidad de decirle que he estado consiguiendo dinero – Murmuro Saitama con un tono de decepción.
Pasaron unos segundos, hasta que dio una pequeña sonrisa – No pasa nada, estoy seguro de que volveré a verla – Afirmo con seguridad, para luego volver a caminar de regreso a su hogar.
A pesar de lo sucedido, el chico aun esta dispuesta a comprarle el regalo a Tatsumaki, ya que después de todo, esa es su segunda meta.
Casa de Tatsumaki – Mediodía
Pasando al lado derecho de la habitación de la peliverde, se encuentra la sala, en donde en medio del lugar, se encuentra un sofá para dos personas, siendo este de color gris. Mientras un poco mas adelante se encuentra una televisión que esta colgada en la pared.
Por atrás del sofá, se encuentra una mesa con seis sillas esparcidas alrededor, solo por si las chicas quieren sentarse en un lugar diferente.
A unos centímetros del lado izquierdo del sofá, un poco más atrás se encuentra una puerta donde conduce a la cocina.
Mientras Tats iba volando de regreso a su hogar, se le paso por la mente contarle sobre lo sucedido a su hermana Fubuki, pero decidió mejor no hacerlo, no porque no confiara en ella, si no porque no tuvo ganas de entrar en un debate de cómo debería llevar su relación con ese chico.
Por lo que las ultimas horas se la paso mirando la televisión con total silencio, aunque en realidad su mente se sigue preguntando del porque lo salvo.
La hermana menor se encontró en la cocina, preparando el almuerzo, mientras la hermana mayor siguió viendo la tele.
-Hermana, otra vez estas muy callada, ¿pasa algo? – Pregunto la chica de cabello verde oscuro en voz alta desde la cocina, provocando que la peliverde saliera de sus pensamientos.
-¿Ah?, no, no pasa nada – Respondió rápidamente con cierto tono de inseguridad, aun sin tener muchas ganas de conversar, sin apartar la vista de la televisión.
-Oh, está bien – Declaro Fubuki con tranquilidad - ¿y como vas con ese chico? – Pregunto con curiosidad.
La esper mayor aprieta los dientes al mismo tiempo que sus manos, formando puños. Era justo de lo que no quería hablar – Bien – Respondió con algo de indiferencia, tratando de no seguir con el tema.
Pero la hermana menor al parecer no capto la idea – Es maravilloso hermana – Afirmo con felicidad - ¿ya te sabes su nombre? – Pregunto con gran interés.
Al escuchar la pregunta, la hermana mayor dio un suspiro, abriendo sus manos lentamente, calmándose en el proceso – La verdad es que no – Respondió con sinceridad.
Y es verdad, a pesar de haber convivido con ese chico de cabello negro un par de días, a la hora de que trata de saber su nombre, pasa una de las dos: O no ve la oportunidad de preguntarle, o simplemente ese detalle pasa desapercibido cuando esta junto a él.
Pero de repente, Tatsumaki recordó el regalo que le ha prometido, sintiéndose segura y aliviada a la vez. Ya que pensó que ahí seria la oportunidad perfecta de preguntarle su nombre, provocando que diera una pequeña sonrisa.
Luego los eventos de hoy pasaron por su mente otra vez, desapareciendo su sonrisa rápidamente – Espero que lo de hoy, no afecte lo que me dijo hace unos días -Murmuro con un poco de preocupación,
Y al final, recordó la pregunta que le hizo ese chico – ¿Porque me salvaste ese día? – Entrando en conflicto nuevamente, ya que ni ella misma sabe la repuesta.
Hubo un silencio de varios segundos, hasta que la chica de cabello oscuro volvió a hablar - ¿Sabes?, me llama la atención que te hayas juntado con esa persona – Declaro con interés – Es como si no quisieras dejarlo solo – Afirmo con alegría.
- ¿Solo? – Murmuro Tats al escuchar lo último, parpadeando varias veces.
La pregunta que le hizo el chico volvió a sonar en su mente, y si lo juntamos con lo que acaba de decir Fubuki…ahora todo tiene sentido.
-No puede ser… ¿Cómo es que no me di cuanta antes? – Murmuro la peliverde con un tono de asombro, entendiendo finalmente del porque lo ayuda ese día. Provocando que vuelva a sonreír, sintiéndose muy feliz y segura.
-Ya se que voy a decirle – Afirmo la esper mayor con esperanza, manteniendo su sonrisa.
Tatsumaki gira su cabeza en el lado izquierdo, echándole un vistazo a la puerta de la cocina – Gracias, hermana – Agradeció con sinceridad.
La hermana menor no entendió a que se refiero con eso, pero de alguna forma sintió que fue de ayuda, por lo que solamente da una sonrisa, aunque Tats no pueda verla desde esa distancia.
De noche – En un bosque cerca de la ciudad
A las afueras de una cueva, se encuentra una manada de lobos comiendo varios ciervos muertos.
Pero no se trata de lobos comunes, Si bien todos tienen pelaje de color negro, pero resulta que todos tienen grandes músculos, tanto en las piernas, como el pecho, pareciéndose a los de los humanos. Teniendo esa fuerza, ellos también pueden pararse en dos patas y caminar como lo hace el hombre. Y, además, también se pueden comunicar entre ellos de forma verbal, demostrando así su inteligencia. Tratándose nada más que, de hombres lobo, siendo un total de seis que cumplen con estas características.
Estuvieron comiendo tranquilamente, hasta que uno decidió hablar – Esta carne está muy buena – Afirmo con gusto.
-Si, esto lo comería todos los días – Estuvo de acuerdo otro.
A pesar de los comentarios positivos sobre el alimento, al parecer uno no quedo del todo satisfecho.
-Esta buena, pero estoy seguro de que hay mejores opciones – Dijo un lobo con algo de disgusto, levantando su hocico de la carne, perdiendo así el apetito.
- ¿Mejores opciones?, ¿a que te refieres con eso? – Pregunto uno de sus compañeros con curiosidad, aunque sin apartar la vista de su cena.
El lobo que dejo de comer dio una sonrisa – Nunca hemos probado la carne humana – Afirmo con tranquilidad.
En ese momento, toda la manada dejó de comer y dirigieron su mirada hacia su compañero, quien se encuentra en el lado derecho, teniendo expresiones de sorpresa y confusión.
- ¿Carne humana? – Pregunto uno en un tono de asombro.
El lobo asiente con la cabeza – Claro, podría ser la carne mas rica que hemos probado en el mundo entero – Responde con mucha esperanza.
El resto de la manada se miraron unos a otros, sin saber que decir al respecto.
Al no escuchar una palabra, el lobo que hablo de la carne humana, se para en dos patas, llamando así nuevamente la atención de sus compañeros, manteniendo su sonrisa – No voy a obligarlos a que me acompañen, pero yo si deseo esa carne – Dijo con determinación, mientras levanta su pata izquierda, para luego cerrarla con fuerza, como si de un puño se tratase.
-Así que si uno de ustedes quiere experimentar como se siente ese sabor, ¡que venga conmigo, o que se quede aquí! – Elevo su voz al decir lo último, sintiéndose muy motivado.
Hubo un silencio de unos cuantos segundos, a lo que el lobo que está parado comenzó a pensar que nadie lo acompañaría.
Pero de forma repentina, uno de sus compañeros comenzó a aullar, llamando la atención de todos. Pero aun así, como si de una fila fuera, al poco tiempo los demás lobos también aullaron, motivándolos también.
El lobo que dio la idea de la caza de los humanos, simplemente amplio su sonrisa, estando muy seguro de que es un nuevo comienzo.
Con Saitama
El chico al llegar a su casa, abrió la puerta con tranquilidad, para luego cerrarla del mismo modo. Teniendo una bolsa de plástico en su mano derecha.
Inmediatamente prendió la luz y dejo la bolsa en la mesa a unos cuatro centímetros adelante.
Al dejarla, comenzó a sacar el contenido con ambas manos, tratándose de comida que le servirían para los siguientes días. Separando los alimentos en diferentes partes de la mesa.
Ya terminado esa parte, lo que hizo a continuación fue meter su mano izquierda nuevamente en la bolsa, para luego sacarla con varios anuncios en papel de tamaño chicas.
El chico de cabello negro las pone al frente suyo para revisar su contenido. La mayoría de ellas, se trata de los diversos monstruos que están siendo buscados. Donde en medio se encuentra la foto de la criatura, mientras que por la parte de arriba está la palabra "SE BUSCA" con letra de color rojo. Y por abajo, se encuentra la cantidad de dinero que dan por destruirlos.
Saitama reviso uno por uno, pero se detuvo al encontrar una foto de lo que parece ser un pájaro, solo que no siendo de un aspecto no muy amigable.
Inspecciono la hoja con detenimiento, tiene los ojos muy grandes como los de una mosca, siendo estos de color azul marino. Tiene lo que parece ser cabello, siendo este de color blanco, pero también tiene pelo del mismo color en su cuello, solo que, en menor cantidad, como si tuviera puesto un collar. Mientras el resto de su cuerpo es de color verde, tanto sus alas, pecho, y cabeza. Y, por último, pero no menos importante, las patas del monstruo son largas como las de una gallina, siendo estas de color amarillo.
-Que extraña combinación – Murmuro el chico con indiferencia, para luego mirar la cantidad de dinero que dan por destruirlo. Al notar lo bueno que es la recompensa, da una sonrisa al final y coloca la hoja en la mesa, decidido de que es lo siguiente que va a hacer.
El chico de cabello negro estuvo a punto de meter las hojas de papel restantes en la bolsa, pero luego recordó que no todas se tratan sobre los monstruos que están siendo buscados, si no también publicidades sobre restaurantes. Así que levanta las hojas nuevamente y se las muestra al frente suyo, revisando cada una de ellas para saber cuál sería el lugar más indicado, pensando que eso sería un digno regalo.
Entre su búsqueda, encontró uno donde se dice que venden tacos, pero Saitama lo desecho rápidamente, ya que no cree que a Tatsumaki le guste la comida de una ciudad muy lejana. Luego vio otro donde venden espaguetis, pero también lo descarto, ya que le pareció extraño ese tipo de comida.
Al revisar el ultimo, dio con la sorpresa de se trata de un gran edificio, de unos treinta pisos para ser exactos, tratándose de un restaurante lujoso.
El chico reviso que tipo de comida sirven, y noto que dan como camarones, langostas, un pescado grande, etc. Todo a un precio muy elevado.
Supo de inmediato que ese es el lugar correcto para llevar a la chica peliverde, provocando que ampliara su sonrisa. – Ya sé a dónde te llevare, Tatsumaki – Afirmo con alegría, colocando la hoja en la mesa y el resto de ellas guardándolas en la bolsa.
Luego de eso, se sentó en su cama y prendió la tele, pensando que ya es la hora de descansar.
Unos segundos después, dirigió su mirada al lado derecho de su habitación, observando las dos bolsas llenas de dinero, a lo que se le vino algo a la mente - ¿Debería comprarme un traje de gala? – Se pregunto a sí mismo en voz baja, mientras pone su mano derecha en su barbilla.
Al día siguiente
El pájaro que apareció en la hoja de buscados, llego a ciudad Z al amanecer, volando por encima de varios edificios con lentitud, provocando que la gente que se encontrara por ahí, saliera corriendo al ver su mera presencia, ya que se trata de un gigante.
Después de estar volando por unos segundos, el monstruo se detiene, mientras aun agita sus salas, estando en medio del aire. Para observar que las personas han desaparecido, dejando la calle sola.
La criatura puso una cara de molestia – Malditos humanos, no tienen oportunidad de escapar – Afirmo con enfado.
De un momento a otro, el pájaro abrió su pico, y en medio de ese lugar se empezó a formar una bola de color naranja brillante, que, con el paso de los segundos, se fue haciendo cada vez mas grande. Tratándose de una bola de fuego.
Ya al estar muy grande el ataque, la criatura con rapidez agacha la cabeza y escupe la bola, dirigiéndose al suelo a una gran velocidad.
El ataque llego a un pequeño edificio, provocando una gran explosión al momento que hizo contacto, destruyéndolo todo.
Ante eso, el monstruo no lo pensó dos veces y comenzó a lanzar varias bolas de fuego por todo el lugar, destruyendo así mas edificios, algunas incluso quemaron un césped que se encontró cerca, y también destruyendo una que otra parte de la calle.
El pájaro se sintió orgulloso al ver lo que ha provocado, generando así una pequeña sonrisa, motivándose para generar mas caos.
Al estar observando las calles y los edificios destruidos, no se percato que una piedra chiquita fue a una gran velocidad a sus espaldas, lográndolo golpear en la cabeza.
A pesar del tamaño, la criatura sintió un gran dolor, como si este lo hubieran golpeado directamente, molestándose mucho por esto.
El monstruo giro su cabeza hacia la izquierda con enojo, notando que abajo en media calle, se encontró a un humano con cabello de color negro, vestido de color azul, mientras esta sosteniendo varias piedras de tamaño chica en su mano izquierda.
- ¡OYE! – Grito Saitama en un tono serio.
El pájaro se dio la vuelta con una expresión de confusión, ¿acaso un humano se atrevió a gritarle?
- ¡Has generado un gran desastre, voy a tener que encárgame de ti! – Afirmo el chico en el mismo tono, para luego dar una pequeña sonrisa.
La criatura simplemente se le quedo observando por unos segundos, hasta que su expresión cambio a una de enojo – Te arrepentirás por haberme desafiado, humano – Declaro en un tono amenazante.
El chico de cabello negro tomo una piedra con su otra mano y la lanzo con fuerza hacia su enemigo, golpeándolo nuevamente en la cabeza.
El monstruo se molesto mas con ese golpe, por lo que comenzó agitar sus alas con un poco mas velocidad, provocando que el viento se pusiera violento.
Debido a la gran fuerza, varios objetos comenzaron a salir volando, como escombros de los edificios recién destruidos, cenizas del césped quemado, incluso hojas de arboles que estaban en un buen estado. Y por supuesto, Saitama, solo que, a diferencia de su entorno, el solamente fue arrastrado un poco, mientras se cubrió la cara con su brazo izquierdo.
Debido al fuerte viento, las piedras que estaban en la mano del chico se dispersaron por todo el suelo.
Al cabo de unos segundos, el ritmo del aire volvió a la normalidad, con el chico de cabello negro quitando su brazo del rostro, mientras abrió los ojos, para luego girar su cabeza hacia su lado izquierdo, notando que las piedras están en el suelo, teniendo una expresión de indiferencia.
- ¿Aun crees que tienes una oportunidad contra mí? – Pregunto la criatura desde arriba con un tono de burla.
Saitama no le hizo caso, ya que se quedo observando el suelo a sus espaldas, para luego dar una pequeña sonrisa.
Sintiéndose muy motivado, el chico recogió una de las piedras que están cerca de él, y rápidamente la lanzo hacia con fuerza, apuntando hacia su enemigo.
El monstruo noto esto, y aumento un poco la velocidad de sus alas, moviéndose hacia el lado derecho, logrando esquivar el ataque del humano.
Pero para el chico de cabello negro no fue suficiente, después de haber lanzado el objeto, con la máxima velocidad posible, comenzó a recoger las demás piedras que se encuentran a su alrededor, para un momento después lanzarla nuevamente con fuerza con su brazo izquierdo en dirección a la criatura. Haciéndolo de forma consecutiva.
El pájaro se dio cuenta de que fue cada vez más rápido, ya que tuvo dificultades para esquivar todos los ataques, moviéndose de un lado a otro, así logro escapar de algunas, pero otras de plano lograron golpearlo, como una que le dio en el estómago, y otra dándole por tercera vez en la cabeza.
Debido a que Saitama se quedo viendo al monstruo, no noto que las piedras se le fueron acabando poco a poco, hasta dejarlo sin nada en el proceso.
Después de muchos lanzamientos, el chico miro su otra mano, solo para darse cuenta de que ya no tiene nada, parpadeando varias veces.
La criatura al percatarse de que ya no le siguen arrojando mini rocas, aprovecho para descender lentamente, aterrizando al frente del humano, quien se encuentra aun viendo su mano con sorpresa.
El chico de cabello negro noto que una sombra le cubrió el cuerpo, por lo que alzo la vista, solo para notar que su enemigo se encuentra literalmente al frente de él. Notándose a simple vista la diferencia de tamaño.
A pesar de lo sucedido, Saitama mantuvo contacto visual con el pájaro, mientras baja su mano con lentitud, teniendo una expresión de indiferencia en su rostro, demostrando que no se siente intimidado.
Por parte del monstruo, al no ver ningún movimiento por parte del humano, decidió hablar - ¿Y bien?, ¿Qué harás ahora humano? – Pregunto con confianza – podría matarte ahora mismo con mis garras y nadie se daría cuenta – Afirmo con arrogancia.
Al escuchar su pregunta, el chico dio una sonrisa – A seguir peleando – Afirmo con emoción, mientras aprieta su mano derecha, levantando su brazo lentamente.
Sin previo aviso, movió su puño con gran rapidez hacia al frente, golpeando a la criatura en el estómago. Empujándolo con gran velocidad hacia al frente, estrellándose con un pequeño edificio que se encuentra ahí.
Al ver como el polvo y los escombros salieron del lugar, el chico de cabello negro no pudo evitar ampliar su sonrisa, sintiéndose muy emocionado al respecto.
Al estar en sus pensamientos, no noto que el pájaro se esta levantando con cierta dificultad en medio del escombro, mirando al humano con una expresión de odio.
Sin pensarlo demasiado, el monstruo abrió sus alas y las agito con fuerza, volando con gran velocidad al frente del chico.
Saitama sintió de repente como si lo hubieran empujado, a lo que volvió a la realidad, solo para observar hacia arriba y darse cuenta de que fue agarrado por las grandes garras de su enemigo. Para luego mirar hacia abajo y notar que esta literalmente muy lejos del suelo, todo esto mientras sintió una corriente de aire muy fuerte.
Mientras tanto, Tatsumaki, como siempre, se encontró volando por encima de la ciudad, mientras tuvo su mano derecha en su barbilla – Muy bien, tengo suficiente dinero para hacer las compras – Murmuro mientras siguió volando - ¿Pero a donde debería ir? – Se pregunto a si misma.
Pero su duda fue interrumpida cuando a muy lejos de donde esta ella, siendo precisamente el lado derecho, vio algo que le llamo la atención.
Debido a la gran distancia, Tats puso su mano derecha en su frente, para tratar de ver mas lejos. Y lo consiguió, observo lo que parece ser un pájaro, y un poco mas abajo, logro ver…- ¿Una persona? – Se pregunto mientras se quita su mano, teniendo una expresión de confusión.
A lo mejor fue por que la curiosidad le gano, pero la peliverde sin cuestionárselo mucho, comenzó a seguir a esa extraña criatura, aumentando un poco la velocidad a la hora de continuar volando.
Regresando con el chico, se sintió algo asustado al saber que no hay forma de regresar al suelo, pero también sabía que no podía quedarse sin hacer nada – Tengo que hacer algo, y rápido – Afirmo con cierta inseguridad, mientras su mirada esta hacia al frente, viendo cómo van pasando varios edificios.
Pero antes siquiera de que pudiera pensar en un plan, el monstruo movió a su víctima, inclinándose un poco hacia su lado derecho, llamando así la atención del chico de cabello negro.
Antes de que pudiera reaccionar, Saitama fue golpeado por una pared grande hecha de vidrio con gran fuerza, tratándose de un gran edificio de varios pisos.
Y como si eso no hubiera sido suficiente, la criatura lo movió hacia al lado izquierdo del edificio, donde se encuentran más ventanas, rompiéndose así una por una.
El chico sintió un gran dolor al respecto, ya que recibió varios cortes por todo su cuerpo, sobre todo su rostro, siendo el mas afectado de todos, debido a que fue lo primero que se estrelló con el gran material, dejándolo más herido por esa parte. Y si bien se puede decir que sus cortes no son profundos, cabe mencionar que salió un poco de sangre por todas las zonas abiertas.
Después de unos segundos, los dos abandonan el edificio, y el pájaro se inclina al lado derecho, volviendo a su posición normal.
El chico de cabello negro a pesar de su dolor, pudo mirar hacia arriba donde esta el gran estomago de su enemigo, mientras aprieta sus dientes y sus manos – Maldito – Murmuro con ira, decidido que cual será su siguiente movimiento.
Lo primero que hizo, fue colocar su brazo izquierdo en la pierna del monstruo, para un segundo después, hacer lo mismo con su otro brazo.
Por parte de la criatura, sintió como si algo lo hubiera tocado, pero debido a que fue momentáneo, no le tomo tanta importancia.
Saitama aprovecho esto, ya que empezó a mover sus piernas de arriba hacia debajo de manera lenta. Pero poco a poco, la velocidad se fue incrementando, al igual que las piernas que fueron cada vez más arriba, estando un poco más cerca del estómago del enemigo.
Al estar haciendo ese movimiento de forma consecutiva, el chico dio una pequeña sonrisa, y movió sus piernas una vez más hacia atrás de forma discreta. Para luego, utilizando todas sus fuerzas, levanto sus piernas con una gran velocidad, yendo lo mas alto posible, logrando golpear el estomago del pájaro.
El monstruo sintió un inmenso dolor, lo que provocó que de manera inconsciente, soltara al humano. Y debido al impacto del golpe, no logro sostenerse en el aire por más tiempo, por lo que el también empezó a caer. Perdiendo el conocimiento en el proceso.
El chico de cabello negro se sintió feliz de por fin liberarse de la criatura, pero un momento después, dirigió su mirada hacia abajo, solo para darse cuenta de que esta cayendo a una gran velocidad de manera violenta, así que la felicidad solo fue momentánea.
- ¡Olvide por completo ese detalle! – Exclamo Saitama con miedo, mientras va cayendo.
Al lado izquierdo del chico, se encontró a la criatura que también esta cayendo, solo que, a diferencia del humano, no hubo ninguna reacción de su parte, lo que quiere decir que se pudo haber desmayado.
Al estar cada vez más cerca del suelo, a pesar del miedo del chico de cabello negro, este dio una sonrisa, mientras cierra sus ojos, pensando que este podría ser su momento final.
De manera instantánea, el pájaro finalmente cayo al suelo, generando una explosión de polvo de arena.
Por parte de Saitama, su caída se detuvo de manera repentina, por lo que abrió sus ojos y miro hacia abajo, para notar que está a unos centímetros del suelo.
Pasaron unos segundos, y como si lo del vuelo nunca hubiera ocurrido, aterrizo al suelo con suavidad, sin recibir mas daño alguno, lo que confundió al chico.
-Cielos, tenias que ser tu – Dijo una voz familiar.
El chico de cabello negro miro a su lado derecho, encontrándose nuevamente con Tatsumaki, quien tiene los brazos cruzados y una expresión de indiferencia.
Saitama da una pequeña sonrisa, mientras se rasca la mejilla con su mano izquierda - ¿Me estuviste siguiendo? – Pregunto con algo de vergüenza.
Tats negó con la cabeza – No – Respondió en un tono serio – la verdad solo vi a ese monstruo que llevo a alguien en sus garras mientras volaba, así que decidí seguirlo – Declaro.
El chico comenzó a sudar al respecto, ósea que, si ella no hubiera aparecido, ¿el también habría caído de esa forma violenta? ...esta noche no podrá dormir.
Después de unos segundos de silencio, la peliverde da un suspiro, mientras separa sus brazos – Creo que tenemos que hablar – Afirmo con el mismo tono.
El chico de cabello negro estuvo a punto de preguntar a que se refiere con eso, pero fue interrumpido al escuchar algo que llamo la atención de los dos.
Ambos miraron hacia al lado izquierdo, solo para darse cuenta de que el monstruo se esta levantando poco a poco, aunque con algo de dificultad. Mientras observa a los dos humanos.
Un momento después, ya estando totalmente de pie, la criatura pone una expresión de furia - ¡Maldito humano, me lo has puesto difícil! – Exclamo con ira - ¡Así que es tu hora de morir! – Afirmo con seguridad.
El enemigo abre su pico, formándose de a poco una bola de fuego, haciéndose cada vez más grande.
Saitama al ver esto, lo único que hizo fue dar una pequeña sonrisa y apretar sus manos, preparándose para lo que viene a continuación. A pesar de sus heridas.
Al notar que el ataque creció lo suficiente, el pájaro estuvo a punto de lanzarlo al frente de los dos humanos. Pero justo antes de que lo lograra, un aura verde apareció alrededor del monstruo, paralizando todo movimiento de su cuerpo.
- ¿Pero qué demonios? – Pensó con sorpresa el enemigo al notar que no se puede mover.
El chico vio esa extraña aura que se le hizo familiar, por lo que nuevamente dirige su mirada a su lado derecho, y como lo sospecho, se trata de la esper, quien esta usando sus poderes, teniendo su brazo derecho estirado hacia al frente, apuntando hacia al monstruo, manteniendo su expresión de indiferencia, haciéndolo ver como si no fuera la gran cosa.
Después de unos segundos, la chica le dirige la mirada - ¿Qué estas esperando?, acaba con el – Dijo en un tono tranquilo.
El chico de cabello negro dio una sonrisa, para luego girar y observar al monstruo, comenzando a caminar lentamente, hasta detenerse frente a frente de nuevo con el enemigo.
Sin perder mas tiempo, Saitama movió su brazo derecho con velocidad hacia el estómago, solo que, a diferencia de la vez pasada, en esta ocasión dio una serie de golpes consecutivos por todo el cuerpo del pájaro, lo que provoco que explotara y saliera un montón de sangre, acabando con su vida finalmente.
Después de su acción, el chico amplio su sonrisa y vio su mano, notando que se mancho con un poco de sangre, aunque no es como si eso le importara.
El chico de cabello negro baja su mano, y se da la vuelta, encontrándose con los ojos de Tatsumaki.
Ahora que la observa con atención, parece que ella no está contenta para nada, ya que se cruzó de brazos nuevamente, con una expresión que parece ser de molestia.
El chico de cabello negro no estuvo completamente seguro de que eso fue lo que vio, pero a pesar de eso, decidió hablar – Oye, gracias, me salvaste otra vez – Expreso con sinceridad, dirigiendo su mirada hacia al suelo.
La peliverde no dijo nada, en su lugar, camino hasta detenerse al frente del chico, para luego mover su mano izquierda, tomando la mano derecha herida del tipo, para un momento después, darse la vuelta y caminar hacia al frente – Ven – Dijo en un tono serio, sin tomarse la molestia de verlo.
Saitama se sorprendió por esta acción, provocando que levantara la mirada, observando el cabello de la chica – Oye, ¿A dónde vamos? – Pregunto con confusión, para luego recordar que tiene hacer una cosa – todavía tengo que ir por mi recompensa – Dijo con algo de inseguridad, sintiéndose un poco nervioso.
La peliverde no lo escucho, y siguió caminando mientras aún tiene agarrado la mano del chico.
Nota: ¡Hola gente!, espero que les haya gustado el capítulo. En esta ocasión quise que fuera con un poco más acción, pero sin olvidar lo que realmente importa.
Originalmente el capitulo iba a ser más largo, pero decidí mejor dividirlos para que no se saturen de texto.
En fin, dejen sus comentarios de que les pareció y hasta la siguiente. :)