Mario Bros: CAOS DE LA CORONA

Capítulo 2 LOS DESASTRES DE LA CORONA SIGUEN

Luigi no se quejaba en la vida ya que se conformaba con ver feliz a su hermano mayor al cual siempre seguía. Últimamente su negocio alterno como cazador de fantasmas iba en apogeo y los espíritus estaba muy activos últimamente por lo que se distraía con ellos.

Por su parte, el Rey Boo no estaba nada feliz porque ese fontanero bigoton estaba generando problemas a sus súbditos paranormales pero no se iba a detener contra su peor archienemigo. El correo llegó hasta los fantasmas y era de parte de su socio en el crimen el rey Bowser.

Entre gruñidos y balbuceos, los fantasmas le comunicaron la procedencia del regalo y cuando este lo abrió se trataba de una corona con un hongo rosa en la punta. Este quedó extrañado al verla detenidamente y se la puso, cosa de la que se arrepentiría más tarde.

-¡¿QUÉ DEMONIOS?!-se escuchó un grito de shock en la mansión embrujada.

El rey Boo o ahora reina se quedó sorprendida al ver que ahora era una versión fantasmal de la odiosa princesa Peach aunque con diferencias. Su cabello estaba suelto y era de color blanco, sus ojos eran rojos y sus escleróticas eran un poco grises oscuras y su piel era tan blanca como uno de sus espectros.

-Lenguaje fluido, no recuerdo la última vez que hablé tan bien. Tal vez cuando estaba con vida, no recuerdo nada de eso-analizó su situación la mujer.

Los fantasmas en sí no tenían un género definido ya que eran sólo almas en pena de diferentes especies y el término rey era algo ambiguo en este caso.

-Bueno mis súbditos, ahora que al parecer soy mujer esta mal que me llamen su rey. Díganme Lady Boosette-les ordenó la mujer aceptando demasiado su destino.

-Blah-balbuceó un Boo al fondo.

-Sé que somos resistentes a los objetos mágicos excepto si es lo suficientemente poderoso para afectarnos. No sé quién lo haya creado pero no me interesa. Por cierto, me veo divina. Ese miserable de Luigi no se espera esta sorpresa, va a morírse de un susto-dijo con maldad la fantasma.

Por su parte, Luigi había estado solo mientras que Mario atendía un asunto de último momento con una nueva princesa que a palabras de su hermano mayor era muy caliente y guapa. Aceptó un trabajo que el reino de los champiñones le encargó el cual era una nueva actividad paranormal en otra mansión embrujada y un enorme poder fantasmal se detectó de forma espeluznante y rezaba porque no tuviera que usar su as bajo la manga.

Mientras tanto, Bowsette no sabía que hacer con su archienemigo ya que todo se le salió de las manos y es que ahora el fontanero estaba muy alerta ante una posible represalia de su antiguo yo. Sin embargo, formuló una nueva idea la cual era ganarse su confianza y matarlo en el momento en que menos se lo esperara para saciar su sed de venganza.

-¡LUIGI, YA LLEGUÉ!-llamó Mario a su hermano.

-¿Quién es Luigi?-fingió demencia Bowsette ante su tercer peor enemigo ya que el segundo era el horrible

-Es mi hermano menor-.

-Oh, que lindo-.

-Tal vez salió de nuevo a cazar fantasmas-dedujo el sujeto.

-¿Tú hermano es caza fantasmas?-preguntó Bowsette curiosa.

-Sí-.

-"Debo charlar con el Rey Boo acerca de alguna alianza"-pensó detenidamente la rubia.

-Por cierto, deberías tomar un baño. Hueles a azufre-mencionó el fontanero.

La reina de las tortugas se olfateó y notó que su olfato era más agudo que antes, molestando le su propio aroma.

-Te tomo la palabra-.

La chica se duchó y la verdad es que no se acostumbraba a tener este cuerpazo de ensueño, aunque le dolía la espalda por cargar estos melones la cual la hacía sentirse extrañamente orgullosa. Bowsette se salió de la ducha y se halló con un enorme problema: No tenía ningún vestido y solo habían camisas de Mario.

-Ahora a revisar las cuentas de mi consultorio-empezó a leer varias notas el también doctor.

-M-Mario, ¿tengo un problema?-se oyó la voz de la mujer muy avergonzada.

El italiano volteó y casi sangra de la nariz al ver a Bowsette con una de sus camisas y casi no tapaba nada de sus piernas y la chica estiraba la prenda como podía muy sonrojada.

-¡MAMMA MIA, AHORA VOY POR ALGO DE ROPA!-salió corriendo más rápido que cuando usaba hongos en su carro de carreras.

-Oh que lindo-se sonrojó la mujer por la caballerosidad de Mario pero luego volvió a su odio habitual-¿Qué demonios estoy diciendo? Lo odio más que a nada-.

Volviendo con Luigi, este estaba a las afueras de la mansión la cual estaba cubierta de nubes verdes mientras llovía para dar un toque lúgubre. No estaba de humor últimamente por el asunto de Daisy ya que también fue friendzoneado de manera contundente y solo quería desquitarse con algo.

-¿Con que no soy rudo? ¡SOY TAN RUDO COMO YO LO QUIERO!-gritó eufórico el sujeto.

El fontanero verde entró con valentía y se topó con tortugas y hongos malignos de calavera que custodiaban la entrada de forma formidable.

-¡LARGO DE AQUÍ, ESTÚPIDO FONTANERO! ¡ESTOS NO SON TUS DOMINIOS!-reclamó el cabecilla.

Los guardianes lamentarían haber dicho esto ya que extrañamente Luigi se tornó extremadamente musculoso y alto, tanto que superaba más de los 3 metros de altura. Una enorme llama verde estaba en su mano lista para calcinar a sus adversarios y las calaveras tenían terror.

-¿Dices que me largue de aquí? ¿Y quien lo decidió? ¿Dices que no son mis dominios? ¿Y quien lo decidió? A un lado, escoria-les respondio con seriedad el Luigi con complejo de Escanor y les lanzó su llama que incineró a sus adversarios.

Luigi siguió avanzando por la mansión como si nada en su estado normal hasta que se topó con muchos Boo armados hasta los dientes.

-Jaja, vaya vaya. ¿Qué tenemos acá? Al más inútil y patético de los hermanos Mario. Nunca podrás atravesar este lugar-dijo el jefe Boo.

De nuevo, Luigi volvió a su forma de coloso y dejó en shock a los Boo que si no estuvieran muertos, se orinarian del susto y de la nada sostenía un hacha que consiguió en uno de los castillos de Bowser.

-¿Dices que soy el más inútil y patético? ¿Y quien lo decidió? ¿Dices que nunca podré pasar? ¿Y quien lo decidió? Soy el único que decide, muere-.

Luigi elimina con suma rapidez al ejército con un hachazo de energía y los fantasmas que quedaban huyen despavoridos. El fontanero siguió avanzando rápidamente y se topó con el sitio donde había un trono con calaveras y estaba sentada una mujer increíblemente hermosa, tanto que dejó en shock al héroe.

-Llegaste más pronto de lo que pensé, mi viejo archirrival-sonrió la mujer malvada.

-¿Quién eres tú?-.

-Mi nombre es Lady Boosette, soy la líder de los Boo-se presentó la chica flotando.

-¡NO ERAS HOMBRE!-exclamó sorprendido el sujeto.

-Pues sorpresa, Boo. Muajaja-rio malignamente la reina.

Para Luigi, esa risa en vez de ser aterradora se veía adorable y quedó embelesado irremediablemente de esa dama.

-Sí quieres que tu princesa no salga lastimada, no te metas conmigo-le puso su rostro más aterrado.

En ese momento, Boosette contempló con sorpresa y horror como es que Luigi se puso tan alto y musculoso con su aspiradora y una mirada de seriedad.

-¿Dices que mi princesa saldrá lastimada? ¿Y quien lo decidió? ¿Dices que no me meta contigo? ¿Y quien lo decidió? Yo soy quien decide, tú serás mi princesa-.

El poder de Luigi combinado con el de la aspiradora absorbió sin piedad a la reina Boo y esta trataba de liberarse pero no pudo.

-¡SOY UNA REINA, NO PRINCESA!-fue lo último que dijo la chica antes de ser atrapada.

-Me voy a manosear esta noche-finalizó algo arrogante el sujeto yéndose de la mansión con nueva waifu.