No hay mucho que decir, esta idea no me dejaba en paz, si, es algo de lo mismo en este aspecto, pero igual decidi publicarlo para poder enfocarme en mis otros proyectos y que esto ya tuviera su lugar aqui, si esta idea recibe apoyo, construire mejor la historia y lo continuare.


Prólogo: Todos tiene un limite

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"Ahora de apagar las luces, ¡buenas noches mis amores!"

"Y nada de rituales espiritistas o fugas para conciertos de media noche"

Lincoln cerró la puerta de su cuarto con tranquilidad, ignorando lo que decían sus padres, era lo mismo de todas las noches, el único periodo de tiempo donde la casa Loud estaba en silencio.

El albino dio un suspiro antes de tirarse en su cama, agotado física y mentalmente, tomo a su fiel amigo, Bun-Bun, y lo acercó a su cuerpo.

"De seguro se preguntarán porque estoy así, bueno, ha sido un día difícil" recargó su cabeza en la suave almohada, mientras miraba al techo, hablando con alguien.

"Este día fue un desastre, la señorita Johnson me regaño en frente de la clase por ser el único que no paso el estúpido examen de matemáticas, no pude estudiar en todo el fin de semana, estuve ayudando a Luan con sus fiestas infantiles todo el domingo, y el sábado estuve en cama gracias a un golpe en la cabeza con pelota de béisbol, cortesía de Lynn" suspiro cansado, tratando de olvidar lo mal que había sido su fin de semana

"Para no hacerte esto largo, Chandler y su grupo empezaron a molestarme, pise la popo de Charles en el patio, y bueno, ya se darán una idea de cómo cada una de mis hermanas me hicieron el día peor"

"Lincoln! ¡Deja de hablar sólo para quejarte de tu vida! ¡Necesito mi sueño de belleza de diez horas!" escucho el grito de Lola, con algunos susurros de fondo que apoyaban a la princesa mimada, lo olvidada, las paredes aquí apenas si pueden sostener esta vieja casa, desde aquí podía escuchar los ronquidos de Lynn, y como Luan hablaba dormida.

"Oh no" Lincoln se tapó con sus sábanas, para morderse su mano izquierda, combatiendo esas horribles sensaciones que le hacían sentir pánico, era horrible sentir pinchazos en la zona del corazón, y como tu brazo se entumece sin ninguna razón.

Antes de saltar a conclusiones, no, sus hermanas no le daban ansiedad, de hecho, ni él sabía que le causaba esos ataques, sucedían en cualquier parte, sin razón aparente, por dos meses y medio, trata de sobrellevar esas sensaciones.

"Tranquilo Lincoln, todo está en la mente, no pasara nada" repetía esa frase una y otra vez, mientras mantenía la mordida en su piel, para asegurarse que seguía en la realidad.

Se preguntarán, ¿por qué no pide ayuda a su familia o amigos? Vamos por puntos.

Primero y principal. Inseguridad de su entorno

Después de los incidentes de la mala suerte, el protocolo de hermana, por mencionar los más graves, empezaba a dudar sobre su importancia en la familia, claro, en el fondo sabía que lo amaban, tenía el ejemplo de cuando sus hermanas trajeron a su banda favorita a un concierto privado para él sólo, lamentablemente, al tener más recuerdos negativos que positivos, esa duda no se alejaba de su cabeza.

Además, era obvio que él era que menos aportaba al hogar, su rol era más apoyar a sus hermanas, y mantener el orden entre ellas, claro, cuando no activan su estúpido protocolo, donde lo mandaban al demonio, recientemente, le empezaba a molesta ser el que menos dinero aporta para las próximas vacaciones, pues sus hermanas trabajan con sus talentos, Lincoln no tenía uno.

Segundo. Mal momento

Por alguna razón, todas sus hermanas salvo Lily por obvias razones se preparaban para eventos importante. Lori tenía sus exámenes para la universidad, Leni se preparaba para un concurso de diseño de ropa, Luna había logrado conseguir una fecha para un concierto en el restaurante inglés de Royawoods con su banda, Luan preparaba contenido especial para su canal de YouTube, tratando de llegar a los 100,000 subscriptores, además de conseguir la placa de plata que la plataforma envía al con seguro la cifra, y Lynn se preparaba para la final de fútbol a nivel estatal, para conseguir ganar en último gran deporte que le faltaba

En cuanto a sus hermanas menores, Lucy tenía un curso local de poesía, Lola con sus concursos de belleza a nivel local, Lana trabajaba en cómo mejorar a Vanzilla, y Lisa trabaja en una tesis de un tema complicado, que iba a enviar a nada menos que a Harvard.

Todos trabajaban en sus sueños, pero el detalle importante era el más complicado, dinero.

Mantener a una familia tan grande en estos tiempos es muy complicado, hace dos semanas, la compañía en la que su padre trabaja tuvo que recortar personal, por lo cual tuvo que aceptar un recorte de sueldo para evitar su despido, sus padres les explicaron que las cosas iban estar limitadas por un tiempo, a lo cual todos aceptaron en ayudar en lo que pudieran. ¿Saben cuánto cuesta sesiones con el psicólogo? Una pista, mucho dinero.

"Mientras no vuelva pasar eso, estaré bien" Lincoln se rescató en su cama, esperaba por lo menos dormir unas aceptables seis horas de sueño, cerro los ojos, dejándose llevar al mundo de los sueños. Tratando de ignorar el hecho de que no estaba solo en su cuarto.

"...Dulces sueños Lincoln..."

Días sin incidentes: 73

"...tú también Lincoln" la voz de su madre lo despertó, al menos durmió bien, se incorporó, tomo su ropa de siempre, listo para hacer fila para ir al baño.

"Bien Lincoln Loud, cálmate, sólo actúa como siempre, demuéstrame de que puedes superar esto sólo" respiro hondo, puso una expresión feliz, pero cansada para estar adaptado a la hora del día, y salió a afrontar otro día.

La fila transcurrió de manera normal, ayudando a Lucy con su poema, para luego jugar a las luchas de pulgares con Lynn para matar el tiempo, perdiendo todos como siempre. Tras bañarse, otra vez, ahora molestia en la zona de la mandíbula, demonios, todavía era muy temprano, regularmente la primera sensación llega al pasar el medio día.

"Sólo ignóralo, sólo ignóralo" se miró al espejo, calmo su mente, y salió del baño para que Leni entrara corriendo a arreglarse.

"Cuatro minutos chicos, tengo examen de cálculo a primera hora, así que si no quieren caminar a la escuela, apresúrense" grito Lori desde la planta de abajo, con la misma amenaza de siempre.

Lincoln opto por un pan tostado como desayuno, una por una, sus hermanas salieron afuera, cuando iba a salir, no pudo evitarlo, en serio no quería, pero si, miro aquel mueble.

La vitrina de trofeos de la familia Loud.

Veía cada trofeo, en cada sección, que sus hermanas habían ganado con todo merecimiento en su respectivas especialidades, y en su sección, un pequeño trofeo de cinco dólares, al mejor hermano en desarrollo, al menos había algo, sin embargo, con el pasar del tiempo, perdió todo su significado, era como ver un premio de consolación, todavía no había ganado absolutamente nada.

Lincoln trataba de evitar ver la vitrina, incluso pensó en decirle a sus padres que lo quitaran, idea que se descartó casi de inmediato, esa vitrina era una inspiración para su familia, de seguir mejorando y ver sus logros, para el hijo de en medio, era una señal de presión, de que era la sombra de su familia, viendo sus éxitos desde atrás, y cuando se enteró que Lily gano un trofeo por chuparse el dedo por más tiempo, bueno, la presión aumentó. Los Loud podían ser conocidos en Royal Woods por su vida ruidosa, aunque nadie negaba el gran talento que la familia tenía en varios aspectos, ser la excepción a la reglara lo frustraba mucho.

"Tick tack Lincoln, el tiempo corre"

"¡Lincoln! si no estás en Vanzilla en los próximos diez segundos, literalmente te me iré sin ti y tendrás que caminar"

"¡Voy Lori!" Lincoln tomo unas monedas y la puso en su bolsillo, para entrar a tiempo en Vanzilla. ¿El porqué de las monedas? Estas tiene su motivo, y no es comprar el almuerzo.

La escuela fue lo mismo de siempre, materias aburridas, la comida vieja de la cafetería, platicar con sus amigos sobre cómics, manga, y el nuevo capítulo de Arghh, y lo peor, aguantar la respiración en el retrete, cortesía de Chandler, ahora que Ronnie Anne no estaba para defenderlo, estaba solo, le daba pena pedirle ayuda a Lynn o a alguien más, debía aguantar estos abusos, siempre en contra de contestar los abuso con la violencia.

"Hermano ¿seguro que no quieres hablarlo con el director?" le pregunto Clyde, su mejor amigo, su hermano de otra familia, si bien el sufría el mismo abuso, parece que Chandler tenía cierta preferencia por molestar a Lincoln en los últimos días.

"No Clyde, recuerda que el director necesita pruebas contundentes para castigarlo, además, seguro sus ricos padres lograrán llegar a un acuerdo para una suspensión de dos días, y cuando regrese, todo será peor, recuerda a Camerón Anderson" un escalofrío recorrió la espalda de ambos chicos, aquel niño se atrevió a acusar a Chandler ante el director, y cuando el abusador regreso de su suspensión, la humillación que sufrió llego al grado de que tuvo que cambiarse de escuela.

"Lo entiendo, pero—"

"Esta bien Clyde, mientras me deje abusar, no pasara nada más grave, sólo queda rezar a que se aburra de mi" interrumpió el albino con una sonrisa forzada. La bocina de un auto se escuchó a lo lejos, eran los padres de Clyde, listo para recogerlo.

"Rayos, yo quiera ver a Lori, admirando como cabello rubio se mueve con el viento" Clyde seguía enamorado de su hermana mayor, aunque su trabajo con la doctora López había logrado parar el sangrado nasal cuando la veía, aún tenía mucho por trabajar.

"Será para la otra, hasta mañana hermano" ambos se despidieron con su saludo secreto, vio como Clyde se fue feliz con su familia, jamás podría negar que llego a pensar lo lindo de ser hijo único, con todo y las desventajas que conlleva.

"Ah, al menos tengo una persona que me apoya" Clyde todavía no sabía sobre su situación, aunque había llegado a una decisión. Si volvía a tener un ataque severo como el de la última vez, le contaría todo.

"Hola Lincoln" escuchar esa voz hizo que diera un brinco, pero no como cuando Lucy aparecía por detrás de la nada, sino un brinco por los nervios.

"H-hola Paige, ¿cómo te va?" Paige Rivers, su reciente nueva amiga, la chica en la cual aún tenía cierto interés amoroso.

"Bien, nada más para confirmar que vendrás al arcade el viernes por la tarde, necesito un compañero para romper el récord por parejas del juego de baile, y tú eres el mejor jugador que conozco para este reto" cometo Paige, sin dejar de sonreír, lo cual ponía nervioso a Lincoln, quien pudo mantener el control.

"Claro, todo sigue en pie, el viernes a las cuatro de la tarde, vamos por ese récord" respondió con una voz confiada, aunque internamente estaba por reventar.

"Gracias Lincoln, es bueno tener un compañero de juegos con habilidad, te debo una, nos vemos" Paige se fue corriendo por el pasillo. Por su parte, Lincoln camino hasta la parte de atrás de la escuela, asegurándose de que nadie lo viera, una vez seguro de estar sólo, exhalo de alivio.

"Si, logre formar una amistad con Paige, ahora que Ronnie Anne no está en la ciudad, necesitaba una nueva compañera, aunque no pasamos de eso, compañeros de arcade, quiero aclarar que no es una cita, es un reto que ambos aceptamos realizar" le hablo a la nada de nuevo, sacando sus pensamientos, aunque podría jugar con Clyde y los demás, Paige tenía más habilidad, incluso mejor que el mismo, era normal tratar de socializar con gente nueva, al menos así se distraía de sus problemas.

El amor, algo que a un niño a punto de cumplir los doce años le tendría que importar una manzana, pero ahí estaba el, ya con problemas en ese ámbito.

Su relación con Ronnie Anne era complicada, si, ya la beso en los labios, y no lo malentiendan, fue algo genial, sin embargo, ambos optaban por mantenerse como mejores amigos, más ahora que ella se había mudado, debían disfrutar la niñez, y no querían que una mala relación rompiera su amistad, ya saben, ese típico miedo a dar el siguiente paso.

Con Cristina y Cookie no había cambiado mucho la situación. Cristina casi siempre lo evitaba por la situación de los vídeos, de vez en cuando lo saludaba por educación, pero no pasaba más de ahí, con Cookie, sólo era como su catador de galletas, conversaciones normales, sólo eran amigos.

Lo que molestaba a Lincoln en este tema, era que sus hermanas, por destacar a Lori, comenzaron a shipiarlo con Ronnie Anne a muerte, por lo que evitaba salir con sus amigas, o llevarlas a la casa, pues recibía un recordatorio de cómo le tenía que ser fiel a su novia, aunque repita hasta el hartazgo que no eran nada. ¿Saben lo deprimente que es que tus hermanas te fuercen a salir con alguien? Sin tener derecho a elegir a tu pareja por ti mismo, es una horrible.

"Debo admitir que estoy algo impresionado, eres todo un cassanova, de seguro ser el hecho de estar casi siempre rodeado de puras chicas, y sabes como entenderlas"

Después de aclarar la situación a la nada, camino rumbo a su nuevo lugar favorito, una pequeña casa del árbol al borde de una zona boscosa sólo estaba a media hora caminado de casa, idóneo para descansar. Lincoln saco su celular, para verificar que no hubiera problemas o malentendidos con su ausencia por la tarde.

Lori, voy a ir a casa de Rusty para hacer un trabajo de geografía, no me esperes en la escuela, nos vemos en casa–Lincoln. 2:37 PM

Esta bien enano, sólo llega antes de que anochezca, o serás un pretzel humano–Lori. 3:01 PM

Lo sabía, sabía que mentir estaba mal, pero no tenía opción, necesitaba su espacio para relajarse, algo que con el ruido de la casa Loud, más la nula privacidad, no podía lograr.

"Descubrí este lugar el día del ataque, y vaya que me ha ayudado a mantener mi estabilidad mental, le debo mucho a este vieja casita del árbol" comento de nuevo a la nada, sintiendo la necesidad de explicar todo.

"Dios bendiga tu mala suerte...jaja...suerte, aun me divierto con los recuerdos de esos dias"

Dentro de la casa del árbol, no había mucho, algunas botellas de agua esparcidas, más bolsas de frituras, una pequeña alfombra que tomo del ático de su casa, una mesa improvisada con una tabla de madera y libros viejos como soporté, encima de estos, papeles con bocetos y anotaciones escritas.

Lincoln había encontrado una forma de relajarse, dibujar, desde aquel concurso de cómics, opto por mejorar sus habilidades de dibujo, creando sus propios personajes a su estilo, jamás se lo ha mostrado a nadie, ni siquiera a Clyde, por miedo a la crítica. La razón para hacerlo aquí era obvia, pues si sus hermanas ven sus dibujos, seguro se burlaran de lo malo que eran, y si eso pasa, su secreto podría salir a la luz.

Dibujo por un lapso de cuarenta minutos, aún le faltaba mejorar en la estructura de los cuerpos, pero los rostros tenían grandes mejoras, asiendo bocetos para versiones de cómic americano y manga, sin embargo, otro pinchazo en el pecho detuvo su creatividad.

"Calma, calma, suficiente por hoy" susurro para calmarse, sentándose en el borde de la puerta y mirar a la naturaleza, respirando con tranquilidad, lamentablemente, la sensación de expandió a su brazo y garganta.

"¡Basta!" en un arranque de frustración, Lincoln se hizo daño en los nudillos de su mano izquierda al golpear la pared de madera, rasguños y ligeras líneas de sangre salían.

"Demonios...¿eh?" noto algo peculiar, la sensación se había ido, le dolía los nudillos, se había esfumado, todavía se sentía incómodo, pero las sensaciones que lo asustaban de habían ido.

"¿Podría ser?" rápidamente negó con la cabeza, absolutamente no, jamás caería tan bajo para llegar a esos límites.

"Me alegra que un tengas un poco de cordura, seria una pena que terminaras como un potencial suicida"

Se sentó a mirar al vacío, abrazando sus piernas, pensando, dejándose llevar.

Si el plan para ocultar su estado llegaba a fallar, debía barajar sus opciones de confianza, por el momento sólo tenía a Luna y Lucy, era con quienes mejor vínculo tenía en la familia, también estaban Lana y Lily, pero Lana era muy pequeña para entender, y ni hablar de una bebe.

Lori, Lynn y Lola estaban totalmente descartadas, pues seguro se burlarían por ser débil, de no ser un hombre, crueles como siempre.

Leni no lo entendería debido a su inocencia, era una moneda al aire saber cómo Luan tomaría su estado, y Lisa, muy probablemente lo usaría como objeto de estudio sobre la ansiedad y depresión. Tenía que saber cómo decirlo a sus padres de la mejor manera, estaba asustado.

El sonido de su celular lo saco de su trance, al ver la pantalla de inicio, vio que era Luna quien le marcaba, presiono el botón verde, poniéndola en alta voz.

"Luna ¿qué pasa?"

"¡Bro! ¿ya vienes de regreso a casa? Lori y Leni te estuvieron marcando, como no contestabas, pensamos que te había pasado algo" su voz sonaba preocupada, ojalá pudiera creer que sus hermanas estaban preocupas por su bienestar, como quería creerlo.

"Obvio, bloqueaste el numero de Lori en la mañana, y Leni olvido darte su nuevo numero de celular, me intriga saber a que gente le habra marcado"

"Lo siento, deje el celular en modo silencio, debíamos concentrarnos en la maqueta, pero ya voy en camino, dame veinte minutos" respondió con tranquilidad, percatándose que ya era tarde, el sol se ponía en el horizonte, se dejó llevar por la mente por mucho tiempo.

"Ok, aquí te esperamos"

"Bien, nos vemos en—"

"...¿Lincoln?"

"¿Sucede algo Luna?"

"Nada...solamente recuerda que te quiero mucho, si necesitas algo, cualquier cosa, puedes venir conmigo con toda confianza"

"...Lo sé..." colgó la llamada, sin dejarle la posibilidad de contestar, seguro Luna habrá notado un cambio en su actitud, no era el mejor actor del mundo, al menos consiguió no levantar sospechas por casi tres meses.

"Me intriga tu siguiente movimiento, siempre es un placer observar tus locas ideas"

Camino lentamente hacia la casa, sabiendo lo que le esperaba, metalizado todos los posibles escenarios, desde el más optimista, hasta lo peor, una vez en la esquina de la cuadra, a unos treinta pasos de su casos, volvió a sentir miedo, Lincoln se abrazó a sí mismo.

No quería, no quería, no quería

El enojo que causo aquellas situaciones con sus hermana, su familia, a esa maldita voz se trasformaba en miedo, luego regresaba en una combinación muy peligroso.

Lincoln Loud tenía miedo

Lincoln Loud estaba aterrado

Todavia esa cosa lo seguia a todas partes

Debía superar esto por sí mismo, tenía que demostrárselo a si mismo, que era fuerte, que valía algo, es su problema, su prueba.

Debía soportar los abusos de Lori, debía soportar modelar los vestidos de Leni, debía soportar los fuertes sonidos causadas por Luna, debía soportar las bromas pesadas de Luan, debía soportar los juegos bruscos de Lynn, debía soportar los sustos que Lucy le provocaba, debía soportar a las mascotas de Lana, debía soportar los caprichos de Lola, debía soportar los experimentos de Lisa, debía soportar los llantos de Lily, y debía soportar a sus padres.

El albino mordí su brazo, calmando sus emociones, sabia desde que aparecio esa voz, contestando sus cometarios cuando hablaba con sigo mismo, que algo en su mente no estaba bien, ademas de estar seguro que ese auto blanco lo seguia desde hace tres dias, pero no importaba ahora, estaba listo para volver a ponerse aquella mascara de felicidad y actitud carismática que lo definía.

Tenía miedo de sus propias emociones. ¿Por cuánto tiempo debía seguir así? Una mala situación podía causar que su mente explotara.

La máscara se está agrietando, y puede romperse. ¿Cuánto tiempo pasara para que eso suceda? Cuando entro a su casa, fingiendo su mejor actitud, una frase paso por su mente.

"Estoy a nada de quebrarme"

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Y nada, ¿quieren segunda parte? ¿que explique mejor esta idea? Ya saben como me pueden hacer llegar su interes. Si no, bueno, al menos me quite esta idea del encima, y pude debutar en un nuevo fandom.