Capitulo III

Encuentros Destinados (Parte I)

Para Boruto Uzumaki la vida había resultado ser algo peculiar.

Desde niño lo llamaron un genio, al principio atribuyo ese hecho debido a que su Tou-chan es el actual Nanadaime Hokage, debió haber sido un genio el también, ¿Cierto? Luego descubrió que su padre fue muchas cosas, pero un niño prodigio no era una de ellas.

Aunque, debido al incidente en el cual su persona y su Sensei, Sasuke Uchiha se vieron involucrados, Boruto pudo conocer a la versión de 12 años del hombre que algún día se convertiría en su padre. Naruto Uzumaki aun siendo niño transmitía un extraño sentimiento de empatía, y al instante Boruto supo que su padre siempre había sido una persona que jamás rompería un vínculo de forma voluntaria, no, el lucharía hasta el cansancio para proteger ese vínculo.

Ahora se llevaban mejor, no es como si siempre se hubieran llevado mal, los pleitos que su padre y el protagonizaban empezaron cuando obtuvo el título de Hokage, en la actualidad se daba cuenta que él era parcialmente culpable de eso, pero su padre no se escapa de poseer culpa.

Boruto admiro a su padre desde el primer momento en que supo que significaba ser un Héroe, su padre era eso, un verdadero Héroe. Siempre jugaban juntos, practicaban juntos, conversaban juntos y comían ramen y hamburguesas juntos; luego Naruto se convirtió en Hokage y esos preciados momentos desaparecieron, de ahí nació la pequeña brecha que casi los separa, ya que a los ojos de Boruto Uzumaki, la Aldea de Konoha le había arrebatado en sus narices a sus Héroe #1.

Pero bueno, todo eso ya era parte del pasado, un vergonzoso pasado que era mejor olvidar y pensar en el presente, el hermoso presente que actualmente tenía a su alcance.

La semana empezó bien, su padre saco tiempo de su apretada agenda y practico Taijutsu con él en las mañanas, comió la deliciosa comida de su adoraba madre, definitivamente ella poseía el sazón de los Dioses, y su hermana menor, Himawari Uzumaki no lo molesto con tonterías, fue lo que se podía definir como una hermana menor perfecta, aunque Boruto sabía que eso se debía a que era el pobre de Kuruma quien soportaba las locuras de su hermana.

Si fuera otra persona se preocuparía, pero Kuruma es el Bijuu más fuerte de la historia, el Legendario Kyubi No Yokou. Hubo una época donde nombrarlo en público aterraría a los aldeanos, pero ahora lo veneraban. El respeto que Kuruma se ganó en la Cuarta Guerra Ninja seria definitivamente recordado por siempre, claro, los aldeanos lo admiraban porque representaba la Elite de poder y supremacía, pero ellos lo veían de esa forma porque nunca lo habían encontrado comiendo chocolate con la cara embarrada en la tasa de un gato, si veías al legendario Kuruma en esa penosa escena, todo el respeto se evaporaba de inmediato.

- Definitivamente no entiendo a las mujeres – Un suspiro escapo entre los labios del rubio Uzumaki – Sarada quería salir al centro comercial, ¿Por qué le molesto que llevara a Mitsuki? Somos amigos después de todo.

Sí. El joven es idéntico a su padre en ese sentido, ojala no llegue al extremo donde un alíen del espacio deba venir y llevarse a su interés amoroso para que descubra que estaba perdidamente enamorado de ella.

Actualmente Boruto Uzumaki entrando en el complejo del clan Hyuga, el clan de su madre, ¿Por qué iba ahí? Pues tenía una visita programada con su abuelo Hiashi Hyuga, Boruto adoraba a su abuelo, nunca lo regañaba o castigaba por algo, siempre lo apoya y le daba la razón, Hiashi Hyuga resulto ser el abuelo perfecto.

- ¡Suéltenme! – Una voz llego a los oídos del joven – Esto es un malentendido, mi intensión nunca fue colarme en este lugar.

Mientras se acercó, pudo visualizar mejor la escena y entender que ocurría.

Tres guardias Hyuga estaban rodeando a una joven chica de cabello rubio como el suyo, solo que dicho cabello poseía la particularidad de estar peinado en forma de taladros, y claro, el peculiar vestido rosa la posicionaba de inmediato como una joven de dinero, posiblemente de la clase alta del país del fuego.

- Disculpen, ¿Qué está ocurriendo aquí? – Pregunto Boruto, llamando la atención de los tres guardias - ¿Es necesario llamar tanto la atención?

- Boruto-sama – Uno de los guardias lo reconoció al instante – Lamentamos que haya visto esta escena, es solo que esta intrusa quiso colarse en el complejo y las ordenes de Hiashi-sama son que nadie pase sin una invitación al menos que sea familia o amigos de la familia.

- ¿Eh…? – Ese podría ser el único defecto de su abuelo, la sobreprotección – Entiendo, pero esa chica no tiene cara de asesina, es claramente una Ojou-sama.

- Al fin alguien que tiene neuronas en su cerebro – Viendo como la situación comenzaba a favorecerle, la joven de peculiar peina se abrió paso entre los guardias – Agradezco tu ayuda, ellos no me creyeron cuando les dije que todo resultó ser un malentendido, ¿Cómo te llamas?

- No pasa nada, son ordenes de mi abuelo, no lo tomes a pecho – Dijo el rubio Uzumaki – Soy Buruto Uzumaki, un placer, Ojou-sama.

- ¡¿Boruto Uzumaki?! – Algo dentro de la mente de la joven hizo clic al instante - ¿El hijo del Nanadaime Hokague? ¿Ese Boruto Uzumaki?

- Sí. No hay nadie más con ese nombre – Una gota de sudor bajo por la cabeza del niño.

- Me llamo Ravel, Ravel Phoenix – Se presentó la joven rubia de ojos azules – Yo, eh… ¿Cómo lo explico? Ah, ya se. Mis líderes y yo vinimos a hablar con tu Lord padre, pero de forma inexplicable terminamos separándonos y yo reaparecí en medio de este complejo, luego fue acusada por esos guardias.

- ¿Quieres hablar con Tou-chan? – Pregunto Boruto, alzando una ceja - ¿Por qué? ¿Acaso ocurrió algo malo?

- Eso es precisamente el punto a tratar, no ha pasado nada malo… al menos no aun – Respondió Ravel, recordando la advertencia del Rikudo Sennin – Yo, bueno, la verdad es que no poseo el peso político necesario para explicar este asunto, solo vine como oyente y ayudante de mis líderes.

- ¿Oyente? ¿Ayudante? – La forma tan formal de hablar de Ravel estaban confundiendo un poco al rubio Uzumaki – Eres igual que Sarada, usan términos muy complicados para explicar cosas sencillas. ¿Deseas hablar con Tou-chan, cierto?

- Sí. Sería un honor.

- Ya veo. Entonces vamos, te llevare con Tou-chan.

- ¡¿En serio?! – Por impulso, Ravel tomo entre sus manos las manos del rubio Uzumaki – De verdad muchas gracias.

- E-Etto… - Sonrojando un poco debido a la repentina acción, el joven miro a un lado e intento mostrar un semblante tranquilo – Claro, no es nada.

Segundos después, Ravel se dio cuenta de cómo estaba sosteniendo las manos de un joven al cual acababa de conocer, y al igual que Boruto, término sonrojada mirando hacia el piso.

- ¿P-Puedes g-guiarme, por favor? – Pidió la joven Phoenix, aun avergonzada por su descuidada forma de actuar.

- Bien, sígueme – Respondió Boruto, y mientras ambos caminaban hacia la torre Hokage, él dijo en sus pensamientos – "Se parece un poco a Sarada en su forma de ser… ¿O será mi imaginación?"

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- Sabes, Ero-Sennin, ahora que soy adulto me doy cuenta de tantas cosas. La primera es que extraño ser un mocoso gritón, la vida era más fácil cuando era un niño, no había responsabilidades; pero esto es parte de crecer, ¿Cierto? Cada año en esta fecha vengo aquí, aunque hace una semana traje a Boruto conmigo, no pensaba faltar a una de mis 3 visitas anuales – El dueño de esa voz era nadie menos que Naruto Uzumaki, el Nanadaime Hokage y Héroe del Mundo Ninja – Casi hago que el trabajo nos separara a mi hijo y a mí, aun soy un poco tonto, suerte que tengo a Hinata conmigo, porque si no estoy seguro que no sabría ni dónde está mi propia cabeza. Recientemente pienso en lo que pudo haber sido, estoy seguro que habrías sido un abuelo maravilloso y mis hijos te ambirarían tanto como yo lo hago – Naruto rara vez se habría de esta forma, pero estaba frente a la tumba de su Sensei, y aquí no valía decir mentiras – Te extraño, Ero-Sennin. Extraño nuestros entrenamientos, nuestras pláticas y sobre todo, extraño nuestras tontas discusiones, sé que estas allá arriba, descansando en el Cielo, espero que estés rodeado de docenas de sexis ángeles en diminutos trajes de baño, tú más que nadie te has ganado ese descanso.

Naruto se levantó del césped y sacudió su pantalón, mirando por última vez la tumba de su maestro.

- Sabia que estabas aquí – Dijo una voz femenina – No quería interrumpir, juro que no escuche nada, espere a que terminaras de hablar con Jiraya-sama.

- No te preocupes, sentí tu presencia hace rato, sé que no espiaste ni escuchaste nada – Dijo Naruto, mirando a la recién llegada - ¿Ocurre algo, Sakura-chan?

- Nada. Solo quería ver a mi amigo un rato – Respondió Sakura – Aunque a decir verdad, si ocurre algo. Necesito que apruebes un financiamiento para el hospital, pronto tendremos los materiales para producir prótesis económicas, no serán tan funcionales como tu brazo derecho, pero al menos las personas podrán tomar con su nueva mano un vaso de agua, y eso ya es algo.

- Estoy al tanto, sobre el financiamiento, Ba-chan hablo conmigo ayer, hoy en la tarde pensaba firmarlo – Naruto miro su mano derecha, mano que había logrado recuperar gracias a una prótesis hechas con las células de Hashirama – Me gustaría que todos pudieran recuperar una parte de su cuerpo, pero es cierto, no podemos dar así como así el ADN Senju, si cae en malas manos las consecuencias serán terribles.

- Es cierto.

- ¿Cómo le fue a Boruto en su cita? – Pregunto Naruto, cambiando el tema de la conversación.

- Bueno, creo que no acabo bien – Revelo Sakura – Tal parece que llevo a Mitsuki con él, Sarada termino golpeándolo y dejándolo solo.

- Ese chico, sé que la quiere… ¿De quién habrá sacado lo denso?

- Quien sabe – Dijo Sakura con total ironía – Ojala no necesite que un alíen del espacio venga y rapte a Sarada para que habrá lo ojos, sería un cliché muy repetitivo, ¿Cierto?

Naruto casi cae al suelo ante la para nada sutil indirecta.

- Okey, entiendo el punto, es mi hijo-dattebayo – Suspiro resignado, él no tenía derecho a criticar sobre ese tema.

- No sé de qué hablas – Sakura fingió ignorancia.

- Sakura-chan – El cambio de semblante de Naruto le hizo saber a Sakura que el siguiente tema sería algo serio - ¿Alguna vez has sentido que olvidaste algo importante?

- Por tu tono me doy cuenta que no te refieres a restablecer la alacena – Comento Sakura – No sé qué decirte, a veces olvido cosas importantes, es natural que nuestro cerebro deseche información al azar.

- Es verdad, tienes razón – Su voz parecía querer contradecir sus palabras – No debo tomarlo a pecho, no debe ser nada importante.

- Naruto… - Susurro Sakura en voz baja. Después de todo, Naruto es su mejor amigo, prácticamente su hermano en todo menos en sangre, ella se preocupaba mucho por él.

El dúo de amigos continuo su camino de regreso a la aldea, mientras disfrutaban del paisaje natural, a sus oídos llego el sonido de una fina voz infantil, Sakura por instinto corrió hacia el lugar donde provenía la voz.

- ¡Oka-sama! – Exclama la voz - ¡Oka-sama! ¡Señores Líderes de las Facciones! ¡¿Dónde están?!

Esa voz pertenecía a Kunou, la princesa Youkai de Kioto.

- ¿Estas bien? – Sakura fue la primera en llegar a la escena - ¿Te perdiste, pequeña?

- ¿Eh? – Kunou reacciono y miro a la peli rosada – Sí. Venía con mi Oka-sama y ya no sé dónde está – La pequeña rubia miro a su alrededor – Tampoco sé dónde estoy.

- Tranquila, no te preocupes – Comento Sakura, queriendo tranquilizar a la pequeña rubia – Te ayudare a encontrar a tu Oka-sama. Me llamo Sakura Haruno, soy la Directora del Hospital de Konoha, y este… - Sakura presento al recién llegado – Es el Hokage, Naruto Uzumaki.

- Sakura-chan, no salgas corriendo de esa forma – Naruto llego al instante, mirando a su amiga con reproche.

- No seas flojo, eres el Hokage, mantente en forma – Rebatió la peli rosa.

- Tienes un punto, pero… - Sin embargo, las palabras de Naruto quedaron en el olvido cuando sintió los pequeños brazos de la rubia rodear su cuerpo - ¿Ocurre algo, pequeña?

- No. No pasa nada, estoy feliz de conocerte al fin… - Los ojos azules de Kunou estaban brotando lágrimas de felicidad - ¡Otou-sama!

Durante unos segundos el cerebro de Naruto quedo congelado, luego no fue su propia conciencia quien lo despertó, si no el fuerte golpe que recibió de su mejor amiga quien lo trajo de vuelta.

- ¡Naruto! – Rugió Sakura - ¡¿Por qué esta hermosa niña te llama Otou-sama?!

- ¡No lo sé! – Intento defenderse el rubio Hokage - ¡Lo juro, Sakura-chan! ¡Jamás le he sido infiel a Hinata!

- Oka-sama y el abuelo Rikudo dijo que mi Otou-sama se llama Naruto Uzumaki, y tú eres Naruto Uzumaki – Señalo Kunou el Nanadaime Hokage.

- Ojou-chan, quizás tu madre y tu abuelo Riku… - Mientras pronunciaba el ultimo nombre, cayó en cuenta de cómo había llamado la pequeña niña a su abuelo - ¿Rikuro? ¿Tu abuelo se llama Rikudo?

- No es mi abuelo de sangre. Pero es súper increíble, tiene 3 ojos y flota en el aire, además puede crear objetos de la nada y es como un Dios – Kunou hablaba del padre de los Ninjas con mucha emoción – Él dijo que tú ya lo conocías, ¡Es súper increíble!

Naruto Uzumaki conocía a un Rikudo, pero el Rikudo que él conocía era el Legendario Rikudo Sennin, el Sabio de los Seis Caminos.

- ¡N-A-R-U-T-O! – Un aura negra rodeo el cuerpo de Sakura – Por tu bien espero que lo que dice esta hermosa niña sea un malentendido, porque como yo lo veo, el Rikudo Sennin la mando para que aceptes tu paternidad.

El Nanadaime chillo de miedo al ver el aura que rodeaba a su mejor amiga.

- ¡Espera, Sakura-chan! Somos adultos, hablemos de esto de forma civilizada – Sugirió el rubio Uzumaki, calmando un poco a su amiga – Ojou-chan, etto… ¿Cómo decirlo? Cuando hablas del abuelo Rikudo, ¿Hablas del Rikudo Sennin?

- Sí. El hijo de la Diosa Kaguya, él nos dijo todo eso – Respondió Kunou, como si se tratara de un tema coloquial – El abuelo Rikudo dijo que podría conocerte al fin, que podría verte a los ojos por primera vez – Sin darse cuenta, Kunou comenzó a llorar – Yo siempre había querido conocerte, saber qué clase de hombre eras, Oka-sama dijo que eras una gran persona que jamás rompía una promesa, que eras un Héroe.

- Ojou-chan… - Susurro Naruto, completamente conmovido.

- Eres incluso mejor de cómo te imagine, tu chakra es tan cálido y acogedor, desde aquí puedo sentirlo, es como una fuerte luz que brilla con intensidad incluso en la oscuridad, un precioso chakra dorado – Las palabras de Kunou llamaron la atención del dúo de amigos. Primero, las palabras eran tiernas y conmovedoras, segundo, ¿Cómo una niña de quizás 10 años de edad podía sentir el chakra de esa forma?

- ¿Tu sientes el chakra de Naruto? – Pregunto Sakura - ¿Cómo?

- No entiendo a qué te refieres. Siento su chakra porque lo veo, es dorado como el mío, Oka-sama me explico que los que poseen el chakra igual tienden a sentir una resonancia – Ciertamente, las palabras de Kunou eran muy sabias para ser inventadas por una niña, ella estaba citando textualmente la explicación que algún adulto tuvo que haberle dado.

- Pero… - Sakura quiso seguir preguntando, pero al ver como Naruto hizo una seña con su mano, guardo silencio.

- Ojou-chan, lo que dices es cierto, tu chakra y el mío son iguales – Afirmo Naruto, sorprendiendo a su amiga por tal revelación – Yo, bueno… no sé qué decir. Pero el chakra no miente, de alguna forma tú y yo estamos conectados.

- Es porque eres mi Otou-sama – Insistió Kunou, limpiándose las lágrimas – Nuestro chakra sabe que somos padre e hija.

Naruto quería negar ese hecho, después de todo, el no conocía a esa pequeña rubia. Pero, ¿Cómo podría negarlo? Quitando el hecho de la clara inocencia de la rubia, sus palabras eran ciertas y el chakra no mentía, nunca lo hacía.

De una forma, de alguna loca forma que no comprendía… ella era su hija.

- Naruto, será mejor que regresemos a la aldea – Sugirió Sakura, sabiendo de ante mano que este tema sería algo serio – Hinata, ¿Cómo le dirás esto?

- Jamás le he sido infiel, ni siquiera en pensamiento – Afirmo tenazmente el rubio Uzumaki – Puedo jurarlo frente a quien sea.

- Lo sé, no eres esa clase de hombre – Dijo Sakura, confiando en su amigo.

- ¿Entonces el golpe por qué fue? – Pregunto Naruto, aun sintiendo el dolor que le propino el golpe.

- Por el susto.

Naruto suspiro resignado, Sakura seguía siendo Sakura.

- Ojou-chan, ¿Cómo te llamas? – Pregunto Naruto a la pequeña rubia.

- Kunou, Otou-sama – Respondió de inmediato la princesa Youkai.

- Sakura-chan y yo vamos hacia la aldea, ¿Quieres venir con nosotros? – Kunou asintió – Ya veo, entonces vamos, Kunou-chan.

- Etto… - Kunou miro el suelo avergonzada – Tú, bueno… ¿Me llevas en tu espalda?

Sakura sonrió en silencio ante dicha pregunta.

La respuesta de Naruto no fue oral, si no que se agacho y le ofreció su espalda a la pequeña princesa Youkai.

Kunou al ver esto corrió entusiasmada y se subió sobre los hombros de Naruto, cuando este se levantó con Kunou en sus hombros, la pequeña rubia miro el camino completamente entusiasmada.

- ¡Es increíble! – Exclamo Kunou – Otou-sama es muy fuerte.

- ¿Cómo se llama tu madre, Kunou-chan? – Pregunto Sakura – Con su nombre podremos intentar rastrearla.

- Yasaka, mi Oka-sama se llama Yasaka – Respondió Kunou.

"Te amo, Yasaka-chan"

Ese nombre, Naruto estaba seguro que lo había escuchado antes, incluso esas palabras de amor, el casi podía jurar que las había dicho en algún momento.

Estaba confundido, incluso perdido definiría mejor su estado actual, ¿Por qué no recuerda a la madre de esta hermosa niña? Ella lo conoce, incluso puede sentir su chakra aun siendo una pequeña infante.

Nombro al Rikudo Sennin, Naruto tenía años sin verlo, luego de que la Cuarta Guerra Ninja finalizo, jamás lo volvió a ver.

Entonces, ¿Por qué aparece ahora? ¿Qué necesitaba esta vez?

No estaba seguro, tenía muchas dudas.

Miro hacia arriba, donde Kunou sonría como si no hubiera un mañana.

- "Definitivamente lo descubriré" – Pensó para sí mismo – "Es una promesa-dattebayo"

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Hubo un inconveniente, más que eso, un verdadero contratiempo.

La razón por la cual cada individuo traído del Universo DxD arribo en diferentes sitios fue debido a que al cruzar la brecha dimensional fueron separados. Los Líderes de las Facciones, el Dios Odian y la Líder de Kioto, Yasaka; todos aterrizaron en diferentes zonas de la Aldea de Konoha.

- Ara-Ara… ¿Dónde estoy? – Yasaka admiro los pintorescos edificios que poseía en frente de ella – Muy bien, tranquilízate, el chakra de Kunou está bien y no muestra estar debilitándose, ósea que se encuentra sana y salva. Por otro lado, no conoces esta zona y debes ubicar tu ubicación.

Yasaka tenía esa duda, pero gracias a la suerte del destino, un edificio en frente cuya peculiaridad más grande era la enorme pantalla que poseía en frente, dio la hora y su actual ubicación.

10:30 am, Aldea de Konoha.

- Esta es Konoha – Yasaka entonces miro con otros ojos el lugar que ahora la rodeaba – Este es el hogar de Naruto.

El hogar que vio nacer a su antiguo amante y aun amor de su vida, Naruto le platico hace años que a diferencia de Kioto, Konoha era muy sencilla, pero a los ojos de Yasaka esta Konoha era un mescla de la ciudad de New York y una Aldea Ninja; quiso por unos segundos cuestionar la lógica, pero luego cayó en cuenta que en esta dimensión los años habían transcurrido y Naruto era ahora un hombre adulto de 30 años.

Mientras Yasaka caminaba por el centro, pudo escuchar diferentes murmullos que los aldeanos comenzaban a decir.

- Mírala, es hermosa.

- ¿De dónde vendrá?

- ¿Esta soltera? Solo mira esa delante, deben ser falsos.

- No lo son, mis años me ha otorgado sabiduría y puedo asegurar que esos hermosos melones son reales.

- ¡Increíble!

Ese último más que un murmullo, fue una fuerte exclamación.

Yasaka no era ajena a eso, pues solo con verse se daba cuenta que era una mujer atractiva, más que eso, era sin lugar a dudas una de las mujeres más hermosas del mundo, y lo decía sin algún gramo de prepotencia.

Cuando quedo embarazada de Kunou y se negó a dar el nombre de su padre, casi todos los jóvenes nobles Youkais en vez de rechazarla, lo vieron como una oportunidad, creyeron que ella querría tapar su embarazado con la ayuda de un pretendiente. Después de todo, si se casaban con ella, asegurarían ser el esposa de la Líder de Kioto, y el precio sería dar legitimidad a su hija; pensamientos todos a los ojos de Yasaka, Kunou tenía un padre, un hombre maravilloso y aunque desgraciadamente no estaría a su lado, Yasaka jamás se atrevería a usurpar el lugar que le pertenecía solo a Naruto Uzumaki.

"¿Por qué no tengo un apellido?"

Una pequeña Kunou le pregunto hace muchos años.

"Los Lideres de Kioto no poseen apellido, cada hombre que heredaba el liderazgo descendía de la Casa Principal de Kioto, así que su esposa abandonaba su apellido para gobernar al lado de su marido.

"Pero Oka-sama, tú no eres hombre, eres una mujer, así que si tú no tienes un apellido, mi Otou-sama si debería tener uno, ¿Por qué no llevo el apellido de Otou-sama?"

"Etto, bueno…"

Cada vez que debía negarle el nombre de su padre a Kunou, una parte del corazón de Yasaka se rompía lentamente. Kunou añoraba conocer al menos el nombre de su padre, Yasaka le contaba diariamente historias sobre Naruto, cada historia aumentaba el orgullo y admiración de Kunou hacia su progenitor, ella sin conocer su nombre o ver su rostro, lo amaba, Kunou amaba tanto a su padre que era capaz de exclamarlo a los cuatro cielos sin vergüenza alguna.

- Kunou… Kunou Uzumaki – Pronuncio Yasaka dicho nombre en voz baja – Sí. Ahora es posible, puede llevar el nombre de su padre, puede portar el símbolo Uzumaki en su espalda, la futura heredera de Kioto llevara al apellido Uzumaki en su nombre.

Yasaka se detuvo frente a un puesto con un peculiar nombre.

Ichiraku Ramen.

"Es un lugar pequeño, casi del tamaño de un almacén, pero lo juro, Yasaka-chan; ¡Venden el mejor ramen del mundo!

Eso había dicho Naruto, pero el puesto de Ramen que estaba frente a Yasaka no era pequeño, era de al menos tres pisos, y por lo visto era muy solicitado.

Por simple curiosidad ingreso al edificio y fue recibida por una amble mujer de cabello y ojos castaños.

- Bienvenida a Ichiraku Ramen, soy Ayane – Dijo Ayane a Yasaka - ¿Qué decía comer?

- ¿Eh…? – Yasaka miro el menú con curiosidad – Es mi primera vez en Konoha, ¿Serias tan amable de sugerirme el mejor platillo?

- Jojojo, por supuesto que si – Ayane inflo su pecho con orgullo – Voy a cocinarlo en segui… Espera, ¿Dijiste que es tu primera vez en Konoha, verdad?

- Sí. Acabo de llegar.

- Entonces le diré a mi padre que te lo prepare, no existe alguien mejor que el para enamorarte del Ramen.

- Estaría encantada.

Minutos después, llego frente a Yasaka un hombre de edad avanzada, quizás alrededor de los 65 años.

El Legendario Teuchi, el hombre que convirtió el Ramen en el platillo favorito del Héroe del Mundo Shinobi.

- ¿Usted es Teuchi? – Yasaka pregunto por impulso – El Legendario Teuchi Ramen.

- Parece que soy famoso, vez Ayane, tu Tou-chan es genial – Teuchi Inflo su pecho con orgullo – Entiendo que es su primera vez en Konoha y no sabe que pedir, ¿Es cierto?

- Así es, cuando como ramen es mi hija quien lo escoge. Mi pequeña es como un pozo sin fondo, puede comer hasta 20 tazones y aún no está satisfecha, eso lo heredo de su padre – Yasaka sonrió de forma espontánea – Siempre dice: "Oka-sama, el ramen es la comida de los Dioses, debes apreciar el platillo elite del mundo culinario".

- Jajaja, debe ser igual a la pequeña Hima-chan, es digna hija de Naruto y Hinata-sama, dignos seguidores del ramen. Pero Boruto, adoro a ese niño, pero… pero… - Teuchi miro el techo indignado - ¡¿Cómo puede preferir una sucia hamburguesa antes que el ramen?! ¡Maldición! ¡Las hamburguesas son solo comida chatarra! ¡El ramen es la comida de los dioses!

- Otou-san, no está bien que llames al Nanadaime por su nombre de pila, debes llamarlo por su título – Ayane regaño a su padre.

- Tonterías, le doy de comer a Naruto desde que es un crio, puedo llamarlo como quiera, es como un hijo para mí.

- Y Naruto-san siente lo mismo, pero…

- Vez, lo llamaste Naruto y no Nanadaime, eres tan culpable como yo.

- Mouuu, Otou-san.

Yasaka miro la divertida escena frente a ella y no pudo evitar reír levemente.

- El primer plato de ramen que comió fue en este local, ¿Verdad? En una lluviosa noche donde era cruelmente ignorado, un amable señor al cual jamás había visto, le ofreció una cálida comida, conozco la historia… la conozco muy bien – Dichas palabras en forma de versos fueron pronunciadas por naturalidad de la boca de nuestra rubia Youkai – Es una hermosa historia.

- Disculpe, bella dame, ¿Cómo conoce esa historia? – Pregunto Teuchi, mirando fijamente a Yasaka – De Naruto se saben muchas cosas, pero hay historias que siguen siendo privadas.

Maldición, eso fue lo que pensó, se dejó llevar por la corriente y hablo de más.

- Ah, sí, digo no, digo… - Yasaka no era ajena a estas clase de problemas, calmo su respiración y respondió – Yo, bueno… conozco a Naruto Uzumaki desde hace varios años. El me salvo hace muchos años, me dio esperanza, y también me conto cosas sobre su niñez, discúlpenme si hable de más, Teuchi-san.

- Ya veo, eres una conocida de Naruto, ¿Por qué no lo dijiste antes? – Teuchi cambio por completo su semblante – Los amigos de Naruto siempre tienen el primer plato gratis, así que espera, ¡Te mostrare el ramen de los Dioses!

Amigos.

Sí. Le guste o no, solo podía referirse de esa forma a Naruto, ya no eran amantes, ni siquiera recordaba quien era ella, tristemente y a su pesar, temía que Naruto al conocerla otra vez solo pensara en ella como una amiga.

- Tauchi-san, buenos días – Una voz nueva entro en escena – Seria tan amable de prepararme un ramen de cerdo, por favor.

- Por supuesto, siempre es un honor cocinar para la persona que posee el record en mi restaurant – Respondió Teuchi – Es verdad, usted no la conoce – Le dijo a Yasaka, y con clara admiración en su voz, Teuchi presento a la recién llegada – Le presento a la Reina del ramen, la esposa del Nanadaime Hokage, Hinata-sama.

Lentamente, casi en cámara lenta, Yasaka volteo y miro fijamente a la mujer que termino convirtiéndose en la esposa de Naruto.

- Un placer, soy Hinata Uzumaki – Saludo la hermosa mujer de mirada perla - ¿Cómo te llamas?

- Yo, yo soy… - Las palabras tardaron en salir un poco, no por el miedo, si no por la casi irreal escena en la cual se encontraba – Yasaka, mi nombre es Yasaka.

- Encantada, Yasaka-san.

Y así, las únicas mujeres que habían logrado conquistar el corazón del ninja #1 en sorprender a las personas, se habían visto cara a cara… por primera vez.

Capitulo III (Parte I) The End.

Y aquí lo dejo, ¿Por qué? Pues porque soy malo, jejeje.

Pero ya en serio, en este Capítulo vimos cómo se fueron poco a poco conociendo personajes que no esperarían entablaran una conexión desde el inicio.

Boruto y Ravel conociéndose y mejor aun, entablando una conversación no creo haya pasado por la mente de ningun seguidor de la historia, ¿Cómo se me ocurrio? Pues me puse a leer y planear cuidadosa y meticulosamente todo lo relacionado con… Puff, en coña, pensé que como ambos son rubios deberían conocerse primero, sí, así fue, las mejores ideas salen de donde no nos da el sol.

Pero bueno, el encuentro de Naruto y Kunou si estaba planeado, lo único que hice fue anexar a Sakura para tener un respiro y algo de alivio cómico, porque seamos sinceros, esa parte sin Sakura se sentiría muy vacía, ella le da algo de sazón a la cosa, y espero les haya gustado el primer encuentro entre padre e hija, quizás algunos diálogos de Kunou suenen muy maduros para su edad, pero ella es una princesa que ha sido educada en la Elite de lo Elite, y aunque aún es una niña y tenga metidas de pata, su léxico por obvias razones debe ser perfecto, o al menos lo más cercano a eso.

Kunou Uzumaki. Sí. Suena muy bonito ese nombre, pronto lo haremos oficialmente legal.

Ahora sí, hablemos del último acto, porque cuando el Legendario Teuchi Ramen entra en escena, no hay nadie que puede opacar la grandesa de nuestro querido Teuchi-sama.

Sé que su apellido no es ramen, pero vamos, suena cool llamarlo así.

Yasaka entrando al Ichiraku Ramen debido a las antiguas platicas de Naruto sobre ese pequeño local, aunque en el presente ya no es pequeño, es un enorme establecimiento, quien haya pensado que Teuchi alimentaba gratis a Naruto se equivocó; el gran Teuchi pensó a futuro y planeaba lucrarse de la fama de nuestro rubio Uzumaki, aprendan villanos culeros del Anime.

Que Aizen, que Kira y que Lelouch; bueno, Lelouch si es un verdadero genio que no fue derrotado de una manera estúpida, decidió cuando morir y dejarnos con la intriga si de verdad falleció, pero como no podíamos vivir si su majestuosidad, creo 3 Filmes Recopilatorios que dieron paso a una Línea Alternativa de Code Geass donde oficialmente nuestro Emperador Demonio, Lelouch vi Britania esta vivito y coleando, y mejor aún, ahora es inmortal y podrá coger con C.C eternamente, ósea, ¡Lelouch es el puto amo!

¡Hail, Lelouch!

Hinata y Yasaka tendrá una peculiar platica en el Capítulo IV, no se lo pierdan.

Gracias por no olvidar esta historia y apoyarla como nunca, los adoro chicos, en serio los adoro, y pronto les traeré la Parte II, así que… ¡Revienten en los Reviews! Jejeje.

Nos leemos pronto.