Hola, mis queridos lectores. He venido con una nueva historia que traía rondando en mi cabeza desde hace un tiempo, gracias a unos maravillosos arts donde Sakura tiene un hermano gemelo y me dije ¿Por qué no? Y aquí estamos. El fic tendrá un máximo de cinco capítulos, no más de allí.

Espero que puedan ayudarme dándole like a mi página de Facebook EAUchiha-Fanfiction y a mi Facebook personal Anne Kristina Rodríguez (en mi perfil está el enlace directo a ambos perfiles) desde allí estaré pendiente de ustedes y publicaré sobre mis próximas actualizaciones.

Agradecimientos especiales a mi Beta: Hikari Takaishi Y

Espero que la lectura sea de su total agrado.

Los personajes de Naruto pertenecen a Masashi Kishimoto.


Hermanos Haruno.

Capítulo 1.

Desde antes de formar parte del equipo siete, Sakura siempre tuvo un sueño o más bien, una meta impuesta que lucharía por cumplir. Ganarse el respeto, admiración y el amor de cierto Uchiha cabeza dura.

Con los años, a punta de sangre, sudor y lágrimas. Ella creció y se convirtió en una de las Kunoichis más reconocidas del mundo Shinobi, ganándose junto a su equipo, la etiqueta de los nuevos Sannin. Pero aún tenía que superar barreras y esa barrera seguía siendo Sasuke.

Por otra parte, agregándole un peso extra a sus objetivos, estaba su hermano gemelo, Sakumo. El pelirrosa puede ser su otra mitad, su complemento, el único capaz de entenderla a niveles insospechados por los seres humanos. Pero cuando se trataba de sus intereses amorosos, su hermano solía ser un tanto paranoico, celoso, posesivo. Y es que según él, ningún ser que se considere hombre por lo que guinda entre sus piernas, es digno de su florecita. Eso por supuesto, trajo ciertos choques entre él y el Uchiha cuando este aún estaba en la aldea. Sasuke no podría tener ese tipo de sentimientos por la chica de cabellos rosados, pero definitivamente no iba a dejarse joder por alguien inferior a él como lo era el gemelo de su compañera de equipo.

Él no era mundialmente reconocido como un héroe, como su hermana y su equipo. Pero él también se había convertido en alguien digno de admirar, no al nivel de la chica, pero algo era algo.

Luego de la guerra, tardaron un poco para que todo volviera a su lugar y gozar la paz que merecían. El nuevo Hokage había resultado ser el maestro del equipo de su hermana. Naruto logró traer a Sasuke de regreso a casa y lo hizo ver la luz a través de la oscuridad que lo rodeaba, su hermana no podía estar más feliz. Pero ahora existía la incógnita... ¿Qué pasaría con el Uchiha y la Haruno a partir de ahora? Pero él obtuvo la respuesta cuando unos meses después, el Uchiha volvió a partir de la aldea. Desde la distancia la vio a ella despedirse de él, se golpeó la frente con la mano cuando la vio pedirle que la llevara con él, su hermana no tenía remedio... Claramente Sasuke no la quería cerca o eso pensaba.

Vio casi con incredulidad como Sasuke le daba un ligero toque en la frente y con una sonrisa sincera le hacía la promesa de verse pronto y le agradeció por ser la única persona que podría sacarlo de su soledad... Algún día.

Dos años han pasado desde entonces, ha notado como cada día que pasa, su hermana espera con ansias el regreso del Uchiha. Ve como ella desea la vida que están teniendo sus amigos, bodas, compromisos, noviazgos... Y ella... Nada de eso. Él tampoco puede decir mucho al respecto, pero la gran diferencia entre ambos, es que ella ama a ese bastardo con todo su corazón, él no tiene a nadie.

—Sería bueno que dejaras de esperarlo— espetó duramente cuando entró a la oficina de ella y la vio soltar un suspiro con la mirada perdida en la ventana.

—Cállate— replicó enojada —Tú no sabes nada, hermano.

—No estoy interesado en saberlo tampoco— declaró con sinceridad. Ella suspiró de nuevo —No estoy aquí para ver cómo desvarías con el amor que le tienes a ese inútil, vine a sacarte de tu miseria. Vamos a almorzar.

—Tengo trabajo.

Ella señaló la serie de papeles que tenía sobre su escritorio, indicándole que debía firmarlos para finalizar con algunas cuestiones administrativas de la clínica de salud mental para niños.

—Yo también— puso los ojos en blanco —Recuerda que estoy contigo en esto, tonta.

—Vayamos— accedió a regañadientes.

—Ino pretende que sea yo quien te saque de tu trabajo porque ella lo ha intentado, sin resultado alguno— comentó él.

—Ino sabe que cederé a ti— ella rio.

—Eres mi gemela— dijo él como si fuera obvio.

Ellos dos lo han compartido todo desde que estaban en el vientre de su madre. Siempre se tuvieron el uno al otro, incluso en la academia tenían casi las mismas calificaciones, aunque era ella quien sobresalía de los dos al momento de estudiar la teoría, la práctica por otro lado, le iba mejor a él. Y el manejo perfecto de chakra, es algo que a ambos se les dio de maravilla. Llegaron a creer que los pondrían en el mismo equipo al graduarse, pero el Hokage decidió separarlos y lo hizo para bien. Quizás si Sakura hubiera contando con la sobreprotección de su hermano, no hubiera estado determinada a dejar de mirar la espalda de sus compañeros como lo hizo. En sus tiempos de genin solo convivían en casa y cuando tenían días libres de sus misiones.

El equipo de Sakura se fracturó, sufrió la traición de un compañero importante, cada uno tomó su rumbo para volverse fuerte. Un tiempo después se dieron cuenta que su vínculo con el Uchiha estaba roto y decidieron adaptarse a su nuevo compañero. Él por su parte, perdió a sus compañeros de equipo en la guerra. Ellos tres no eran de clanes reconocidos, incluso se les excluyó de lo que llamaban los nueve novatos. Pero eso no impidió que él se decidiera a ser de los mejores y junto a su hermana, tomó el entrenamiento con la quinta Hokage. El Byakugou no In, eso es cosa de Sakura.

—Naruto nos ha invitado a cenar barbacoa, me pidió que te avisara— ella decidió romper el silencio. Los ojos jades de él se cruzaron con los de ella —¿Tienes algo que hacer?

—No realmente, aunque tampoco pretendía llegar a casa en la noche— ambos soltaron un suspiro.

Desde que todos los de su generación comenzaron a sentar cabeza, su madre constantemente los presionaba a ambos para que dejaran la indecisión y pensaran en formar una familia. Ella no pretende ser la única de sus amigas sin nietos. Sakura, por su parte, sigue esperando el regreso del Uchiha. Sakumo, él... Bueno, él no ha conseguido a alguien que considere suficiente para compartir su vida con esa persona. Su madre insistentemente, se la pasa presentándoles personas que podrían ser buenos pretendientes, pero ambos hermanos ignoran olímpicamente las intenciones de Mebuki. Kizashi en lugar de ayudarlos, permanece imparcial en medio del constante conflicto familiar.

—Deberíamos considerar mudarnos de casa— agregó la chica.

—No sería mala idea, juro que no toleraré otro reproche más— decretó.

Sakura entendía el sentir de su hermano, la constante insistencia de su madre era abrumadora. Pero ella también esperaba lo mismo, tampoco podía pretender que Sasuke volvería, le pediría matrimonio y ambos serían felices para siempre. Ni siquiera sabía que pasaría con ellos cuando él se dignara a volver, es más, podría llegar a considerar la posibilidad de que él ya hubiera conseguido alguien mejor que ella para reestablecer su clan. El solo pensarlo, su corazón se estruja con dolor.

Después de almorzar, ambos fueron a la tienda de dulces a degustar su postre favorito. Sakumo la notaba distraída, casi podía leer la mente de su hermana con solo fijarse en sus ojos. Ella pensaba en él. Típico, pensó con amargura. Cómo quisiera tenerlo en frente y desfigurar su estúpido rostro a golpes.

—Sakura— llamó.

Ella lo miró con atención, él tenía su rostro descansando sobre su mano, mientras la miraba con aburrimiento. Se dio cuenta que tenía un poco de dulce derramado en su rostro, acercó su mano para limpiarla o eso fue lo que ella creyó. Él estampó su mano con rudeza en todo el medio de su cara y la empujó.

—¡Sakumo!— chilló indignada, forcejeando con él para quitar su mano de su rostro.

—Tranquila, hermana. Tenías un bicho allí— sonrió con cinismo.

—¿Qué bicho?— interrogó demandante.

—Un bicho que no ha aparecido en dos años y que tú no quieres dejar ir— explicó tranquilamente.

—No jodas— gruñó ella.

—Ya supéralo, hermana. Sigue tu vida y deja de esperar algo de él— le aconsejó —Sé qué será difícil olvidarlo después de haberlo amado por años, pero sufres demasiado por su culpa y a él poco parece importarle...

—Hermano— interrumpió con dureza —Entiendo lo que dices y quizás tú, Ino y todo el mundo tiene razón. Pero es mi decisión, yo decidí esperar por él y espero que lo entiendan. Si llega un punto en que ya no hay remedio entre nosotros, entonces tiraré la toalla y trataré de seguir mi vida.

—Eres necia, cabeza dura— señaló acusador.

—Tú también lo eres— atacó ella —Tú tampoco has querido desprenderte del recuerdo de ella y seguir adelante...

Prefirió callar, su hermana tenía razón. Él perdió la única chica que siempre le gustó en la guerra, ella era la chica de su equipo y ellos siempre mantuvieron una especie de relación hasta que ella murió por culpa de las estacas que lanzó el juubi, de la misma manera que murió Hyuuga Neji...

—Deberíamos salir mañana a buscar un departamento para los dos— sugirió él, queriendo dejar atrás el tema anterior.

—Mañana no puedo, tengo mucho que hacer— suspiró con pesadez —Pero tú puedes encargarte de decidir por los dos.

—Como quieras— accedió.

.

.

.

Al día siguiente, él estaba libre del hospital. La noche anterior casi le habían suplicado al rubio idiota que les diera las llaves de su viejo departamento para dormir allí y él amablemente se los cedió.

Caminaba distraídamente por la aldea, buscando un lugar donde estuvieran rentando un departamento lo suficientemente espacioso para ambos. Entonces lo vio...

Uchiha Sasuke venía en la misma calle, en otro sentido. Casi se podría decir que iba directamente a hablar con el pelirrosa. Ambos se enfrascaron en una silenciosa pelea de miradas en cuanto sus ojos se cruzaron. El Haruno podría no ser tan alto como el Uchiha, pero no se dejaría amedrentar por la diferencia de altura. Ni por esos poderosos ojos que fácilmente podrían desestabilizarlo mentalmente.

—Uchiha— pronunció con desdén.

—Haruno— masculló en el mismo tono.

—Finalmente te dignaste a regresar— el Uchiha arqueó una ceja.

—¿Acaso tienes algún problema con eso?— siseó amenazante.

—Por mí te hubieras quedado de viaje por siempre, para no ver tu absurda cara— dijo burlón —Pero aquí aún existen personas que esperan ansiosas tu regreso.

Sasuke supo de inmediato a quién se refería el pelirrosa. La imagen de la chica de cabello y color de ojos iguales a los del sujeto frente a él, apareció en sus pensamientos. Quiso sonreír, ella aún esperaba por él. Su único motivo para regresar, aún seguía con la esperanza de verlo.

—¿Dónde está?— demandó.

—¿Quién?— aparentó demencia, solo para joderle la existencia —Esa pregunta podría abarcar muchos individuos en esta aldea.

—Ambos sabemos de quién estoy hablando— gruñó entre dientes.

—¿Naruto?— levantó las cejas confundido.

—Olvídalo, lo haré yo mismo.

No tenía tiempo para lidiar con las estupideces del hermano de su compañera.

Emprendió su camino de nuevo, pero la voz seria del Haruno lo hizo parar en seco.

—Solo quiero que me respondas algo— pidió.

—¿Qué?— cuestionó Sasuke.

—¿Qué tan dispuso estás en cumplir la promesa que le hiciste?— interrogó.

—...— Sasuke lo miró de reojo, notó como su semblante se había endurecido —No es de tu incumbencia— decretó finalmente.

Tú, maldito...— rugió furioso, dispuso a irse contra él sin importar que pueda morir en el intento. Pero la voz del Uchiha lo detuvo.

—Ni siquiera estoy seguro de merecerla— sentenció en tono solemne.

—Al menos ambos estamos de acuerdo en algo, no la mereces— espetó —Tú eres quien más daño le ha causado y es por eso mismo que debes ser tú— Sasuke volteó a verlo sorprendido —Debes enmendar todos tus errores con mi hermana y la única manera es que la hagas feliz.

—Hmp— esbozó una leve sonrisa, por ahora se había formado una tregua entre ellos.

—Está en el hospital— informó. Sasuke asintió agradecido —Oye, Uchiha— llamó de nuevo —Esto no significa que seremos amigos a partir de ahora...

—No esperaba eso— dijo antes de seguir su camino.

Igual te joderé la vida cuando estés con mi hermana, como siempre— masculló con una sonrisa maliciosa, sin que él se diera cuenta.

...

Su arribo al hospital de Konoha fue más rápido de lo que pensó. Realmente quería verla y saber la razón por la cual ella no abandonó sus pensamientos ni una sola vez desde que partió a su viaje.

—Quiero ver a Haruno Sakura— exigió a la joven de la recepción.

—Ha-Haruno-san está en cirugía— balbuceó con nerviosismo.

Ella le tenía un poco de envidia a la pelirrosa, pues está rodeada de jóvenes apuestos.

—Sasuke-kun— pronunció Shizune, sorprendida de verlo —¿Qué te trae por aquí?— preguntó intrigada.

Ella sabía que la joven pupila de Tsunade aún esperaba el regreso del Uchiha.

—Sakura— respondió con simpleza.

—Ella está...

—Aquí— interrumpió la dulce voz de ella.

Sus miradas se cruzaron en ese instante. Sasuke pensó que jamás la había visto tan hermosa, sus ojos brillaban como nunca. Esa preciosa sonrisa que le dedicaba, agitó con fuerza su corazón. Nunca creyó que esa molestia sería capaz de hacer su alma vibrar de esa manera.

Sakura sentía ganas de llorar de felicidad, él había vuelto, él había ido a buscarla. Su gran amor estaba allí por ella y estaba más que dispuesta a demostrarle que ella deseaba ser su felicidad.

Estoy en casa— pronunció en susurró, acortando los pocos metros que los separaban.

Bienvenido— musitó conmovida, abrazándose a su pecho, rompiendo a llorar...


Hasta aquí el capítulo de hoy.

Sakumo es un hijo de su madre, pero todo por proteger a su linda hermanita del sufrimiento. Quizás Sasuke seguirá teniendo dolores de cabeza por el pelirrosa Jajajajajajajaja xD.

Espero que se tomen la molestia de dejarme su opinión por medio de un review.

Nos leemos en el próximo capítulo, hasta la próxima.

EAUchiha.