Aunque pudiera parecer sencillo, no lo era. Sólo estaban a unos pasos del córtex de laboratorios STAR, ahí donde el equipo Flash se reúne para salvar a ciudad Central, sin embargo, ambos temían que el recibimiento fuese tan arisco como el de Iris o Felicity.
-Barry, no nos ayuda que pienses tanto-susurro el rubio tomando y presionando la mano de su pareja.
-Lo sé, pero temo por cómo se lo tomarán. Son mis amigos y lo más cercano a una familia.
-Entonces, sin miedo-susurró Oliver y lo guió hasta el centro de los laboratorios.
En cuanto ingresaron tuvieron que esquivar un rayo de hielo y al segundo Barry tuvo a Oliver contra un muro para que no fuera tocado por el ataque de Vibe. Aunque la postura tan comprometedora los llevó a ambos a recordar por un instante cómo inició todo.
Se encontraban en una misión que unía al equipo Flecha con el equipo Flash. Lamentablemente, sus compañeros tuvieron que monitorear desde la base en Starling, y ellos estaban por la zona. No veían al villano de turno, sin embargo, la velocidad de Barry ayudó a esquivar un rayo de hielo lanzado por el Capitán Frío, quien se empeñaba en congelarlos.
Barry fue más rápido y lo volvió a esquivar, sin embargo, Oliver no corrió la misma suerte y una de sus piernas fue congelada al instante.
Sin medir las consecuencias, el velocista se lanzó a quitarle su arma al villano y cuando creyó que todo iba bien la pistola explotó en sus manos. Snart huyó y él quedó estampado contra una pared con el frío apoderándose de su cuerpo, no podía moverse y temía tanto dejar de respirar porque su cuerpo no respondía…
Fue un momento en que cerró los ojos y luego tenía a Oliver moviendo sus manos por su cuerpo, tratando de sacarlo y darle calor.
-No funciona. Sal de aquí, Snart puede volver- y contra todo pronóstico sintió los labios del arquero contra los suyos. Al principio se quedó quieto, pero al sentir como se movía Oliver, le respondió. Ese contacto le dio el calor suficiente para moverse y salir del hielo, separándose un par de pasos del rubio.
-Ollie-susurro sonrojado, pero sus labios fueron capturados nuevamente y solo pudo corresponder, había soñado tanto con esto que era imposible apartarse.
Sus compañeros no se enteraron de nada porque frío había congelado las cámaras antes de iniciar la pelea.
Ambos tuvieron que regresar de sus recuerdos con un solo grito.
-¡Gracias Barry!-dijo furioso Cisco, mientras Caitlin reía sentada en una silla y Wells observaba.
-¿Qué ocurre?-susurro dando unos pasos hacia el latino.
-¿Y preguntas?-dijo dando tres pasos hasta el castaño y quedando frente a frente, sin embargo, Oliver se puso en medio.
-Vuelve a hablarle así a Barry y nada ni nadie te salva-siseo furioso. Cisco boqueó nervioso y se alejó.
-Vinimos a…
-Allen-lo corto Wells- sabemos que tú y él señor Queen están juntos. Yo los felicito-dijo con una sonrisa divertida.
-Yo también-dijo la científica con la mejor de sus sonrisas.
-Yo también-murmuró Cisco de brazos cruzados y sin verlos. Estaba molesto.
-Chicos, lo que ocurre es que Cisco apostó con Thea y Diggle. Él decía que era imposible que ustedes estuvieran juntos.
-Así que imaginen cuánto perdió. Diggle llamó para burlarse y Cisco juro que mentía.
-Lo odio-murmuró pagando todo al arquero.
-Llevaselos ¡No los quiero ver!-dijo de modo dramático y saliendo de ahí.
-Ya se le pasará-murmuró Caitlin acercándose y abrazando a Barry y sólo dedicando una sonrisa a Oliver-solo sean felices.
-Eso haremos-correspondió la sonrisa el rubio.
Bien. Eso había sido sencillo. No podría haber esperado menos de su equipo, realmente lo agradeció y fue entonces cuando le llegó un mensaje.
-Oh-dijo perplejo. Era la fotografía que les tomó Thea. Realmente le gustaba, no pensó que se veían tan bien juntos.
-Te daré un minuto para borrarla-susurró Oliver en su oído y sintió que una sonrisa nacía en su boca.
-¿Sino qué?-dijo con picardía y alejándose del arquero hacia la salida de los laboratorios.
-No, Barry. Tú no quieres provocarme.
-Quizás sí-dijo depositando un beso en su mejilla y huyendo del lugar. Oliver ya lo encontraría y probablemente aceptaría que la foto era hermosa. Después de todo, no había forma de que le dijera no al velocista.