No tengo los derechos de High School DxD. Ni sus personajes ni las novelas ligeras, ni anime y manga...
"tengo que salir" personaje hablando
Todo se fue a la mierda, personaje pensando.
[ser sobrenatural hablando a todo]
capitulo subidos... disfruten... ya saben. es algo que uso para sacarme todas las escenas eroticas que se pueden llegar a ocurrir. para el Titiritero...
Y hablando de esa Historia... el cap 20 esta en proceso de escritura... espero tenerlo listo antes del 15 o 16 de enero...
Disfruten...
Cap 3
Primero que todo. Voy a explicar algunas cosas. Convenientemente soy un "huérfano". En mi vida pasada y en la actual. No tengo nada contra los progenitores que crearon este cuerpo actual. Solo que, es conveniente que no existan, ya que podrían "usarlos" contra mía.
Actualmente estoy caminando por las calles oscura de la cuidad de Kuoh, habían pasado casi 5 meses de mi "revelación". y créanme mucha agua paso por debajo del puente.
Al final resulto en varias cosas. Los primeros en verme fueron los tontos hipócritas que no creían en lo que soy. Comenzando con el estúpido de Ares. Resumidas cuentas, al final lo volví una pulpa sanguinolenta, que Hermes junto a Apolo tuvieron que rescatarlo de su miseria. Otro que fue un dolor en el trasero fue el engreído de Loki. Resumen, lo deje como un maldito violador de caballos, con una rodilla destrozada y varios dientes en una bolsa...
Lo que fue una novedad para mí, fue la aparición de Ophis Uroboros. Esa dragona estaba muy tranquila y me pareció raro que me viniera a ver a mí. Por lo general trato de evitar a los dragones, especialmente después de mi último encuentro...
Aquella conversación que tuve con esa dragona, se resumió en preguntas mías y respuestas simples de ella. Preguntas simples de ella y respuestas simples mías...
"¿haces aquí?... no esperaba verte hasta después de mil años"
"¿cómo lo hiciste?" esa pregunta me saco de mi plan original
"el sistema del cielo, tenía mi respaldo" respondí a secas
"¿qué harás ahora?"
"reunir a lo que queda de mi facción y vivir con lo que tenemos"
"¿no harás nada nuevo?"
"nada" un silencio vino entre nosotros dos.
"¿puedes ayudarme?" aquella pregunta me sorprendió
"¿que necesitas?"
"quiero volver a casa"
"¿sabes que allí esta BIG RED?"
"con tu ayuda y la mía. Podemos hacerlo"
"lo siento..." un segundo silencio vino entre nosotros...
"¿puedo volver a verte?" yo la mire unos segundos, en aquella cara sin emociones era complicado interpretar algo...
"claro, cuando quieras" vi cómo se dio la vuelta y se fue en una fisura dimensional...
Lo siguiente que paso, fue una reunión entre mi persona y Indra. El resumen fue que me devolvió todo lo que me adeudaba en aquella partida de póker que hicimos hace muchos años. ¿Qué? Esperaban poderes, peleas, y otras cosas. No olvídenlo.
Lo que hizo todo maravilloso, fue la maldita reunión que hubo en mi facción. Si, al final había logrado que las tres facciones firmaran un acuerdo de paz y cooperación. Yo había dicho que no iba hacer más ángeles, menos demonios; debido al fracaso de mi último trabajo. Sin embargo, actúe como un mediador entre las 3 facciones. Incluso tenía que limpiar la casa; empezando por Kokabiel. El tipo era un cabeza dura y no creía nada de lo que le decía. Lo golpee tantas veces, que no supo qué diablos le había pasado, cuando despertó sin alas, y amarrado con mi magia. Otras de las cosas que tuve que hacer, fue corregir el maldito sistema de las Sacred Gears. Me dedique a buscarlos y saber quién las tenía. Había encontrado al portador de la Boosted Gear; estaba con los demonios, con una chica llamada Rias Gremory, una princesa mimada por donde se le mirara. El portador era un chico demasiado pervertido y tenía un serio problema de prioridades.
La primera vez que lo vi, fue en la segunda reunión que tuve con la facción cristiana. Allí lo vi, y también vi al portador de la Divine Diviging. Con ambos en la misma habitación, procedí a corregir los errores que ambas sacred Gear tenían. Sobre todo, la maldición de la boosted.
Ambos dragones, parecían reacios a mi intervención, pero yo les había asegurado que esto era lo mejor. Yo además sabía que tenía que hablar con el portador de Albion, hacer mi revelación que él era un Lucifer. Hizo que ese minuto hubiera un desastre. Al final Vali, huyo. Dejando una nota que tenía que perseguirlo y hablar con él.
Pero lo último que me hizo quedar cabreado de verdad, fue la hermana de Sona. Esa mujer, no paraba de acusarme y decirme: "violador" "asaltacunas" "roba hermanas" "secuestrador" y otros epítetos parecidos... saben, es molesto que me acusen de esa manera. Sircherz y los otros maous estaban nerviosos. Michael y Gabriel miraban de manera impasible todo, aunque igual estaban preocupados. Azazael y Baraquiel, miraban de manera nerviosa a Serafall.
"bien... hagamos algo..." dije de manera cortante. "lo primero, es cambiarnos de dimensión" así lo hice, teletransporte a todos ellos junto a mí a una dimensión.
"padre. ¿Qué hacemos aquí?" dijo Gabriel...
"bien, solo voy a ofrecer una cosa... a Serafall. El resto no intervendrá. ¿estamos claros?" dije mirando seriamente a todos. Vi gestos afirmativos. Serafall me miraba de manera cuidadosa...
"¿qué me vas a ofrecer?" dijo de manera cautelosa. Yo solo caminé unos metros alejándome de los testigos, abrí mis manos y las levante un poco. Y luego hable.
"bien, si tanto es tu deseo de matarme o golpearme. Aquí estoy, golpéame o mátame. Yo no respondere de ninguna manera" al decir eso pude ver caras de sorpresas y escuché algunos jadeos.
"¿qué?" la cara de sorpresa de Serafall fue algo para grabar. "¿porque haces algo así?" yo la miré de manera impasible y luego le dije
"es tu deseo, desquitarte con el hombre que, según tú, te robo a tu hermana. Pues aquí estoy, el hombre que violo a tu hermana, según tu declaración. Aquí está parado, el hombre que secuestro a tu hermana, según tu historia. Aquí está parado, para que hagas justicia con tus propias manos, Serafall. ¿acaso esto es lo que querías?"
Puede ver la cara de sorpresa de ella, parecía reacia y tenía dificultades para hablar. Pude ver por el rabillo de mi ojo como los otros líderes, iban a hablar, yo levanté una mano en dirección a ellos, para que guardaran silencio...
Serafall parecía algo extraña, agarraba con fuerzas, el bastón que ella, llevaba consigo, se mordía el labio inferior y me miraba con algo de duda. Yo seguí hablando de manera tranquila...
"puedo preguntarte algo..." vi como ella, desviaba su mirada y luego afirmo con la cabeza... "¿has hablado con Sona, has escuchado lo que ella tiene que decirte con respecto a mí? ¿Te has dado el tiempo para verla y escucharla, y escuchar lo que tiene que decir ella?" pude ver a Serafall que comenzó a llorar, de manera leve. Yo solo la miraba de manera amena y luego parecía algo, triste...
"tengo miedo..." dijo entre sollozos "miedo que mi hermana me deje sola..." "...Snif... miedo que se olvide de mi..."
Al final todo quedo en eso, una mujer que tenía miedo de perder a su hermana.
Sinceramente, pienso que esto de ser un dios es relativamente un fastidio. No pedí ser un dios, y menos lo deseé. Simplemente nací así.
Estoy llegando a casa de mi novia. La luz de la casa estaba apagada, camine en silencio y cuando llegue a la habitación de Sona, allí la vi, estaba durmiendo de manera pacífica y parecía que nada la molestaba. Procedí a quitarme la ropa, sin sacarme los calzoncillos y la camiseta. Me acosté, y abracé de manera lenta a Sona, ella me reconoció casi de inmediato.
"Ise-kun... bienvenido a casa" yo solo sonreí y luego simplemente apreté levemente el abrazo; y respondí.
"estoy en casa"
He reconocer, que dormí de manera pacífica. Y fueron algunas horas más de las que quería. Cuando desperté, Sona no estaba en la cama, miré la hora y eran casi las una de la tarde. El sonido de la puerta abriéndose me hizo mirar en esa dirección, y allí estaba mi diablita linda. Ella miro en mi dirección y me sonrió como ella solo lo hace para mí; corrió hacia la cama y se subió de manera veloz. Estrello sus labios con los míos y luego con su lengua pedía entrar en mi boca. Estuvo asi hasta que nos faltó el aire, ella parecía necesitada de mis labios, porque solo me dejo tomar dos respiraciones luego siguió besándome como si no hubiera un mañana. Yo solo la besaba y puse mis manos en el trasero de ella; apretándolo de manera gentil, ella parecía querer más. Ella dejo de besarme y luego me dio una mirada llena de lujuria y deseo...
"Isse-kun, te necesito..." alce una ceja a forma de pregunta iba a decir la pregunta, pero ella me beso de nuevo con necesidad. Al dejar de besarme dijo de nuevo "por favor, hazme el amor como solo tú sabes…"
DIOS... pensé... luego recuerdo que yo soy dios. Esa niña demonio, quiere sexo puro y desenfrenado. Aunque si pienso bien lo que ella quiere, es que le dé duro y sin descanso... mierda, hay que cumplir con mi diablita personal...
Lo primero que hice fue deshacerme de la polera de tirantes que tenía puesta, lo cual me dejo a la vista esos pechos hermosos que tiene, juntos a esos rosados pezones que eran un deleite para mis labios y lengua. Mientras estaba en esa tarea de sentirme como un bebe, mi mano jugueteaba con aquella parte más íntima de ella, donde pude sentir que ella estaba húmeda, además ella facilito mi tarea abriendo sus piernas; metiendo dos dedos adentros de ella, la hice gemir. Aquellos suaves y deliciosos gemidos eran un combustible para mí, con mis dedos mojados con sus fluidos, masajeé aquel botón duro que sentí, entre sus labios vaginales. Aquel botón mágico, podía sentir a mi diablita, como aumentaba sus temblores, sus respiraciones; me alentaba a seguir haciéndole aquel ejercicio. Su otro pezón entro en mi boca, para ser succionado y lamido; todo esto sin dejar de toquetear y acariciar aquel botón duro de su entrepierna, hasta que le llego el orgasmo que ella tanto quería. La deje disfrutar, cuando parecía volver en sí, retire aquella prenda que no me dejaba ver su lindo coñito, con mis manos tome ambos tirantes y comencé a deslizarlos hacia abajo; con cariño le separo las piernas a la chica que esta acostada en la cama; ella parecía avergonzada, ya que vi un sonrojo y como con sus manos trataba de taparse la zona que había dejado a mi vista. Le di un beso, volví a bajar mi cabeza, para realizar mi tarea. Con suavidad, le tomo sus manos y las empujo para que me deje ver aquel coñito que tanto me gusta. Al verlo así en todo su esplendor, con algo de humedad y rosado, me hace lamerme los labios, para degustar aquel manjar que es mío.
Aquel sabor era único, escuchar los gemidos y jadeos de ella, era casi animal, no había poemas ni disfraces, eran lo que eran, gemidos, murmullos y sonidos guturales. Ella casi me arranca el pelo, debido a que sus dedos estaban entrelazados con mi cabello, obligándome a que siguiera haciendo mi trabajo bucal, casi sin dejarme respirar. Aquel orgasmo de mi chica fue magnifico; ella estaba respirando con dificultad y se recuperaba del orgasmo.
"no... es...justo..." dijo entre jadeos. Yo la mire de manera interrogadora. Ella me contesto, casi de inmediato. "no es justo que yo este desnuda y tú con ropa..." dijo haciendo un lindo puchero... me saque la camiseta de manera rápida, cuando salió completamente, ella me empujo en la cama y luego tenía una mirada lujuriosa.
"yo me encargo ahora"
Ella me quito el calzoncillo, y se dedicó que admirar mi pene de una manera como si nunca la hubiera visto, sentir aquellos delgados y fríos dedos, me hizo soltar un gemido.
"esta caliente..." yo solo tenía los ojos cerrados, sentía y escuchaba todo lo que ella decía. Sus manos recorrían todo el largo de mi aparato, lo hacía de manera suave y poco a poco aumentaba el ritmo.
"sí, este es mi juguete favorito…" aquella frase me dejo sorprendido, aunque no podía decir mucho ya que sentí aquella característica sensación, de algo húmedo y cálido envolviendo mi palo. Junto a eso, un apéndice igual de cálido y húmedo, que parecía envolverse en la punta de mi pene. Aquella succión que hizo, me llevo a recordar como ella fue ganando experiencia y como ella parecía disfrutarlo mucho...
"ne... Ise-kun, ¿te gusta?" no recuerdo que conteste, ya que ella nunca dejo de masajear mi pene, creo que parecía un gruñido mío. Ahora que lo pienso, creo que el hecho de que tu pareja sepa interpretar cualquier clase de ruido que salga de tu cuerpo, ya sea por la boca, nariz, hasta una flatulencia; es un signo inequívoco que tu pareja sabe todo de ti... por lo menos esa es mi visión.
"sí, ya veo que te gusta mucho... ¿pero te gustara esto?" aquella pregunta me dejo algo inquieto, ya que parecía que ella iba hacer algo poco común, iba a preguntar que iba hacer; cuando una sensación nueva me invadió, casi fue algo de otro mundo. Aquella chica, estaba literalmente chupándome las bolas, el hecho de que mis testículos estén en su boca, siendo succionados, y de vez en cuando ella le daba algunas mordidas suaves, me volvió loco y casi me hizo eyacular. Ella parecía haberse percatado de mi intención, cuando sentí como ella apretó de manera fuerte, la base de mi pene.
"tranquilo ise-kun, no dejare que desperdicies mi comida. Yo me encargo..." ella continúo haciéndome la felación bucal. Mierda. Esa niña me va volver loco. Si, loco por ella, quiero que pasen rápido los años, quiero casarme con ella, quiero verla preñada con un hijo mío, quiero que viva conmigo para siempre... aquellas visiones, junto al gran trabajo bucal que ella hizo, hicieron que eyaculara de una vez por todas, ella no dejo salir nada, se lo trago todo... incluso hizo un ruido de tragar, ella me miro con una sonrisa pícara y luego dijo...
"¿sabías que el desayuno es la comida más importante del día?" yo solo le di un gesto afirmativo, y ella hablo de nuevo. "pues, acabo de tomar mi desayuno..."
¿Sorprendido?, carajo claro que sí. Esa niña acabara con la poca cordura que me queda...
"¿entonces Ise-kun, que quieres de desayuno?" dijo Sona con picardía... mi cordura fue al carajo...
Así sin mediar ningún segundo la acosté en la cama y la penetré furiosamente. La embestí furiosamente, aquellos gemidos eran combustible para mí, la besaba, la follé sin contemplaciones. Ella gemía y gritaba como una hembra caliente; su coño húmedo y caliente era un deleite para mí, fue el mejor sexo que he tenido en años. Aquella hembra era única, sus piernas me apretaban como si no quisiera dejarme ir, yo solo continúe con mi trabajo de penetrarla una y otra vez, sin descanso. Aquellos pechos que se bamboleaba al ritmo de mis penetraciones fueron un espectáculo digno de ver y admirar. Su vagina apretaba mi pene como si quisiera exprimirlo, estaba loco, la última gota de cordura que tenia se fue al traste, de una vez por todas. La folle como un animal, me importo poco si la lastimaba o si ella se quejaba de mi forma de penetrarla una y otra vez. Estuve seguro que sentía como Sona con sus uñas me arañaba la espalda. Carajo, me importo poco eso, lo único que quería era follar y follar; a esa hembra que estaba debajo de mí. Hasta que eyacule en su vagina de manera explosiva, eso no fue suficiente para mí. Mi erección estaba todavía a full, ya que estaba aún en el interior de mi hembra, seguí follandola una vez más.
Esto de tener resistencia elevada es quizás una maldición. Esa niña me dejo seco y algo agotado. Yo la lleve al baño y quería compartir una tina llena de agua con ella. La limpie de manera cuidadosa y tomando mi tiempo en el hecho de aplicarle jabón con mis propias manos. Luego llenamos la tina de agua y entramos los dos en aquella tina. Ella se sentó entremedio de mis piernas y apoyo su espalda contra mi pecho. Yo solo me dedique a tres simples cosas, uno, besarla en sus labios, su cara y su lindo cuello; dos, disfrutar de las bondades de aquel lindo cuerpo que estaba a mi disposición para ser tocado por mis manos; y tercero, conversar de manera amena con mi novia de manera tranquila y distendida de cualquier tema que se nos ocurriera.
El día no termino para mí, después de ese baño de tina en agua caliente, lleve a Sona a la cama, sí. Tenía ganas de más, nos secamos con toallas y luego la lleve a la cama. Allí la acosté a ella al medio de esa cama que teníamos. Le puse unos cojines, para que ella estuviera cómoda, parecía que ella estaba en una cuna. Abrí sus piernas, lo que me dejo a la vista su lindo coñito, lleve unos dedos hacia dentro y me di cuenta que todavía estaba húmeda, me llevé los dedos a mi boca y me los lamí, era un jugo delicioso, vio que Sona se enrojeció por aquel acto que hice.
"lo dije antes y lo vuelvo a repetir... amo tu néctar, mi amor..." le lance a besarla de manera cadenciosa y lenta. Ella me devolvió el beso. Luego me separé de ella, y luego le dije.
"haremos el amor toda la tarde. En la noche te llevare a un lugar precioso y te daré una sorpresa" le dije a mi novia. Ella enrojeció como un tomate ante lo primero que le dije, luego me miro con curiosidad ante lo segundo. Yo posicione mi pene en su entrada y luego la penetre un poco. Y asi sin entrar más, me acerqué a su rostro le di un casto beso y le dije...
"¿esta lista?" vi como ella con una mirada llena de amor, me sonrió e hizo un gesto afirmativo.
La penetre lentamente, hasta que llegue al fondo. Luego de eso levanté un poco mi pecho, apoyándome en mis brazos, y luego con simples movimientos de mi cadera, comencé a follar a mi novia, lo hice de una manera especial, que sabía que a Sona le gustaba mucho. Retiraba mi pene de esa maravillosa vagina, de manera lenta y suave; luego la penetraba fuerte y hasta el fondo de una pura vez... aquellos movimientos pélvicos, hacían gemir a mi novia, la hacían retorcerse y veía como ella lentamente caía en el sopor del placer.
No recuerdo cuanto tiempo estuve así, Sona tuvo 4 orgasmos y yo me había corrido dos veces en su vagina... luego de eso, mi novia me dijo que la follara como una perra, como la perrita que era para mí. Literalmente la folle como una perra, aquel lindo trasero quedo marcado con una marca roja de una mano, sus tetas fueron manoseadas y pellizcadas por mí. También mordí de manera leve, la base de su lindo cuello, como si fuera mira, era una marca de mordida que iba desaparecer a un par de días... al final eyacule dos veces más en su interior...
Esa noche, la lleve a un lugar lejos de Japón. Específicamente la lleve a un lugar, semimontañoso, donde sabía que no había nadie, a unos buenos kilómetros a la redonda. En ese lugar yo había preparado una especie de mesa elegante, con dos sillas, velas, un vino muy bueno, comida liviana y muy rica. Incluí el detalle de agregar la comida y el postre favorito de ella.
La velada fue maravillosa. Sona siempre estuvo con una sonrisa y su mirada demostraba cuando me amaba. Yo me aseguraba de devolverle siempre esos sentimientos. Esa velada la quise terminar de una manera un tanto especial. La había llevado a un mirador, donde podíamos ver las estrellas, y la iluminación que había era reducida. yo sabía que ella no tendría problemas para ver en la oscuridad, pero verla con ese vestido ligero y de color azul; que se apegaba a su linda figura, me hizo darme cuenta de que tan maravillosa mujer tenía a mi lado.
"Sona..." dije de manera suave. Vi como ella me devolvió la vista y luego la miré unos segundos. Sabía que esto era un puto cliché. Pero, hey, a las chicas le gusta eso de romántico y todo eso. Así que, me arrodille mientras le mostraba una caja abierta, que tenía un anillo plateado, con un diamante de acuerdo al tamaño de su dedo. Sona se sorprendió gratamente. Parecía que todo el aire que estaba a su alrededor se había esfumado. "¿me harías el honor de ser mi esposa...?" dije de manera suave y mirándola a los ojos. Vi como ella parecía salir del trance que ella misma se autoimpuso y luego grito a todo pulmón...
"¡SI!..." ella me abrazo con fuerzas y luego dijo en voz alta... "claro que acepto ser tu esposa. Y también seré la madre de tus hijos" ella se separó, para verme a los ojos y luego siguió hablando. "eres el hombre de mi vida... te amo Issei Hyoudou"
Nos besamos a la luz de las estrellas. Le coloque el anillo en su dedo anular izquierdo. Y luego nos quedamos disfrutando de las estrellas, abrazados, dándonos besos, y riendo de buena gana, de ese buen momento...