Match

Hola! Mi nombre no importa por el momento pero quiero presentarles una historia que me ha dado vueltas por al menos un año, se que Tinder fue lanzado en el 2012 y por razones obvias modifiqué un poco eso, quizá haya algunos elementos que vaya cambiando a lo largo de la historia para mi conveniencia pero iré avisando. Espero les guste mucho y ojalá me ayuden con la ortografía, redacción y demás, lo mío lo mío es las ciencias biológicas pero aún así me animé a lanzar esto, sobre todo pido apoyo cuando vean un nombre de los personajes del universo de Harry Potter mal escrito porque luego están un poco raros y no se ni como se escriben.

Disfruten.

Disclaimer: si tuviera millones le pagaría a Rowling los derechos de autor pero soy pobre así que todos los personajes pertenecientes al universo de Hp no son míos, Miquel si es mío,muy mío, pero nada mas.

chapter 1: Miquel

Draco Malfoy salió de su chimenea un segundo antes de estallar, se quitó su corbata verde esmeralda y la aventó, definitivamente su cita había sido un desastre total, él creía que al menos tendría un buen polvo esa noche pero al final no se sintió capaz de soportar un segundo más a la estúpida rubia que había tenido como cita, vaya que era cierto eso de que las rubias eran tontas, o bueno, al menos la mayoría, recordaba bastante bien como Daph había logrado méritos en el colegio con su inteligencia… si tan solo no la hubiera ultra arruinado con ella quizá estaría llegando a su casa a disfrutar de una hermosa e inteligente rubia y no a servirse un wiski de fuego para intentar calmar su jaqueca provocada por una maldita bruja.

Estaba totalmente harto de las citas sin sentido que Blaise o Theo le asignaban, unas salían bien, al menos bien en su cama pero otras eran… eran; maldición ni siquiera tenía un adjetivo para lo que acababa de suceder, Blaise casi siempre le recomendaba a las peores y estaba empezando a creer que su amigo lo odiaba.

Casi sin darse cuenta tomó su vaso de wiski y se sentó en su silla giratoria a observar el paisaje desde el gran vitral que había en su departamento, le gustaba sentarse en esa silla y observar a lo lejos cuando tenía mucho en que pensar, eso lo relajaba y lo hacía perder la noción del tiempo por un momento

Después de lo que fue al menos una hora consultó el reloj 2:34 am quizá podría irse a dormir pero en todo caso él iba a desperdiciar esa noche en sexo así que podía permitirse desvelarse un poco más, no tenía sueño y el wiski de fuego estaba ayudándolo a encontrarse más estable.

Sonaba un poco estúpido pero estaba pensando seriamente en adelantar un poco trabajo, después de todo él era un maldito intelectual

En Hogwarts se la pasaba constantemente compitiendo con Granger y aunque no le gustara aceptarlo a él le gustaba ser así, puntual, inteligente, destacar, un ñoño pues, aunque podría disfrazar esa peculiaridad diciendo que simplemente una sangre sucia no podía ser mejor que él.

Tomó su laptop y comenzó a teclear, le sorprendía como él, Draco Malfoy, llevaba una vida perfectamente muggle, se había adaptado e incluso tenía un empleo muggle, bueno ok, él era el dueño de la compañía pero era un empleo ¿no?. Después de la guerra y tras haber sido juzgados por los actos delictivos cometidos contra la comunidad mágica, el ministro de magia había decretado que Draco no tenía la suficiente culpabilidad de sus actos, sus crímenes habían sido llevado bajo amenazas a su familia y a su propia integridad, había sido manipulado psicológicamente para realizar sus hazañas e incluso se había logrado exponer lo perjudicado emocionalmente que él había quedado después de su sexto año en el colegio donde las amenazas eran cada vez más pesadas con el retorno del señor tenebroso mucho más obvio, además Harry Potter había intervenido y había ayudado a su familia, así fue como al final simplemente se impuso como castigo que él y su familia vivirían fuera de los lujos que había disfrutado hasta ahora, no era para nada algo malo, tenían permitido vivir en la comunidad mágica, simplemente les habían quitado la comodidad además de tener que haber vendido su lujosa mansión para pagar daños en la infraestructura mágica y muggle, financiar materiales mágicos para el hospital san mungo y beneficiar a familias que habían perdido todo por culpa de la guerra

Sus padres se habían mudado a la residencia de una de las mejores amigas de su madre, era una locación rural pero hermosa, alejada de la ciudad donde ellos podrían vivir de una diferente forma, incluso Draco había sido bienvenido pero no pudo permanecer ahí después de la muerte de su padre.

Lucius Malfoy estaba demasiado enfermo antes de terminar la guerra, Draco estaba seguro que si se le enviaba a Azkaban no hubiera durado más que unas semanas, su padre había sido cruel y ciertamente se merecía su destino pero al menos le tranquilizaba que sus últimos días estuvo en una sillita mecedora y no en una maldita celda.

Después del funeral, muy sencillo a decir verdad, él tuvo que recoger sus cosas e irse, se dio cuenta que su vida no podía depender de las caridades de alguien más, tuvo que pedir un permiso especial al ministro para retirar una gran cantidad de dinero se su bóveda explicando que todo sería una inversión para comenzar una nueva vida fuera de los lujos Malfoy y de la mayoría de los magos, invirtió en una compañía de telas en punto de quiebra y logró reformar el lugar convirtiéndolo en uno de los más grandes hoteles de Inglaterra, donde él era el dueño y disponía de varios profesionales que ahora conformaban Green snakes tower.

Claro de eso ya habían pasado 8 años, su vida como empresario tenía sus pros y sus contras, era completamente rico, había logrado limpiar su apellido y lo había logrado posicionar nuevamente en uno de los apellidos más codiciados dentro de la comunidad mágica, las mujeres no le faltaban, viajaba constantemente para lograr hacer contratos, patrocinios, y resolver asuntos que mejoraran la calidad y servicio de su gran torre hotelera por lo que se encontraba muy frecuentemente en las sabanas de muchas turistas y exóticas mujeres que se atravesaban en su camino, reuniones o descansos durante sus interminables viajes

Fue hace solo 6 meses que dejó de deleitarse con bellezas internacionales pues Green Snakes Tower iba a ampliarse, la belleza del hotel era mágica y cautivadora por lo que la demanda venía bastante alta y Draco decidió ampliar el espacio, los últimos 6 meses se la había pasado en reuniones en el Londres muggle, sin poder viajar por si algo surgía repentinamente y de esa forma fue como aceptó comenzar a tener citas con las chicas que sus amigos le recomendaban, después de todo tenía que liberar la tensión de su vida y de su gran gran amigo que residía justo debajo de su abdomen.

Draco no se dio cuenta en que momento dejó de teclear y nuevamente veía hacia el horizonte, las cosas no estaban saliendo bien con las citas y llevaba dos semanas sin un encuentro sexual y no quería recurrir a la pornografía

No

Draco Malfoy era jodidamente deseado para recurrir a pornografía, su mente vagó un momento en los viejos encuentros con chicas de Hogwarts, su miembro se endureció un poco al pensar en Pansy o Daph, pero no, tampoco podía recurrir a viejas amistades, entonces recordó algo de la reunión que había tenido hace unas horas con una gran compañía de muebles lujosos, mientras se disponía a recoger unos documentos a su oficina Miquel lo iba siguiendo contándole sobre su cita de hace una semana

Miquel era su mejor amigo del Londres muggle y su mano derecha, él se encargaba del encontrar los mejores promotores y propuestas, era un joven adinerado que había llegado a él con un excelente curiculum; Miquel le había hablado los últimos meses de como a través de algo llamado "aplicación" él había logrado conseguir citas, hablaba previamente con ellas por teléfono y si se gustaban se encontraban y si no, simplemente perdían el contacto sin necesidad de soportarse en persona, parecía conveniente; cerro su laptop, apuró su trago y decidió acostarse dando por hecho que ya tenía suficiente de ese día, tantas meditaciones le abrumaban la mente y le provocaban sueño.

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-Buenos días señor Malfoy, aquí tiene su café, sin azúcar y con un toque de leche de coco.

-Gracias Nina- Draco tomó el café que su secretaría le ofrecía, Nina era una excelente secretaría, tenía apenas 23 años y había demostrado un excelente control en todos los asuntos que él la requería, organizaba sus planes personales y conferencias con habilidad y eso se lo agradecía, era una chica muy atractiva que sin duda él había intentado cortejar hasta que después de una reunión la había invitado a salir y ella simplemente le había dicho que aceptaba si su prometido los acompañaba mientras alzaba su mano para hacer notar el anillo de compromiso, Draco se había disculpado y le aseguró que no tenía ni idea, después de eso simplemente llevaron su relación a temas profesionales.

--Señor, Miquel lo está esperando, él dijo que usted había solicitado verlo antes de su reunión con Beauty Spa. ¿necesita algo más?

-Gracias Nina- Draco le dio una última mirada de agradecimiento antes de empujar la gran puerta de cristal templado que dirigía hacia su oficina, los muebles eran negros y verdes, bastante oscuros pero el lugar era acogedor pues las paredes de alguna forma tenían un efecto reflejante, pudo ser un espacio bastante tétrico si no fuera por el enorme ventanal que conformaba toda una pared completa dando una increíble vista hacia las calles de Londres, Miquel estaba justo en un sillón localizado frente a su chimenea de mármol, tenía un brazo sobre el mueble y el otro sostenía un wiski muggle, al escuchar los pasos se volteó tranquilamente.

-Demonios Malfoy, no se para que necesitas una chimenea, estamos casi en 2007, el aire acondicionado existe ¿sabes? Aunque es relajante debo decirlo.

-Cállate Womack- Malfoy rió para sí mismo, no es que quisiera explicar que la razón de su chimenea era por si un día se pegaba a las sabanas de alguna dama y tenía que aparecer de última hora a alguna reunión sin perder tiempo en trasladarse en su deportivo, claro, eso no lo sabía nadie y por esa razón había un muffliato permanente en su oficina para que el estrepito no se escuchara y nadie entraba sin su autorización previa.

-¡Que humor! Déjame adivinar ¿tu cita no fue lo esperado?- Miquel rió un poco al ver como Draco rodaba los ojos y tensionaba su mandíbula- ¡Lo sabía! Ese amigo tuyo, Blaise, no es muy listo que digamos, tiene el toque pero sus citas son descerebradas. Ok ok, ya vi, te estoy hartando, al grano ¿Qué pasó jefe?

Draco estaba frotándose el puente de la nariz para entonces, por un momento pensó en darse la vuela y pedirle a Nina que organizara una cita entre Blaise y Miquel, esos dos eran el uno para el otro.

-Miquel, tienes razón, no salió nada bien, era una loca- rodó los ojos al ver la gran sonrisa que se le formaba a su muggle amigo, ahí vamos, pensó.- y quería pedirte si podías hablarme de nuevo de eso que decías aye…

-Tinder, si, lo sabía, necesitabas consejo de este experto en el amor, amigo, relájate un poco, descarga tinder, das match y todo surge.

Draco no sabía que era match ni a que se refería realmente pero ahora tenía el nombre de la aplicación esa y podía comenzar con eso, dejó que Miquel hablara por otros diez minutos antes de indicarle que tenían que dirigirse hacia la sala de reuniones.

Hola de nuevo. Pues acepto sugerencias y todo lo demás, si me tardo en actualizar es porque a veces mi carrera me consume demasiado (emoji llorando) pero esta idea me viene a la cabeza de tanto tiempo que al menos planeo avanzarle mucho. Besitos.